por F. William Engdahl
6 septiembre 2012
del Sitio Web
VoltaireNet
Versión en
ingles
El surgimiento de
China como nueva potencia económica mundial con
intereses propios ha llevado a la administración Obama a
adoptar, en 2011, una nueva estrategia “de defensa” en
la región del Pacífico.
Desde ese momento, el
Pentágono viene posicionando sus fuerzas alrededor de la
nueva potencia asiática, complementando esto con la
importante cooperación de Australia, un despliegue de
instalaciones y medios de combate que le permitiría
cortar las rutas comerciales por las que fluye hacia
China el petróleo proveniente de África y del Medio
Oriente.
William Engdahl explica a
fondo los detalles del viraje geopolítico estadounidense
en el Pacífico, que puede dar lugar a un nuevo conflicto
militar de gran envergadura en un futuro no muy lejano.
Parte I
el Pentágono apunta a China
El presidente Obama y
la primera ministro de Australia, Julia Gillard,
en un encuentro con las
tropas australianas y estadounidenses acantonadas
en la base militar de Darwin,
Australia, el 17 de noviembre de 2011.
Desde el colapso de la Unión Soviética y el fin
nominal de la Guerra Fría hace unos 20 años, lejos de reducir el gigantesco
gasto militar estadounidense, el Congreso de Estados Unidos y todos sus
presidentes han expandido enormemente el gasto para nuevos sistemas de
armamento.
Han incrementado el número de bases militares
permanentes en todo el mundo y ampliado la OTAN no solamente hacia países
del antiguo Pacto de Varsovia en la periferia inmediata de Rusia, sino que
también han expandido la presencia militar de la OTAN y Estados Unidos al
interior de Asia, en los límites de China a través de su guerra en
Afganistán y campañas relacionadas.
Sobre la base de simples desembolsos de dólares para gasto militar, el
presupuesto combinado del Pentágono, y dejando de lado los enormes
presupuestos para agencias relacionadas con la defensa y seguridad nacional
del gobierno de Estados Unidos, como el Departamento de Energía y el Tesoro
y otras agencias, el Departamento de Defensa estadounidense gastó alrededor
de US $739 mil millones en 2011 para sus requisitos militares.
El resto del gasto vinculado a la defensa y
seguridad nacional de incluyó, de acuerdo con cálculos del Instituto
Internacional para Estudios Estratégicos con sede en Londres, un gasto
militar anual de más de US $1 billón.
Es una cantidad mayor que el gasto total
destinado para defensa de los siguientes 42 países juntos, y más del
Producto Interno Bruto de la mayoría de países.
China oficialmente gastó apenas 10% en la inversión de EE.UU. en defensa,
unos US $90 mil millones, o, si se incluyen algunas importaciones de armas
relacionadas con defensa y otros costos, quizá US $111 mil millones al año.
Incluso si las autoridades chinas no publican datos completos sobre tales
áreas sensibles, es evidente que China gasta apenas una fracción de lo que
gasta Estados Unidos y parte de una base tecnológica-militar bastante
atrasada respecto a la estadounidense.
Hoy en día, debido a su dinámico crecimiento económico y a su determinación
para proteger sus intereses nacionales, China se ha convertido con su mera
existencia en la nueva “imagen del enemigo” del Pentágono, reemplazando
ahora a la anterior “imagen del enemigo” del Islam utilizada después de
septiembre de 2001 por la administración Bush-Cheney para justificar la
búsqueda de poder mundial del Pentágono, o a la del comunismo soviético
durante la Guerra Fría.
La nueva postura militar de Estados Unidos contra
China no tiene nada que ver con ninguna amenaza agresiva por parte del gran
país asiático. El Pentágono ha decidido intensificar su agresiva postura
militar hacia China solamente porque ésta se ha vuelto un sonoro polo
independiente en la economía y geopolítica mundial.
En el mundo globalizado
de Washington sólo hay cabida para estados vasallos.
En la Doctrina Obama - China es la nueva «imagen del enemigo»
Después de casi dos décadas de descuidar sus intereses en Asia Oriental, en
2011, la administración Obama anunció que Estados Unidos realizaría “un giro
estratégico” en su política exterior a fin de enfocar su atención política y
militar a la región Asia-Pacífico, particularmente al sureste asiático, es
decir, a China.
El término “giro estratégico” es una página del libro de
texto clásico del padre de la geopolítica británica, Sir Halford Mackinder,
que habló varias veces de Rusia y posteriormente de China como “potencias
pivote” cuya posición geográfica y geopolítica implicaba retos
extraordinarios para los anglosajones, y después de 1945, para la hegemonía
estadounidense.
Durante los meses finales de 2011, la administración Obama definió
claramente una nueva doctrina pública de amenaza militar para la
disponibilidad militar de Estados Unidos tras sus fracasos militares en Irak
y Afganistán. Durante un viaje presidencial a Lejano Oriente, mientras se
encontraba en Australia, el presidente de Estados Unidos reveló lo que se
define como la Doctrina Obama.[1]
Obama dijo entonces a los australianos:
Con la mayoría del poder nuclear mundial y casi la mitad de la humanidad,
Asia definirá en buena parte si el siglo venidero quedará marcado por el
conflicto o la cooperación (…)
Por lo tanto, como presidente he tomado una
decisión deliberada y estratégica - como nación del Pacífico, Estados Unidos
desempeñará un papel más amplio y a largo plazo en la conformación de esta
región y su futuro (…) He instruido a mi equipo de seguridad nacional para
hacer de nuestra presencia y misión en la región Asia-Pacífico una prioridad
de alto nivel (…)
Como planeamos y presupuestamos para el futuro,
asignaremos los recursos necesarios para mantener nuestra fuerte presencia
militar en esta región. Conservaremos nuestra capacidad extraordinaria para
proyectar poder y disuadir amenazas a la paz. (…) Nuestros intereses
duraderos en la región demandan nuestra presencia duradera en la región.
