| 
			  
			
 
  Junio 04, 2014
 
			del Sitio Web
			
			GazzettaDelApocalipsis
 
 
 
 
 
  
 
			  
			  
			Prepárate. Se aproxima el evento que centrará el interés público 
			mundial durante décadas… El acontecimiento que será calificado como 
			"la mayor noticia de la historia".
 
 Quizás ahora te parezca una fantasía… pero por lo visto, pronto 
			"contactaremos con extraterrestres". Y cuando eso suceda, ya nada 
			volverá a ser igual. El mundo cambiará para siempre.
 
 Los indicios de que ese momento se aproxima los tienes a tu 
			alrededor.
 
 
			
  
 
			Cada vez hay más pistas que indican que ese momento se acerca…
 
 
			
  
 
			Pero no te confundas.
 
 El objetivo de este artículo no es convencerte de la 
			existencia de
			
			civilizaciones alienígenas, ni 
			tampoco convencerte de lo contrario. No hablaremos ni
			
			de ovnis, ni
			
			de abducidos, ni de
			
			bases militares secretas.
 
 Eso entra dentro de las creencias y el criterio de cada 
			uno.
 
 El objetivo de este artículo es alertar de una posible 
			manipulación a gran escala relacionada con este presunto 
			"acontecimiento histórico".
 
 Y es que, aunque mucha gente piense lo contrario, a
			
			las élites que gobiernan el mundo 
			les interesaría sobremanera dar una noticia como ésta; el 
			descubrimiento de una civilización extraterrestre representaría el 
			espaldarazo definitivo para sus planes de dominación planetaria.
 
 
			
  
 
			Sería su jugada maestra, su jaque mate, el mayor engaño de la 
			historia de la humanidad.
 
 Tengamos en cuenta que para llevar a cabo una manipulación de tal 
			magnitud, solo hace falta sembrar adecuadamente la mente de la 
			población para que el engaño arraigue… y como indicamos en un 
			anterior artículo titulado
			
			EXTRATERRESTRES Y MANIPULACIÓN SOCIAL, 
			ese condicionamiento mental ya se ha producido en las últimas 
			décadas.
 
 
			
  
 
			La cultura popular ya tiene plenamente integrados los conceptos 
			necesarios: solo hace falta vehicularlos de la forma más 
			conveniente.
 
 Así pues, las fichas ya están sobre el tablero… solo queda decidir 
			cómo y cuándo ejecutar el movimiento definitivo.
 
 
			
  
 
 
			  
			  
			  
			CÓMO ESCENIFICAR EL 
			CONTACTO EXTRATERRESTRE
 Para llevar a cabo una maniobra de este calado, es necesario 
			alcanzar un perfecto equilibrio entre el impacto que cause la 
			noticia, la credibilidad que se le otorgue y los efectos que 
			provoque.
 
 Tengamos en cuenta que estamos hablando de la escenificación pública 
			y orquestada de un falso contacto extraterrestre y por lo tanto, de 
			una
			
			operación tipo "falsa bandera".
 
 
			
  
 
			Alguna gente pensará automáticamente en la aparición de enormes 
			naves extraterrestres surcando nuestros cielos, al más puro estilo 
			película de Hollywood o imaginará a falsos enviados alienígenas, 
			grabados por las televisiones en directo, visitando la Casa Blanca y 
			presentando credenciales.
 
 
			
  
 
			Esa es una visión ingenua y algo peliculera, propia de los sueños 
			más fantasiosos de un niño. En las redes ya hay supuestas teorías al 
			respecto, como por ejemplo, el esperpéntico "Proyecto 
			Blue Beam".
 
 
			
  
 
			Pero basar un engaño en este tipo de artificios visuales sería un 
			grave error, por múltiples razones.
 
			La razón principal es que requeriría un presupuesto enorme, un 
			equipo de personas encargadas de llevarlo a cabo demasiado amplio y 
			una excesiva complejidad. Y como todos sabemos, como más complejo es 
			un plan, más variables deben controlarse, más cabos sueltos pueden 
			quedar y consecuentemente, más probabilidades hay de que se produzca 
			un error que eche al traste todo lo planificado.
 
 Por lo tanto, para que un plan de este tipo funcione, debe ser 
			simple y efectivo.
 
 Y ante todo, plausible y realista...
 
 
			
  
 
			Si las cosas se hacen de la "forma correcta", la verdad es que no 
			veremos ni a un solo extraterrestre. Ni una sola nave espacial. Ni 
			tan solo una luz misteriosa surcando los cielos.
 
 No serán necesarios. Porque la dirección de una maniobra como ésta 
			no debe recaer en manos de un director de cine y un grupo de 
			especialistas en efectos especiales.
 
