PRÓLOGO
-
"Nestlé mata a los bebés!"
-
"McDonald's destruye la selva tropical!"
-
"¡Tu calzado deportivo se fabrica con mano de obra infantil!"
¿Son
ciertas estas afirmaciones?
¿Es
cierto que mi marca preferida se produce en condiciones infrahumanas?
¿Hay alguna cosa
que pueda seguir comprando sin recibir como "vuelto" una violación
de los derechos humanos o la destrucción del medio ambiente? ¿O será
que estas objeciones son demasiado exageradas y ya han pasado de
moda...?
Las grandes marcas dicen: no hay ningún problema. McDonald's, por
ejemplo, entrega sus
hamburguesas en cajitas reciclables no contaminantes. Nike ("Just Do
It!") hace algo contra el trabajo infantil. E incluso la compañía
petrolera Shell se declara comprometida y pregona su responsabilidad
social y ecológica.
¿Qué más se puede pedir?
Nosotros quisimos investigar más a fondo y pusimos a las marcas
famosas bajo la lupa.
Porque si en el mundo hay doce millones de niños que se desloman
para fabricar artículos de exportación baratos, sin duda hay alguien
que está sacando provecho de ello. Y porque cuando se dice que los
grupos multinacionales promueven la explotación, la venta de armas,
la destrucción ambiental y el maltrato a los animales, es necesario
que a esas multinacionales se les ponga nombre y apellido.
Una gran cantidad de entidades de derechos humanos, sindicatos,
organizaciones
religiosas y periodistas críticos de todo el mundo observan con
atención los manejos de firmas inescrupulosas y sacan a la luz las
irregularidades. Nosotros hemos recopilado las imputaciones más
generalizadas, para después revisarlas y actualizarlas.
Asimismo,
por medio de Internet, pudimos obtener documentos de Hong Kong que
hasta el momento habían pasado inadvertidos, artículos de periódicos
nigerianos regionales e incluso informes comerciales de las propias
multinacionales, cuyo contenido fue analizado y chequeado para
controlar su veracidad.
Finalmente clasificamos los resultados en rubros de consumo, a
través de los cuales
mostramos que el desprecio por los derechos elementales en el
comercio internacional es sistemático: en el primer capítulo, Klaus
Werner se dedica a las relaciones globales de explotación por parte
de las multinacionales.
Allí exhibe las numerosas formas que adopta
la despiadada búsqueda de lucro en las áreas correspondientes a
alimentos, indumentaria, aparatos electrónicos y combustibles, así
como también en los bancos y las grandes industrias.
Hans Weiss,
experto en medicamentos desde hace muchos años, apunta a las
anomalías en la industria farmacéutica y nos demuestra que aun los
juguetes de los niños suelen producirse en condiciones inhumanas.
En dos países - en Hungría y en el Congo - logramos descubrir por
nuestra propia cuenta cómo se benefician de las violaciones a los
derechos humanos empresas que son grandes y conocidas. Debimos
hacernos pasar por negociantes inescrupulosos para llevar a cabo
nuestras investigaciones: Klaus Werner se transformó en un
traficante "virtual" de materias primas, a fin de averiguar qué
papel desempeña la multinacional alemana Bayer en el financiamiento
de una guerra que ya se ha cobrado más de 2,5 millones de vidas en
el corazón de África.
En un viaje a la zona del conflicto, comprobó
que muchos de los afectados saben perfectamente que están sumidos en
la miseria, en parte, "gracias" a la codicia de compañías
occidentales. Mientras tanto, Hans Weiss se convirtió de la noche a
la mañana en manager de la industria farmacéutica. Directores de
diversas clínicas de Budapest le dieron la aprobación vía email
para someter a sus pacientes a ensayos clínicos prohibidos (a cambio
de elevados honorarios)
El reporte explica por qué las compañías
farmacéuticas internacionales testean sus nuevos medicamentos de
manera creciente en Europa Oriental y en países del denominado
Tercer Mundo. Del mismo modo, revela las prácticas no éticas de las
multinacionales y la complicidad de los médicos involucrados.
La segunda parte del libro brinda informes comerciales especiales
acerca de cincuenta
empresas seleccionadas, que atentan contra los valores éticos en
forma reiterada y generalizada. Nos hemos concentrado en marcas
conocidas que dominan gran parte del mercado en Alemania,
Austria y Suiza.
Sus delitos son tan diversos como
los productos que comercializan:
-
Adidas, fabricante de artículos deportivos, se encuentra
en la picota a causa de las desastrosas condiciones laborales que
imperan en las plantas de sus proveedores
-
la marca de bananas
Chiquita, debido a la explotación de los trabajadores en las
plantaciones y al uso de herbicidas extremadamente peligrosos
-
la
empresa de ropa interior Triumph recibe críticas a raíz de su
cooperación con el brutal régimen militar de Myanmar (ex Birmania)
-
mientras que a Siemens se la acusa de participar en peligrosas
centrales nucleares y en proyectos de represas, para cuya concreción
fue necesario expulsar a millones de personas de sus hogares y
despojarlas de su sustento vital.
Dentro de nuestra "lista de los malvados", los tres que ocupan el
podio son Bayer,
TotalFinaElf y
McDonald's.
La lista de imputaciones a las
multinacionales alemanas que operan en el sector químico y
farmacéutico es casi interminable. Bayer expone a los pacientes a
ensayos clínicos no éticos, a sabiendas de los graves daños de salud
que pueden provocarles, Bayer pone en circulación peligrosas
sustancias tóxicas, Bayer lucha para que no haya medicamentos
baratos contra el sida en los países más pobres del mundo y Bayer,
por último, es uno de los pilares que financian el comercio de
materias primas dentro de un Congo azotado por la guerra civil.
La multinacional de estaciones de servicio TotalFinaElf desarrolla
su actividad
prácticamente en todos los lugares donde convergen la violación de
derechos humanos y la extracción de petróleo:
en Myanmar, en Sudán,
en Angola y en Nigeria.
Y McDonald's no sólo es criticada por las
consecuencias que ocasiona su consumo industrial de carnes en el
medio ambiente y en la ganadería: los juguetes con los cuales la
empresa de hamburguesas atrae a los niños europeos hacia sus
restaurantes fueron fabricados gracias a la explotación de niños
chinos.
En Europa, hasta el momento, esto pareció importarles a muy pocos.
Durante la realización de este libro, comprobamos con frecuencia que
el maltrato a los animales y la destrucción de la naturaleza generan
reacciones más enérgicas que la violación de los derechos humanos.
¿No es curioso que millones de automovilistas hayan boicoteado a la
compañía Shell en 1995 porque ésta planeaba sumergir una plataforma
petrolífera en el Mar del Norte y que no lo hicieran, en cambio, por
su vinculación con el atropello a los derechos humanos en Nigeria?
También desde Internet, los llamados a boicotear a firmas que
efectúan experimentaciones con animales superan largamente a las
condenas contra las multinacionales que sacan provecho de la
explotación humana.
De todos modos, el tema del boicot es un arma de doble filo. En la
mayoría de los casos
no nos parece conveniente, ya que a menudo los boicots no hacen más
que poner en peligro los puestos de trabajo sin modificar en
absoluto la miseria de la gente. Las excepciones a la regla (es
decir, los casos en los que los mismos involucrados convocan al
boicot) las presentamos en este libro.
En el caso de muchos
productos - en especial, los alimentos - el Comercio Justo ofrece
alternativas buenas y económicas. Si se hallan disponibles, se puede
dar prioridad a los bienes regionales o a los que se fabrican según
criterios ecológicos. En el ámbito de la inversión de capitales, los
fondos éticos tienden a promover un enriquecimiento
políticamente correcto.
Mientras tanto, en el área de los
combustibles, la única alternativa consiste en evitar todo lo
posible el uso del automóvil y el avión.
Pero de lo que se trata, en primer término, es de exigir a viva voz
que las grandes
empresas realicen cambios. Ese poder está en manos de los
consumidores. Las casas matrices de las multinacionales tienen muy
en cuenta esas protestas, tal como se desprende de una serie de
campañas exitosas.
Cuanto más se extienda esa protesta y cuanto más
clara se torne, más se verán forzados los responsables a efectuar
cambios que superen lo meramente cosmético.
En resumen, este libro no busca eliminar el placer del consumo. Al
contrario: pretende
actuar como estímulo para que usted se convierta en un consumidor
atento e incluso activo. Porque cada vez es más la gente que combina
su placer con la exigencia de estándares de vida dignos en el otro
extremo de la cadena de producción.
Más allá de cada caso particular, sean cuales fueren sus exigencias,
de una cosa estamos
seguros: al leer este libro, usted se pondrá furioso.
Klaus Werner y Hans Weiss
Berlín/Viena, agosto de 2001
PD: Por supuesto que nuestra lista no está completa. En algunos
rubros, las violaciones a los derechos humanos están tan extendidas
que es imposible incluir a todos los responsables.
Asimismo hay
empresas a las que (aún) no se les puede demostrar fehacientemente
sus abusos desde el punto de vista jurídico.
Si usted cree que se ha
omitido mencionar a alguna firma "malvada" o quiere brindarnos datos
concretos, háganos llegar su inquietud
a través de la dirección de
Internet.
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INESCRUPULOSO & CÍA
Las multinacionales invierten sumas millonarias para cuidar la
imagen de sus marcas. En donde ahorran es en las condiciones de
producción.
Como consecuencia, surgen relaciones laborales
deplorables, pobreza y violaciones a los derechos humanos.
En estos
casos, el
compromiso social no es más que un truco publicitario.
La compañía petrolera Shell constituye una de las principales fuentes
de financiamiento de los proyectos sociales en el delta del Níger (África
occidental).
Esta corporación destina casi 60 millones de euros
anuales a escuelas e instituciones sanitarias en la empobrecida
región del sur de Nigeria.1 En Europa y Japón, Shell se cuenta entre
los mayores promotores de la energía solar: allí la multinacional
construye equipos generadores.
Un folleto publicitario reza:
"Estamos
convencidos de que solamente pueden ser exitosas aquellas empresas
que persiguen tres objetivos: competitividad, responsabilidad social
y
orientación ecológica."
A todo esto, la compañía representó durante largo tiempo la imagen
del enemigo para las agrupaciones ambientales y de derechos humanos.
Cuando en 1995 Shell quiso sumergir la plataforma petrolífera Brent
Spar en el Mar del Norte, millones de automovilistas boicotearon las
gasolineras con el logo amarillo del molusco hasta que la empresa
revio su posición. Ese mismo año, la imagen de la firma se vio
afectada por segunda vez a causa del asesinato del escritor Ken Saro Wiwa.
A Shell, principal productor de petróleo de Nigeria, se la
acusa de haber cooperado con el anterior régimen militar de ese país,
que simplemente se deshizo de este molesto opositor a la industria
petrolera.
Ahora ya se sabe que una violación demasiado evidente de los
intereses humanitarios y ambientales perjudica el negocio.
"Shell se
esfuerza por garantizar que su actividad no conduzca a violaciones
de derechos humanos", dice incluso Arwind Ganesan, de la prestigiosa
organización Human Rights Watch.
Según su opinión, los informes
ambientales y de derechos humanos publicados por la compañía son
hasta un modelo para otras firmas.2
Por cierto, la gente de Nigeria tiene una opinión muy diferente:
Shell fue y sigue siendo
responsable de la destrucción del sustento vital de miles de
familias. Quienes protestan contra esta multinacional continúan
sufriendo intimidaciones aún hoy.
Y la empresa, pese a su
inescrupulosa explotación de los recursos autóctonos, sigue
negándose a pagar un resarcimiento económico adecuado a las víctimas:
los afectados del pueblo de los ogoni estiman que, desde el inicio
de sus actividades en Nigeria, Shell ha extraído petróleo de su
suelo por un valor aproximado de 35.000 millones de euros.3
Ya en el
año 1992 se calculaba que los daños ambientales ocasionados por la
explotación ascendían a unos 4.000 millones de euros.
Los 60 millones, otorgados según datos de la empresa para el
compromiso social,
adquieren de pronto un cariz diferente: se transforman en un gasto
comparativamente pequeño, pero tanto más eficaz, dentro del
presupuesto de publicidad.
En efecto, la acción caritativa de Shell
es reconocida en los medios internacionales como un clásico ejemplo
de responsabilidad empresarial.
1 -
"Nigeria protests prompt development moves", Financial Times,
22.2.2001; importe en dólares estadounidenses: 53 millones. Debido a
las fuertes oscilaciones en el tipo de cambio, en este libro hemos
utilizado de manera uniforme la paridad promedio del año 2000 (0,92
dólar por euro)
2 -
"Whose Globe?", Business Week 45/2000
3 -
"Ogoni Wars: Arms Were Sponsored By Shell", This Day, Lagos,
25.1.2001
La imagen es todo
Las multinacionales aprendieron su lección.
Aproximadamente desde
los años '70, muchas firmas conocidas pasaron a ser el blanco de los
ecologistas y los activistas de derechos humanos. Los llamamientos
para boicotear a Nestlé, McDonald's, Siemens y Shell concitaron gran
atención. Hoy prácticamente ni se recuerda cuál era entonces el
origen de la crítica. Pero en cierta forma se sabe: esas empresas
estuvieron involucradas en negocios non sanctae (ver retratos de las
firmas en la parte final del libro)
Entretanto, casi todas las grandes corporaciones publican en forma
periódica voluminosos
informes ambientales y sociales.
Contratan encargados de derechos humanos y han establecido "códigos
de conducta"; mediante estas normas de comportamiento, las empresas
se autoimponen reglas (a veces más estrictas, a veces menos)
tendientes a respetar los principios ecológicos y sociales. Nuevos
conceptos hacen su ingreso en las asambleas de juntas directivas y
en las respectivas páginas Web.
Además del shareholder valué (el
valor bursátil de una empresa, tan importante para los accionistas),
ahora se incorpora el stakeholder valué: según esta filosofía, sólo
podrá tener éxito en la economía de mercado aquel que actúe en forma
correcta frente a todos los grupos afectados por un negocio. Entre
esos diferentes grupos se encuentran los trabajadores y los clientes,
así como también el medio ambiente y los países en los que opera una
empresa.
Lo mismo se transmite a través de otros conceptos en boga,
tales como corporate responsibility y corporate citizenship: el
accionar comercial de una firma no se limita sólo a criterios
económicos, comprende también una responsabilidad social; sí, las
firmas incluso quieren ser "buenos ciudadanos" de un país o de todo
el planeta.
De este modo, en octubre de 2000, unos 120 directivos de Siemens se
abocaron de manera voluntaria y ad honórem a la construcción de un
campo de veraneo para niños huérfanos de Alemania y la República
Checa.
Tal como informó el semanario económico Wirtschaftswoche,
construyeron seis cabañas de madera, una cabaña sanitaria y una de
depósito, dos galerías techadas, dos trepadoras y una cancha de
beach voley y acarrearon durante la obra 13 toneladas de madera, 50
metros cúbicos de arena y media tonelada de hormigón:
"Ahora 24
niños y asistentes sociales pueden pasar allí sus vacaciones libres
de toda preocupación."4
El semanario comenta que la acción no sólo
ayuda a los más débiles de la sociedad, sino que además fortalece el
espíritu de equipo. Y (no menos importante) también es buena para la
imagen.
Por cierto, Siemens no sólo demuestra el espíritu de equipo en la
construcción de campamentos vacacionales, sino también a través de
sus numerosas participaciones en proyectos más que cuestionables.
Gracias al aporte de la multinacional con sede en Munich, se
construyen numerosas y gigantescas represas en países del Tercer
Mundo; como consecuencia, millones de personas son desplazadas a
otros lugares (en parte, mediante el uso de la fuerza) y pierden su
sustento vital sin recibir a cambio una indemnización adecuada.
Además, Siemens continúa siendo líder en la construcción de
peligrosas centrales nucleares
en todo el mundo. Según ha podido verificarse, muchos de estos
reactores no son rentables y constituyen una carga para el
presupuesto de Estados altamente endeudados.
Mientras tanto, la
empresa registra con ellos pingües ganancias.
image
4 -
"Brücken bauen", Vfirtschaftswoche 48/2000
¿Fabrican minas terrestres por el compromiso social?
"El valor de una empresa puede incrementarse cuando se está
dispuesto a asumir también una responsabilidad social en la empresa
y en la sociedad", reveló el mandamás de Mercedes, Jürgen Schrempp,
a la Wirtschaftswoche.
Lo que no dijo el directivo es si la
fabricación de armas también formaba parte de esta responsabilidad.
DaimlerChrysler, o, mejor dicho, una filial de la corporación
automotriz, se encuentra abocada al desarrollo de armas nucleares. Y
no sólo eso: la empresa también produce minas terrestres. En el
plano internacional, las minas antipersonales están prohibidas
debido a sus atroces consecuencias. A menudo también hay civiles
entre las víctimas de su uso.
Para promocionar la "mina antitanque" PARM 2, la filial Deutsche
Aerospace recurrió a las revistas especializadas del ramo,
utilizando eslóganes tales como "moderna y efectiva".
Hubo oficiales
de las Fuerzas Armadas que alabaron las bondades de la PARM:
"Las
minas modernas tienen un efecto demoledor. Pueden combatir al
enemigo aun detrás de una defensa y en espacios muertos."5
Sólo tras
las protestas masivas encabezadas por la asociación Accionistas
Críticos, Jürgen Schrempp anunció a fines de 1998 que se suspendería
la producción de minas PARM.
De todas maneras, según datos de los Accionistas Críticos, la paleta
de productos aún cuenta con la "MineFlachFlach" (MIFF) y la "MineMultiSplitterPassiv"
(MUSPA) Cabe señalar que ambos artefactos, a diferencia de lo
ocurrido en Alemania, fueron incluidos por la Secretaría de Defensa
norteamericana dentro de la categoría de minas antipersonales.
Por
eso, algunos países como Italia (integrante de la OTAN) desecharon
este tipo de minas y destruyeron las existencias.6
"Podemos aniquilarte"
Uno de los que tienen que ponerse al día en el cuidado de la imagen
es Nike, la firma norteamericana de indumentaria deportiva.
A
mediados de la década del 90, medios estadounidenses filmaron a
niños paquistaníes cosiendo el logo de Nike - la "pipa" - en balones
de fútbol. Desde entonces, se mantiene la ola de indignación por las
condiciones laborales en los denominados sweatshops (las factorías
situadas en Asia y América latina, patios traseros donde se
confeccionan los productos de esta multinacional)
Y una y otra vez
salen a la luz nuevos casos de explotación y maltrato (ver capítulo
"Deporte e indumentaria")
En EE.UU., estos informes se han convertido en una seria amenaza
para la imagen de la empresa. El famoso eslogan de Nike "Just Do
It!" (Simplemente hazlo) fue reformulado para convertirse en "Just
Boycott It" (Simplemente boicotéala) Cada vez más jóvenes le dan la
espalda a la que otrora fuera su marca preferida. Para la empresa,
la pérdida de confianza registrada en este target resulta
particularmente dolorosa.
En 1997 se produjo en Nueva York una verdadera catástrofe para las
relaciones públicas de Nike.
5 -
"Eine Mine ist (k)eine Mine",
http://www.dfgvk.de/abruestung/abrmine2.htm
6 -
Ver
http://www.kritischeaktionaere.de/Konzernkritik/DaimlerChrysler/DCagbOl/DcagbO1f/dcagb01f.html
El asistente Social Mike Gitelson, quien tenía a su cargo a
jóvenes del Bronx, le expresó a la periodista canadiense Naomi Klein
que estaba,
"harto de ver correr por ahí a los muchachitos con
zapatillas que ni ellos ni sus padres pueden darse el lujo de
comprar".7
Gitelson les dijo que los trabajadores de Indonesia
ganaban solamente 2 dólares por día y que a Nike le costaba
solamente 5 dólares fabricar ese calzado, por el que ellos pagaban
entre 100 y 180 dólares.
Les contó además que Nike no fabrica ni una
sola zapatilla en EE.UU. Y que ése era uno de los motivos por los
cuales a sus padres les resultaba tan difícil encontrar trabajo.
"Es
así, amigo, te chupan la sangre. Si aquí en el barrio alguien te
hiciera eso, ya sabes cómo terminaría."
Funcionó. Primero los
jóvenes enviaron cartas al director de Nike, Phil Knight,
solicitándole que les devolviera el dinero. La empresa respondió con
cartas estándar que no decían absolutamente nada.
"Ahí sí que nos
pusimos furiosos y decidimos organizar una manifestación", dijo Gitelson.
Seguidamente, doscientos jovencitos de entre once y trece años se
dirigieron hacia "Nike Town", una especie de supermercado vivencial
que la empresa posee en Nueva York.
Gritando y vociferando, los
chicos arrojaron a los pies del personal de seguridad bolsas de
residuos llenas de viejas zapatillas malolientes, todo bajo la
atenta mirada de los medios de comu nicación. Rodeados por las
cámaras, los niños - en su mayoría, negros y latinoamericanos -
parecieron cobrar mayor estatura.
Uno de los activistas, de trece
años de edad y oriundo del Bronx, miró directamente a la cámara de
una importante cadena televisiva y dirigió un mensaje a la empresa,
cuyo contenido hizo transpirar a los gerentes de publicidad:
"Nike,
nosotros te hicimos. Y también podemos aniquilarte."8
Dudosas mejoras
Los dueños de la empresa sabían lo que eso significaba: si sus
clientes más mimados se valían de los medios para dañar una imagen
creada con tanto esfuerzo y con miles de millones, entonces el agua
les llegaría al cuello.
Con un solo golpe, una banda de adolescentes
del Bronx logró lo que no habían podido cientos de organizaciones de
derechos humanos, que apenas habían accedido a una pequeña franja de
"buena gente". Tras cartón, Nike emprendió una ofensiva, reconoció
muchas de las imputaciones y juró que implementaría mejoras.
En
algunos lugares, esas reformas efectivamente se realizaron:
numerosas factorías recibieron por fin los correspondientes
dispositivos de seguridad (tales como matafuegos y salidas de
emergencia), los lugares de trabajo se mejoraron y además se
realizaron controles más estrictos contra el trabajo infantil. Pero
en cuanto al núcleo del problema, poco ha cambiado: ni Nike ni las
otras multinacionales que fabrican sus productos en los países más
pobres están dispuestas a pagar salarios adecuados.
Por el contrario:
desde que los proveedores independientes deben atenerse a los
estándares exigidos por Nike y compañía, el dinero que queda para
abonar salarios es aún más reducido (ver capítulo "Deporte e
indumentaria")
En Europa, las protestas contra la actitud explotadora de las
grandes marcas aún parecen
estar bajo control.
Las empresas tienen armas para defenderse: De
tanto en tanto, NikeTown Berlín pone a disposición a sus empleados
para que desarrollen actividades de bien público en los puntos más
conflictivos de los barrios de Kreuzberg, Friedrichshain,
Lichtenberg y Neukolln.
7 -
Naomi Klein: No logo: el poder de las marcas. Buenos Aires, Paidós
2002, capítulo 16
8 -
Ibidem, capítulo 16
Con la colaboración de trabajadores de la calle y asistentes
sociales, allí se
organizan partidos de fútbol, voley y básquet para niños y jóvenes
inmigrantes y alemanes.9
Esta iniciativa es patrocinada por una
agencia profesional de relaciones públicas, la
Sociedad agens27 para el Arte, los Medios y la Comunicación. Sin
embargo, parecería que
no se quiere dar demasiada divulgación al compromiso social.
El
director de la agencia, Elmar Kirsch, atribuye esto a la mentalidad
de ciertos grupos que se empeñan en buscarle el pelo al huevo:
"Las
entidades sociales presumen rápidamente que las firmas involucradas
sólo quieren vender sus productos."10
¡Pero de dónde sacarán
semejante idea!
También Ikea, la fábrica de muebles sueca, siente la necesidad
imperiosa de señalar en su catálogo que,
"el trabajo infantil es una
parte inaceptable de la realidad actual y lamentablemente está
difundido incluso en algunos de nuestros países productores".11
De
todos modos, Ikea también recibió críticas por la explotación
infantil registrada en sus empresas proveedoras.12
Entretanto, Ikea
alega que trabaja en forma conjunta con UNICEF (Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia) para prevenir el trabajo infantil.
Consultado al respecto, Dietrich Garlichs, director de UNICEF
Alemania, explica:
"Sí, Ikea financia proyectos de UNICEF. Pero eso
no significa automáticamente que ya no haya más niños trabajando en
la fabricación de productos Ikea."13
Garlichs dice que eso es
difícil de controlar.
