por Manuel Freytas
23 Julio 2010
del Sitio Web
IARNoticias
Manuel Freytas es periodista,
investigador y analista, especialista en inteligencia y comunicación
estratégica. Es uno de los autores más difundidos
y referenciados en
la Web.
Hay un Chávez "socio comercial"
de EE.UU., y hay un Chávez
"enemigo estratégico" de EE.UU.
Hay un Chávez "revolucionario y
anticapitalista", y hay un Chávez que profundiza la estructura
capitalista de Venezuela.
Hay un Chávez que "alimenta los
pobres", y hay un Chávez que mantiene las profundas desigualdades
entre pobres y ricos.
Hay un Chávez que negocia con
el Imperio,
y hay un Chávez que guerrea contra el Imperio.
Y todos son verdaderos. |
Como fenómeno político-mediático, Chávez tiene claramente tres
significantes:
-
su discurso
-
lo que hace como presidente
-
su rol funcional dentro de la estructura
de dominación regional e internacional del sistema capitalista
hegemonizado por EE.UU. y nivelado como "mundo único"
El fenómeno Chávez no obedece a un solo
parámetro y tiene varias aristas. El mediático, el político, el económico y
el social.
Tomar al líder bolivariano como un fenómeno
exclusivamente "ideológico", como hacen la izquierda y los "gusanos"
antichavistas desde ángulos enfrentados, es un error.
Tender un manto de "misticismo revolucionario" sobre Chávez, sin analizar
sus significantes políticos, económicos y sociales y el rol que desempeña en
el diseño y la ejecución de la estrategia de dominio regional del sistema
capitalista, es un error que impide la comprensión del fenómeno totalizado.
Analizar a Chávez solo como una expresión de proyecto político de "ambición
personal", desgajado del movimiento social y de conciencia anticapitalista
que moviliza y lo acompaña, no es un error sino una estrategia que
desarrollan Washington y sus usinas mediáticas para convertir a Chávez en un
"demonio".
Chávez, claramente, dentro de Venezuela, del sistema del capitalismo
regional, y del tablero internacional, asume un papel contradictorio, que,
como todos los procesos dinámicos y totalizados, tiene su
parte positiva y su parte negativa.
Lo que dice Chávez
Analizado desde una perspectiva global, lo más impactante y "polarizante"
que tiene Chávez es su discurso contrainformativo del sistema capitalista
masificado y nivelado planetariamente desde las mismas cadenas imperialistas
que siempre lo proyectaron como un producto "marketinero" y rentable.
Chávez vende. Y vende, porque su histrionismo y habilidad comunicativa
conforman un "espectáculo" en si mismo. Y gracias a esa situación, las
mayorías mundiales pudieron acceder a un discurso contrainformativo que solo
puede encontrarse en el mundo reducido de la prensa alternativa o de
izquierda.
Como contenido, el discurso mediático de Chávez, moviliza una descripción
correcta del sistema capitalista en su funcionamiento político, tanto como
sistema de dominio regional como planetario. Es muy preciso en sus
descripciones del funcionamiento de las estructuras políticas y militares
del sistema capitalista imperial.
Cuando el presidente venezolano resume a Colombia como una "base" de
EE.UU. y a Uribe como un títere USA, precisa con claridad el rol
de ese país y sus gerentes de turno en la estructura del control regional de
Washington.
La precisión en lo político, se convierte en imprecisión, cuando Chávez
aborda el funcionamiento económico del capitalismo, dado que su gobierno
juega un papel contradictorio, de "doble timón" (negocia y se acomoda), en
el dispositivo regional controlado por los bancos y las multinacionales
capitalistas.
Tampoco el discurso de Chávez (como el de la izquierda en general), cuenta
con una metodología descriptiva y analítica totalizada del rol clave de los
medios de comunicación y de la sociedad de consumo en la formación y
orientación de conducta colectiva con fines del control político y social.
