por Andy Lloyd 01 Noviembre 2001 del Sitio Web DarkStar1 traducción de Enrique Pérez Porter
Ciertamente, muchos de quienes tienen interés en el libro de Sitchin 'El Duodécimo Planeta' ven el concepto de Nibiru de forma espiritual, y el Planeta Alado ha llegado a formar parte del movimiento New Age.
Más que eso, el 'significado' de los Misterios Paganos y Gnósticos que incluyen la 'Estrella Oscura' están direccionados a la iluminación y el crecimiento espiritual.
También contienen una
fuerte relación con el concepto de
reencarnación, en común con el
hinduismo cuyos orígenes vedantinos muestran mucha semejanza con los
la mitología sumeria. Es posible que en mi mirada científica hacia
la evidencia factual, aunque sea especulativa, de algún modo yo haya
soslayado esta cuestión.
Esto no es decir que Nibiru y sus lunas no tengan forma física, pero que un elemento metafísico, adicional y muy relevante, se haya contenido en los Misterios.
Consideren el concepto egipcio del paso a la Duat del faraón después de la vida.
He propuesto que esta compleja idea religiosa se halla conectada con el perihelio del sistema de Nibiru a través de la Duat celeste.
Si estoy en lo cierto al describir una de las lunas de Nibiru como el hogar original de los Annunaki, entonces este planeta es el cielo de los antiguos.
Uno puede argüir que el viaje al sistema niburiano debería ser físico, que el faraón abordaría un cohete y partiría rumbo a la Estrella Oscura, pero creo que este es un escenario poco probable.
Me parece que los Annunaki abandonaron la gente de la Tierra a su destino y nos cedieron el dominio del planeta después del Diluvio.
Pero el recuerdo de su
mundo celeste permaneció como parte del pensamiento religiosos de la
gente humana tratando de reconstruir su devastado mundo.
Los faraones egipcios comprendían que deberían esperar miles de años para tener su oportunidad para la resurrección.
Sugiero que el propósito
de este difícil viaje en la vida posterior era emerger en la 'matrix
espiritual' del Cielo, y así tener la oportunidad de reencarnar como
un dios.
Existen también paralelos en los Misterios, y más remarcablemente, en el pensamiento cristiano.
Pero antes de mirar estas
ideas con mayor cercanía, revisemos la noción de la vida después de
la muerte en si misma.
Sin embargo, un punto común emerge del estudio de la experiencia de muerte-cercana.
Ha sido largamente reconocido que mucha gente que ha sufrido la muerte clínica, y fueron posteriormente resucitados, hablan de experiencias vívidas al 'otro lado'.
Los científicos han tendido a comprender esto en términos del cerebro tratando con el trauma de la muerte-próxima, pero ha emergido evidencia que apunta en dirección hacia algo mucho más profundo.
Dos eminentes doctores, Drs. Fenwick y Parnia, investigaron las experiencias de 63 victimas cardíacas en el Hospital General de Southampton, y concluyeron que un número de personas tuvo experiencias de muerte-cercana luego de ser declarados clínicamente muertos.
El Dr. Parnia resume sus hallazgos:
Si esta idea representa el top del pensamiento científico, entonces parece que los científicos podrían estar alejándose del modelo escéptico que la mente y el cerebro son uno y lo mismo.
También hace brotar algunas preguntas fundamentales.
Estos 'Libros de la Muerte' fueron estudiados por los iniciados como ayuda para encontrar la verdadera luz después de difuntos, y prevenir un descenso a los abismos infernales.
'El Libro Tibetano de la Muerte' o Bardo Todol, describe los varios estadios que atraviesa el alma liberada, progresivamente mas dificultosos de sortear, hasta que el renacimiento viene como un viento urgente. (2)
La
reencarnación es la solución más agradable para los humanos que no
han alcanzado suficiente avance espiritual durante su existencia y
las vidas anteriores.
Encierra 3 mil años de historia, permaneciendo constante a través del siempre cambiante y complejo pensamiento religioso egipcio.
El trabajo es esencialmente una descripción del ritual a realizar por el alma que penetra en la otra-vida, y la llegada a la Tierra de los Dioses. (3)
Con claridad, el pensamiento religioso antiguo daba vueltas alrededor de la idea que el alma saliente penetraría un dominio espiritual en el cual el comportamiento correcto y lo ritual eran esenciales como un rito de paso.
Una de las diferencias más asombrosas entre ambos textos es la disposición del cadáver.
Para los creyentes en la reencarnación, el cadáver es simplemente una concha que ha sido abandonada, y al alma se le recomienda ir a las profundidades de la vida del más allá decididamente por la lectura clerical de los ritos funerarios.
