del Sitio Web ElAguaSerVivoImpresionante
Después de haberla ensuciado hasta casi la saturación,
empieza a surgir la necesidad de ocuparse de ella, cuidarla, mimarla
y respetarla y si me apuran un poco, hasta pedirle perdón, lo cual,
seria un buen ejercicio de humildad ya que sin ella no somos nada,
perderíamos como mínimo el 70% de nuestro organismo.
Pero tenemos que empezar a darnos cuenta de que la relación que mantenemos con Ella, no solamente es personal, es “trascendental“.
De Ella depende la vida en el planeta. El ciclo circulatorio-sanador-vivificador que realiza en este planeta lo hemos interferido y hoy, los ríos, lagos, pantanos, aguas subterráneas, lluvias y mares están envenenados, sin darnos cuenta de que este elemento es la condición previa para cualquier forma de vida. Es la sustancia más importante no solo cuantitativamente sino cualitativamente.
Es la sangre de un ser vivo (Gaia) que si enferma,
lo harán también todos los seres vivos que hay en este planeta.
Acerquémonos a sus estructuras
biológicas culturales y espirituales, o al aspecto ecológico,
económico, político, global o metafísico.
Fue en el siglo XVIII y a partir de 1766 cuando aparecen los trabajos y descubrimientos del químico y físico Henry Cavendish, ( 1731-1810) que descubrió que el agua no es un elemento, al sintetizarla por combustión del hidrógeno en el aire, determinando de esta manera la composición de la atmósfera , afirmando que
A partir de esta sintetización fueron apareciendo trabajos de varios investigadores, como:
...entre otros.
Posteriormente, el químico francés Antoine Lavoisier (1743-1794), al que se le acredita como padre de la química moderna, en el año 1790 aportó la prueba con la formula H2O.
Desde
entonces la relación 2:1 de ambas sustancias ya no se pone en duda.
Un ejemplo
típico es la molécula de agua.
Estos enlaces junto con el carácter bipolo son los elementos principales de la estructura del agua.
El hecho de que alrededor de cada molécula de agua se dispongan otras cuatro molécula unidas por puentes de hidrógeno, permite que se formen en el agua (líquida o sólida) una estructura de tipo reticular y esta capacidad de agrupar o fraccionar estas asociaciones (c) moleculares, algo que no es tan fácil con otros líquidos , es la responsable en gran parte, de su comportamiento anómalo y de la peculiaridad de sus propiedades fisicoquímicas.
Gracias a esta propiedad, las moléculas de agua tienden a formar
agregados como el que se muestra esquemáticamente en el diagrama,
siendo ésta la razón por la que se forman las nubes y las gotas de
lluvia.
En el caso de las
disoluciones iónicas, los iones de las sales son atraídos por los
dipolos del agua, quedando "atrapados" y recubiertos de moléculas de
agua en forma de iones hidratados o solvatados.
Atraen a los iones de la superficie del grano de sal, rodeando y separando sus moléculas Si nos acercamos al comportamiento hidrófobo , y el hecho de que los grupos hidrocarbonados CH tiendan a ser repelidos por las moléculas de agua, nos encontramos con que este comportamiento es el responsable, en parte al menos, de las complejas estructuras espaciales que presentan las proteínas, el ADN y las bicapas lipidicas de las membranas celulares.
En ausencia de agua, todas estas estructuras
serían inestables. Es como el yin y el yang de la vida y en el agua
no podría ser de otra manera pues ya desde el
principio la
catalogábamos como “La esencia densa del existir”.
Si observamos un vaso lleno hasta el borde y un poco mas, tendremos la impresión de que la superficie esta un poco abombada, redondeada ligeramente hacia el borde exterior, dando la impresión de que tuviera una piel, una película tensa que produce un efecto como de capa, incluso, podemos depositar en esta superficie, pequeños objetos, cuando estos, con una densidad mayor, deberían hundirse .
Esto es debido a que las fuerzas activas en sentido
vertical - y debido a la ausencia de moléculas hacia la superficie -
no pueden equilibrarse, abombándose y tensándose, produciendo los
efectos de tensión superficial.