Estados Unidos es una potencia del Pacífico, y estamos aquí para quedarnos.
De hecho, ya estamos modernizando la postura de defensa de Estados Unidos en
la región Asia-Pacífico.
Se desplegará más ampliamente - manteniendo nuestra
fuerte presencia en Japón y la península de Corea, reforzando
simultáneamente nuestra presencia en el sureste asiático. Nuestra postura
será más flexible - con nuevas capacidades para garantizar que nuestras
fuerzas puedan operar libremente.
Creo que podemos abordar retos
compartidos, tales como la proliferación y la seguridad marítima, incluyendo
la cooperación en el mar del Sur de China. [2]
El eje de la visita de Obama fue el anuncio de que al menos 2,500 marines
estadounidenses serán emplazados en Darwin, en el Territorio del Norte de
Australia.
Además, en una serie de significativos acuerdos paralelos, hubo
pláticas con Washington para usar aviones estadounidenses no tripulados de
vigilancia de largo alcance provenientes de las remotas Islas Cocos - un
territorio australiano en el Océano Índico.
Estados Unidos tendrá también
acceso a un mayor uso de las bases de la Fuerza Aérea Australiana y más
visitas de embarcaciones y submarinos al Océano Índico a través de una base
naval a las afueras de Perth, en la costa occidental de Australia.
La base estadounidense de Cocos Island (en el círculo rojo)
debe garantizar
el control del Océano Índico.
El blanco del
Pentágono es China
Para dejarles claras las
cosas a los miembros europeos de la OTAN, en comentarios realizados en
Washington en julio de 2012, Phillip Hammond, Secretario de Estado
para la Defensa del Reino Unido declaró explícitamente que el nuevo rumbo de
la defensa estadounidense hacia la región Asia-Pacífico apuntaba de lleno a
China.
Hammond dijo que,
“la creciente importancia
estratégica de la región Asia-Pacífico demanda que todos los países,
pero sobre todo Estados Unidos, reflejen en su postura estratégica la
emergencia de China como una potencia global.
Lejos de preocuparse por la
acometida hacia la región Asia-Pacífico, las potencias europeas de la
OTAN deben darle la bienvenida al hecho de que Estados Unidos desea
embarcarse en este nuevo reto estratégico en representación de la
alianza.” [3]
Como con muchas de sus
operaciones, el despliegue del Pentágono es mucho más profundo de lo que
pudiese sugerir el número relativamente pequeño de 2,500 nuevos soldados
estadounidenses.
En agosto de 2011 el Pentágono presentó su informe anual sobre el ejército
chino. Se establece que China había cerrado brechas tecnológicas
fundamentales.
El Secretario Adjunto de Defensa
para Asia Oriental,
Michael Schiffer, dijo que el ritmo y alcance de las inversiones
militares le habían “permitido a China luchar por capacidades que
consideramos son potencialmente desestabilizadoras para los equilibrios
militares regionales, incrementar el riesgo de malentendidos y errores de
cálculo y puede contribuir a tensiones y preocupaciones “regionales”.
[4]
Citó la restauración por parte de
China de un portaaviones de la era soviética y el desarrollo del avión
furtivo chino de combate J20, como indicios de la nueva capacidad que
demanda una respuesta militar más activa de Estados Unidos.
Schiffer citó también las
operaciones espaciales y cibernéticas de China, diciendo que estaba,
“desarrollando un programa
multidimensional para mejorar sus capacidades para limitar o impedir el
uso de activos espaciales por adversarios durante momentos de crisis o
conflictos.” [5]
El avión de guerra chino J20, según The Jamestown Foundation,
uno de los
tanques pensantes de Washington, puede dejar obsoleto
todo el sistema de
defensa aérea instalado en la región.
Parte II
la "Batalla Aire-Mar" del Pentágono
La estrategia del Pentágono para derrotar a China en una guerra venidera,
estrategia cuyos detalles se han filtrado a la prensa estadounidense, es
llamada la “Batalla Aire-Mar.”
Esto hace un llamado a un agresivo ataque
coordinado de Estados Unidos. Los submarinos y bombarderos furtivos
estadounidenses destruirían los radares de vigilancia de largo alcance y
sistemas de misiles de precisión de China en el interior del país. Esta
“campaña cegadora” inicial sería seguida por un asalto aéreo y naval más
amplio sobre China misma. [6]
Crucial para la estrategia avanzada del
Pentágono, cuyo despliegue ya ha comenzado discretamente, es la presencia
naval y aérea del ejército de Estados Unidos en Japón, Taiwán, Filipinas,
Vietnam y en todo el Mar del Sur de China y el Océano Índico.
