por Winston Smith
27 Marzo 2022
del Sitio Web EscapingMassPsychosis
traducción de SOTT
27 Marzo 2022
del Sitio Web SOTT
Versión original en ingles

 

 

 

 




Estas son trece reglas para lidiar con los sociópatas en la vida cotidiana, escritas por Martha Stout en su libro The Sociopath Next Door (El Sociópata de al Lado).

 

He pensado que podríamos analizarlas en relación con los sociópatas que nos gobiernan, y que probablemente no están en la puerta de al lado pero tampoco lejos de nuestra vida cotidiana.

 

 


 



1. La primera regla implica el amargo trago de aceptar que algunas personas literalmente no tienen conciencia

No estoy seguro de que esto sea un trago tan amargo teniendo en cuenta lo que ahora sabemos sobre el sociópata, aunque es algo difícil de aceptar; después de todo, parecen ser muy parecidos a nosotros, pero al mismo tiempo muy diferentes.

 

Para nuestro propósito de lidiar con el sociópata en la Casa Blanca (o de la ONU, FEM, NIH o de la institución que quieras) creo que la primera regla es aceptar que están ahí, en esos lugares de influencia, y que no tienen conciencia alguna (y eso es exactamente lo que quieren).

 



2. En una pugna entre tus instintos y lo que implica el rol que alguien ha asumido (educador, médico, líder, amante de los animales, humanista, padre), ve con tus instintos

Este es un punto importante, aunque difícil dado el tipo de medios de comunicación que rodean a los sociópatas de las altas esferas, pintándolos como algo que no son.

 

Sin embargo, tenemos una intuición que capta todo tipo de "alarmas" sobre una personalidad, incluso si sólo recibes la información de segunda mano a través de las noticias, las redes sociales, etc.

 

La clave, creo, es no encerrarse en una banda estrecha de flujo de información, sino estar abierto a múltiples canales (algunos de los cuales pueden provenir de tus antagonistas políticos) de información: incluso tus enemigos pueden revelar cosas reveladoras si te preocupas por escuchar.

 

El cargo (senador, líder mundial, gurú de la salud) no define la personalidad, los sociópatas ocupan todo tipo de cargos "éticos" pero sin ninguna ética personal.

 



3. Cuando consideres una nueva relación de cualquier tipo, practica la 'Regla del Tres' respecto a las afirmaciones y promesas que hace una persona y las responsabilidades que tiene

Puedes perdonar a la gente por una mentira, una promesa incumplida, una responsabilidad descuidada, pero cuando son tres mentiras seguidas entonces estás tratando con un mentiroso.

 

No te entregues a ti mismo ni tu dinero, ni tu apoyo a un mentiroso.

 

Aplica esto a la política y a los líderes de, digamos, las grandes farmacéuticas, e inmediatamente habrás identificado a los mentirosos.

 

Puede que no todos sean sociópatas, pero es una clara señal de advertencia.

 

No les apoyes y toma todo lo que digan con pinzas.

 



4. Cuestiona la autoridad

Como estamos hablando de figuras de autoridad, supongo que esto se aplica a todas ellas: escucha tus instintos y cuestiona lo que dicen y hacen.

 

La gente sigue fácil y ciegamente a las figuras de autoridad (recuerda el experimento de Stanley Milgram), así que cuestiona la validez de estas personas.

 

Estoy pensando en la montaña de pruebas contra Anthony Fauci y en cuánta autoridad tiene su oficina y cuánta autoridad tiene ahora personalmente.

 

Está acabado, sólo que aún no se lo han llevado...

 



5. Sospecha de los halagos

Es poco probable que una figura de autoridad te adule personalmente, pero puedes pillarles en ataques de,

  • adulación a otros en puestos altos

  • halagando demasiado a su propio equipo, unidad, partido, proyecto, estrategia

  • patriotismo exagerado

  • demasiado efusivo o positivo cuando parece fuera de lugar...

 



6. Si es necesario, redefine tu concepto de respeto

La mayoría de nosotros hemos sido educados para respetar a los que tienen autoridad y este respeto se traduce en obediencia.

 

Está bien respetar y obedecer a alguien que se merece ese respeto y que tiene en cuenta tus mejores intereses.

