-
por Alan Brain
2011-2012
del Sitio Web
LosDivulgadores
Nibiru I
El origen
10 Diciembre 2011
Nibiru
aparece, según Sitchin,
en el
cilindro-sello VA-243.
En este se aprecia el
Sistema Solar,
incluyendo al planeta Nibiru.
Nibiru ya forma parte del imaginario popular.
Algunos creen que es un nombre salido de
una película de ciencia ficción y otros creen que lo inventó un
loco. Lo cierto es que muy pocas personas se han aproximado al
trabajo de
Zecharia Sitchin sobre
el
planeta Nibiru con seriedad, y desde la neutralidad que otorga el
respeto.
Sitchin plantea que, hace miles de años,
los dioses Anunnaki,
mencionados en las tablillas sumerias, llegaron a la Tierra desde
otro planeta. Crearon a los humanos y convivieron con ellos
transmitiéndoles su conocimiento.
En este link puede encontrar algunas de
las evidencias que apoyan esta teoría.
Las preguntas que trataremos de responder en este, inusualmente
extenso, artículo son:
-
¿sobre que bases elaboró Sitchin la teoría de
la existencia de Nibiru?
-
¿sobre que cálculos estableció su
gigantesca órbita? ¿existen otras teorías sobre un planeta escondido
en los confines del Sistema Solar?
El famoso cilindro-sello VA-243 (que podemos apreciar al inicio de
este artículo y que revisaremos al final) no fue, como muchos creen,
el punto de partida de la investigación de Zecharia Sitchin sobre
Nibiru.
En todo caso, Sitchin interpretó el
cilindro-sello VA-243 apoyándose en otras evidencias. Si bien
algunos estudiosos de la cultura sumeria interpretan de manera
diferente la iconografía de esta tablilla. Hasta ahora, no hay
ninguna interpretación definitiva.
Todas, incluyendo la de Sitchin sobre la
referencia a Nibiru, son hipótesis.
Zecharia Sitchin
(1920-2010),
defendió la
existencia del planeta Nibiru
por más de 30 años.
¿Sobre que bases elaboró Sitchin la teoría de
la existencia de Nibiru?
Sitchin empieza la búsqueda del planeta Nibiru, del que habrían
venido los Anunnaki, en los textos de las tablillas sumerias.
Dentro de la visión de Sitchin, estos
relatos sumerios suponen documentos científicos e históricos que
narran la vida y obra de estos seres mientras vivieron entre los
humanos y nos entregan indicios sobre el planeta Nibiru.
Cabe aclarar que en este punto de su
investigación, Sitchin aún no había deducido que el nombre del
planeta de los Anunnaki era Nibiru, sin embargo, para facilitar la
comprensión del texto usaremos la palabra Nibiru para referirnos a
este planeta.
Algunos pasajes, como el siguiente indican que los Anunnaki eran
capaces de ir y volver del planeta Nibiru, mencionado en algunos
textos como la morada celestial de Anu, líder de los Anunnaki.
"(Enki) le hizo tomar (a Adapa) el
camino hacia el cielo, y hacia el cielo se elevó. Cuando él
había ascendido al cielo y se había acercado a la puerta de Anu…"
(Extracto del mito de Adapa
citado por James Pritchard en "Ancient Near Eastern Texts
Relating to the Old Testament". Princeton University Press.
1969.)
Sitchin, de acuerdo con su teoría,
identifica la "puerta de Anu en los cielos" como el planeta Nibiru
de los Anunnaki.
En otros textos, Sitchin encuentra
referencias de viajes realizados por Anu desde Nibiru hacia la
Tierra, y de varios viajes realizados por Enlil e Ishtar desde la
Tierra hacia Nibiru. Sitchin deduce que si los Anunnaki fueron
capaces de realizar varios viajes entre la Tierra y Nibiru, este no
debería estar demasiado lejos del Sistema Solar.
A partir de este detalle, Sitchin empieza a buscar textos o
representaciones artísticas que puedan encaminarlo en la búsqueda de
Nibiru.
Su primer hallazgo significativo es la
representación (en la imagen de abajo) de la
deidad sumeria Inanna,
que extiende sus rayos a once cuerpos celestes que flotan en
formación circular alrededor de ella.
Inanna era representada de varias
maneras, una de ellas es esta que podría hacer alusión a su título
de "Dama de los Cielos", en la que aparece rodeada de cuerpos
celestes. Para Sitchin, podría ser también la representación de un
Sol, alrededor del cual orbitan 11 planetas.
