por Redacción
12 Diciembre 2024
del Sitio Web
MPR21
La Fiscalía sigue obstaculizando la investigación del caso
Pfizergate.
La vista que tuvo lugar el viernes de la semana
pasada en el tribunal de Lieja lo volvió a demostrar. Los fiscales
han cambiado de bando y se han convertido en los mejores defensores.
Para negociar el contrato de compra de
vacunas contra el "covid",
por un precio superior a 35.000 millones de euros,
Ursula von der
Leyen y el director general de Pfizer,
Albert
Bourla, intercambiaron una
serie de mensajes de texto.
En abril del año pasado
Frédéric Baldan acudió al tribunal de
Lieja para presentar una querella criminal por,
-
"usurpación de funciones y títulos"
-
"destrucción de documentos públicos"
-
"apropiación ilegal de intereses y
corrupción"...
Pero, desde finales de junio del año pasado,
contra todo pronóstico, la Fiscalía europea (EPPO) intenta hacerse
cargo del caso, aunque a priori no tiene competencia, con el
objetivo evidente de enterrar el sumario.
Prueba de ello es que el viernes, cuando se iba a celebrar una
audiencia a puerta cerrada ante la sala del consejo del
tribunal de
Lieja,
la sesión se aplazó indefinidamente
por una maniobra sorpresiva por parte de la Fiscalía...
Una primera audiencia tuvo lugar el 17 de mayo,
aunque no se refería al fondo del caso, sino a los términos del
procedimiento.
Se plantearon tres preguntas:
-
¿Es la Fiscalía Europea competente para
investigar el caso?
-
¿Está la presidenta de la Comisión
Europea protegida por su inmunidad?
-
¿Cuál es el interés de los demandantes en
actuar?
Baldan ya no es el único que está presente en la
querella.
Con el tiempo se le han unido otros 500
querellantes, incluidos,
-
dos Estados miembros de la Unión Europea
(Polonia y Hungría)
-
asociaciones
-
partidos políticos
-
dos grupos de tripulaciones de vuelo
francesas y holandesas
-
personas de todos los países y
profesiones...
La audiencia del 6 de diciembre tenía por objeto
aclarar estas tres cuestiones.
Pero, en el último momento, es decir durante la
audiencia, la Fiscalía europea, mediante acrobacias procesales, vino
a explicar que el acto no se podía celebrar y que debía posponerse
hasta el 6 de enero.
La Fiscalía empezó a programar recursos para varios meses y aún no
lo había hecho, pero declaró en la audiencia que estaban programados
para el 6 de enero del año que viene.
El aplazamiento fue aceptado, pero al final, las cuestiones de forma
(interés en actuar, inmunidad y jurisdicción) se tratarán ante la
sala de acusación del Tribunal de Apelación de Lieja el 6 de enero,
mientras que la audiencia ante la sala del consejo se pospondrá
hasta una fecha indeterminada...
Alrededor de 200 de los 500 denunciantes estuvieron presentes en la
audiencia del viernes y la sala estaba llena, aunque era la más
espaciosa.
Sin embargo, el presidente de la cámara autorizó
la constitución de nuevos partidos querellantes.
Como consecuencia de ello, ahora hay ¡mil
querellantes...!
Como todo el mundo tiene derecho a asistir al
juicio, puede haber un grave problema de espacio.
Estarán todos,
excepto Ursula von der Leyen y Albert Bourla.
Tampoco estuvo el juez de instrucción Frederic
Frenay, algo nunca visto hasta ahora.
Debía presentar un informe, pero dijo que la
Fiscalía Europea le había obstaculizado la continuación de la
investigación a partir del 19 de julio, fecha en la que Ursula
von der Leyen fue reelegida presidenta de la Comisión
Europea.
La jefa de la Fiscalía Europea, la rumana Laura Kovesi, no
piensa en otra cosa que en proteger a Von der Leyen.
Según Baldan, la reelección de Von der Leyen sólo
fue posible por la protección de la Fiscalía Europea, que nunca
notificó oficialmente a la Comisión Europea que estaba investigando
a su Presidenta.
Pero se logró una pequeña conquista:
los 200 querellantes finalmente pudieron
acceder al sumario de la investigación, algo que ni siquiera los
eurodiputados habían logrado.
El sumario demuestra que las autoridades europeas
actuaban en connivencia con Pfizer y engañaron a la población.
Le presentaron un producto diciendo que era
"seguro", "eficaz" y que le permitiría
"proteger" a otros consumiéndolo, pero era un engaño
y las autoridades de Bruselas lo sabían desde el principio,
especialmente Von der Leyen...
Referencias
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