El despliegue
naval y de tropas australianas tiene como objetivo acceder al estratégico
Mar del Sur de China así como también al Océano Índico. El motivo estipulado
es “proteger la libertad de navegación” en el estrecho de Malaca y en el Mar
del Sur de China. En realidad se pretende cortar las rutas petroleras
estratégicas de China en caso de un conflicto total.
El objetivo de la Batalla Aire-Mar es ayudar a las fuerzas estadounidenses a
resistir un asalto inicial chino y a contraatacar para destruir los
sofisticados sistemas de radar y misiles chinos construidos para mantener a
las embarcaciones estadounidenses alejadas de la costa china. [7]
La ‘Batalla Aire-Mar’
EE.UU. vs. China
La “China Blinding” Air Sea Attack Strategy
concebida por el Pentágono para
eliminar los radares chinos.
Además del destacamento de marines estadounidenses en el norte de Australia,
Washington planea utilizar sus aviones no tripulados de vigilancia de largo
alcance, provenientes de las remotas Islas Cocos - un territorio australiano
en el estratégicamente vital Océano Indico.
También tendrá acceso a las
bases de la Fuerza Aérea Australiana y habrá más visitas de embarcaciones y
submarinos al Océano Índico a través de la base naval a las afueras de
Perth, en la costa occidental de Australia. [8]
El arquitecto de la estrategia anti-China del Pentágono de la batalla
Aire-Mar es Andrew Marshall, el hombre que ha delineado la estrategia de
guerra avanzada del Pentágono por más de 40 años y entre cuyos pupilos se
cuentan Dick Cheney y Donald Rumsfeld [9].
Desde los años 1980,
Marshall ha sido un promotor de una idea postulada primeramente, en 1982,
por el mariscal Nikolai Ogarkov, el entonces jefe de los generales
soviéticos, estrategia denominada RMA (por sus siglas en inglés ‘Revolution
in Military Affairs’ - ‘Revolución en Asuntos Militares’). Marshall,
actualmente con 91 años de edad, aún atiende su escritorio y evidentemente
tiene mucha influencia dentro del Pentágono.
La mejor definición de la RMA fue la que proporcionó el propio Marshall:
“Una Revolución en Asuntos Militares es un reto de envergadura en la
naturaleza de la guerra provocada por la aplicación innovadora de nuevas
tecnologías que, combinadas con cambios dramáticos en la doctrina militar y
con conceptos operacionales y organizacionales, fundamentalmente altera el
carácter y conducta de las operaciones militares.” [10]
También fue Andrew Marshall quien convenció al Secretario de Defensa
Donald
Rumsfeld y a su sucesor Robert Gates para desplegar el Escudo de “defensa”
antimisiles en,
-
Polonia
-
la República Checa
-
Turquía
-
Japón,
...como estrategia
para reducir cualquier amenaza nuclear potencial proveniente de Rusia y, en
el caso de la defensa de misiles balísticos, cualquier amenaza nuclear
potencial proveniente de China.
Parte III
la estrategia del "collar de perlas" del Pentágono
La “String of Pearls” Strategy, concebida por el Pentágono
para bloquear el suministro
de petróleo a China.
En enero de 2005, Andrew Marshall envió al Secretario de Defensa Donald
Rumsfeld un informe interno clasificado titulado “Futuros de la energía en
Asia.”
El informe Marshall, que se filtró totalmente a
un periódico de Washington, acuñó el término de la estrategia del “collar de
perlas” para describir lo que llamó la creciente amenaza militar china a los
“intereses estratégicos de EUA” (es decir Estados Unidos de América) en el
espacio asiático. [11]
El informe interno del Pentágono afirmaba que,
“China está construyendo
relaciones estratégicas a lo largo de las rutas marítimas desde Medio
Oriente hasta el Mar del Sur de China de manera que sugieren un
posicionamiento defensivo y ofensivo para proteger los intereses energéticos
de China, pero también para atender vastos objetivos de seguridad.”
Andrew Marshall (1921- ).
Nombrado director del Office
of Net Assessment desde la creación misma,
bajo la administración Nixon,
en 1973, de esa dependencia del Departamento de Defensa,
Andrew Marshall sigue hoy en
ese puesto, a los 91 años.
En aquel informe de Andrew Marshall se utilizó por vez primera el término
estrategia del “collar de perlas” de China. Es un término del Pentágono y no
un término chino.
El informe afirmaba que China estaba adoptando una estrategia del “collar de
perlas” de bases y vínculos diplomáticos desde el Medio Oriente hasta el sur
de China, estrategia que incluye una nueva base naval en construcción en el
puerto paquistaní de Gwadar.
Aseguraba que,
“Pekín ha establecido puestos de
escuchas electrónicas ilegales en Gwadar, en el extremo suroccidental del
país, la parte más cercana al Golfo Pérsico. El puesto monitorea el tráfico
de embarcaciones a través del estrecho de Ormuz y el Mar Arábigo.” [12]
El informe interno Marshall continuaba advirtiendo sobre otras “perlas” en
la estrategia de rutas marítimas de China:
-
Bangladesh
China está fortaleciendo sus vínculos
con el gobierno y construyendo instalaciones portuarias para
contenedores en Chittagong. Los chinos están “buscando un acceso
naval y comercial mucho más extenso” en Bangladesh.
