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por Alfredo Jalife Rahme
27 Enero 2025
del Sitio Web
KontraInfo
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La dupla
Obama-Biden
en 2014 nunca sopesó las consecuencias de la
humillante derrota de EEUU-OTAN en Ucrania
que permitió la asunción del petrolero
Trump, quien mediante sus
órdenes ejecutivas,
sepulta la bélica agenda verde y
provoca su salida del Acuerdo climático de París, que era
una trampa geopolítica diseñada contra los hidrocarburos de
Rusia.
Desde la disolución de la URSS en 1991, el plan
eterno del partido demócrata en todas sus variantes cupulares ha
sido,
desmembrar, balcanizar y cambiar el Gobierno
de Rusia, como admitió en su momento el subsecretario de Estado,
Strobe Talbott, exdirector de la revista Time con
el ex-presidente Clinton.
El golpe de Estado propiciado por la CIA en
Ucrania, bajo la batuta de la entonces subsecretaria de Estado,
Vicky Nuland - al unísono de
toda la pléyade de neoconservadores straussianos que han controlado
el Departamento de Estado y el Pentágono desde Paul Wolfowitz
con
Baby Bush - tuvieron como
objetivo arrinconar con la "máxima presión" a Rusia en su frontera
inmediata provocando una "guerra civil demográfica" entre dos
poblaciones:
la de Ucrania y Rusia, originarias del "Kiev
Rus" del siglo IX.
Es relevante colocar en perspectiva el
Acuerdo climático de París, sucesor
del
Protocolo de Kyoto, avalado por el
Senado estadounidense,
desde la etapa del demócrata
Bill Clinton, pero quien
nunca lo firmó farisaicamente porque le hubiera costado a EE.UU.
el desembolso de un mínimo de $3 billones de dólares (trillones
en anglosajón)...
Idílicamente, el acuerdo climático - diseñado
para ingenuos / oligofrénicos / desinformados - propone la
descarbonización mediante la reducción del muy publicitado "efecto
invernadero" para limitar el
calentamiento global debajo de
los dos grados Celsius a expensas del petróleo "sucio".
Ya sepultado conveniente y financieramente el Protocolo de Kyoto
de EE.UU. y cambiado por el Acuerdo climático de París, a
conveniencia de los zelotes verdes, hoy derrotados, de la Unión
Europea - primordialmente los pugnaces verdes en Alemania con su
gobierno desfondado por motivos energéticos - se produjo un debate
inagotable que politizó e ideologizó el "cambio climático" que
supuestamente debería ser un tema científico.
El debate se generó entre la visión del cambio climático
antropogénico - es decir, provocado por los seres humanos y
las vacas excretadoras de dióxido de carbono (CO2)
- y la minoría replegada de los científicos que propugnan que se
trata de una consecuencia cíclica de la Vía Láctea y del
cambio del campo magnético.
Hay que reconocer que, a nivel publicitario-mercadotécnico, la
batalla propagandística fue ganada por los palafreneros que
determinaron que el cambio climático se debía a la culpabilidad de
la producción de los gases de efecto invernadero de humanos y vacas,
en detrimento del teorema científico de la Vía Láctea sobre su
ciclicidad - independiente de humanos y vacas...
Recomiendo la lectura científica del artículo
'Campo
Magnético Terrestre, Supernovas Cercanas y cambios en la biota'.
Una premonitoria señal relevante la aportó nada
menos que
John Kerry, el 'zar' climático
de Biden, quien abandonó su puesto cuando se empezó a venir
abajo la polémica y bélica "agenda verde" que dañaba más de lo que
beneficiaba a "Occidente (whatever that means...)".
Breitbart, el único medio favorable
a Trump en medio del océano globalista neoliberal favorable a
la propaganda bélica de los verdes y el origen antropogénico del
cambio climático, comenta que detrás del retiro del Acuerdo de
París por Trump,
subyace la expansión de la extracción del
petróleo que quizá tenga que ver con el cambio de nombre ya
implementado por el estado de Florida de Golfo de México a
"Golfo de América", donde están pletóricas reservas de petróleo.
Breitbart comenta la salida de Trump del
Acuerdo de París sin especificar la fecha que,
"de acuerdo con sus reglas intrínsecas,
tomaría un año después de haber notificado formalmente a la
ONU".
Algo sucedió en el intermezzo del régimen
de Biden, ya que el mismo Trump, durante su primer mandato, se había
retirado del Acuerdo de París en junio del 2017.
Una de las razones por las que Trump se retira del
Acuerdo de París se debe a la
incoercible inflación que atribuye al alza de los combustibles, por
lo que el petrolero presidente 47 expande la extracción de crudo por
doquier con el fin de reducir el alza de los precios que han
fastidiado a los usuarios:
"Finiquitamos la agenda verde y revocamos el
mandato de los vehículos eléctricos con el fin de rescatar la
industria automotriz", espetó Trump.
Como era de esperarse, los líderes industriales
de los hidrocarburos en EE.UU. festejaron las medidas de Trump como,
el "retorno a la era del dominio energético"
del país.
Sin contar el cambio del "campo magnético" del
planeta Tierra, mucho más deletéreo que la emisión de carbono por
los humanos y las vacas, una cosa es segura desde el punto de vista
político, doméstico y geopolítico global:
la bélica agenda verde se desplomó
y regresa el petróleo y la energía de las plantas nucleares en
la fase del petrolero Trump, lo cual beneficia a los productores
de hidrocarburos.
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