Por lo tanto Urban Jonsson, director regional
de UNICEF para el Este y el Sur de África, también se muestra "bastante
reticente", y no quiere que la empresa se engalane con el nombre de
este organismo de
las Naciones Unidas:
"Aun si Ikea hubiera dejado
de utilizar trabajo infantil en su producción... ¿Qué cambiaría? Yo
no le agradezco a un ladrón porque haya dejado de robarme."14
Trabajo infantil
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo
(International Labour Organization, ILO), tomando en cuenta sólo los
países en vías de desarrollo, hay alrededor de,
"250 millones de niños
de entre cinco y catorce años que son forzados a trabajar. 153
millones de esos niños viven en Asia, 80 millones en África y 17
millones en Latinoamérica. "
Muchos de ellos trabajan en condiciones
que hacen peligrar su desarrollo corporal, espiritual o emocional.15
Las formas más terribles de trabajo infantil son la explotación
sexual y la esclavitud. La primera de ellas incluye la prostitución
y la producción de pornografía infantil. La segunda comprende
incluso el peonaje, que obliga a los niños a trabajar hasta cancelar
compromisos reales o ficticios de sus padres. La mayoría de los
niños trabaja sin un empleo formal: algunos lo hacen con la propia
familia (en el campo, en la propia empresa), otros en casas ajenas o
en la calle (por ejemplo, como lustrabotas)
Sólo una pequeña parte
trabaja en la industria y en la agri cultura. Se estima que en
total hay unos 12 millones de niños menores de catorce años
produciendo para el mercado mundial. De acuerdo con sus principios,
la OIT define al trabajo infantil como la actividad asalariada
desarrollada hasta la edad de dieciocho años.
Pero según la
exigencia, la prohibición general de trabajo rige sólo para los
niños de hasta trece años. Durante la edad comprendida entre los
trece y los quince años, o bien hasta completar la educación
obligatoria, los niños sólo pueden ser empleados en trabajos
livianos, de manera tal que no se vea afectada su formación.
Antes
de alcanzarse los 18 años, rigen normas estrictas en relación con el
horario y las condiciones laborales; por ejemplo, el trabajo
nocturno está prohibido (información:
www.ilo.org).
9 -
"Brücken bauen", Wirtschaftswoche 48/2000
10 -
Ibidem
11 -
Catálogo de Ikea 2001, pág. 19
12 -
Ver, por ejemplo, "Wieder Kritik an Ikea wegen Kinderarbeit",
Berliner Zeitung, 24.12.1997
13 -
Entrevista con Klaus Werner, 11.12.2000
14 -
Entrevista con Klaus Werner, 11.12.2000
15 -
Información de prensa de la OIT, 18.6.1998
Protestas contra el poder de las corporaciones
Desde hace un largo tiempo, grupos sociales y ecologistas denuncian
las prácticas inescrupulosas de empresas como Nestlé, Shell y
Siemens.
Sin embargo, hasta el momento, las protestas proceden de un
escenario relativamente acotado, de alguna gente comprometida cuyos
éxitos se han registrado sólo a nivel nacional. En Europa, las
empresas hoy deben cumplir normas ambientales y sociales mucho más
estrictas que en los países del sur e incluso que en EE.UU. No
obstante, desde una perspectiva crítica, esto sólo logró que muchas
firmas trasladaran sus centros de producción hacia regiones con
estándares más bajos.
De ese modo, Europa ha exportado sus problemas
ambientales a los países más pobres y ahora se ve confrontada con
los despidos masivos y la pérdida de derechos sociales.
A medida que caen las barreras en el intercambio económico mundial,
comienza a
advertirse con mayor nitidez un movimiento de reacción frente al
creciente poder de las multinacionales.
En diciembre de 1999,
decenas de miles de manifestantes impidieron la realización de un
congreso de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en Seattle.
La masiva y furibunda demanda de reglas éticas en la economía global
de mercado logró tener así, por primera vez, una repercusión de
alcance mundial.
En septiembre de 2000, la "batalla de Seattle" halló imitadores en
el Viejo Mundo; durante
una conferencia organizada por el Banco Mundial y el Fondo Monetario
Internacional (FMI) en Praga, los movimientos antiglobalización,
formados principalmente por jóvenes de toda Europa, se enfrentaron
con la policía en la capital checa.
A fines de enero de 2001, miles
de manifestantes volvieron a hacerse presentes; esta vez, la cita
fue en la ciudad suiza de Davos y en ocasión del Foro Económico
Mundial, una suerte de asamblea que reunía a los empresarios más
poderosos del planeta. Al mismo tiempo, una colorida combinación de organizaciones no gubernamentales (ONG), intelectuales y entidades
de izquierda se congregó en la ciudad brasileña de Porto Alegre.
Allí se celebró el primer Foro Social Mundial, que fue seguido con
gran atención por los medios. Finalmente, en julio de 2001, fueron
Salzburgo y Genova las que se convirtieron en el epicentro de las
enérgicas protestas contra el poder y el capital.
Sean cuales fueren
los países, sectores sociales y políticos de donde provienen estas
diferentes agrupaciones, está claro quién es el enemigo común: las
corporaciones globales y sus aliados institucionales (la OMC,
el FMI
y el Banco Mundial).
Todos ellos son acusados de utilizar en forma
vergonzosa su poder y la falta cada vez mayor de control político,
actuando en el mundo entero a costa de los que se encuentran
socialmente más desprotegidos.
La OMC La Organización Mundial del Comercio (World Trade Organization,
WTO), con sede en Ginebra, fue fundada en 1995 a partir del Acuerdo
General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT)
Su objetivo consiste en liberar al máximo el intercambio de
productos y eliminar las barreras comerciales. Para ello, los 140
países miembros se han impuesto una serie de reglas.
Si bien la OMC
no puede determinarlas por sí sola, sí puede establecer sanciones
comerciales para sus miembros. Dado que los países más pobres no
disponen de elementos de presión eficaces, quedan en definitiva a
merced de los países ricos. Permanecer afuera no resuelve nada,
puesto que eso equivaldría a una exclusión voluntaria del mercado
mundial.
Entre las " barreras comerciales" combatidas por la OMC se
encuentra la protección de numerosos derechos socia les y
ambientales; de ahí que la organización se haya convertido en uno de
los blancos preferidos para las críticas de los movimientos
antiglobalización.
Página web: http://www.wto.org
El FMI Desde su fundación, en 1946, el Fondo Monetario Internacional
(International Monetary Fund, IMF) trabaja en estrecha colaboración
con el Banco Mundial.
Constituido por 183 Estados miembros, su
tarea consiste en garantizar la estabilidad monetaria internacional
y asegurar un desenvolvimiento ordenado en las operaciones de
divisas. Otros objetivos son la promoción del crecimiento económico
y la lucha contra el desempleo. Para lograr la estabilidad monetaria,
el FMI brinda ocasionalmente recursos financieros a los países en
riesgo.
No obstante, condiciona el suministro de dichos recursos al
estricto cumplimiento de ciertas pautas (por ejemplo, la reducción
del gasto público) En muchos casos, esto ha provocado una fuerte
destrucción de infraestructuras sociales (por ejemplo, en los
sistemas de educación y de salud)
Página web:
http://www.imf.org
El Banco Mundial El Banco Mundial fue fundado en 1944 para financiar la
reconstrucción de Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
En los
últimos años se ha abocado a combatir la pobreza, especialmente en
Asia, África y América latina. Sus propietarios son los 182 Estados
miembros. No obstante, el derecho a voto se pondera de acuerdo con
el grado de participación, de modo que queda mayormente en manos de
los países ricos (con EE.UU., Alemania, Francia, Gran Bretaña y
Japón a la cabeza)
El Banco Mundial es el principal acreedor de los
países en desarrollo. Durante el ejercicio del año 2000 se otorgaron
créditos a más de cien países por una suma de casi 16.300 millones
de euros. Los sectores críticos sostienen que la concesión de
créditos suele estar sujeta a condiciones que, de hecho, desangran
el sistema social de los paí ses receptores.
Además, hasta el
momento se le ha dado muy poca importancia al efecto social y
ecológico de los proyectos financiados. Así, esta " ayuda al
desarrollo" sigue fomentando proyectos de gran envergadura que
destruyen el espacio vital de la población local, mientras que los
inversores se alzan con suculentas ganancias.
Desde que James D.
Wolfensohn asumió la presidencia del Banco Mundial en 1995, las
prácticas relativas al otorgamiento de créditos parecen haber
experimentado una leve mejoría.
Página web:
http://www.worldbank.org
Asterix contra el poder de las corporaciones
Al frente del movimiento europeo contra las corporaciones se
encuentra el francés José Bové.
Este agricultor orgánico de 47 años
se hizo famoso repentinamente: el 12 de agosto de 1999 demolió junto
con algunos amigos la obra donde se estaba construyendo una sucursal
de McDonald's en la pequeña ciudad de Millau, en el sur de Francia.
Si bien debió cumplir una condena de tres meses con prisión
preventiva, el mensaje del astuto campesino con bigote a lo Asterix
dio la vuelta al mundo.
Con las manos esposadas, elevadas en señal
de victoria, el irreductible galo logró vencer al imperio de las
multinacionales:
"Independientemente de la decisión del tribunal,
lo nuestro ya es un triunfo, porque ahora nuestra voz se oye en todo
el mundo."16
Bové, quien en 1995 ya se había embarcado junto a Greenpeace hacia
el atolón de
Mururoa para protestar contra los ensayos nucleares efectuados por
Francia en el Pacífico, había logrado utilizar el poder de las
imágenes en favor de su causa.
Pipa en mano, el agricultor engalanó
las portadas de los principales periódicos de Europa y EE.UU. La
revista norteamericana Business Week considera a José Bové como uno
de los cincuenta europeos más prominentes.17 La mayoría de los
franceses cree que su nuevo héroe nacional representa mejor los
intereses de los campesinos que el Ministro de Agricultura.
Entretanto, el primer ministro Lionel Jospin y el presidente Jacques
Chirac invitaron a comer al rebelde. Y a los verdes de Francia les
encantaría presentarlo como su candidato a presidente.
Pero Bové quiere continuar su lucha promoviendo la desobediencia
civil.
Dentro de este contexto, el ataque a McDonald's fue concebido
como una protesta simbólica contra la OMC, que - bajo la amenaza de
adoptar sanciones económicas - había impuesto un aumento en el cupo
para la importación de alimentos norteamericanos en Europa.
16 -
"Kämpfer an globaler Front", Die Zeit 28/2000
17 -
"The Stars of Europe", Business Week, 6.12.2000
Pero también se interpretó como una señal
de largada para los consumidores: a partir de ahora se inicia la
lucha contra la arrogancia del capital. Dice Bové:
"La población
debe controlar las estructuras económicas mundiales. Esto presupone
democratizar el modo de funcionamiento de instituciones como la
Organización Mundial del Comercio." 18
Globalización como oportunidad
Buena parte de las críticas a las corporaciones apuntan entonces
hacia un control democrático de la economía internacional (no hacia
su destrucción, como se presume a menudo).
A cada rato uno escucha
decir que los supuestos "enemigos de la globalización" propician un
proteccionismo nacional, es decir, un encierro en pequeños enclaves
económicos.
En realidad, muchos sindicalistas europeos se ven
guiados por otras motivaciones; conocen las consecuencias del
desplazamiento hacia países de bajos salarios y añoran los miles de
puestos que se han perdido. Incluso la derecha nacionalista intenta
utilizar el movimiento para cerrar las fronteras lo antes posible.
Para hacer una crítica a las corporaciones en términos razonables,
es necesario admitir el
avance irrefrenable de dos fenómenos: el desmoronamiento de las
fronteras de los Estados nacionales desde el fin de la Guerra Fría y
la aceleración de los mercados mundiales mediante nuevas tecnologías,
como Internet.
Ahora el gran desafío consiste en encontrar caminos
adecuados para utilizar esos cambios de modo tal que las personas -
todas las personas - puedan alcanzar estándares mínimos en lo que
respecta a la libertad y el bienestar económico.
Tour de compras en el supermercado global
"Es como si en el ajedrez se hubieran creado nuevas reglas de juego",
escribe Ulrich Beck, sociólogo oriundo de Munich, en un ensayo sobre
el nuevo poder de las multinacionales.19
"Dadas las condiciones
impuestas por la movilidad tecnológicoinformativa, el peón - la
economía - se convierte repentinamente en caballo y puede atacar
incluso al rey - el Estado - hasta darle jaque mate."
Internet transformó el mundo en una "aldea global" donde se reúne
gente de distintos continentes para una charla de café virtual.
Su
equivalente a nivel macroeconómico es el "supermercado global": en
la góndola de productos congelados se exhiben materias primas
baratas del Congo, entre las liquidaciones uno encuentra mano de
obra tailandesa en oferta, en la sección de delikatessen aparecen
investigadores y diseñadores de todo el mundo junto a pintorescos
expertos en publicidad.
Y en la caja, con ojos resplandecientes,
esperan los clientes.
En la actualidad, ninguna zapatilla, casi ningún televisor y sólo
unos pocos autos se fabrican allí donde las firmas vendedoras tienen
su sede. Ya desde la época de la colonia, las materias primas
proceden de África, América latina y Asia.
Y mientras Alemania aún
no sabe si permitir la misericordiosa entrada de expertos indios en
sistemas, las empresas más astutas han establecido desde hace rato
sus divisiones de investigación y tecnología en países de mano de
obra barata.
18 -
"Kámpfer an globaler Front", Die Zeit 28/2000
19 -
Ulrich Beck: "Die Macht der Ohnmacht", Stern 6/2001
Cabe señalar que, por el momento, los
mayores mercados de consumo siguen estando en los países
occidentales industrializados.
Esta "división global de tareas", que a su vez es una división entre
ricos y pobres, no
constituye un orden mundial predefinido e inalterable, aunque tanta
gente parezca haberse acostumbrado a ello.
No son sólo los
representantes económicos los que se alinean con esta postura.
Muchos otros también sostienen que este desequilibrio genera una
dinámica en la cual las inversiones de los países ricos se dirigen
hacia los más pobres, y que, a largo plazo, las inversiones
generarán bienestar también allí.
En principio, en eso tienen razón.
Al menos si se parte de la
premisa de que no todos los
habitantes de los países pobres quieren vivir en una economía de
subsistencia, es decir, pan para hoy y hambre para mañana.
"Sólo hay
una cosa peor que ser arrollado por las multinacionales: no ser
arrollado por las multinacionales", escribe Ulrich Beck.
En la
mayoría de los casos, la imagen idílica del habitante de la selva
virgen, alimentándose con su banana orgánica y practicando alegre
sus costumbres, no es más que una proyección de burgueses
occidentales imbuidos en su economía de bienestar.
Son éstos los que
quieren aferrarse a un par de ilusiones, disfrutando los paraísos
del descanso a través del turismo ecológico. En cierto modo, no es
más que una forma sutil de colonialismo. Porque los aztecas, los masai y los tibetanos también deben tener el derecho de recurrir -
si lo desean - a Internet, a la medicina moderna y a los bienes de
consumo.
Está por verse si eso es sinónimo de Microsoft, Aspirina y
Coca Cola, dependerá de hasta qué punto los pueblos son capaces de
decidir por sí mismos acerca de sus necesidades. Lo cierto es que,
hoy en día, muchos países se encuentran al margen del comercio
económico internacional.
No disponen de reservas económicas ni de
las tecnologías costosas; y, por lo general, tampoco disponen del knowhow para crear estructuras que ofrezcan a sus habitantes un
estándar de vida satisfactorio.
Estándar de vida satisfactorio
Introducimos este nuevo concepto a sabiendas, con el objeto de poder
definir el bienestar humano no sólo a través del poder adquisitivo.
En su último libro, Desarrollo y Libertad,20 el premio Nobel indio y
profesor en Cambridge, Amartya Sen, señala:
"La perspectiva
orientada al ingreso requiere necesariamente de un complemento que
nos permita lograr una comprensión general del proceso de desarrollo."
Según el prestigioso economista, es imperioso ampliar el concepto de
bienestar, para que también incluya factores como la seguridad
social, la libertad individual y el derecho a la educación y a la
salud.
En principio, esto significa, ni más ni menos, que es
necesario convertir los derechos humanos elementales no sólo en el
fundamento sino también en el objetivo de la actividad económica.
Si midiéramos el actual desarrollo del mercado mundial con esta vara,
el resultado no sería demasiado halagüeño.
Todo lo contrario: las
promesas de aquellos gurúes, según las cuales esta fase del comercio
mundial sentaría las bases para el desarrollo, demostraron ser en
gran medida un artilugio para cimentar la desigualdad social.
Explotación de trabajadores
Los ejemplos incluidos en los siguientes capítulos (etiquetas de las
grandes marcas, industria alimenticia y del juguete) demuestran
perfectamente qué cabe esperar de las empresas internacionales y sus
"inversiones" en el Tercer Mundo.
20 -
Amartya Sen: Desarrollo y libertad. Editorial Planeta, Barcelona,
España 2000
Adidas, Chicco, Aldi y otras firmas obtienen buena
parte de sus productos en países de mano de obra barata.
Visto desde
una perspectiva positiva, esto podría significar que las
corporaciones generan millones de puestos de trabajo, creando así
las bases para el desarrollo y el bienestar en esas regiones.
Sin
embargo, la realidad luce muy distinta: por lo general, la paga a
los trabajadores de las fábricas y las plantaciones se asemeja al
salario mínimo del país en cuestión o incluso es menor. Y, a
diferencia de lo que ocurre en la mayoría de los países occidentales,
este salario mínimo no refleja lo que un hombre necesita para vivir,
alimentar a su familia, educar a sus hijos y garantizar una
jubilación.
En numerosos países, el ingreso se define básicamente en
función del gasto público que autorizan el Fondo Monetario y el
Banco Mundial.
¿De dónde han sacado el Banco Mundial y el FMI tanto poder como para
decidir por sobre Estados soberanos?
Los países en vías de desarrollo están altamente endeudados. Esto
obedece a diversas causas. Muchos de los países fueron colonias
europeas hasta bien entrado el siglo XX y fueron desangrados por sus
respectivos dominadores.
La infraestructura estatal era
prácticamente inexistente, muchos nativos quedaban al margen de la
instrucción escolar. Cuando la etapa colonial llegó a su fin,
alrededor de 1960, los nuevos gobiernos recibieron grandes créditos
para la reconstrucción concedidos por el Banco Mundial. En la década
del 70, los organismos financieros internacionales otorgaron más
créditos a tasas de interés inicialmente muy bajas: a raíz del
aumento en el precio del petróleo, tenían una enorme cantidad de
petrodólares a disposición.
Gran parte de esos recursos fue
destinada a proyectos que habían sido concebidos por asesores
occidentales y que no tenían casi ninguna utilidad para los propios
países. Y mucho dinero fue a parar al bolsillo de gobiernos
corruptos.
En la década del 80 se reprogramaron las deudas: para
poder pagar los intereses, hubo nuevos créditos del Banco Mundial.
Pero en esta ocasión se impusieron condiciones diferentes,
íntimamente ligadas a la visión política de Ronald Reagan y
Margaret Thatcher.
Surgieron entonces rigurosos programas de ajuste, cuyas
principales víctimas resultaron ser las instituciones sociales y
educativas.
En la actualidad, la mayoría de los países en desarrollo sigue
destinando una gran parte de su presupuesto a los servicios de la
deuda, pagando intereses a organismos financieros internacionales y
bancos occidentales. El Banco Mundial y el FMI vigilan atentamente
el proceso y deciden si inyectan o no más capitales. El que paga los
recibe.
Recién en los últimos años se ha podido vislumbrar un cambio de
perspectiva. Ahora, incluso en Washington, consideran que no es
muy eficaz coartar de manera extrema las posibilidades de desarrollo
porque, ante tal situación, los países deudores deben vender hasta
lo que no tienen y se quedan sin recursos para financiar, por
ejemplo, los sistemas de educación y de salud.
Pero seguramente
pasará tiempo hasta que se produzca una verdadera reorientación en
la política internacional respecto de la deuda; para ello, todavía
deberemos ver muchas imágenes de niños hambrientos y a muchos
movimientos antiglobalización manifestando por las calles del mundo.
Explotación de recursos
Las firmas occidentales no sólo explotan a millones de trabajadores,
también ejercen un control absoluto sobre las riquezas naturales de
numerosos países.
El mundo al revés: Angola, Brasil, Indonesia y
Nigeria, al igual que la mayoría de los países en vías de
desarrollo, poseen una reserva casi inagotable de tesoros naturales
(petróleo, oro, diamantes, cobre, maderas nobles, café, cacao,
bananas, etcétera)
En su calidad de "propietarios" de estos recursos,
son objetivamente mucho más ricos que la mayoría de los países
industrializados. Y, sin embargo, amplias capas de la población
sufren hambre y no tienen acceso ni a los medicamentos ni a la
educación.
La mayoría de los países en desarrollo carece de tecnologías y de
recursos para extraer y comercializar sus riquezas. Por eso, en las
actuales circunstancias, las inversiones en minería y agricultura
llevadas a cabo por las corporaciones internacionales resultan
lógicas y necesarias. Sería absurdo exigirles que lo hicieran sin
obtener ganancia alguna.
Pero, si se observa con mayor detenimiento,
son pocos los casos donde se producen acuerdos justos: presionados
por los organismos financieros internacionales, los países muy
endeudados establecen impuestos que son irrisorios, si se tienen en
cuenta las escalofriantes ganancias generadas por la exportación.
Asimismo, muchos gobiernos se lanzan a una competencia destructiva
con el fin de captar inversores extranjeros.
A menudo se trata de
dinero sucio, de sobornos obtenidos por las élites locales a cambio
de condiciones ventajosas para las corporaciones internacionales.21
Debido a la falta de controles transparentes, suele ser más el
dinero que desaparece en los canales de la corrupción que el que se
queda en el país en forma de impuestos. Sin duda, la culpa de esto
es de ambas partes, tanto de los gobiernos locales como de las
empresas internacionales.
Pero el comercio de materias primas no sólo es injusto en lo que
respecta al valor efectivo que éstas registran en el mercado
internacional. La obtención de recursos y energía en los países
pobres suele exhibir condiciones que serían inconcebibles para
Europa Occidental.
Por ejemplo, a raíz de la construcción de grandes
centrales eléctricas, millones de personas son expulsadas de sus
hogares sin recibir un resarcimiento adecuado. En las minas de oro
se utilizan sustancias tóxicas, que llevan a la destrucción total de
ciertos habitats.
Algo similar sucede con la producción petrolera
debido a la aplicación de tecnologías completamente obsoletas.
Peor aún: en las zonas de conflicto y en el caso de las dictaduras
como Angola, Myanmar (ex Birmania), Congo y Sudán, existen afamadas
marcas internacionales que, con su compra de materias primas,
financian y sostienen el tráfico de armas, las guerras civiles, las
insurrecciones y los feroces regímenes militares.
Esto atañe a
algunos sectores de la industria del petróleo y del diamante, pero
también a corporaciones multinacionales como Bayer.
La empresa
alemana, que opera en el campo químico y farmacéutico, importa el
valioso tántalo desde el Congo (ver capítulo "Industria electrónica").
El hombre, una materia prima
También hay empresas alimenticias que otorgan un consentimiento
tácito, aceptando así que en las plantaciones de sus proveedores
haya hombres, mujeres y niños explotados, intoxicados con productos
químicos o sometidos incluso a la esclavitud.
Estas firmas declaran
en forma grandilocuente la necesidad de prohibir el trabajo infantil
e incluso efectúan con troles por medio de muestreos al azar.
Sin
embargo, para buscar las causas de esta situación catastrófica hay
que remitirse en definitiva a la demencial presión ejercida sobre
los precios, presión que sufre el proveedor y que es desencadenada
por las grandes corporaciones.
Gran parte del cacao que llega a Europa procede de Costa de Marfil.
21 -
La organización Transparency International ofrece documentación
sobre el alcance de esta corrupción y su distribución regional,
http://www.transparency.org
Allí, según señala el
profesor de sociología británico Kevin Bales, la mayoría de los
dueños de plantaciones utiliza mano de obra esclava.22
Esto surge de
la lógica empleada: la de un simple cálculo de costo beneficio. "Al
igual que la economía mundial, la nueva esclavitud se aparta de las
relaciones de propiedad y se concentra, en cambio, en el
aprovechamiento y el control de los recursos", explica Bales. Una
vez que la materia prima humana se gasta, simplemente se tira y se
reemplaza por una nueva.
En Costa de Marfil, un niño de ocho años
cuesta menos de 30 euros. Y, por lo general, bastan un par de años
para que quede destruido.
