by Oscar
del
Sitio Web
MisterioALaOrden
Los Archivos Secretos del Vaticano son una de las fuentes de conocimiento más extensas y menos público de la actualidad. Sus textos superan la cifra de 150 millones.
Si estuvieran puestos en
hilera, sería algo así como 65 kilómetros, y en ellos hay actas,
correspondencias y textos que datan del siglo VIII en adelante y
que, según mucha gente, podrían poner jaque a la Iglesia Católica
Apostólica Romana tal como la conocemos hoy en día.
Entre todas las conjetura
y teorías que han podido salir a la luz en todos estos años, hay
algo que durante mucho tiempo ha sido fruto de numerosas
controversias y que en el artículo de hoy te lo detallamos como dios
manda.
A raíz de la implicación
del Vaticano en la conspiración del secreto extraterrestre,
guardando silencio sobre
el caso Roswell, o el encuentro
entre el presidente
Eisenhower y
una delegación alienígena en 1954, conjuntamente con las
comisiones secretas del gobierno de los Estados Unidos, el Vaticano
desarrolló un programa secreto de seguimiento extraterrestre y
exploración espacial.
En 1993 se termina la
construcción del
telescopio del Vaticano en Arizona,
el primer telescopio de infrarrojos del mundo y el más sofisticado,
después del descubrimiento de que ciertos cuerpos sutiles y energías
de origen desconocido sólo podían ser captadas por infrarrojos.
Además, este telescopio se encuentra ubicado justo en el epicentro de la dos zonas más destacada en cuanto a la historia moderna de la ufología, el Área 51 y Roswell.
En 1990, el Vaticano y
las comisiones secretas de los EE.UU., deciden seguir adelante y
crean el
programa Siloé, que consistió en
enviar una sonda del mismo nombre al espacio exterior con el
objetivo de fotografiar un supuesto cuerpo celeste.
Ese proyecto tiene una clasificación "Secretum Omega", es decir, un proyecto que tiene carácter ultra-secreto por el Vaticano, así como financiación privada a través del observatorio Vaticano (institución libre de impuestos).
El objetivo de Siloé era
aproximarse a Nibiru y fotografiar el cuerpo celeste.
Dicha base está ubicada
secretamente en Alaska, y empezó a recibir la información de Siloé
en octubre de 1995. La opacidad de estos secretos se vio entorpecida
rápidamente en 1997, cuando el padre jesuita
Malachi Martin, una eminencia
en el Vaticano, de los pocos conocedores del tercer secreto de
Fátima, filtró en algunos de sus libros la supuesta amenaza del
planeta Nibiru para la Tierra.
Hay quienes dicen que lo
que oculta el tercer secreto de Fátima podría tener relación
con el planeta Nibiru, llevado a cabo a través del proyecto Siloé,
pero este es sólo un secreto con lo que el Vaticano vigila el cielo.
Malachi Martin
Según este documento, la
NASA y el gobierno de EE.UU. serían conscientes desde hace décadas
que el mencionado planeta se acerca a la Tierra con unas
consecuencias catastróficas para la humanidad.
De acuerdo con los cuatro
grandes profetas 'bíblicos', algo verdaderamente aterrador se
nos acerca, y podría llegar algo antes del 1 de enero de 2018…
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