Quizás, uno de esos
planetas podría ser Nibiru.
Sitchin lleva su hipótesis al límite de
lo razonable, aunque hay que precisar, que no existe ningún consenso
sobre el significado de las estrellas que rodean a la deidad.
La primera
representación que Sitchin encuentra en la búsqueda de Nibiru,
en la que se aprecia
a Ishtar, "La Dama de los cielos", rodeada de estrellas.
Sitchin sostiene, que
esta también podría haber sido
una forma de
representar el Sistema Solar.
Sitchin se pregunta, si fuera cierto que esta representación de
Inanna es también una representación del Sistema Solar ¿por qué los
sumerios contaban a 11 planetas? ¿estaba Nibiru entre estos once
planetas?
Antes de continuar, Sitchin decide indagar sobre el nivel de
conocimiento astronómico de los sumerios, y para eso, nos presenta
su visión del desarrollo de la astronomía.
Para él, Nicolás Copérnico tomó de los astrónomos griegos la teoría
de que la Tierra giraba alrededor del Sol. Sitchin nos pone dos
ejemplos:
-
El astrónomo griego Aristarco de
Samos(310-230 a.C.) sostenía, en el siglo III a.C., que los
desplazamientos de los planetas eran más comprensibles si se
ponía al Sol en el centro del sistema.
-
El astrónomo, matemático y
geógrafo griego Hiparco de Nicea (190-120 a.C.), en el siglo
II a.C, descubrió el fenómeno de precesión de los
equinoccios, un fenómeno que sólo se puede explicar si uno
considera que la Tierra es una esfera y no una superficie
plana, como se creía hasta el siglo XV.
Siguiendo con la búsqueda de Nibiru,
Sitchin sostiene que astrónomos como Hiparco, quien había vivido en
Asia Menor, sabían que la Tierra era una esfera pues habían recibido
el conocimientos de fuentes mesopotámicas.
Para probar su hipótesis, Sitchin nos
cuenta:
"El mismo Hiparco confirmó en sus
escritos que sus estudios se basaron en un conocimiento
acumulado y verificado durante milenios. Y nombró a sus
mentores, 'los astrónomos babilonios de Erek, Borsippa y
Babilonia'.
Gemino de Rodas indicó a los 'caldeos' (los antiguos
babilonios) como los descubridores de los movimientos exactos de
la Luna.
El historiador Diodoro Sículo, en el
siglo I a.C, confirmó la exactitud de la astronomía
mesopotámica, y afirmó que 'los caldeos dieron nombre a los
planetas… en el centro de su sistema estaba el Sol, la luz más
grande, del cual los planetas eran ‘descendientes’, reflejando
la posición y el brillo del Sol'"
Según Sitchin, los astrónomos sumerios
fueron los primeros en descubrir que la Tierra giraba alrededor del
Sol.
Según las
investigaciones de Zecharia Sitchin en su búsqueda del planeta
Nibiru,
Nicolás Copérnico
obtuvo el conocimiento para estudiar y comprobar
la teoría
heliocéntrica del Sistema Solar de astrónomos griegos
como Hiparco de Nicea
y Aristarco de Samos,
quienes la tomaron de
los astrónomos sumerios.
Pero, ¿qué evidencias tenemos sobre el avanzado conocimiento
astronómico de los sumerios? ¿los astrónomos sumerios conocían a
Nibiru?
Sitchin nos pone algunos ejemplos:
-
El profesor Alfred Jeremías
descubrió que los astrónomos mesopotámicos conocían el
fenómeno de la retrogradación, el curso errático y
serpentino que parecen tener los planetas cuando son
observados desde la Tierra.
-
Un texto clasificado como el AO.6478,
presenta una lista de 26 estrellas visibles a lo largo de
una línea, que sería lo que hoy llamamos el Trópico de
Cáncer, y precisa las distancias entre las estrellas,
medidas de tres formas diferentes.
-
El profesor H.V. Hilprecht de
la Universidad de Pensilvania, analizó varias tablillas
sumerias que contenían operaciones matemáticas, y encontró
que todas se basaban en el numero 12’960,000. Su análisis
concluyó que este numero estaba relacionado con el Gran Año
zodiacal de 25,920 años terrestres, lo que significaba que
los sumerios conocían bien el fenómeno de precesión.
