15 Junio 2016
del Sitio Web
GazzettaDelApocalipsis
Hace pocos días encontrábamos una de esas pequeñas noticias
absurdas, que nos tragamos inadvertidamente, pero que tan claramente
reflejan el estado de hipnosis general de la población.
Y en este caso, además, revelan un método de manipulación social
sencillo y tremendamente efectivo, cuyas consecuencias acaban siendo
devastadoras.
Antes de entrar a analizar en qué consisten estos mecanismos de
manipulación, veamos la noticia que encontrábamos en la web de RT,
donde se hacían eco a su vez, de una noticia
publicada en The Telegraph…
La sorpresa 'no apta para menores' que un
niño de 6 años encontró en su huevo Kinder
Un niño de 6 años de la localidad de Limavady, en Irlanda del
Norte, se quedó perplejo cuando dentro de su huevo de chocolate
Kinder encontró una pequeña bolsa sellada que contenía polvo de
aspecto cristalino, informa 'The Telegraph'.
Tras entregarle la misteriosa sustancia a su padre, que se la
pasó a la Policía, se determinó que se trataba de metanfetamina.
"Este incidente supone una gran
preocupación para todos nosotros.
La lucha contra el uso y
suministro de drogas ilegales es una prioridad y la
posibilidad de que algo tan potencialmente peligroso sea
encontrado por niños es profundamente preocupante", ha
declarado el inspector de policía Colin Shaw.
"Como padre de un niño, sé lo atractivos que son los huevos
Kinder y su contenido. En este caso, los niños son dignos de
elogio por pasar el contenido a sus padres", afirma el
concejal del Partido Unionista Democrático Alan Robinson.
Fuente
Como habrán notado, la noticia combina "niños inocentes" con
"peligrosas drogas ocultas en juguetes", elementos sensibles que sin
duda activarán los resortes de alerta de toda persona con un
sentimiento de paternidad responsable mínimamente desarrollado.
Posiblemente, la noticia haya llevado a un buen número de lectores a
exclamar:
"¡Qué horror! ¿Qué habría pasado si
el pobre niño hubiera ingerido esa horrible sustancia? ¿Cómo
puede haber gente tan malvada en el mundo?"
Y posiblemente, la mayoría de ellos se
habrán dejado llevar por estos sentimientos de horror e incluso
indignación, actuando de forma refleja y superficial, sin llegar a
hacerse las preguntas pertinentes que toda persona con un mínimo
espíritu crítico debería hacerse.
Y es que esta noticia, tal y como está redactada,
es directamente un insulto a la inteligencia, un auténtico
escupitajo en la cara de los lectores.
Al acabar de leer esta pieza, cualquier persona con un mínimo
espíritu crítico se habrá preguntado:
"¿De dónde salió esa droga? ¿Cómo la
metieron dentro del huevo Kinder? ¿La droga la pusieron en la
misma fábrica de golosinas o lo hicieron después?
¿Y en tal caso, quién lo hizo y por
qué? ¿El niño compró el huevo Kinder en una tienda o un
supermercado?
¿O quizás lo encontró en un espacio
público? ¿Y si lo encontró, en qué condiciones lo encontró?
¿Estaba envuelto o estaba abierto? ¿Si la golosina viene de
fábrica con la droga metida dentro, cuántos huevos más podrían
estar llenos de droga?" etc, etc, etc…
Y a continuación de hacerse todas estas
preguntas lógicas y algunas más que quizás nos dejemos en el
tintero, el lector con espíritu crítico probablemente se preguntará:
"¿Cómo puede ser que un medio de
comunicación me presente una noticia así y no exponga
ninguna de estas importantes y obvias cuestiones en la noticia?"
"¿Por qué en cambio, sí me hablan de lo que dice el inspector de
policía sobre las drogas y me cuentan las chorradas que dice ese
políticucho sobre 'el niño responsable que ha informado a su
padre'?"