-
Birmania
China ha desarrollado vínculos estrechos
con el régimen militar en Rangún y ha convertido una nación que no
se fiaba de China en un “satélite” de Pekín cercana al estrecho de
Malaca, a través del cual pasa el 80% petróleo importado de China.
China está construyendo bases navales en Birmania y tiene
instalaciones de recolección de inteligencia electrónica en islas en
la Bahía de Bengala y cerca del Estrecho de Malaca.
Pekín también le
suministra a Birmania “miles de millones de dólares en ayuda militar
para apoyar una alianza militar de facto”, afirma el informe.
-
Camboya
China firmó un acuerdo militar en
noviembre de 2003 para proporcionar entrenamiento y equipo. Camboya
está ayudando a Pekín a construir vías férreas desde el sur de China
hacia el mar.
-
Mar del Sur de China
Las actividades chinas en la región
tienen que ver menos con reivindicaciones territoriales que con “la
protección o denegación del tránsito de buques cisternas a través
del Mar del Sur de China”, afirmaba el informe.
China está
construyendo sus fuerzas militares en la región para poder
“proyectar poder aéreo y marino” desde el continente y la isla
Hainan.
China mejoró recientemente una pista de aterrizaje militar
en la isla Woody incrementó su presencia mediante plataformas de
perforación petrolera y buques oceanográficos.
El proyecto chino para la construcción de un canal marítimo
a través del istmo de Kra,
en Tailandia.
-
Tailandia
China está considerando financiar la
construcción de un canal de US $20 mil millones a través del istmo
de Kra, lo cual permitiría a los barcos desviarse del Estrecho de
Malaca.
El proyecto del canal otorgaría a China instalaciones
portuarias, almacenes y otra infraestructura en Tailandia con el
objetivo de reforzar la influencia china en la región, afirmaba el
informe.
El Comando Sur del ejército de Estados Unidos produjo, a
finales de los años 1990, un informe clasificado similar que
advertía que China pretendía utilizar instalaciones portuarias
comerciales en todo el mundo para controlar “cuellos de botella”
estratégicos. [13]
Romper el Collar de perlas
Desde ese informe de 2005, las acciones del Pentágono y de Estados Unidos
han tenido como objetivo contrarrestar los intentos de China o defender su
seguridad energética mediante ese “Collar de perlas”.
Las intervenciones de
Estados Unidos, desde 2007, en Birmania/Myanmar ha tenido dos fases.
La primera fue la llamada “Revolución azafrán”, una desestabilización
apoyada en 2007 por el Departamento de Estado y la CIA para llamar la
atención internacional sobre las prácticas de derechos humanos de la
dictadura militar de Myanmar.
El objetivo era reforzar el aislamiento
internacional de ese país, estratégicamente ubicado, de todas las relaciones
económicas, además de China. Los antecedentes de las acciones de Estados
Unidos eran la construcción por China de oleoductos y gasoductos
provenientes de Kunming, en la suroccidental provincia china de Yunnan, a
través de la vieja Carretera de Birmania a través de Myanmar hacia la Bahía
de Bengala desde la India y Bangladesh, al norte del Océano Índico.
Forzar a los líderes militares de Birmania a una mayor dependencia respecto
a China fue uno de los factores que provocaron la decisión de los militares
de Myanmar de abrirse económicamente a Occidente.
Declararon que el recrudecimiento de las
sanciones económicas de Estados Unidos había dañado enormemente al país y el
presidente Thein Sein realizó su mayor apertura de liberalización, así como
también le otorgó la libertad a la disidente Aung San Suu Kyi,
apoyada por Estados Unidos, para que pueda contender por un cargo de
elección popular por su partido; a cambio, recibió promesas de la Secretaria
de Estado, Hillary Clinton, de inversiones estadounidenses en el país
y el posible levantamiento de las sanciones económicas. [14]
Las empresas estadounidenses que se relacionan Birmania son seleccionadas
cuidadosamente en Washington para introducir las más destructivas reformas
de “libre mercado” que llevarán la inestabilidad a Myanmar.
Estados Unidos
no permitirá inversiones en entidades que sean propiedad de las Fuerzas
Armadas de Myanmar o de su Ministerio de Defensa.
También podrá imponer sanciones a,
“aquellos que
socaven el proceso de reforma, involucrados en abusos a los derechos humanos
que hayan contribuido a conflictos étnicos o participado en intercambios
militares con Corea del Norte.”
Estados Unidos impedirá que empresas o personas
establezcan transacciones con todo “ciudadano o empresa designado(s)
especialmente” que controlen - permitiéndole a Washington, por ejemplo,
detener la canalización de recursos económicos a grupos que “interrumpan el
proceso de reforma”.
Es el clásico planteamiento de “la zanahoria y
el garrote”, donde la zanahoria está representada por fabulosas riquezas si
Birmania abre su economía a las empresas estadounidenses y castiga a quienes
intentan resistirse a la absorción de los principales activos del país. El
petróleo y el gas, vitales para China, serán un objetivo especial de la
intervención estadounidense.
