Diciembre 2016
del
Sitio Web
NewDawnMagazine 04 Junio 2017 del Sitio Web Editorial-Streicher
Una de mis conclusiones principales es que la última época glacial se terminó repentinamente hacia 9700 a.C. debido a una importante erupción solar (o una serie de erupciones).
La actividad solar está íntimamente relacionada con
los cambios climáticos en la Tierra, los que por su parte tienen
importantes efectos sobre la vida en nuestro planeta, incluyendo a
la Humanidad.
Por ejemplo, en tiempos
históricos durante el
Mínimo de Maunder, o "prolongado mínimo
de manchas solares" (aproximadamente entre 1645 y 1715) [2]
el Sol pareció "cerrarse" o quedar inactivo (como se refleja en la
rareza de las manchas solares), correspondiendo en la Tierra al
medio de la "Pequeña
Edad de Hielo" (que en total duró desde 1500
hasta 1860 aproximadamente).
Eso llegó a ser conocido como el Evento Carrington (nombrado por el astrónomo británico Richard Carrington, que observó una llamarada solar que precedió al acontecimiento principal).
En ese entonces fueron
vistas inusuales auroras alrededor del mundo debido a erupciones
solares, y las primitivas líneas de telégrafo de mediados del siglo
XIX fueron sobrecargadas por las partículas cargadas entrantes y la
tormenta geomagnética acompañante.
Un evento de nivel
Carrington podría destruir la electrónica moderna en todo el
planeta, provocando una detención en los sistemas computacionales,
las redes eléctricas, la Internet, las comunicaciones, los
satélites, y mucho más. [3]
Y las erupciones solares
de más o menos 9700 a.C. y los milenios sucesivos fueron de órdenes
de magnitud mayor que el Evento Carrington de 1859. Antes de 9700
a.C. se habían desarrollado sofisticadas culturas - la civilización
(atestiguado dramáticamente por los restos arqueológicos
encontrados en
Göbekli Tepe en el Sudeste de Turquía).
Seríamos devueltos a una "Edad de Piedra" y peor.
¿Y por qué digo "y peor"? Porque hoy tenemos cientos de centrales nucleares alrededor del planeta.
Si un evento de nivel
Carrington, o peor aún, un estallido solar del nivel del que
finalizó la última Era del hielo, llegara a golpearnos hoy, las
líneas eléctricas quedarían deshabilitadas, los sistemas de
refrigeración y otros componentes de las centrales nucleares se
verían comprometidos, y tendríamos situaciones de
tipo Fukushima o
peores alrededor del planeta, liberando radiactividad en el
medioambiente, intensificando todos los otros problemas provocados
por la falla de los sistemas electrónicos y eléctricos modernos (ver
R. Schoch, op. cit.).
¡Sospecho que son muy altas! No quiero ser un alarmista o fatalista, pero hay evidencia para sugerir que nuestro Sol está pasando por un período volátil, con importantes altibajos en actividad.
Algunos investigadores sugieren que aunque el Sol estuvo muy activo en las últimas décadas, en años recientes ha entrado en un período de quietud. Algunos incluso afirman que podríamos estar dirigiéndonos a otra "época glacial" (que podría ser breve o de larga duración). [4]
Me parece que ésta es una extrapolación inválida sólo a partir de los limitados datos que tenemos.
Es decir, no deberíamos
extrapolar a partir de unos pocos años (o incluso un par de décadas)
de actividad solar relativamente baja y llegar a la conclusión de
que estamos entrando inminentemente en otra época glacial. En
efecto, el Sol puede haber llegado repentinamente a estar activo
otra vez, o podría estar experimentando una importante erupción
incluso en medio de un período general de relativa inactividad.
La implicación es que
podemos experimentar una importante erupción solar en el muy próximo
futuro. En efecto, en Julio de 2012 una significativa erupción solar
por poco golpea a la Tierra. [5]
Y el evento de Julio de
2012 ocurrió durante nuestro actual ciclo solar, [6] el
que ha estado excepcionalmente tranquilo en general, hasta el punto
de que, como se señaló, algunas personas predicen un cese solar
parcial y una "mini edad de hielo", o incluso el principio de una
verdadera Era glacial.
Me pregunto, con toda seriedad,
Las
llamaradas solares y
las acompañantes eyecciones de masa coronal (CMEs) pueden hacer
erupción desde las manchas solares, de manera que ellas y su
actividad son un potencial indicador a corto plazo de un inminente e
importante estallido solar que, de ser dirigido a la Tierra, podría
causar una masiva devastación a nuestra moderna sociedad
tecnológica, como podría haber sucedido si la erupción solar de
Julio de 2012 nos hubiera golpeado.
Es como si el Sol
estuviera consciente de la presencia de la Tierra e intentara evitar
vomitar una importante erupción solar (una llamarada solar, una CME,
o algún otro tipo de erupción solar) directamente en nosotros.
De manera análoga, imagine a una persona
que está a punto de estornudar pero que es capaz de contenerse el
suficiente tiempo para darse vuelta y evitar estornudar sobre algún
otro.
El Sol es una estrella
bastante típica, y se han encontrado estrellas que exhiben
comportamientos anómalos que no son fácilmente explicados por las
teorías de la física estándar.
Las estrellas típicamente se mueven alrededor del centro de la galaxia en la cual ellas están localizadas. La teoría estándar predice que las estrellas más cercanas al centro galáctico deberían girar más rápidamente que aquellas que están más lejos (tal como Mercurio viaja más rápidamente alrededor del Sol que Saturno, que está mucho más lejos del Sol).
