por Redacción
06 Octubre
2023
del Sitio Web
MPR21
El dólar es una
herramienta para castigar a los países del Tercer Mundo,
según
Jafar Bedru Geletu, subdirector
del Instituto de Asuntos Exteriores de Etiopía.
La
desdolarización promovida por
los BRICS
y apoyada por muchos países emergentes resolvería el
problema,
del
dólar como arma que sirve
para castigar o interferir en la política interna de países
soberanos, dijo Geletu, que participa en la 20 ronda de
discusiones del
Club Valdai.
Las potencias
occidentales han utilizado durante mucho tiempo las necesidades de
los países en desarrollo para imponer sus propias condiciones,
utilizando su ayuda financiera para interferir en los asuntos
internos de otros países, dijo Geletu.
Los países en desarrollo
necesitan un importante apoyo financiero y técnico, razón por la
cual buscan ayuda de la comunidad internacional y de Occidente en
particular.
Sin embargo, los países occidentales a menudo tratan de aprovecharse
de la situación, ignorando las posibles consecuencias para las
naciones afectadas y descuidando sus aspiraciones e intereses,
afirmó Geletu.
"Esta ayuda se ha
utilizado como arma para interferir en la política interna, en
los asuntos internos de los países. Por eso necesitamos una
fuente diversificada de ayuda.
Esta asistencia debe
entregarse a quienes la necesitan, sin ningún interés
geopolítico", señaló el etíope.
La desdolarización 'solucionaría el problema de la moneda única'
La ayuda financiera no debe utilizarse como medio para promover la
agenda de un país.
Sin embargo, esta
práctica se ha vuelto común desde el final de la Guerra Fría,
lamentó el investigador, que destacó el efecto nocivo del uso del
dólar en las transacciones internacionales.
Según Geletu, el monopolio de una moneda vinculada a una nación
específica "no es bueno" porque puede conducir a un uso
irresponsable del poder en interés de un solo país.
Por eso varios Estados
han coincidido en la necesidad de diversificación.
"La cuestión de la
desdolarización se sugirió como una solución para diversificar
la moneda de reserva y alejarse del dólar, porque el dólar había
sido utilizado como una herramienta para castigar a países como
Rusia [que] fueron víctimas de esta dominación del dólar",
explicó.
La imposición del dólar
como moneda principal ha permitido a los países occidentales
promover su ideología liberal y presionar a otros para que adopten
sistemas políticos, económicos y sociales similares, continuó Geletu.
También se ha utilizado como instrumento de política exterior,
"para castigar a los
países con el fin de que se adopten las ideas de las culturas
occidentales".
Sin embargo, los países
en desarrollo tienen sus propias estructuras y sistemas y ya no
están dispuestos a ceder a las presiones externas ni a adoptar
valores extranjeros, afirmó.
"La desdolarización y
otras formas diversificadas de comercio global resolverían este
problema de una moneda única […] que se ha utilizado para abusar
de la soberanía de otros países.
Por eso es una buena idea diversificar estas monedas", continuó
Geletu.
Los BRICS
desafían la correlación de fuerzas en las relaciones internacionales
A medida que China, Rusia y otros
países BRICS ganan influencia a
nivel mundial, están comenzando a cuestionar las prácticas sesgadas
y selectivas de las instituciones multilaterales utilizadas por las
potencias occidentales para promover sus propios intereses, señala
el etíope.
Esos países cuestionan los "abusos occidentales" del actual sistema
financiero e intentan promover los intereses de la mayoría mundial
dentro de este marco.
Según Geletu, plantean
cuestiones vitales sobre la equidad de la arquitectura financiera
global. En este contexto, han cobrado impulso los llamamientos a
transformar el sistema actual, afirmó.
En su opinión, esta
evolución es una señal positiva de que el mundo se encuentra ahora
en una fase de transición.
"Debemos equilibrar
la necesidad de reformar y equilibrar estas instituciones para
que sirvan a los intereses de todos los países de manera
equitativa y respetando los intereses soberanos de estos otros
países", dijo.
Hablando sobre el el
papel de Etiopía en los cambios actuales, señaló que su país se
esfuerza por mantener un delicado equilibrio entre las grandes
potencias y sugiere que estas naciones sopesen sus intereses y
autorregulan sus acciones.
Geletu reiteró que la transición hacia un mundo multipolar
está en marcha y que es necesario un acuerdo negociado para que las
naciones resuelvan sus diferencias.
Si bien aumenta la influencia de los BRICS y otras economías
emergentes, las potencias occidentales todavía poseen,
"el poder heredado
para controlar el sistema mundial".
El grupo BRICS ha
presentado propuestas alternativas para combatir el mal uso de las
instituciones internacionales, incluido el Fondo Monetario
Internacional (FMI)
y el Banco Mundial (BM),
complementando así el sistema actual, explicó.
"Pero consideramos
que los BRICS complementan las instituciones existentes, no las
reemplazan, ni las consideran un desafío como fuente alternativa
de organización competidora, sino que complementan las brechas
en las organizaciones existentes".
Beneficios de
la expansión de los BRICS para Etiopía
Al comentar la expansión de los BRICS, Geletu dijo que
Etiopía podría obtener beneficios económicos y políticos de su
incorporación a los BRICS en términos de salvaguardar la soberanía y
adquirir fuentes alternativas de financiación para su desarrollo.
"Como parte del grupo
BRICS, esto va a ser muy importante porque aumentará la
capacidad de Etiopía para mejorar su economía y salir de la
pobreza.
En el frente
económico, la incorporación de Etiopía a los BRICS aumenta
nuestro potencial de desarrollo económico", explicó Jafar Geletu.
Etiopía, un país en
desarrollo, necesita ayuda monetaria sustancial, apoyo tecnológico y
asistencia técnica de "países avanzados como Rusia", añadió.
Políticamente, eso
permitirá a Etiopía impedir que alguien aproveche sus debilidades
financieras para interferir en sus asuntos internos.
Los BRICS garantizan la implementación plena y fiel de los
principios de la Carta de las
Naciones Unidas, preservando la
independencia y respetando las fronteras soberanas.
Los Estados miembros de esta organización tienen como objetivo
fomentar un sistema político internacional en el que los países
convivan pacíficamente y se respeten mutuamente, llevando a cabo,
"intercambios
económicos mutuamente beneficiosos", concluyó Geletu.
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