Las empresas y ciudadanos estadounidenses podrán
invertir en empresas de petróleo y gas propiedad del estado (Myanma Oil and
Gas Enterprise). [15]
Obama también creó una nueva fuerza para que el gobierno imponga “sanciones
de bloqueo” a cualquier persona que amenace la paz en Myanmar. Las empresas
con más de US $500,000 inversión en el país deberán presentar un informe
anual al Departamento de Estado, con detalles sobre derechos laborales,
adquisición de tierras, y pagos superiores a US $10,000 a entidades
gubernamentales, incluyendo empresas estatales de Myanmar.
Las empresas y ciudadanos estadounidenses podrán
invertir en la empresa Myanma Oil and Gas Enterprise, de propiedad estatal,
pero los inversores deberán informarle al Departamento de Estado en el
término de 60 días.
También, las ONGs estadounidenses de “derechos humanos”, muchas de ellas
asociadas estrechamente con los planteamientos geopolíticos del Departamento
de Estado, incluyendo a,
-
Freedom House
-
Human Rights Watch
-
Institute for Asian Democracy (Instituto
para la Democracia en Asia)
-
la Open Society Foundation
-
Physicians for Human Rights (Médicos por
los derechos humanos)
-
U.S. Campaign for Burma (Campaña de
EE.UU. por Birmania)
-
United to End Genocide (Unidos para
terminar el genocidio),
...podrán operar en Myanmar de acuerdo con una
decisión de la Secretaria de Estado en abril de 2012. [16]
Tailandia, otra clave en la estrategia defensiva del Collar de perlas de
China, también ha sido sometida a una intense desestabilización en estos
años. Ahora con la hermana de un corrupto ex primer ministro en el poder,
las relaciones EE.UU.-Tailandia ha mejorado significativamente.
Después de choques sangrientos, el multimillonario apoyado por Estados
Unidos, el ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, consiguió
imponer a su hermana, Yingluck Shinawatra como primera ministra, y según se
informa, sigue moviendo los hilos desde el extranjero.
El propio Thaksin disfruta de una cómoda estadía
en Estados Unidos al momento de este escrito, en el verano de 2012.
Las relaciones de Estados Unidos con la hermana de Thaksin, Yingluck
Shinawatra, están encaminadas a satisfacer plenamente el “giro estratégico”
de Obama para enfocarse en la “amenaza china”.
En junio de 2012, el General Martin E.
Dempsey, Jefe del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, declaró a su
regreso de una visita a Tailandia, Filipinas y Singapur:
“Queremos asociarnos con naciones y tener
una presencia alternada que nos permita construir capacidades comunes
para intereses comunes.”
Éstas son precisamente las cuentas principales
en lo que el Pentágono define como el Collar de Perlas.
El Pentágono está negociando discretamente regresar a las bases abandonadas
después de la guerra de Vietnam. Está negociando con el gobierno tailandés
para crear un nuevo centro de “ayuda para desastres” en el campo de aviación
de la Armada Real Tailandesa en U-Tapao, a 144 Km. al sur de Bangkok.
El ejército estadounidense construyó la pista de 3 km de largo, una de las
más largas de Asia, en los años 1960 para servir de base principal de escala
y reabastecimiento de combustible durante la guerra de Vietnam.
El Pentágono también está trabajando para garantizar más derechos a las
visitas de la marina de guerra estadounidense a puertos tailandeses a fin de
coordinar vuelos de vigilancia para monitorear rutas comerciales y
desplazamientos militares. Y pronto tendrá a Singapur como base para cuatro
de sus más recientes buques de guerra - buques de combate litoral - y los
alternará periódicamente a Tailandia y a otros países del sureste asiático.
La Armada de EE.UU. pretende opciones para realizar misiones de vuelos de
vigilancia ordenados desde Tailandia. [17]
Además, el subsecretario de Defensa Ashton Carter visitó Tailandia en julio
de 2012 y el gobierno tailandés invitó al secretario de Defensa Leon Panetta,
quien se reunió con el ministro tailandés de Defensa en una conferencia en
Singapur en junio [18].
En 2014, la marina de guerra estadounidense tiene agendado comenzar el despliegue de una nueva aeronave antisubmarinos y de
reconocimiento P-8A Poseidon en el Pacífico, reemplazando a los aviones de
vigilancia P-3C Orion.
También está preparando el despliegue de nuevos
aviones no tripulados de vigilancia de gran altura en la región
Asia-Pacífico en esos tiempos. [19]
Parte IV
Defensa India-EE.UU. "Política de mirar hacia el este"
El secretario estadounidense de Defensa, Leon Panetta,
con su interlocutor indio A.
K. Antony, en Nueva Delhi, el 6 de junio de 2012.
El Secretario de Defensa, Leon Panetta, estuvo en la India en junio
de 2012.
Allí proclamó que la cooperación en materia de
defensa con la India es el eje de la estrategia estadounidense de seguridad
en Asia. Se comprometió a ayudar a desarrollar las capacidades militares de
la India y a colaborar en la producción conjunta de “artículos” de defensa
de alta tecnología.
Panetta fue el quinto secretario del gabinete de
Obama en visitar la India este año. El mensaje que todos llevaron es que,
para Estados Unidos, la India será la relación más importante del siglo XXI.
La razón es el surgimiento de China. [20]
Hace varios años, durante la administración Bush, Washington realizó un paso
de envergadura al asegurar a la India como aliado militar de Estados Unidos
frente a la creciente presencia china en Asia. La India lo define como la
“Política de mirar hacia el este”.