"¿Qué importancia tiene la opinión del dichoso concejal y su
adscripción política, de la que sí me informan, si las
informaciones auténticamente claves para que esta información
tenga sentido, no son ofrecidas en el cuerpo de la noticia?"
Como vemos, esta pequeña noticia
destinada a pasar desapercibida y casi redactada como un relleno
para la Web de RT, refleja muy claramente cuál es el papel actual de
periodismo, cuál es su modus operandi y cuál es su relación con el
público en general.
Parece una noticia redactada para inocularse en la mente de una
persona en estado de hipnosis, alguien que está en un estado de semi-inconsciencia,
como cuando estás medio dormido y absorbes sin analizar cualquier
información que recibes, para incorporarla a tu estado de
somnolencia como si fuera ruido de fondo.
No obstante, y para ser honestos, debemos decir que la
precaria redacción de esta noticia por parte
de los periodistas (¿ o becarios?) de RT, podría deberse
más a su incompetencia que a una voluntad de desinformar.
Por esa razón, decidimos acudir a la fuente original, The
Telegraph, para ver cómo estaba redactada la noticia original y
ver si allí podíamos encontrar algunas respuestas a las preguntas
que nos hicimos antes.
Por ejemplo, tal y como reza el primer parágrafo de la noticia en el
medio británico:
"Un niño de seis años de edad, quien
encontró un huevo de chocolate bajo un seto la semana pasada, se
quedó perplejo al abrirlo y encontrar una bolsa que contenía un
polvo blanco en su interior".
Así pues, no era "su huevo kinder", como
nos decían en RT, insinuando que el niño lo había comprado, sino "un
huevo Kinder", que el niño encontró bajo un seto y en cuyo interior
había droga.
Fuente
Pero aclarado este aspecto, el resto de la noticia original de
The Telegraph, no responde a ninguna pregunta más de las que nos
hemos hecho antes.
La pieza de The Telegraph también se completa con las
declaraciones del inspector de policía y su preocupación por el
hecho de que un niño encontrara droga en un huevo Kinder,
acompañadas por las mismas declaraciones, más extendidas, del
concejal de la población.
Pero en ningún momento aclara ninguna de
las preguntas lógicas que cualquier persona debería hacerse para
darle un mínimo de credibilidad, o en todo caso, un mínimo de
sentido lógico a una noticia que de por sí, suena de lo más absurda.
Lo único que aclaramos en The Telegraph es que el niño se
encontró un huevo Kinder bajo un seto, con droga en su interior.
Y ninguna información más...
En definitiva, esta noticia nos muestra hasta qué
punto de decadencia ha caído el periodismo
actual y el profundo desprecio que estos presuntos
periodistas tienen hacia sus lectores, a los cuales deben
considerar como poco menos que una panda de zombis idiotizados que
se tragan cualquier patraña.
En realidad, esta presunta noticia, no habla de "drogas", ni de
"niños expuestos a peligros", sino de hipnosis colectiva y
nos demuestra que el periodismo está agonizando y que
está viviendo sus últimos estertores.
Y si el ejercicio del periodismo se encuentra en este estado
terminal, es porque el sentido crítico del ciudadano medio y de la
sociedad en su conjunto, está en ese mismo estado terminal.
El ejercicio del auténtico periodismo, es decir, la actividad
profesional centrada en buscar la información y la verdad de lo que
acontece en la sociedad y divulgarlo, necesita de una sociedad
formada por seres pensantes y críticos, para que pueda ejercer dicha
función de forma correcta.
Sin esa capacidad de mínimo análisis crítico por parte de los
lectores o los televidentes, el periodismo se convierte rápidamente
en una herramienta de manipulación social masiva,
porque desaparece precisamente el único elemento de exigencia que
puede impedir que se convierta en ello.
El buen periodismo no es pues una responsabilidad exclusiva de los
periodistas, sino también de los receptores de la información.
