11 Noviembre 2016
del Sitio Web
ElRobotPescador
Estas últimas horas, desde la victoria de Donald Trump en
EE.UU., hemos asistido a un espectáculo mediático realmente
llamativo en los medios de comunicación españoles: un estado de
histeria colectiva como hemos visto pocas veces.
Por lo visto, la victoria de Donald Trump, ha caído como un jarro de
agua fría en el
establishment español,
especialmente entre las élites políticas y sus esbirros de los
grandes medios de comunicación.
Hemos asistido a ataques de histeria por parte de periodistas,
tertulianos y popes de la comunicación españoles, muchos de ellos
conservadores; y también entre políticos, entre los que queremos
destacar a Alberto Rivera de
Ciudadanos, al cual hemos visto
casi con los ojos fuera de las órbitas (¿exceso de estímulo vía
nasal?), despotricando de Donald Trump y utilizándolo patéticamente,
para atacar a sus rivales políticos de
Podemos.
Durante horas hemos asistido a una oleada de ataques contra Trump
por parte de
los medios, donde solo les ha
faltado insultarlo directamente y en el que se le ha echado
porquería suficiente como para abonar todos los campos del país.
En algunos momentos, hasta parecía algo personal.
Y la pregunta que nos hacemos es:
¿a qué viene este estado de histeria
colectiva en
el
establishment
español, incluidos los partidos conservadores y los medios de
comunicación?
A estas alturas, intuimos que este
rechazo visceral, no tiene nada que ver con el mensaje racista,
xenófobo o insultante de Trump, aunque utilicen estos argumentos
para justificar su histeria.
Así pues, ¿a qué viene tanta histeria...?
Tenemos una "teoría" al respecto y la vamos a exponer, para que los
lectores la critiquen y aporten sus valiosos comentarios y puntos de
vista propios, a ver si entre todos lo esclarecemos, porque la
verdad es que la reacción del establishment español, nos ha
parecido excesiva.
Como bien sabrán los lectores, nosotros mismos hemos criticado con
vehemencia lo que creemos que representa la victoria de Trump,
porque de hecho, consideramos que es una victoria orquestada por las
propias élites, con alguna función concreta.
Es decir, no nos creemos ni una palabra de ese argumento que nos ha
tratado de vender a Trump como una figura "anti-establishment", o "anti-sistema".
Creemos que esa imagen de Trump, es una patraña para engañar a la
población y de hecho consideramos un insulto a la inteligencia que
se considere a un asqueroso multimillonario elitista, como ejemplo
de "anti-sistema".
Esta tomadura de pelo es lo que nos enfada y nos indigna y lo hemos
expuesto claramente en anteriores artículos.
En resumen:
lo que nos cabrea es que no sea
realmente un anti-sistema.
Sin embargo, la reacción del
establishment español, la consideramos impropia de su posición;
y sobretodo la consideramos exagerada.
Hemos visto auténticos nervios y un nivel de estupor, incredulidad y
sorpresa, propios de alguien que no valoraba la victoria de Trump
como una posibilidad real.
Y eso nos llama especialmente la atención, puesto que si leemos
entre líneas, veremos que en otros países
de la Unión Europea, las élites
políticas sí parecían estar preparadas para esta eventualidad.
De hecho, parece como si en otros países, supieran que iba a ganar
Trump desde hace muchos meses. Y eso nos lleva a intuir que no todos
los gobiernos y élites de cada país, disponen de la misma
información.
Por ejemplo, recordemos que en países como,
-
Francia
-
Holanda
-
Alemania,
...llevan meses preparándose para crear
un ejército propio de la UE, aparte de la OTAN.
Y recordemos que la creación de ese
ejército unido europeo, fue uno de los motivos que los partidarios
del Brexit esgrimieron como
argumento para separarse de la UE.
Por lo tanto, es como si países como Alemania, Francia o Holanda,
supieran desde hace bastantes meses, que llegaría al poder alguien
como Trump dispuesto a desmembrar la OTAN y se estuvieran preparando
para ello.
Y lo estuvieron haciendo, desde mucho
antes de que ni tan solo Trump se presentara como candidato.
Así pues, ¿lo sabían de antemano...?
Tengamos en cuenta, que los gobiernos de estos mismos países
(especialmente Francia y Alemania), han puesto palos en las ruedas
varias veces durante las negociaciones del
tratado comercial TTIP (Asociación
Transatlántica para el Comercio y la Inversión) entre la UE y
EE.UU., provocando oportunos retrasos y parones en la negociaciones,
algo a lo que han llegado a contribuir regiones de Bélgica como
Valonia.
Aunque ahora culpen a EE.UU. de no
cerrar el trato... (cabe destacar no obstante, que EE.UU. ha actuado
con un elevado nivel de prepotencia, aunque eso ya es lo normal,
¿no...?)
El hecho es que parece como si supieran que el tratado impulsado
bajo el mandato
Obama, no iba a poder
implementarse de momento, y estuvieran ganando tiempo.
En cambio, por lo visto, todo apunta a que las élites políticas
españolas, no tenían ni puñetera idea de lo que realmente
sucedía.
Eso explicaría que en España, haya caído como un jarro de agua fría
la victoria de Trump.
Y destaca al respecto, la reacción de los medios de comunicación más
próximos al establishment, muchos de ellos conservadores, que han
entrado en estado de histeria exagerado, así como políticos como
Alberto Rivera de Ciudadanos.