En realidad, a pesar de todas las afirmaciones
sobre lo contrario, es una política militar de “mirar hacia China”.
En comentarios realizados en agosto de 2012, el subsecretario de Defensa
Ashton Carter declaró,
“la India es también una parte fundamental
de nuestro reequilibrio en la región Asia-Pacífico, y, creemos, para más
seguridad y prosperidad en el siglo XXI. Las relaciones EE.UU.-India
tienen un alcance mundial, como al alcance influencia de ambos países.”
[21]
En 2011, el ejército estadounidense realizó más
de 50 actividades militares significativas con la India.
Carter continuó haciendo observaciones después de un viaje a Nueva Delhi,
“Nuestros intereses de seguridad
convergen: en seguridad marítima, en toda la región del Océano Índico;
en Afganistán, donde la India ha realizado muchísimo por el desarrollo
económico y las fuerzas de seguridad afganas; y en temas regionales más
amplios, donde compartimos intereses a largo plazo.
Estuve en la India a
solicitud del secretario Panetta y con una delegación de alto nivel de
expertos técnicos y de política de Estados Unidos.” [22]
Océano Índico
La estrategia del “Collar de perlas” del Pentágono contra China no tiene
hermosas perlas, sino una soga de verdugo alrededor de China, diseñada para
aislar completamente a China de su acceso a materias primas vitales, muy
particularmente del petróleo proveniente del Golfo Pérsico y de África.
El ex consejero del Pentágono, Robert D. Kaplan, que ahora trabaja con
Stratfor, ha observado que el Océano Índico se ha vuelto un “centro de
gravedad estratégico” mundial y que quien controle ese centro, controla
Eurasia, incluyendo a China.
Ese océano es un corredor marítimo vital para
flujos de energía y comercio entre los países de Medio y Lejano Oriente. Más
estratégicamente, es el corazón de un eje económico sur-sur en desarrollo
entre China, África y América Latina.
Desde 1997, el comercio entre China y África se ha incrementado en más de 20
veces y el comercio con América Latina, incluyendo a Brasil, se ha
incrementado en 14 veces en apenas 10 años. De continuar esa dinámica, puede
acabar eclipsando en menos de una década la importancia económica de la
Unión Europea, así como también la decreciente economía industrial de
Norteamérica, algo que los grupos de poder de Washington y Wall Street están
determinados a impedir a toda costa.
Tratando de eludir el arco islámico, que se extiende desde Somalia hasta
Indonesia pasando por los países del Golfo y de Asia Central, la región que
rodea el Océano Índico se ha vuelto definitivamente el centro de gravedad
estratégico del mundo. [23]
Ningún bloque económico rival puede permitirse desafiar la hegemonía
estadounidense.
El ex consejero geopolítico de Obama,
Zbigniew Brzezinski, un estudiante de la geopolítica de Mackinder y aún
hoy junto con Alfred Heinz (alias
Henry Kissinger) una de las
personas más influyentes de la élite política de Estados Unidos, sintetizó
la posición vista desde Washington en su libro de 1997, El gran tablero
de ajedrez - La superioridad estadounidense y sus imperativos geoestratégicos
(The Grand Chessboard - American
Primacy and its Geostrategic Imperatives):
Es imperativo que no surja ningún
contendiente euroasiático capaz de dominar Eurasia y, por lo tanto, de
desafiar también a Estados Unidos. La formulación de una geoestrategia
euroasiática global e integral es, por lo tanto, el propósito de este
libro. [24]
Para Estados Unidos, el premio geopolítico más importante es Eurasia… La
superioridad mundial de Estados Unidos depende directamente de cuánto y
cómo se mantenga efectivamente su preponderancia sobre el continente
euroasiático. [25]
En ese contexto, resulta esencial cómo ‘administra’ Estados Unidos a
Eurasia. Se trata del más grande del mundo y es axial geopolíticamente.
La potencia que domine a Eurasia controlará dos terceras partes de las
regiones más avanzadas y económicamente más productivas del mundo.
Un vistazo al mapa sugiere también que el
control sobre Eurasia casi supondría también la subordinación automática
de África, volviendo al hemisferio occidental y a Oceanía
geopolíticamente periféricos con respecto al continente central del
mundo.
Aproximadamente el 75% de la población
mundial vive en Eurasia, la mayor parte de la riqueza física mundial
también se encuentra allí y, tanto en sus empresas como debajo de su
suelo. Eurasia representa el 60% del PIB mundial y aproximadamente tres
cuartas partes de los recursos energéticos conocidos a nivel mundial.
[26]
El Océano Índico está coronado por lo que
algunos llaman un arco islámico de países que van de África Oriental a
Indonesia incluyendo a los países del Golfo Pérsico y del Asia Central.
El surgimiento de China y de otras potencias
asiáticas más pequeñas en las pasadas dos décadas ha desafiado la hegemonía
de Estados Unidos en el Océano Índico, por vez primera desde el inicio de la
Guerra Fría. Especialmente en los años recientes, a medida que la influencia
estadounidense ha declinado vertiginosamente y que la de China ha aumentado
espectacularmente, el Pentágono ha comenzado a rediseñar su presencia
estratégica en el Océano Índico.
