por C.J. Hopkins
13 Octubre
2020
del Sitio Web
Off-Guardian
traducción de
Bazook894
Versión original en ingles
CJ
Hopkins es un dramaturgo, novelista y satírico político
estadounidense galardonado con sede en Berlín.
Sus
obras son publicadas por Bloomsbury Publishing y
Broadway Play Publishing, Inc.
Su
novela distópica, Zone 23, es publicada por Snoggsworthy,
Swaine & Cormorant.
El
Volumen I de su obra Consent Factory Essays es publicado
por Consent Factory Publishing, una subsidiaria de
propiedad absoluta de Amalgamated Content, Inc.
Se
lo puede contactar en
cjhopkins.com o
consentfactory.org. |
Parte 1
Uno de los sellos distintivos del totalitarismo, es la conformidad
masiva con una narrativa oficial psicótica.
No a una narrativa
oficial regular, como las narrativas de la "Guerra Fría" o la
"Guerra Contra el Terrorismo".
Una narrativa oficial totalmente
delirante que tiene poca o ninguna conexión con la realidad y que es
contradicha por una preponderancia de hechos.
El nazismo y el estalinismo son los ejemplos clásicos, pero el
fenómeno se observa mejor en las sectas y otros grupos sociales
subculturales.
Numerosos ejemplos
vendrán a la mente:
la familia Manson, el
Templo del Pueblo de Jim Jones, la Iglesia de la Cienciología,
la Puerta del Cielo, etc.,
...cada uno con su propia narrativa
oficial psicótica:
Helter Skelter,
Comunismo Cristiano, Xenu y la Confederación Galáctica,
...y
así sucesivamente...
Mirando desde la cultura
dominante (o hacia atrás en el tiempo en el caso de los nazis), la
naturaleza delirante de estas narrativas oficiales es claramente
obvia para la mayoría de las personas racionales.
Lo que muchas personas no
comprenden es que para aquellos que caen presa de ellas (ya sean
miembros individuales de una secta o sociedades totalitarias
enteras) tales narrativas no se registran como psicóticas.
Al contrario, se sienten completamente normales...
Todo en su
"realidad" social cosifica (materializa, concreta) y reafirma la
narrativa, y todo lo que la desafía o contradice se percibe como una
amenaza existencial.
Estas narrativas son invariablemente paranoicas, retratando a la
secta como amenazada o perseguida por un enemigo maligno o una
fuerza antagónica de la que sólo la conformidad incondicional a la
ideología del culto puede salvar a sus miembros.
No importa si este
antagonista es,
-
la cultura
dominante
-
thetanes corporales
-
contrarrevolucionarios
-
judíos
-
un virus...
El punto no es la identidad del enemigo.
El punto es la atmósfera de
paranoia e histeria que genera la narrativa oficial, que mantiene a
los miembros de la secta (o la sociedad) obedientes...
Además de ser paranoicas, estas narrativas suelen ser internamente
inconsistentes, ilógicas y… bueno, completamente ridículas.
Esto no
las debilita, como podría sospecharse.
En realidad, aumenta su
poder, ya que obliga a sus seguidores a intentar reconciliar su
inconsistencia e irracionalidad, y en muchos casos hasta el más
absoluto absurdo, para permanecer en buena posición con la secta.
Tal reconciliación es, por supuesto, imposible y hace que las mentes
de los miembros de la secta hagan un cortocircuito y abandonen
cualquier apariencia de pensamiento crítico, que es precisamente lo
que quiere el líder de la secta.
Además, los líderes de las sectas a menudo cambiarán radicalmente
estas narrativas sin razón aparente, lo que obligará a los miembros
de su secta a abjurar abruptamente de (ya menudo incluso a denunciar
como "herejía") las creencias que previamente se habían visto
obligados a profesar y a comportarse como si nunca las hubieran
creído.
Esto hace que sus mentes
tengan aún más cortocircuitos, hasta que finalmente se rinden
incluso a tratar de pensar racionalmente, y simplemente repiten sin
pensar cualquier galimatías sin sentido con el que el líder de la
secta llena sus cabezas.
Además, el galimatías sin sentido del líder de la secta no es tan
absurdo como puede parecer al principio.
