por Chris Martenson

18 Septiembre 2020

del Sitio Web PeakProsperity

traducción de María Natalia Gómez
 Versión original en ingles

 

 

 

 

 

 

Te cuento, lo mío son los sistemas. Pienso en términos de sistemas. Tú también deberías hacerlo.

¿Por qué?

Pues porque estamos comenzando un período en el que los principales sistemas que sostuvieron a la humanidad van a fallar.

O, para ser más concreto:

ya están fallando...

Para dar un ejemplo,

nuestro sistema monetario genera ganancias desmedidas para quienes ya son descomunalmente ricos, mientras apila deudas gigantescas sobre la espalda de los ciudadanos, tanto de los que caminan entre nosotros como de quienes aún no han nacido.

La Reserva Federal de los EE.UU. (FED) es una entidad sin ningún tipo de responsabilidad civil y que no ha sido elegida por el pueblo, pero es el cuerpo mayormente responsable de haber convertido a los multimillonarios estadounidenses en casi 1 billón de dólares más rico desde el inicio de la pandemia.

Los siguientes tres puntos relacionados con la FED son, para resumirlo en una palabra, obscenos...

El primer punto indica que la Reserva Federal de los EE.UU. ahora es "dueña" de más deuda federal de los EE.UU. que todos los bancos centrales extranjeros.

 

El segundo punto muestra cómo los multimillonarios se enriquecen más y más de una manera grotesca gracias a las iniciativas de "rescate" de la FED.

 

Y el último punto muestra cómo la política de interés bajo en un registro sin precedentes de la FED generó una explosión en la deuda federal:

 


 Fuente
 

 


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Esto es una obscenidad (y sumamente encolerizante) para cualquier persona que le importe el futuro.

 

Si dejamos de lado por un momento lo concerniente a la moral, podemos concluir, como mínimo, que los comportamientos y los valores que quedan al descubierto son completamente insostenibles.

Con el tiempo, gastar más dinero del que tienes conduce a la ruina.

Y si hablamos de gastar lo que no se tiene, algo así sucede con los excesos que afectan la ecología y las prácticas extractivas de la humanidad:

es como gastar la totalidad de los ingresos por intereses más algo de capital cada año de nuestro fondo fiduciario de medioambiente...

Son pocos los recursos que se pueden nombrar y que no estén gravemente desgastados o dilapidados, o ambos.

 

Ya son miles, si no millones, las personas de la zona oeste de los EE.UU. que están pensando en reubicarse debido al peligro latente de incendios repentinos y potencialmente letales:

 

Los refugiados climáticos ya están aquí, y son estadounidenses
California, Oregón y Washington están en llamas.

Recientemente, al menos 33 personas perdieron la vida y más de 5 millones de acres fueron arrasados, con llamas fuera de control que abrasan todo a su paso en el oeste de los EE.UU.

 

La temporada de incendios forestales de 2020 en California ya es la más destructiva en la historia del estado: superó el registro histórico de 2018 que, a su vez, había batido el récord de 2017.

 

Los expertos están de acuerdo en que las temperaturas en ascenso ocasionadas por el cambio climático convirtieron gran parte de la región en leña seca, lista para encenderse en un instante.

 

La semana pasada, el gobernador de California Gavin Newsom dijo:

"Es una maldita emergencia climática".

Los desastres de este tipo desplazan a las personas.

 

Decenas de miles de sobrevivientes de los incendios se vieron obligados a dejar sus hogares, y se advirtió a más de 500 000 oregoneses que pronto podrían recibir la orden de evacuación.

 

Mientras tanto, muchos evacuados se refugian,

"en un surtido de vehículos recreacionales, automóviles y carpas".

Muchos desconocen si sus hogares estarán en pie cuando intenten regresar o dónde irán si sus viviendas efectivamente fueron consumidas por el fuego.

 

Con el tiempo, los incendios se extinguirán, pero para muchos residentes de la región, el desastre recién está comenzando.

La crisis de los refugiados climáticos llegó a los EE.UU.
 Fuente

Tengo mis dudas en cuanto a encuadrar completamente estos incendios como provocados por el cambio climático, ya que prácticas deficientes en el uso de los suelos y en la extinción de incendios son factores de peso que se deben considerar.

 

Y estoy seguro de que a muchas de las personas afectadas les harán creer que ahora los incendios anuales de gran escala son una característica permanente de la región, y entonces muchas se desplazarán a lugares "más seguros".

Una vez que esa percepción se haya consolidado, las masas se reubicarán...

De manera similar, veremos que las personas abandonarán las zonas costeras, que ya están perdiendo la batalla contra los crecientes niveles del mar, y otras áreas donde las sequías se recrudecen más y más.

Sin embargo, cuando a un dato le sumas otro, todo se conjuga en un solo tema:

el cambio masivo y transformador ya llegó...