La capacidad y fuerza adhesiva a las paredes del capilar es mucho mayor que la fuerza de cohesión interior que es menor, o lo que es lo mismo, cuando la adhesión (capacidad adhesiva /adhesividad interfacial) es mayor que la cohesión (tensión interior / fuerza tensora interior), el liquido se eleva/tira hacia arriba, hasta alcanzar un nivel superior al del recipiente donde la presión que ejerce la columna de agua, se equilibra con la presión capilar.
Esto es el caso del agua.
En las venas de un árbol este efecto de capilaridad llega a ser un
mecanismo de importancia vital. De esta manera el agua puede llegar
desde las raíces hasta la más alta copa. Sin este efecto, la vida
vegetal no sería posible. En líquidos con una cohesión superior a la
adhesión, como es el caso del mercurio, la capilaridad no existe o
es, por lo menos, muy reducida.
Esto permite que el citoplasma acuoso sirva de
protección ante los cambios de temperatura. Así se mantiene la
temperatura constante. Para evaporar el agua, primero hay que romper
los puentes y posteriormente dotar a las moléculas de agua de la
suficiente energía cinética para pasar de la fase líquida a la
gaseosa. Para evaporar un gramo de agua se precisan 540 calorías, a
una temperatura de 20° C.
Había nacido el sistema periódico de los elementos conocidos entonces.
De este "sistema periódico de los elementos” también debería haber resultado, las propiedades del agua pero dado que el agua, no se deja clasificar en este sistema periódico, es por lo que se habla de las “anomalías del agua”.
Podríamos enumerar algunas de ellas:
El agua cumple simultáneamente con muchos trabajos en nuestro
cuerpo. No sólo trabaja como vehículo disolvente, medio de
transporte o líquido refrigerante; también actúa como portador
idóneo de información, combinando y diluyendo los diferentes
líquidos corporales, de forma individualizada y, reaccionando con
una gran flexibilidad a influencias exteriores.
Esta definición nos serviría para el universo, acercándonos a los clusters de las galaxias que son los objetos más grandes conocidos, o los clusters empresariales donde se agrupan un número determinado de empresas con una interrelación específica, o también una forma operativa del mundo de la informática, como puede ser el Linux.
Pero
en este viaje hacia lo pequeño donde nace lo más simple, es hacia
donde queremos acercarnos. Los clusters del agua son una cantidad de
partículas individuales asociadas entre sí, y a las que se les
considera una unidad uniforme, siendo variable la cantidad de
moléculas que los forman.
Sir John Anthony Pople (1925 - 2004), (químico inglés, premio Nobel de Química en 1998) expuso en 1.950 una novedad extraordinaria :
Estos enlaces de hidrógeno descubiertos por Pople , operan con una fuerza mucho más débil que los covalentes normales pudiendo estirarse, doblarse, y moldearse sin romperse. De esta forma estos enlaces pueden absorber, almacenar y ceder energía como la alta capacidad calorífica. Estos enlaces se comportan como si fueran unos resortes flexibles que modificando sus características posicionales y espaciales de infinidad de maneras distintas, almacenan información en la estructura del agua de una manera similar a como puede almacenar, captar y transmitir los elementos de la memoria de un ordenador.
La mayoría de los físicos y químicos especializados en estos campos, manteniéndose en una ortodoxia conservadora, admiten que la estructura del agua está ordenada en tetraedros igual a la de un cristal de cuarzo. Si continuásemos caminando en esta dirección tendríamos que empezar a hablar de la Física Tetraédrica y del físico japonés Sinichi Seike con su teoría bautizada “Ultra relatividad “.
En base a ella se han logrado
modificaciones gravitatorias e inerciales que implican curvaturas
locales del espacio tiempo, naciendo de esta teoría la Física
tetraédrica. De acuerdo con las leyes de la mecánica quántica y el
principio de incertidumbre de Heisenberg , estos tetraedros
“acuosos” que forman las unidades moleculares del agua pueden ser
pulsantes eléctricamente pues estos enlaces de Hidrógeno se
intercambian por covalentes con cargas eléctricas muy distintas, al
mismo tiempo que los electrones que desaparecen de un vértice,
aparecen en otro, según expone el Profesor Alberto Borras (energías
cósmicas del agua).
