CAPÍTULO 13
El Macroscopio Viviente

Sir John Dee, uno de los ocultistas satánicos más grandes que han existido, estaba extremamente bien conectado a través de Europa.

 

Junto con Adward Kelley y otros, el hizo arreglos para abrir portales hacia otras dimensiones para poder hablar con los “ángeles”. Sus contrapartes fraternales en Europa, bajo su instrucción, llevaron a cabo ritos similares. Su obsesión era contactar extraterrestres, o preferiblemente seres pan-dimensionales, los “Arcontes.”

Para hacer esto, el inventó lo que fue conocido como “Magia Enociana”, la cual, debido a su diestro camuflado, ha sido mal entendida hasta este día.

Mire a través de las pintorescas imágenes y vea la verdad de esto. Estos magos y señores de la guerra estaban involucrados, y lo están todavía, con las llamadas entidades pan-dimensionales, quienes fueron confundidas en los días de la antigüedad como demonios y ángeles (vea la serie clásica inglesa de ciencia ficción, Dr. Who, específicamente los siguiente episodios: Planeta de las Arañas, Demonios, Máscara de la Mandrágora, Danza de la Serpiente, Terror de los Zygones, Los Silurianos, La Faz de la Maldad, Estado de Decadencia, Regreso de la Mara, Pirámides de Marte, Cuernos del Nimon, Pesadilla en el Edén, etc.).

Extrañamente, incluso con los valientes intentos de escritores y directores de cine, todavía es recibida como un shock para la mayor parte de gente, el realizar que las pintorescas anécdotas de “magia” de los períodos del Renacimiento y el Elizabethano realmente son referencias a la ciencia.

La brujería y la ciencia no están tan desconectadas como ha sido comúnmente insinuado, y no es mera casualidad que casi todos los científicos pre-Industriales, los cosmólogos y químicos eran maestros ocultistas. Cuando uno mira más de cerca las personalidades detrás de estas sociedades ocultas de la edad Elizabetana, por ejemplo, un interesante cuadro comienza a formarse. Investigadores competentes o estudiantes de lo Oculto, o de la Magia Enociana, etc., recuerdan cuan a menudo las siglas mágicas se asemejan, o realmente son, símbolos cósmicos y planetarios. La razón para esto hace mucho ha sido encubierta.

La magia de la Edad Media y la necromancia de las Edades Oscuras era para el mismo propósito que la tecnomancia de la edad moderna. Los practicantes y sus lacayos son todos de un solo clan con la misma agenda egoísta. Cuando escuchamos de magos en sus círculos de protección, rodeados por sigils planetarios e invocando los nombres bárbaros de Arcángeles y familiars, debemos darnos cuanta que esto tiene que ver con fenómenos muy físicos. Veamos ahora más allá de la máscara, para ver dónde está el origen de estas específicas ciencias ocultas, y porqué la profusión del ocultismo entre la inteligencia aristócrata europea en este tiempo.

La magia “enociana” es nombrada según el profeta del Antiguo Testamento, Enoc. Pero el nombre realmente va hacia atrás, al Enki sumerio, uno de los originales Anunnaki. Es más que significativo el que Dee escogió este nombre para su adivinación.

Sir John Dee fue realmente exitoso en su empresa. El tuvo éxito abriendo su portal y entrando en diálogo con meta-almas de otra dimensión. Esta no era la primera vez en la historia de la Tierra que esto haya sido intentado, ni será la última.

 

Cada vez que esto ocurría, las consecuencias alteraban para siempre el curso de la historia, generalmente empeorando.

En la tarda Edad Elizabethana, o corto tiempo después, la apertura de otro portal interdimensional fue necesario. Esta vez, fue emprendida por los miembros de la Hermandad Blanca, (White Brotherhood), los descendientes de los Hijos de las Serpientes,” los Lemurianos. Ellos estaban intentando contra-balancear y aminorar el intento de los “Doblados, Bent Ones” y pedir guía que pudiera tener éxito para contrarrestar la influencia de su Némesis.

(Ver “Epílogo: Tiempo para Cambiar la Carretera en la que Usted Está” en la página 129.)

Sir John Dee entró en diálogo con estas inteligencias pan-dimensionales, para ver si podría aprender de ellos los secretos a una forma más alta de tecnología, que precipitaría el escape de la Tierra de sus amos.

Como un “macroscopio” viviente, Dee encontró que estos seres pan-dimensionales, de hecho, tenían las respuestas.

C.S. Lewis y J.R.R. Tolkien, ambos sabían que los alienígenas estaban en control total de la Tierra post-diluviana, que ellos habían replicado de una raza de Dragones o Reptiles, que estaban, desde los experimentos de los Elizabethanos, en liga con entidades pan-dimensionales. A los últimos, a quienes Lewis llamaba los “Macrobios”. La humanidad, dijo el, toma por concedido el mundo del microbio.