Bales, autor de un libro sobre las formas modernas que adopta el
tráfico de esclavos,23
opina entonces que,
"uno de cada tres mordiscos dados en el chocolate
deja el sabor amargo de la esclavitud".
El director de la
organización "Save the Children" de Malí - principal "exportador" de
niños esclavos hacia Costa de Marfil - se expresa de manera
igualmente drástica:
"El que bebe chocolate, bebe la sangre de esos
niños".24
Esclavitud y trabajo forzado
La esclavitud existe desde los albores de la humanidad.
Pero no fue
sino hasta la antigua Grecia que los esclavos se convirtieron en una
mercancía. El auge se produjo entre los siglos XVI y XVIII, época en
que los esclavos africanos eran embarcados hacia América del Norte y
del Sur. A pesar de las convenciones internacionales sobre derechos
humanos, la esclavitud de ningún modo se ha terminado.
Aún hoy, se estima que la cantidad de esclavos y trabajadores
forzados asciende por lo menos a 27 millones de personas en todo el
mundo. Algunas estimaciones hablan incluso de 100 millones.
Además
de la concepción clásica, según la cual las personas son
consideradas como una propiedad a partir del nacimiento, del rapto o
de la compra, la modalidad más frecuente es el peonaje. Dentro de
este esquema, la persona debe trabajar hasta cancelar una " deuda"
real o ficticia sin recibir a cambio remuneración alguna, o
recibiendo apenas un pago insignificante. Incluso, en ciertos casos,
la supuesta deuda condena a la servidumbre a las generaciones
venideras.
El ritmo de crecimiento más acelerado lo registra la
denominada contract slavery, una forma de esclavitud basada en
contratos de trabajo fraudulentos. Un caso especial lo constituye la
esclavitud permitida desde el Estado, como la de Myanmar.
Allí hay
miles de hombres, mujeres y niños esclavizados, trabajando, por
ejemplo, en la construcción de un gasoducto. Socios comerciales: las
corporaciones petroleras occidentales Unocal y Total. En África
Occidental, durante los últimos años, alrededor de 200.000 niños
fueron vendidos como esclavos para luego ser explotados en tareas
domésticas, talleres y plantaciones.
Pero también en Europa florece
el comercio con el hombre como mercancía.
Mike Dottridge, de la
organización AntiSlavery International, señala que,
"considerando
solamente Europa Occidental, hay 500.000 mujeres que son víctimas
del tráfico de blancas y se ven forzadas a
ejercer la prostitución".25
(Información:
http://www.antislaverv.org).
La industria farmacéutica también explota la "materia prima humana".
En su novela más reciente, El Jardinero
Fiel,26 el escritor de bestsellers británico John Le Carré describe cómo los laboratorios
internacionales llevan a cabo peligrosos ensayos clínicos y de qué
forma los pacientes africanos son utilizados como conejillos de
Indias. Pero estos pérfidos procedimientos no pertenecen a la
ficción, incluso en Europa son una triste realidad: así lo
demuestran nuestras investigaciones confidenciales en Hungría (ver
capítulo "Medicamentos")
A fin de acelerar al máximo los ensayos con
sus nuevos productos y lograr resultados favorables, los
laboratorios occidentales recurren a países con imposiciones y
controles no tan estrictos, donde destinan grandes sumas de dinero
para los médicos.
En vista de las ganancias multimillonarias, la
salud de los pacientes suele quedar relegada a un
segundo plano.
22 -
"Gute Geschäfte mit der Ware Mensch", Formal 17/2001
23 -
Kevin Bales: Die neue Sklaverei. Kunstmann Verlag, Munich 2001
24 -
"Blutiger Kakao", Der Spiegel 17/2001
25 -
Entrevista con Klaus Werner, 6.12.2001
26 -
John Le Carré: El jardinero fiel. Plaza & Janes, Barcelona 2001
Lucha contra la explotación
-
¿Es ésta la forma de asegurar fuentes de trabajo en los países más
pobres?
-
¿De esto se vanaglorian las empresas?
-
¿Acaso los niños
esclavos, los que perciben salarios de hambre, los soldados de las
guerras civiles y los conejillos de Indias deben agradecer a los
patrones e inversores por su "contribución al desarrollo"?
-
¿Qué
tiene de raro que cada vez más gente se alce contra una
globalización cuyo concepto de "inversión" se parece tanto al de "explotación"?
Ya es hora de obligar a las empresas a cumplir con sus obligaciones.
El cuidado de la imagen no es suficiente.
En la Ley Fundamental de
Alemania, puede leerse:
"La propiedad obliga. Su uso debe servir al
mismo tiempo al bien común."27
Bonitas palabras. Lo que urge es un
cambio auténtico, serio, duradero y transparente. Las inversiones en
los países pobres son vitales, pero deben estar controladas por
organizaciones civiles independientes; de lo contrario, la ganancia
obtenida a partir de la pobreza hundirá a estos países en una
miseria cada vez mayor. Aquí los sindicatos también deben jugar un
papel protagónico.
Pero el problema es que ahora, cuando se requiere
con tanta urgencia la solidaridad a nivel internacional, la imagen
sindical se ha deteriorado en la propia Europa, ya que muchos viejos
burócratas se muestran reacios a implementar cambios en el mercado
laboral (aun aquellos que resultarían oportunos) En lo que se
refiere a las organizaciones eclesiásticas y no gubernamentales, ya
existe un trabajo efectuado en conjunto con representantes
sindicales occidentales y locales.
Su tarea intenta poner de
manifiesto los escandalosos abusos que se registran en los sweatshops y plantaciones. Para obtener resultados tangibles, los
activistas necesitan el apoyo decidido de sus respectivas
organizaciones.
Es necesario obligar a las corporaciones a asumir responsabilidades.
Las multinacionales disponen de un poder cada vez mayor. En muchos
casos, sus ventas anuales superan el presupuesto total de los
Estados.
A menudo tienen mayor margen de decisión que los países en
donde operan.
"Frente a estas decisiones, los gobiernos nacionales a
lo sumo son asesores", señala el sociólogo Ulrich Beck.
"Cuando una
institución perteneciente al Estado nacional intenta limitar el
margen de acción de una empresa, entonces ésta se radica en otro
lugar. Por lo tanto, la cuestión ya no es si algo debe hacerse, sino
simplemente dónde se hace."
La ligereza con la que numerosas empresas mudan sus establecimientos
de producción
de un lado a otro acarrea un nuevo problema, ya que dichos traslados
suelen dejar un enorme número de desocupados a sus espaldas.
Ése es
también el motivo por el cual nosotros, en la mayoría de los casos,
nos pronunciamos en contra de los boicots.
No se trata de que las
corporaciones retiren sus inversiones de los países más pobres; se
trata de que utilicen su poder para garantizarles un estándar de
vida digno a aquellos que son la fuente de sus ganancias.
¿Por qué las marcas?
También hay productos sin imagen publicitaria, de marca desconocida,
que se fabrican en condiciones escandalosas.
De la pobreza, la
corrupción y las violaciones a los derechos humanos sacan provecho
muchas empresas no tan importantes y ramas enteras de la industria
que no están en contacto directo con los clientes.
27 -
Ley Fundamental de la República Federal de Alemania, Derechos
Fundamentales, Artículo 14
¿Por qué las críticas se concentran precisamente en las
marcas más famosas?
Por un lado, hay razones puramente pragmáticas: las marcas basan su
poder en una imagen que ha sido cuidada con inversiones
publicitarias de muchos millones.
Ese es precisamente el flanco por
donde se las puede atacar. Si las marcas se presentan a sí mismas
como muy modernas, sociales, saludables, amantes de la sana
competencia, de los niños, de lo multicultural, de la mujer, de la
familia y del medio ambiente, es lícito juzgarlas de acuerdo con los
parámetros que ellas se imponen.
Por ejemplo: Benetton, la
multinacional italiana, creó una imagen de compromiso social
mediante una provocativa serie de afiches con fotos de enfermos de
sida, víctimas de guerra y recién nacidos. En 1998 pudo saberse que
la ropa de esta empresa era fabricada en Turquía por niños de doce
años.28
Pero las marcas, además de ofrecer un efectivo blanco de ataque a
los consumidores
críticos, determinan las tendencias en la economía mundial. A menudo,
una misma trabajadora de Indonesia cose en forma sucesiva las
etiquetas de Nike, de Reebok y de alguna firma desconocida en las
correspondientes zapatillas.
Sin embargo, son las grandes
corporaciones, con sus miles de establecimientos productivos, las
que tienen el poder para decidir sobre las condiciones en que se
desarrollan estos procesos. En definitiva, las empresas líderes -
por lo general, las marcas conocidas - fijan los precios del mercado
internacional.
Dentro del precio final establecido por las grandes
marcas, los costos de producción suelen representar un porcentaje
casi insignificante. Una inmensa parte de lo que pagan los
consumidores se debe a la sugestión ejercida sobre ellos.
A mediados
de la década del 90, solamente las empresas norteamericanas
destinaban más de un billón de euros a la publicidad de sus
productos.29
Los valores impuestos por las marcas versus la crisis de sentido
¿Por qué eso las hace tan exitosas? ¿Por qué las empresas no se
ahorran (o no nos ahorran a nosotros) ese dinero y se limitan a
vender sus productos sin fastidiar al mundo entero con su cargosa
publicidad?
"Porque los mensajes publicitarios de las empresas,
valiéndose de modernas técnicas de comunicación, han asumido el
papel de quienes tradicionalmente creaban sentidos (las escuelas,
las iglesias, las comunidades sociales y las instituciones
culturales)", sostiene Jeremy Rifkin.
El economista y escritor
norteamericano agrega:
"El comprar una marca transporta a los
compradores hacia un mundo imaginario; tienen la sensación de que
realmente comparten con otros los valores y significados creados por
los diseñadores."30
De modo que Nike no comercia sólo con calzado deportivo, sino
también con un sentimiento de wellness colectivo.
IBM no vende
computadoras, sino "soluciones" (soluciones a los problemas)
"Nosotros
no vendemos un producto", dice asimismo Renzo Rosso, el propietario
de la empresa de jeans Diesel, "vendemos un estilo de vida. Creo que
hemos creado un movimiento. El concepto Diesel es todo. Es la forma
de vivir, la forma de vestirse, la forma de hacer algo."31
28 -
"Abiti Benetton cuciti in Turchia da bimbi". Corriere della Sera,
12.10.98
29 -
Jeremy Rifkin: Access. Das Verschwinden des Eigentums. Campus Verlag,
Francfort/ Nueva York 2000, pág 230
30 -
Ibidem, pág. 231
31 -
Klein, No logo, capítulo 1
El hecho de que las zapatillas, los componentes de la computadora y
los jeans se fabriquen pagando sueldos de hambre pasa a un segundo
plano (al igual que el producto)
No obstante, tal como señala la
periodista Naomi Klein en su libro No Logo, ya es posible percibir
algunas "grietas y fisuras detrás de la fachada de esplendor" de las
grandes marcas.32
Reconquistar el poder
Cada vez más gente busca desmantelar esta fachada de esplendor.
Internet, además de haber acelerado el ritmo del mercado mundial,
constituye el arma más poderosa para ejercer la crítica hacia las
corporaciones. Tanto por correo electrónico como en miles de páginas web, se organizan encuentros, se discuten estrategias y se pone a
las firmas inescrupulosas en la picota.
Algunas organizaciones como
la "Adbusters" (ver lista de links al final del capítulo) luchan
contra la locura consumista ridiculizando conocidas campañas
publicitarias. Otras entidades realizan investigaciones
profesionales para detectar abusos concretos. Lo que quieren es más
participación, más derechos laborales, estándares ambientales y
sociales internacionales, más posibilidades de control y un comercio
justo en todo sentido.
En un documento de debate, la Federación de la Industria Alemana
lamenta la creciente influencia de las organizaciones no
gubernamentales sobre la opinión pública:
"En virtud de su red
internacional, las ONG están adelantadas en el campo de la acción y
el conocimiento. Las organizaciones como Amnistía Internacional y WWF resultan creíbles para el gran público y generan un alto grado
de confianza."33
Las corporaciones están alarmadas:
su enorme poder, alcanzado desde
la caída de la
Cortina de Hierro a expensas de las instituciones políticas, es sólo
un éxito provisorio.
Surge un movimiento en la sociedad civil que se
expresa también en Europa en voz cada vez más alta y con mayor furia.
No exige el fin del mercado, exige tener en él una participación
justa. En el largo plazo, esta exigencia ya no podrá acallarse, ni
siquiera con inversiones millonarias para el cuidado de la imagen.
Así como el poder de los representantes políticos es un poder
conferido por el pueblo, el
poder de las empresas es otorgado por los consumidores. Con cada
foto de niños esclavizados, con cada artículo sobre trabajadores
explotados, con cada informe sobre pacientes maltratados o bellezas
naturales destruidas, ese poder se va desmoronando.
Tal como dijo el
muchacho de trece años del Bronx, el que arrojó sus viejas
zapatillas frente a las puertas del local de Nike:
"Nosotros te
hicimos. Y también podemos aniquilarte."
32 -
Ibidem, "Introducción"
33 -
"An alle Aktivisten: Zieht euch warm an", die tageszeitung,
13.1.2001
Links
Aquí se concentran las críticas a las corporaciones:
http://www.adbusters.org
-
Divertidas parodias a la publicidad de las grandes marcas
http://www.corpwatch.org
-
La madre del control a las corporaciones...
http://corporatewatch.org.uk
-
y su filial británica
http://www.corporations.org
-
Y aquí se dice cómo se hace: Curso de investigación
http://www.xs4all.nl/ceo
-
El "Corporate Europe Observatory"
http://www.essential.org
-
Informaciones esenciales para activistas potenciales
http://www.derechos.net/links
-
Listado de links de derechos humanos
http://www.antenna.nl/aseed
-
Por la solidaridad, el desarrollo, el medio ambiente... y contra las
grandes empresas
http://www.mcspotlight.org
-
No sólo los opositores a McDonald's pululan por aquí
http://www.cleanclothes.org
-
Contra la explotación en la industria textil...
http://www.moles.org -
...así como en la industria minera y petrolera
http://www.kritischeaktionaere.de
-
Accionistas críticos de las corporaciones alemanas
http://www.transfair.org
-
La alternativa se llama Comercio justo
Las 100 potencias económicas más grandes del mundo
Según el Instituto de Estudios Políticos de Washington, dentro de las
cien potencias económicas más grandes del mundo ya hay más empresas
que Estados.34
34 -
http://www.ipsdc.org/downloads/Top200.pdf
Entre los años 1983 y 1999, las ganancias de las 200
empresas más importantes del mundo se incrementaron en un 362,4%.
Durante el mismo lapso, la cifra de empleados se elevó solamente en
un 14,4%.
La participación de estas firmas en el PIB (producto
interno bruto) mundial asciende hoy al 27,5%, mientras que su
participación en el empleo sólo alcanza un 14,4%.
Las 60 marcas más valiosas del mundo
"Dentro de los bienes de consumo, muchos productos son
intercambiables; lo que define si una mercadería se vende o si se
queda a vivir en la góndola es el nombre de la marca", señala el
asesor empresarial alemán Jürgen Kaeuffer.35
35 -
"DaimlerChrysler besitzt die teuersten Marken in Deutschland",
Financial Tiwes Deutschland, 12.10.2000
Tanto es así que el
valor de una marca como Coca Cola puede representar hasta el 96% del
valor total de la empresa. En este contexto, los criterios más
importantes que se deben tener en cuenta son el grado de notoriedad
y la imagen.
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SUPLICIOS DE TÁNTALO
PARA LOS TELÉFONOS CELULARES
Hombres, mujeres y niños se desloman en las minas congoleñas para
poder abastecer de un valioso metal a las compañías electrónicas
occidentales y a la empresa Bayer.
Miles mueren
por el coltan, que así contribuye a financiar la "Primera Guerra
Mundial Africana". CRÓNICA DE KLAUS WERNER
Faida Mugangu 1 mira absorta la pared gris de la habitación.
El doctor Ngabo se acerca a esta mujer raquítica para hablarle, le toca
cuidadosamente la mano. No hay reacción. La mujer, de unos treinta
años, abraza con fuerza - casi se diría que con demasiada fuerza -
al bebé que está junto a ella, envuelto en una manta sobre la cama.
Según el parte médico proporcionado por Deogratias Ngabo, doctor del
Hospital "Caridad Maternal" en la ciudad congoleña de Goma, Faida
Mugangu tiene gastritis. Una vez que abandonamos la habitación, el
propio doctor Ngabo nos cuenta qué es lo que le pasa realmente a su
paciente: hace un par de semanas perdió a casi toda su familia.
A
las cuatro de la madrugada, debió ver cómo unos soldados fusilaban a
su esposo y mataban a machetazos a tres de sus hijos.
Protegida por
la oscuridad, ella pudo escapar con el más pequeño hacia los
platanares. Al día siguiente, Faida Mugangu sepultó el cadáver de su
esposo y los cuerpos despedazados de sus dos hijas y del primogénito,
enterrándolos con sus propias manos en el blando suelo volcánico.
Después de eso, no pudo comer nada, nadie sabe bien por cuánto
tiempo: una, dos, tres semanas...
Un día apareció allí, frente al
portón de hierro del hospital diocesano, con el bebé a cuestas
acurrucado en un manto, destruida en cuerpo y alma. Desde aquel
momento no pronuncio una sola palabra más.
"Nadie sabe quiénes son
los asesinos", dice el
doctor Ngabo, a quien Faida por entonces le confió su historia.
Aquí, en la región de Kivu, al este de la República Democrática del
Congo, en realidad el asesino podría ser cualquiera.
Ya nadie sabe a
ciencia cierta quién está de qué lado. Al amparo de los bosques y a
la sombra de los grandes frentes, torturan, matan, violan y saquean
las milicias, los bandoleros y los grupos étnicos contrapuestos,
pero también lo hacen los propios ejércitos de las principales
facciones.
Esta tierra está siendo asolada desde agosto de 1998 por la "Primera
Guerra Mundial Africana", una guerra que es casi desconocida en
Europa y que parece no quitarle el sueño a nadie. África está muy
lejos, y los africanos tienen la costumbre de morir antes de tiempo.
Hasta el momento, considerando únicamente la región dominada por los
rebeldes, en la parte oriental del país, la guerra se ha cobrado 2,5
millones de vidas.2
Se estima que un tercio de las víctimas eran
niños. En la región de Kalemie, según Médicos Sin Fronteras, tres de
cada cuatro niños mueren antes de alcanzar su segundo año de vida.
A
esto se le suman más de 2 millones de desplazados y 16 millones de
personas que padecen hambre y enfermedades.
1 -
Nombre cambiado
2 -
"Preliminary Findings Indicate Some Two and a Half Million Deaths in
Eastern Congo Conflict", comunicado de prensa del International
Rescue Committee, 30.4.2001
Claude Jibidar, quien dirige la organización de ayuda humanitaria
World Food Program en la ciudad de Bukavu, al este del país, explica
que ya hay más adultos desnutridos que niños desnutridos.
"¿Por qué?
Lisa y llanamente, porque los niños están muertos."3
El Consejo de
Seguridad de las Naciones Unidas habla de,
"una de las peores crisis
humanitarias del planeta".4
Crueldades inimaginables
Un informe reciente del secretario general de la ONU, Kofi Annan,
revela que los asesinatos en masa, las ejecuciones extrajudiciales y
las detenciones ilegales son moneda corriente en el Congo.5
A modo
de ejemplo, se describe una masacre de más de doscientas personas:
"La mayoría de las víctimas eran civiles, entre ellos, mujeres y
niños. A algunos los asesinaron a machetazos, a otros los
decapitaron. Los cuerpos fueron arrojados a las letrinas públicas."
Las mujeres son las más afectadas:
"Ellas se ven sometidas a todas
las vejaciones imaginables de la guerra. Los soldados las acosan,
las humillan y las violan, a veces ante los ojos de sus esposos o
hijos."
Por eso corren un "enorme riesgo de contagiarse el VIH/sida".6
En el Congo han apostado sus tropas siete naciones africanas. El
ejército del gobierno es apoyado por tres Estados vecinos: Zimbabwe,
Angola y Namibia. En cambio, las regiones norte y este están
ocupadas por dos grandes movimientos rebeldes y por decenas de miles
de soldados provenientes de dos países limítrofes orientales: Ruanda
y Uganda.
Pero en la guerra hay otras facciones: desde hace un largo tiempo,
las corporaciones
industriales occidentales explotan salvajemente las materias primas
de este coloso centroafricano y no dudan en financiar a los rebeldes
y a los ejércitos. Incluso a veces trabajan codo a codo con ellos.
Porque es mucho el dinero que está en juego.
Por absurdo que suene, el Congo es uno de los países más ricos de la
Tierra. Allí se
puede encontrar oro, plata, diamantes, petróleo, cobre, cobalto,
estaño y otras preciadas riquezas del subsuelo.
El principal frente
bélico tiene lugar - no por casualidad - a lo largo de las grandes
minas.
Guerra por las riquezas del subsuelo
"El conflicto del Congo gira básicamente en torno al control y al
comercio de los recursos minerales."
Esa es la conclusión central de
un informe de la ONU sobre la "explotación ilegal de los recursos
naturales de la República Democrática del Congo".
Este documento,
publicado el 16 de abril de 2001 en Nueva York7, hace referencia a
un saqueo sistemático de las riquezas del subsuelo, sobre todo en la
región oriental, controlada por los rebeldes.
3 -
Ibidem
4 -
Bulletin hebdomadaire d'ínformation 48 pour I'Afrique Céntrale et de
l'Est. UN OCHA Integrated Regional Information Network for Central
and Eastern África (IRINCEA), 1.12.2000
5 -
Sixth report of the SecretaryGeneral on the United Nations
Organization Mission in the Democratic Republic of the Congo,
12.2.2001
6 -
UN Security Council Report SC/6962, 28.11.2000
7 -
Report of the Panel of Experts on the Illegal Exploitation of
Natural Resources and Other Forms of Wealth of the Democratic
Republic of the Congo, Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
12.4.2001, ver
http://www.un.org/Docs/sc/letters/2001/357e.pdf
Ruanda y Uganda,
"les han proporcionado a los cárteles criminales una
oportunidad única
para que hagan negocios en esta zona tan delicada", señala el
informe.
Y agrega que esos cárteles delictivos tienen conexiones en
todo el mundo y representan un grave problema de seguridad para la
región.
El hecho de que haya guerras por las riquezas del subsuelo no tiene
nada de nuevo. En África el tema suelen ser los diamantes, que se
han hecho conocidos como "diamantes de sangre" o "diamantes de
conflicto".
Con su venta, por ejemplo, los líderes rebeldes de
Angola y Sierra Leona financian sus "revoluciones", sirviéndose de
una red mañosa internacional compuesta por traficantes de armas, de
drogas y de materias primas. En junio de 1998, el Consejo de
Seguridad de la ONU estableció por primera vez una prohibición para
trabar la venta de los "diamantes de sangre" provenientes de Angola,
en donde Joñas Savimbi y sus rebeldes de UNITA llevan adelante una
feroz guerra civil.
A esto le siguió un embargo contra Sierra Leona
en el año 2000.
En dicho país, Foday Sankoh (Frente Revolucionario
Unido, RUF) no sólo ha adquirido mala reputación por la utilización
de niños soldados, sino especialmente por su "marca registrada":
amputar el brazo a los opositores sin ningún miramiento.
De
acuerdo con estimaciones, el comercio de diamantes le aporta
ingresos anuales por valor de 120 millones de dólares
estadounidenses. A pesar del embargo de la ONU, los "diamantes de
sangre" dan un rodeo y continúan desembarcando en las grandes
tiendas internacionales de Amberes, Ginebra, Nueva York y Tel Aviv.
La empresa sudafricana De Beers, líder mundial en el comercio de
diamantes, antes realizaba sus compras en Angola, pero ahora asegura
que sólo ofrece mercadería "limpia".
Verificarlo es prácticamente
imposible.
El valioso tántalo como causa de guerra
También en el Congo el tema son los diamantes.
Por supuesto que
además lo son el oro, el cobre y el cobalto. Sin embargo, estos
metales han quedado un poco relegados debido a la baja en el mercado
internacional, y un elemento que hasta el momento era relativamente
desconocido se convirtió en el centro de las disputas:
el tántalo,
un metal con un punto de ebullición sumamente alto y una elevada
densidad, es ahora una de las materias primas más codiciadas en el
mundo entero.
Se emplea sobre todo en condensadores electrolíticos,
como los de los teléfonos celulares y las computadoras Pentium.
También se utiliza, aunque en menor escala, para fabricar armas y
equipos médicos.