Una serie de observaciones condujeron a Hahnemann a suponer que, cuanto menor fuera la dosis administrada al enfermo, más rápida y eficaz sería la curación, estableciéndose así, uno de los principios básicos conocido como "el principio de las dosis infinitesimales". Cualquier producto que se elaborase para administrárselo a un paciente, de acuerdo con la teoría homeopática, consistiría en una pequeña porción de la sustancia activa, prescrita de acuerdo con la materia médica, y diluida sucesivamente hasta que prácticamente no quede sustancia activa en el preparado.
La única explicación lógica que podía buscarse a este principio era que, en el proceso de dilución del principio activo, el medio en el que se diluía éste - normalmente agua - fuera capaz de “memorizar” las características del agente activo, pero evitando su toxicidad, ya que aquél desaparecía. Suponiendo cierto esto, para que el tratamiento fuera más eficaz se necesitaría agitar vigorosamente el preparado durante su proceso de dilución, de manera que todas las moléculas del disolvente entraran en contacto con la sustancia activa.
Es lo que se conoce como dinamización, y exige no sólo una intensa agitación del preparado, sino también que el proceso se realice en sucesivas fases de dilución 1/10 ó 1/100. Es decir, disolviendo sucesivamente una parte de la mezcla original en 10 ó 100 partes de disolvente respectivamente, repitiendo a continuación el proceso.
El número de repeticiones efectuadas determina la potencia de la disolución, en decimales (o centesimales) hahnemannianos: DH (o CH).
Con esto y todo lo anteriormente expuesto podríamos establecer que los clusters así emergentes constituyen a su vez, según el principio de la resonancia, unos patrones de oscilaciones que pueden llegar a tener su efecto hasta niveles insospechados, pues a mayor frecuencia de la oscilación, mayor será el impulso que encadena la curación.
El científico francés Prof. Jacques Benveniste, a finales de 1980, se hizo con renombre mundial por sus trabajos sobre “la memoria del agua”.
Su grupo, que trabajaba entonces en uno de los mayores institutos de investigación en Francia, publicó en 1988 un articulo en la revista técnica de ciencias naturales mas famosa, “Nature” (vol. 333, no. 6176), que debió confirmar el principio de acción de la homeopatía. La existencia de la memoria del agua permitiría justificar los postulados de la práctica homeopática.
El postulado fundamental de ésta es como ya expusimos, el principio de similitud que merece realmente el título de postulado, es decir, de afirmación tenida por cierta, pero no demostrable. Sin embargo, la experiencia sobre la cual Benveniste quería apoyar su descubrimiento, no tiene nada que ver con el principio de similitud.
No se trata aquí de curar absolutamente nada, ni siquiera “in vitro”.
Lo que es nuevo, es que Benveniste observó estas reacciones con disoluciones de anticuerpos de una “potencia” tal que, evidentemente, no queda el más mínimo vestigio del anticuerpo en la disolución.
En esto se basa fundamentalmente Benveniste para afirmar que el agua mantiene “memoria” de la sustancia biológica con la que estuvo en contacto, sin plantearse ninguna hipótesis alternativa que justificase el efecto observado.
Si el mundo técnico hubiese reconocido los resultados, tendría que
haber sido necesaria una revisión completa de los fundamentos de la
bioquímica. Lo que ocurrió fue el detonante de uno de los mayores
escándalos de la ciencia.
De los estudios resultó el reconocimiento de que las moléculas de agua,
El Prof. Bernd Kröplin del Institut fuer Statik und Dynamik der Luft- und Raumfahrtkonstruktion (Instituto de Estática y Dinámica de construcciones aéreo-espaciales) de la Universidad de Stuttgart sugirió, casi como efecto segundario, que el agua posee memoria, en un proceso de ”secado de gotas de agua”.
Muestras de agua fueron expuestas a un campo alternante electromagnético de 50 Hz. y de 500 hz. resp. (el efecto de un teléfono móvil en funcionamiento) y examinadas por el método micro-óptico fueron observadas las fases de secado del agua, y luego comparadas.
Estos ensayos probaron que la radiación emitida por teléfonos móviles causa una reducción de la estructura básica del agua, lo que afecta a su calidad, incluso sin haberse utilizado sustancia alguna, sea química o otras. De la misma manera se examinó la saliva, demostrándose que ésta había sido afectada significativamente.