-
El profesor George Sarton
descubrió que las posiciones de los cuerpos celestes se
calculaban con dos métodos: uno tardío, utilizado en
Babilonia; y uno más antiguo, utilizado en Uruk. Lo
inesperado de su descubrimiento es que el método más
antiguo, el de Uruk, era más preciso y sofisticado que el
tardío.
Para Zecharia Sitchin, no queda duda de
que los sumerios tenían un nivel de conocimiento astronómico muy
avanzado para su época, y hasta para la nuestra.
Los sumerios, deberían haber conocido la
existencia del planeta Nibiru.
El disco sumerio
clasificado como K8538
es una prueba más del
avanzado conocimiento astronómico de los sumerios.
Desde 1880 hasta la
actualidad,
ha sido objeto de
todo tipo de hipótesis,
incluida la de
Sitchin.
Eso lo veremos en la siguiente entrega
de esta serie.
Nibiru y los sumerios
Regresemos a Nibiru.
Luego de encontrar representaciones artísticas que podrían
representar un Sistema Solar con 12 planetas y comprobar el nivel de
conocimientos astronómicos de los sumerios, Sitchin nos refiere al
termino sumerio "mul".
Según sus investigaciones, los sumerios se
referían a todos los planetas, estrellas o constelaciones,
indistintamente, como "mul" (lo que brilla en las alturas). El
problema aparece cuando en algunos textos se encuentra el termino "mulmul".
Los estudiosos de la cultura sumeria sostienen que "mulmul" debe ser
traducido como "estrellas’ o, más específicamente como las
"Pléyades".
Pero, el investigador Franz Kugler
sostuvo que el termino no podía ser traducido como "Pléyades" pues
en algunos textos se afirmaba que "mulmul" incluía a los planetas,
al Sol y a la Luna.
Kugler encontró, además, que en algunos
textos aparecía el termino ‘mulmul ul-shu 12", es decir "mulmul es
un grupo de doce".
Sitchin, entonces, propone que "mulmul" es el termino que los
sumerios habrían usado para referirse al Sistema Solar utilizando la
repetición (MUL.MUL) para indicar el grupo como una totalidad.
Para
reforzar su teoría cita una traducción de Charles Virolleaud.
Este investigador tradujo el texto
mesopotámico clasificado como K3558, que describe a los miembros del
grupo "mulmul":
"El número de sus cuerpos celestes
es doce. Las estaciones de sus cuerpos celestes doce. Los meses
completos de la Luna es doce."
Sitchin nos presenta otro texto que
apoya su teoría.
Ernst Weidner encontró que,
algunos textos sumerios como la llamada tablilla TE se referían al
"camino del Sol" de la siguiente manera:
"naphar 12 shere-mesh ha.la sha
kakkab.lu sha Sin u Shamash ina libbi ittiqu"
Weidner tradujo la inscripción anterior
como:
"todo en todo, 12 miembros adonde la
Luna y el Sol pertenecen, donde orbitan los planetas".
Podemos apreciar a los 8 planetas
"oficiales" de nuestro Sistema Solar,
y dos planetas enanos, Plutón
y Ceres.
Plutón se encuentra más allá de Neptuno,
y Ceres en el cinturón de asteroides.
Los sumerios contaban a Nibiru
como un planeta más del Sistema Solar. Para Sitchin, los textos
mencionados confirman que los sumerios contaban a 12 cuerpos
celestes en el Sistema Solar, incluyendo al Sol y a la Luna.
Si en la actualidad sólo contamos
"oficialmente" a 8 planetas en el Sistema Solar (Mercurio, Venus,
Tierra, Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno) ¿cómo llegaron los
sumerios y los Anunnaki a contar doce cuerpos celestes en el Sistema
Solar? ¿estaba Nibiru entre esos doce cuerpos celestes?
Si incluimos al Sol y a la Luna, como Sitchin sostiene que hacían
los sumerios instruidos por los Anunnaki, llegaríamos a 10. Pero aún
nos faltan dos. Sitchin propone que uno de esos planetas es Plutón y
el otro es Nibiru, el planeta de los Anunnaki.
Revisemos el caso.
Nibiru, Plutón y los planetas enanos
Plutón es un planeta de menor tamaño cuya órbita lo mantiene en la
parte exterior del Sistema Solar, más allá de Neptuno. Su orbita
está inclinada 17 grados sobre la orbita de los 8 planetas
"oficiales" del Sistema Solar (plano que se denomina la "eclíptica").
Esa inclinación de 17 grados y su
posición en los limites del Sistema Solar fue lo que hizo que Plutón
pasara desapercibido por miles de años, hasta ser descubierto en
1930.