Asimismo, los propios periodistas son miembros de esa misma sociedad
hipnotizada y cuando se convierten en informadores, están tan
hipnotizados como lo pueda estar cualquiera de sus lectores o
telespectadores, de manera que contribuyen a mantener y expandir ese
estado de hipnosis e idiotización general.
Ningún periodista que no esté hipnotizado, idiotizado, explotado, o
que no sienta el mayor de los desprecios hacia el público, se
atrevería a publicar semejante idiotez como la noticia del huevo
Kinder.
UN SUTIL Y
EFECTIVO MECANISMO DE MANIPULACIÓN
Pero ahora vayamos un paso más allá y tratemos de desmenuzar esta
noticia, tal y como nos la han presentado y veremos que tras ella
hay mucho más de lo que parece a simple vista.
Para empezar, la noticia está conformada por una idea o información
central, que podríamos resumir en un titular:
"Niño encuentra droga en un huevo
Kinder".
Esa idea central actúa como una píldora
que nos tragamos y cuyo efecto principal es que genera en el
receptor una respuesta emocional irreflexiva, mediante la asociación
negativa de elementos contrarios entre sí 'NIÑO:
pureza-limpieza-inocencia-bondad' vs. 'DROGA:
delincuencia-maldad-daño-peligro'.
Y una vez nos vemos sumergidos en esa respuesta emocional
automática, (que variará dependiendo del lector), tendemos a
olvidarnos de aplicar nuestra capacidad de razonamiento para dirimir
qué sentido tiene la información en sí y si podemos considerarla
veraz o no.
Es decir, mientras la gente está indignada pensando en el peligro
que ha corrido el niño, se olvidan de preguntarse sobre los aspectos
incoherentes que rodean toda la noticia.
Y ese es un aspecto crucial del mecanismo.
Fijémonos que una vez hemos obviado nuestra capacidad crítica, la
noticia pasa inmediatamente a ofrecernos el discurso moralista y
aleccionador procedente de la autoridad; en este caso concreto,
vehiculado a través de las figuras del inspector de policía y del
político.
Y puesto que ambos representan a una
autoridad que es portavoz de "todo lo oficial", su discurso
acaba reforzando la presunta veracidad de la propia noticia, la idea
central que contiene y la respuesta emocional irreflexiva que genera
en el lector.
De hecho, es el discurso de la autoridad el que le otorga la
etiqueta de "veraz" a la noticia y al efecto emocional que ha
provocado en el lector.
Es decir, cuando aparecen el inspector de policía y el
político, mostrándose 'preocupados' e 'indignados' por la
presencia de droga en la golosina, el lector medio abandona todo
resquicio de duda sobre la veracidad de la noticia.
Además, esos miembros de la autoridad muestran el mismo sentimiento
de rechazo que el lector ha tenido ante la noticia, por lo que
automáticamente se produce un sentimiento de identificación con esa
autoridad.
Y aquí es donde precisamente radica el punto clave.
Cuando la autoridad define como veraz la noticia y por lo tanto da
legitimidad a su efecto emocional sobre el lector, lo que consigue
esa autoridad es apropiarse, de hecho, del efecto emocional que la
noticia está provocando.
Hasta ese momento, la reacción emocional ante la noticia, era una
reacción individual de cada uno de los lectores: pero al aparecer la
autoridad de por medio, esa reacción emocional deja de ser propiedad
exclusiva de cada individuo en concreto y pasa a ser una reacción
social… y puesto que nos han educado para acatar que en la
sociedad mandan los representantes de la 'autoridad', ellos
acaban ejerciendo como gestores de esa reacción emocional, ahora
convertida en una presunta reacción social común.
Dicho de otra manera:
nos roban el control sobre nuestra
reacción emocional ante los hechos, sin que ni tan solo nos
demos cuenta.
Obviamente, una vez ha conseguido eso,
la autoridad puede dirigir y manipular a conveniencia la respuesta
emocional de toda la sociedad hacia donde le dé la gana.