La mayoría de nosotros,
al encontrarnos con tal galimatías, asumimos que el líder de la
secta está tratando de comunicarse y que algo anda muy mal con su
cerebro.
El líder de la secta no
está tratando de comunicarse.
Está tratando de desorientar y
controlar la mente del oyente.
Escuche el "rapeo"
de
Charlie Manson. No sólo por lo que dice, sino
por cómo lo dice...
Observe cómo rocía trozos
de verdad en su corriente de tonterías asociadas libremente, y su
uso repetitivo de clichés que terminan con el pensamiento, descritos
por Robert J. Lifton de la manera siguiente:
"El lenguaje del
entorno totalista se caracteriza por el cliché que termina con
el pensamiento.
Los problemas humanos
más complejos y de mayor alcance se comprimen en frases breves,
altamente selectivas, que suenan definitivas, que se memorizan y
expresan con facilidad.
Se convierten en el
comienzo y el final de cualquier análisis ideológico".
Thought
Reform and the Psychology of Totalism - A Study of "Brainwashing"
in China
1961
Si todo esto te suena
familiar, bien.
Porque las mismas
técnicas que la mayoría de los líderes de sectas utilizan para
controlar las mentes de los miembros de sus sectas son utilizadas
por sistemas totalitarios para controlar las mentes de sociedades
enteras:
-
Control del Medio
-
Lenguaje Cargado
-
Ciencia Sagrada
-
Demanda de Pureza,
...y otras técnicas estándar
de control mental.
Le puede pasar a casi cualquier sociedad, al igual que cualquiera
puede ser víctima de una secta, si se dan las circunstancias
adecuadas.
Le está sucediendo a la mayoría de nuestras sociedades en este
momento.
Se está implementando una narrativa oficial.
Una narrativa
oficial totalitaria.
Una narrativa oficial totalmente psicótica, no
menos delirante que la de los nazis, o la familia Manson, o
cualquier otra secta.
La mayoría de la gente no puede ver que está sucediendo, por la
simple razón de que les está sucediendo a ellos.
Literalmente son
incapaces de reconocerlo. La mente humana es extremadamente
resistente e inventiva cuando se la empuja más allá de sus límites.
Pregúntele a cualquiera
que haya luchado contra la psicosis o haya tomado demasiado LSD. No
reconocemos cuando nos estamos volviendo locos.
Cuando la realidad se desmorona por completo, la mente creará una
narrativa delirante, que parece tan "real" como nuestra realidad
normal, porque incluso un engaño es mejor que el crudo terror
delirante del caos absoluto.
Esto es con lo que cuentan los totalitarios y líderes de sectas, y
lo explotan para implantar sus narrativas en nuestras mentes, y es
por eso que los rituales de iniciación reales (a diferencia de los
rituales puramente simbólicos) comienzan atacando la mente del
sujeto con terror, dolor, agotamiento físico, drogas psicodélicas, o
algún otro medio de borrar la percepción de la realidad del sujeto.
Una vez que se logra, y la mente del sujeto comienza a tratar
desesperadamente de construir una nueva narrativa para darle sentido
al caos cognitivo y al trauma psicológico que está experimentando,
es relativamente fácil "guiar" ese proceso e implantar cualquier
narrativa que desees, asumiendo has hecho tu tarea.
Y es por eso que tanta gente - personas que son capaces de reconocer
fácilmente el totalitarismo en cultos y países extranjeros - no
pueden percibir el totalitarismo que está tomando forma ahora, justo
frente a sus caras (o, más bien, justo dentro de sus mentes).
Tampoco pueden percibir la naturaleza delirante de la narrativa
oficial del "Covid-19", no más de lo que aquellos en la Alemania
nazi pudieron percibir cuán completamente delirante era su narrativa
oficial de la "raza superior".
Estas personas no son
ignorantes ni estúpidas.
Han sido iniciados con éxito en una secta,
que es en esencia lo que es el totalitarismo, aunque a escala
social.
Su iniciación en la
Secta Covidiana comenzó en enero, cuando las
autoridades médicas y los medios corporativos pusieron en marcha El
Miedo con proyecciones de
cientos de millones de muertes y
fotos
falsas de personas cayendo muertas en las calles.