El “viraje asiático” de Obama se centra en
asumir un control decisivo del Pentágono sobre las rutas marítimas del
Océano Índico y las aguas del Mar del Sur de China. La base militar de
Estados Unidos en Okinawa, Japón, se está remozando como un centro esencial
para proyectar al ejército estadounidense hacia China.
Para 2010 había más de 35,000 militares del
ejército estadounidense destacados en Japón, además de 5,500 civiles
estadounidenses empleados allí por el Departamento de Defensa de Estados
Unidos. La Séptima Flota de Estados Unidos tiene base en Yokosuka.
La 3ª Fuerza Expedicionaria Marina en Okinawa.
130 aviones de combate de la US Air Force están destacados en la base aérea
de Misawa y en la base aérea de Kadena.
El gobierno japonés comenzó en 2011 un programa de armamento diseñado para
contrarrestar lo que se interpreta como la creciente amenaza china. El
comando japonés ha instado a sus líderes a solicitar a Estados Unidos la
venta de jets de combate F-22A Raptor, cuya venta se prohíbe actualmente por
la legislación estadounidense.
Los ejércitos surcoreano y estadounidense han
ampliado su alianza estratégica y más de 45,000 soldados estadounidenses han
sido destacados ahora en Corea del Sur.
Los surcoreanos y estadounidenses afirman que
ello se debe a la modernización del ejército de Corea del Norte. China y
Corea del Norte denuncian que se trata de una medida innecesariamente
provocativa. [27]
Pretextando su guerra contra el terrorismo, Estados Unidos ha desarrollado
acuerdos militares de envergadura con Filipinas y con el ejército de
Indonesia.
Situación estratégica de la base militar de Diego Garcia.
La base militar de la isla Diego García es el eje de control estadounidense
en el Océano Índico.
En 1971 el ejército de Estados Unidos expulsó a
los pobladores de Diego García para construir una vasta instalación militar
y lanzar posteriormente misiones contra Irak y Afganistán.
China tiene dos talones de Aquiles,
Aproximadamente un
20% del petróleo de China pasa por el estrecho de Ormuz. Y alrededor del 80%
del petróleo chino pasa por el estrecho de Malaca, al igual que un comercio
de carga relevante.
Para impedir que China emerja exitosamente como un competidor económico de
peso a nivel mundial para Estados Unidos, Washington lanzó la llamada
Primavera Árabe a finales de 2010.
Aunque las aspiraciones democráticas y
libertarias de millones de ciudadanos árabes en Túnez, Libia, Egipto y
algunos países más es auténtica, estos fueron utilizados en realidad como
carne de cañón involuntaria para desatar una estrategia estadounidense de
caos, guerras y conflictos intra-islámicos en todo el mundo islámico, rico
en petróleo,
desde Libia, en el norte de África,
hasta Siria y, en último
término, Irán, en el Medio Oriente. [28]
La estrategia estadounidense en los países del arco islámico asentados en el
Océano Índico es, como lo definió el analista estratégico Mohamed Hassan:
Estados Unidos pretende controlar estos recursos para evitar que lleguen a
China. Esta guerra era un objetivo principal de las guerras en Irak y
Afganistán, pero estas se han convertido en fracasos. Estados Unidos
destruyó estos países para imponer gobiernos dóciles, pero ha fracasado.
¡La cereza sobre el pastel son los nuevos
vínculos entre los gobiernos iraquí y afgano con China!
Por lo tanto, Pekín no ha necesitado gastar
miles de millones de dólares en una guerra ilegal para influir en el oro
negro de Irak: las empresas chinas simplemente compraron concesiones
petroleras en subasta con total legalidad.
La estrategia de Estados Unidos ha fracasado de cabo a rabo. Sin embargo,
aún hay una opción abierta para EE.UU.: mantener el caos para evitar que
estos países logren estabilidad en beneficio de China.
Esto implica
continuar la guerra en Irak y Afganistán y extenderla a países como Irán,
Yemen o Somalia. [29]
Parte V
Mar del Sur de China
La República Popular China, así como Taipei, Vietnam, Filipinas, Malasia y
Brunei,
reclaman la posesión total o
parcial de las aguas de la región, potencialmente
ricas en petróleo y minerales
y de gran valor estratégico como vías marítimas comerciales.
La culminación de la soga de verdugo del llamado “Collar de perlas” del
Pentágono alrededor de China como medio de aislarla de la energía vital y de
otras importaciones en caso de guerra, se centraba en 2012 en la creciente
manipulación de los acontecimientos en el Mar del Sur de China.
El Ministerio de Recursos Geológicos y Minería
de la República Popular China calculaba que el Mar del Sur de China puede
contener 18 mil millones de toneladas de petróleo crudo (en comparación con
los 13 mil millones de toneladas de Kuwait).
El cálculo más optimista sugería que los
recursos petroleros potenciales (reservas no probadas) de las islas Spratly
y Paracelso, en el Mar del Sur de China, podrían elevarse a 105 mil millones
de barriles de petróleo, y que el total del Mar del Sur de China podría
llegar a los 213 mil millones de barriles. [30]
Sorprendentemente, la existencia en la zona de tan vastas reservas de
energía no se ha vuelto un tema de seguridad energética fundamental para
China. Washington ha implementado una intervención calculada en los años
recientes para sabotear los intereses chinos, utilizando especialmente a
Vietnam como cuña contra la exploración petrolera china.