Pues bien, este mismo mecanismo de manipulación que encontramos
oculto en una noticia tan simple y estúpida como la del huevo
Kinder, es el mismo que se repite,
-
con cada atentado terrorista
-
con cada noticia sobre un
conflicto o guerra
-
con cada suceso catastrófico
aparentemente fortuito, como por ejemplo, un avión que se
estrella sin explicación razonable
Fijémonos bien en ello…
Nos informan de un terrible atentado terrorista en
los medios de comunicación:
nos hablan de "muertos", "dolor" y
nos muestran imágenes de personas sufriendo que son parecidas a
nosotros o a nuestros seres queridos.
Eso automáticamente genera en nosotros
un cierto sentimiento de empatía hacia ellos y una cierta respuesta
emocional (o una simulación de ambos que confundimos con un
sentimiento real, un fenómeno cada vez más extendido)
Es entonces cuando, arrastrados por la respuesta empática que
produce el atentado, anulamos nuestra capacidad de
análisis crítico sobre la información recibida y pasamos por
alto hacernos las preguntas pertinentes sobre lo que nos están
contando:
¿quién lo ha hecho, por qué lo ha
hecho, quién obtiene beneficio con ello, por qué en este
momento, etc…?
Inmerso todo el público en ese impacto
emocional libre de todo espíritu crítico, es cuando entonces aparece
la figura de la autoridad, y solemnemente ofrece su discurso,
condenando los atentados, el "malvado terrorismo", la "violencia",
la "barbarie", etc…
Al hacerlo, la autoridad se apropia de la respuesta empática
individual de cada uno de nosotros, al situarla en un marco social
común (que la propia autoridad representa) y con ello, nos vemos
inconscientemente imposibilitados para realizar un análisis crítico
que ponga en duda, precisamente, esa información refrendada por la
autoridad.
Si el espectador se atreve a poner en duda la veracidad de la
información, pone en duda a la autoridad que la ha refrendado
y pone en duda a su vez, toda la respuesta emocional y solidaria con
las víctimas que ésta ha provocado.
La veracidad de la información, la autoridad que la refrenda y la
respuesta emocional de empatía que provoca en todos nosotros, pasan
a ser la misma cosa, se identifican inconscientemente entre sí y
negar a cualquiera de ellas, significa negarlas todas.
Por lo tanto, tras un atentado terrorista, nadie se atreve a poner
en duda el discurso de la autoridad o a poner en duda la información
que nos ofrecen, porque significaría poner en duda la respuesta
empática de solidaridad con las víctimas y eso, inconscientemente,
el espectador lo identifica con ponerse del lado de los terroristas
o traicionar a los muertos o heridos en el suceso.
Por esa razón, hay tanta gente que se enfada y ataca visceralmente a
los que se atreven a 'poner en duda' la versión oficial sobre
un atentado terrorista.
Y lo mismo sucede cuando alguien dotado de un espíritu crítico, se
atreve a poner en duda la versión oficial sobre,
...por poner algunos ejemplos.
Quien lo haga, siempre será atacado por personas que han sucumbido
al efecto de estos mecanismos de manipulación mental y social, que
nada tienen que ver con la defensa de la verdad.
Es tan sencillo como esto.
Así nos manipulan constantemente.
-
¿A cuántas guerras nos han
llevado así?
-
¿Cuánta represión policial,
persecución, bombardeos, ataques y asesinatos se han
justificado mediante mecanismos de este tipo?
-
¿Cuántos
venenos nos han hecho tragar
aprovechando este mismo mecanismo de manipulación?
Como vemos, esa noticia irrelevante del
huevo Kinder, en realidad expone de forma clara y diáfana, un
método de adoctrinamiento y manipulación masiva que
experimentamos continuamente a través de
los medios de comunicación.
Pocas veces, una noticia sobre un huevo de chocolate tenía
tantas cosas que decir…
Fuentes
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