El último de ellos ha saltado en Alemania y la propiedad de la tierra tiene poco que ver.
El mercado agrario europeo es otra prueba de que el llamado "neoliberalismo" no ha existido nunca.
Lo que ha provocado las movilizaciones de los agricultores alemanes ha sido el fin de las subvenciones al diésel...
A ellos se han unido los trabajadores ferroviarios y los camioneros, provocando un colapso total de los transportes.
Desde entonces, cientos de máquinas agrícolas circulan por muchas otras ciudades alemanas.
Pero aún no se fabrica maquinaria agrícola que funcione con motores eléctricos…
El gobierno estaba maquillando el déficit público con préstamos y en noviembre los tribunales le han obligado a acabar con los artificios contables.
La eliminación masiva de créditos ha sido una pesadilla.
Hoy está prevista una gran manifestación en Berlín, justo antes de que el comité de fiscal del Bundestag apruebe el presupuesto para este año.
A pesar de las promesas de campaña de Scholz cuando era candidato de no aumentar el IVA, las tasas sobre los productos alimenticios han aumentado del 7 al 19 por cien desde primeros de año, reduciendo drásticamente los salarios reales de los trabajadores.
Como ya informamos en otra entrada,
en Holanda los
agricultores también salieron a las carreteras, e incluso
han formado su propio partido político.
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