Hoy en día, Plutón es considerado un
planeta enano (ya no es parte de los planetas "oficiales" del Sistema
Solar) y no es el único de su especie. El planeta enano de mayor
tamaño es Eris, luego le sigue Plutón, Makemake, Haumea y el
asteroide Ceres.
Algunos investigadores se preguntan
-
¿por qué los sumerios conocían
precisamente a Plutón y no a cualquier otro de estos
planetas enanos?
-
¿por qué no afirmar que los dos
planetas faltantes de la teoría de Sitchin eran dos planetas
enanos que habían sido observados por los Anunnaki?
-
¿por que tendría que ser Nibiru
uno de esos dos planetas faltantes?
Lo más probable es que Sitchin tenga
razón, y Plutón haya sido el único planeta enano considerado por los
Anunnaki y los sumerios como parte importante del Sistema Solar.
La explicación podría estar en las
orbitas de Eris, MakeMake y Haumea, que tienen 30 grados o más de
inclinación sobre la eclíptica dificultando, extremamente, su
detección y/o observación.
Por algo, estos 3 planetas enanos han
sido descubiertos en los últimos 10 años.
En esta ilustración podemos apreciar como la orbita de Plutón
no está en el mismo
plano de las orbitas de los ocho planetas del Sistema Solar.
¿Ceres podría haber sido considerado por los sumerios como otro
planeta?
Su órbita sólo tiene una inclinación de
10 grados sobre la eclíptica (lo que lo hace más fácil de ubicar,
por algo se descubrió en 1801) y se encuentra en el cinturón de
asteroides entre Marte y Júpiter. Sin embargo, con un diámetro que
es poco más de un tercio que el de Plutón, Ceres podría haber pasado
desapercibido para los sumerios y/o los Anunnaki.
Es decir, existe la posibilidad de que los sumerios hayan observado
a los 8 planetas "oficiales" y a Plutón, porque el ángulo de la
órbita del último no se aleja demasiado del ángulo de las órbitas de
los otros 8 planetas "oficiales" de nuestro Sistema Solar, como si
lo hacen los otros planetas enanos descubiertos en los últimos 10
años.
Sitchin, entonces, identifica a los 12 planetas que representaban y
a los que se referían los sumerios en sus textos como: los 8
planetas oficiales, el Sol, la Luna, Plutón y Nibiru, al cual a modo
de identificación denomina como el 12avo planeta.
Nibiru, el 12avo planeta, y el sello
VA243
El complicado rompecabezas que Sitchin ha tenido que armar para
plantear la teoría del planeta Nibiru va tomando forma, pero aún
faltan muchos detalles.
Revisemos el famoso cilindro-sello VA243 (que podemos apreciar
abajo).
Sitchin propone que la disposición y
tamaño de los círculos que aparecen en el cilindro-sello VA243 (de
aparente origen acadio), guardan una relación con las posiciones y
dimensiones de los planetas de nuestro Sistema Solar y nos indica la
posición del planeta Nibiru.
Cilindro-sello VA243.
Podemos apreciar la
enumeración de planetas que hizo Zecharia Sitchin,
corregida para su
mejor entendimiento.
1. Urano, 2. Saturno,
3. Jupiter, 4. Nibiru, 5. Marte, 6.Mercurio,
7.Pluton, 8. Luna, 9.
Tierra, 10. Venus, 11. Neptuno. 12. Sol.
El único error de Sitchin es que, en su afán de probar que estos
círculos representan a los planetas del Sistema Solar, no contempla
la posibilidad más adecuada.
Según Sitchin la Tierra es el circulo
identificado como número 6. Nosotros proponemos, como se aprecia en
la ilustración, que la Tierra es el circulo identificado con el
número 9.
Comenzando desde el punto que esta más
abajo y siguiendo por izquierda tenemos,
1. Urano
2. Saturno
3. Júpiter
4. Nibiru
5. Marte
6. Mercurio
7. Plutón
8. Luna
9. Tierra
10. Venus
11. Neptuno
12. Sol
De esta manera, la Luna (8) esta más
cerca de la Tierra (9), Plutón (7) es el más alejado del Sol, y
Mercurio (6) es más pequeño que la Tierra.
Es cierto que, inclusive en este caso, Venus aparece representado
más grande que la Tierra, pero no olvidemos que estamos tratando con
representaciones artísticas de más de 4,000 años de antigüedad. Para
Sitchin, el planeta identificado con el número 4, es el planeta
Nibiru, el planeta de origen de los Anunnaki.