Los precios internacionales se han disparado de manera exorbitante
no sólo por el boom de los teléfonos celulares y el constante
desarrollo del mercado de la computación, sino también por la
aplicación en productos tales como Playstation de Sony o Gameboy de
Nintendo.
Entre febrero de 2000 y enero de 2001, la cotización del
kilo de tántalo en la Bolsa de Metales de Londres ascendió de 180 a
950 euros (es decir, a más del quíntuple)
Tántalo El tántalo es un elemento metálico raro que se identifica con el
símbolo químico Ta.
En la naturaleza, aparece principalmente como pentóxido de tántalo (tantalita, Ta2O5) junto con el niobio (columbita,
Nb2O6) Las mayores reservas se encuentran en Australia, Brasil,
Canadá y África (sobre todo en la República Democrática del Congo,
ex Zaire)
En otras regiones, por ejemplo en Malasia y Nigeria, el
tántalo también se encuentra como producto residual en las escorias
de estaño.
En el Congo, la combinación columbitatantalita es denominada en
forma abreviada como coltan. El coltan se extrae, a mano o bien
utilizando herramientas rudimentarias, a partir de sedimentos
aluviales y eluviales (fluviales y erosivos) Su aspecto se asemeja a
la de una grava o arena sucia y grisácea.
El tántalo es muy duro,
tiene una alta densidad y es sumamente
resistente al calor, a la oxidación y a los ácidos.
De ahí que se
adapte mejor que cualquier otro metal a las superaleaciones
empleadas para equipos quirúrgicos, armas de alta tecnología,
reactores nucleares, lentes de cámaras fotográficas y aparatos de
visión nocturna.
De todos modos, la mayor parte de la producción mundial se utiliza
para fabricar condensadores electrónicos (diminutos aparatos que
almacenan carga eléctrica), con lo cual termina siendo destinada a
teléfonos celulares, computadoras, consolas de videojuegos e incluso
detectores de humo y automóviles.
Información:
http://www.tanb.org
El tántalo fue descubierto en 1802 por un químico sueco llamado
Eckberg.
El científico cayó casi en la desesperación al ver que
resultaba tan complicado investigar este metal resistente a los
ácidos. Por eso le dio a su descubrimiento el nombre del dios griego
Tántalo, que está condenado a sufrir eternamente en el submundo. Un
nombre muy acertado.
Aproximadamente una quinta parte de la producción mundial procede
del Congo, donde el tántalo se obtiene a partir de un mineral
llamado coltan. Al este del país, es decir, en medio de la zona del
conflicto, es la materia prima más codiciada y disputada. Militares
y rebeldes de todas las facciones combaten para lograr la supremacía
en la región de las minas.
Las excavaciones las realiza la población
civil - incluso muchos niños - simplemente con las manos y con unas
herramientas de lo más rudimentarias; luego el metal desemboca en el
mercado mundial a través de dudosos canales; es transportado en
aviones Antonov, de fabricación rusa, que a su regreso traen armas
para los rebeldes.
"Allí radica el círculo vicioso de la guerra",
dice el informe de la ONU al analizar el saqueo ilegal de las
materias primas.
"El coltan le permite al ejército ruandés
justificar su permanencia en el Congo. El ejército protege a las
empresas y a los individuos que extraen el mineral. Éstos reparten
sus ganancias con el ejército, que vuelve a crear las condiciones
para que la explotación continúe."
Pero ¿cuáles son las empresas que lucran con esta explotación?
Bayer, el fabricante de la aspirina, en el papel protagónico
Nadie intentó indagar en aquel momento, en diciembre de 2000, cuando
parecía que Manfred Schneider, presidente del Consejo de Dirección
de Bayer, había hallado la piedra filosofal:
con el tántalo,
utilizado en la telefonía celular, la compañía obtenía tasas de
crecimiento que no le iban en zaga a la Nueva Economía.
"Gracias a
él, obtenemos grandes ganancias en forma sostenida, algo que,
seguramente, no todas las empresas de la Nueva Economía están en
condiciones de afirmar", le confió a la revista Der Spiegel.8
Schneider sabe de qué está hablando: su empresa es líder en el
mercado mundial en lo referente al tántalo.
Según los conocedores
del rubro, H.C. Starck (una subsidiaria de Bayer con ventas por 665
millones de euros,9 sede en la ciudad alemana de Goslar y sucursales
en EE.UU., Tailandia y Japón) elabora más de la mitad de la
producción mundial y le suministra este metal noble a la industria
electrónica.
"En todo equipo electrónico hay condensadores de tántalo", se
entusiasma Manfred Bütefisch, vocero de H. C. Starck. "Para los
primeros Pentium se necesitaban apenas
cincuenta de estas piezas, ahora ya hacen falta entre doscientas y
trescientas."10
8 -
"Etappensieg für den Abenteurer", Der Spiegel 52/2000
9 -
Entre los años 1999 y 2000, las ventas se elevaron de 435 a 665
millones de euros. La página web de la empresa señala que "esta
alentadora expansión en las ventas puede atribuirse básicamente a la
coyuntura favorable en el campo de las telecomunicaciones, pero
también al tipo de cambio exhibido por el dólar estadounidense y el
yen". (http://www.hcstarck.de)
Manfred
Bütefisch agrega que este hecho, sumado a las
impresionantes tasas de crecimiento que se dieron en el mercado de
la telefonía celular, determinó un aumento descomunal en el precio
de la materia prima del tántalo.
La empresa oculta el origen
Lo que el vocero de la empresa no quiere decir es de dónde viene el
tántalo.
"Son minerales que pueden extraerse en distintos
continentes." ¿En cuáles? "Lo siento, pero no puedo darle
información acerca de eso." ¿Por qué no? "Son datos internos."
En noviembre de 2000, el periódico berlinés die tageszeitung (taz)
estableció por primera
vez una relación entre la empresa y el Congo, aunque sin llegar a
afirmar en forma explícita que H.C. Starck adquiriera sus materias
primas en la zona de guerra.
El autor de la nota simplemente
confirmó que el tántalo se extraía de la región congoleña ocupada
por los rebeldes y que la poderosa filial de Bayer estaba
involucrada en su procesamiento.11
Bütefisch dixit "En sí, ambas
cosas son ciertas."
Un par de semanas más tarde, el taz consignó que
con la exportación de coltan se financiaba, a través de una red
comercial mañosa, a las facciones enfrentadas en el conflicto
bélico.12
10 -
Entrevista con Klaus Werner, 30.1.2001
11 -
Dominic Johnson: "Ein Minister will sich bilden", die tageszeihtng,
21.11.2000
12 -
Dominic Johnson: "Erzfeinde im ColtanRausch", die tngeszeitung,
22.12.2000
Acto seguido, intenté que Manfred Bütefisch me respondiera si su
empresa estaba involucrada en el financiamiento de la guerra del
Congo.13 Su respuesta:
"Todos los que tienen yacimientos de materias
primas en países en desarrollo deben lidiar con ese tipo de
acusaciones. Nosotros ya estamos acostumbrados, por eso no decimos
nada al respecto."
¿Por qué no aclaró simplemente que la empresa no lo obtenía desde el
Congo?
"Si entro en esa discusión, me pongo yo mismo en el centro de
la escena. Y no queremos eso, no lo necesitamos."
¿Qué significaba
eso, que no descartaba que el metal proviniera del Congo?
"No diré
ni una cosa ni la otra."14
¿El tántalo no viene del Congo?
Buscaba una prueba.
Lo que más me irritaba era que todos los
expertos en materias primas afirmaban que prácticamente no se
exportaba tántalo desde la región comprendida por el Congo y Ruanda.
"Puede ser que allí se produzcan un par de kilos - tal vez cien
kilogramos - de tantalita, pero no más que eso", me informó Manfred Dahlheimer, del Instituto Alemán de Ciencias Geológicas y Materias
Primas.15
El propio Larry Cunningham, quien forma parte del
instituto norteamericano de investigación US Geological Survey y
aparentemente es considerado como el mayor especialista mundial en
tántalo, se lamentó:
"No hay datos del Congo." Agregando luego: "Pero todo es posible."16
13 -
Otro que quiso conocer más detalles sobre la procedencia del
misterioso material fue Philipp Mimkes, de la Coordinación contra
los Peligros de Bayer. Pero el representante de esta organización
(que observa con una mirada crítica a la empresa debido a su pasado
nazi y a la fabricación de
productos químicos sumamente peligrosos) tampoco obtuvo respuesta
"por razones ligadas a la
competencia". Lo único que le hicieron saber es "que las principales
fuentes de materia prima del tántalo no se encuentran en África".
(Fax enviado por H. C. Starck a la Coordinación contra los Peligros
de Bayer, 5.12.2000)
14 -
Entrevista con Klaus Werner, 30.1.2001
15 -
Entrevista con Klaus Werner, 23.1.2001
16 -
Entrevista con Klaus Werner, 31.1.2001. Lo último que registró su
instituto fue una tonelada de tantalita en 1994 (una cantidad
mínima, si se la compara de manera global). Luego, nada más. En la
tabla relativa a Ruanda - esta tabla es relevante, dado que los
ruandeses, como fuerza de ocupación en el Congo oriental, son los
propios beneficiarios - aparecen unas 25 toneladas anuales, cifra
que tampoco resulta demasiado significativa. Fuentes: US Geological
Survey: The Mineral Industry of Congo (Kinshasa), The Mineral
Industry of Rwanda
Sin embargo, un periodista congoleño me había contado que mes a mes
se exportaban desde su país 200 toneladas del mineral, lo cual
equivale casi a la quinta parte de la producción mundial.17
Judy Wickens, perteneciente al TantalumNiobium International Study
Center (una representación de los intereses sectoriales de la
industria), también había oído rumores que hablaban de estas cifras,
pero no quiso ahondar en el asunto.
"Los datos comerciales de
nuestros miembros (nota: entre ellos se cuenta, por ejemplo, H. C. Starck) debemos manejarlos en forma confidencial. Y otros datos no
tenemos."18
Además, Wickens me advirtió que de todos modos es
difícil comprender a fondo los circuitos comerciales. Porque
generalmente se desarrollan a través de intermediarios.
Y porque lo
que figura en los expedientes de la Aduana...
"¿acaso cree usted que
eso se hace en forma honesta y como es debido?"
Averiguaciones secretas
Al parecer, el comercio con el Congo estaría floreciendo bajo el más
absoluto encubrimiento.
Para conocer mayores detalles, decidí entrar
personalmente en el negocio a modo de intermediario. Por supuesto,
no quería comerciar realmente con el tántalo, sino investigar en
secreto. En Internet encontré algunos indicios: allí hay bolsas de
comercio virtuales, en las cuales individuos y empresas se abren
camino para sus operaciones internacionales.19
El espectro abarca
desde café hasta peces dorados, pasando por riquezas del subsuelo.
También existe una demanda ¡urgente! de tántalo. Muchos de los
traficantes de materias primas tienen su sede en Alemania. En el
Registro Comercial sólo aparecen unos pocos. Algunos tienen
denominaciones que no remiten al tráfico de las valiosas riquezas
naturales. Por ejemplo, la firma Equatorial Safaris de Tanzania, que
oficialmente organiza campings en el Parque Nacional Serengeti,20
pero que - según la bolsa de intercambio de Internet - tiene "140
toneladas de tantalita" en stock.
O la BTHS Handels und Seafood
GmbH de Hamburgo, que compra,
"1520 toneladas de tantalita del Congo
y de Ruanda" y que está constantemente a la búsqueda de "cantidades
adicionales debido a la inestable situación política en la
región".21
Un caballero o una dama de nombre Surojeet Banerjee, a
través de la dirección surojeetjp@hotmail.com, también busca
"tantalita para Alemania. Posibilidad de relación a largo plazo."22
17 -
En la actualidad, la producción anual mundial se estima en 2.500
toneladas de pentóxido de tántalo (Ta2O5). La tantalita proveniente
del Congo (coltan) tiene en promedio un grado de pureza del 20%, es
decir que con 200 toneladas mensuales de coltan se obtienen más o
menos 480 toneladas de Ta2O5 al año. Ni siquiera desde Australia
(país que según cifras oficiales es, por amplio margen, el mayor
productor) se exporta una cantidad superior.
18 -
Entrevista con Klaus Werner, 31.1.2001
19 -
Por ejemplo: http://www.cbn.co.za,
http://www.goldseek.com,
http://tradezone.com o
http://www.emb.com
20 -
Ver http://www.equatorialsafaris.co.tz
21 -
http://www.cbn.co.za/tradeenquiries/trd evapora ting tantalite.htm
22 - http://www.emb.com/bbs/messages/386.html
Sonaba tentador. Pero para ingresar al negocio, yo necesitaba una
nueva identidad.
Eso no era problema: Internet brinda identidades
sin exigir documentos, ya que en el mundo virtual la dirección de
correo electrónico rige tanto para el nombre como para el domicilio.
Perfectamente uno puede enviar y recibir cartas o documentos como george.bush@gmx.net o como juan.pablo.II@hotmail.com, siempre y
cuando la idea no se le haya ocurrido antes a otro.23
A los cinco minutos ya era un hombre nuevo.
Nombre: Robert Mbaye Leman.
Lugar de residencia: Arusha, Tanzania.
Ocupación: Comerciante de materias primas.
Señas particulares:
Buenas relaciones con el escenario de los rebeldes en el Congo.
Encargo: Vender 40 toneladas del más fino coltan congoleño a
Alemania.
La noche del 31 de enero de 2001 envié mi oferta al ancho mundo, a
una docena de intermediarios.
Pedía 10.000 dólares estadounidenses
por cada tonelada de materia prima. Con esa cifra, me situaba muy
por debajo del precio internacional (demasiado, en realidad) Pero lo
importante era que ese precio inigualable llamara la atención.
Habían transcurrido apenas dieciséis minutos desde mi clic en
"Enviar", cuando llegó la primera respuesta. Un tal Rashid Remtula
quería saber cuál era la proporción de tántalo, niobio, uranio y
torio en el mineral ofertado. Buena pregunta.
Honestamente, no tenía
ni idea de qué responder, y decidí que a partir de ese momento me
desdoblaría. Es decir, yo mismo publiqué de inmediato un aviso
solicitando tántalo de manera urgente. Sería un curso intensivo de
mineralogía. Si quería evitar el fracaso, debía familiarizarme
rápidamente con la terminología más usual.
Al cabo de unas pocas
horas recibí una oferta de la firma Vitalpharm, de la cual se
inferían los datos más importantes. Ahora sí que estaba preparado.
Unas horas después de mi primer email, me llegó el pedido que
estaba esperando: el de Surojeet Banerjee, el que buscaba "tantalita
para Alemania" en una "relación a largo plazo". También él o ella
exigía información más detallada sobre la calidad del material.
Además, Banerjee reclamaba para sí una comisión del 2% como
condición para cerrar el trato. En tal caso, el material podría ser
embarcado hacia Amsterdam.
En el transcurso de dos días, se presentaron ante mí - o sea, ante
Robert Mbaye Leman -
otros seis traficantes, todos interesados en comprar el coltan.
Entre ellos, el organizador de safaris de Tanzania, la firma
austríaca Treibacher (que también procesa el tántalo) y BTHS Handels
und Seafood GmbH, la empresa pesquera de Hamburgo.
Esta última
reconoció dos meses más tarde, en una entrevista con el periódico
taz, que compraba tántalo congoleño a través de Uganda y que lo
comercializaba en Alemania:
"Los precios son increíbles."24
23 -
Las casillas de correo electrónico pueden obtenerse gratuitamente en
http://www.gmx.net, en www.hotmail.com, etc.
24 -
"Deutsches Geld für Kongos Krieg", die tageszeitung, 4.4.2001
Bayer quiere comprar coltan del Congo
Estimulado por la fuerte repercusión, el 1º de febrero de 2001 envié
mi oferta inmoral a los departamentos de compra de H.C. Starck en
Alemania, Japón, EE.UU. y Tailandia.
En inglés, pedí que me
informaran si a la empresa Bayer le interesaba adquirir coltan
procedente de la zona congoleña bajo dominio rebelde:
"Puedo
ofrecerles una buena cantidad (aproximadamente 40 toneladas) de
tantalita, que tengo actualmente en depósito en Bukavu (República
Democrática del Congo)
Si el negocio se desarrolla con la máxima rapidez, puedo
venderla a un precio muy ventajoso. Atentamente, Robert Mbaye Leman,
Arusha, Tanzania."
Esa misma noche recibí una respuesta.
Jürgen
Bonjer, comprador de la empresa Bayer en
Tailandia, escribió:
"Estimado Señor Leman: En general, estamos
interesados en comprar
todo tipo de materias primas del tántalo.
Por favor, háganos llegar
los análisis, una muestra representativa de las 40 toneladas y su
precio tentativo. No bien tengamos esta información, le enviaremos
de inmediato nuestra respuesta.
Atentamente, Dr. Bonjer."
Envié inmediatamente los datos solicitados. Justifiqué el precio tan
bajo aludiendo a la
"peculiar situación política de la región". A partir de allí no
recibí ninguna otra respuesta.
¿Era demasiado bajo el precio? ¿Acaso
el Dr. Bonjer había olido algo raro? ¿O simplemente se había
acobardado y había decidido dar marcha atrás en el negocio sucio?
Bayer también compra a través de intermediarios
Para averiguar si los intermediarios vendían su coltan a la empresa
Bayer, les pedí los nombres de sus clientes.
Dije que de ese modo
podría evaluar la confiabilidad financiera de mis compradores.
Un
tal Dr. Bronsart, de Bvs Ltd. Germany, respondió con un ingenioso
juego de palabras que sólo puede comprenderse mediante el texto
original en inglés:
"We nave no problem proving seriousity and
financial capabilities of the contracting BUYER which is a
subsidiary of one of the largest chemistry concerns in the world."
En español:
No hay problema: El que figura como COMPRADOR (BUYER,
pronuncíese: BAYER) en nuestro contrato es la subsidiaria de una de
las mayores compañías químicas del mundo.
En otro mail, Bronsart fue
más explícito:
"El comprador es H. C. Starck, de Alemania, cuyo
departamento de compra de materias primas tiene su sede central en
Goslar."
Además, me hizo notar que a la empresa le resultaba
sospechosa una oferta tan barata:
"Hay algo que huele mal."
Decidí pasar a la ofensiva.
Le conté a Bronsart de manera
confidencial que mi socio en el
Congo era Somigl, una firma que desde noviembre de 2000 tenía el
monopolio en la exportación de coltan.
"Todos los meses, Somigl cede
una determinada cantidad de mineral a comerciantes como yo, que, a
su vez, la ayudan a efectuar ciertos negocios internacionales.
Como
usted sabe, la región es políticamente inestable, y siempre se
necesitan negocios de importaciónexportación que puedan
desarrollarse a través de canales no oficiales.
Tenga en cuenta que
esto es África y que aquí la manera de hacer negocios es un poco
distinta de la europea."
Enemigos mortales transformados en socios comerciales
La mencionada firma Somigl (Sociedad Minera de los Grandes Lagos)
efectivamente existe.
Fue fundada por el grupo rebelde más
importante, la Agrupación Congoleña por la Democracia (RCD) El
objetivo de este movimiento, que cuenta con el apoyo de Ruanda, era
monopolizar el comercio de coltan y asegurarse así cada mes un
millón de dólares estadounidenses provenientes de ingresos fiscales.
El RCD puso al frente del negocio a una mujer tristemente célebre en
toda la región: Madame Aziza GulamaliKulsum, quien controla ya
desde hace años buena parte del comercio con el preciado mineral.
A
esta dama se le atribuye un papel central dentro del tráfico de
armas desarrollado entre las distintas facciones que intervienen en
la guerra. Por ejemplo, durante años constituyó la principal fuente
de apoyo financiero de los rebeldes hutus en Burundi, que en la
actualidad operan desde la vecina República Democrática del Congo.
Conforme a lo señalado por un instituto de
investigación congoleño, Madame Gulamali es,
"uno de los principales
miembros de una red dedicada al tráfico de armas", en una región
donde ella ha construido "una gigantesca organización para el
contrabando (cigarrillos, oro, marfil, armas, etc.)"25.
Se dice que
Madame Gulamali mantiene excelentes relaciones no sólo con los
rebeldes, sino también con sus adversarios.
De este modo, los bandos
opuestos combaten militarmente en los distintos frentes de esta
horrorosa guerra y, al mismo tiempo, mantienen relaciones
comerciales a través de una estructura de tipo mañoso.
Según un informe de la ONU, Madame Gulamali no sólo controla el
tráfico de coltan, sino que además es conocida por falsificar
billetes y declaraciones aduaneras,
"sobre todo para los productos
que ella exporta".
Hace poco, al ser confrontada con declaraciones
de aduana falsas (en donde el coltan aparecía como mineral de
estaño), ella respondió:
"En este negocio, eso lo hacen
prácticamente todos."26
Ciertos negocios
El Dr. Bronsart, de la Bvs Ltd. Germany, no se dejó amedrentar por
mi alusión a "ciertos negocios con la firma Somigl".
Por el
contrario, manifestó su agradecimiento y me aseguró que "la
confidencialidad es uno de nuestros principios". Dijo que había
conversado con el cliente, Bayer, que seguía estando sumamente
interesado en el negocio. Lo único que continuaba generándole dudas
a la compañía era el "asombroso precio".
En un mensaje enviado el 6
de febrero de 2001, Bronsart me informó:
"El jefe del Departamento
de Materias Primas está muy interesado en comprar el material que
usted ofrece, sobre todo con miras a entregas regulares en el
futuro, y también está conforme con las condiciones de entrega
propuestas; sin embargo, aún quiere aclarar determinadas
cuestiones."
De todas maneras, luego me tranquilizó:
"Considere a H.
C. Starck como un socio fuerte y confiable."
Para aclarar una vez más la cuestión del precio - en realidad, lo
que yo había pedido era
demasiado poco, y estaba contrariado porque eso podía echar a perder
el negocio - intenté hacerle creer a mi cliente que la cantidad que
le había ofrecido podía venderla a ese precio únicamente en forma
clandestina y que además requería divisas con urgencia para "ciertos
negocios internacionales".
El argumento era débil. Pero no se me
ocurrió nada mejor.
Así y todo, Bronsart respondió:
"Muchas gracias.
Eso fue de gran ayuda."
Entonces me envalentoné y solicité una carta
de intención oficial por parte de Bayer, con firma y membrete. Pero
evidentemente había ido demasiado lejos. El 7 de febrero, sin
ofrecer mayores explicaciones, el Dr. Bronsart me escribió que Bayer
ya no estaba interesada en el trato:
"El inconveniente radica en el
precio que usted mencionó."
Suficientemente buena para los rebeldes
Entretanto había vuelto a dar señales mi "relación a largo plazo".
Surojeet Banerjee me pedía que me pusiera directamente en contacto
con el cliente. Por cierto, se trataba otra vez de un intermediario:
la Born International Sourcing Service, con sede en Alemania.
Quien
hace las veces de gerente en esa firma es el comerciante de materias
primas Ralf Born.
25 -
Pierre Lumbi, Observatoire GouvernanceTransparence (OGT): "Guerre
en Rdc: ses enjeux économiques, intéréts et acteurs", abril de 2000
26 -
Report of the Panel of Experts on the Illegal Exploitation of
Natural Resources and Other Forms of Wealth of the Democratic
Republic of the Congo, Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
12.4.2001
También a él le expliqué que el precio tan bajo del coltan se debía
a un trato especial con la firma Somigl. Y que para concretar la
operación, yo precisaba una autorización especial de los rebeldes,
con quienes tenía muy buenos contactos.
Asimismo le dije que
necesitaría el nombre y la dirección del potencial cliente final.
"Nuestras fábricas contratistas constituyen dos de los mayores
procesadores", fue la vaga
respuesta de Born.
A todo esto, demostró ser un conocedor del rubro.
Sin que yo le mencionara el nombre de la directora de Somigl, Aziza
GulamaliKulsum, él escribió:
"Podemos entregar una garantía de un
banco alemán, lo cual debería bastarle. Al menos a Aziza Kulsum le
basta. Quiero que sepa que nosotros conocemos a fondo la bizarra
situación que se vivió y se vive actualmente en el Congo, donde los
enemigos de guerra son, al mismo tiempo, socios comerciales."
No
podría haberlo expresado mejor. ¿Acaso Born ya había comerciado con
Madame Gulamali?
Solicité una vez más los nombres de sus clientes. En lugar de eso,
Born me envió un
proyecto de contrato y me contraofertó un ventajoso negocio con
maquinarias para minería, adjuntando una detallada lista con los
precios de los equipos que yo podría ofrecerle a Somigl.27
Tras dos
docenas de mensajes llenos de insinuaciones, pasé a la ofensiva y le
pregunté a Born si estaba dispuesto a efectuar entregas directas a
H. C. Starck, considerando que ése era justamente el socio ideal de
los jefes de las regiones bajo dominio rebelde.
