por Derrick Broze 15 Mayo 2021 del Sitio Web TheLastAmericanVagabond
traducción de
Adela Kaufmann
Si bien las comunidades indígenas en México están rechazando la
vacuna de COVID-19, el esfuerzo internacional para convencer al
público de que tome dicha vacuna está en pleno efecto.
CNN reportó sobre declaraciones realizadas por vecinos de Aldama y San Juan Cancuc, pequeños pueblos indígenas ubicados en la sierra central del estado mexicano de Chiapas.
Las comunidades indígenas de México (y muchos mexicanos en general) tienen un historial de desconfianza al gobierno federal.
Después de generaciones de ser ignoradas o colonizadas, las
comunidades son en gran parte autónomas y operan bajo su propio
estado de derecho. Es esta historia la que ha provocado que varias
comunidades de Chiapas y otras partes de México rechacen por
completo las inyecciones de COVID-19.
El secretario municipal de Aldama, Tomás López Pérez, le dijo a CNN que debido a que su gente,
El 1 de febrero, José López López, alcalde de San Juan Cancuc, publicó una carta a las autoridades de salud del estado que detalla por qué su pueblo no aceptaría la inyección del COVID.
López López dijo que la gente de San Juan Cancuc, de hecho,
rechazará todas las vacunas del estado mexicano.
Con la ayuda de un hombre local que traducía simultáneamente de inglés a español y de español a Tseltal, pude comunicarme con los miembros del consejo de San Juan Cancuc.
Aunque no hablarían en cámara sin la presencia de José López López, compartieron una gran cantidad de información sobre cómo su comunidad ha estado respondiendo al COVID-19.
Para empezar, el concejo de San Juan Cancuc dijo que no habían visto ningún caso de COVID-19 en su comunidad.
También dijeron que la ciudad nunca impuso máscaras o
distanciamiento social. El consejo afirmó que tienen sus propios
métodos para curar a los enfermos, las cuales no se alinean con las
políticas del gobierno mexicano.
La comunidad rechazó los camiones dos veces antes de finalmente sela carta, dando a conocer públicamente que estaban rechazando las vacunas de COVID.
El consejo dijo que las autoridades estatales les dijeron a los
médicos que intentaban llegar a la ciudad para entregar las vacunas,
que no podían garantizar su seguridad si ingresaban a San Juan
Cancuc. El consejo también señaló que se habían aprobado leyes para garantizar que la política de "ni una vacuna más" no se pueda cambiar una vez que se elija un nuevo alcalde.
Cuando se les preguntó qué mensaje les gustaría compartir con el resto del mundo, el consejo declaró que,
También dijeron que creían que su comunidad había prosperado porque
están organizados y unificados.
Igualmente también señalaron que el gobierno estatal está ofreciendo 950 pesos (alrededor de $ 50 USD) a los residentes que reciban las vacunas, con pagos adicionales por niño en algunos casos.
La mujer indígena con la que hablamos dijo que las autoridades de salud locales llaman a los residentes e intentan persuadirlos para que se vacunen. En algunos casos, se les dice a los residentes que no pueden seguir recibiendo atención médica sin la vacuna.
Aun así, la gente de Betania ha rechazado las mismas.
La idea de que los gobiernos puedan literalmente sobornar a los ciudadanos con dinero puede parecer escandalosa o inmoral, especialmente cuando se trata de poblaciones indígenas en pequeñas aldeas de México.
Sin embargo, esta práctica se está volviendo más común en
los Estados Unidos y Europa... Hace unos meses, Krispy Kreme llegó a los titulares después de ofrecer donas diarias gratis a los clientes con prueba de vacuna.
Algunas de las ciudades metropolitanas de los Estados Unidos también ofrecen premios a quienes deseen someter su cuerpo y mente al tratamiento médico experimental.
Mientras se ofrecen sobornos de dinero y comida para incentivar a la gente a recibir la vacuna de COVID, el aspecto más inquietante es el intento de convencer al público de que la única forma de "volver a la normalidad" es si se someten a una inyección y / o un pasaporte de vacuna.
De hecho, a principios de esta semana, el presidente Joe Biden anunció nuevas reglas relacionadas con el uso de máscaras, declarando:
El mensaje que se transmite al público es claro:
Además, aquellos que eligen esperar para recibir la vacuna (o no recibirla para nada) están siendo presionados, demonizados y censurados en línea por expresar sus preocupaciones y razones para dudar.
Mientras los residentes de Betania y San Juan Cancuc están unidos en su oposición a los tratamientos, los residentes de Estados Unidos están menos unidos y menos organizados.
Las comunidades indígenas de Chiapas pueden seguir viviendo sus vidas como están acostumbradas, pero los residentes de Houston, Nueva York, Detroit y otros lugares se enfrentan a un entorno totalitario en crecimiento...
La única forma de avanzar es que la gente de los EE.UU. y más allá, se organice y se oponga directamente y rechace los mandatos de vacunas forzadas y las solicitudes de pasaportes de vacunas.
Cualquier cosa que no sea una oposición unificada no podrá detener la marcha de 'COVID- 1984 '...
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