Kröplin insiste en que los
resultados son reproducibles y que resistirán a la comprobación
científica.
Se trata de una red cerrada de moléculas de agua cuya
estructura le permite contraerse y expandirse para conservar el
equilibrio entre sus puentes de hidrógeno, lo que le da una elevada
estabilidad por lo que también se les llama estructuras metaestables.
A estas formaciones se les podría calificar también como “densidad de información extremadamente alta“. El grado de ordenación de estas estructuras de agua es tan alto como el de los cristales (la estructura de ordenación más alta conocida), por lo que estos agrupamientos se llaman también “cristales líquidos” o “agua cristalina”.
Dependiendo del grado de ordenación de la información,
las fuerzas de unión para la memorización en el agua, son
diferentes.
Siguiendo esta teoría el agua funcionaría parecida al cerebro humano:
Estas estructuras pueden ser comparadas a un tejido pre-tratado con pliegues: por muchos lavados que sean, no pierde los
pliegues originales, para cuya eliminación haría falta proceder de
forma especial.
Lo que en un principio nos habíamos planteado como “Simplemente agua“ se está convirtiendo en algo que ya está alcanzando unas magnitudes inmanejables (hasta ahora) por la propia ciencia. En esta vida no todo es ciencia, también existen otros métodos de investigación y de confirmación que son tan válidos como el propio sistema científico a pesar, por lógica, que esta no lo admita.
Hasta ahora el agua tiene unas supuestas capacidades de poder llegar a tener toda la información del universo al igual que nosotros; es capaz de transmitir informaciones al igual que nosotros, es la sangre de Gaia y también nuestra "sangre". Toda la vida, en efecto, no es sino agua organizada, y el ser humano, desposeído del agua, se reduce a unos pocos kilogramos de sales minerales.
Como todos los seres estamos hechos de agua, ésta nos conecta con nuestro pasado, con todos los procesos de creación y con el secreto mismo de la vida en el Universo.
En palabras del célebre biólogo Claude Bernard ( 1813 –1878):
Quizás el camino para el encuentro con nosotros mismos sea primero
el encuentro con el agua. Por algo somos iguales en un 70%.
Más aún: nosotros, como todos los
mamíferos, nos desarrollamos, en el período de gestación, sumergidos
en un microcosmos acuático, salado y cálido. Y durante el resto de
nuestra vida sentiremos una atracción irresistible por el agua, que
nos vincula con nuestro origen por partida doble, individualmente y
como especie. En todo caso, tanta familiaridad con este elemento ha
hecho que la mayoría de las personas no hayan reparado en su extraña
singularidad, y en los misterios que nos plantea.
Schwenk, en su obra, El Caos Sensible, una verdadera obra maestra en el campo de la investigación, escribió:
Nos estamos dando de bruces con algo grandioso y no nos damos cuenta. Nos conectamos con nuestro entorno a través de unos vórtices o chacras que son remolinos de energía y también la naturaleza así se manifiesta por ex. el principio del vórtice o remolino,
Dicho principio fue llevado a la práctica por el bio-jardinero y antropólogo... Ralf Rössner, en el sentido del clásico principio del torbellino... según Schauberger. Huevos de cristal de silicato (como un reloj de arena) montados en cadena. En este caso también, el éxito fue deslumbrante.
A ese serio bio-jardinero, el empleo de
dicha agua le resultó muy esencial para el cultivo óptimo de la
“raíz de luz de china”, una planta que da energía luminosa o que
crea luminiscencia energética...
Su
capacidad extraordinaria de comprender la naturaleza y la técnica se
diferenciaba profundamente de nuestra actual civilización altamente
industrializada. Sus conclusiones resumidas, recopiladas durante 15
años de trabajo de investigación por el australiano Callum Coats,
fueron publicadas por primera vez hace pocos años bajo el título “Energy Evolution”.
El físico atómico, Prof. Félix Ehrenhaft (1879-1952), conocido por sus trabajos sobre “los movimientos de pequeñas partículas de materia en el campo magnético y en rayos... de luz en haz”, comentó respecto sus investigaciones lo siguiente:
Además, durante estos
ensayos, en el torbellino se producía una fuerza centrífuga 130
veces mayor que la fuerza de gravedad. “(fuerzas toroidales).