 

Pero cuando una figura de autoridad utiliza,

la intimidación, el miedo y la manipulación emocional,

...para ganarse el respeto, no se lo des y, desde luego, no te sientas obligado a obedecerle.

 

Por supuesto, en una sociedad completamente totalitaria en la que la falta de respeto se enfrenta al encarcelamiento o la muerte, esto es un asunto diferente.

 

Puede que naturalmente obedezcas por miedo a tu vida o a la de los miembros de tu familia, pero esto claramente no es un respeto ganado.

 



7. No entres en el juego

Los sociópatas están jugando a un juego social:

tú eres una pieza de ajedrez en el tablero de la vida...

No intentes jugar al mismo juego, no intentes competir, seducir, ser más astuto o maniobrar.

 

Ni siquiera aceptes jugar.

 

En términos de política, esto significa llamarles la atención por lo que son y no permitirles establecer las reglas, preparar el escenario o repartir las cartas. 1

 



8. La mejor forma de protegerse de un sociópata es evitarlo, rechazar cualquier tipo de contacto o comunicación

Obviamente, esto es para la asociación personal con un sociópata,

pero ¿qué pasa con la política...?

Bueno, supongo que el primer paso es hacer todo lo que puedas para asegurarte de que el sociópata no tenga acceso a tu vida:

no los votes, haz campaña contra ellos (o apoya a los grupos que los desafían), escribe a otros senadores para que no voten la legislación que el sociópata quiere aprobar, sé activo en tu política local y en tu comunidad.

 



9. Cuestiona tu tendencia a la lástima con demasiada facilidad

Esta es una de las más importantes para muchos:

queremos darles el beneficio de la duda con demasiada rapidez y nos apenan por cualquier número de razones que crean.

Puede tratarse de su desafortunada educación y de su lucha contra las adversidades, de las críticas que reciben de la oposición, de la cobertura "injusta" que les dan los medios de comunicación, de los gigantescos problemas sociales que intentan abordar con poca ayuda del gobierno (¡teniendo que depender sólo de sus propios miles de millones!).

 

Aquellos que hacen campaña activamente por tu simpatía bien pueden ser sociópatas.

 



10. No intentes redimir a los irredentos

Si son expulsados de su cargo, si son destituidos de la junta de su asociación, si son suspendidos por hacer daño a alguien, no intentes redimirlos.

 

No aprenderán ni cambiarán su comportamiento.

 

No permitas que escalen posiciones si estás en algún puesto de decisión.


 


11. NUNCA aceptes por lástima, o por cualquier otra razón, ayudar a un sociópata a ocultar su verdadero carácter

En términos de personas en la esfera pública esto significaría exponer el daño, el dolor y las injusticias que han cometido.

 

Bobby Kennedy Jr. ha hecho exactamente esto en su libro sobre Fauci, Gates et al.


 


12. Defiende tu psique

Esta es una de las grandes.

 

Protege tu salud mental reconociendo cuando estás siendo manipulado por un sociópata, no dejes que se metan en tu cabeza (el humor es útil aquí).

 

Reconoce también que una gran mayoría de las personas tienen conciencia,

son buenas personas con buenas intenciones, y si están haciendo lo incorrecto existe la posibilidad de que lo reconozcan y su conciencia les llame a la honestidad.

Por supuesto, hemos visto a muchas personas con el cerebro lavado (y probablemente con miedo), en el sector público, siendo estúpidas e impulsando agendas estúpidas con fines malvados.

 

Pero hay esperanza para ellos.

 

No se puede decir lo mismo del sociópata...

 



13. El bienestar es la mejor venganza

Tomaré este último punto de Martha Stout, como vivir una vida paralela (y buena) a la que el sociópata intenta diseñar para nosotros.

 

Vivir con fuentes de información, recursos, relaciones alternativas a las que el sociópata está tratando de atraparnos.

 

Los lectores afines de Substack no son más que un pequeño subconjunto de esos procesos paralelos que se dan en la sociedad, cuando la gente se aparta del mundo totalitario (y simplemente loco) que los tecnócratas intentan hacernos tragar.




Notas

  1. A veces esto sólo puede estar en tu mente, en tus convicciones personales, en tus conversaciones, pero es un buen comienzo.