Born se mostró
sorprendido y me hizo saber que,
"la política de compras empleada por
firmas como Starck podría representar un problema, ya que para la
prensa alemana la imagen de Somigl no es demasiado feliz".
Advertía,
sin embargo, que si me molestaba un poco y leía entre líneas, vería
que él ya había mencionado como cliente a un emplazamiento de la
empresa en Asia:
"Estimado Señor Leman: Ése es Starck."
Finalmente,
el 8 de febrero, Ralf Born me informó que durante una charla
telefónica el cliente le había manifestado su interés en comprar el
material.
"Como siempre", agregó.
Dos meses después, Ralf Born se presentó frente al die tageszeitung
como un inocente
corderito.
El periódico reproduce declaraciones en las que el
traficante de materias primas afirma no haber comprado coltan en el
Congo.
"Me da dolor de estómago. Es sencillamente un gobierno de
rebeldes. Es un horror, el país se está desangrando."28
Hasta el
momento, de mi "relación a largo plazo" con Born el taz no sabía
nada.
El 9 de febrero suspendí todos los contactos con los clientes:
"A
raíz de unos problemas que se han presentado, debo partir
urgentemente hacia Arusha. Robert Mbaye Leman."
En realidad, no volé
hacia Arusha sino hacia Kigali, la capital de Ruanda. Apretujado en
un minibús junto a doce nativos y algunos racimos de bananas, me
abrí paso por el montañoso paisaje ruandés hasta atravesar la
frontera con el Congo.
Allí, justo después de la frontera, está
Goma, la capital de los rebeldes.
Coltan, Kalashnikovs y niños soldados
El doctor Ngabo va de aquí para allá y abre las puertas de los
armarios y de las habitaciones, como si quisiera hacer un recuento
de las carencias en el patio interno.
En el botiquín, un par de
cajas semivacías. En la sala de operaciones, una suerte de sillón
plegable con un par de lámparas encima, nada más. Dos baños, dos
duchas en un cubículo.
27 -
Dos meses después (el 4.4.2001), Born le contaría al "tageszeitung"
lo siguiente: "A mí no me consta que Somigl invierta en las minas.
Ellos ganan una cantidad infernal de dinero, y el dinero no
retorna." En su opinión - segun el taz - los importadores de tántalo
deberían contribuir a mejorar las condiciones de vida en las
regiones de extracción, por ejemplo en el Congo
28 -
"Deutsches Geld für Kongos Krieg", die tageszeitung, 4.4.2001
Ni un
equipo de desinfección, ni siquiera una lavadora hay en el Hospital Charité Maternelle de Goma, donde el doctor Ngabo atiende, junto con
dos médicos más, a cien pacientes.
En una habitación oscura, mirando
fijamente la pared, está sentada Faida Mugangu, la mujer que hace un
par de semanas perdió a su familia.
Adolphe Onosumba Yemba también es médico. Hace algunos años tenía su
propio
consultorio en Johannesburgo, y le iba muy bien. Pero, desde
noviembre de 2000, Onosumba se dedica a otra profesión: es el líder,
en el este del Congo, de la agrupación rebelde RCD, cuya influencia
se extiende a lo largo de una región tan vasta como Europa Central.
Sin embargo, cuando me dirijo a las afueras de Goma y visito su
residencia, espaciosa y celosamente custodiada, compruebo que el
aspecto de Onosumba, de 34 años, no se parece en nada al de un
combatiente clandestino:
"No creo que aquí usted encuentre, además
de nosotros, otros rebeldes con corbata y laptop", dice con una
sonrisa este hombre joven y atento; y cuando entramos a su oficina,
cierra las cortinas.
Por razones de seguridad:
"Al fin y al cabo,
con las cortinas abiertas, seríamos un buen blanco para los
tiradores de precisión."29
A menos de quinientos metros, la mayoría de la gente vive en
tugurios de chapa y bajo
toldos de plástico.
En las casas del centro de la ciudad el revoque
se desmorona, la mayoría de los locales están vacíos, en sus puertas
se han levantado barricadas y en sus ventanas no ha quedado un
vidrio sano. Niños soldados reclutados por los rebeldes patrullan
las calles polvorientas. A través de la radio, los watoto ("niños")
son convocados a luchar por el RCD. Pero la mayoría no va en forma
voluntaria, dice Refugees International.
En abril de 2001, esta
organización de ayuda humanitaria habló con uno de los muchachos:
"Mark tiene quince años. Hace dos meses, cuando volvía a su casa
desde la escuela, fue raptado junto a cinco compañeros de su curso
por cuatro soldados del RCD. Los llevaron al aeropuerto, los
pusieron en un avión y los enviaron a un campo de entrenamiento
militar."
Tres de ellos murieron allí. Mark no supo cómo murieron.
Tal vez porque los habían obligado a dormir bajo la lluvia. O por
los maltratos y las golpizas. O de hambre.
"Nos obligaban a trabajar
como esclavos", cuenta Mark, quien logró huir del campamento
militar.30
A muchos de estos niños les dan drogas, y así los ablandan para la
guerra.
La noche posterior a mi llegada a Goma, se me acercan tres
adolescentes uniformados. Uno de ellos, más o menos de catorce años,
dirige el cañón de su Kalashnikov hacia mi pecho y me pide
amablemente unos dólares y cigarrillos. Sus ojos brillan
amarillentos, las pupilas están dilatadas. Me pregunto cuánto tiempo
podrá mantener el dedo así, sin apretar el gatillo.
Cuando vuelvo a
pasar la noche siguiente, me saluda contento, como si fuéramos
viejos conocidos.
"Nuestros niños mueren para que ustedes lucren"
No importa a quién se le haga la pregunta, en las calles de la
ciudad todos creen que los principales culpables de esta situación
desesperante son los rebeldes y sus adeptos ruandeses.
"Pero ellos
no son los únicos responsables de esta desgracia", dice un maestro
desempleado, que, en la plaza principal de Goma, vende máscaras
tradicionales a los pocos extranjeros que están aquí, trabajando
básicamente para organizaciones humanitarias y para la ONU.
"Son los
europeos y los americanos los que compran el coltan y traen las
armas. Ellos explotan las riquezas de nuestro país y dejan que
nuestros niños mueran en las minas para seguir lucrando."
29 -
Entrevista con Klaus Werner, 18.2.2001 30 -
Comunicado de prensa de Refugees International, 24.4.2001
Señala el horizonte. Hacia el cielo se elevan
las montañas de Masisi, donde están los yacimientos más importantes:
"Allí envían a la muerte a nuestros niños."
El joven que está junto a él ya probó suerte en las minas:
"Estás en
medio del lodo, con
miedo de que en cualquier momento se derrumbe la tierra y te caiga
encima. Permanente mente se oyen disparos desde algún lugar. Te
vigilan los soldados o las milicias clandestinas, depende del caso.
Vienen unos y echan a los otros, pero a nosotros nos daba lo mismo.
Ellos te lo compran. Si tienes suerte, te dan varios cientos de
francos congoleños. En Goma ganan diez veces más, pero si te pescan
con coltan, entonces..."
Me pone los dedos índice y mayor sobre la
frente: "¡Bang!"
Tres semanas después de esta charla, el 11 de marzo de 2001, casi
cien personas murieron en una mina de coltan (situada cincuenta
kilómetros al noroeste de Goma) al derrumbarse el acceso a un túnel.
Matar para sobrevivir
Casi todos mis interlocutores insisten en que no mencione sus
nombres. Ya son demasiados los que han sido arrestados o incluso
desaparecieron para siempre después de haber hablado con
extranjeros.
El miedo a los rebeldes es grande.
Una mujer me cuenta que en las minas trabajan, sobre todo, hutus
ruandeses. Según el informe de la ONU sobre el saqueo ilegal de
materias primas en el Congo, la mayoría de ellos son prisioneros de
Ruanda.
Considerados como presuntos autores del genocidio de 1994,
excavan de a miles en busca del coltan, que luego entregan al
ejército ruandés.
"Además trabajan civiles congoleños, que llegan a
esta región atraídos por falsas promesas", dice la directora de un
movimiento feminista. "Los soldados rebeldes los vigilan como a
esclavos, y les birlan el mineral por un precio irrisorio. Al que no
obedece, lo fusilan."
El jefe rebelde Onosumba sabe que en su ejército se cometen abusos.
Pero dice que son
una excepción y que se lucha contra ellos sin descanso.
"Lamentablemente, muchos de los que se alistan no tienen pautas
morales", reconoce.
"Ven el ejército como un lugar donde pueden dar
rienda suelta a su mala conducta. Por eso ahora, durante el
reclutamiento, convencemos a los padres para que nos den los hijos
que estén mejor educados."
Para Onosumba, ésa es la única forma de
evitar las violaciones a los derechos humanos.31
Por lo general, no se trata tanto de moral, sino más bien de mera
supervivencia.
Tal como
informa la ONU,
"esta mezcolanza de guerras trae como consecuencia
una gran cantidad de personas hambrientas, que luchan y cometen
saqueos para conseguir comida y municiones".
Así se genera una,
"terrible escalada de violencia", que incluye "la violación
sistemática de muchachas en edad escolar y a la cual están expuestos
los ciudadanos debido a la acción de tropas ruandesas".32
31 -
Entrevista con Klaus Werner, 17.2.2001 32 -
UN Office for the Coordination of Humanitarian Affairs (OCHA), DRC
Monthly Humanitaritin Bulletin,
"Nuestros militares también tienen que comer"
Considerando la opinión de los jefes rebeldes, es justamente el
comercio de coltan el que debe ayudar a mejorar la situación:
"Con
la exportación de coltan financiamos nuestro plan social", afirma
Onosumba.
Los ingresos fiscales provenientes de la
exportación de riquezas del subsuelo servirán para garantizar por
primera vez salarios estables.
"La firma Somigl es
una de nuestras principales fuentes de ingreso", precisa su vocero
de prensa, un hombre bien acomodado, con anteojos de sol oscuros,
Rolex dorado y traje de Armani.
"El monopolio de Somigl sobre el
coltan nos aporta un millón de dólares estadounidenses al mes. Con
300.000 les pagamos a los funcionarios civiles, el resto va a
proyectos sociales. Pero nuestros militares también tienen que comer
algo."33
"De eso, jamás hemos visto nada, ni siquiera un franco congoleño",
se queja el director de una institución social.
"Aquí todos los
hospitales, escuelas y programas de ayuda son financiados por la
población, por las iglesias y las organizaciones solidarias. Si no,
no hay nada. Con el coltan solamente se enriquecen las élites. Todo
va a parar a los canales de una economía mañosa."
Además, Madame Gulamali no pudo satisfacer las expectativas que se
habían depositado
en ella.
A fin de cuentas, Somigl remitió a los rebeldes sólo una
fracción del millón de dólares que éstos esperaban. Fue por eso que
una semana después de mi estadía en Goma, el 28 de febrero de 2001,
los rebeldes volvieron a suprimir el monopolio en el comercio de
coltan.
Desde entonces, la exportación está nuevamente en manos privadas.
En
Goma, averigüé
quién es el principal traficante privado de este preciado material:
el alemán KarlHeinz Albers, un geólogo de los alrededores de
Nuremberg. Albers dirige la firma congoleña Somikivu, que pertenece
en un 70% a la Gesellschaft für Elektrometallurgie (Sociedad
Electrometalúrgica) de Nuremberg.34
Somikivu posee los derechos
sobre la mina de Lueshe, ubicada al norte de Goma, cuya explotación
fue suspendida en 1993 y retomada por Albers a comienzos del año
2000.35 De allí se extrae
niobio, un metal similar al tántalo.
Según
datos del RCD, Somikivu
entrega 300.000 dólares estadounidenses mensuales a los rebeldes,
quienes, a su vez, protegen las minas.
KarlHeinz Albers, principal proveedor de H. C. Starck
No bien llegué a Alemania, llamé a
KarlHeinz Albers a Nuremberg.
Después de todo lo que había oído, pensé que Albers reaccionaría con
las mismas reservas que el vocero de H.C. Starck.
Pero el geólogo se mostró dispuesto a conversar durante
varias horas y me brindó información acerca de su extensa actividad
relacionada con el comercio mundial de materias primas, detallando
especialmente sus compromisos en el Congo.36
33 -
Entrevista de Klaus Werner con el vocero del RCD, JeanPierre Lola
Kisanga, 17.2.2001 34 -
La Gesellschaft für Elektrometallurgie (GfE) es una filial de la
empresa metalúrgica norteamericana. Según el informe de la ONU sobre
la explotación ilegal de materias primas en el Congo, el socio de
35 -
KarlHeinz Albers en Somikivu es el congoleño Emmanuel Kamanzi,
hombre de negocios y ex jefe de
finanzas de los rebeldes del RCD
36 -
Todas las citas siguientes provienen de entrevistas telefónicas,
realizadas por Klaus Werner el 28 de febrero y el 2 de marzo de 2001
Dentro de los círculos diplomáticos, Albers no es ningún desconocido
(especialmente a partir del litigio con el acaudalado austríaco
Michael Krall).
El apellido Krall, cuyo portador goza de buenos
contactos tanto con el cónsul honorario de Austria como con los
máximos círculos del poder en Uganda, aparece mencionado una y otra
vez en los informes sobre tráfico de armas en África Central. Albers
está enredado en un forcejeo con Krall debido a que ambos aseguran
poseer los derechos sobre la mina de niobio en Lueshe.
Aparentemente Krall habría obtenido la concesión por parte del ya fallecido
presidente congoleño Laurent Kabila. Esta declaración carece de
valor, dado que, desde el estallido de la guerra, Lueshe se
encuentra bajo el control de los aliados de Ruanda.
De esta manera
ha surgido una situación grotesca, en la que una empresa austríaca y
otra alemana se disputan el
predominio y la explotación de las materias primas en el Congo.
Un
embajador, que en el pasado fue
asignado a esta región y que no quiso indicar su nombre, dice que
una cosa está clara:
"Allí tienen lugar los artilugios más
increíbles. Allí hay empresas europeas que están involucradas en los
crímenes más terribles".
KarlHeinz Albers es - él mismo me lo contó con orgullo - el mayor
exportador privado de coltan por amplio margen.
Según dijo, cuatro
de los mayores depósitos regionales le envían el material
exclusivamente a él. El tráfico de coltan se desarrolla a través de
su firma Masingiro.37
En el informe de la ONU sobre la explotación
ilegal de materias primas en el Congo, dicha sociedad aparece
mencionada para ejemplificar el,
"desmedido afán de lucro de algunas
empresas extranjeras, que estaban dispuestas a hacer negocios aun
infringiendo la ley y cometiendo irregularidades".
"De la región se exportan, en total, unas 200 toneladas de mineral
metalífero por mes"38,
me contó Albers por teléfono.
Ésa era la misma cifra que ya me
habían mencionado al comienzo de mis investigaciones.39
Sobre la
base del precio promedio señalado en el informe de la ONU (200
dólares por kilo de materia prima en el año 200040), se obtendría
una cifra superior a los 500 millones de euros por año.
¿Y cuánto fue a parar a la cuenta del alemán?
"Nosotros entregamos
entre 100 y 150 toneladas de concentrado por mes."
Es decir: ¡la
mitad o hasta tres cuartas partes del total de las exportaciones!
¿Y a quién?
"La mayor parte se la suministramos a H. C. Starck."
Aquí tragué saliva por primera vez.
Naturalmente, yo ya sabía (por
mis averiguaciones secretas en Internet) que la empresa no tenía
escrúpulos y que con sus compras de tántalo contribuía a financiar
la guerra en el Congo. Algo después, en abril de 2001, el informe de
la ONU sobre el saqueo ilegal de materias primas en el Congo también
denunció que H. C. Starck se encontraba entre los clientes de Aziza
Gulamali, la ex traficante de armas y actual traficante de coltan.
Pero lo que el renombrado geólogo alemán me contaba ahora, tan
campante, significaba, ni más ni menos, que la filial de Bayer era
el máximo comprador de la materia prima que genera más polémica en
esta crítica región.41
¿Hace cuánto tiempo que esto es así?
"Ellos ya venían comprando cantidades pequeñas", dejó entrever
Albers, "pero en gran escala lo hacen desde hace seis o siete años,
desde que operamos allí y podemos garantizar el suministro."42
37 -
Masingiro está inscripta desde abril de 1996 como S.R.L. en el
Registro Comercial de Nuremberg y tiene su sede en una casa de
familia de la localidad alemana de Burgthann, donde asimismo vive la
directora de la empresa, Rita Breyl. El registro mencionado consigna
como rubro comercial "recursos técnicos para la explotación de
riquezas del subsuelo" 38 -
Albers habla de 200 toneladas de preconcentrado, con un grado de
pureza promedio del 20% de Ta2O5 39 -
Según el "Informe de la ONU sobre la Explotación Ilegal de Materias
Primas en el Congo",
solamente entre noviembre de 1998 y abril de 1999 se habrían
exportado 1.0001.500 toneladas de coltan desde la región 40 -
Precio por un kilogramo de coltan de mediana calidad según el
"Informe de la ONU sobre la Explotación Ilegal de Materias Primas en
el Congo"; sin embargo, para marzo de 2001, el precio había vuelto a
retroceder hasta situarse en alrededor de 100 dólares
estadounidenses por kilo 41 -
El "Washington Post" presume que aproximadamente la mitad del coltan
congoleño desembarca en
H. C. Starck ("Vital Ore Funds Congo War", 19.3.2001)
42 -
De esta manera, Albers confirma los rumores que existen al menos
desde junio de 1999, es decir casi un año después del comienzo de la
guerra. Por entonces, un periodista norteamericano afirmó que
H. C. Starck (filial de Bayer, el fabricante de la aspirina) estaba
involucrada en una joint venture cuyo
objetivo era explotar un metal de gran importancia para las
tecnologías occidentales (ver http://www2.minorisa.es/inshuti/
businb.htm). Entre las firmas mencionadas, se encontraban asimismo
un banco ruandes, la delegación suiza de la Banque Nationale de
Paris y una empresa norteamericana llamada Kenrow. A esta última
también se hizo alusión en un sonado artículo publicado en octubre
de 1999 por Le Monde Diplomatique (Colette Braeckman: "Carveup in
the Congo", Le Monde Diplomatique 10/1999). Allí se analizan las
conexiones entre las riquezas del subsuelo y la guerra del
Congo. El artículo otorga una gran importancia a los yacimientos
congoleños de coltan, indicando que el 80% de las reservas mundiales
se encuentran en África y que, a su vez, el 80% de las reservas
africanas están en la República Democrática del Congo. Por otra
parte, la autora de la nota destaca que la sociedad ruandesa Sogermi,
especializada en la extracción del tántalo, ha procurado establecer
una joint venture con firmas occidentales. "Tuvimos la idea de hacer
algo con las que producen entre cinco y diez toneladas al mes", dice
Albers. Pero señala que Kenrow, en cambio, ha perdido protagonismo
hace rato
¿Qué significa violar los derechos humanos?
El alemán me contó todo esto con ese tono impaciente, levemente
arrogante que caracteriza a algunos expertos y a los trotamundos.
Albers es ambas cosas, y me lo hizo notar cuando le pregunté cómo
era el tema de la guerra y esas cosas.
"Yo vengo a menudo al Congo", dijo.
Y luego puso en duda que allí
hubiera en verdad una guerra.
Aja. Traté de modular mi "aja" para que sonara lo más auténtico
posible en el tubo del teléfono. Albers no tenía idea de que yo
mismo había estado en el Congo hacía apenas una semana.
Le pregunté cómo era su relación con ese gobierno rebelde sobre el
cual se leía en los
periódicos.
"Yo no sé si es un gobierno rebelde o no", dijo Albers sobre sus
principales socios comerciales a nivel local. "Ese no es asunto
mío."
En lugar de abordar este tema, habló de los "métodos del Far West"
que empleaban otras
empresas, más pequeñas, para desarrollar sus negocios con el coltan.
Le pregunté si se cometían violaciones a los derechos humanos.
"¿Violaciones a los derechos humanos?" Evidentemente la pregunta lo
sorprendió por completo. "¿Qué significa para usted violar los
derechos humanos? ¡Primero tendríamos que definir eso!"
Y... Trabajo forzado, explotación, trabajo infantil...
"A ver, atiéndame bien. Trabajo infantil: eso en África es una
historia muuuy distinta. Trabajo. Infantil. En África. Básico."
Faltó poco para que lo deletreara.
"Porque los niños también
trabajan en el campo."
Aja. ¿Y en la explotación de coltan, allí también trabajan niños?
"No que yo haya visto. Pero descartarlo, no lo descartaría.
Aunque... los niños son demasiado débiles para ese trabajo. No tiene
sentido."
De eso yo no tenía dudas. Y seguramente tampoco las tenían
aquellas personas que, en Goma, me habían hablado de niños y niñas
de ocho, nueve años que trabajaban como bestias en las regiones de
extracción.
Albers dice que al menos la minería asegura puestos laborales.
"Decenas de miles de
personas trabajan allí en la explotación de coltan. ¡A la gente le
va bien! ¡Créame!", me pide. "Quiero decir: todos trabajan por su
cuenta."
¿Y cuánto ganan?
Frente al tema dinero, el industrial alemán ve la necesidad de
explayarse.
"Los africanos no son como nosotros. El africano no puede conservar
el dinero, lo gasta enseguida. ¿En qué? No sé. Si usted le da a un
africano cien mil dólares en la mano, él los despilfarra en un par
de días.
Y vuelve a ser más pobre que una rata. Pero tengo la
sensación de que, así y todo, se siente mejor. Mientras ellos tengan
su cervecita y un poco de música para bailar, están más que
conformes."
En esencia, esta cosmovisión explica un sistema que aparece en
varias secciones de este
libro. Un sistema que ve al hombre como una variable local y a los
estándares éticos como una pretensión desmedida.
Que presenta a sus
víctimas como seres de segunda clase, cuyas necesidades deben
medirse con criterios totalmente distintos de los nuestros:
al
africano le gusta que lo exploten; al africano le basta con menear
un poco las caderas para estar más que conforme; y probablemente al
africano también le guste morir.
Esta escuela de pensamiento alcanza
su apogeo en Goma, donde un KarlHeinz Albers convive con una Faida
Mugangu, la mujer que ha perdido a su familia en la guerra. Una
guerra cuya existencia incluso es puesta en duda por Albers, aunque
él mismo sea una pieza de ajedrez dentro de este conflictivo
tablero.
Los ajedrecistas, sin embargo, están en Goslar, Alemania, y
en todos los demás lugares del mundo donde resulta más fácil
esquivar esa mirada de Faida Mugangu clavada sobre la pared gris del
hospital.
Las empresas electrónicas generaron el boom del coltan
La firma H. C. Starck no es la única que participa del lado del
vencedor en este cruel juego.
Y no es la filial de Bayer la que
generó este boom del tántalo, que revolucionó los mercados sobre
todo a fines del año 2000. Coincidiendo con otros expertos en
minería, Karl Heinz Albers me contó que las empresas de telefonía
celular y computación se habían volcado a comprar las materias
primas del tántalo en forma directa.
Y dijo que de esta manera
habían desatado la histeria en los mercados.
"Así surgió la
sensación de que la demanda crecía a todo ritmo, y de que ya no
podía asegurarse el suministro a través de los productores
tradicionales."
Esta impresión se ve reflejada en las revistas especializadas de la
industria minera.
Allí se habla de una,
"vertiginosa demanda de
tántalo causada por el boom de los teléfonos celulares".
"Prácticamente el 70% de la producción de tántalo va a parar al
sector de la electrónica", dice Lee Sallade, jefe de Marketing de H.
C. Starck en EE.UU.43
De acuerdo con estimaciones independientes, la
cantidad de teléfonos celulares se elevaría a nivel mundial de 400
millones en el año 2000 a 1.000 millones en el año 2004.
Fabricantes de teléfonos buscan socios en el Congo
En enero de 2001, el fabricante de teléfonos satelitales Erkis USA
buscaba un socio para explotar un yacimiento de tántalo en el Congo
oriental. Pero, tal como informaba una publicación de la industria
metalúrgica, la tarea no era nada sencilla debido a la inestabilidad
política y económica.44
De todos modos, un vocero de la empresa
industrial Metallurg International 45 es optimista:
"Vista la demanda
de nuevas fuentes de materia prima, los riesgos asumidos tendrán
una pronta recompensa."
