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			Prefacio
 
				
					
					«¡Oh hombres!, no fue la mezcla de sangre y respiración el comienzo 
			y la sustancia de vuestras almas, aunque vuestro cuerpo terrenal 
			esté formado de esas cosas. Vuestra alma procede de otro lugar.»EMPEDOCLES
 
			Desde los días más tempranos del registro de la historia de la 
			Tierra, existe una emoción dulce y amarga al mismo tiempo que surge 
			dentro de nosotros cuando elevamos la mirada a la inmensidad del 
			cielo nocturno. Algunos de nosotros anhelan que llegue el día en el 
			que la raza humana pueda viajar más allá de la estrellas.  
			  
			¿Es esto 
			realmente una esperanza futura o es un recuerdo de nuestro pasado? 
			La conciencia humana aún retiene misterios sin explorar.
 
			  
			¿Qué es lo 
			que nos mueve a espolear la evolución hasta sus límites?  
			  
			¿Qué nos 
			lleva a crear discordia entre las razas que habitan nuestro planeta? 
			 
			  
			Tal vez estemos escenificando un drama cósmico y hemos perdido 
			temporalmente el guión. Sabemos que lo que hace un país o una raza 
			de esta Tierra afecta a todos. Esta idea también se puede llevar más 
			allá, se puede llevar hasta el universo. Puede que lo que estemos 
			haciendo ahí afecte a innumerables civilizaciones que viven en 
			otros planetas.  
			  
			¿Es posible que estemos tan ligados los unos a los 
			otros? 
			La información presentada en este libro es una recopilación de años 
			de interiorización, deducciones razonadas y canalizaciones. Para 
			ello, se han utilizado referencias meticulosamente cruzadas de 
			varias canalizaciones (sobretodo el material proporcionado
			por la coautora Lyssa Royal), al igual que la investigación de 
			trabajos autorizados de antroposofía y metafísica.
 
			  
			El lector puede considerar esas ideas literalmente o simbólicamente, ya que la 
			historia es la misma. No hay una reclamación de que esto sea la 
			indiscutible verdad con respecto a la aparición de nuestra Familia 
			Galáctica en esta realidad. Si a usted le parece bien, utilice las 
			ideas aquí propuestas como un catalizador para su propio crecimiento. 
			En el caso contrario, tal vez, este material le pueda llevar un paso 
			adelante hacia su propia evolución personal. 
			Una de las ideas más importantes para acelerar el potencial humano 
			es permitirse que todas las verdades sean la manifestación de la 
			Verdad Única, sea ésta la que sea. Gracias a este permiso emerge la 
			unificación. Aunque no sea más que esto, deje que este libro sea 
			divertido e interesante de leer y que estimule su imaginación, ¡Está 
			claro que no hace falla que crea en lo que proponemos, pero sí 
			hacen falta sus ganas de explorar!
 
			Este es un libro de introducción. Se ha oreado un extenso glosario 
			al final de la obra para aclarar términos poco familiares que se han 
			utilizado. Cada capítulo representa una faceta de un complejo 
			tapiz y cómo ese tapiz afecta a la Tierra. A lo largo de muchos 
			debates, esta información ha obtenido un formato que presentará al 
			lector una selección de caracteres. Esta selección no es completa. 
			Existen innumerables miembros diferentes y dramas que se están 
			escenificando en todo el universo. Los caracteres presentados aquí 
			parecen haber surgido como los más importantes con respecto al 
			drama humano en esta llena.
 
			A lo largo de todo este material se utilizan ciertas presunciones 
			que son el fundamento para el resto de la información. Una de ellas 
			es el concepto de la reencarnación y la naturaleza infinita de la 
			conciencia. No es necesario comulgar con ese concepto para poder 
			entender este material pero sí permitirá al lector una visión más 
			amplia del cuadro más grande.
 
			Otra suposición presentada es la idea que cada ser tiene una 
			conciencia superior. Se supone que, independientemente del nivel 
			de existencia que ha elegido cualquier ser para un tiempo determinado de 
			vida, retiene una conciencia (consciente o inconscientemente) de su 
			conexión con el Todo y de su identidad divina. Ese concepto nos 
			conecta con la idea de que nosotros somos únicamente los que controlamos nuestros destinos. Es decir, 
			la evolución está en 
			nuestras manos.
 