Veamos si el símbolo central, realmente, puede ser un Sol.
Según Jeremy Black y Anthony Green en su trabajo
"Dioses, Símbolos y Demonios de la Antigua Mesopotamia", el símbolo
del dios Sol Utu o Shamash es una estrella de 4 puntas dentro de un
disco, con 3 líneas ondulantes saliendo de cada una de las
intersecciones de las líneas que forman las puntas de la estrella
(ver imagen arriba).
El símbolo central que Sitchin denomina
como el Sol es una estrella de 6 puntas, no tiene ninguna línea
ondulante, y no está dentro de un disco. Por consiguiente, no puede
ser Shamash. Tampoco puede ser Ishtar pues según el mismo estudio
citado más atrás, el símbolo de esta deidad es una estrella de 8
puntas dentro de un disco.
Tampoco es una estrella, pues
normalmente se representaban con 8 puntas.
A la izquierda
la representación de Ishtar
(una estrella de 8
puntas encerrada en un circulo).
A la derecha
arriba, el símbolo que aparece en el cilindro-sello VA243.
A la derecha
abajo, el símbolo del dios Utu/Shamash.
Según Jeremy Black y Anthony Green las estrellas de 6
puntas, como el signo que Sitchin identifica como el Sol, no tienen
un significado conocido:
"El motivo de una estrella de 6
puntas ocurre durante el mismo periodo (neo-asirio) pero es de
significado desconocido."
¿Podríamos estar ante un representación
del Sistema Solar, como un todo, y no exclusivamente del Sol? en
otras palabras, ¿podría ser esta una representación del Sistema
Solar al que, según Sitchin, los sumerios llamaban "mulmul"?
La investigadora Van Buren sostiene que los círculos y el
símbolo central del VA243 no son más que una representación de las
Pléyades, el que algunos estudiosos de la cultura sumeria llaman "mulmul",
pero la representación artística guarda muchas mas similitudes con
el Sistema Solar que con las Pléyades.
Además, como hemos visto antes, Franz
Kugler demostró que traducir "mulmul" como pléyades no era
correcto pues habían varios textos que incluían al Sol y a la Luna
dentro del "mulmul".
Como ya sabemos, las hipótesis de Sitchin pueden pecar de audaces,
pero tienen fundamentos lo suficientemente sólidos como para no
descartarlas "a priori".
Aún quedan algunas interrogantes, en la próxima entrega analizaremos
como fue que Nibiru estuvo involucrado en la formación del planeta
Tierra.
Fuentes
Nibiru II
El Enuma Elish
12 Enero 2012
¿Se encontrará
escondido Nibiru
en las fronteras de
la Vía Láctea?
Nibiru, según las teorías de Zecharia Sitchin, es el nombre del
planeta de los Anunnaki, una raza de extraterrestres que llegó a la
Tierra hace miles de años y vivió entre los humanos.
Su presencia fue registrada en varias
tablillas de arcilla y sellos cilíndricos utilizados por la
civilización sumeria.
En la entrega anterior de esta serie revisamos los indicios que
llevaron a Zecharia Sitchin a sostener que la civilización sumeria
conocía un planeta que se oculta más allá de los confines del
Sistema Solar, el planeta Nibiru.
En esta entrega, veremos el origen del
nombre Nibiru y explicaremos como Sitchin interpreta el épico relato
babilónico del "Enuma Elish" y lo convierte en la narración del
primer cruce entre Nibiru y los planetas del Sistema Solar.
Nibiru y El Enuma Elish
El Enuma Elish es un relato de origen babilónico que narra la
creación del mundo.
El héroe de la historia es el dios Marduk, quien
derrotó al monstruo Tiamat.
Según la historia convencional, el Enuma Elish es un relato
mitológico que fue escrito para justificar el ascenso de Marduk a la
posición suprema entre los dioses babilónicos.
Sin embargo, para Zecharia Sitchin, el Enuma Elish es una detallada
descripción científica que narra la formación del Sistema Solar y
sobretodo, la primera catastrófica entrada del misterioso planeta
Nibiru en el Sistema Solar.
Sitchin no es el único investigador que sostiene que el Enuma Elish
narra una colisión estelar.
En 1902, el estudioso de la civilización
sumeria Leonard William King, sostuvo que los dioses y monstruos del
relato representaban componentes astronómicos. En su interpretación, Tiamat representa una estrella o constelación y Marduk representa al
planeta Júpiter.