 Debe recaer en manos de un "guionista", es decir, de un narrador. Y 
			es que en este caso, sorprendentemente, el mayor efecto se 
			conseguiría con la opción más simple y barata.
 
 Lo único necesario sería… una señal de radio y una buena historia.
 
 Tan simple como eso...
 
			  
			
  
			Atacama Large 
			Millimeter Array (ALMA)
 
			  
			  
			  
			LA SEÑAL
 
			La mejor forma de iniciar una maniobra de esta índole consistiría en 
			simular la recepción de una "señal sutil" en un radiotelescopio, 
			como pueden ser el famoso
			
			radiotelescopio de Arecibo, en 
			Puerto Rico o el ALMA (Atacama 
			Large Millimeter Array), por poner un par de ejemplos.
 
			  
			
  Radiotelescopio de Arecibo
 
 
			Esa señal sería debidamente construida en su origen; los datos 
			serían "fabricados" con el fin de que pareciera que proceden, 
			inequívocamente, de una fuente inteligente y compleja, es decir, de 
			una civilización extraterrestre avanzada.
 
 Una vez fabricados, esos datos serían suministrados a las redes de 
			análisis correspondientes en los organismos científicos encargados 
			de ello, como pueden ser universidades, centros de investigación o 
			las redes del
			
			proyecto SETI.
 
 Pero el gran descubrimiento no se haría público de forma inmediata…
 
 
			
  
 
			  
			  
			OCULTACIÓN Y 
			NEGACIÓN
 
			La clave para otorgarle credibilidad, residiría, precisamente, en 
			ocultarlo inicialmente a la opinión pública.
 
 Al principio, convirtiéndolo en un rumor basado en informaciones 
			parciales y contradictorias, publicado en alguna revista o Web 
			especializada en ciencia y tecnología, que rápidamente sería negado 
			por fuentes "científicas oficiales", calificando las conclusiones de 
			"apresuradas y basadas en una mala interpretación de los datos".
 
 Esa negación oficial sería la clave.
 
 
			
  
 
			Porque una vez realizada esta primera negación oficial, solo haría 
			falta poner en marcha la maquinaria de los medios ufológicos 
			alternativos, que se encargarían de convertirla en una teoría de 
			la conspiración.
 
 Entonces, el anzuelo ya estaría echado.
 
 Miles de voluntarios, apasionados de la ufología y deseosos de 
			destapar "conspiraciones extraterrestres", se encargarían de 
			realizar el trabajo sucio, difundiendo el rumor de forma gratuita y 
			aportando sus propias interpretaciones sobre los hechos.
 
 No importarían en absoluto las invenciones y los disparates que 
			éstos pudieran inventarse o elucubrar, pues todos ellos, 
			contribuirían involuntariamente a la creación del caldo de cultivo 
			necesario.
 
 
			
  
 
			Ese es el papel que desempeñarían los medios alternativos, la 
			mayoría de forma inconsciente e involuntaria.
 
			Aunque entre ellos habría una pequeña minoría selecta al servicio de 
			la trama, que de forma premeditada, conduciría al resto del "rebaño 
			alternativo".
 
 
			  
			  
			EL HÉROE
 
			Sería entonces, una vez se hubiera generado el ambiente idóneo en 
			los círculos conspirativos más entusiastas, cuando aparecería la 
			figura del "héroe filtrador", el "paladín de la verdad", al más puro 
			estilo 
			
			Edward Snowden o 
			
			Julian Assange.
 
 
			
  
 
			Un heroico científico o astrónomo que, saltándose las instrucciones 
			de sus superiores o el secretismo impuesto por las autoridades, 
			haría público el descubrimiento en algún periódico o medio oficial.
 
 Su mensaje sería:
 
				
				"Es la noticia más grande de la 
				historia de la humanidad ¡No podemos ocultarla! ¡La población 
				debe saberlo!" 
			
  
 
			  
			  
			LA GRAN 
			REPRESENTACIÓN
 
			Llegados a este punto, los hechos se precipitarían.
 
 Al principio, un manto de silencio oficial lo cubriría todo.
 
 Los jefes de estado y los altos mandatarios se negarían a hablar del 
			tema en las ruedas de prensa, interrogados por los medios de 
			comunicación, caldeando con su actitud aún más el ambiente.
 
 
			  
			
			 
			  
			Su respuesta ante esas preguntas impertinentes sería una sonrisilla 
			nerviosa acompañada del típico "no comment" o "éste no es el tema 
			que debemos tratar aquí".
 
