01 Abril 2020
del
Sitio Web
SOTT
El único
movimiento psicológico
que libera a los
seguidores de toda duda...
Cómo los Líderes Autoritarios se
salen con la suya
por Dr. Jeremy E.
Sherman
01 Junio
2017
del
Sitio Web
PsicologyToday
traducción de
SOTT
01 Abril 2020
del
Sitio Web
SOTT
Versión original en ingles
El psicólogo
experimental Bob Altemeyer pasó toda su carrera
estudiando a los autoritarios, tanto a los líderes como a los
seguidores.
En 1998, escribió:
"Los aspirantes a
tiranos en una democracia son sólo figuras cómicas cuando no
tienen seguidores.
Así que la verdadera amenaza yace latente
en partes de la misma población para un día catapultar al
poder al siguiente Hitler con sus votos".
Su investigación y la
de otros arroja esta lista de conclusiones sobre los seguidores
autoritarios, ya sea que sigan a tiranos de izquierda, derecha,
religiosos, espirituales o lo que sea:
-
Son altamente
etnocéntricos, muy inclinados a ver el mundo como su
grupo contra todos los demás. Debido a que están tan
comprometidos con su grupo, son muy celosos de su causa.
-
Tienen mucho
miedo de un mundo peligroso. Sus padres les enseñaron,
más de lo que suelen hacer los padres en general, que el
mundo es peligroso. También pueden estar genéticamente
predispuestos a experimentar un miedo más fuerte que la
mayoría de la gente.
-
Son muy
santurrones. Creen que son "buenas personas" y esto
desata muchos impulsos hostiles contra aquellos que
consideran 'malos'.
-
Son
agresivos. Si se les da la oportunidad de atacar a
alguien con la aprobación de una autoridad, no dudarán
en atacar.
-
Sus creencias
son una masa de contradicciones. Tienen mentes altamente
compartimentadas, en las que las creencias opuestas
existen una al lado de la otra en cajas cerradas
adyacentes. Como resultado, su pensamiento está lleno de
dobles estándares.
-
Razonan mal.
Si les gusta la conclusión de un argumento, no prestan
mucha atención a si la evidencia es válida o el
argumento es consistente.
-
Son muy
dogmáticos. Debido a que han obtenido sus creencias
principalmente de las autoridades en sus vidas, en lugar
de pensar las cosas por sí mismos, no tienen una defensa
real cuando los hechos o eventos indican que están
equivocados. Así que sólo mantienen su postura
equivocada y se niegan a cambiar.
-
Son muy
dependientes del refuerzo social de sus creencias.
Piensan que tienen razón porque casi todos los que
conocen, casi todos los noticieros que ven, casi todos
los comentaristas de radio que escuchan, les dicen que
sí. Es decir, filtran las fuentes que sugieren que están
equivocados.
-
Debido a que
limitan severamente su exposición a diferentes personas
e ideas, sobreestiman enormemente el grado en que otras
personas están de acuerdo con ellos. Y pensando que son
"la mayoría moral" apoyan sus ataques a las "minorías
malvadas" que ven en el país.
-
Son
fácilmente engañados por manipuladores que pretenden
defender sus causas cuando lo único que quieren los
estafadores es el beneficio personal.
-
Están en gran
parte ciegos a sí mismos. Tienen poca autocomprensión y
comprensión de por qué piensan y hacen lo que hacen.
¿Por qué esta gente
es así?
Muchas razones que son difíciles de distinguir, aunque
la crianza y el contexto social juegan un papel importante.
Comentario
En una
sociedad enferma
bajo presión
por una crisis
fabricada comenzamos a notar con mejor
claridad la profundidad de
la patología, y uno de sus elementos más
notables, los seguidores autoritarios.
Joe Quinn nos comparte qué es un seguidor autoritario, en su
artículo, Patocracia Mundial - Seguidores Autoritarios y la
Esperanza del Mundo (Global
Pathocracy - Authoritarian Followers and the Hope of the World):
La "Personalidad
autoritaria" y "seguidores autoritarios", según el diccionario
Cambridge de Psicología:
Este rasgo de la personalidad consiste en la sumisión
autoritaria, un alto grado de sumisión a las autoridades
establecidas en la sociedad a la que se pertenece; agresión
autoritaria, agresión dirigida contra varias personas en el
nombre de dichas autoridades; y el convencionalismo, una fuerte
adhesión a las convenciones sociales aprobados por dichas
autoridades.