O sea, el carácter represivo y manipulador de
las estructuras mediáticas dentro del
sistema capitalista globalizado y nivelado como "mundo único".
El "chavismo", si bien es el único movimiento de izquierda que intenta
incursionar en la comprensión de la Guerra de Cuarta Generación en el
plano mediático, solo aborda el papel de los medios desde un limitado juego
interno de "oficialismo" y "oposición".
En cuanto al "perfil ideológico" del discurso de Chávez, su caracterización
de una Venezuela "revolucionaria" o "socialista", y aunque se lo trate sin
prejuicios destructivos y con objetividad, es insostenible desde la realidad
estadística y verificable.
En todo caso, el discurso contrainformativo de Chávez es un punto de
referencia aglutinante y motivador para las organizaciones y militantes
populares que todavía resisten como pueden el avance de las estructuras de
dominio capitalista trasnacionalizado.
Pero fuera de ese fenómeno, de Chávez como despertador de conciencias,
el chavismo no aporta ningún marco doctrinario, organizativo o estratégico
para conformar una alternativa revolucionaria al sistema.
Lo que hace Chávez
Venezuela, claramente es un país capitalista, con una estructura
gubernamental de ejecución capitalista, y con una dinámica económica
productiva y comercial controlada, en su mayor parte, por los los bancos y
multinacionales capitalistas.
Las reformas nacionalizadoras de Chávez, sus políticas sociales orientadas a
los que menos tienen, no alcanzan a desnivelar una realidad todavía dominada
por la dinámica de la propiedad privada y la concentración de riqueza y
activos empresariales en pocas manos.
Socialmente, la administración de Chávez se orienta hacia los sectores más
desposeídos que conforman su base social y electoral. Pero el avance de las
políticas sociales de Chávez no se da en el plano transformador (cambio de
estructuras de injusticia social) , sino en el plano "asistencialista",
siguiendo una tendencia regional.
Las políticas asistencialistas del chavismo, como lo sostiene
la CEPAL, ha bajado en un alto grado los
niveles del hambre en Venezuela, y en un menor grado la pobreza, pero no ha
modificado las estructuras capitalistas arcaicas del desempleo, la falta de
seguridad social, vivienda y salud que aqueja a la mayoría de la población
venezolana.
Si bien el gobierno reformista de Chávez bajó los niveles del hambre y la
pobreza, no ha mostrado hasta ahora, pese a las nacionalizaciones y amenazas
de expropiación, una estrategia transformadora efectiva para convertir las
estructuras socioeconómicas de Venezuela donde arriba de un 40% de la
población laboral se encuentra en "negro" y sin seguridad social.
Desde el punto de vista del comercio exterior, allí es donde se encuentra el
flanco más vulnerable del líder bolivariano. Venezuela vende su petróleo, su
principal recurso estratégico, a EE.UU. Además es su principal socio
comercial en la región.
Los datos oficiales demuestran que:
-
EE.UU. es el principal cliente para las
exportaciones venezolanas, particularmente las petroleras
-
Venezuela envía más de un millón de
barriles de crudo diarios al mercado estadounidense, en gran parte a
refinerías de su propiedad que alimentan el sistema de estaciones de
servicio
Citgo, también de propiedad
venezolana
-
De EE.UU. proviene cerca de un tercio de
las importaciones venezolanas
-
"EE.UU. representa el 50% de las
relaciones comerciales de Venezuela con todo el mundo", según lo
destacó el anterior presidente de
Venancham, Edmond Saade
Pero este punto, de integración comercial de
Chávez con la primera potencia imperial, se contrabalancea
contradictoriamente con otra realidad que sitúa al presidente venezolano
como un aliado estratégico del eje Rusia-China-Irán, que disputa una "guerra
fría" por áreas de influencia comercial y militar con el eje EE.UU.-UE.
