por Jon Rappoport
10 Mayo 2015
del Sitio Web
JonRappoport
traducción de Gazzetta del Apocalipsis
13 Mayo 2015
del Sitio Web
GazzettaDelApocalipsis
Versión original en ingles
Rappoport es un
periodista de investigación norteamericano,
especializado en asuntos sucios y oscuros relativos
al mundo de la medicina,
la industria farmacéutica,
la política y las prácticas de las élites
gobernantes.
Su consideración sobre la corrupción de la ciencia
médica, le ha convertido en un personaje muy
controvertido, sin pelos en la lengua.
En este artículo, Rappoport establece una conexión
entre el mundo de la medicina, la obediencia social
y la aceptación de las medidas tiránicas del poder.
Uno puede estar más o menos de acuerdo con su visión
del mundo de la medicina, pero lo que relata en este
artículo, al menos da que pensar y por eso lo
transcribimos…
El globalismo es el Nuevo Orden
Mundial.
No hay ningún misterio en ello. La alianza entre las
mega-corporaciones, los bancos y los gobiernos se fortalece
constantemente, a medida que extienden su poder sobre las
poblaciones.
En este artículo, usaremos el ejemplo de lo que sucede en Australia
para ilustrar un elemento oculto que se puede aplicar a todas las
naciones del mundo:
el cártel médico actúa al servicio del
Nuevo Orden Mundial.
El principio que se aplica es bien simple:
si se amplia el grado de obediencia ciudadana en
una área concreta, esta obediencia se acabará expandiendo a
todas las áreas.
Dicho de otra manera:
el truco consiste en crear el hábito básico de la
obediencia.
Esa costumbre de obedecer, entonces se extiende a la
mente subconsciente y lleva a los individuos a obedecerlo todo.
El globalismo y el Nuevo Orden Mundial necesitan la obediencia de la
población, porque sus métodos son a menudo tan descarados que sólo
los robots programados y obedientes pueden aceptarlos.
Tomemos un ejemplo escandaloso: el próximo tratado globalista,
el TPP (la Asociación Trans-Pacífica),
un tratado similar a
el TTIP
(Asociación Transatlántica para el
Comercio y la Inversión).
Cuando sea ratificado por los 12 países involucrados (Australia,
Brunei, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú,
Singapur, Estados Unidos y Vietnam), establecerá el derecho de las
empresas de eludir los tribunales nacionales y exigir que sus
productos se vendan, sin aranceles, sin tener que preocuparse por
los salarios que les paguen a los trabajadores aunque sean salarios
de esclavitud y sin tener que preocuparse por el envenenamiento del
medio ambiente con productos químicos tóxicos.
El TPP, al igual que el TTIP es un tratado secreto.
En Australia, por ejemplo, será firmado por el gabinete del gobierno
antes de considerar cualquier apoyo legislativo parlamentario.
He aquí una breve cita de
tppaustralia.org:
"El TPP tiene más de 20 capítulos que lo incluyen
todo, desde el trabajo hasta el medio ambiente, la propiedad
intelectual y las telecomunicaciones.
Las negociaciones se han mantenido en secreto; en
secreto incluso para nuestros propios parlamentarios y
senadores. Pero sabemos, a partir de borradores filtrados del
texto del TPP, que hay motivos legítimos de preocupación".
¿Habéis leído bien la última parte del texto?
Ni los propios legisladores electos de Australia han
leído el tratado. No están autorizados a hacerlo. En los EE.UU. ha
sucedido algo similar y los legisladores sólo han tenido acceso a
secciones limitadas.
Es decir, estamos ante un tratado secreto que afecta profundamente a
la vida de todas las personas en esos 12 países y que sólo unos
pocos elegidos saben exactamente lo que contiene.
Y con el TTIP en Europa sucede algo similar.
Desde el punto de vista globalista, esto significa una cosa: para
que este tipo de maniobras salgan adelante, las poblaciones deben
ser sometidas a un estado de obediencia incondicional.
Tienen que estar de acuerdo con lo que diga el
programa, como si estuvieran hipnotizados.
En caso contrario, si las poblaciones estuvieran despiertas, se
rebelarían en masa ante atropellos anti-democráticos y tiránicos de
este tipo. Esto es lo que cualquier población haría si estuviera
alerta.
Si saliéramos a la calle, por ejemplo en Australia y le
preguntáramos a cualquier transeúnte:
"¿Usted ratificaría un tratado secreto que
situará a toda la población australiana bajo la bota y el
control de las mega-corporaciones?"
La respuesta sería obvia:
"¡No! ¡Nunca lo permitiría!"
Sin embargo, eso está sucediendo y no hay protestas
masivas en Australia, ni en cualquiera de los otros 12 países que
formarán parte del TPP.
Y en Europa, excepto algunas protestas y manifestaciones relativas
al TTIP que no se podrían calificar de masivas, tampoco ha habido
reacción popular.
¿A qué se debe esta nula reacción por parte de la gente?
Jon Rappoport ve vínculos entre esta obediencia sumisa y los
objetivos generales del cártel médico a nivel mundial:
"El objetivo primordial del cártel médico es
someter a cada persona del planeta a un sistema continuo de
diagnóstico y medicación desde que nace hasta que se va a la
tumba. Convertir a cada persona, en primer lugar, en un paciente
médico. Acondicionar con ello a cada persona a que obedezca
órdenes".
