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1999 del Sitio Web BibleBelievers traducción de Editorial-Streicher 29 Enero 2015 del Sitio Web Editorial-Streicher
Alá, el Dios Luna
La Arqueología del
Oriente Medio
Los musulmanes afirman que Alá en tiempos pre-islámicos era el bíblico dios de los patriarcas, profetas y apóstoles. La cuestión, de esta manera, tiene que ver con la CONTINUIDAD.
¿Era "Alá" el dios bíblico o un dios pagano de Arabia durante épocas pre-islámicas?
La afirmación musulmana de una continuidad (del judaísmo al cristianismo, y de éste al Islam) es esencial para su tentativa de convertir a judíos y cristianos, ya que si "Alá" es parte del flujo de la revelación divina en la Escritura, entonces es el siguiente paso en la religión bíblica, y, de esa manera, deberíamos todos llegar a convertirnos en musulmanes.
Pero, por otra parte, si Alá
era una deidad pagana pre-islámica, entonces su principal afirmación
queda refutada.
Como veremos, la evidencia dura demuestra que el dios Alá era una
deidad pagana. De hecho, él era el dios Luna, que estaba casado con
la diosa Sol, y las estrellas eran sus hijas.
Como ha sido demostrado por Sjöberg y Hall, los antiguos Sumerios adoraban a un dios Luna que era llamado por muchos nombres diferentes.
Los nombres más populares eran,
Su símbolo era la media luna [crescent moon].
Considerando la cantidad de artefactos relacionados con la adoración de este dios Luna, está claro que ésta era la religión dominante en Sumeria.
El culto del dios Luna era la religión más popular en toda la antigua Mesopotamia. Los asirios, los babilónicos y los acadios tomaron la palabra "Suen" y la transformaron en la palabra "Sîn" como su nombre favorito para esta deidad (Austin Potts, The Hymns and Prayers to the Moon-god, Sin, 1971, Dropsie College, p. 2).
Como el profesor Potts señaló,
A veces, la luna
llena era colocada dentro de la media luna para enfatizar todas sus
fases. La diosa del Sol era la esposa de Sîn, y las estrellas eran
sus hijas. Por ejemplo,
Ishtar era hija de Sîn (Ibíd., p. 7).
En Persia, así como en Egipto, el dios Luna es representado en pinturas murales y en las cabezas de las estatuas. Él era el juez de hombres y dioses. El Antiguo Testamento sistemáticamente reprobó la adoración del dios lunar (Deut. 4:19; 17:3; 2º Reyes 21:3,5; 23:5; Jer. 8:2; 19:13; Sof. 1:5).
Cuando Israel cayó en la
idolatría, fue por lo general por el culto del dios Luna.
En Tell-el-Obeid fue encontrado un ternero de cobre con la media luna en su frente. Un ídolo con cuerpo de toro y cabeza de hombre tiene en su frente una media luna incrustada con conchas. En Ur, la estela de Ur-Nammu tiene colocado el símbolo de la Luna creciente en lo alto del registro de los dioses, porque el dios Luna era el jefe de los dioses.
Incluso el pan era horneado en forma de una media luna como
un acto de devoción al dios Luna (Ibíd., pp. 14-21). Ur de los
caldeos estaba igualmente dedicada al dios Luna, el que era a veces
llamado Nannar en las tablillas de aquel período de tiempo.
Él desenterró muchos ejemplos de adoración lunar que son exhibidos todavía en el Museo Británico. Harrán era igualmente conocida por su devoción al dios Luna. En los años '50 un importante templo dedicado al dios Luna fue excavado en Hazor en Palestina.
Dos ídolos de él fueron encontrados. Cada uno era una estatua de un hombre sentado sobre un trono con una media luna esculpida en su pecho. Las inscripciones acompañantes dejan claro que éstos eran ídolos del dios Luna.
También se encontraron varias estatuas más pequeñas que
fueron identificadas por sus inscripciones como las hijas del dios
Luna.
Como lo ha señalado el profesor Carleton S. Coon,
También han sido recolectadas miles de inscripciones de paredes y rocas en Arabia del Norte. Y se han descubierto relieves y vasijas votivas usadas en la adoración de las "hijas de Alá".
Las tres hijas,
...son a veces representadas junto con el dios Luna Alá, representado éste por una media luna encima de ellas.
La evidencia arqueológica demuestra que la religión dominante
en Arabia era el culto del dios Luna.
En tiempos del Antiguo Testamento, Nabonido (555-539 a.C.), el último rey de Babilonia, construyó Tayma, en Arabia, como un centro de adoración al dios Luna.
Berta Segall declaró:
Muchos estudiosos también han notado que el nombre del dios Luna, Sîn, forma parte de palabras árabes tales como "Sinaí", "el desierto de Sîn", etc.