			A lo largo de todo este libro también se mantiene la presunción que 
			el «Todo», o la conciencia colectiva integrada de nuestra Familia 
			Galáctica, ha existido siempre. Para el propósito de poder presentar 
			esta información hacen falta unos parámetros. Dichos parámetros 
			harán referencia alegóricamente al «comienzo» de la historia corno 
			infusión dimensional, y cuando se habla del «final» hablaremos de 
			integración.
 
			En muchos casos se han utilizado etiquetas para describir lugares o 
			gente (como por ejemplo, Sirios, o Sirianos). Por regla general 
			estas etiquetas son variables y denominan más bien un reino o una 
			conciencia vibracional y no tanto una idea fija. En el caso de Lira, 
			por ejemplo, se reconoce perfectamente que las estrellas de las que 
			se habla, se hayan convertido una y otra vez en agujeros negros y 
			agujeros blancos. Por ello se habla más bien de ideas que de puntos 
			concretos en el espacio y en el tiempo.
 
			  
			Esas ideas tienen un peso 
			específico; eso, además, es bastante obvio ya que se habla de ello 
			en nuestras leyendas que dan importancia a otros sistemas estelares. 
			Las leyendas de 
			la tribu de los Dogon, los 
			
			textos de Sumeria, y los 
			escritos antiguos de 
			Egipto, lodos ellos hablan de contactos con 
			seres de otros sistemas estelares. Esas leyendas, se supone, que 
			proceden de algún lugar. Aunque su lenguaje y estilo de expresión 
			contemporáneo eran ligeramente diferentes, la solidez de su 
			contenido está fuera de todo argumento. 
			La información sobre el pasado de nuestra raza, puede enriquecer 
			nuestras vidas aquí en la Tierra.
 
			  
			Si realmente nos transformamos, 
			será gracias a la conciencia que tengamos con respecto a nuestro 
			mundo, pero no se trata de utilizar esa conciencia para escapar de 
			nuestras responsabilidades como ciudadanos de la Tierra y miembros 
			de la Familia Galáctica. 
			  
			
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 1 -
			La infusión dimensional
 
				
				«Con sus llaves celestiales, sus acordes del aire, sus inquietantes 
			fuegos, la gran lira eólica de Samian, elevándose a través de las 
			barras dobladas siete veces, desde la Tierra hasta las estrellas 
			fijas.»Longfellow sobre Lira en
 
				Occultation of Orion 
			Toda conciencia y toda energía estaban, en su día, fusionadas en un 
			Todo integrado. Ese Todo era consciente de algunos aspectos suyos, 
			pero de manera diferente de una conciencia individualizada. En el 
			actual estado de evolución de la Tierra, el sí mismo es reconocido 
			primero, después la sociedad y por fin el Todo, Todo Lo Que Es, o 
			Dios. Aún se hace una separación. Esa separación de la Fuente es una 
			ilusión. Esa ilusión es una herramienta que aporta al Todo todas 
			las lecciones necesarias y reta su necesidad para experimentar 
			cosas para reintegrarlo luego en la Fuente. 
			Antes de esta fragmentación de la Fuente, el Todo existía en otra 
			octava de la realidad dimensional. Desde ese lugar de unificación, 
			el Todo lo Que Es pensó qué pasaría si se separaba y se olvidaba 
			temporalmente de la existencia integrada. La fuerza de semejante 
			pensamiento a un nivel tan masivo, comenzó a crear la fragmentación. 
			La ilusión creada debido a la fragmentación iba a ser el olvido en 
			el que la conciencia tendría que crear (de su propia naturaleza 
			divina) un recuerdo para volver a unificarse.
 
			Lo que se ha denominado «la creación» en realidad es esta 
			fragmentación, o si se quiere, la infusión dimensional. La 
			curiosidad inicial del Todo con respecto a la existencia fragmentada 
			creó esa misma realidad. Hizo falta un cambio de perspectiva, de 
			focalización o de frecuencia. Como parte del Todo, los aspectos de 
			la 
			Familia Galáctica fueron parcialmente responsables a la hora de 
			diseñar la heliografía que debía guiar su desarrollo.
 