[...] las personas que obtienen altas puntuaciones en la escala
RWA se someten totalmente y con bastante facilidad a las
autoridades establecidas en sus vidas y confían en ellas mucho
más de lo que la mayoría de la gente lo hace.
Apoyaron a Richard Nixon hasta el final durante la crisis del
Watergate.
Aquellos con una alta
puntuación en RWA también creyeron en
George W. Bush cuando dijo
que Irak tenía armas de destrucción masiva, y apoyaron la guerra
en ese país mucho después de que otros la hubieran abandonado.
Los mismos están
también relativamente dispuestos a dejar que las autoridades
atropellen las libertades civiles y las garantías
constitucionales de libertad personal. Ellos parecen pensar que
las autoridades están por encima de la ley.
Bob Altemeyer, uno de los campeones en la psicología de los
autoritarios, da cuenta de que los autoritarios se caracterizan
por una cierta conducta cognitiva específica:
En comparación con los demás, los autoritarios no dedican mucho
tiempo a examinar las pruebas, pensar críticamente, llegar a
conclusiones independientes ni analizar si sus conclusiones
engranan con las otras cosas que creen. (...)
Ellos tienen una
lista de "falsas enseñanzas" e ideologías rechazadas en sus
cabezas. Pero por lo general aprendieron cuales eran las ideas
malas de la misma manera que aprendieron cuales eran las buenas,
de las autoridades en sus vidas.
Los que obtienen alta
puntuación no están preparados para pensar de manera crítica.
Echemos un vistazo a los
mecanismos neurales de la personalidad autoritaria:
Un reciente estudio
de imágenes realizado por el psicólogo Drew Westen y sus
colegas en la Universidad de Emory ofrece un firme argumento
para la existencia del razonamiento emocional.
Justo antes de las
elecciones presidenciales del 2004 entre Bush y Kerry, se
reclutaron dos grupos de individuos:
quince ardientes demócratas
y quince ardientes republicanos.
A cada uno se le
presentó declaraciones conflictivas y aparentemente dañinas
sobre su candidato, así como sobre objetivos más neutrales como
el actor Tom Hanks (quien, al parecer, resulta agradable para
las personas de todas las tendencias políticas).
Como era de esperar, cuando a los participantes se les pidió
realizar una conclusión lógica sobre el candidato del partido
político opuesto, los mismos encontraron una manera de llegar a
una conclusión que hiciera ver mal al candidato, incluso aunque
la lógica debería haber mitigado las circunstancias particulares
y haberles permitido llegar a una conclusión diferente.
Aquí es donde se pone
interesante.
Cuando este "control emocional" comenzó a ocurrir, las partes
del cerebro normalmente involucradas en el razonamiento no se
activaron.
En cambio, se produjo
una constelación de activaciones en las mismas áreas del cerebro
donde se experimentan el castigo, el dolor y las emociones
negativas, (es decir, en la ínsula izquierda, la corteza frontal
lateral y la corteza prefrontal ventromedial).
Una vez que se
encontró una manera de ignorar la información que no puede ser
rechazada racionalmente, las áreas neurológicas del castigo se
apagaron, y el participante recibió un destello de activación en
los circuitos relacionados con recompensas -similar a la
sensación que recibe un adicto al conseguir su dosis.
En esencia, los participantes no estaban dispuestos a dejar que
los hechos se interpusieran en sus tomas de decisiones candentes
y rápidas recompensas.
"No se activó
ningún circuito involucrado en el razonamiento consciente",
dice Westen.
"Fundamentalmente, pareciera como si los participantes
giraran el calidoscopio cognitivo hasta llegar a las
conclusiones que ellos quieren, y luego las refuerzan
masivamente con la eliminación de estados emocionales
negativos y la activación de los positivos". [...]