Cuando la popularidad del dios Luna disminuyó en otras partes, los árabes permanecieron fieles a su convicción de que éste era el más grande de todos los dioses. A la vez que ellos adoraban a 360 dioses en la Kaaba en La Meca, el dios Luna era la deidad principal.
La
Meca fue de hecho construida como un lugar sagrado para el dios
Luna. Esto es lo que lo convirtió en el sitio más sagrado del
paganismo árabe.
Un ídolo que es probablemente el dios Luna mismo fue también descubierto.
Esto fue confirmado más tarde por otros famosos
arqueólogos (véase Richard Le Baron Bower Jr. y Frank P. Albright,
Archaeological Discoveries in South Arabia, Baltimore, John Hopkins
University Press, 1958, p. 78 y ss.; Ray Cleveland, An Ancient South
Arabian Necropolis, Baltimore, John Hopkins University Press, 1965;
Nelson Gleuck, Deities and Dolphins, Nueva York, 1965).
La evidencia recolectada tanto de Arabia del Norte como del Sur demuestra que la adoración del dios Luna estuvo claramente activa incluso en tiempos de Mahoma y era todavía el culto dominante. De acuerdo a numerosas inscripciones, mientras el nombre del dios Luna era Sîn, su título era Al-ilá, es decir, "la deidad", lo que significaba que él era el principal entre los dioses superiores.
Como Coon señaló,
El dios Luna era llamado Al-ilá, es decir, el dios, lo que fue abreviado en Alá en tiempos pre-islámicos.
Los árabes paganos incluso usaron la
palabra Alá en los nombres que ellos daban a sus hijos. Por ejemplo,
tanto el padre como el tío de Mahoma [Abd-alá y Obeid-alá] tienen a
Alá como parte de sus nombres.
El profesor Coon sigue diciendo:
Este hecho contesta las preguntas de porqué Alá nunca es definido en el Corán, y por qué supuso Mahoma que los árabes paganos ya sabían quién era Alá.
Mahoma fue criado en la religión del dios Luna Alá. Pero él fue un paso más adelante que sus congéneres árabes paganos. Mientras éstos creían que el dios Luna Alá era el más grande de todos los dioses y la deidad suprema en el panteón de las deidades, Mahoma decidió que Alá no era sólo el dios más grande sino el único dios.
En efecto, él dijo:
Esto puede ser visto en el hecho de que el primer punto del credo musulmán no es "Alá es grande" sino "Alá es el más grande", es decir, él es el más grande entre los dioses.
¿Por qué diría Mahoma que Alá es "el más grande" salvo en un contexto politeísta?
La frase árabe es usada para contrastar al más grande con los menores. Que esto es verdad puede ser visto en el hecho de que los árabes paganos nunca acusaron a Mahoma de predicar a un Alá diferente que el que ellos ya adoraban.
De esta manera, "Alá" era el dios Luna de acuerdo a la evidencia arqueológica. Mahoma con esto intentó tener dos cosas. A los paganos les dijo que él todavía creía en el dios Luna Alá, y a los judíos y los cristianos les dijo que Alá era el dios de ellos también.
Pero tanto los judíos como los cristianos sabían
mejor y por ello rechazaron a su dios Alá como un falso dios.
El doctor N.A. Newman concluye su estudio de los tempranos debates cristiano-musulmanes declarando:
El erudito islámico Caesar Farah concluyó:
Los árabes adoraban al dios Luna como una deidad suprema. Pero ése no era el monoteísmo bíblico. Mientras el dios Luna era más grande que todos los otros dioses y diosas, aquél era todavía un panteón politeísta de deidades.
Ahora que tenemos los ídolos reales del dios Luna, ya no es posible rehuir el hecho de que Alá era un dios pagano en tiempos pre-islámicos.
El nombre "Alá" no aparece ninguna vez en el Viejo ni en el Nuevo Testamento. La única vez que Dios es mencionado por su nombre en el Antiguo Testamento es o bien como Yahvéh (significando "El (que) es") o como una contracción, Yah.
(Por favor tenga
presente que el nombre "Jehová" no es un nombre bíblico de Dios sino
que fue especialmente "creado" por los judíos temerosos de
pronunciar el Nombre Sagrado, mediante la combinación de las
consonantes YHWH con las vocales del vocablo "Adonai", que significa
"Señor").
Tiene tres significados principales:
Es un hecho indiscutible el que "Alá" no aparece siquiera una vez como el nombre de Dios, o incluso de un hombre, en las Escrituras hebreas.
