Con
la ideología de género en primera línea de la guerra
cultural, muchos se han hecho la pregunta:
"¿Qué es una mujer?".
Pero
también debemos preguntarnos:
"¿Qué es un hombre?".
Con
el auge del feminismo y la agenda
LGBTQ, los hombres de
nuestra sociedad han sido olvidados.
Las
mujeres se quejan de que quieren un hombre de verdad,
pero reprimen las mismas cualidades que lo crean.
La
cultura ha trabajado duro, etiquetando cualquier tipo de
masculinidad como tóxica en lugar de reconocer las
cualidades favorables y necesarias que acompañan a la
hombría sana.