 De hecho, muchos de ellos no tendrían ni por qué saber lo que está 
			sucediendo en realidad…
 
 Se publicarían entonces noticias sobre reuniones secretas a alto 
			nivel, procedentes de prestigiosos periodistas de investigación de 
			la prensa escrita a los cuales se les filtraría adecuadamente la 
			información necesaria para que la difundieran.
 
 
			
  
 
			Los rumores se multiplicarían y todo ello contribuiría, durante días 
			o semanas, a crear un creciente clima de incógnita y expectación, 
			generando un debate abierto en los medios alternativos y un cierto 
			descolocamiento en los medios generalistas, necesitados de una 
			confirmación oficial.
 
 Esa falta de sintonía entre lo "oficial" y lo "alternativo", 
			contribuiría aún más a generar la sensación de "que se oculta algo".
 
 Y sería en ese momento, en el que la tensión mediática acumulada 
			alcanzará el grado necesario, cuando los grandes mandatarios 
			escenificarían el "momento histórico", el impacto emocional 
			definitivo.
 
 
			
  
 
			Tras unas horas de incertidumbre, en medio de noticias 
			contradictorias y rumores sobre viajes no programados de los grandes 
			mandatarios, se produciría una comparecencia conjunta en la sede de
			
			las Naciones Unidas, tras una 
			convocatoria urgente de la Asamblea General, en la que, 
			públicamente, darían la noticia al mundo:
 
				
				la detección de una compleja señal 
				de inequívoco origen extraterrestre, que confirmaría, 
				definitivamente, que no estamos solos en el universo. 
			
  
 
			Todo ello vendría acompañado, evidentemente, de una serie de 
			históricos discursos de los grandes líderes mundiales, especialmente 
			del presidente de EE.UU., de Rusia y de China.
 
 
			
  
 
			Un evento histórico culminante, trufado de imágenes emblemáticas 
			para la posteridad y vendido con todo lujo de detalles, ahora sí, 
			por 
			los grandes medios de comunicación.
 
 Y dependiendo de las circunstancias políticas en que se produjeran 
			los acontecimientos, el efecto podría ser aún mucho mayor.
 
 Por ejemplo, si todo esto sucediera en medio de un ambiente de 
			tensión entre las grandes superpotencias, se conseguiría un efecto 
			multiplicador sin precedentes.
 
				
					
					
					¿Como vería el mundo, en el caso 
					de que los EE.UU. y Rusia estuvieran inmersos en una grave 
					escalada de tensión diplomática próxima a un enfrentamiento 
					bélico, que de repente, sus máximos mandatarios aparecieran 
					juntos para dar una noticia de esta magnitud y calado? 
				
    
					
					
					¿Cuál seria el efecto 
					extraordinario que un hecho como éste tendría sobre la 
					opinión pública?
					
					¿Esa señal extraterrestre no 
					sería considerada casi como una señal providencial de los 
					cielos, aún para los más recalcitrantes ateos?
					
					¿Alguien se atrevería a poner en 
					duda la autenticidad de una señal que salvara al mundo de 
					una posible Tercera Guerra Mundial? 
			Con esta maniobra, la señal se vería 
			revestida de un cierto halo de "luminosidad", de un espíritu 
			"bondadoso de unión planetaria", mediante el cual, negarla 
			representara identificarse con los aspectos mas negativos del ser 
			humano.
 Además, esa primera señal debería recibir un nombre emblemático y 
			recordable, que pasara a formar parte del imaginario popular para 
			siempre, como el cometa Halley o el planeta Saturno y a poder ser, 
			asociarle algún tipo de imagen visual.
 
 En definitiva, darle cara y nombre, para que viviera perpetuamente 
			en el interior de nuestras mentes.
 
 
			
  
 
			  
			  
			  
			EL VALOR DE LA 
			INCERTIDUMBRE
 
			Como vemos, con una buena narración no es necesario mostrar ni una 
			sola nave extraterrestre.
 
 De hecho, en estas circunstancias, se aplicaría la máxima de "menos 
			es más".
 
 La gestión adecuada de muy poca información y gran cantidad de 
			incógnitas pueden servir para generar altas cotas de tensión 
			narrativa, mucho más útiles y efectivas que mostrar explícitamente 
			enormes platillos volantes surcando los cielos.
 
 
			
  
 
			Pongamos un ejemplo:
 
				
				Supongamos que estás encerrado/a en 
				una habitación y escuchas inquietantes arañazos y golpes en la 
				pared, acompañados de profundos e indescriptibles gruñidos. 
				Entonces te digo que al otro lado de la pared hay un ser 
				monstruoso, que pretende hacer un agujero con sus garras para 
				acceder a la habitación y devorarte.
 