Por ello, una rápida disposición del cuerpo para la cremación, o simplemente dejarlo en las rocas para los buitres, era una manera apropiada de persuadir al alma desencarnada para dejar atrás su existencia previa.
El concepto egipcio más antiguo del espíritu era el ka, el cual era capaz de abandonar el cuerpo durante el sueño o con la persona en trance.
De este modo, algunos fantasmas eran los ka de personas durmientes, otros los espíritus ya partidos. El ka ya partido precisaba sostén después de la muerte, a través de las ofrendas de alimento y bebida, y la magia.
Los primitivos egipcios disponían el funeral con esta creencia en mente.
A medida que la religión egipcia evolucionó, la preservación del cuerpo fue tomando progresivamente mayor duración, a través del ritual de la disección corporal y la momificación.
Así, de acuerdo con su sistema de creencias, este proceso prevendría la partida del fantasma, o ka, hacia la otra vida.
Los antiguos egipcios consideraban al mundo como lleno de espíritus desencarnados, y se horrorizaban con la posibilidad de los restos momificados levantándose desde la muerte.
Los académicos consideran esta creencia 'primitiva', pero, como hemos visto, todo acerca de las primigenias civilizaciones sugieren herencia cultural, más que una evolución social linear.
Esto no tiene sentido alguno, hasta que se consideran las creencias estelares en conjunción con los rituales funerarios.
Quizá las almas necesitaban esperar por algo, más que apurarse por el renacimiento en la tierra. Quizá el ka de la deidad encarnada precisaba ayuda para llegar a su hogar después de su reinado terrestre.
Dejen que me expanda en
este punto, ya que la escasa aparición de la Estrella Oscura nos
ofrece un potencial nuevo punto de vista de estos bizarros rituales
egipcios de la antigüedad.
De cualquier forma se asumió, sin embargo, que sirvió de tumba al faraón Kufu, de la cuarta dinastía, quién supuestamente construyó esta, la más famosa de las estructuras.
Pero el interior de la pirámide misma no ofrece una evidencia firme en este sentido.
El sarcófago de granito
en la cámara del rey fue construido en la estructura, en vez de ser
llevado hasta allí, y la única inscripción, una marca de cantería
haciendo referencia a Kufu, era probablemente un fraude hecho por el
frustrado explorador del siglo 19, el Coronel Howard Vyse.
(5)
En vez de eso, las tumbas de los faraones son estructuras menores que las pirámides de Giza mismas, lo que ha llevado a muchos a especular que la Gran Pirámide fue diseñada con propósitos religiosos en orden de ayudar al faraón en su viaje a los cielos.
El descubrimiento de las 'toberas estelares' del lado sur que apuntaban hacia Sirio y el cinturón de Orión en el supuesto tiempo de su construcción refuerza esta idea. (6)
Dado que ningún faraón estaba realmente enterrado en esta vasta estructura, o al menos no hay evidencia que alguno estuvo allí alguna vez, entonces quizá la estructura interna de la Gran Pirámide se entendía como un receptáculo de sus ka.
El proceso de momificación impedía al cuerpo espiritual del faraón volar hacia el más allá, para mantener su presencia como un fantasma, o preta según los budistas.
Las toberas estelares no tendrían uso como aparatos astronómicos ya que tales toberas no sobresalen en el costado del edificio.
Sin embargo, para los antiguos egipcios, pudieron haber provisto los ka de los faraones con el medio para enfocar la atención en la Duat durante la larguísima espera espiritual.
Con la llegada de Nibiru y
sus lunas, el cuerpo espiritual de los faraones levantaría vuelo en
su jornada astral hasta el reino de los dioses.
Desde ahí el ascenso astral está dirigido por la imagen zodiacal hacia la brillante Estrella Oscura, y el destino definitivo de su séptima luna, los 'Campos de Hepet' o Cielo.
De aquí es donde se ha tomado nuestro concepto de 'séptimo cielo', estoy seguro...
Después de la llegada, el alma desencarnada debe entonces entrar en la Matrix espiritual del mundo de los dioses, obteniendo la aceptación mediante los rituales aprendidos, ¡y buscando renacer como un dios!
Esto, propongo, es la meta definitiva del Libro Egipcio de los Muertos.
No estoy esbozando esta
idea como un reflejo de mi propio creencia, sino como una
interpretación de las creencias de los antiguos egipcios, cuyos
enigmáticos ritos funerarios han confundido a generaciones de
académicos.
Dado que este disco, y sus alas, o lunas, aparecía sólo por un año cada 3,400-3,800 años, la oportunidad para que las almas atrapadas en la Tierra ascendieran debe haber sido en extremo escasa, y se hacía necesario un método para reunir el ka del faraón con su hogar celestial.
La Necrópolis en Giza, y la Gran Pirámide en particular, debieron haber sido diseñadas con esto en mente.
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