			  
			Por ello, 
			decir que «somos Dios» tiene, de hecho, un significado real. 
			La heliografía que fue diseñada contenía muchas ideas diferentes. 
			Al principio, contuvo la noción de que la polaridad y la 
			fragmentación eran la norma. El código de la heliografía contenía la 
			opción del «Libre Albedrío» de cada uno de los fragmentos o almas. El 
			reto consistía en recordar que cada conciencia lo poseía. Cuanto más 
			se ejerce el Libre Albedrío, más memoria divina se evoca. Enfrentado 
			con la realidad polarizada, el Libre Albedrío es liberador. Cuando un alma olvida que posee el Libre Albedrío, las 
			lecciones se vuelven más arduas pero al mismo tiempo tienen una 
			mayor recompensa.
 
			Otra idea que está presente en la heliografía elegida, es que los 
			fragmentos del Todo son completamente responsables de sus acciones, 
			aun en estado de amnesia. Siendo conscientes o no, cada acción 
			generaría una respuesta por parte del universo. Algunos han 
			denominado esto karma; no obstante, es mucho más que un «ojo por ojo». 
			En lugar de castigo por una conducta negativa, existe siempre la 
			opción de ampliar la conciencia de uno.
 
			  
			Por ello, la sabiduría borra, 
			de algún modo, 
			
			el karma. 
			Aunque pueden parecer reglas de algún tipo de juego cruel del 
			cosmos, el resultado ya está decidido. Teniendo esto en cuenta, no 
			es necesariamente el destino lo que cuenta, sino más bien el viaje 
			en sí. Lo que cuenta es cómo se juega este juego.
 
			Otro aspecto de la heliografía consensuada fue el código etérico 
			generado en el conjunto del tapiz universal. Este código permitiría 
			que las formas humanoides bípedas y basadas en el carbono sirviesen 
			como vehículos normales y naturales para la encarnación de 
			conciencias humanas dentro de la estructuras planetarias. Este código existe a un nivel meta-atómico que la ciencia acaba 
			de empezar a ser capaz de medir. La simbología de la polaridad se 
			manifiesta en forma de un cuerpo humano. El ser humano terrestre es 
			simétrico, tiene dos brazos, dos piernas, dos ojos, dos orejas, 
			etcétera. El cuerpo se convierte en un conjunto completo gracias al 
			torso y la cabeza.
 
			También se decidió que durante el desarrollo evolutivo de las formas 
			humanoides (dentro de la Familia Galáctica) las polaridades 
			femenina y masculina se manifestarían en cuerpos diferentes pero 
			complementarios. Esto debía servir de recordatorio para poder crear, 
			ya que las polaridades siempre deben unirse y ser integradas. Esa 
			noción se entiende mejor cuando se tiene en cuenta que el individuo 
			tiene la tendencia a sentirse «Uno» cuando él/ella se unen en el 
			amor.
 
			¿Cuál fue el verdadero proceso de la infusión dimensional?
 
			  
			Dentro 
			del tejido del tiempo/espacio de la constelación de Lira existe algo 
			que se podría denominar agujero blanco.1 Se puede comparar este 
			agujero blanco con un prisma. Al pasar un rayo a través de un 
			prisma, se obtiene un espectro de luz fragmentada en siete 
			frecuencias de colores visibles. Cuando una parte del Todo pasó por 
			el Prisma de Lira (el agujero blanco), la conciencia fue fragmentada 
			en siete frecuencias vibratorias que representan la conciencia 
			colectiva de la Familia Galáctica de la Tierra.  
			  
			1 Un foco de luz y energía muy intenso. 
			En este caso, un lugar de 
			nacimiento. 
			  
			Cada fragmento 
			obtuvo conciencia de todas esas frecuencias o densidades diferentes. 
			Anteriormente se experimentaban las frecuencias como algo integrado 
			en el Todo (como luz blanca). Guando esa parte del Todo pasó por el 
			prisma, se manifestó en siete frecuencias conscientes. También la 
			conciencia se fragmentó, y los fragmentos se «apartaron» el uno del 
			otro tal como se sugiere simbólicamente en la teoría del «Big 
			Bang». De este modo surgió la ilusión de que cada fragmento estaba 
			muy, muy sólo.
 El Todo comprendió que el propósito de esta experiencia era aprender 
			a reintegrarse a partir de un punto de la separación. Pero ¿cómo? 
			Como almas individuales o en grupos, los fragmentos investigaron el 
			universo que se acababa de crear. La infusión dimensional no sólo 
			creó una fragmentación de la conciencia, sino también creó 
			estrellas, planetas, gases y moléculas que configuran la realidad 
			física. No obstante, la realidad física representa solamente algunas 
			pocas frecuencias energéticas que surgieron debido a la 
			fragmentación.
 