				Tú no sabes nada del monstruo, no sabes cuál es su tamaño o su 
				aspecto. Solo escuchas sus gruñidos y jadeos exasperantes y el 
				frenesí incesante de sus garras descascarillando el cemento y 
				los ladrillos y no sabes cuándo conseguirá hacer el agujero en 
				la pared y precipitarse sobre ti.
 
				Solo lo oyes, trabajando arduamente para conseguirlo.
 
			Ahora dime ¿qué da más miedo? ¿No saber 
			cómo es el monstruo ni cuando te atacará o enfrentarte a la visión 
			del monstruo directamente?
 
			
  
 
			La clave de esta manipulación, pues, reside en la incertidumbre 
			y en la acumulación de incógnitas. En que creas que el 
			monstruo está ahí pero no sepas qué sucederá, cómo sucederá ni 
			cuándo sucederá.
 
 Con ello el manipulador se ahorra el gasto y el esfuerzo de tener 
			que crear un "monstruo ficticio", con los riesgos que ello conlleva 
			y le permite mantener el control y el compás de la situación el 
			tiempo que considere necesario.
 
			  
			Todo son ventajas…
 
			
  
 
			En el caso del
			
			falso contacto extraterrestre, se 
			usaría la misma técnica.
 
 En lugar de mostrar explícitamente a los extraterrestres y vernos 
			enfrentados directamente a su presencia, se generaría una sensación 
			permanente de incertidumbre, de insinuación de la información, que 
			bien gestionada podría alargarse durante años.
 
 El vehículo narrativo sería:
 
				
				"sabemos que están ahí, sabemos que 
				están muy avanzados, pero no sabemos si nos han detectado, ni 
				conocemos sus intenciones. Y ante todo, no sabemos qué sucederá 
				si vienen a visitarnos" 
			
  
 
			  
			  
			  
			GIROS 
			ARGUMENTALES
 
			Una vez creado este escenario, solo necesitamos ir añadiendo 
			pequeños giros argumentales y aportes de información que mantengan 
			la tensión en alto.
 
 Pequeños indicios o pistas inquietantes procedentes del análisis de 
			la información recibida en las señales extraterrestres. Preguntas 
			que sugieran respuestas, aunque no las ofrezcan explícitamente.
 
 Como esos trozos de cemento arrancado que escuchas caer al otro lado 
			de la pared, el raspar de lo que parecen unas garras afiladas o los 
			inquietantes gruñidos guturales de lo que parece ser una enorme 
			bestia hambrienta.
 
 Imágenes que solo existen en tu mente y que tan solo necesitan de 
			una buena sugestión.
 
 
			
  
 
			En el caso de la señal extraterrestre, esos giros argumentales 
			tendrían la forma de nuevas señales, recibidas en el momento 
			adecuado, cuando la tensión pública al respecto disminuyera.
 
 Señales que arrojaran gran cantidad de incógnitas y posibles 
			interpretaciones, algunas de ellas inquietantes.
 
				
					
					
					¿No sería inquietante, por 
					ejemplo, saber que esas señales proceden de nuestro 
					"vecindario cósmico"?
					
					¿No resultaría aún más 
					inquietante descubrir que esas señales no proceden siempre 
					del mismo punto exacto del espacio?
					
					¿Qué sucedería si pasados un par 
					de años desde la primera señal se recibiera una nueva señal 
					procedente de un punto mucho más cercano aún, pero con las 
					mismas características? 
			
  
 
			Ello denotaría movimiento por parte de esa
			
			civilización extraterrestre. Es 
			decir, significaría que son capaces de viajar por el espacio a gran 
			velocidad.
 
 Una imagen poderosa… y perturbadora.
 
 
			
  
 
			  
			  
			LA NARRACIÓN 
			MÚLTIPLE
 
			Inmersos en esta nueva etapa de la historia, aparecerían múltiples 
			narradores, aunque no todos ellos cumplirían el mismo cometido ni 
			dispondrían de la misma credibilidad.
 
 
			  
			Los medios alternativos
 
			De nuevo aparecerían los medios alternativos, encarnados en los 
			fanáticos de la ufología. Ellos serían los encargados de 
			esparcir la psicosis y la paranoia. Y de nuevo, no sería necesario 
			pagarles para que desempeñaran tal cometido.
 
			
 
			
			 
 
			Millones de personas alrededor del mundo estarían predispuestas a 
			ver ovnis, platillos y luces misteriosas por todas partes, en medio 
			de un clima de pánico.
 
 
			
  
 
			  
			Los avistamientos se multiplicarían, así 
			como las bromas y las manipulaciones.
 