El elevado precio del tántalo sirve a muchos
como acicate para intentar la explotación también en regiones
inestables. Y los productores de materias primas quieren acercarse
más al consumidor final, evitando escalas intermedias como H. C. Starck.
Porque, como señala un vocero del fabricante de teléfonos Erkis,
"todo paso productivo dirigido hacia
el consumidor aumenta el margen de ganancias".
43 -
"Electronics, superalloys markets fnelling tantalum demand growth",
American Metal Mnrket,
18.9.2000 44 -
"Erkis seeking partner for Zaire tantalum", American Metal Mnrket,
9.1.2001 45 -
Metallurg International es la empresa matriz de la Sociedad
Electrometalúrgica (GfE) de Alemania. La GfE participa con un 70% en
la mina de niobio de Lueshe (Congo) y tiene como gerente a Karl
Heinz Albers
Albers también confirmó que las empresas de electrónica intentan
adquirir el tántalo directamente para asegurarse el suministro de la
materia prima.
Quise saber cuáles eran esas empresas.
"Usted puede
recorrer el abanico completo. Desde Mitsui hasta Sony, pasando
por... qué sé yo cómo se llaman."
¿Nokia, Siemens, Ericsson,
Motorola?
"De Nokia yo nunca oí nada."
Pero de Mitsui y Sony ¿sí
oyó?
"Sí, entre otros. Samsung también se interesó y... Dios, la
cantidad de nombres que circulan es tan enorme, pero de ahí a que
todas efectivamente hayan comprado, no se sabe; y además, ¿a quién
le importa?"
A mí sí me importaba, y averigüé directamente en las empresas.
La
vocera de Nokia, líder en telefonía celular, sólo dijo que no diría
nada. El número dos del mercado es Siemens. De su filial Epcos se
sabe que es uno de los principales compradores del tántalo en polvo
suministrado por H. C. Starck.
La mayoría de las otras empresas de
electrónica mostró su reticencia.
Un caso para nuestro hombre en Tanzania:
Robert Mbaye Leman, el
traficante virtual de coltan, volvió a formular atractivas ofertas y las envió por email
a apenas una docena de fabricantes que operan en el mercado de la
electrónica.
Tantalita proveniente de la región de Kivu en la
República Democrática del Congo, condiciones favorables de entrega,
40 toneladas, para relación a largo plazo, por favor responder a la
brevedad.
Samsung, líder del mercado, muerde el anzuelo
Esta vez tuve que esperar varios días, hasta que el 5 de marzo de
2001 llegó la primera respuesta.
Desde Corea, un hombre muy atento
expresaba sus deseos de que el Sr. Leman y su familia se encontraran
bien de salud, augurando al mismo tiempo éxitos en los negocios.
Luego informaba que había derivado mi propuesta a la oficina
correspondiente en Inglaterra. A partir de la dirección, se infería
que el remitente era la Samsung Corporation. Samsung es uno de los más famosos fabricantes de teléfonos
celulares, accesorios de
computación, artículos electrónicos de entretenimiento, productos
electrodomésticos y equipos para la oficina. En varios rubros (por
ejemplo, monitores y equipos de fax), este conglomerado de empresas
se encuentra entre los líderes mundiales. Las ventas de Samsung
Alemania ascienden por sí solas a unos 475 millones de euros.
Desde Inglaterra se presentó Claude Bittermann, gerente comercial de
Samsung (Sección Metales), para fijar las condiciones de la
transacción y llevar el material ofrecido hacia Europa.
Yo seguí con
mi juego: dije que, como la exportación de coltan era controlada por
los rebeldes del RCD (lo cual impedía desarrollar relaciones
comerciales normales), me interesaba saber si Samsung ya tenía
experiencia en la región. Bittermann señaló que él ya había comprado
cobre del Congo y que estaba al tanto de la infraestructura regional
y sus obstáculos.
Advertí que el negocio con los rebeldes requería
una especial discreción, porque yo sacaría el mineral del Congo,
"sin
papeleo ni complicaciones financieras".
Pero eso a Bittermann
pareció no molestarle:
"No se preocupe, el material no volverá a
aparecer en el mercado. Será utilizado directamente para el consumo
propio de Samsung en la industria electrónica."
Eso era todo lo que
me interesaba saber.
También Sabena lucra con la guerra del coltan
Al referirse al comercio del coltan en la región bajo dominio
rebelde, el informe de la ONU sobre la explotación ilegal de
materias primas en el Congo menciona a otro de los vencedores: la
aerolínea belga Sabena se cuenta entre las,
"empresas clave dentro de
esta
cadena que articula la explotación de materias primas y la
continuidad de la guerra. Sabena Cargo transporta recursos naturales
ilegalmente extraídos en la República Democrática del Congo.
Según
se dice, Sabena Cargo lleva el coltan del Congo desde el aeropuerto
de Kigali (nota del autor: capital de Ruanda) hacia diferentes
destinos europeos."
Cuando los responsables del informe de la ONU
indagaron en Bruselas, buscando que la dirección de la aerolínea
diera explicaciones frente a estas imputaciones,
"nadie se mostró
dispuesto a hablar con los miembros de la comisión".46
Empresas inmersas en el furor del coltan
El informe de la ONU no deja lugar a dudas:
"La conexión entre la
continuidad del conflicto y la explotación de los recursos naturales
no existiría si no hubiera habido algunos que - sin contarse
propiamente entre las facciones participantes en la guerra -
jugaron, de manera voluntaria o involuntaria, un papel clave."
Tal
como se indica allí, los individuos y las empresas del ámbito
privado asumieron dentro de este contexto un papel decisivo. Y hay
que obligarlos a que carguen con su responsabilidad:
"Porque las
empresas importadoras y sus cómplices saben perfectamente cuál es el
verdadero origen del coltan."
Pocas veces se ve con tanta claridad cómo la falta absoluta de
responsabilidad económica
puede desencadenar una catástrofe humanitaria.
Por supuesto, no toda
la culpa de esta guerra la tienen las multinacionales. Hay militares
y funcionarios locales que avivaron el conflicto. Pero las empresas
occidentales echan leña al fuego y allí se calientan las manos.
"Nadie se opone a que las empresas internacionales inviertan su
capital en una solución política para el Congo", dice un profesor
universitario de Goma.
"Nadie se opone tampoco a que con esas
inversiones obtengan beneficios a largo plazo. Pero aquí nadie
invierte nada. Aquí todos cobran su dinero y miran para otro lado."
Nota: Sabena declara un embargo para el coltan
Luego del cierre de redacción de El libro negro de las marcas, nos
llegó un comunicado de la ONU: el 15 de junio de 2001 la aerolínea
belga Sabena declaró junto a Swissair un embargo contra el
transporte de "coltan y similares riquezas del subsuelo" procedentes
de África Oriental.47
46 -
Report of the Panel of Experts on the Illegal Exploitation of
Natural Resources and Other Forms of Wealth of the Democratic
Republic of the Congo, Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas,
12.4.2001 47 -
UN OCHA lntegrated Regional Information Network for Central and
Eastern África: Bulletin quotidien d'information Na 1205 pour la
región des Grands Lacs, 21.5.2001
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CONEJILLOS DE INDIAS
A la hora de probar medicamentos nuevos, los grandes laboratorios
farmacéuticos no dan demasiadas vueltas: falsifican los resultados,
ocultan los efectos colaterales.
Pacientes con enfermedades graves
reciben placebos.
Los médicos se transforman en cómplices.
CRÓNICA DE HANS WEISS
De la noche a la mañana cambié de profesión. Ayer escribía libros,
hoy me convertí en consultor farmacéutico. El nombre de la profesión
lo inventé yo. Hasta hace poco no
sabía nada de mi nuevo trabajo. Hoy ya negocio con directores de
clínicas cuánto saldrá llevar a cabo dudosos ensayos clínicos.
Para hacerlo, no fue necesario invertir un solo centavo. Lo único
que necesité fue información básica sobre ensayos clínicos, un poco
de intuición y una computadora con conexión a Internet.
Haciéndome pasar por consultor farmacéutico, quería investigar si
los médicos se atienen
o no a los principios éticos que la Asociación Médica Mundial
estableció en octubre de 2000 en la Declaración de Helsinki.1
Esta
declaración prohibe tratar las enfermedades graves con placebos
cuando ya se cuenta con una terapia probada. Esto también rige
expresamente para los pacientes que toman parte en ensayos clínicos.
Los únicos ensayos permitidos son aquellos en los cuales un grupo de
pacientes recibe la medicación nueva y otro grupo el tratamiento
estándar.
Yo tenía indicios de que había médicos que violaban estos principios
a pedido de los grandes laboratorios y quería indagar si era cierto.
Mi plan era averiguar si estaban dispuestos a llevar a cabo un
ensayo en el cual enfermos graves serían tratados únicamente con un
medicamento inocuo, o sea, con un placebo. De ser así, se probaría
que los médicos dejan a sabiendas que sus pacientes sufran
innecesariamente. Como señuelo ofrecería honorarios elevados.
Las prácticas de la industria farmacéutica
La ventaja era que yo ya había trabajado en
la industria
farmacéutica por motivos periodísticos.
A principios de los años
ochenta había hecho un curso de asesor médico en los laboratorios
Bayer y Sandoz, no para ganar dinero, sino para denunciar cómo los
grandes laboratorios sobornan a los médicos y utilizan a los
pacientes como conejillos de Indias.2
En aquel entonces tuve una suerte increíble con mis investigaciones.
Tanto en Bayer como en Sandoz, el curso
se desarrolló en un salón que también funcionaba como archivo de la
empresa. Tenía todas las carpetas con los expedientes secretos al
alcance de la mano, y todos los días tomaba un par "prestadas" y
fotocopiaba el contenido.
1 -
Versión en español de la Declaración de Helsinki de la Asociación
Médica Mundial, versión original de 1964, enmendada por la 52a
Asamblea General, Edimburgo, Escocia, octubre 2000
2 -
En 1996, Ciba y Sandoz se fusionan para formar Novartis
Finalmente, tras un año
de investigaciones, reuní 40.000 páginas de documentos
confidenciales y publiqué junto con otros tres colegas el libro
Negocios sanos:
las prácticas de la industria farmacéutica.3
El ejemplo del Trasylol de Bayer
Uno de los capítulos del libro llevaba el título "Manipulación de
los resultados en las investigaciones: el ejemplo del Trasylol".4
Cuando volví a leerlo, a principios de 2001, sentí curiosidad y
averigüé si el medicamento todavía se continuaba usando. ¡Sí! Para
mi sorpresa, me topé incluso con una página web sobre el Trasylol.5
Este supuesto hemostático parece seguir siendo una mina de oro para
Bayer.
Durante mi entrenamiento en Bayer, un gerente de marketing me habló
de unas investigaciones "éticamente muy espinosas" realizadas con
este medicamento, que se obtiene a partir del pulmón bovino.
En
aquel entonces, médicos alemanes, austríacos, italianos y
norteamericanos habían extraído tejido de los muslos o del pulmón a
pacientes con lesiones graves sin su consentimiento y sin que ellos
lo supieran; el objetivo era realizar un ensayo para determinar cómo
actúa el Trasylol en el tejido muscular.
En aquel momento, el
gerente de marketing de Bayer me había dicho:
"Me asombra que los
médicos estén dispuestos a hacer semejante cosa."6
Algunos de esos ensayos incluso llegaron a publicarse. Allí puede
leerse:
"La punción pulmonar seguramente no está exenta de riesgos
(...) Pudimos observar dos hemorragias graves, que en realidad
fueron causadas por una punción demasiado profunda y en uno de los
casos por aplicar la aguja con un ángulo incorrecto."
En un simposio acerca de estos ensayos, los participantes fueron
recibidos con las siguientes palabras:
"Hoy en día, la investigación
médica es impensable sin el mecenazgo de los grandes laboratorios.
Los médicos en ejercicio, los investigadores clínicos y
experimentales y la industria farmacéutica viajan en el mismo
barco."
Tasas de mortalidad adulteradas
Los datos que me había pasado el gerente de marketing de Bayer me
llevaron a investigar más de cerca el medicamento Trasylol.
Tropecé
con un estudio financiado por Bayer que se había desarrollado ya a
principios de los años setenta en Alemania en tres clínicas
universitarias, 16 hospitales centrales y 12 hospitales periféricos.
Más de 4.000 pacientes ingresados a esos lugares en grave estado
recibieron al azar, además de la terapia corriente, una dosis
adicional de Trasylol o de un placebo. La comparación de las tasas
de mortalidad en un caso y otro daría una prueba fehaciente de la
eficacia del Trasylol.
Eso era lo que Bayer esperaba.
Sin embargo, el resultado fue un shock para los gerentes de la
compañía. Dentro del grupo de pacientes que habían sido tratados con
Trasylol había muchísimas más muertes que dentro del grupo que había
recibido un placebo.
En otras palabras: el tratamiento con Trasylol
había causado la muerte de muchos pacientes.
3 -
Kurt Langbein, HansPeter Martin, Hans Weiss: Gesunde Gesdmfte. Die
Praktiken der Phanna lndustrie. Kiepenheuer und Witsch, Colonia
1981
4 -
Ibidem, pág. 143148
5 - http://www.trasylol.com
6 -
Langbein/Martin/Weiss, Gesunde Geschafte, págs. 149151
Normalmente, la
conclusión sería:
hay que prohibir de inmediato el Trasylol.
Normalmente...
Pero los
responsables del estudio sabían cómo salir del brete: dieron vuelta
todas las cifras y presentaron a la opinión pública un resultado que
causaba la impresión opuesta.
Trasylol fue presentado así como un
medicamento que salva la vida, y sigue utilizándose en los
hospitales alemanes y austríacos.
No se prohibió
Lo más conmocionante de todo el asunto fue que no pasó nada, ni
siquiera después de que denunciáramos esas manipulaciones en 1981.
No hubo nadie en el mundo de la medicina que pusiera el grito en el
cielo. Tampoco hubo ninguna reacción por parte de las autoridades,
ni de las alemanas ni de las austríacas. El Trasylol, una de las
principales fuentes de ganancias del laboratorio Bayer, siguió
usándose masivamente.
Se estima que desde su lanzamiento la compañía
generó ganancias multimillonarias. Entretanto, Bayer continuó
financiando numerosos estudios sobre el Trasylol, en los cuales se
investigó la utilidad del medicamento.
El remedio sigue usándose en todo el mundo e incluso fue aprobado en
1993 en los
EE.UU., aunque sólo como un medio para evitar hemorragias durante
las operaciones de bypass. En Suiza también puede usarse, pero
únicamente con ese objetivo.
En cambio, en Alemania y en Austria el Trasylol también se usa en casos de hemorragias posoperatorias y
accidentes, en obstetricia y ginecología, así como para tratar
complicaciones relacionadas con episodios trombóticos.
Evidentemente, la lógica es: una vez que se permitió, está permitido
para siempre.
No importa si lo que está en juego son vidas humanas.
Cómo sacar oro del barro
A pesar de que el consumo de medicamentos por parte de los alemanes
sigue una tendencia estable, o incluso un poco decreciente (de 1.588
millones de cajas vendidas en 1997 a 1.574 millones en el año 2000),
las ganancias se incrementaron en aproximadamente un ocho por ciento
anual: ascendieron a 15.650 millones de euros en el año 2000.
Ésta
(junto con el envejecimiento creciente de la población) es una de
las principales causas de la crisis financiera que atraviesan las
obras sociales.
Los altos costos surgieron a partir de una oleada de medicamentos
que fueron aprobados recientemente y cuyo precio es altísimo. Si
bien muchos de ellos no tienen mayor efectividad ni mejor tolerancia
que los ya probados, el aparato de marketing de la industria
farmacéutica se encarga de que los médicos los receten,
presionándolos y otorgándoles pequeñas y variadas "atenciones".
De la industria farmacéutica alemana puede decirse, con total razón,
que sabe muy bien
cómo sacar oro del barro. Porque en Alemania sigue habiendo miles de
medicamentos en venta cuya eficacia y posible nocividad no están
comprobadas.
Si bien esto contraviene las leyes de la UE vigentes y
por lo tanto es ilegal, al gobierno alemán parece no importarle
mucho,7 ya que permite generosamente que los laboratorios continúen
vendiendo ese tipo de fármacos hasta el año 2003, con o sin defensa
del consumidor.
En estos casos, es evidente que los intereses del
lobby farmacéutico tienen más peso que los intereses de los
consumidores.
7 -
Revista arzneitelegramm 12/1988, pág. 109110
Resultados maquillados
El del medicamento Trasylol de Bayer no es un caso aislado.
En la
literatura médica especializada hay decenas de casos bien
documentados en los que los laboratorios manipularon groseramente el
resultado de los ensayos. Algunos médicos de renombre afirman
incluso que el control de los laboratorios sobre la investigación
médica ha llegado a tal extremo que los resultados son
sistemáticamente falseados.
Por esa razón, sugieren tomar con pinzas
los datos sobre la acción terapéutica y los efectos colaterales8, ya
que, según afirman, suelen estar maquillados y manipulados.9
El tema
es que hay mucho dinero en juego, porque desarrollar un medicamento
nuevo implica costos elevados y riesgos considerables. Sólo uno de
cada cinco medicamentos logra ser aprobado por las autoridades de
salud.10
No hay nada a lo que los laboratorios teman más que a un
ensayo con resultado negativo, ya que el lanzamiento al mercado
podría ser desautorizado, con lo cual todas sus inversiones habrían
sido en vano. Para evitar eso, aspiran a lograr un control absoluto
sobre la investigación y los investigadores.
Cuando una compañía inscribe un nuevo principio activo en el
registro de patentes, queda protegida de la competencia por veinte
años. Pero eso solo no da dinero.
Porque el reloj de la patente
comienza a correr ya desde el momento de la inscripción, a pesar de
que el laboratorio sólo entonces puede empezar con los ensayos para
determinar si el medicamento realmente es eficaz y carece de efectos
colaterales indeseables (un proceso que suele demorar muchos años).
8 -
Un buen panorama ilustrado con numerosos ejemplos se ofrece en:
Thomas Bodenheimer, en NEJM (Neiv England Journal of Medicine), Vol.
342, Ns 20, 18.5.2000; Thomas Bodenheimer, en: Transcript of the
Conference on Human Subject Protection and Financial Conflicts of
Interest, 15.8.2000, publicada en http://ohpr.osophs.dhhs.gov/coi/815.htm:
David Rothman: "The Shame of Medical Research", en The New York
Revisto of Books 30.11.2000; Peter Lurie & Sidney M. Wolfe: Clinical Triáis and Patient Safety; Testimony before the Committee on
Government Reform and Oversight, U.S. House of Representatives,
22.4.1998, en http://home.kscable.com/madpride/bioethics/placebo.htm;
Editorial, en NEJM, Vol. 337, Nº 12,18.9.1997, págs. 847849;
British Medical Journal, Vol. 321,12.8.2000, pág. 442445; "Drugs
Triáis Hide Conflicts for Doctors", en Neto York Times, 16/5/1999;
"Medical Journal Cites Misleading Drug Research", en New York Times,
10.11.1999; Benjamín Djulbegovic y otros: "The uncertainty principie
and industrysponsored research", en TÍK Lancet, Vol. 356, Nº 9230,
19.8.2000; "Education and Debate: Clinical equipoise and not the
uncertainty principie is the moral underpinning of the randomised
controlled trial", en British Medical Journal, 23.9.2000
9 -
Ejemplos del modus operandi de los laboratorios:
Se buscan investigadores que dependen económicamente de la
compañía. Los honorarios que ofrecen son tan elevados que se hace difícil
adoptar una postura crítica. Las investigaciones se trasladan de las universidades
independientes a organizaciones de investigación privada que
dependen de proyectos de las compañías (las llamadas Contract
Research Organizations/CRO o Site Management Organizations /SMO). Los ensayos clínicos se llevan a cabo en países donde hay leyes
menos estrictas que en EE.UU. o Europa Occidental. Durante el ensayo, el medicamento se compara con otros de dvidosa
efectividad. Se utilizan dosis sustancialmente más elevadas que las normales. Para los ensayos se utilizan únicamente pacientes de mediana edad y
completamente sanos, a pesar de que el medicamento esté pensado para
pacientes de edad avanzada y con diversos trastornos de salud. El análisis de los datos obtenidos se realiza en la compañía misma.
De ese modo pueden corregirse fácilmente los resultados
inconvenientes. Los resultados negativos van a parar a la caja
fuerte y no se publican jamás. A la hora de publicarse los resultados en revistas especializadas,
hasta los últimos detalles se preparan en los laboratorios. Aunque
los investigadores no escriben nada, sus nombres figuran en las
publicaciones como si ellos hubiesen sido los autores. Aquellos investigadores que protestan e insisten en publicar
resultados inconvenientes son silenciados por todos los medios,
sufriendo desde detenciones hasta campañas difamatorias.
10 -
Philip Jóos: Explaining Crosssectional Differences in Unrecognized
Net Assets in the Pharmaceutical Industry; Working Paper, Stanford
University, 13.1.2000
Cuanto antes logre el
laboratorio dar las muestras de eficacia y tolerancia necesarias y
recibir la aprobación de las autoridades sanitarias, más tiempo le
quedará antes de que expire el plazo de la patente.
A partir del momento de la aprobación quedan entre ocho y doce años
de pingües
ganancias, ya que a los medicamentos nuevos se les puede poner
cualquier precio. Una vez expirado el plazo de la patente, todo eso
se acaba. Los otros laboratorios farmacéuticos pueden copiar la
fórmula y hacer negocios abaratando el precio.
De este modo se
produce una caída automática de las ganancias.
Consultor farmacéutico
A comienzos de 2001, antes de que pudiese comenzar mi investigación
(para saber si los médicos estaban dispuestos sin más ni más a
llevar a cabo ensayos no éticos a pedido de los laboratorios), tuve
que decidir una serie de cuestiones decisivas:
-
¿A qué médicos interrogaría?
-
¿Qué me convenía más: presentarme en
persona, haciéndome pasar por colaborador de un laboratorio
verdadero, o mandar mis tentadoras ofertas por correo electrónico?
-
¿Cuál sería la enfermedad grave por tratar?
-
¿Cuál el medicamento por
testear?
-
¿Cuánto dinero debía ofrecer a los médicos?
La enfermedad
Me decidí por una depresión de moderada a severa. Si la enfermedad
no se trata, existe un alto riesgo de suicidio. Por eso la terapia
estándar recurre a los antidepresivos.
El medicamento
Para no despertar sospechas, tenía que determinar claramente la
acción terapéutica y los efectos colaterales del medicamento por
testear.
Un psiquiatra de Munich me ayudó a "inventar" un nuevo fármaco. Me
decidí por un
antidepresivo del tipo de los inhibidores selectivos de la
recaptación de serotonina (ISRS) Ese tipo de fármacos refuerza la
acción de ciertos transmisores en las células nerviosas del cerebro,
mejorando el estado de ánimo, disminuyendo la tensión y el pánico y
aumentando la motivación.
Entre los antidepresivos del tipo ISRS más conocidos están, por
ejemplo,
-
el Cipramil
-
el Neupax
-
el Seroxat
En los últimos años, estos fármacos fueron
comercializados con gran éxito en todo el mundo.
Los médicos
Primero pensé en poner a prueba a médicos alemanes y austríacos.
Pero después me acordé de la frase que me habían inculcado veinte
años atrás, durante el curso de asesor médico en el laboratorio
Bayer: "Los asuntos de dinero son asuntos confidenciales, sobre todo
cuando se trata de sobornos. Antes de ofrecerle dinero a un médico,
hay que conocerlo muy bien."
Si bien en este caso no se trataba de sobornos, había mucho dinero
en juego: entre
50.000 y 250.000 euros. Por supuesto que yo no iba a gastar tanto
dinero en mi investigación;
sólo quería saber si los médicos aceptarían mi oferta.
No podía hacerlo con médicos austríacos o alemanes, no podía
preguntarles a boca de jarro o mandarles un email ofreciéndoles
jugosos honorarios para que realizaran un ensayo clínico.
En esos
países, los negocios de ese tipo se desarrollan a través de los
visitadores médicos, o bien la misma casa matriz se pone en contacto
con los profesionales. Pensé que tal vez debía decidirme por esta
segunda opción y presentarme como colaborador de una casa matriz,
por ejemplo de Bayer o Boehringer Ingelheim. Sin embargo, deseché la
idea por miedo a que esas compañías me iniciaran demandas.
La única
opción que me quedaba era intentar en el extranjero. Allí no
importaba si usaba mi nombre verdadero. Además, tal vez no fuera
necesario que me presentara en persona. Podía intentar una primera
negociación con los médicos vía email.
