11 Julio 2014
del Sitio Web RT

 

 



EE.UU. es el líder mundial en hacer guerras de agresión,

el mayor crimen internacional según los Juicios de Nuremberg,

y ha utilizado su "martillo" en América Latina y Oriente Próximo,

dice el politólogo Noam Chomsky.

 

 

 

 

 


Los Juicios de Nuremberg que siguieron a la Segunda Guerra Mundial sentenciaron que,

"iniciar una guerra de agresión (...) no es solo un crimen internacional, es el mayor crimen internacional, diferenciándose de los otros crímenes en que contiene en sí mismo la perversidad acumulada de los otros".

Pero hoy en día,

"la agresión ya no es el mayor crimen internacional", "no se puede comparar con la destrucción de las vidas de las generaciones futuras para garantizar mayores bonos mañana", escribe Chomsky.

Recuerda que la invasión británico-estadounidense de Irak fue un ejemplo clásico de agresión.

"Los agresores destruyeron 'la identidad nacional iraquí y la reemplazaron con identidades sectarias y étnicas' cuando EE.UU. instaló un Consejo de Administración sobre la base de la identidad sectaria, 'una novedad para Irak'," recuerda el experto, citado por el portal AlterNet.

El politólogo subraya que ahora los chiíes y los suníes en Irak son los peores enemigos,

"gracias al martillo manejado por Donald Rumsfeld y Dick Cheney [respectivamente secretario de Defensa de EE.UU. y vicepresidente durante el gobierno de George W. Bush] y otros como ellos que no entienden nada más allá de la violencia y el terror y que han ayudado a crear conflictos que ahora están destrozando la región".

"El martillo fue luego recogido por el presidente Obama para destruir Libia.

 

El resultado es que Libia está ahora desgarrada por la guerra entre milicias, mientras que el terror yihadista se ha desatado en gran parte de África, junto con una avalancha de armas que llega también a Siria", afirma Chomsky.

El académico recuerda que las consecuencias del "terrorismo de Estado de EE.UU." se sienten en todo el mundo, pero,

"más cerca de casa es más difícil hacerles caso omiso".

El politólogo menciona la avalancha de menores que huyen a EE.UU. desde América Central:

"'The Washington Post' informa de que fluyen 'en su mayoría de Guatemala, El Salvador y Honduras', pero no de Nicaragua. ¿Por qué?

 

¿Podría ser porque cuando el martillo de Washington azotaba la región en la década de 1980, Nicaragua fue el único país que tenía un Ejército para defender a la población contra los terroristas dirigidos por Estados Unidos, mientras que en los otros tres países los terroristas que devastaban estos países eran grupos equipados y entrenados por Washington?".