por Fernando Navarro
22 Noviembre
2017
del Sitio Web
LaHaine
Publicado originalmente
en la revista
Al Margen # 102,
Valencia.
La gente
está imbuida
hasta tal
extremo en el sistema establecido,
que es incapaz
de concebir alternativas
a los criterios
impuestos por el poder...
La gente está imbuida hasta tal extremo en el sistema establecido,
que es incapaz de concebir alternativas a los criterios impuestos
por el poder.
Para conseguirlo, el poder se vale del entretenimiento vacío, con el
objetivo de abotagar nuestra sensibilidad social, y acostumbrarnos a
ver la vulgaridad y la estupidez como las cosas más normales del
mundo, incapacitándonos para poder alcanzar una conciencia crítica
de la realidad.
En el entretenimiento vacío, el comportamiento zafio e irrespetuoso
se considera valor positivo, como vemos constantemente en la
televisión, en los programas basura llamados "del corazón" y en las
tertulias espectáculo en las que el griterío y la falta de respeto
es la norma, siendo el fútbol espectáculo la forma más
completa y eficaz que tiene el sistema establecido para aborregar
a la sociedad...
En esta subcultura del entretenimiento vacío, lo que
se promueve es un sistema basado en los valores del individualismo
posesivo, en el que la solidaridad y el apoyo mutuo se consideran
como algo ingenuo.
En el entretenimiento
vacío todo está pensado para que el individuo soporte estoicamente
el sistema establecido sin rechistar.
La historia no
existe, el futuro no existe... sólo el presente y la
satisfacción inmediata que procura el entretenimiento vacío...
Por eso no es extraño que
proliferen los libros de autoayuda, auténtica bazofia psicológica, o
misticismo a lo Coelho, o infinitas variantes del clásico,
"cómo hacerse
millonario sin esfuerzo"...
En última instancia, de
lo que se trata en el entretenimiento vacío es de convencernos de
que nada puede hacerse:
de que el mundo es
tal como es y es imposible cambiarlo, y que
el capitalismo y el
poder opresor del Estado son
tan naturales y necesarios como la propia fuerza de gravedad...
Por eso es corriente
escuchar:
"es algo muy triste,
es cierto, pero siempre ha habido pobres oprimidos y ricos
opresores y siempre los habrá. No hay nada que pueda hacerse"...
El entretenimiento vacío ha conseguido la proeza extraordinaria de
hacer que los valores del capitalismo sean también los valores de
los que se ven esclavizados por él.
Esto no es algo reciente,
Étienne de la Boétie, en aquel lejano siglo XVI, lo vio
claramente, expresando su estupor en su pequeño tratado
Sobre la Servidumbre Voluntaria,
en el que constata que,
la mayor parte de los
tiranos perdura únicamente debido a la aquiescencia de los
propios tiranizados...
El sistema establecido es
muy sutil, con sus estupideces forja nuestras estructuras mentales,
y para ello se vale del púlpito que todos tenemos en nuestras casas:
la televisión...
En ella no hay nada que
sea inocente, en cada programa, en cada película, en cada noticia,
siempre rezuma los valores del sistema establecido, y sin darnos
cuenta, creyendo que la verdadera vida es así, nos introducen (o
nos dejamos introducir) sus valores en nuestras mentes.
El entretenimiento vacío existe para ocultar la evidente
relación entre el sistema económico capitalista y las catástrofes
que asolan el mundo.
Por esto es necesario que
exista el espectáculo vacuo:
para que mientras el
individuo se autodegrada revolcándose en la basura que le
suministra el poder por la televisión, no vea lo obvio, no
proteste y continúe permitiendo que
los ricos y poderosos aumenten
su poder y riqueza, mientras las oprimidos del mundo siguen
padeciendo y muriendo en medio de existencias miserables.
Si seguimos permitiendo que el entretenimiento vacío continúe
modelando nuestras conciencias, y por lo tanto el mundo a su antojo,
terminará destruyéndonos.
Porque su objetivo no es
otro que el de crear una sociedad de hombres y mujeres que abandonen
los ideales y aspiraciones que les hacen rebeldes, para
conformarse con la satisfacción de unas necesidades inducidas por
los intereses de las élites dominantes.
Así los seres humanos,
-
quedan despojados
de toda personalidad
-
convertidos en
animales vegetativos
-
siendo
desactivada por completo la vieja idea de luchar contra la
opresión
-
atomizados en un
enjambre de egoístas desenfrenados
-
quedando las
personas solas y desvinculadas entre ellas más que nunca
-
absortas en la
exaltación de sí mismas...
Así, de esta manera, a
los individuos ya no les queda más energía, para cambiar las
estructuras opresoras (que además no son percibidas como tales), ya
no les queda fuerza ni cohesión social para luchar por un mundo
nuevo.
No obstante, si queremos revertir tal situación de enajenamiento a
que estamos sometidos,
solo queda como
siempre la lucha, solo nos queda contraponer otros valores
diametralmente opuestos a los del espectáculo vacuo, para que
surja una nueva sociedad...
Una sociedad en que la
vida dominada por el absurdo del entretenimiento vacío
sea tan solo un recuerdo de los tiempos estúpidos en que los seres
humanos permitieron que sus vidas fueran manipuladas
de manera tan obscena...
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