En última instancia,
Westen y sus colegas creen que,
"un razonamiento
emocional parcial conduce al 'grabado' o refuerzo de una
creencia defensiva, asociando el relato 'revisionista' de la
información por parte del participante con emociones
positiva o el alivio y la eliminación de la angustia. El
resultado es que las creencias parciales se calcifican y la
persona poco aprende de nuevos datos'," señala Westen.
El extraordinario
estudio de Westen demostró que el proceso de la información
neurológica relacionada a lo que llama "razonamiento motivado"
[...] parece ser cualitativamente diferente al razonamiento de
una persona que no posee conexiones emocionales en las
conclusiones a las que llegar.
El estudio es, pues, el primero en describir los procesos
neuronales que subyacen al juicio político y la toma de
decisiones, así como para describir los procesos que implican
control emotivo, psicológico de defensa, el sesgo de
confirmación, y algunas formas de la disonancia cognitiva.
La importancia de
estos hallazgos va más allá del estudio de la política:
"Todo el mundo,
desde los ejecutivos y los jueces a los científicos y los
políticos pueden razonar a partir de juicios sesgados
emocionalmente cuando tienen un interés personal en la forma
de interpretar 'los hechos'," de acuerdo con Westen".
Barbara Oakley
Genes Malvados
Una persona así,
"piensa con un
cerebro bifurcado".
El Diccionario de
Psicología nos dice también que:
"La imagen de los
seguidores autoritarios después de todos estos años de
investigación está lejos de ser halagadora."
No sería la primera vez
que somos testigos de pánico generalizado infundado, usado por las
autoridades para manipularnos y lograr sus objetivos particulares.
Aquí vemos otro fenómeno
social interesante:
[...] Pavlov demostró
que cuando la Inhibición Transmarginal comienza a afectar a un
perro, una condición similar a la histeria se manifestaba en los
humanos.
Las aplicaciones de
estos hallazgos a la psicología humana sugieren que para que una
"conversión" sea efectiva, es necesario trabajar en las
emociones del sujeto hasta que alcancen una condición anormal de
miedo, rabia o exaltación. Si tal estado se mantiene o se
intensifica por alguno de varios medios, el resultado es la
histeria.
En un estado de
histeria, un ser humano es anormalmente sugestionable e
influencias en el ambiente pueden causar que una serie de
patrones de comportamiento puedan ser remplazados por otros sin
ninguna necesidad de adoctrinación persuasiva.
En estados de miedo o
nerviosismo, seres humanos aceptarán las más amplias e
improbables sugestiones.
Implicaciones Sociales
Los medios por los cuales la ITM opera en el individuo es más
bien claro; lo que es menos claro es como la histeria afecta a
grandes grupos de individuos llegando a la macro-escala.
Sin embargo, desde el
11 de Septiembre de 2001, observadores científicos de la
sociedad estadounidense apuntan con frecuencia que los eventos
de ese día fueron un clásico ejemplo de Inhibición Transmarginal
inducida en masas de personas con el fin de condicionarlos a
aceptar la destrucción del gobierno democrático de E.U.
Laura
Knight-Jadcyk
Inhibición transmarginal
Adicional a todo esto,
podríamos resaltar otro aspecto más - que ahora solo recae en el
área de la conjetura:
nuestra economía
basada en la especulación es fácilmente manipulable con eventos
similares a esta "pandemia", y ahora sólo comenzamos a ver el
impacto.
Es posible que la élite
político-económica tome esta oportunidad hacer modificaciones
importantes al sistema económico global... como apostar por
una sociedad sin dinero en efectivo...
Además, resulta bastante
curioso que los principales CEO de EE.UU. se deshicieran de 9 mil
millones de dólares de acciones justo antes de que el virus llegara.
Por ejemplo, el CEO de Amazon, Jeff Bezos, se ahorró más de
300 millones de dólares al verter 3.400 millones de dólares en
acciones de Amazon justo antes de que la pandemia
del coronavirus
llegara a los Estados Unidos.
¿Fue esto sólo un
buen sentido comercial o está pasando algo sospechoso...?
El periodista de
investigación Ben Swann se une a In Question para discutir el
tema:
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