Fíjense ustedes, que la gente de Podemos, por poner un
ejemplo, y que están en las antípodas ideológicas de Trump, no han
reaccionado con tanta histeria.
En todo caso, se han enfadado cuando los
conservadores y basura afín, les han tratado de identificar
absurdamente con la figura de Trump, tildándolos de "populistas".
Y he aquí un detalle que queremos destacar:
los más histéricos con la victoria
de Trump son los partidarios del TTIP, es decir,
Especialmente la gente de Ciudadanos,
el partido creado ex-profeso para defender los intereses
de las grandes empresas españolas del
IBEX-35 y de
los bancos.
Y eso nos lleva a preguntarnos:
¿Existe la posibilidad de que la
llegada de Trump y su más que posible destrucción del
TTIP, hayan echado al traste suculentos negocios, muchas veces
personales, para las élites políticas españolas y sus esbirros?
El TTIP representa la privatización de
los bienes públicos en los países europeos.
Y los políticos de todos los países que
están negociando los flecos del acuerdo en Europa, actúan como
lobbystas a sueldo de las grandes corporaciones, que con toda
probabilidad, les habrán prometido suculentos beneficios y puestos
bien remunerados si firman el tratado y defienden sus intereses al
realizar el acuerdo.
Además, una vez firmado el TTIP, los políticos de los grandes
partidos representados en las altas instancias europeas y que
intervienen en las negociaciones, podrán seguir ejerciendo de
lobbystas para favorecer los intereses de todas esas multinacionales
dispuestas a comprar sus servicios, al amparo del tratado comercial.
En definitiva:
el TTIP era el robo del
siglo por parte del establishment político ladrón de España,
encarnado por los principales partidos:
PP, PSOE y Ciudadanos (y
nacionalistas neo-liberales de
CiU y
PNV), dispuestos a vender
su patria a cambio de cuatro perras a los intereses de las
transnacionales.
Era la gran mordida que esta banda de ladrones podían realizar.
El robo de sus vidas, una oportunidad
que solo se presenta cada 10 generaciones.
Y
los medios de masas afines a ellos,
también iban a mojar de este inmenso negocio de corrupción
institucionalizada, cuya magnitud sería incalculable, pues podrían
vender sus servicios de propaganda mediática para justificar
cualquier medida emprendida por las corporaciones y los esbirros
políticos comprados.
¿Que una corporación quiere realizar prácticas de fracking en una
región concreta? Pues pagando, no solo recibiría el apoyo del
político local de turno que daría su visto bueno y su aval, sino que
podría comprar los servicios del medio de comunicación afín para que
realizara la consiguiente campaña de propaganda y justificación de
dichas prácticas.
Para eso están los grandes medios de comunicación. Para vender
su influencia mediática a cambio de dinero. Como un
alquiler de un espacio de propaganda, o contratar una campaña
publicitaria encubierta.
Esta caterva de políticos ladrones y medios de comunicación se iban
a poner las botas.
Y gracias al propio TTIP, nadie podría denunciar nada de lo
sucedido, porque los intereses de las transnacionales, estarían
blindados.
Pero resulta que la llegada de Trump y sus políticas
proteccionistas, posiblemente, les ha reventado el negocio.
Además, es muy posible que la política proteccionista de Trump,
signifique erigir barreras a las grandes constructoras y bancos
españoles en EE.UU., así como
en América Latina, a la que muy
posiblemente, Trump intentará convertir de nuevo en su patio
trasero, expulsando a la competencia para favorecer solo los
intereses de las élites norteamericanas.
Por lo tanto, el prejuicio para las élites españolas por la victoria
de Trump, quizás sea doble, y posiblemente, esa sea la razón de esta
reacción exagerada, extemporánea y imprudente en España.
Imprudente, porque Trump es el
presidente de EE.UU. y no es muy inteligente ir tratándole como si
fuera un monstruo. Eso, tarde o temprano se te gira en contra, y más
si tratas con un personaje con tan poca cintura diplomática como ese
memo egocéntrico y narcisista.
Así, pues, no creemos que al establishment local les moleste
lo que dice o hace Trump, ni sus declaraciones discutibles.
Al fin y al cabo, no les molesta que en
Arabia Saudita se ejecute a la gente o se maltrate a las mujeres:
el propio establishment nacional
aplaude cuando el rey de España va a lamerle el culo a esos
monarcas árabes criminales.
Por lo tanto, deducimos que a este establishment español, lo
que le joroba es que la victoria de Trump les ha reventado el
mangoneo del siglo; y no solo el de los políticos implicados ahora,
sino el de sus partidos y futuros miembros políticos.
El TTIP era un esquema de corrupción institucionalizada
a largo plazo, que ahora se irá al traste y dará pie a otros
modelos de corrupción en el que este establishment español no está
invitado.
Es pues, un asunto de corrupción particular, y quizás por eso,
algunas personas tienen un nivel de resentimiento que parece
personal.
Esa es nuestra teoría, una teoría resumida y no profundizada, que
solo exponemos como excusa y punto de partida, para invitar a los
lectores a exponer sus propios puntos de vista, sus propias teorías
y refutaciones en el espacio de comentarios; unos comentarios que
esperamos se erijan en el auténtico protagonista de este artículo.
Y vosotros,
¿porqué creéis que el
establishment español y los periodistas, se ha tomado tan
mal la victoria de Trump?
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