Aunque no eran visibles al ojo desnudo, uno solo tenía que hacer uso del microscopio para confirmar su existencia. Sin embargo, en el nivel “arriba” del humano, existen los Macrobios. Estos no pueden ser vistos con el ojo desnudo tampoco. Su existencia es conocida, o intuida, por las facultades sutiles internas de alguien sensible o clarividente. La palabra Enocianos literalmente significa “ojo interno”. Lewis implica que nadie puede entender la peculiar historia del planeta Tierra sin un conocimiento de estas entidades.

Pero Dee también descubrió que los Macrobios no tomaban a bien ser contactados por criaturas tan bajas y presuntuosas como el. Su mente fue casi destruida por la comunión.

El conocimiento que los Arcanos comunicaron a través de su conciencia era tan inmenso y complejo que fue prontamente después realizada por todos los interesados, que tomaría literalmente siglos para realizar físicamente esto. Había que decidirse si darse simplemente por vencidos y permanecer internados en la Tierra para siempre, o de alguna manera tratar, contra todas las posibilidades, de actualizar los complejos detalles de lo que estaba siendo retransmitido. Las Elites de la Dinastía Tudor, con las aseveraciones de Dee eligieron presionar.

Ellos pusieron las mentes más dotadas a su disposición para la tarea de decodificar en términos prácticos las estrategias dadas del “más allá”. Otros fueron comisionados a salir con estrategias de camuflaje para esconder lo que estaba sucediendo, de aquellos ajenos a esto y de miembros de la descendencia lemuriana.

Era la tarea de estos intelectuales, estos alquimistas señalados por la corte o afiliados a la realeza, necrománticos, adivinos y clarividentes traducir a estrategias prácticas las voluminosas instrucciones que fueron transmitidas. Sociedades enteras fueron establecidas para este propósito.

Los controversiales adeptos y alumnos, tales como,

  • William Black-house

  • Elias Ashmole

  • Robert Boyle

  • Tommasso de Campanella

  • Cagliostro

  • Comte St. Germain

  • Sir Kenelm Digby

  • Cornelius Drebbel

  • Robert Fludd

  • Casanova

  • Nostradamus

  • Machiavelli

  • Cornelius Agrippa, etc...

... eran muy a menudo los creadores o los miembros de las llamadas “Colegios invisibles”, y a menudo empleaban la plutocracia ellos mismos – llamada “Venecianos Negros”.

Observador de Estrellas
 

Estos adeptos eran hábiles en prácticas mágicas y podían mantener contacto mutuo, tal como lo hacen ahora, por resonancia telepática:

Su cercana cooperación mundial ha sido mantenida por intercomunicaciones instantáneas por medio de telepatía, que les es enseñada.

(Ekial Kueshana, La Ultima Frontera)

Los notorios antiguos de algunos de esos caracteres fueron complacidos por intelectuales y nobleza a través de Europa. Ellos literalmente podían asesinar sin ser juzgados, porque tenían la sanción más alta en el país. Sus ocasionales encuentros con la ley, o con los descendientes más concienzudos de los “Hijos de las Serpientes”, como Christopher Marlowe, no los preocupaban mucho tampoco. Marlowe fue finalmente despachado (muerto) por sus enemigos.

Eventualmente, fue realizado que ningún erudito o grupo podría esperar desenredad la completa información de toda una vida, y que durante muchos siglos los eruditos tendrían que trabajar consciente o inconscientemente en el material.

Solucionaron el problema creando bastiones de aprendizaje, que ahora conocemos como las grandes universidades del mundo. Estas no estaban abiertas para el bien del mundo o para la elevación espiritual de la humanidad. Eran sitios de aprendizaje e investigación para la información pan-dimensional. Junto con muchas iglesias y monasterios, las universidades de convirtieron en los epicentros de colación de la miríada de investigaciones que frenéticamente estaban llevándose a cabo a través de todo el globo (vea o lea El Nombre de la Rosa).

Estos “colegios” albergaban y preservaban la información recolectada a través del tiempo.

Para asegurarse que solo los iniciados tenían el acceso, fue instigada las estructuras, basada en la masonería, de “fraternidades”.

Virtualmente todos los miembros fundadores de la Sociedad Real eran Francmasones. Uno podría razonablemente argumentar que la Sociedad Real misma, por lo menos en su inicio, era una institución masónica.

(Michael Baigent, Santa Sangre y Santo Grial)

 

Fue solamente mucho más adelante que, para evitar la curiosidad y prevenir una guerra de clases, las universidades fueron finalmente abiertas a las masas. El estudio de la arquitectura, el simbolismo y la geomancia posicionando los grandes asientos mundiales de aprendizaje, tales como el Smithsoniano, abarcan todo un tema por sí mismo.

Una de las personalidades que fue puesta a funcionar en el Magnum Opus de los Necrománticos atlantes fue Francis Bacon, quien algunos consideran como el padre de la ciencia moderna.