El
condicionamiento psicológico ha continuado durante meses.
Las masas globales han sido sometidas a,
-
Un flujo
constante de propaganda, histeria manufacturada,
especulación salvaje, directivas contradictorias,
exageraciones, mentiras y efectos teatrales de mal gusto
-
Cuarentenas
-
Hospitales de
campaña y morgues de emergencia
-
El personal del
NHS (Servicio Nacional de Salud del Reino Unido) cantando y
bailando
-
Camiones de la
muerte
-
UCI (Unidades de
Cuidados Intensivos)
-
Bebés con Covid
muertos
-
Estadísticas
manipuladas
-
Escuadrones de
matones
-
Tapabocas,
...y todo lo demás.
Ocho meses después, aquí estamos.
El Jefe del Programa de
Emergencias Sanitarias de la OMS ha confirmado básicamente
una IFR
de 0.14%, aproximadamente lo mismo que la gripe estacional...
Y aquí están
las últimas
estimaciones de la tasa de supervivencia del Centro para el Control
de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés):
Edad 0-19 … 99.997%
Edad 20-49 … 99.98%
Edad 50-69 … 99.5%
Edad 70+ … 94.6%
El argumento de la
"ciencia" ha terminado oficialmente.
Un número cada vez mayor
de médicos y expertos médicos están rompiendo filas y explicando
cómo la histeria masiva actual sobre "casos" (que ahora incluye a
personas perfectamente sanas) es importante propaganda sin sentido,
por ejemplo, en
este segmento en ARD, uno de los grandes principales
canales de televisión alemanes.
Y luego está la existencia
de Suecia y otros países que no están
jugando con la narrativa oficial de Covid-19, lo que pone en
ridículo a la histeria en curso.
Fábrica de Consentimiento:
Cuando estás tratando desesperadamente de
fingir que el mundo está amenazado por un virus apocalíptico, y
luego Suecia lo arruina al dejar que todos sigan con sus vidas como
de costumbre...
No voy a seguir desacreditando la narrativa.
El caso es que todos
los hechos están disponibles, no,
-
de sitios Web de
"teóricos de la conspiración"
-
de los
principales medios y expertos médicos
-
del Centro para
el Control de Enfermedades de Mierda...
Lo cual no importa en lo
más mínimo, no a los miembros de la Secta Covidiana.
Los hechos no les
importan a los totalitarios ni a los miembros de las sectas. Lo que
importa es la lealtad al la secta o al partido.
Lo que significa que tenemos un problema serio, aquellos de nosotros
a quienes los hechos todavía nos importan, y que hemos estado
tratando de usarlos para convencer a los de la secta Covidiana de
que están equivocados sobre el virus... por haber continuado ocho
meses en este punto.
Si bien es crucial seguir informando los hechos y compartirlos con
la mayor cantidad de personas posible, lo que se está volviendo cada
vez más difícil debido a la censura de las redes sociales y medios
alternativos, es importante aceptar a qué nos enfrentamos.
A lo que nos enfrentamos,
-
no es un
malentendido ni un debate racional sobre hechos científicos
-
es un movimiento
ideológico fanático
-
es un movimiento
totalitario global... el primero de su tipo en la historia
de la humanidad
-
no es
totalitarismo nacional, porque vivimos en un imperio
capitalista global, que no está gobernado por
estados-nación, sino más bien por entidades supranacionales
y el propio sistema capitalista global...
Y así, el paradigma
secta/cultura se ha invertido.
En lugar de que la secta
exista como una isla dentro de la cultura dominante, la secta se ha
convertido en la cultura dominante, y aquellos de nosotros que no
hemos unido a la secta nos hemos convertido en islas aisladas dentro
de él.
Ojalá pudiera ser más optimista y tal vez ofrecer algún tipo de plan
de acción, pero el único paralelo histórico en el que puedo pensar
es cómo el cristianismo "convirtió" al mundo pagano... lo cual no es
un buen augurio para nosotros.
Mientras estás sentado en
tu casa durante las cuarentenas de la "segunda ola", es posible que
desees repasar esa historia.
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