En julio de 2012, la Asamblea Nacional de
Vietnam aprobó una ley que demarcaba los límites marinos vietnamitas
incluyendo a las islas Spratly y Paracelso.
La influencia estadounidense en Vietnam se ha
vuelto decisiva desde que el país se abrió a la liberalización económica. En
2011 el ejército de Estados Unidos comenzó la cooperación con Vietnam,
incluyendo ejercicios militares “pacíficos” conjuntos.
Washington ha apoyado tanto a Filipinas como a
Vietnam en sus reivindicaciones territoriales sobre territorios
reivindicados por China en el Mar del Sur de China, fomentando que los
mencionados países pequeños no busquen una solución diplomática. [31]
En 2010, las grandes empresas petroleras de Estados Unidos y del Reino Unido
ingresaron a la oferta para la exploración en el Mar del Sur de China. La
oferta de Chevron y BP se sumó a la presencia en la región de la Anadarko
Petroleum Corporation, con sede en Estados Unidos.
Esa transacción es esencial para proporcionar a
Washington el pretexto de la “defensa de los intereses petroleros
estadounidenses” en el área. [32]
En abril de 2012, el buque de guerra filipino Gregorio del Pilar estuvo
involucrado en un altercado con dos barcos de vigilancia chinos en el
Arrecife de Scarborough, un área reivindicada por ambas naciones. La marina
de guerra de Filipinas incluso pretendió arrestar a pescadores chinos que
supuestamente estaban capturando especies marinas en el área protegida por
el gobierno, pero embarcaciones patrulleras lo impidieron.
El 14 de abril de 2012, Estados Unidos y
Filipinas realizaron sus ejercicios anuales en Palawan, Filipinas.
El 7 de mayo de 2012, el viceministro chino de
Relaciones Exteriores Fu Ying convocó a una reunión con Alex Chua, encargado
de negocios de la embajada filipina en China, para hacerle un grave reclamo
sobre el incidente en el Arrecife de Scarborough.
Desde Corea del Sur hasta Filipinas y Vietnam, el Pentágono y el
Departamento de Estado impulsan la lucha por los derechos sobre el Mar del
Sur de China para introducir furtivamente la presencia militar
estadounidense en la zona a fin de “defender” los intereses vietnamitas,
japoneses, coreanos o filipinos. La soga de verdugo militar alrededor de
China se va tensando poco a poco.
Aunque el acceso de China a vastos recursos petroleros y gasíferos marítimos
está siendo restringido, Washington estaba tentando activamente a
estimulando a China para que esta explote masivamente las vetas de gas
dentro de su territorio.
No por buena voluntad de Estados Unidos hacia
China.
De hecho, se trata de otra arma principal en la destrucción de China:
la guerra ambiental.
Notas
-
President Barack Obama,
"Remarks By President Obama to the Australian Parliament",
The White House Press Office, November 17, 2011.
-
Ibid.
-
Otto Kreisher,
"UK Defense Chief to NATO: Pull Your Weight in Europe While US
Handles China", AolDefense, July 22, 2012.
-
BBC,
China military ’closing key gaps’, says Pentagon", 25 August
2011.
-
Ibid.
-
Greg Jaffe, "US
Model for a Future War Fans Tensions with China and inside
Pentagon", Washington Post, August 2, 2012.
-
Ibid.
-
Matt Siegel, "As
Part of Pact, U.S. Marines Arrive in Australia, in China’s
Strategic Backyard", The New York Times, April 4,
2012.
-
Greg Jaffe,
op. cit.
-
F. William Engdahl, Full Spectrum Dominance: Totalitarian
democracy in the New World Order, Wiesbaden, 2009,
edition.engdahl, p. 190.
-
The Washington Times, "China
Builds up Strategic Sea Lanes", January 17, 2005.
-
Ibid.
-
Ibid.
-
Wall Street Journal, "An
Opening in Burma: The regime’s tentative liberalization is worth
testing for sincerity", November 22, 2011.
-
Radio Free Asia, "US
to Invest in Burma’s Oil", 7 November, 2011.
-
Shaun Tandon, "US
eases Myanmar restrictions for NGOs", AFP, April 17,
2012.
-
Craig Whitlock, "U.S.
eyes return to some Southeast Asia military bases", Washington Post, June 23, 2012.
-
Ibid.
-
Ibid.
-
Premvir Das, "Taking
US-India defence links to the next level", Rediff News,
June 18, 2012.
-
Zeenews, "US-India
ties are global in scope: Pentagon", August 02, 2012.
-
Ibid.
-
Gregoire Lalieu, Michel Collon, "Is
the Fate of the World Being Decided Today in the Indian Ocean?",
michelcollon.info, November 3, 2010.
-
Zbigniew Brzezinski,
The Grand Chessboard: American Primacy And It’s Geostrategic
Imperatives, 1997, Basic Books, p. xiv.
-
Ibid.
-
Ibid.
-
Cas Group, "Background
on the South China Sea Crisis", pdf.
-
Gregoire Lalieu, et al, op. cit.
-
Ibid.
-
GlobalSecurity.org, "South
China Sea Oil and Natural Gas".
-
Agence France Presse, "US,
Vietnam Start Military Relationship", August 1, 2011.
-
Zacks Equity Research, "Oil
Majors Eye South China Sea", June 24, 2010.