por
Diego Sanchez de La Cruz
20 Agosto 2019
del Sitio Web
LibreMercado
Información enviada por
Angela Francos
Diego Sánchez de la Cruz
Analista económico y político en prensa, radio y
televisión. Profesor asociado en IE University. Máster
en Relaciones Internacionales por IE Business School.
Licenciado en Periodismo por la Universidad Antonio de
Nebrija. Programa de Intercambio Internacional por la
Universidad de San Diego (SDSU). Postgrado de
Comunicación Política en Universidad Pontificia Comillas
(ICADE). Seminario de Comunicación Institucional en
George Washington University. |
Greta Thunberg
Efe
El movimiento
que lidera
la joven Greta
no es casual ni
improvisado.
Hay grandes
intereses
empresariales y
económicos
detrás de la
activista...
The Times
ha publicado un
demoledor
artículo sobre los vínculos
entre Greta Thunberg y diversos grupos de poder empresarial y
medioambiental.
Firmado por Justin Rowlatt, corresponsal de
la BBC para asuntos climáticos,
el texto pone en tela de juicio la supuesta espontaneidad de las
protestas que comanda Thunberg y vincula el activismo de la niña
sueca con los intereses de distintas organizaciones.
"El auge de Greta
Thunberg parte, a priori, del enfado de una niña sueca de dieciséis
años que insiste en exigir a los políticos que tomen medidas contra
la emergencia climática que enfrenta el Planeta […].
Pero el
fenómeno protagonizado por Greta también involucra al
lobby de la energía verde,
a profesionales de la publicidad y las relaciones públicas, a
determinadas élites del movimiento
ecologista y al think tank
de un ex-ministro socialdemócrata sueco que financian algunas de las
principales empresas energéticas
del país", arranca el artículo.
"Las empresas que
apoyan esta campaña están frotándose las manos ante la bonanza de contratos públicos que puede
abrirse de la mano de las políticas verdes defendidas por Thunberg
ante los gobiernos de Occidente.
Sea o no consciente de ello, esta
niña es la punta de lanza de una
estrategia de presión que busca generar unos réditos
empresariales concretos", explica The Times.
Rentzhog, el 'padrino'
"Ingmar Rentzhog es
el fundador de
We Don't Have Time,
la plataforma que ha popularizado las distintas acciones de protesta
de Greta a través de redes sociales y otros canales de comunicación.
Preguntado por
The Times,
Rentzhog reconoce que conoció a Malena, madre de Greta y cantante de
ópera, unos tres o cuatro meses antes de que todo empezase.
De
hecho, también admite que la
huelga que protagonizó la niña
sueca en su colegio y que la catapultó a la fama
fue coordinada al menos
una semana antes, puesto que Rentzhog fue informado de lo que iba a
pasar previamente a través de un correo electrónico de otro
activista climático, Bo Thoren", señala Rowlatt.
"La periodista
Rebecca Weidmo Uvell ha estudiado esta correspondencia y ha
constatado que Thoren, líder de un movimiento contra los
combustibles fósiles, llevaba tiempo
buscando caras frescas para sus
campañas verdes.
En
febrero de 2018, por ejemplo, defendió la necesidad de
involucrar a la gente joven y lograr
que su participación acelere la transición a una sociedad más
sostenible.
En mayo de 2018, Thunberg fue galardonada por un
periódico por un artículo de corte ecologista y
Thoren se puso en contacto con ella
y con otros niños que participaron en aquel concurso de escritura.
Fue él quien les propuso una
huelga escolar,
inspirándose en lo que ocurrió en una escuela de Parkland, Florida,
tras un tiroteo que acabó con la vida de distintos alumnos", subraya
el diario británico.
"La madre de Greta
reconoció que nadie más quiso secundar la
huelga, de modo que su hija se
quedó sola, pero se mantuvo firme. Todo estaba coordinado, puesto que esa misma semana salía a
la venta un libro de sus propios padres en el que los progenitores
de Greta afirman que trabajar por el Planeta les ayudó a salvar su
familia.
El editor de la obra,
Jonas Axelsson, reconoce que los
periodistas les preguntaron de inmediato si la
huelga era un acto publicitario
del libro", apunta el corresponsal de la
BBC para asuntos climáticos.
"Rentzhog,
responsable de popularizar a Thunberg, no es un activista de baja
estofa. Ha pasado por la organización medioambiental de
Al Gore, el
Climate Reality Project.
Tanto él como su socio,
David Olson, han pasado por fondos y
empresas financieras como Laika Consulting o Svenska Bostadsfonden.
Entre los inversores que han trabajado con Rentzhog y Olson está
Gustav Stenbeck, una de las mayores fortunas de Suecia.
Ahora, en su
rol de activista, Rentzhog dirige
Global Utmaning, un
think tank vinculado con la
acaudalada ex-ministra socialdemócrata Kristina Persson,
quien heredó una gran fortuna y se lanzó después a la política de
izquierdas", detalla el autor de la investigación.
"La organización de
Rentzhog cuenta también con la colaboración activa de,
-
Anders Wijkman,
ex-presidente del
Club de Roma
-
Petter Skogar, dirigente de una de las principales
organizaciones empresariales de
Suecia
-
Catharina Nystedt Ringborg, un directivo con una
dilatada carrera en el sector de la
energía…
Ese es el tipo de gente con el que Thunberg ha
desarrollado su carrera", concluye Rowlatt.
El padre y el jefe de prensa
"El padre de
Thunberg, Svante, es
actor, pero ha optado por retirarse de los escenarios y dedicarse a
ser el manager de su hija
Greta.
Aunque The Times intentó
hablar con él sobre todas estas cuestiones, se ha negado a responder
a las preguntas que le fueron remitidas por correo electrónico y
también ha cerrado las puertas a la posibilidad de ofrecer una
entrevista sobre estas cuestiones.
En su respuesta, Svante se limitó
a afirmar que su hija es independiente y camina al margen de cualquier organización o
grupo de poder".
"Parte del trabajo
de Greta se está canalizando a través de
Daniel Donner, que ejerce
como jefe de prensa de la niña. Donner trabaja en la oficina de un
lobby con sede en Bruselas
conocido como
European Climate Foundation"
financiado por importantes grupos empresariales y financieros,
concluye también el artículo de investigación, que amplía la
información adelantada en su día por la revista Standpoint y arroja nuevas
sombras en torno a la campaña de activismo climático que lidera la
joven Thunberg.
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