Era, muy simplemente, desconocida en el mundo de
la Biblia. Afirmar por lo tanto que "Alá" era el nombre de Dios en
la Biblia carece del menor fragmento de evidencia. Dios siempre fue
conocido como Yahvéh, o (mucho menos frecuentemente) por la
contracción Yah.
Las palabras "El" y "Elohim" también se traducen de la misma forma, aparecen mucho más frecuentemente que "Eloah", y pueden ser usadas para designar a Dios, a deidades paganas, ídolos, o incluso a jueces humanos.
Es por esta razón que he oído que los apologistas musulmanes se enfadan cuando otros musulmanes hablan de "Dios" en vez de "Alá", porque la palabra "Dios" puede ser aplicada al dios de cualquier religión. Ellos reconocen que "Alá" es un nombre propio que distingue al dios de los musulmanes del dios de los judíos y cristianos, o de los dioses de los hindúes y otros.
"Eloah" es, en cualquier caso, un derivado de "El" y de su plural "Elohim", que no suena ni remotamente como "Alá".
Usted no encontrará a muchos musulmanes (si es que encuentra alguno) que insistan en que ellos adoran al Eloah hebreo. La única vez que ellos tratan de hacer dicha vinculación es cuando intentan reclutar a judíos y cristianos para el Islam.
Si yo fuera a admitir que "Eloah" es mi dios y que Mahoma
es su profeta, dudo que algún musulmán creyera que yo me he
convertido al Islam.
Dudo de alguna manera que
los musulmanes deseen que su Alá tenga que ver con un ídolo.
"Al" es el artículo definido "el", e "ilá" es una palabra árabe para "dios", significando por lo tanto "el dios".
Vemos inmediatamente que, primero, éste no es un nombre propio sino genérico, más bien como el hebreo "El", que se aplicaba a cualquier deidad; y, segundo, que "Alá" no es una palabra extranjera (como hubiera ocurrido si hubiera sido tomada prestada de la Biblia hebrea) sino puramente árabe.
Hubiera sido equivocado también comparar la palabra "Alá" con
las palabras hebrea o griega para "dios" ("El" y "Theos"
respectivamente), puesto que "Alá" es un término exclusivamente
árabe para referirse a una deidad arábiga.
Esto sólo revela que él no entiende el hebreo, ya que "halelu-yah" es la forma contraída de Yahvéh, YAH, precedida por el verbo "elogiar" (literalmente, Elogiad a Yah(véh)). Sus otros argumentos "bíblicos" son igualmente absurdos.
Él también afirma que la palabra "Alá" nunca fue corrompida por el paganismo.
Pero lo que él no dice a sus
lectores es que una de las hijas de Alá era llamada "Al-Lat", que es
la forma femenina de "Alá".
Sé que los musulmanes encontrarán esto difícil de creer, de modo que haré muchas citas y presentaré la evidencia arqueológica para demostrar concluyentemente que esto es verdad.
Aunque estos datos puedan ser desagradables para muchos de nuestros lectores, son necesarios para enfrentar la verdad.
Al testimonio de las obras de referencia estándar mencionadas, añadimos las de eruditos tales como Henry Preserved Smith de la Universidad de Harvard, quien ha declarado:
El doctor Kenneth Cragg, antiguo editor del prestigioso diario académico Muslim World y un destacado erudito islámico occidental moderno, cuyos trabajos son generalmente publicados por la Universidad de Oxford, comenta:
El doctor W. Montgomery Watt, quien fue profesor de Estudios Árabes e Islámicos en la Universidad de Edimburgo y profesor visitante de Estudios Islámicos en el College de France, en la Universidad de Georgetown y en la Universidad de Toronto, ha realizado un extenso trabajo sobre el concepto pre-islámico de Alá.
Él concluye:
Caesar Farah en su libro sobre el Islam concluye su discusión del significado pre-islámico de Alá diciendo:
Según el erudito en Oriente Medio E.M. Wherry, cuya traducción del Corán todavía es usada hoy,
Es un hecho bien conocido, arqueológicamente hablando, que la Media Luna era el símbolo de adoración del dios Luna tanto en Arabia como a través de todo el Oriente Medio en tiempos pre-islámicos.
Los
arqueólogos han sacado a luz numerosas estatuas e inscripciones
jeroglíficas en las cuales una media luna estaba ubicada en la cima
de la cabeza de la deidad para simbolizar la adoración del dios
Luna. Curiosamente, mientras la Luna era generalmente adorada como
una divinidad femenina en el antiguo Cercano Oriente, los árabes la
veían como una deidad masculina.
Los textos ugaríticos han mostrado que una deidad lunar fue adorada bajo el nombre de "Yrh". En los monumentos dicho dios es representado mediante el símbolo de la media luna.
