por Edu Sotos
24 Octubre 2015
del Sitio Web
Mundo-SputnikNews
Más allá de la pérdida de fieles en las iglesias de toda Europa, uno
de los principales problemas que enfrentó
la Iglesia Católica en la
última década fue, sin duda, el de la multiplicación de escándalos
sexuales protagonizados por los miembros del clero y que, en muchas
ocasiones, incluyeron conductas homosexuales o la pedofilia.
Guiado por la reciente oleada de agresiones homófobas en Brasil, el
mayor país católico del mundo con 192 millones de creyentes y con un
crecimiento espectacular de la
Iglesia evangélica, el reconocido
documentalista brasileño,
Dener Giovanini, decidió averiguar
hasta qué punto la violencia contra los homosexuales en el país
podía relacionarse con el discurso de la Iglesia.
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En entrevista con Sputnik Nóvosti, Giovanni, explicó cómo un
proyecto sobre la influencia de la religión en la creciente
homofobia de Brasil acabó convirtiéndose en un documental con más de
500 horas de grabación de sexo explícito realizado por religiosos de
36 países (católicos, anglicanos, evangélicos, ortodoxos y
protestantes) ante sus respectivas Webcams, un documento que podría
desmoronar la imagen de las grandes iglesias de todo el mundo.
"Recuerdo el momento en que uno de
los religiosos practicó sexo por primera vez ante nuestro
gancho.
Era un párroco católico de 80 años
desnudo en medio de una sacristía masturbándose rodeado de
imágenes de santos y la Virgen María.
Mi visión de la Iglesia cambió para
siempre", relató Giovanini quien recurrió a los servicios del
actor homosexual de 25 años, Darico Macedo, para que sirviese
como gancho a través de
la red social Facebook.
"Empleamos tres perfiles diferentes en Facebook y a contactar
con religiosos de varios países. Resulta alarmante lo fácil que
es realizar cibersexo con alguien que ni siquiera habla tu
idioma.
A veces teníamos hasta 15 sacerdotes
conversando a la vez.
Fueron dos meses de conversaciones con
jornadas maratónicas de 16 horas", detalló el director quien
además de actuar como traductor improvisado con Google
Translator tuvo que realizar apoyo psicológico al actor durante
los dos meses de grabaciones.
"Tuvimos serios problemas para que Darico consiguiese entrar en
situación con muchos de los sacerdotes, las escenas eran tan
sórdidas que no conseguía tener una erección. Fue un ejercicio
de profesionalidad", dijo Giovanni a la vez que recordó el caso
de un pastor evangélico de Brasilia que cayó enamorado del
actor:
"Quería dejar a su esposa e
hijos por Darico, tuvimos que convencerle de que no hiciese
una locura".
El documental que se completa con
decenas de entrevistas a padres de víctimas de la homofobia y la
opinión de importantes teólogos como el alemán
David Berger, autor del libro
"La Santa Hipocresía: en la Iglesia Católica como Teólogo Gay -
Der
heilige Schein: Als schwuler Theologe in der katholischen Kirche" y
redactor de la revista gay "Männer", pretende ser, en palabras de
Giovanini,
"una invitación a la reflexión en
torno a la hipocresía del discurso de miles de religiosos en
todo el mundo" y "el daño que está infligiendo en toda una
generación de jóvenes creyentes homosexuales".
Sin embargo, a pesar de que el director
insiste en que no tiene intención de dinamitar la imagen de la
Iglesia, en especial la Católica, la aparición de importantes
figuras de la jerarquía eclesiástica romana podría resultar
determinante:
"Tenemos grabaciones con obispos,
arzobispos conocidos e incluso un cardenal del Vaticano, aunque
para su tranquilidad todos los rostros serán ocultados en el
documental. No se trata de inculpar a nadie, sino de denunciar
la hipocresía y abrir el debate".
El próximo enero de 2016 será la fecha
en la que Giovanini lanzará su documental, a pesar del impacto que
podría generar en una institución tan poderosa el autor confesó un
sentimiento de responsabilidad:
"Soy consciente de las consecuencias
y a los peligros a los que me estoy exponiendo. Sin embargo, no
diría que siento miedo sino un sentimiento de profunda
responsabilidad".
"Cuando vi la primera escena de sexo con un sacerdote supe que
era mi deber informar al mundo de lo que realmente ocurre en la
Iglesia".
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