30 Julio 2021
del Sitio Web
DW
Información enviada por JHGP
¿Podría
ser la fórmula
para acabar con
el narcotráfico
y la violencia
asociada,
o incentivaría
un mayor consumo?
Argumentos
académicos y políticos,
y un proyecto de
ley en Colombia,
despiertan la
discusión en la región...
La apuesta es cambiar el paradigma en el combate contra el tráfico
de drogas:
legalizar en vez de
prohibir y, con ello, terminar con el mercado negro, los
carteles y el crimen asociado....
En Colombia, un proyecto
de ley que establece un marco regulatorio de la hoja de coca y sus
derivados fue aprobado en su primer debate en el Congreso.
En Chile, el ex-candidato
presidencial Daniel Jadue, del Partido Comunista, propuso un
sistema de este tipo en su programa y, en México, organizaciones que
investigan sobre políticas públicas y criminalidad, como el
Instituto RIA y la ONG México Unido contra la Delincuencia,
promueven la discusión del tema.
Desde la Comisión
Latinoamericana sobre Drogas y Democracia se suman intelectuales
y políticos, incluidos ex-presidentes como,
-
el mexicano
Ernesto Zedillo
-
el chileno
Ricardo Lagos
-
el brasilero
Fernando Henrique Cardoso
-
el colombiano
César Gaviria,
...para revisar las
políticas de guerra contra el narcotráfico y entregar
recomendaciones para lidiar con el tema.
Ernesto Zedillo
reconoció:
"Yo seguí una
política equivocada", en relación a la prohibición y
criminalización, que habría traído mayores problemas de salud
pública y violaciones a los derechos humanos.
"Una guerra que no se ha ganado en 40 años es una guerra
perdida.
Hay que reinventar
esta guerra contra el narcotráfico y las drogas y una de las
formas más efectivas es quitarle la prohibición a todo lo que
tiene que ver hoy con el tráfico de drogas, y racionalizarlo
para poderlo controlar mejor", señaló el ex-presidente
colombiano Juan Manuel Santos en entrevista con la agencia EFE.
El economista Luis
Carlos Reyes, de la Universidad Javeriana de Colombia,
quien ha investigado el tema de los cultivos ilícitos, coincide.
"Desde distintas
ciencias sociales, economistas, criminólogos y politólogos han
llegado a la conclusión casi unánime de que las políticas que
tenemos para reducir la oferta de cocaína en el mercado mundial
son completamente ineficaces", dice a DW.
La propuesta de regular
legalmente la cocaína no viene de personas interesadas en el consumo
de drogas, sino de quienes abogan por tratarlo como un problema de
salud pública, explica.
Control
gubernamental en vez de control criminal
Steve Rolles, analista de la
Fundación Transform Drug Policy,
quien ha asesorado a los parlamentarios colombianos en el proyecto
de ley, dice a DW que la iniciativa regulatoria supone desafíos,
"pero es un progreso
comparado con el actual control del mercado por carteles
violentos y dealers callejeros".
"Si cambiamos eso por
un mercado en que el gobierno controle la producción, haya un
proceso de control de calidad y el producto sea vendido por
distribuidores licenciados, existe la posibilidad de tener menos
crímenes, eliminar un impulsor de corrupción y mejorar la salud
pública", agrega Rolles.
En opinión de Reyes, una
de las ventajas es que acaba con el tráfico ilegal como negocio
lucrativo.
"La cocaína es un
producto vegetal medianamente procesado, que es muy barato de
producir, pero no tenemos un cartel de la papa o la zanahoria.
Si la cocaína es
costosa es por su ilegalidad, porque persiguen a
narcotraficantes, vendedores y consumidores y hacen que sea muy
costosa y al haber tanto dinero se financia una actividad muy
peligrosa.
Si se legaliza el
consumo, se acaban el negocio de los actores ilegales y el
terrorismo que surge alrededor", afirma.
Temor ante
riesgo de mayor acceso
Uno de los argumentos en contra de la legalización es que podría
facilitar el mayor consumo y acceso a personas que de otro modo no
probarían la droga.
"El supuesto
implícito es que estas políticas de prohibición están reduciendo
en algo la oferta o el consumo y toda la evidencia que tenemos
es que no lo están haciendo y además tienen un costo social muy
grande", subraya Reyes.
En opinión de Rolles,
"hoy todos tienen
acceso a las drogas porque están fácilmente disponibles en las
calles. Es un mito pensar que hacer una droga legal la va a
hacer más disponible".
Según datos del
Informe Mundial sobre las Drogas, de las ONU,
en los últimos diez años aumentaron en un 22%
los consumidores de droga, llegando a 275 millones.
Las muertes relacionadas con consumo
se duplicaron en ese período.
Los expertos proponen un mercado altamente regulado por el Estado,
incluso más que el del alcohol y cigarrillos, una agencia que
controle la producción, un impuesto importante y prohibiciones de
publicidad y de acceso a menores.
Con un registro y
licencia para el consumo, la venta sería como la de un producto
farmacéutico, con una cantidad racionalizada para uso personal, y
paquetes con amplia y clara información sobre uso responsable y
riesgos.
"Uno tiene que hacer
el cálculo social de quién prefiere que se perjudique por la
producción y el consumo de estas drogas:
quien de manera
autónoma decide consumirlas o todas las víctimas que son
daño colateral de una política que incluso no reduce mucho
el consumo", postula Reyes.
El dinero recaudado y los
recursos que hoy se usan en militarización, erradicación de cultivos
y guerra contra el narcotráfico podrían destinarse a intervenciones
de salud pública, campañas de educación y prevención, y tratamiento
de personas con adicciones.
Como ocurre con el
alcohol, siempre habrá quienes hagan un mal uso, advierte Rolles:
"La prohibición y el
suministro ilegal aumentan los riesgos, mientras que un mercado
regulado los reduce. Se trata de disminuirlos, pero es imposible
eliminarlos todos".
Tráfico de
cocaína
Un
negocio como cualquier otro
¿Modelo para América
Latina?
De convertirse en ley, la regulación del consumo no necesariamente
impactará en la industria ilegal, que se ha adaptado ante la
persecución y en vez de grandes carteles hoy funciona con un mercado
fragmentado de narcotraficantes de menor tamaño.
Casi el 99% de la cocaína
colombiana es exportada, principalmente a Estados Unidos y Europa, y
los carteles podrían seguir controlando ese mercado.
En ese sentido, una
estrategia coordinada a nivel global supondría mayor impacto.
Rolles adelanta que la regulación legal,
"no es una solución
mágica, pero es la posibilidad de un gran avance, también en
desarrollo y seguridad para los productores, personas pobres,
marginadas o desplazadas, empujadas al cultivo de hojas de coca
por necesidad y que terminaron en el mercado ilegal".
El especialista británico
cree que,
"es posible innovar y
desarrollar nuevas políticas en torno a la cocaína, que podrían
ser adoptadas por otros países.
De manera similar
como Uruguay fue el primero en legalizar el cannabis y ahora ese
debate se repite en América Latina y gran parte del mundo,
Colombia está mostrando un liderazgo en el tema de la regulación
de la cocaína y cómo podemos terminar con esta guerra".
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