			Tal como descubrió la ciencia, la materia es vibración energética 
			densificada que se mueve a un ritmo específico. Cada aspecto del 
			universo está hecho de energía. Según la tecnología terrestre aún no 
			se ha descubierto cómo medir ciertas partes de la realidad. Si la 
			tecnología tuviera semejante habilidad se podría distinguir un 
			número infinito de portales hacia el tiempo, el espacio y la dimensión. 
			De momento, se explorarán los siete niveles de frecuencias de la 
			Familia Galáctica de la Tierra que se fragmentaron al pasar por el 
			Prisma de Lira.
 
			  
			De ahora en adelante, el término 
			«densidad» será utilizado para hacer referencia a estos siete 
			niveles de frecuencias:2 
			  
			2 Véase el 
			
			glosario de términos para la diferencia entre 
			«densidad» 
			y «dimensión». 
			  
				
					
					
					densidad 1:  
					Conciencia en forma de punto; materia física. Este nivel 
			de frecuencia es el más básico. Aporta la materia y la energía para 
			la creación de átomos y moléculas. Todas las formas básicas de 
			minerales y agua, por ejemplo, funcionan de acuerdo con las 
			frecuencias de la primera densidad. También los humanos contienen 
			estas frecuencias básicas. Ellas configuran los códigos genéticos 
			básicos.
					
					densidad 2:  
					Conciencia en forma de línea; materia biológica; 
			desarrollo de identidad de grupo o especie. La conciencia expresada 
			por la vibración de la segunda densidad no posee conciencia de sí mismo (o ego). Aquí existen la mayoría de las especies 
			del reino vegetal y animal; no obstante, su emplazamiento dentro de 
			una densidad u otra depende de muchos factores adicionales, 
			incluidos la presencia o ausencia de ego.
					
					densidad 3:  
					Conciencia volumétrica; ego; pérdida de la identidad 
			de grupo, desarrollo de la identidad individual habilidad de 
			recordar el pasado y percibir el futuro, reteniendo la conciencia 
			presente. En esta densidad surgen los seres humanos. Es una 
			vibración que crea la ilusión de separación y, por ello, supone un 
			reto para el despertar. El ser humano está pasando actualmente por 
			un periodo de transición hacia la realidad de la cuarta dimensión, 
			que es la causante de los muchos cambios rápidos que está 
			experimentando la raza humana. Ésta es la frecuencia que expresa la 
			máxima separación del Todo.    
					Desde aquí se aprenden la mayoría de las 
			lecciones con respecto a la integración. Es el nivel más intenso de 
			todos ellos en la cultivación del crecimiento del sí mismo. Los 
			cetáceos (delfines y ballenas) existen actualmente simultáneamente 
			en la tercera y cuarta densidad y están saliendo de la tercera junto 
			con la humanidad.    
					La conciencia de los primates también existe en la 
			tercera densidad. La evolución de los primates es cada vez más 
			evidente cuando uno observa las diferentes características que van 
			desplegando y de las cuales se pensó que eran inherentes sólo a los 
			seres humanos (como la adquisición del lenguaje o la conducta 
			patológica).
					
					densidad 4:  
					Dominio de la conciencia volumétrica; conciencia 
			superior, reintegración de la identidad de grupo sin pérdida de la 
			identidad del ego; conforme aumenta la vibración, la percepción del 
			pasado, presente y futuro se vuelve más fluida junto con la 
			habilidad de relacionarse con las realidades multidimensionales
			y las multidensidades; cada vez es más difícil mantener una conciencia orientada negativamente. En la Tierra se están 
			solapando actualmente las realidades de la cuarta y de la tercera 
			densidad.    
					En el caso de la humanidad, esto podría sor la razón por 
			la cual los deseos de unidad, paz y amor universal son cada vez más 
			presentes. Estos deseos son diametralmente opuestos a la ilusión de 
			separación que caracteriza a la tercera densidad. El ritmo 
			vibratorio se acelera y, por ello, puede que uno se encuentre cara a 
			cara con temas personales de manera más rápida y también más 
			intensa.    
					Es fácil entender cómo esto está sucediendo, ya que miles 
			de individuos en la Tierra se someten a algún tipo de terapia, se 
			suman a programas para desengancharse de ciertas sustancias y están 
			emprendiendo actuaciones para la mejora del planeta.    
					Ésta es la 
			frecuencia de la responsabilidad. Es la frecuencia que permite 
			recordar el código del Libre Albedrío; la última frecuencia con la 
			cual se utiliza un cuerpo físico para expresar la conciencia. Es por 
			ello que muchas civilizaciones eligen pasar mucho tiempo en esta 
			densidad.
					