En Hazor, Palestina, fue
descubierto un pequeño santuario cananeo de la Edad de Bronce tardía
que contenía una estela de basalto que representaba dos manos
levantadas, como si estuvieran en oración, hacia una media luna,
indicando que el santuario estaba dedicado al dios Luna.
También hemos visto que era una práctica común usar el nombre del dios lunar en nombres personales en la tribu de Mahoma. El hecho de que Alá era una deidad pagana en tiempos pre-islámicos es irrefutable.
Y entonces debemos
hacernos la pregunta: ¿por qué fue nombrado el dios de Mahoma a
partir de una deidad pagana existente en su propia tribu?
Puesto que el
ídolo de su dios Luna, Alá, estaba en La Meca, ellos rezaban en
aquella dirección.
Los datos concuerdan perfectamente bien y
somos capaces por
lo tanto de entender, en parte, el temprano éxito que el Islam tuvo
entre los grupos árabes que tradicionalmente habían adorado a Alá,
el dios Luna. Podemos entender también que el uso de la media luna
como símbolo del Islam, que aparece en docenas de banderas de
naciones islámicas en Asia y en África, y que corona minaretes y
techos de mezquitas, es un atavismo de los días en que Alá era
adorado como el dios Luna en La Meca.
Yahvéh, Alá, Vishnú y Buda absolutamente no son lo mismo.
En otras palabras, todas las religiones no adoran al mismo dios bajo nombres diferentes. Por eso el uso de la palabra "dios" para describir a la divinidad es tan inadecuado, y es por ello que debemos volver a los nombres de esas deidades para descubrir lo que ellas realmente significan en términos de personalidad y atributos.
Ignorar las diferencias esenciales que dividen a las religiones mundiales es un insulto a la singularidad de las religiones del mundo. Yahvéh, el dios de la Biblia, no es Alá el dios del Corán, no es Vishnú el dios de los Vedas, no es el dios de los budistas, etc.
Hay diferencias fundamentales entre Yahvéh y Alá en términos de atributos personales, teología, moral, ética, soteriología, escatología, teocracia, y en casi cada otro respecto.
Ellos representan dos
mundos espirituales diferentes.
La imaginación sensual del hombre pronto lo condujo,
Las Beth-el abundaban en Caldea, Asia, Egipto, África,
Grecia, en partes remotas de Europa, entre los druidas, los galos y
los celto-escitas, y en América del Norte y del Sur.
Los cultos de los meteoritos son comunes en las civilizaciones greco-romanas.
Según el historiador de las religiones Mircea Eliade, el templo de Artemisa (Diana) en Éfeso contenía una estatua en cuclillas de la diosa-madre, esculpida a partir de un meteorito que cayó de Júpiter. Se cree que el Paladio de Troya y la piedra negra cónica (o betilo) de Heliogábalo en Emesa, Siria, eran de origen meteórico.
Del mismo modo, la diosa madre frigia Cibeles adorada en Pessinus (más tarde Roma) era una piedra; indudablemente un meteorito.
Un ejemplo adicional es el meteorito de Pessinunt en Frigia, que era adorado como "la aguja de Cibeles", llevada a Roma en una enorme procesión después de la guerra púnica, por consejo del oráculo délfico.
Allí el meteorito fue adorado como una diosa de la fertilidad durante otros 500 años.
La "Hadschar al-Aswad" en la Kaaba es el ejemplo más conocido de la adoración a meteoritos en tiempos más recientes.
A pesar de la prohibición de retratar a Dios y de adorar objetos, los peregrinos que van a La Meca besan esta "Hadschar al-Aswad" (piedra negra) que, según el profeta, es "Yamin Allah" (la mano derecha de Dios), supuestamente un meteorito divino o piedra-Bethel que precede a la creación y que cayó a los pies de Adán y Eva.
Está actualmente incorporada en la esquina Sudeste de la Kaaba. Los musulmanes tocan y besan la piedra negra durante el Hajj (peregrinaje).
...etcétera.
Una "reforma"
pagana similar ocurrió en el Egipto antiguo cuando el faraón Akenatón decidió convertirse en un monoteísta haciendo del dios Sol
Atón el único y verdadero dios de Egipto, persiguiendo y
proscribiendo la adoración de todos los otros dioses de su nación.
Ninguno de esos dioses ni remotamente se parecía al dios de la Biblia, siendo ambas deidades paganas tomadas prestadas de religiones politeístas.
Pero hay otros paralelos:
***
Mi objetivo en este artículo ha sido simplemente examinar las raíces del Islam y ver si la "versión oficial" es creíble. El Islam es un renacimiento del antiguo culto al dios Luna.
Ha tomado los símbolos, los ritos, las ceremonias e incluso el nombre de su dios de la antigua religión pagana del dios Luna.
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