El historiador de la universidad de Cambridge D.S. Allan y el
geólogo de la Universidad de Oxford, J.B. Delair realizaron
una exhaustiva investigación multidisciplinaria, presentada en su
libro "Cataclismo".
En este trabajo los investigadores
sostienen también que el Enuma Elish narra una gran colisión en
nuestro Sistema Solar que tuvo consecuencias catastróficas para la
Tierra, aunque ellos la sitúan más cerca en el tiempo.
El Enuma Elish narra
el triunfo del dios Marduk
sobre el monstruo
Tiamat.
Para Sitchin, el
relato es una descripción, en detalle
del nacimiento del
Sistema Solar.
Al margen de las diferencias entre la teoría de Sitchin, la de
Leonard King, y la de Allan y Delair, la idea central es la misma:
el Enuma Elish narra una colisión estelar y no es una simple
justificación para la ascensión del dios Marduk.
La versión más antigua que conocemos del Enuma Elish se encuentra
escrita en unas tablillas de barro (datadas hacia el 650 a.C.)
encontradas en la Biblioteca de Nínive.
Esta narración que tiene como héroe al
dios Marduk es, para Sitchin, una versión tardía de un relato
original sumerio que tendría a los Anunnaki Anu, Enlil y Ninurta
como héroes principales.
Sitchin sostiene que fueron los Anunnaki
quienes transmitieron el relato del Enuma Elish a los sumerios hace
miles de años. Posteriormente, en Babilonia, se modificó a los
personajes de la historia para incluir al dios Marduk como el héroe
principal.
Antes de analizar algunos fragmentos del relato, es necesario
conocer la relación que Sitchin establece entre los nombres de los
planetas del Sistema Solar y los personajes de la epopeya babilónica
pues eso nos ayudará a entender mejor sus conclusiones.
Nibiru y los personajes del Enuma Elish
En la primera columna de la izquierda de la siguiente tabla hemos
puesto los nombres de los dioses del relato, en la segunda columna
de la izquierda está la traducción que hace Sitchin del nombre de
estos dioses, en la tercera tenemos el planeta del Sistema Solar que
Sitchin identifica con cada dios, y en la última columna tenemos el
planeta que Allan y Delair identifican con cada dios.
Tabla que indica el
planeta que Sitchin le asignó
a cada personaje o
deidad que aparece en el Enuma Elish.
Veamos como empieza
el Enuma Elish.
"Cuando, en las alturas, el Cielo no
había recibido nombre, y abajo, el suelo firme [la Tierra] no
había sido llamado; nada, salvo el primordial APSU, su
Engendrador, MUMMU y TIAMAT -la que les dio a luz a todos; sus
aguas se entremezclaron.
Ninguna caña se había formado aún,
ni tierra pantanosa había aparecido.
Ninguno de los dioses había sido
traído al ser aún, nadie llevaba un nombre, sus destinos eran
inciertos; fue entonces cuando se formaron los dioses en medio
de ellos."
(Extracto del Enuma Elish)
Sitchin interpreta el fragmento anterior
del Enuma Elish de la siguiente manera:
"En la inmensidad del espacio, los
'dioses' - los planetas - estaban aún por aparecer, por ser
nombrados, por tener sus 'destinos' - sus órbitas - fijados. Sólo
existían tres cuerpos: 'el primordial AP.SU' (Sol), MUM.MU
(Mercurio) y TIAMAT (El planeta desconocido).
Las 'aguas' de Apsu y Tiamat se
mezclaron, y el texto aclara que no se refiere a las aguas en
las que crecen las cañas, sino más bien a las aguas
primordiales, los elementos básicos generadores de vida del
universo.
Apsu, por tanto, es el Sol, 'el que
existe desde el principio'. El más cercano a él es Mummu. El
relato deja claro más adelante que Mummu era el ayudante de
confianza y emisario de Apsu: una buena descripción de Mercurio,
el pequeño planeta que gira con rapidez alrededor de su gigante
señor.
De hecho, ésta era la idea que los
antiguos griegos y romanos tenían del dios-planeta Mercurio: el
rápido mensajero de los dioses."
El texto inicial del Enuma Elish es,
para la mayoría de historiadores convencionales, un relato
mitológico del inicio de los tiempos.
En cambio, para Sitchin, se trata de la
historia del nacimiento de nuestro Sistema Solar.