El átomo de H puede aceptar dos electrones pero retiene solo uno y el de O que puede aceptar hasta ocho, retiene solo seis. Pues bien, concretemos un poco más y comprendamos que la mayor parte del átomo es espacio vacío, el resto consiste en un núcleo cargado positivamente de protones y neutrones, rodeados de una nube de electrones con carga eléctrica negativa.
El núcleo es pequeño y denso comparado con los electrones. Hoy día los científicos ya aceptan la existencia de un movimiento permanente, que se aplica incluso a lo que llamamos materia muerta (las piedras). Estos movimientos no son perceptibles al ojo, pero existen instrumentos de alta sensibilidad capaces de demostrar que los átomos no son las partículas más pequeñas de la materia, sino que alrededor del núcleo, giran partículas a una velocidad increíble.
En el caso de sustancias líquidas o gaseosas, la velocidad de estas partículas giratorias es todavía más rápida, y, por si esto fuese poco, también tienen un movimiento de rotación. Para que lo entendamos mejor, cualquier objeto que gira o se mueve alrededor de un punto tiene un momento angular.
La tierra, por ejemplo, tiene su momento angular orbital por su movimiento anual alrededor del sol y un movimiento angular intrínseco por su rotación diaria alrededor de su eje .
En una particula ocurre lo mismo, tiene su momento angular elemental que correspondería al movimiento alrededor del núcleo y un momento angular intrínseco, por la rotación sobre su eje. Estos giros, cuando son en el sentido de las agujas reloj se llaman “spin hacia la derecha”, y los que son en sentido inverso “spin hacía la izquierda”.
Este spin le proporciona al electrón una orientación direccional, (al proporcionarle propiedades parecidas a las de un objeto sólido girando) teniendo un momento magnético intrínseco, que lo convierte en un imán diminuto, alineándose a lo largo de su eje giratorio. Gracias a ese momento magnético, que es una propiedad de las partículas, se provoca la alineación del eje con un campo magnético, al igual que la aguja de una brújula lo hace ante un campo magnético o ante el campo magnético terrestre.
Las moléculas de agua y sus átomos también están sujetas a tales movimientos de giro. En la materia casi siempre, el spin es hacía la izquierda, lo que llevó a la suposición que esto seria el “caso normal”. Ahora bien, el caso normal no siempre es el ideal, al igual que la cantidad no es una garantía de calidad. Cuando las partículas alrededor de un átomo están en un equilibrio ideal, deberían ser capaces de girar, alternativamente, hacía la derecha o hacía la izquierda.
Con el agua, tal equilibrio de las rotaciones lo encontramos principalmente en las aguas que nacen en lugares que se han salvado del impacto negativo del medio ambiente (sobrecarga electromagnética). Es por lo que las partículas suspendidas en el agua y en rotación permanente, están bajo la influencia de los campos magnéticos al poseer cargas eléctricas.
Por
este motivo, los campos magnéticos que se instalan en equipos de
tratamiento de aguas, pueden actuar sobre los clusters de agua y
compensar estas influencias.
Cuando una persona alérgica entró en contacto con la mano, con la frecuencia de su alergia, manifestó de inmediato las reacciones típicas de defensa, de modo que no era necesario que ingiriese “agua informada”.
Sorprendentemente, también
fue posible conseguir que se parase la reacción alérgica, incluso
anularla, en el momento en que el paciente cogió con la mano otra
ampolla con la contra-frecuencia exacta neutralizante, a pesar de
que estas frecuencias existían solamente como información impresa al
agua.
Es cierto que ciertas substancias activas son eliminadas por filtración o neutralizadas con la adicción de ciertos productos, pero a la altura de los conocimientos que se poseen, la información memorizada en el agua se conserva intacta. El físico e investigador alemán Wolfgang Ludwig (1927-2004) mantuvo toda su vida la convicción de que la limpieza química del agua no se podía comparar a “energéticamente limpio“.
El Dr. Ludwig, consultor/consejero de la World-Research-Center-Foundation de Los Ángeles, y colaborador estrecho de la Temple University en Philadelphia , dedico muchos años su atención al tema del impacto de nuestro entorno sobre los flujos de energía en la estructura humana.
