por
Alfredo Jalife Rahme
El presidente de China, Xi Jinping, durante una ceremonia de bienvenida para su homólogo ruso, Vladimir Putin, previo a sus conversaciones en Pekín
Foto
Xinhua
el nuevo orden tripolar de
EE.UU./Rusia/China? mientras el zar Vlady y el mandarín Xi sellan su amistad
Con los
Con todo y sus inconmensurables defectos locales/regionales/globales, a escala geoestratégica, Trump entiende la decadencia de EE.UU. - aunque alardea lo contrario - cuando no pierde de vista que las deletéreas guerras de Clinton, los Bush y Obama arruinaron a su país con el aterrador dispendio militar de 7 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón).
No se puede soslayar que el vacío global de EE.UU. está siendo ocupado en forma gradual por Rusia, a nivel militar, y por China, a nivel geoeconómico.
En forma
La mejor prueba es que Trump desprecia y sojuzga a Europa (incluyendo a Gran Bretaña), y no se diga, humilla a sus dos valetudinarios vecinos Canadá y México:
Tales serían los tres fractales del caos global:
No faltan quienes agreguen a India - que desplazó a Japón con un PIB de casi el doble, medido por el Poder Adquisitivo - sin contar su arsenal nuclear de 130 ojivas del que carece el país nipón.
India aún no exhibe su vocación geoestratégica que quizá procure más adelante.
Era previsible la
fractura del G-7 hoy convertido en un
Antes de llegar con medio día de retardo a la disfuncional cumbre del G-7 en Malbaie (Quebec), Trump sacudió sus entrañas cuando formuló la imperativa presencia de Rusia para regresar al G-8:
Trump agregó en forma desafiante e impertinente:
De facto,
Trump sepulta la añeja unipolaridad, a la que se habían subido en
forma confortable los restantes miembros del G-7, y adopta quizá la
tripolaridad con Rusia y China, lo cual dejó estupefactos a sus
aliados
No se recupera de su estupor el rusófobo New York Times vinculado a los intereses de George Soros, del Partido Demócrata de los Clinton, Obama y el israelí-estadounidense Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en el Senado.
The Washington
Post expone que
¿Cuál
Trump llegó medio día tarde a la cumbre, arribó retrasado 17 minutos al desayuno del día siguiente y se fue medio día antes de su conclusión cuando volvió a la carga con el reingreso de Rusia:
Culpó a Obama de haber permitido la anexión de Crimea por Rusia y de haber encabezado luego las sanciones y la expulsión de Rusia del G-8.
Si ahora el G-7 se
quedó en lo que el ministro de Finanzas francés, Bruno Le Maire,
bautizó como
el
Lo más divertido es que Rusia no desea regresar al G-8, según expresó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El G-8 nunca existió:
Se pulveriza el
El mandarín otorgó
al zar la primera
Ya el año pasado, el zar había galardonado al mandarín con la máxima Orden de San Andrés.
Hasta donde alcancé a consultar, no vi ninguna mención en la prensa occidental del galardón del mandarín al zar ni de la transcendental cumbre del Grupo de Shanghái en Qingdao.
¿Censura o envidia?
El portal Sputnik
expone los puntos de vista de una pléyade de expertos de China y
Rusia quienes comentan
los acuerdos del mandarín y el zar
Se acabó el pensamiento lineal maniqueo y ahora impera la era de la hipercomplejidad no-lineal.
De hecho, el galardón del zar de parte del mandarín, al unísono de la consolidación de la relación bilateral, fue la nota relevante de la Cumbre de Shanghái.
La cumbre del Grupo
de Shanghái fue como de costumbre escamoteada por
La sede de la
cumbre fue en la provincia de Shandong, lugar de nacimiento del
confucianismo, e
impulsó el
Se trata de un neoconfucianismo geopolítico/geoeconómico:
Llamó poderosamente
la atención un articulo de Dmitry Shlapentokh, en el portal oficioso
chino Global Times, en el que aduce en forma persuasiva que
A mi juicio, es
probable que la cumbre entre Trump y Kim Jong-un en Singapur no
hubiera sido factible sin la facilitación tras bambalinas del
mandarín Xi y del zar Vlady Putin, con la notable ausencia
de Europa que se aferra nostálgicamente al caduco orden
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