De hecho, los nuevos paradigmas científicos que salieron de éste período, las leyes que fueron “descubiertas” acerca del universo y la naturaleza de la vida biológica, la mayor parte surgió de estos pensadores y especialistas reclutados por la Nobleza Negra de Europa, para trabajar en el mega-plan.

Para poder encubrir esto, ha sido puesto delante de nosotros que hay ciertos tiempos en la historia que, por ninguna razón aparente, el conocimiento de una clase florece, y se ponen en boga ideas similares.

Es posible que muchas de las figuras de la ciencia temprana eran empleados de la Hermandad Oscura. La historia revela cómo muchos científicos eran diestros ocultistas. Y así están todavía hoy en día también, aunque está muy bien encubierto. El descenso hacia este mundo del conocimiento, a nivel por mayor, dio surgimiento a la Edad de la Iluminación y a la “Edad Industrial”.

Es más, así como Marlowe, William Shakespeare estaba también consciente de lo que estaba sucediendo detrás de la fachada de acontecimientos. Crípticamente, el se refería al plan oculto y sus juegos, y parece que advirtió en contra de esto.

Las obras de Shakespeare contienen complejas anécdotas de alquimia y ocultismo, sin embargo, por alguna extraña razón, muy pocos eruditos académicos le han puesto la atención apropiada a éstos.

Está también la controversia de la identidad real de Shakespeare. Ha sido asumido que el personaje responsable para las obras no era otro que Sir Fancis Bacon, pero esto no ha sido confirmado. Es más probable que un excepcionalmente dotado descendiente de los “Hijos de las Serpientes” fue el responsable de éstas. Los trabajos por sí solos contienen cifras encriptadas, que podrían revelar la autoría de las obras.

(Francis Bacon - Nuestro Shakespeare y Sir Francis Bacon con su Sociedad Secreta, escrito por la Sra. Henry Pott, El Fraude de La Biblia - The Bible Fraud por Tony Bushby)

La información transmitida (canalizada) por las superalmas pan-dimensionales era que, de hecho, habían claves para la “Puerta Estelar”. Pero lo que éstas eran y la manera de implementarlas no fue inmediatamente alcanzable. De hecho, los Macrobios revelaron que la humanidad tendría que continuar avanzando tecnológicamente hasta el punto donde los secretos de cómo convertir la energía en materia pudieran ser estudiados y dominados.

Sin embargo, incluso para comenzar a entender las permutaciones de esta primera meta, tendría que pasar siglos aprendiendo acerca del exacto fenómeno opuesto—de cómo la materia se convierte en energía. Este fue el motivo detrás de la mayor parte de la investigación científica pos-industrial y la experimentación. Obviamente, no porque la humanidad estuviese evolucionando por primera vez hacia la maestría técnica.

La fase uno de la lección de los Macrobios estaba finalmente concluida cuando los semidioses atlantes tuvieron éxito en dividir el átomo en los años ’50.

Un estudio de las vidas y carreras de aquellos involucrados con la energía atómica, como Leo Szilard y Roberto Oppenheimer, probarán ser una línea interesante de investigación para aquellos interesados en corroborar nuestra disquisición.

Solamente hasta ahora, después de casi un milenos, son ellos capaces de embarcarse en el descubrimiento del reverso—de cómo la energía se convierte en materia.

Sun Microsystems, (con su sugestivo logo serpentino), SRI (Instituto Sanford para Investigación), y MIT (Instituto de Tecnología de Massachusetts) son tres de muchas corporaciones, fundadas por la Nobleza Negra, que son frentes para esta investigación.

Las Sociedades Secretas son una presencia, no solamente detrás de la industria, sino que también de los gobiernos. El símbolo para la actual Unión Europea, por ejemplo, fue primero sugerido para la bandera de los Estados Unidos de Europa, por el super-secreto Priorato de Sión, del cual se dice que tiene sus oficinas principales en Francia. Los Gran Maestros e ilustres miembros de esta orden descienden de los reyes medievales Merovingios, que datan su ascendencia hasta el israelita, Rey David. La palabra Merovingio viene de Merovee, significado “nacido del mar”.

No obstante, esto no se refiere al mar físico, sino al más grande abismo, el cielo nocturno. La palabra e imagen del mar ha sido usada desde hace mucho como un simulacro encriptado para los cielos. Por lo cual, lo que se dice que nació es realmente que nació extraterrestre.

(Ver 20,000 Leguas Bajo el Mar por Julio Verne.)

…la palabra griega anfibio significa simplemente ‘vida en dos planos’ … la palabra fue a menudo aplicada en la antigüedad para aquellos hombres que, aunque todavía usaban la forma humana, se habían hecho casi divinos a través del conocimiento, y vivieron tanto en las opulentas regiones espirituales como en la Tierra.

(El Glosario Teosófico).

El símbolo más común usado por los Merovingios era la serpiente, o el dragón. De hecho, el dios anfibio mejor conocido era Dagon, cuyo nombre connota Dragón.

 

Uno de los reyes merovingios llevaba el nombre Dagoberto.

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