Y esa es la clave que se esconde realmente detrás de
la medicina: la obediencia.
¿Qué es lo que nos hacen pensar sobre los médicos, desde que somos
pequeños?
-
Que los médicos saben.
-
Que no debemos ponerlos en duda, ni
interrogarnos sobre lo que hacen.
-
Que sólo debemos hacer todo lo que el médico
nos diga que hagamos.
-
Que debemos obedecerle...
Desde que vemos la primera luz hasta que nos
entierran...
Tómate los medicamentos, debilítate y por lo tanto, se más obediente
a un nivel mucho más profundo.
Este es el sistema que principalmente provoca la obediencia en el
mundo.
Hemos visto recientemente al primer ministro australiano, Tony
Abbott, emitir un dictamen sobre la vacunación. Todas las
exenciones han sido canceladas. Las familias que reciben ayuda del
gobierno, dejarán de recibir ayudas
si se niegan a vacunar a sus hijos.
No tienen libertad de elección al respecto. Deben
obedecer y punto...
Cuando se consigue que los ciudadanos obedezcan en una área, esa
obediencia se contagia a otras áreas. Con ello las personas se
acostumbran a una larga vida de obediencia en todos los aspectos.
No es casualidad que, históricamente, la familia con mayor
responsabilidad en la aparición y el desarrollo de la medicina
moderna y de la agenda globalista sea, precisamente, la
familia Rockefeller.
El sistema que rige
la medicina moderna es una
operación de control mental diseñada para crear un apego
servil por parte del paciente.
-
El apego a la 'autoridad' del médico y a todo
lo que él mande.
-
El apego a los medicamentos tóxicos que
prescribe.
-
El apego a las etiquetas para identificar
enfermedades que el doctor pronuncia.
En estos y otros aspectos, la medicina moderna es
como una Iglesia secular, y
los médicos son sus sacerdotes con
batas blancas.
Están por todas partes en las sociedades contemporáneas. Ellos
gobiernan. Someten a los feligreses (ahora pacientes) a sus decretos
arbitrarios.
El resultado de este largo plazo acondicionado: los pacientes
desarrollan un profundo hábito de lealtad a la autoridad. Este
hábito se extiende como tinta sobre un papel secante y después
comienza a aplicarse a todos los ámbitos de la vida.
Y eso permite, finalmente, que el gobierno pueda decir:
"Mire, vamos a firmar un tratado, y usted no
sabrá lo que hay en él. Pero es una cosa buena. Es para el
beneficio de todos.
No nos pidan que revelemos los detalles. ¿Le
pregunta usted a su médico que le explique, en detalle, los
escáneres que tomó de su cerebro? Por supuesto que no. Eso está
más allá de su comprensión. Usted no está preparado para
entenderlo.
Pues bien, en lo relativo a este tratado, que se
extiende miles de páginas, usted tampoco está preparado para
comprender los complejos detalles económicos que contiene. Pero
puede usted estar seguro, mediante su fe hipnótica, que estamos
de su lado.
Queremos lo mejor para usted…"
Hay varios términos para definir esto:
Todos ellos hacen referencia al establecimiento de
los hábitos de conducta, es decir, a la conducta irreflexiva.
El brillante hipno-terapeuta Jack True, una vez escribió:
"Nueve de cada diez de mis pacientes que entran
por la puerta de mi consulta, están convencidos de que practico
algún tipo de medicina.
Eso es lo que quieren creer. Quieren que les diga
qué hacer mientras están despiertos y quieren que les diga qué
hacer mientras están en trance.
Lo único que buscan es a otro médico, como los
que visitan habitualmente. Toda nuestra civilización está
hipnotizada por las batas blancas. Me tomó varios años
superar mi asombro ante este hecho.
Es una hipnosis masiva a gran escala"
Si quieres ser libre, debes observar a toda la sociedad en su
conjunto y averiguar de dónde procede la forma más profunda de
acondicionamiento.
Tienes que averiguar de dónde procede la maniobra de
hipnosis más exitosa. Porque ahí es donde el control mental global
es más fuerte.
Y en la sociedad moderna, son los médicos.
Por esa razón, los gobiernos se alían con los médicos. Es una
asociación perfecta. Algún día, podremos ver a un Presidente vestido
con una bata blanca, con un estetoscopio colgando del cuello y una
jeringa en la mano. Será capaz de decirle a la gente que el cielo es
la tierra y que las estrellas son los semáforos y se lo van a creer.
Los médicos son las piezas clave que nos llevarán al Nuevo Mundo.
Desde un nivel práctico, podemos ver tratados secretos como
el TPP
o
el TTIP
dando una protección global al cártel médico:
-
exención internacional de demandas contra las
grandes empresas farmacéuticas
-
exención de la responsabilidad derivada de
medicamentos tóxicos y vacunas
-
acuerdos para extender los periodos de
encierro en un psiquiátrico de determinados pacientes, más
allá de lo dictaminado por las cortes de justicia
El cártel médico y los globalistas van de la mano hacia el futuro
que se está creando para todos nosotros.
La Santa Iglesia de la Medicina y sus aliados y tontos útiles,
disponen de toda la fuerza en estos momentos. Ellos quieren esclavos
obedientes.
Pero no deben ganar.
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