El rol
internacional de Chávez
Aliado comercial de EE.UU., en el orden regional, y aliado estratégico de
los enemigos de Washington en el plano internacional.
El presidente venezolano mantiene una alianza estratégica (de orden
comercial y militar) tanto con Irán como con Rusia y China, potencias
capitalistas emergentes que compiten con el eje USA-UE por el control de las
redes energéticas y las reservas petroleras del triángulo Eurasia-Cáucaso-Medio
Oriente, en una versión aggiornata de la "guerra fría" por áreas de
influencia, esta vez protagonizada a niveles intercapitalistas.
Además de los convenios trazados con Irán y China, Venezuela y Rusia
alcanzaron en abril pasado un nuevo nivel de acuerdo estratégico con el
encuentro de Chávez y el "hombre fuerte" de Rusia, el primer ministro
Vladimir Putin.
En la reunión en Caracas se selló una "profundización de los acuerdos
militares", que incluiría un aumento de la cooperación entre las fuerzas
armadas de ambos países. Y un proyecto de desarrollo de energía nuclear con
"fines pacíficos".
Washington, preocupado, mira los acontecimientos
haciendo "silencio de radio".
La "cumbre" Medvedev-Chávez, a fines del año pasado, formó parte del
decorado de una estrategia para integrar a Chávez como nuevo jugador en el
tablero de la "guerra fría" Washington-Moscú, donde América Latina y la
región petrolera del Caribe se convierten en
un nuevo posible escenario de la guerra por
el control de la energía entre Rusia y EE.UU..
Los nuevos acercamientos de Chávez a Moscú se visualizan como una ampliación
de su alianza estratégica con el eje Moscú-Teherán que además podría incluir
(así lo perciben en Washington) nuevas relaciones de cooperación militar
como la instalación de bases militares rusas en Venezuela y nuevos
ejercicios militares conjuntos en aguas del Mar Caribe.
Es aquí, donde Chávez, se despoja del "doble discurso" regional y se
convierte en un "enemigo real" para EE.UU. y la potencias capitalistas
aliadas.
No obstante de que Chávez es el principal socio comercial y le vende casi
todo el petróleo venezolano a EE.UU., los halcones del Pentágono y del
Departamento de Estado (que manejan las políticas militares y las hipótesis
de conflicto externo de Washington) no miran ni analizan a Chávez desde una
perspectiva exclusivamente latinoamericana.
Enmarcado en estos hechos, el Pentágono y el Departamento de Estado ven como
"potencial peligro" (con posibles ramificaciones en otros países) el
desembarco comercial-militar del eje Rusia-Irán en América Latina utilizando
a Venezuela como plataforma.
En resumen
-
Hay un Chávez revolucionario y
anticapitalista que se expresa a través del discurso mediático y de
la contrainformación, y hay un Chávez presidente que ejecuta
políticas de Estado que profundizan la estructura capitalista de
Venezuela.
-
Hay un Chávez "socialista" que
desarrolla programas asistencialistas para los sectores que menos
tienen, que nacionaliza y expropia feudos empresariales y mediáticos
capitalistas, y hay un Chávez presidente que favorece la
concentración de riqueza en pocas manos.
-
Hay un Chávez bolivariano que alimenta a
los pobres, y un Chávez presidente que mantiene la sociedad de
consumo capitalista y las profundas desigualdades entre pobres y
ricos.
-
Hay un Chávez "socio comercial" de
EE.UU., y hay un Chávez "enemigo estratégico" de EE.UU. a través de
sus acuerdos globales con el eje Rusia-China-Irán.
Esos roles contrapuestos, solo se explican y
adquieren sentido en la inserción de Chávez en una realidad
estratégica de "doble comando":
Negociar con el Imperio y guerrear con el
Imperio.
Hasta que a Chávez le llegue la hora del
desenlace..., y tenga que elegir entre quedarse en el sistema o pagar el
costo de una revolución de verdad.