del Sitio Web DW Información enviada por JHGP
en el Vaticano dieron un "no" contundente al matrimonio homosexual.
Otro paso hacia la autodestrucción de la que antiguamente fuera una Iglesia tan poderosa, opina Alexander Görlach.
Dado que la lógica de "sacramentos a cambio de dinero", según la cual operan las dos grandes iglesias de Alemania, no está en concordancia con la tradición bíblica ni con el derecho canónico, el papa Benedicto XVI fue apoyado por esa propuesta.
Hoy sabemos que lo que
quiso decir era otra cosa...
Pero en la Iglesia solo la verdad - como la ve el Papa, entretanto emérito - tiene derecho a existir:
Mientras tanto, la Iglesia Católica ha llegado ya a esa existencia de secta, y justamente bajo el pontificado del papa Francisco, quien en realidad está en el otro extremo del espectro de la Iglesia en términos de política eclesiástica y teología.
Pero, bajo el Papa argentino, los partidarios de la línea dura en el Vaticano han monopolizado su verdad sectaria y la han convertido en el único punto de vista que la Iglesia puede legítimamente representar:
A todos ellos, Roma les dice:
Y es de ese modo que la Iglesia Católica, alguna vez grande y poderosa, se reduce al tamaño de una secta...
El voto de los católicos que optan por la salida de la Iglesia no hace más que confirmar en su idea a los líderes de mano dura que tratan de sobre-espiritualizar el dogma:
Alexander Görlach estudió teología en Roma y vivió dos años en un seminario sacerdotal.
Esa sobre-espiritualización es a la Iglesia lo que el populismo a la política:
En la metrópoli católica alemana de Colonia ya no hay turnos libres en el juzgado correspondiente para declarar oficialmente la salida de la Iglesia Católica.
Y no porque el diablo esté paseándose por allí, sino porque los líderes archi-conservadores del arzobispado encubren en forma rayana en lo criminal los casos de abusos y su esclarecimiento.
Ese tipo de cosas no solo sucede en Colonia, sino en muchos otros lugares.
Pero esta vez no habrá una división, sino que esta institución está así sellando su propio final...
Sin respuestas a las preguntas de la gente
Si uno se pregunta por qué hoy en día ya nadie cree en las antiguas divinidades griegas o egipcias, la respuesta no es que ya el dogma no encuentra aceptación.
Creer en el nacimiento virginal o en la resurrección de los muertos ya era en tiempos pasados, como ahora, una cuestión de fe...
Las personas abandonan una religión cuando esta ya no provee respuestas a preguntas concretas que se le plantean. Y allí, la Iglesia católica ya no tiene nada que ofrecer.
Más allá de eso, se mueve cada vez más fuera del marco que permite la Constitución a las religiones.
Seguro que no, porque en la fe católica las mujeres y los hombres no son iguales, y además se los discrimina según su estado civil y su orientación sexual.
La Iglesia Católica se ha reducido a una secta, ha dejado de ser una fuerza orientadora clave, y una ayuda para organismos estatales que buscan sostén y buenas respuestas, y se ha convertido en lo contrario.
Bajo un Papa liberal, los liberales abandonan la Iglesia
En ese sentido, el pontificado del papa Francisco ya fracasó doblemente,
El Papa no tuvo éxito en nada de lo que quiso renovar porque le falta la profundidad teológica, el intelecto y el personal para canalizar y cimentar, tanto teológica como canónicamente, las inciertas y difusas direcciones que suele tomar.
Gracias a eso, los extremistas de mano dura del Vaticano lo dejan al descubierto, frustrando de tal manera al ala liberal y marginalizándola finalmente, de modo que, justamente bajo un papado liberal se está consumando la salida de los liberales de la Iglesia católica.
Si es verdad que Dios no bendice los pecados, entonces ni los sacerdotes, ni los prelados, ni siquiera la misma Iglesia gozan de la bendición de Dios.
Porque los pecados de la Iglesia son sobre-dimensionales, y la autocomplacencia de Roma, en vista de sus faltas, resulta frívola y obscena.
Ese llamado sigue vigente.
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