Sin embargo, éste no
resulta ser el caso. En general, las estrellas que están más lejanas
del centro galáctico se mueven más rápido que las estrellas más
cercanas al centro; es como si todas las estrellas estuvieran
montadas en una enorme rueda giratoria.
Para abordar estos asuntos, se ha propuesto la hipótesis y concepto de "Materia Oscura".
En términos simples, la Materia Oscura, que según sus proponentes forma la mayoría de la materia en el universo, es esencialmente no detectable excepto por sus efectos gravitacionales en la materia y la radiación visibles.
Supuestamente la Materia
Oscura puede explicar los movimientos anómalos de estrellas y el
agrupamiento de galaxias.
En uno de sus artículos, Gregory Matloff define,
Así,
La existencia de tal consciencia en las estrellas, que siguen un instinto de agrupamiento (similar a un cardumen de peces que nadan juntos o a una multitud de aves que vuelan juntas), explicaría adecuadamente sus movimientos en otro sentido anómalos.
¿Es ésta una explicación
más simple que la apelación a la Materia Oscura?.
Las estrellas jóvenes
emiten intensas descargas de material, a menudo bipolares, pero no
necesariamente simétricas. Las descargas asimétricas exudadas por
estrellas jóvenes podrían ser usadas preferentemente para cambiar y
ajustar sus trayectorias.
Hay que recordar que, como Matloff
indica, los cambios en la trayectoria de una estrella que pueden ser
"significativos" para la estrella durante su larga vida de millones
o miles de millones de años (se estima que nuestro Sol tiene casi
5.000 millones de años) pueden parecer triviales o imperceptibles
para nosotros.
¿Es eso lo que sucedió al
final de última época glacial, hacia 9700 a.C.?, ¿o la erupción
solar fue entonces un "accidente"?
La presión de la
radiación electromagnética parece una posibilidad razonable, aunque
se ha hecho poco trabajo para describir hipotéticamente quán grande
tendría que ser la variación para cambiar la trayectoria de una
estrella.
La psicokinesis (también conocida como telekinesis o la mente por sobre la materia), para mi satisfacción, se ha demostrado que existe entre organismos biológicos tales como los humanos. [8]
Si la psicokinesis podría
existir (o existe) entre otras entidades conscientes, como
posiblemente las estrellas, es desconocido actualmente, aunque no
tengo consciencia de ninguna razón teórica de por qué no debería
existir.
Una noción común, lo que no quiere decir que sea correcta (demasiado a menudo las nociones comunes y el "sentido común" están equivocados), es que la consciencia y la volición (al menos en la Naturaleza) sólo pueden ocurrir en formas, basadas en el carbono, de organismos biológicos, y muchas personas limitarían la noción de consciencia a organismos biológicos "avanzados", como los vertebrados, los mamíferos o, según algunos, sólo los seres humanos.
Sin embargo, diversos
investigadores han sostenido que la consciencia puede surgir en un
nivel quántico y podría no estar limitada a organismos biológicos
familiares, como nosotros mismos.
Esencialmente, una serie
coherente orquestada de reducciones quánticas (colapso de la función
de onda) causa momentos y secuencias de consciencia y toma de
decisiones o preferencias.
En efecto, en un nivel más fundamental, la consciencia puede ser inherente a la manifestación de la materia y existir en todas partes del universo, con los seres más conscientes tomando formas aparte de "organismos biológicos", y sin embargo nosotros como formas de vida basadas en el carbono podemos tener dificultades para reconocer la consciencia en otras formas de la materia.
El físico Max Tegmark (del Instituto de Tecnología de Massachusetts, en Cambridge) ha sugerido que la consciencia puede ser un "estado de la materia" ("perceptronium").
Quizás éste es un estado
de la materia que posee nuestro Sol, y más generalmente las
estrellas.
Además, puede haber una correlación entre terremotos y perturbaciones atmosféricas importantes, como la actividad de los ciclones, en nuestro planeta.
Si nuestro Sol es consciente,
Cuando miramos las mitologías tradicionales y las creencias antiguas, muchas culturas pasadas pensaron que el Sol y las estrellas eran entidades conscientes, y eso quizá puede ser visto como la base de la astrología.
Los dioses fueron asociados con las estrellas (incluyendo objetos en el cielo que ahora clasificamos como planetas), y los antiguos egipcios (para dar sólo un ejemplo) esperaban unirse con el Sol y las estrellas tras la muerte.
Platón en el diálogo Timeo (hacia 360 a.C.) escribió:
Construyendo sobre tales
ideas, mi esposa ha especulado que quizá cuando los seres humanos
mueren su hidrógeno es liberado (el hidrógeno puede potencialmente
llevar información, y muchos sostendrían que la información es un
elemento esencial de la consciencia), y al menos algo del hidrógeno
se escapa hacia el espacio donde se reúne como nubes, colapsa bajo
la atracción gravitacional, es comprimido, y finalmente da origen a
estrellas, estrellas que pueden retener algo de la información,
algunos aspectos de la consciencia, de los previos seres que
entregaron su hidrógeno.
Por supuesto, ésta es una
hipótesis muy especulativa, pero si podemos demostrar que nuestro
Sol y otras estrellas están conscientes, esto puede prestar apoyo a
la idea de que por último (quizá después de varias encarnaciones en
la Tierra)
unimos nuestra consciencia con la del Sol y la de las
estrellas.
¿Qué podríamos concluir? ¿Está consciente nuestro Sol?
Si bien la consciencia de nuestro Sol y la de las estrellas tiene que ser todavía definitivamente demostrada, no creo que simplemente debiéramos descartar la idea.
En efecto, un Sol y unas estrellas conscientes pueden bastar para explicar diversas "anomalías" que los paradigmas estándares no pueden explicar fácilmente.
Referencias
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