por Thierry Meyssan 17 Marzo 2020 del Sitio Web VoltaireNet
recibe al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, en noviembre de 2018. Cuba facilitó a China la instalación del laboratorio ChangHeber, en la ciudad china de Jilin, para producir Interferón Alfa 2B (IFNrec), un medicamento cubano utilizado con éxito en la lucha contra el coronavirus. El hecho es que los presidentes de China y Cuba, clasificados como "dictadores comunistas" protegen a sus conciudadanos mucho mejor
que los
dirigentes de las "democracias liberales".
Las reacciones políticas ante la pandemia de coronavirus se han caracterizado por una serie de sorprendentes carencias de las democracias occidentales, desde la existencia de graves prejuicios hasta la más flagrante ignorancia. Mientras tanto, China y Cuba se han visto mucho mejor preparadas y capaces
para enfrentar
el futuro.
...modifican
profundamente las sociedades, que, en unos meses, ya no serán lo
que fueron antes de la pandemia.
Según la visión estadounidense - visión defendida sólo por Estados Unidos - la 'Libertad' no puede tolerar límites...
Todos los demás Estados admiten - por el contrario - que no hay Libertad sin Responsabilidad, y estiman por ende que no es posible ejercer las libertades sin definir sus límites.
Hoy en día, la cultura estadounidense ejerce una influencia determinante a través de casi todo el mundo.
Pero la pandemia acaba de
contradecir su visión de la libertad.
Supuestamente, la libre circulación de personas, mercancías y capitales es característica de la modernidad. Esta manera de ver las cosas prevaleció durante la crisis de los migrantes registrada en 2015.
Por supuesto, algunos han subrayado desde hace tiempo que ese discurso permite a especuladores como George Soros explotar a los trabajadores de los países más pobres.
La lucha contra la pandemia del coronavirus vino a recordarnos abruptamente que los Estados están ahí para proteger a sus ciudadanos.
El giro de 180 grados del presidente francés Emmanuel Macron es una muestra de esa toma de conciencia.
En Estados Unidos, el presidente Donald Trump, no puede decretar el confinamiento de la población para todo el territorio nacional por ser esta una prerrogativa exclusiva de los diferentes Estados que conforman la Unión.
Así que el presidente de
los Estados Unidos de América se ve obligado a "torcer" los textos
de leyes anteriores, como la famosa Stafford Disaster Relief and
Emergency Assistance Act (Stafford
Act).
La lucha contra la pandemia ha venido a recordarnos que el interés
general puede justificar la imposición de límites a cualquier
actividad humana.
Por ejemplo, el mundo entero sabe que China fue la primera nación en sufrir los efectos de la pandemia… y sabe también que acabó controlándola y levantando las medidas autoritarias que había tenido que adoptar para lograrlo.
Pero pocos saben cómo
lograron los chinos derrotar el coronavirus.
La prensa internacional también ha preferido no hablar de la importancia que tuvo para China el uso del medicamento cubano denominado Interferón Alfa 2B (IFNrec).
Por supuesto, esa prensa sí ha hablado del uso de la cloroquina, que ya se utilizaba contra el paludismo.
Pero ha guardado silencio sobre las investigaciones destinadas a encontrar una vacuna contra el coronavirus:
Esos "olvidos" denotan la "selectividad informativa" que practican las grandes agencias de prensa.
Estaban en juego
ganancias ascendentes a miles de millones de dólares… que costaron
miles de fallecimientos innecesarios.
La semana pasada dedicábamos este espacio a la amenaza que el Pentágono hace pesar actualmente sobre la existencia de Arabia Saudita y de Turquía (Después de Siria, ¿Quién será el Nuevo Objetivo?), dos países que se hallan en la mira de Estados Unidos.
Las respuestas, por separado, de Arabia Saudita y de Turquía fueron dos apuestas muy peligrosas:
Son dos amenazas tan graves que habrán de tener respuestas muy rápidamente, el mundo no podrá darse el lujo de esperar tres meses para enfrentarlas...
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