El Enuma Elish se
escribió en siete tablillas
y el Génesis bíblico
se desarrolló en siete dias.
Dios descansó en el
séptimo día del Genesis
y la séptima tablilla
del Enuma Elish
es una apreciación de
la obra de su dios.
Las similitudes han sido producto de
varias investigaciones.
"Antes de que (Lahmu y Lahamu)
hubieran crecido en edad y en estatura hasta el tamaño señalado,
el dios ANSHAR y el dios KISHAR fueron formados, sobrepasándoles
[en tamaño].
Cuando se alargaron los días y se
multiplicaron los años, el dios ANU se convirtió en su hijo -de
sus antepasados un rival. Entonces, el primogénito de Anshar,
Anu, como su igual y a su imagen engendró a NUDIMMUD."
(Extracto del Enuma Elish)
El texto anterior explica, según Sitchin,
que mientras Marte y Venus (Lahmu y Lahamu) crecían en tamaño, un
proceso que pudo tomar miles de años, y alcanzaban las dimensiones
que conocemos en la actualidad, aparecieron dos planetas más:
Júpiter y Saturno.
La frase "se alargaron los días y se
multiplicaron los años" representa, según Sitchin, los largos
periodos de tiempo que pasaron durante la formación de los planetas
de nuestro Sistema Solar.
El texto también relata que Anu,
identificado como Urano, engendró como su igual y a su imagen a
Nudimmud, que Sitchin identifica como el planeta Neptuno. No es
difícil darse cuenta que el planeta Urano y el planeta Neptuno son
bastante similares en tamaño y posición dentro del Sistema Solar.
El Enuma Elish continúa con la aparición de los dioses restantes y
Sitchin va identificando a cada uno con un planeta, de acuerdo a la
tabla que tenemos más arriba. Aún no aparecen la Tierra, la Luna y
Nibiru.
Según las teorías de Zecharia Sitchin,
los dos primeros se formarían a causa de una gran colisión y el
último vendría de los confines del Sistema Solar.
La llegada de Nibiru
Más adelante, el Enuma Elish nos explica que el misterioso, y ahora
desaparecido, planeta Tiamat (que según Sitchin era más grande que
Venus) perturbaba el orden de la recién creada familia del Sistema
Solar.
"Los hermanos divinos se agruparon;
perturbaban a Tiamat con sus avances y retiradas. Alteraban el
'vientre' de Tiamat con sus cabriolas en las moradas del cielo.
Apsu no podía rebajar el clamor de
ellos; Tiamat había enmudecido con sus maneras. Sus actos eran
detestables… molestas eran sus maneras."
(Extracto del Enuma Elish)
Sitchin traduce el párrafo anterior en
términos astronómicos:
los "avances y retiradas" de los
planetas son una referencia a sus órbitas erráticas,
-
"se agruparon" significa que
sus órbitas los estaban poniendo en peligro de
colisionar unos contra otros
-
"alteraban el vientre de Tiamat" significa que estaban interfiriendo en la órbita
del planeta Tiamat
-
"Apsu no podía rebajar el
clamor de ellos" significa que la fuerza de gravedad que
el Sol ejerce en los planetas no era suficiente para
contrarrestar esta caótica situación
Según la interpretación que hace Zecharia Sitchin del Enuma Elish,
el planeta Neptuno
fue quien atrajó al planeta Nibiru hacia el Sistema Solar.
(Foto por NASA)
El épico relato babilónico continúa narrándonos cómo el planeta
Neptuno (el más alejado del Sol) atrajo a un nuevo invitado al
Sistema Solar: el planeta Marduk, que Sitchin luego identificaría
como Nibiru.
Este nuevo cuerpo celeste llegó desde
las profundidades del espacio exterior.
Según Sitchin, Nibiru tiene un tamaño similar al de Saturno, y en
ese entonces, era un planeta joven que aún emitía radiaciones y
causaba estragos en su recorrido.
Zecharia Sitchin nos explica como fue la
entrada de Nibiru en el Sistema Solar.
"El orden del tránsito -primero por
Neptuno, después por Urano-indica que Marduk (Nibiru) estaba
entrando en el Sistema Solar no en la dirección orbital del
sistema (en sentido contrario a las manecillas del reloj), sino
en dirección opuesta, en el sentido de las manecillas del reloj.
Siguiendo el nuevo sendero, el
recién llegado no tardó en verse atrapado por las inmensas
fuerzas gravitatorias y magnéticas del gigante Anshar/Saturno y,
luego, de Kishar/Júpiter. Su sendero se curvó aún más hacia
dentro, hacia el centro del Sistema Solar, hacia Tiamat."