					densidad 5:  
					Conciencia experimental del «yo» en forma de identidad 
			de grupo; no está ligada al tiempo lineal. En esta densidad la 
			conciencia sensitiva comienza a recobrar su herencia. Esta es la 
			densidad de la sabiduría. Los que van despiertan y reconocen la 
			sabiduría inherente, con frecuencia quieren compartirla con aquellos 
			que todavía están afianzados en densidades inferiores.    
					Muchos seres 
			que vibran en la quinta dimensión eligen convertirse en guías para 
			los demás. El ser que vibra en la quinta dimensión, se funde con su 
			familia de conciencias («alma superior» o «yo superior», si se 
			prefiere) y comienza a recordar. Ésta es la primera densidad en la 
			que se experimenta una orientación no física.    
					(Nota: No existe una 
			distinción tajante en la transición de la quinta a la sexta y de la sexta a la séptima densidad. Debido a que 
			estas densidades no son físicas se produce mucha fusión durante las 
			transiciones.)
					
					densidad 6:  La conciencia como dimensión en si misma. Con 
			frecuencia, esta densidad ha sido llamada «Conciencia Cristica», ya 
			que existe un nivel de frecuencia igual a la de Cristo o de 
					Buda. A 
			partir de esta frecuencia, se produce una rememorización total, y 
			uno empieza a asumir la responsabilidad del Todo en lugar del sí 
			mismo. El proceso de perfeccionamiento del sí mismo y del Todo se 
			convierte en la misma cosa.
					
					densidad 7:  
					Contienda de la experiencia 
					
					multidimensional; identidad de matriz de grupo; (conjunto de memoria social). Esta es 
			la densidad de unión total o integración. Los que vibran en esta 
			frecuencia se fusionan y se convierten en un todo dentro de la 
			conciencia colectiva. Ellos magnetizan a aquellos que están en otras 
			frecuencias y proporcionan la corriente necesaria para un Huir 
			natural hacia la integración. Una vez que los seres de la séptima 
			densidad lleguen a la masa crítica, pasarán por el Prisma de Lira 
			(desde nuestro punto de vista se tratará entonces de una experiencia 
			de salida a través de un agujero negro) y llegarán a la siguiente 
			octava donde les espera una nueva aventura. 
			Es importante tener en cuenta que como partes del Todo que se 
			fragmentaron al atravesar el Prisma de Lira, cada conciencia retuvo 
			el recuerdo de todos los niveles de densidad.  
			  
			No obstante, parte del 
			olvido perduró. Desde niveles más centrales de densidad (como pueden 
			ser la tercera y cuarta, pueden darse ausencias de recuerdo con 
			respecto a la coexistencia de otros niveles. Conforme tiene lugar la 
			integración, uno se va dando cuenta de estos otros aspectos.
 El microcosmo siempre refleja al macrocosmo. Esto se puede apreciar 
			claramente viendo la «coincidencia» de cómo la estructura atómica 
			refleja la estructura del sistema solar. Ocurre lo mismo con la 
			fragmentación de las partes del Todo en seres individuales o grupos 
			del alma. El hecho de encarnarse en un cuerpo físico se puede 
			comparar con un minipasaje por el Prisma de Lira.
 
			El proceso de fragmentación del alma cuando se encama en un cuerpo 
			físico puede ser comparado, de alguna manera, con las teorías de 
			Freud cuando habla del id, del ego o del superego. Como feto, el 
			alma demuestra una conciencia de primera densidad. En ese punto uno 
			se percibe a sí mismo como algo intrínsecamente conectado con el 
			entorno. Físicamente, uno es una masa de códigos de ADN con el 
			potencial de convenirse en un ser humano consciente.
 