Fue uno de los primeros
científicos que resaltaron la fuerte influencia que sobre nuestro
organismo producían las frecuencias electro-magnéticas propias de
las sustancias dañinas y mantuvo que el agua posee la capacidad de
desalmacenar, en niveles de determinadas frecuencias, información
impresa previamente y transmitirla a otros sistemas, por ejemplo,
organismos vivos.
Sus experimentos demostraron que con la actual calidad del agua potable, es necesario hacer un tratamiento posterior bastante largo para librar al agua, por vía natural, de las vibraciones de las sustancias dañinas. Las vibraciones así emergentes consiguen llevar a una nueva orientación estructural de la parte acuosa, potenciando las fuerzas sanas reparadoras y, simultáneamente, expulsando las enfermas y dañinas.
En la actualidad en el
Instituto en Horb en
Alemania, se continúan con los experimentos en esta línea de
investigación.
Además los 1.000 productos químicos de síntesis que se lanzan al mercado anualmente, mas las radiaciones de los dispositivos eléctricos con los que convivimos diariamente y que también crean campos magnéticos como son motores, televisores, mobiliario de oficinas, ordenadores, teléfonos móviles, hornos de microonda, el cableado eléctrico en hogares, y las líneas de potencia que los proveen.
Todo esto, tienen que estar afectando
severamente a nuestra salud y pueden ser las causas de la aparición
de tantas nuevas enfermedades, bien pues muchos de estos científicos
están convencidos de que el 90 % de las enfermedades que padecemos
en la actualidad están ocasionadas por la acumulación de todos estos
productos tóxicos acumulativos, incluyendo en estos residuos las
informaciones antinaturales que poseemos en ese 70 % de plasma
marino que somos.
De todas formas y antes de continuar abordando el agua desde un punto de vista mas global no quiero dejar de mencionar algunos científicos como el alemán Prof. Fritz Albert Popp, investigador de los biofotones o partículas de luz, midiendo las radiaciones ultra débiles en las células vivas.
Estos biofotones o partículas de luz que se encuentran desde la zona ultravioleta, pasando por el espectro de luz visible, hasta la zona infrarroja son pulsos coherentes y armónicos, que se almacenan en el ADN, y se propagan a la velocidad de la luz. La bióloga de Milano Enza Ciccolo y sus investigaciones en los campos del “agua con luz“ quien después de su diversas investigaciones con el instituto de mayor prestigio de Italia, el Instituto Mario Negri de la Universidad de Pisa, llegó a la conclusión de que la vibración del agua es el determinante de su calidad.
Estudiando las “particularidades”
físicas, medicinales e energéticas de las aguas de manantial de los
5 lugares europeos de peregrinaje mas conocidos y mediante
mediciones físicas, descubrió en Lourdes las llamadas “aguas de luz
blanca“ que son las que reúnen el espectro completo de la luz.
O el Dr. Dieter Aschoff , inventor del conocido
test
sanguíneo Aschoff, que insistió en señalar la importancia de la
orientación magnética de la sangre ya en todos los enfermos de
cáncer examinados por él, la sangre había perdido su orientación
magnética.
Después de todas las informaciones que hemos manejado llegamos fácilmente a la conclusión de que un agua químicamente pura sigue teniendo, desde el punto de vista físico, sustancias contaminantes, transmitiéndose estas vibraciones interferentes a otros organismos vivos.
Por otro lado, mediciones electro-magnéticas demostraron que las llamadas aguas de manantial tienen frecuencias especialmente positivas para organismos vivos, incluso en los casos donde la composición química es todo lo contrario al agua limpia (similar al agua del Ganges)
En el momento en que evaluemos el agua, no sólo según los criterios de observación de unos valores limites preestablecidos (que son modificados en la medida que interesa), es decir, basados en la ausencia de determinadas sustancias químicas, y tomemos en consideración también los aspectos físicos, biológicos o más bien TODOS sus aspectos, es cuando nos haremos con una visión integral de la calidad del agua.
Solamente entonces, estaremos en disposición de admitir los métodos de examen o investigación integrales, estudiarlos y a su vez aceptarlos.
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