del Sitio Web RedVoltaire
numerosos autores pusieron en tela de juicio las supuestas verdades de su época.
Hubo que esperar 4 siglos antes de que Occidente aceptara la libertad de expresión.
Pero con la invención de Internet la posibilidad de convertirse en autor se democratizó y la libertad de expresión volvió a cuestionarse de inmediato.
Quizás se necesiten siglos para asimilar ese choque y restablecer la libertad de expresión.
Mientras tanto, hemos regresado a la censura...
La circulación de las ideas se desarrolló considerablemente con la invención de la tipografía moderna, a finales del siglo XV.
La mayoría coincidió en afirmar entonces que, aunque el debate es indispensable para la evolución del pensamiento humano, ciertas ideas serían perjudiciales para la sociedad y por ello deberían ser censuradas.
Se estimó que las autoridades deberían determinar qué era útil y lo que podía ser perjudicial.
Pero la promulgación del
célebre
Index Librorum Prohibitorum (Índice de
Libros Prohibidos)
por parte del papa
Pablo VI no pudo impedir la difusión de las ideas
antipapistas.
Es por
eso que todas las autoridades basadas en la censura han acabado
siendo derrocadas.
Estados Unidos era entonces una nación en formación que acababa de emanciparse de la monarquía británica.
Sin tener aún conciencia de
las dificultades de la vida en sociedad, ya había sufrido los
abusos del poder de Londres. Su concepción de las libertades era,
por ende, que estas no debían reconocer límites.
En cuanto al régimen de censura, el control dejó de
ejercerse antes de la publicación y pasó a realizarse después de la
publicación.
En los países anglosajones, por el contrario, sólo se considera difamación aquella afirmación cuya falsedad puede demostrarse.
En la práctica, las leyes latinas
exigen que el autor pruebe lo que afirma, mientras que las leyes
anglosajonas plantean - por el contrario - que es la persona difamada
quien debe demostrar que el autor no dice la verdad.
Fue ese el gran
combate de
Georges Clemenceau (primer ministro de Francia de 1906
a 1909), esfuerzo que sin embargo fue anulado durante la Segunda
Guerra Mundial, cuando los gobiernos retomaron el control de los
procedimientos.
Está sucediendo lo mismo que en el siglo XVI:
Antes, franceses y estadounidenses hablaban a la vez de la libertad de expresión y de la libertad de prensa - o sea, de la posibilidad de ejercer la libertad de expresión en los periódicos.
Ahora, la
libertad de prensa se menciona a menudo para negar la libertad de
expresión de personas corrientes a quienes se acusa de ser
"complotistas", 1 o sea de ser simplemente individuos incultos,
irresponsables y peligrosos para la sociedad.
La aparición de las llamadas
"redes
sociales" ofrece un nuevo contexto para recurrir de nuevo a viejos
argumentos.
Por ejemplo, en Francia se habla ahora de convocar un referéndum para agregar en la Constitución la siguiente frase:
Pero se trata de 3 propuestas que carecen de sentido ya que,
Por supuesto, ya se habla de
censurar las
observaciones que acabo de expresar aquí, que no encajan en el "consenso" y que serían por ende perseguidas, primeramente en
los
llamados
medios sociales y seguidamente en la sociedad en general.
Pero antes los niños de los campesinos estaban "expuestos" a ver el sexo entre los animales - no siempre tiernos ni morales.
Hoy los escolares pequeños están convencidos de que los animales copulan sólo para continuar la especie y ven en sus teléfonos celulares videos sobre eso - no siempre tiernos ni morales.
Históricamente, la mayoría de los regímenes autoritarios comenzaron censurando la pornografía... antes de arremeter contra las ideas políticas.
Eso
indica que para todos lo menos peligroso es instaurar
procedimientos de control parental en vez de abrir una vía que
conduce a la pérdida de nuestras libertades.
Sería comprensible la existencia de leyes que repriman los intentos de rehabilitar el régimen racialista nazi.
Lo más grave es que esas leyes han restituido las penas de cárcel para los contradictores.
Eso implica que en
la Europa actual es posible
ser enviado a la cárcel por una cuestión de ideas.
...obtuvieron de Estados Unidos enormes privilegios destinados a facilitarles la conquista del mundo.
Son consideradas simultáneamente transportadores de información - como las clásicas oficinas de correos - y reguladores de la información que vehiculan.
Afirmando que sólo son transportadores neutrales, esas transnacionales de Internet protegen el anonimato de sus clientes.
El resultado es que entre todos los mensajes que vehiculan hay algunos que incitan a cometer delitos y crímenes, así como mensajes de carácter injurioso o difamatorio, pero esas empresas cubren a sus autores.
Sin embargo, en la prensa escrita, quien publica un texto y se niega después a revelar la identidad de su autor es considerado responsable de lo que imprimió, mientras que las transnacionales de Internet - que dicen ser sólo "transportadores de información" - se han erigido en "reguladores".
Esas
transnacionales siguen negándose a revelar la identidad de los
culpables pero cierran olímpicamente las cuentas donde se expresan
ideas que no les agradan, con lo cual se erigen en jueces, sin
leyes, sin debate o deliberación y también sin posibilidad de
apelación.
Pero es poco probable que el Congreso llegue a convertir en ley esa decisión del poder ejecutivo.
Sobre todo porque los jefes de esas transnacionales ya crearon - con la OTAN - agencias como NewsGuard, que se encargan de endilgar "malas notas" a los sitios Web que no pueden controlar.
El objetivo de esas agencias es relegar a quienes no piensan "como se debe" a las profundidades de los motores de búsqueda hasta que desaparezcan.
Hemos regresado a la arbitrariedad y la censura...
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