Puedes ignorar esa realidad por un tiempo más o comenzar a ocuparte...

 

 

 


 Uy, qué duro
Lo más duro de detectar el colapso no pasa por los datos, eso es tan evidente como el timbre que suena una mañana tranquila. Lo más duro tiene que ver con la dificultad emocional de aceptar el colapso (y luego actuar en consecuencia).

La ciencia ha explicado una y otra vez cómo los humanos estamos configurados para aceptar o rechazar información en función de si esta confirma o refuta, respectivamente, los sistemas de creencias con los que nos identificamos.

Nadie quiere pasar momentos más difíciles.

 

Nadie quiere perder capacidad financiera ni dejarles a sus hijos un mundo peor.

Pero lo que nosotros queramos no tiene nada que ver con la realidad de la situación.

Por lo general, lo que queremos se basa en nuestros sistemas de creencias preexistentes.

 

Si no están alineados a la verdadera realidad de la situación, entonces la mejor opción para salir airosos es adaptar nuestras creencias lo más rápido posible.

Si bien se nos pueden ocurrir algunas tecnologías descollantes y tácticas ingeniosas para dilatar la situación, la realidad es que solo somos un organismo más en un planeta superpoblado, sujeto a las mismas reglas que cualquier otra forma de vida.

Cuando disponemos de una amplia variedad de recursos, somos criaturas pacíficas y creativas.

 

Hacemos cosas realmente interesantes, como deducir la teoría de la línea germinal y desarrollar chips informáticos.

Pero,

¿qué sucede cuando los recursos son escasos o incluso insuficientes para sostener la vida cotidiana?

En ese caso, los humanos somos maliciosos entre nosotros y nos volvemos tribales, pero no en el buen sentido.

 

Incurrimos en disputas y vamos a la guerra por recursos cada vez más escasos.

 

Lo hacemos no porque sea una estrategia dominante con un registro de seguimiento comprobado, sino por nuestra incapacidad de anticiparnos sabiamente a reconocer las limitaciones de recursos y evitarlas con ingenio e inventiva.

Durante tales épocas de escasez, las élites tienen la marcada tendencia a aferrarse con más fuerza, si eso es posible, a su relativa ventaja, en lugar de ceder algo en pos del bien común:

"Las personas con privilegios siempre preferirán su completa destrucción antes que renunciar a aquello que lo coloca en una situación de ventaja".
 John Kenneth Galbraith

Eso es exactamente lo que sucede en este momento.

El suministro de oxígeno económico es poco, y las élites están ocupadas aspirando para su propio beneficio una porción gigantescamente más grande de ese aire cada vez más escaso (consulta el encabezado sobre los multimillonarios mencionado anteriormente), incluso mientras decenas de millones de sus conciudadanos del mundo están cada vez más ahogados.

Desde el punto de vista político, el único verdadero compromiso político que puedo ver (y es equitativo en ambos partidos políticos de los EE.UU.) es defender el statu quo.

 

En otras palabras, su compromiso es mantener bien inamovibles y en vigor las causas de los problemas.

Mientras todo esto avance, la mayoría de las personas experimentará los cambios como una serie de impactos. Tal vez para algunos serán demasiado intensos para asimilarlos y les resultarán abrumadores.

 

Los costos emocionales serán altos y harán que todo resulte muy difícil de aceptar, lo cual me incluye (aunque considero que me adapto bastante rápido).

A medida que nuestros sistemas continúen mostrando fallas, se contraigan o incluso colapsen, el ritmo de los cambios continuará siendo emocionalmente perturbador.

Ojalá no fuese así.

 

Lo que genera frustración es que las cosas no tenían que darse de esta manera...

 

 

 


 Cómo salir adelante
La "predicción" que se deriva de todo esto no es en realidad una predicción en absoluto, sino más bien una simple extrapolación:

todo continuará su trayectoria actual:

El colapso está en marcha, y es un proceso, no un evento...

Para resguardar su relativa ventaja, las élites simularán que los problemas son difíciles de resolver y pondrán resistencia para abordarlos.

Esto significa que el futuro se caracterizará por lo siguiente:

  • Mayor brecha entre ricos y pobres

  • Mayores tensiones sociales y políticas

  • Más violencia

  • Alimentos menos nutritivos

  • Menor cantidad de insectos y otras especies

  • Más cambio climático

  • Intensificación de la escasez de recursos futuros

Y me refiero a intensificación de verdad...

Ninguno de estos es en realidad exclusivo para la experiencia humana.

 

Tampoco es algo a lo que necesariamente haya que temerle.

Como especie, hemos enfrentado una gran cantidad de épocas difíciles y las hemos superado. Pero algunos se las ingenian para emerger de ellas mejor que otros.

 

Esta vez no será una excepción...