Lo único que me faltaba era denominar mi trabajo de un modo tal que
no despertara sospechas. Inventé una nueva profesión: "consultor
farmacéutico".
Sonaba tan pomposo que hasta podía arriesgarme a
contactar directamente al director de una clínica.
A Hungría
Mientras pensaba todo esto, la casualidad acudió en mi ayuda.
A
través de medios norteamericanos, encontré indicios de que los
laboratorios de ese país tendían cada vez más a efectuar sus ensayos
en el Tercer Mundo y en Europa Oriental.11
Esto se debe a muchas
razones, sobre todo la ausencia parcial o total de control por parte
de las autoridades de salud. Además, el "dinero por cabeza" (que
reciben los médicos por cada paciente que participa del ensayo) es
mucho menos que en Europa Occidental o en los EE.UU., y los ensayos
se pueden realizar de manera más rápida.
Así, las empresas ahorran
el triple y pueden seguir incrementando más y más sus ganancias, que
ya son en sí cuantiosas.
Me llamaron poderosamente la atención las declaraciones que hacía un
psiquiatra húngaro en uno de los artículos:
"Las ofertas económicas
de los laboratorios nos hacen perder la cabeza."12
Esas
declaraciones me ayudaron a decidirme: pondría a prueba al director
de un hospital de Budapest. ¿Estaría de acuerdo en llevar a cabo un
ensayo no ético con pacientes depresivos?
A través del buscador Google13, di con el nombre y la dirección de
correo electrónico del
doctor Ákos KassaiFarkas, director clínico del Hospital Nyiro Gyula
en Budapest.
Un primer intento
El primer email fue el más difícil. Me esforcé en encontrar el tono
justo para no despertar las sospechas del doctor Ákos KassaiFarkas.
La oferta la formulé en inglés. Para despertar su confianza, aludí a
uno de los laboratorios más grandes del planeta: puse que un colega
mío de Novartis me había recomendado dirigirme a él y que, a pedido
de un importante laboratorio, estaba a la búsqueda de posibilidades
para realizar un ensayo con un antidepresivo nuevo que era muy
prometedor.
Le expliqué que teníamos planeado un estudio
internacional para septiembre de 2001 y que ese estudio se
realizaría en varios lugares: Alemania, Inglaterra y los Estados
Unidos.
11 -
The New York Times, 16.5.1999; "The Body Hunters", The Washington
Post, 1722.12.2000
12 -
"The Body Hunters", 77ie Washington Post, 18.12.2000
13 - http://www.google.com
Agregué que la compañía quería obtener primero la aprobación de las
autoridades de salud de los EE.UU. y después de las autoridades
europeas en Londres.
Pero que, para acelerar el tema, tenían
previsto incorporar a los ensayos entre cuarenta y ochenta pacientes
adicionales. Le pregunté entonces si su clínica podía poner a
disposición esa cantidad.
Le comenté que las investigaciones previas ya casi habían concluido
y que había que
comparar el fármaco con el conocido antidepresivo sertralina
(presente en el Gladem de Boehringer Ingelheim o el Zoloft de
Pfizer) y con un placebo.
Esto significaba que, si del ensayo
participaban 60 pacientes, se elegirían 20 al azar para recibir el
antidepresivo nuevo, 20 recibirían sertralina (el antidepresivo
probado) y a los 20 restantes se les suministraría un placebo. De
este modo, después de algunos meses de tratamiento se podría
determinar la eficacia terapéutica del nuevo antidepresivo.
En lo que respecta a las normas legales para desarrollar ensayos en
Hungría, fingí no tener experiencia y agregué un par de preguntas
que me interesaban.
Por ejemplo:
-
¿Es necesario solicitar permiso a alguna autoridad estatal o en la
administración del hospital antes de comenzar nuestro estudio?
-
¿Existe algún comité de ética que examine y apruebe nuestro plan de
ensayos?
-
Si no fuera posible conseguir suficientes pacientes en su hospital,
¿podría darnos nombres de otros hospitales húngaros?
Por su participación en el proyecto le ofrecía 3.500 dólares por
paciente, además de
"recompensas" económicas adicionales según la rapidez con la que se
desarrollara el estudio.
Esto estaba muy por encima de lo que suele
ofrecérseles a los médicos de Europa oriental y es comparable con
los honorarios que reciben los médicos norteamericanos.
Un atractivo adicional: le puse que las transacciones financieras
las haríamos a su gusto.
Tenía en mente alguna cuenta en Suiza o en Liechtenstein.
Confidencial
Cuando uno envía un mensaje por correo electrónico, espera una
respuesta rápida. Pasó un día, luego otro, y uno más. Comencé a
intranquilizarme. ¿Había cometido algún error?
Al cuarto día me llegó la respuesta, en inglés,14 del doctor KassaiFarkas:
"Me alegro de
que se haya contactado con nosotros. Por supuesto que nos gustaría
tomar parte en el estudio y testear ese antidepresivo tan
prometedor. Nosotros estamos en contacto con otros hospitales que
tienen experiencia en ensayos. Naturalmente, trataremos todos los
detalles en forma confidencial."
Al final de la carta agregaba como
comentario que preferiría escribir en alemán, ya que le resultaba
más fácil y suponía por mi apellido que yo era alemán o austríaco.
14 -
El texto original: "It is a good feeling that you contacted us.
Naturely we would like to take part in clinical trial of this very
promising new antidepressant. We are in contact with other sites
(in and outpatients services) with clinical experiences. Of course
we handle the details confidentially"
Preguntas
Para ganar su confianza, deslicé en primer lugar un detalle
(inventado) de mi vida privada: dije que yo era el producto de una "joint
venture" entre una norteamericana y un austríaco. Después fui al
grano.
Le hice una serie de preguntas:
-
¿Cuántos pacientes con depresiones de moderadas a severas podían
tomar parte en el
ensayo?
-
¿Qué reglas había que observar?
-
¿Necesitábamos una conformidad del paciente por escrito?
-
¿Había problemas en usar un placebo para el test?
Para no verme enredado en un diálogo sobre los detalles médicos del
ensayo, le aclaré al doctor KassaiFarkas que de esas cuestiones se
encargaba el director técnico del laboratorio.
Le di al doctor KassaiFarkas algunos datos básicos sobre el
supuesto solicitante del
estudio.
Le dije que se trataba de un laboratorio alemán muy
importante, el cual había adquirido hacía poco el departamento de
investigación de una prestigiosa universidad alemana para asegurarse
los derechos sobre un nuevo principio activo catalogado por los
expertos como revolucionario. Y que el dinero era lo de menos.
Y que
recibiría información más precisa si el acuerdo llegaba a
concretarse.
No hay problema
"Estimado doctor Weiss, tengo 144 camas en mi sector y 49 camas más
en el 'Day Hospital'. Tratamos entre 500 y 700 pacientes con
depresión por año."
A continuación seguía una serie de detalles, y,
por último, este dato:
"Por supuesto que necesitamos la conformidad
por escrito de los pacientes que participan del ensayo. En realidad,
yo no tengo inconveniente en hacer ensayos con placebos, pero el
comité de ética a veces lo hace un poco difícil."
El doctor KassaiFarkas me indicó que su sector disponía de una
página Web propia 15 en la
que yo podría obtener información sobre estudios previos en "Erdeklódók
figyelmébe" y "Aszponzorokés CROk figyelmébe" (en español: "Para
interesados" o "Para patrocinadores").
Erdeklódók figyelmébe
Haciendo un clic en esas dos palabras húngaras, logré dar en el
blanco: una lista en inglés de dieciocho estudios llevados a cabo
con medicamentos en el departamento, en el pasado y en la
actualidad.
Allí figuraban, entre otros:
-
tres estudios de la compañía suiza Novartis, entre ellos un estudio
con placebo realizado en esquizofrénicos para probar un nuevo
principio activo llamado iloperidona. Según los principios de la
Declaración de Helsinki suscripta por la Asociación Médica Mundial,
este tipo de ensayos con placebos estaría prohibido, al igual que
los que se enumeran a continuación;
-
dos estudios con placebos en pacientes maníacos graves, financiados
por el laboratorio inglés GlaxoWellcome;
-
un estudio con placebo de la empresa francoalemana Hoechst Marión
Roussel (ahora conocida como Aventis), llevado a cabo en
esquizofrénicos con la sustancia experimental M100907;
-
dos estudios financiados por el laboratorio danés Lundbeck, entre
ellos un estudio con
-
placebo con la sustancia experimental Lu26054, llevado a cabo en
pacientes con depresiones de moderadas a severas;
-
y dos estudios sobre un nuevo antipsicótico, el aripiprazol,
financiados por los
laboratorios norteamericanos BristolMyers Squibb y Otsuka America
Pharmaceutical.
Así que yo no era el único que hacía ofertas.
Me puse a navegar en
Internet para
encontrar más información sobre los medicamentos mencionados.
15 -
http://w3.datanet.hu/~psych/Metodikaindex.htm
(entretanto modificado por:
http://www.tebolvda.hu/fontos/Metodikaindex.htm)
Miles de millones de dólares
Por lo general, en Alemania y en Austria sólo se habla de dinero en
secreto.
Esto rige también para la investigación de los
laboratorios.16 En cambio, los médicos norteamericanos están
orgullosos de lo que hacen y del dinero que ganan haciendo lo que
hacen.
A través de Internet, uno se entera de qué médicos y clínicas
norteamericanas hicieron ensayos con un fármaco determinado... y de
cuánto dinero les pagó por ello la compañía en cuestión.
Por ejemplo, ensayos con aripiprazol. En el hospital de Budapest, ya
fue testeado dos veces por el doctor KassaiFarkas. La empresa
norteamericana BristolMyers Squibb esperaba que en el año 2001 las
autoridades sanitarias de su país aprobaran este nuevo principio
activo contra la esquizofrenia.
En los años anteriores, la compañía
había organizado decenas de ensayos en todo el mundo, incluso en
Hungría y en los EE.UU.
A través del buscador Google, uno se topa con incontables datos
acerca de ensayos llevados a cabo en diferentes clínicas con
aripiprazol.17 Sólo en los EE.UU. hay por lo menos 35.18
BristolMyers Squibb tiene cifradas grandes esperanzas en esta
droga. Espera que sea un blockbuster. Así llaman los norteamericanos
a los productos exitosos que barren con la competencia.
El 28 de noviembre de 2000, durante una conferencia desarrollada en
Nueva York frente a cientos de especialistas en inversiones, los
gerentes del laboratorio narraron el camino al éxito y las
estrategias futuras de la compañía, una de las más importantes del
mundo dentro del rubro farmacéutico.19
16 -
Si uno observa, por ejemplo, el informe de actividades del pabellón
de Psiquiatría del Hospital General de Viena (http://www.akhwien.ac.at/generalpsychiatry/lB96.pdf),
puede comprobar que los fondos para la investigación otorgados por
organismos oficiales están minuciosamente listados, pero que, en
cambio, no hay ninguna referencia al dinero proveniente de la
industria farmacéutica. ¿Señal de que tienen la conciencia sucia?
17 -
http://www.google.com Conceptos de búsqueda: aripiprazole research
usa volunteers
18 -
Universidad de California, Donald M. Hilty, Medical Doctor: dos
ensayos, uno de los dos controlado con placebo, por los cuales
recibió u$s 190.000 y u$s 103.000 en concepto de honorarios.
Universidad de Southern Illinois, D. McManus: un ensayo controlado
con placebo, con una retribución de u$s
232.000. Universidad de Texas, Dr. Alexander Miller: cuatro
estudios, a cambio de un total de u$s
420.250 en concepto de honorarios. Universidad Mercer en Atlanta,
Dr. Michael W. Jann: dos ensayos controlados con placebo a cambio de
una retribución de u$s 594.000.
Algunos médicos o clínicas buscan
pacientes para participar en esos ensayos directamente en Internet,
aclarándoles que pueden llegar a ser tratados con un placebo en
lugar de con un medicamento efectivo. En el Hartford Hospital del
Estado de Connecticut, al norte de Nueva York, un médico de nombre J.W. Goethe está realizando tres ensayos con aripiprazol, dos de los
cuales son controlados con placebo
19 -
A Strategy For Growth". En
http://www.bms.com/static/growth/index.html
En la década del noventa, la compañía había logrado atravesar - con
apenas algún rasguño - el desastre jurídico y financiero relacionado
con el implante de siliconas para agrandar el busto.
En la
actualidad, BristolMyers Squibb reparte entre sus accionistas
dividendos del orden de los dos mil millones de dólares, con un
nivel de ventas de 15.000 millones de dólares.
Durante la conferencia, el presidente del directorio, Charles A. Heimbold, declaró:
"Estoy
orgulloso porque entre enero de 1994 y diciembre de 2000 alcanzamos
el objetivo que yo me había propuesto: duplicar las ganancias y las
cifras de ventas."
Por su parte, el presidente de la compañía,
Peter R. Dolan, aseguró
a los presentes:
"Volveremos a acelerar enormemente el crecimiento de nuestra
compañía, y dentro de los próximos cinco años llegaremos a ser el
doble de grandes."
No pasó inadvertida la fascinación en su tono de
voz:
"Lograremos productos megablockbuster que nos traerán miles de
millones de dólares."
BristolMyers Squibb obtiene sus ganancias principalmente con la
comercialización de fármacos nuevos, demostrando de ese modo la
formidable rentabilidad del negocio.
Los dividendos que se reparten
entre los accionistas no han dejado de aumentar en los últimos 28
años, ni una sola vez cayeron. "¡Un récord!", confirma satisfecho el
gerente de Finanzas, Michael Mee.20
20 -
Michael F. Mee, en Investment Community Meeting,
http://www.bms.com/static/growth/Índex.html
Modelo de declaración
Tras hacer esta breve excursión por Internet a los EE.UU., traté con
cautela de que el doctor KassaiFarkas me facilitara alguna
documentación sobre los ensayos enumerados en la homepage de su
departamento.
"Si no le genera demasiados inconvenientes, le estaría
muy agradecido si me pudiera hacer llegar alguna presentación sobre
algún estudio ya terminado, para poder organizar todo del modo más
eficiente posible", le pedí en mi mensaje siguiente, agregándole:
"Supongo que la declaración de conformidad de los pacientes tendrá
que estar por lo menos en dos idiomas. ¿Usted cuenta con algún
modelo de declaración que ya haya usado?"
Respuesta con preguntas
El doctor KassaiFarkas no respondió a mis inquietudes y, en cambio,
empezó a formular sus propias preguntas, algunas de las cuales me
hicieron transpirar bastante:
¿Cuántos ensayos clínicos organizó? ¿De qué tipo eran?
Además de los ensayos en Alemania, Inglaterra y los EE.UU., ¿hay
algún otro planeado?
¿Cuántos pacientes de nuestro hospital deberán tomar parte en el
ensayo?
¿Cuántos pacientes tomarán parte en otros hospitales?
¿Cuándo quiere empezar?
¿Cuánto demorarán el screening y el estudio?
¿Quiere un laboratorio central o uno local?
¿Qué tipo de investigaciones quiere hacer (tests psicológicos)?
¿Qué medicación concomitante se permite?
¿Dónde piensa hacer el investigator meeting?
Respuestas fáciles
La primera pregunta era muy sencilla de responder, ya que en uno de
mis primeros mails yo había mencionado, previsoriamente, que los
detalles médicos del estudio tenían que coordinarse con el director
técnico del laboratorio.
Le contesté que yo todavía no había hecho ningún ensayo. Que no me
había doctorado en Medicina, sino en Sociología Médica (una
mentirita), y que había hecho un Master of Art de
Economía Empresarial en la New York University (una mentira
absoluta)
Le dije que sólo me encargaba de elegir con antelación los
hospitales en los que se podían llevar a cabo los ensayos y de
solucionar cuestiones financieras y organizativas. Y que la gestión
clínica del proyecto - la dirección y el monitoreo del estudio -
estaría en manos del doctor en Medicina Klaus VVerner, quien tenía
una vasta experiencia en el área.
Así fue como le otorgué
rápidamente a mi colega Klaus Werner el título de médico y de
director del proyecto.
La segunda pregunta tampoco me trajo inconvenientes. Le respondí:
"Estamos planeando agregar otros lugares de investigación, uno en
Austria, dos en Italia y probablemente otros dos en Hungría, con lo
que se agregarían alrededor de 150 pacientes más."
Respuestas difíciles
A partir de la tercera pregunta, la cosa empezó a ponerse más
complicada.
No tenía idea de cuántos pacientes reclutar para su
hospital, así como tampoco tenía idea de cuántos reclutar para los
demás hospitales. Me devané los sesos tratando de dilucidar qué
quería decir screening en este contexto y cuánto podía demorar algo
semejante. No tenía la menor idea de cuánto tiempo podía demorar el
estudio. Tampoco sabía si necesitaba un laboratorio central o uno
local.
La pregunta de los tests psicológicos me tenía tan
desconcertado como la de la "medicación concomitante". Supuse que
significaría "tratamiento coadyuvante".
Y tampoco sabía qué era un investigator meeting, no sabía ni cuándo ni dónde solían hacerse.
Necesité navegar dos días en Internet para poder responder a todas
esas preguntas en forma convincente.
Ida y vuelta
Mi respuesta al doctor KassaiFarkas estaba salpicada de términos
técnicos y de un saber especializado que había adquirido en forma
acelerada: diagnósticos CIE10 F32.1 o F32.2, escala HAMD de 18 o
más, Clinical Global Rating, medicación psicotrópica concomitante,
etc.
Le pedí al doctor KassaiFarkas que me propusiera un lugar para
nuestro investigator
meeting.
Suponía que la idea de ese encuentro era llevar a algún lugar
turístico a todos los médicos que luego participarían del ensayo. Un
viaje motivador a cargo de la empresa, para pasar un par de días al
sol y bajo las palmeras, lejos de los pacientes y de la rutina del
hospital.
Al final, deslicé un par de preguntas más:
¿Cuántos pacientes cree usted que podrían tomar parte del ensayo?
¿Hay posibilidades de que en su hospital participen pacientes en
internación?
¿Los pacientes deben recibir algún tipo de retribución por su
participación en el ensayo?
¿Enviamos todo el presupuesto del estudio a la administración
general de la clínica o tienen prevista alguna asignación
individual?
Además, volví a pedirle al doctor KassaiFarkas que me diera nombres
de otros hospitales húngaros con los que pudiera contactarme para
posibles ensayos.
"Perfecto"
La respuesta pareció impresionar al doctor KassaiFarkas.
"Me parece perfecto lo que cuenta del estudio. Ya estoy esperando
nuestro encuentro y propongo al profesor Dr. Faludi Gábor (Budapest)
y al profesor Dr. Ostorharics Horváth Gyórgy (Gyór) como integrantes
del equipo de investigación.
"Con respecto al tema financiero:
"Usted tiene que pagarme una determinada suma a mí. Y además tiene
que pagarle a nuestro hospital entre el 10 y el 20% del monto total.
Por ejemplo: me paga 3.500 dólares por paciente a mí y otros 350
dólares a nuestro hospital."
Al final de su email, el doctor KassaiFarkas se refirió al
Investigator Meeting:
"Sería lindo que el meeting se hiciera en algún lugar de Irlanda o
de Sicilia."
Es probable que en el presupuesto de los laboratorios, ese tipo de
gastos figuren como "investigación".
En definitiva, los que terminan
pagando, a través de los precios de los medicamentos, son siempre
los pacientes.
No hay problema
"Estimado doctor KassaiFarkas, gracias por su respuesta. Veo que
estamos cerca de llegar a un acuerdo.
"Quisiera pedirle nuevamente que me diera la cantidad más o menos
exacta de los pacientes con los que podemos contar para nuestro
ensayo, y que me indicara si dentro de esa cantidad se incluyen
tanto pacientes ambulatorios como pacientes en internación. Nosotros
no tendríamos problema en ello, ¿usted cómo lo ve?
"Acepto gustoso su propuesta para el Investigator Meeting (Sicilia o
Irlanda) Próximamente le haré una oferta concreta.
"Con respecto a la cuestión financiera: Creo que no va a haber
inconvenientes con su propuesta."
Respuesta del doctor KassaiFarkas:
"Nuestros pacientes siempre
participan de los ensayos en forma voluntaria, así sean
ambulatorios, internados o pacientes que reciben atención diaria."
Ensayos con pacientes de internación
Mientras yo intercambiaba emails con el doctor KassaiFarkas, en
Austria se desató una discusión sobre ensayos clínicos no éticos a
raíz de lo ocurrido en hospitales psiquiátricos de Salzburgo y Linz.
El periódico Der Standard ya había publicado investigaciones
realizadas por los abogados
de los pacientes.21 En muchos casos, los médicos habían efectuado
ensayos con pacientes psiquiátricos de internación o legalmente
incapaces. Esto viola a las claras los principios de la Declaración
de Helsinki y también los fallos de la Corte Suprema de Viena.
En
cambio, curiosamente, la Ley de Medicamentos austríaca lo permite.
En el pabellón psiquiátrico del sanatorio para enfermos mentales de
Salzburgo se
testearon, entre otros, los neurolépticos Zyprexa (del laboratorio
norteamericano Eli Lilly) y Risperdal (del laboratorio belga
JanssenCilag)
21 - Ver Standard, 7.3.2001 y 1011.3.2001
A partir de una publicación científica y de lo expuesto allí por el
director de la investigación, el Dr. Christian Stuppáck, se desprende que
en total 260 pacientes internados y ambulatorios fueron integrados
al ensayo con Risperdal.22
Además, en ese sanatorio de Salzburgo y
en otros hospitales se realizaron muchísimos ensayos más, por
ejemplo con el principio activo milnacipran, que es comercializado
por la compañía austríaca Germania Pharmazeutika.
Entre marzo de
1999 y febrero de 2000 fueron
incorporados a ese test un total de 519 pacientes depresivos.23
Intenté conseguir más datos a través de Internet, pero no tuve
éxito. Y es que los psiquiatras austríacos, a diferencia de sus
colegas húngaros, no son tan ingenuos como para poner a disposición
toda la información que manejan.
Profesor Faludi
De modo que volví a inclinarme por Hungría.
Envié emails a los dos
profesores de psiquiatría que el doctor KassaiFarkas me había
recomendado para los ensayos: el profesor Gábor Faludi, de la
Universidad Semmelweis de Budapest, y el profesor Horváth Gyórgy
Ostorharics, de un hospital de la ciudad de Gyór, en el oeste de
Hungría.
Pasó una semana entera antes de que recibiera una respuesta del
profesor Faludi, de la
Universidad Semmelweis, Kutvolgyi Clinical Center, Department of
Psychiatry:
"Estamos dispuestos a participar de la investigación. Le comento que
nuestro personal tiene una vasta experiencia en ensayos clínicos
para casos de depresión, esquizofrenia y trastornos de ansiedad.
Disponemos de tratamientos ambulatorios e internaciones. Del ensayo
podrían participar entre 15 y 20 pacientes."
Del profesor Ostorharics de Gyór, en cambio, jamás recibí respuesta.
Pepsi Cola
Antes de enviar otros mensajes al doctor KassaiFarkas y al profesor
Faludi, viajé a Budapest para encontrarme con Gábor Combos, director
de la organización de autoayuda psiquiátrica Voice of Souls.
Combos
había accedido a contactarme con pacientes que habían participado de
ensayos clínicos.
Hacía diez años que yo no iba a Budapest, y el recuerdo que tenía
era deprimente: el de una ciudad derruida y agobiante. Ahora que
ingresaba en coche, tenía la sensación de estar frente a una
metrópoli occidental.
A ambos lados de la calle, enormes carteles
publicitarios de conocidas marcas occidentales:
Volkswagen. Mazda. Ikea. McDonald's. Holiday Inn.
Y muchas más.
Al principio, el encuentro con Gábor Gombos resultó una desilusión.
Nadie me abrió
cuando toqué el timbre en la dirección que me habían dado. Nadie me
atendió cuando llamé por teléfono.
Para matar el tiempo, fui al hospital del doctor KassaiFarkas.
Quedaba en las afueras de la ciudad, sobre una avenida de varios
carriles. En la entrada flameaba una bandera húngara. Un policía
amistoso dirigía el ingreso y la salida de vehículos.
El pabellón psiquiátrico estaba ubicado en el edificio más nuevo del
predio, en un rincón
alejado.
Pepsi Cola, Pepsi Cola: en la planta baja, algunas ventanas
estaban cubiertas con enormes letreros publicitarios que hacían
pensar que uno estaba en una planta embotelladora de la
multinacional.
