por
Zhandra Flores del Sitio Web RTEsp
Imágenes ilustrativas. Lynne Sladky / Elijah Nouvelage
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de las derechas políticas, como los presidentes Javier Milei y Donald Trump, han hecho del 'antiwokismo' una bandera de lucha...
No obstante, en el presente, las cosas han cambiado y el término se ha redefinido para abarcar banderas a favor de asuntos como,
Al mismo tiempo, también se ha erigido en una suerte paraguas en el que encuentra cabida el rechazo virulento hacia distintas formas de reivindicación y derechos humanos.
Por lo tanto, el término es ambiguo y ha sido esa ambigüedad la que ha permitido que se posicione como expresión de la polarización política.
Del lado del denuesto, se lo escucha en bocas de figuras representantes del conservadurismo y las derechas políticas como los presidentes Donald Trump y Javier Milei, o el magnate Elon Musk.
Sin empacho, estos agentes han asociado lo 'woke' con,
Bajo su punto de vista, este mundo ha entrado en un espiral de decadencia al abandonar "valores tradicionales" como,
El presidente estadounidense, Donald Trump. Anna Moneymaker / Gettyimages.ru
Desde la izquierda, las críticas hacia el 'wokismo' no son menos agrias.
Autores como la filósofa estadounidense Susan Neiman acusan a este sector de haber abandonado lo que califica como los tres ejes de la izquierda:
A su juicio, este cambio implicó asimismo ir en pos de una política de identidades que omite el origen de las injusticias y apuesta por la reparación histórica de grupos definidos como entidades abstractas, sin historia y sin contexto sociocultural.
Empero, conviene distinguir la naturaleza de los cuestionamientos que se hacen de lo 'woke' desde la derecha y desde la izquierda.
Ello explica por qué el discurso 'antiwoke' es una bandera para las derechas políticas, mientras que para las izquierdas constituye, antes que nada,
¿Producto de exportación?
Aunque inicialmente se trató de un fenómeno estadounidense, la versión más contemporánea del discurso 'woke' ha echado mano de las redes sociales para posicionar temas, "cancelar" a figuras públicas por sus opiniones y globalizar debates que, en otras circunstancias, no habrían pasado de ser temas locales con alguna atención de la prensa.
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Este rasgo ha posibilitado que figuras como Musk acusaran al entonces Twitter o a la Wikipedia de dar visibilidad a la "agenda 'woke'" y de imponer un punto de vista ideologizado y sesgado, a condición de cercenar la libertad de expresión o de someter al escarnio público a quienes manifestaran otras opiniones.
De otro costado, el activismo de redes propio del 'wokismo', dio fundamento a esos cuestionamientos y posibilitó que otros formadores de opinión se incorporaran al debate.
En suma,
De ello es muestra el reciente discurso en la edición 2025 del Foro de Davos, que pronunció el presidente argentino, Javier Milei.
En su intervención, que duró cerca de media hora, el mandatario presentó a lo 'woke' y al 'wokismo' como causas últimas de lo que, asegura, constituye la decadencia de Occidente.
En su decir, el 'wokismo',
El presidente argentino, Javier Milei, durante su discurso ante el Foro de Davos, el 25 de enero de 2025. Markus Schreiber / Gettyimages.ru
Según Milei,
...con lo que, aseveró,
Una manifestación de activistas climáticos en EEUU. Erik McGregor / LightRocket / Gettyimages.ru
Acto seguido, el dignatario arremetió contra,
En particular, asoció la homosexualidad con la pederastia, al aludir al caso de una pareja gay que recibió una condena de 100 años de cárcel por abusar sexualmente de sus hijos adoptivos.
La situación, aunque verídica, fue presentado como soporte para la criminalización de un grupo humano, lo que le granjeó numerosas críticas.
'Antiwokismo' y luchas sociales
Los alegatos de Milei ilustran claramente cómo el rechazo a lo que sea que se denomine 'woke',
Aun si pudiera advertirse que el mandatario hizo uso de su habitual verbo para insuflar un debate y generar polarización en torno a su figura, sus expresiones apuntan hacia el cuestionamiento de un pilar más profundo dentro de las sociedades occidentales a las que dice defender cuando arremete contra lo 'woke':
En adenda, sus discursos no suelen quedarse en declaraciones de principios:
Una marcha feminista en Argentina. Ricardo Ceppi / Gettyimages.ru
Acto seguido, su ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, anunció que se eliminará el delito de feminicidio del Código Penal.
En EE.UU., epicentro de la polarización en torno a lo 'woke', se transita por caminos semejantes.
En 2022, la Corte Suprema derogó el derecho constitucional al aborto y grandes compañías y el propio Gobierno ha anunciado el fin de sus políticas de inclusión y discriminación positiva, en claro acuerdo con las directrices de la administración de Donald Trump.
De manera tal que no se trata solo de debates académicos o de palabras pronunciadas para ganar adeptos en mítines.
Esos discursos tienen efectos sobre luchas sociales de larga data y el reconocimiento de injusticias sistémicas dentro del capitalismo, aunque, como señalan desde la izquierda, no se estén poniendo en cuestión los fundamentos del sistema.
En Argentina, el campanazo resuena con fuerza.
Mientras, desde el Gobierno tacharon la iniciativa de "marcha política".
Para el Ejecutivo, la presencia de dirigentes opositores en la manifestación permitiría identificar,
Es fácil concluir que sí, se trata de una marcha política, pero no por la presencia de figuras opositoras, sino porque,
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