			
  
 
			Los ufólogos, con el aval del descubrimiento de vida 
			extraterrestre se convertirían en una suerte de nuevos sacerdotes 
			populares.
 
			  
			Aquellos que "ya advertían de lo que 
			sucedía" y a los que "nadie hizo caso"… 
				
					
					
					¿Cuántos de ellos, ahora 
					refrendados en sus convicciones, estarían dispuestos a 
					afrontar la posibilidad de una gran manipulación?
					
					Y ante todo, ¿cómo actuarían 
					estos ufólogos ante todo aquel que osara insinuar que ese 
					contacto extraterrestre es una falacia? 
			Efectivamente, ellos, de forma 
			involuntaria, se convertirían en el núcleo duro de la manipulación. 
			Serían el nuevo sacerdocio fanatizado, capaz de quemar a los 
			"herejes". 
			  
			  
			
			 
			  
			Una curiosa inversión de papeles… una manipulación magistral.
 
 
			  
			  
			La ciencia oficial 
			Pero en última instancia, la credibilidad y el prestigio recaería en 
			un reducido círculo de científicos oficiales, los máximos 
			representantes del paradigma tecnocrático hacia el que se encamina 
			el mundo.
 
 
			
  
 
			Ellos serían los narradores centrales de la situación, pues serían 
			los encargados últimos de interpretar y analizar los datos recibidos 
			y de elaborar las teorías destinadas a convertirse en la verdad 
			oficial.
 
 
			
  
 
			Con el respaldo de la ciencia, de los medios de comunicación y de 
			los gobiernos, una insinuación suya sería mil veces más terrorífica 
			que el griterío enfervorizado del ufólogo más apocalíptico.
 
 Gracias a sus datos fríos y asépticos y a sus teorías bien 
			fundamentadas, sentiríamos el aliento de esa espectral 
			civilización alienígena cada vez que levantáramos la vista hacia 
			el cielo y no podríamos evitar sentirnos observados y amenazados por 
			un fantasma desconocido cada vez que miráramos las estrellas.
 
 
			
  
 
			Ese sería su gran papel:
 
				
				Con voz tranquila y sosegada, nos 
				venderían la sombra de la amenaza latente y la necesidad 
				imperiosa de establecer un mando fuerte y centralizado a escala 
				planetaria.
 Un gobierno global que supere 
				las viejas e ineficientes diferencias del pasado, con el fin de 
				preparar a la humanidad ante los nuevos retos que se ciernen 
				sobre ella.
 
 El nuevo paradigma social, económico y político.
 
 El viejo sueño de
				
				las élites.
 
			
  
 
				
					
					
					¿Y quién podría negarse dada la 
					situación?
					
					¿Recuerdas la habitación del 
					horror?
					
					¿Recuerdas al monstruo que te 
					amenaza desde el otro lado de la pared? 
			Si un policía está contigo dentro de la 
			habitación, vestido con su uniforme y su arma y te asegura que si 
			obedeces todas sus órdenes te salvará del monstruo,  
				
			 
			Piensa que el monstruo sigue arañando la 
			pared y nadie sabe cuando conseguirá irrumpir en la habitación…
 
			
  
 
			En eso consiste la gran jugada.
 
 Y como has visto, para llevarla a cabo solo se necesita una buena 
			historia…
 
 
			
  
 
			  
			  
			Un ejercicio de simulación 
			Evidentemente, todo lo que hemos contado en este artículo son solo 
			un conjunto de elucubraciones, suposiciones y teorías.
 
 En el fondo, nos hemos puesto en la piel de las élites y hemos 
			imaginado qué haríamos nosotros si estuviéramos en su lugar y 
			quisiéramos alcanzar determinados objetivos.
 
 Éste es un ejercicio que todo el mundo debería hacer, en solitario o 
			en reuniones de amigos aunque fuera a modo de diversión o de juego.
 
 Se trata de imaginar qué tipo de manipulaciones pueden realizar los 
			gobiernos o las personas poderosas para alcanzar sus fines, un 
			ejercicio de simulación parecido al que pueda realizar un Think 
			Tank, aunque de forma mucho más informal y con pocos recursos.
 
 Evidentemente, quedan muchos cabos sueltos y lo expuesto hasta ahora 
			no es más que un esbozo muy superficial.
 
 Pero cada vez hay más indicios que apuntan en esta dirección y vale 
			la pena intentar avanzarse a los acontecimientos.
 
 
			
  
 
			A grandes rasgos, hemos visto una forma posible de realizar esta 
			manipulación… pero,
 
				
			 
			La respuesta a estas preguntas puede 
			resultar perturbadora…
 
 
			  |