Mientras que el Enuma Elish nos cuenta
que los dioses habían decretado que el destino de Marduk era
enfrentarse a Tiamat, Sitchin explica que el texto se refiere a como
la órbita de Marduk/Nibiru se alteró y lo encaminó irremediablemente
hacia el planeta Tiamat.
La llegada de Nibiru causó problemas en la mayoría de planetas del
Sistema Solar.
Mientras Nibiru se acercaba a Tiamat,
las fuerzas gravitatorias hicieron que de ambos cuerpos celestes se
desprendieran grandes fragmentos que se convirtieron en satélites,
volviendo la situación aún más caótica.
La colisión entre Nibiru y Tiamat
Nibiru chocó dos veces con Tiamat.
En la primera colisión, los
satélites que se habían desprendido de Nibiru, a causa de las
fuerzas gravitacionales de los planetas Saturno y Júpiter,
protegieron al gran Nibiru e impactaron en el pequeño planeta Tiamat
partiéndolo en dos.
Gráficos realizados
por Zecharia Sitchin
para ilustrar la ruta
que llevó a Nibiru a chocar
con el desaparecido
planeta Tiamat.
Sitchin sostiene que como resultado de este primer enfrentamiento se
crearon varios de los cometas que conocemos.
"Lo más significativo es que,
mientras que todos los planetas que conocemos circundan al Sol
en la misma dirección (contraria a las manecillas del reloj),
muchos cometas se mueven en sentido inverso.
Los astrónomos no pueden decirnos
cuál fue la fuerza o cuál fue el suceso que creó a los cometas y
los arrojó a sus inusuales órbitas.
Nuestra respuesta: Marduk/Nibiru
barriendo en sentido inverso, en su propio plano orbital,
despedazó, destruyó la hueste de satélites de Tiamat hasta
convertirla en pequeños cometas, afectándoles con su campo
gravitatorio…"
Como resultado del primer choque, la
parte superior de Tiamat se desprendió, se estrelló contra uno de
los satélites sobrevivientes de Nibiru, y fue impulsada hacia la
orbita que hoy tiene el planeta Tierra.
Según esta teoría, la parte superior que
se desprendió del planeta Tiamat es lo que hoy conocemos como el
planeta Tierra.
En algún momento después de que Nibiru completó su primera órbita
alrededor del Sol, se produjo la segunda colisión. Esta vez, Nibiru
despedazó la parte inferior de Tiamat. Los fragmentos de Tiamat, con
el tiempo, se convertirían en lo que hoy conocemos como el cinturón
de asteroides.
El único satélite sobreviviente de
Tiamat fue atraído por la fuerza gravitatoria del pedazo superior de
Tiamat, que hoy conocemos como el planeta Tierra, y terminó
convirtiéndose en la Luna.
Para Sitchin,
la Tierra y la Luna
se formaron como
consecuencia de la colision
entre el planeta
Nibiru y el planeta Tiamat.
(Foto por
TJ.Blackwell)
Luego del triunfo de Marduk, el relato babilónico le cambia de
nombre al héroe y lo empieza a llamar Nibiru.
Zecharia Sitchin se basó en el siguiente párrafo para bautizar a su
nuevo planeta como Nibiru.
"Nibiru resguardará el portal entre
el cielo y la tierra; Aquellos que no pudieron cruzar por arriba
o por abajo, deben siempre pedir su autorización. Nibiru es la
estrella que brilla en el cielo."
(Extracto del Enuma Elish)
Así es como Sitchin describe el
nacimiento de la Tierra y la catastrófica primera entrada de Nibiru
al Sistema Solar.
Para la mayoría de astrónomos e historiadores, Marduk o Nibiru es el
planeta Júpiter. Para otros, es la estrella Canopus o un cometa.
Según Zecharia Sitchin, Nibiru es el planeta de origen de los
Anunnaki, quienes vinieron a la Tierra hace medio millón de anos y
convivieron con los humanos.
En la siguiente entrega veremos como Sitchin dedujo la órbita del
planeta Nibiru.
Fuentes
-
Zecharia Sitchin (2007). Book I
of The Earth Chronicles.
El 12º Planeta
-
Giorgio de Santillana and Hertha
Von Dechend (2007).
Hamlet’s Mill
-
D.S.Allan and J.B. Delair.
(1997). Cataclysm
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