22 -
Ch, H. Stuppack: "Risperidon in der Behandlung akuter und
chronischer Schizophrenie",
23 -
Neuropsychiatrie, tomo 13, 1/1999, págs. 1822
24 -
Ch. H. Stuppack: "Hiñe Anwendungsbeobachtung mit Milnacipran",
Jatros Neurologie/Psi/c/iwfríe 5/2000
Era una construcción
de ladrillos grisáceos con ventanas espejadas, frío, repulsivo,
atemorizante.
Pasé por al lado del portero, lo saludé con un gesto y
miré a mi alrededor. El hall de entrada y los diferentes pasillos
creaban la sensación de un movimiento hospitalario absolutamente
normal. Había personas vestidas de civil yendo y viniendo de aquí
para allá.
Pensé en dirigirme al doctor KassaiFarkas y decirle:
"Buenos días, no soy un consultor farmacéutico, estoy escribiendo un
libro que, entre otras cosas, trata de determinar si se respetan los
principios éticos enunciados por la Asociación Médica Mundial."
Pero no llegué a hacerlo.
Volví a marcar el número de Gábor Gombos,
que en el ínterin
había llegado a su casa. Gombos era un hombre gentil, amable y
servicial, que hablaba inglés y estaba muy bien informado sobre la
situación de la psiquiatría en su país.
Se lamentó de no haber
conseguido pacientes que estuvieran dispuestos a conversar conmigo
sobre sus experiencias en los ensayos clínicos.
Gombos:
"Por
supuesto que los médicos obtienen una conformidad por escrito de los
pacientes o sus familiares. Pero de ahí a que sea voluntaria...
¿Usted qué interpreta por voluntaria? Si usted está en un pabellón
cerrado y el médico le
ofrece trasladarlo al pabellón abierto... a condición de que tome
parte en un ensayo clínico,
¿usted diría que no? Eso es exactamente lo que ocurre."
Gombos lucha para que los pacientes estén mejor protegidos frente a
los ensayos clínicos riesgosos. Quiere que la conformidad del
paciente se obtenga únicamente en presencia del respectivo abogado.
Puras mentiras
En mi siguiente email al profesor Faludi, intenté sonsacar su
reacción respecto de los informes sobre ensayos clínicos en Europa
Oriental que habían aparecido en medios norteamericanos.
Gábor
Gombos decía que esos informes habían despertado un interés inusual
en Hungría, y que el profesor Faludi incluso había dado su opinión
públicamente.
En primer lugar le di las gracias por su disposición a realizar un
ensayo. Pero... ¿no sería
posible - le pregunté - elevar el número de pacientes, hasta el
momento entre quince y veinte, a por lo menos treinta?
Le aclaré que
si respondía en forma afirmativa, eso se vería reflejado
económicamente por medio de honorarios adicionales. Me manifesté
interesado por saber si tenía que calcular algún otro desembolso
(además de los 3.500 dólares por paciente que había propuesto), y
también por el tema de la distribución de ese dinero, es decir, con
cuánto se quedaría él y con cuánto la universidad.
Después pasé a preguntarle lo que más me interesaba saber: le
escribí que un colega mío de Novartis me había contado que otra vez
había problemas para realizar ensayos clínicos en Hungría, y que la
causa eran ciertos artículos que habían aparecido en los medios
norteamericanos.
Para tirarle de la lengua, agregué:
"Supongo que se
trata de la típica manipulación de esos periodistas que escriben
sobre cualquier cosa pero no tienen idea de nada.
¿Hay algún
inconveniente en hacer ensayos con placebo debido a ese artículo?
¿Hay algún inconveniente para obtener el consentimiento de los
pacientes?
Disculpe que se lo pregunte tan directamente, pero es
mejor aclarar los inconvenientes antes de que surjan."
El profesor Faludi se tomó tres semanas para responder. Yo ya
pensaba que mis preguntas lo habían asustado.
Finalmente me
escribió:
"Los estudios con placebo siempre han traído ciertos inconvenientes.
Al menos en el caso de los pacientes esquizofrénicos o maníacos,
propongo comenzar la investigación en el hospital. En el resto de
los casos no veo ningún inconveniente.
"En lo que respecta a los artículos sobre ensayos clínicos en
Hungría, eran puras mentiras. Pero no se preocupe: nada ha cambiado
a causa de ellos."
Efectos colaterales inesperados
Entretanto, yo ya había concertado un encuentro en Budapest con el
doctor KassaiFarkas y le había anticipado que el director médico de
mi mandante, el doctor Klaus Werner, también estaría allí para que
pudiésemos conversar sobre todas las cuestiones que habían quedado
pendientes.
Pero no iba a dejar que la cosa llegara tan lejos.
Un par de días antes de la fecha fijada para el encuentro les
comuniqué al doctor KassaiFarkas y al profesor Faludi que el
comienzo de nuestro ensayo clínico tendría que ser aplazado a causa
de un efecto colateral inesperado y que había que volver a revisar
todo, de modo que no sería posible mantener nuestro cronograma. Les
aseguré que volverían a tener noticias mías tan pronto se hubiese
esclarecido el asunto.
Ya había obtenido toda la información que quería, de modo que
trasladé mi investigación a
Sudáfrica.
Multinacionales aquí y allá
Esto ocurrió a principios de abril de 2001.
Ante la Corte Suprema en
Pretoria, y ante los ojos de la opinión pública mundial, comenzaba
un juicio entablado por 39 laboratorios internacionales contra el
gobierno sudafricano: se trataba de medicamentos contra el sida, de
millones de muertos a causa del sida... y de mucho dinero.
No me sorprendió que los laboratorios que aparecían como
querellantes en Sudáfrica
fueran los mismos que figuraban en la lista de ensayos del doctor
KassaiFarkas:
Encabezando la lista había también trece empresas alemanas o de
origen alemán con sus
respectivas filiales.
Entre ellas,
-
Bayer
-
Boehringer Ingelheim
-
Merck
-
Schering
El sida en Sudáfrica
Al menos 5.000 personas mueren por día en África a causa del sida.24
Para el año 2005, esta enfermedad se habrá cobrado más víctimas
fatales que la Primera y la Segunda Guerra Mundial juntas.25
La situación en Sudáfrica es especialmente grave. Allí hay más de
4,7 millones de infectados. Cada día, 1.700 personas (de las cuales
200 son recién nacidos) se contagian este virus letal. Hospitales y
médicos hay muy pocos, y medicamentos, casi ninguno. ¿Quién es el
culpable de esta tragedia humana y médica?
Para los activistas del sida y para el gobierno sudafricano, la cosa
está bien clara: los culpables son los laboratorios farmacéuticos,
que exigen precios obscenos por sus medicamentos e impiden así que
los pobres en Sudáfrica reciban un tratamiento.
24 -
Vie Washington Post, 12.12.1999, pág. A1
25 -
Ibidem
A primera
vista, en eso tienen razón. ¿Cómo hace alguien que gana 25 euros
mensuales para pagar medicamentos que en Europa cuestan 800 euros
por mes y más?
Ricos contra pobres
El gobierno sudafricano se ha convertido en un símbolo de la
resistencia, al oponerse a las prácticas que despliegan los
laboratorios multinacionales para defender sus ganancias a toda
costa.
En 1997, el gobierno del por entonces presidente Nelson Mándela
promulgó una ley que permitía copiar medicamentos vitales y
producirlos (a bajo precio) o importarlos. De ese modo se recortaban
los generosos derechos de patentes de los laboratorios por debajo
del plazo de veinte años.
Las compañías intentaron derogar la ley por todos los medios.
Lobbistas muy bien pagos incitaron en Washington a la
administración
Clinton, más que nada a su vicepresidente
Al Gore, a ejercer una
sutil presión contra Sudáfrica. Los norteamericanos amenazaron con
imponer severas sanciones comerciales.
Pero David se mantuvo en sus trece y consiguió el apoyo de numerosas
agrupaciones contra el sida, que denunciaron públicamente el
deshonesto proceder de este Goliat encarnado en las multinacionales
y el gobierno norteamericano.
Cada vez que Al Gore hacía una aparición pública para promocionar su
candidatura a la presidencia, tenía que vérselas con gente que le
atribuía complicidad en la muerte de enfermos de sida en África. Agotado,
el vicepresidente terminó por suspender su apoyo a las empresas
hacia fines de 1999. Sudáfrica pudo celebrar una pequeña victoria.
Pero no por mucho tiempo.
A principios de 2001, las 39
multinacionales, junto con la
Asociación Farmacéutica de Sudáfrica, demandaron al gobierno por
violar el derecho de patentes.
La industria farmacéutica contra el Tercer Mundo
El gobierno sudafricano intenta generar una amplia plataforma para
limitar el monopolio de 20 años que otorga el derecho de patentes, y
eso es lo que perturba a las multinacionales.
Aquí no se trata
únicamente del sida o de conseguir medicamentos baratos para
combatir el sida: el tema es que un gobierno tercermundista quiere
asegurarse el derecho de producir medicamentos en su propio país y
del modo más económico posible, como para que los pacientes de bajos
recursos también puedan adquirirlos.
Prácticamente ningún
sudafricano está en condiciones de comprar remedios al precio del
mundo occidental.
En la actualidad,
el TRIPS (Derecho de Propiedad Intelectual) ya
contempla la adopción de medidas especiales para acortar la duración
de las licencias y producir preparados de tipo genérico.26 Pero para
poder hacer entrar en vigencia esas medidas especiales, Sudáfrica
tendría que declarar el estado de emergencia sanitaria.
El
presidente Thabo Mbeki se niega a dar ese paso, argumentando que los
negros ya sufrieron demasiado con las leyes de emergencia de los
blancos. La explicación no suena muy convincente.
Es curioso que el
gobierno sudafricano no diga abiertamente qué es lo que quiere: se
trata, nada más ni nada menos, que de imponer en forma global y como
un derecho humano el acceso a los medicamentos incluso para los
pobres.
26 -
TRIPS es la abreviatura de Trade Related Intellectual Property
Rights
Está claro por qué los laboratorios se oponen rotundamente: el debilitamiento del régimen de patentes podría poner
coto a sus fabulosas ganancias, las que generan a partir de la
comercialización de nuevos medicamentos.
Goliat tiene el dinero, el poder, los acuerdos comerciales
internacionales y el régimen de
patentes de su parte. David cuenta con el apoyo de organizaciones de
ayuda internacional como Médicos Sin Fronteras, con el grupo inglés
Oxfam y con una asociación que nuclea a entidades de derechos
humanos y damnificados, que se unieron para formar la Treatment
Action Campaign (TAC).
Aquí hay mucho más en juego que un mero abaratamiento de los
remedios contra el sida, por lo cual otros países en desarrollo
están siguiendo atentamente esta disputa.
De hecho, no es que los países pobres del sur no contribuyan al
progreso de la medicina. Todo lo contrario: sin la cantidad de
ensayos clínicos que tienen lugar allí, los laboratorios tardarían
mucho más tiempo en conseguir la documentación necesaria para la
aprobación en Europa o en los Estados Unidos.
Pero una aprobación más rápida significa un aumento de las ganancias
para los laboratorios. Por eso, los países pobres deberían obtener
al menos el derecho sobre los medicamentos vitales, para producirlos
en forma barata o importarlos a menor costo.
Indudablemente, a la industria farmacéutica le resulta imperioso
proteger sus patentes
para financiar las investigaciones. Al margen de las críticas que
puedan hacerse, está claro que los laboratorios multinacionales son
el motor de todos los progresos en el área farmacológica.
Salvo unas
pocas excepciones, todos los tratamientos y los análisis para el
sida fueron desarrollados por la demonizada industria farmacéutica.
Si los laboratorios perdieran el incentivo de obtener ganancias a
partir de esos medicamentos, se acabaría la investigación.
Sería
poco inteligente sacrificar la vaca que se quiere ordeñar.
Los buenos y los malos
Cuanto más lee uno sobre el tema del sida en Sudáfrica, más tiene la
impresión de que el límite entre los buenos y los malos es bastante
borroso.
¿Cuál es la causa del sida? ¿Es un virus contagioso, tal como
señalan hoy casi todos los expertos? ¿O hay otros factores en juego,
como la pobreza, la subalimentación o precisamente aquellos
medicamentos que se utilizan como tratamiento para el sida?
Esto es
lo que afirman algunos investigadores californianos a quienes nadie
toma en serio dentro del círculo médico oficial, pero que de todas
formas acaparan la atención debido a un defensor muy prominente: el
presidente sudafricano Thabo Mbeki.27
El presidente no sería presidente si no pudiera imponer sus
opiniones. Éstas trajeron como corolario que decenas de miles de
bebés sudafricanos hayan contraído el virus del sida y estén
condenados a una muerte que podría evitarse.
En 1998, médicos tailandeses descubrieron que, si se aplica un
remedio contra el sida
durante una semana, el riesgo de transmisión del VIH por parte de
las embarazadas a sus bebés disminuye en un 50%. Desde entonces,
esta terapia se utiliza en todo el mundo para tratar a las
embarazadas que están infectadas con el virus.
Pero en Sudáfrica el
tratamiento estuvo prohibido hasta principios de 2001.
¿Por qué?
Sostenían que era inocuo y que solamente causaba daño.28
En la
actualidad, ya está permitido.
27 -
Bartolomaus Grill: "Theater um HIV", Die Zeit 51/2000; Helen
Epstein: "The Mystery of AIDS in South África", 77ie New York
Revierto of Books, 20.7.2000, pág. 50
28 -
Helen Epstein: "The Mystery of AIDS in South África", 77ie Neiv York
Review of Books, 20.7.2000,
págs. 5055
Una pequeña victoria
Entretanto, la disputa judicial entre el gobierno sudafricano y los
laboratorios quedó anulada.
Las compañías retiraron la demanda a
mediados de abril de 2001, ya que su imagen empeoraba cada día más.
Pondrán a disposición de Sudáfrica remedios contra el sida, baratos
y en cantidad suficiente. La única concesión que recibieron a cambio
fue un permiso de Sudáfrica para participar en la redacción de la
ley de fabricación de genéricos.
Las empresas podrán absorber estas eventuales pérdidas sin mayor
dificultad, ya que sus principales ganancias provienen de los tres
mercados farmacéuticos más importantes: EE.UU., Europa Occidental y
Japón. El resto de los países no tiene peso.
Pero la victoria del gobierno sudafricano deja un resabio amargo: no
tiene validez global, y
los contratos comerciales internacionales tampoco serán modificados
en favor de los países más pobres. Éstos seguirán dependiendo de la
misericordia de los poderosos.
Es probable que el gobierno sudafricano sólo haya ganado esta
disputa porque, al tratarse del tema del sida, recibió el apoyo de
numerosas agrupaciones de lucha contra esa enfermedad en los países
industrializados.
En cambio, otras enfermedades como la
tuberculosis, el cólera, la diarrea, la enfermedad del sueño, la
bilharziasis o la malaria no son temas que movilicen al mundo, a
pesar de que en África tienen los mismos efectos devastadores.
Simplemente no son fashion. Además, casi no se hacen investigaciones
para combatir esos males, ya que los nuevos remedios no generarían
grandes ganancias.
Esta disputa por conseguir medicamentos nuevos que también estén al
alcance de los pobres seguramente continuará. Sin embargo, cabe el
temor de que esta lucha se desarrolle a puertas cerradas.
De esa
manera, los países industrializados pueden imponer sus intereses de
forma mucho más eficaz, a través de amenazas, sanciones,
condicionamientos a la inversión y demás elementos de presión.
Kenia, India, Tailandia y otros países en desarrollo ya están en la
mira de los norteamericanos.29
Demasiado tóxico
"Ahora el gobierno sudafricano no tiene más excusas para dejar de
combatir de manera efectiva la epidemia del sida", dice Zackie
Achmat, conductor del grupo de activistas TAC, que apoyó al gobierno
sudafricano en su lucha contra los laboratorios farmacéuticos.30
Porque no alcanza con preparar remedios más baratos o gratuitos.
Si
no se modifica rápidamente el sistema de salud pública, los
medicamentos no van a servir de mucho. Hay que almacenarlos de
manera adecuada. Además, quienes los toman deben someterse a
controles periódicos para evitar efectos colaterales no deseados. Si
los medicamentos se toman en forma inadecuada o con interrupciones,
aumenta el riesgo de que se generen cepas resistentes del VIH y de
que los remedios dejen de surtir efecto.
Pero lo que el gobierno sudafricano ha descuidado de manera
imperdonable hasta el día
de hoy es, sobre todo, la prevención.31 Salvo en algunos casos
excepcionales, no se realizan análisis de VIH para constatar la
infección.
Por el momento, las probabilidades de controlar la epidemia del sida
en Sudáfrica son bastante remotas, a pesar de la victoria del
gobierno sobre la industria farmacéutica.
29 -
"World Trade Organization Evil Triumphs in a Sick Society", Guardian
of hondón, 12.3.2001
30 -
Cita extraída del Financial Times, 18.4.2001
31 -
Helen Epstein: "The Mystery of AIDS in South África", The New York
Review of Books, 20.7.2000, págs. 5055
En una entrevista concedida el 24 de abril de 2001 a la cadena
privada sudafricana etv, el presidente Thabo Mbeki declaró que a él
no le constaba que los análisis de sida fueran realmente útiles.
Rechazó también la utilización de antivirales en los tratamientos,
alegando que eran demasiado tóxicos y que su tolerancia no estaba
comprobada.32
Algunos activistas ya declararon que el próximo objetivo de su
campaña contra el sida podría ser el gobierno sudafricano.33
El caso de Uganda: un ejemplo
El estado de Uganda, en África Central, demuestra que las campañas
de concientización y de tratamiento y el suministro de medicamentos
baratos permiten bajar drásticamente las tasas de contagio.
En 1990
había un 14% de la población adulta de ese país infectado con el
VIH. Para el año 2000 se había conseguido bajar esa tasa al 8,3%
(820.000 infectados).34
32 -
"Mbeki Questions HIV Testing", en http://www.worldaidsnews.com,
24.4.2001
33 -
"Protests against Mbeki government", en http://www.rsaoverseas.com
34 -
Según
http://www.iinaids.org/hivaidsinfo/statistics/juneOO/
ENSAYOS CLÍNICOS NO ÉTICOS REGISTRADOS EN LA BIBLIOGRAFÍA MÉDICA
VIH (sida) 35
El VIH constituye un problema sobre todo en África y en el este
asiático. Ya en 1994 se demostró claramente que un tratamiento con
fármacos permitía evitar la transmisión del virus al feto durante el
embarazo.
Sin embargo, en Asia y África hubo desde entonces por lo
menos quince ensayos realizados por médicos en los que miles de
mujeres embarazadas recibieron un placebo en lugar del fármaco
probado. Los investigadores lo hicieron a sabiendas, a pesar del
riesgo de contagio para los bebés.
Esos ensayos no fueron
financiados por la industria farmacéutica, sino por entidades
públicas: nueve de ellos por autoridades del gobierno
norteamericano, cinco por otros gobiernos y uno por el Programa
Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/sida (ONUSIDA).
Existen muchos otros estudios en los que tanto laboratorios como
médicos se abstuvieron (a sabiendas) de suministrar un tratamiento
eficaz a los infectados.
Tuberculosis 36
En el Estado africano de Uganda, a mediados de los años noventa, se
llevó a cabo un ensayo en el cual los pacientes infectados con VIH
no recibían antibióticos para prevenir la tuberculosis.
Este ensayo
fue financiado por un organismo gubernamental norteamericano: el Center for Disease Control. En EE.UU. o en Europa Occidental no se
habría permitido realizar ningún estudio semejante.
En esos países,
las normas clínicas indican que los pacientes con VIH que corren
peligro de contraer tuberculosis deben recibir antibióticos en forma
preventiva.
Este ensayo se publicó en septiembre de 1997 en la revista de
medicina de mayor
renombre mundial, la New England Journal of Medicine, desencadenando
una discusión ética muy encendida entre los médicos.
Malaria 37
A mediados de los años noventa, médicos chinos inocularon
deliberadamente el germen de la malaria a pacientes con VIH para
investigar sus efectos sobre la enfermedad.
Estos experimentos
fueron financiados por la fundación privada Eleanor Dana Charitable
Trust, una organización de caridad de origen norteamericano.
En EE.UU. y en México los estudios de ese tipo habían sido prohibidos
por los respectivos comités de ética.
35 -
Peter Lurie, Sidney M. Wolfe: "Unethical Triáis", NEJM, volumen 337,
Ne 12, 18.9.1997, págs. 853 855; Helen Epstein: "The Mystery of
AIDS in South África", The New York Review of Books, 20.7.2000,
págs. 5055; Rothman, D. J.: "The Shame of Medical Research", New
York Review of Books, 30.11.2000 36 -
Whalen y otros: "A trial of three regimens to prevent tuberculosis
in Ugandan adults infected with the human immunodeficiency virus",
NEJM, volumen 337, Ns 12, septiembre de 1997, págs. 801808 37 -
Heimlich H. J. y otros: "Malariatherapy for HIVPatients",
Mechanisms of Ageing nnd Development,
volumen 93, 1997, pá:gs. 7985; Chen Xiaoping y otros: "Phase1Studies
of Malariatherapy for HIV Infection", Chínese Medical Sciences
Journal, volumen 14, Nº 4, 1999
Experimentos con niños
En 1998, el médico norteamericano Peter R. Breggin denunció
públicamente que la Food and Drug Administration había otorgado el
permiso para que se realizaran experimentos en niños neoyorquinos
con la fenfluramina (que por entonces ya estaba prohibida).38
En
septiembre de 1997, ese mismo organismo había prohibido que el
medicamento se continuara comercializando en EE.UU., ya que sus
efectos colaterales incluían valvulopatías con riesgo vital y
destrucción de células del cerebro.
Por esa razón, la fenflurafnina
fue retirada del mercado en todo el mundo, incluso en Alemania,
donde la distribuidora Itherapie la comercializaba como medicamento
adelgazante con el nombre Ponderax.
Los niños utilizados como conejillos de Indias por los
investigadores de las universidades de Nueva York y Oueens no eran
niños elegidos al azar. Eran de origen negro o latino, de familias
pobres cuyos miembros seguramente no formularían ninguna pregunta
incómoda.
Estos ensayos fueron financiados por autoridades
estatales.
Hipertensión arterial 39
En los años noventa se convenció a miles de pacientes en Europa
Occidental, Europa Oriental, América del Norte, América del Sur y
China para que participaran en investigaciones sobre la eficacia de
los antihipertensivos.
También hubo clínicas alemanas que tomaron
parte en esos ensayos. En aquel momento ya se había probado
fehacientemente que el número de ataques de apoplejía e infartos
disminuye si se efectúa un tratamiento medicamentoso.
Sin embargo,
durante años, a la mitad de esos pacientes no se le suministró un
medicamento eficaz, sino sólo un placebo, con lo cual los
laboratorios y médicos involucrados estaban arriesgándose a
sabiendas a que numerosos pacientes sufrieran ataques de apoplejía o
infartos.
Dos de esos ensayos (SystEur y SystChina) se llevaron a cabo con
el apoyo financiero de la compañía Bayer. Lo que se testeaba era la
nitrendipina, un antagonista del calcio contenido en el medicamento
Bayotensin.
La multinacional francoalemana Hoechst Marión Roussel (que
entretanto ha pasado a
formar parte de la compañía Aventis) financió - a medias con la
anglosueca AstraZeneca - otro ensayo denominado HOPE.
Lo que allí
se testeaba era el ramipril, un inhibidor ACE contenido en el
medicamento Delix de Hoechst Marión Roussel y en el Vesdil de
AstraZeneca.
Una serie de pacientes participantes del estudio HOPE
no recibió el tratamiento antihipertensivo adecuado,40 por lo cual
su riesgo de sufrir un ataque de apoplejía o una afección cardíaca
grave era mayor que el de otros pacientes.41
38 -
Peter Breggin: "Recent FDA decisión highlights ethical issues in
drug research on children", 21.4.1998, en http://www.sightings.com/health/drugchildren.htm
39 -
J. A. Staessen y otros: "Randomised double blind comparison of
placebo and active treatment for older patients with isolated
systolic hypertension", Tlie Lancet, vol. 350, Na 9080, 13.9.1997,
págs. 757764; J. G. Wang y otros: "Long term blood pressure control in older
Chínese patients with isolated systolic hypertension", Journal of
Human Hypertension, vol. 10, noviembre de 1996, págs. 735742; J.Wang y otros: "Chinese Trial on Isolated Systolic Hypertension in
the Elderly", Archives of Infernal
Medicine, vol. 160, 24.1.2000, págs. 211220; "The HOPE
Investigators", NE/M, 2000, vol. 342, págs.
145153, págs. 154160 40 -
arzneitelegramm 2/2000, pág. 21 y sig. 41 -
arzneitelegramm 1/2001, pág. 2
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