			  
			Debido a que Freud no tomó en cuenta el desarrollo prenatal, a ese nivel no 
			existe ninguna correlación. Si él hubiera creado una etiqueta para 
			describir la relación del feto con su entorno, se hubiera servido 
			de una descripción de la primera densidad. 
			Cuando el niño está en la fase entre su nacimiento y los dos 
			primeros años de vida comienza a demostrar una conciencia 
			correspondiente a la segunda densidad. El niño empieza a percibir 
			una separación entre él y el entorno, y sus deseos se orientan hacia 
			el exterior. Todavía conserva un cierto egocentrismo, que hace que 
			este nivel se corresponda con el nivel del id. Lo que distingue la 
			orientación de un niño de la segunda densidad a la tercera densidad 
			es la falta de determinadas habilidades para diferenciar entre sí 
			mismo y el entorno.
 
			A partir del segundo año de vida, aproximadamente, la conciencia de 
			la tercera densidad se convierte en el principal marco ya 
			demostrado. Es la fase del desarrollo del ego y la toma de 
			conciencia por parte del niño de ser un individuo separado. Son 
			años cruciales en el desarrollo; se puede apreciar claramente que 
			si ese desarrollo se interrumpe (debido a abusos) la personalidad 
			se puede fragmentar y crear tal vez una disfunción en un futuro. 
			Muchos
			individuos retienen esta orientación del ego correspondiente a la 
			tercera densidad a lo largo de toda su vida.
 
			El desarrollo del super-ego, o conciencia superior, es una 
			característica típica de la cuarta densidad. Los humanos tienen la 
			opción de desarrollar ellos mismos este aspecto, es una 
			reintegración de la fragmentación de la personalidad que ocurre a lo 
			largo del proceso del nacimiento, pero también es una integración a 
			nivel espiritual.
 
			  
			A medida que la raza humana se establece más 
			sólidamente dentro de la conciencia de la cuarta densidad se supone 
			que ese proceso de fragmentación de la personalidad se notará cada 
			vez menos, y quizá los niños comiencen a mostrar mucho antes 
			características de la cuarta densidad en su desarrollo, y las 
			retengan a lo largo de toda su vida. 
			Durante la infancia uno tiene que aprender a adaptarse e integrarse 
			en un marco factible. Si esto no se logra (cuando hay abusos 
			durante la infancia), empezarán a mostrarse con frecuencia 
			disfunciones psicológicas al alcanzar la edad adulta. Patologías 
			como la personalidad múltiple (Trastorno 
			de Identidad Disociativo) pueden surgir debido a que el proceso 
			natural de integración de la tercera densidad no tuvo lugar durante 
			la infancia. Algunas civilizaciones extraterrestres han aprendido a 
			detectar y transmutar las semillas de las disfunciones patológicas 
			durante la infancia y por lo tanto no tienen incidentes de 
			patologías adultas.
 
			Si se llega a entender que no importa hasta qué punto un individuo 
			se puede fragmentar (ya sea a nivel del alma o de la personalidad) 
			y que el regreso a casa siempre será debido a la integración, esa 
			persona no perderá nunca de vista su meta.
 
			  
			En este caso, realmente 
			podemos volver a casa.
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 2 -
			La creación
			de la Familia Galáctica
 
				
				«Yo soy Ra, con quien comentó el tiempo. Yo soy el centro de la 
			rueda, una estrella que cubre el mar infinito. Yo no soy la cosecha; 
			yo soy la semilla. Yo no soy la lira; yo soy la canción. Yo no 
			moriré.»El Libro egipcio de 
				los muertos
 
				Traducción de Ellis 
			Al pasar a través del Prisma de Lira, el 
			primer fragmento creó un grupo de seres que se pueden llamar 
			«Fundadores».3 Fundadores 
			representan la conciencia colectiva de lo que eventualmente iba a 
			ser la humanidad. Ellos tienen la capacidad de dirigir incluso en un 
			nivel tan alto como es la cuarta dimensión, pero su estado natural 
			es el estado no físico.  
			  
			Al separarse de la parte del Todo que pasó 
			por el Prisma de Lira, siguen reteniendo una memoria, similar a un 
			sueño, de la idea de la integración y del propósito de la 
			fragmentación. Ellos son los que supervisan la evolución de la 
			humanidad. Asumen el rol del arquetipo Padre, pero con la polaridad 
			masculina y femenina equilibrada. 
			  
			3 Otros 
			términos como observadores (the 
			Watchers), los eternos, los reflectores y 
			los que siembran han sido utilizados por otros y son igualmente 
			apropiados. 
			Los Fundadores se dieron cuenta de la heliografía elegida cuando se 
			separaron del Todo. Sabían que los «hijos» son portadores de los 
			códigos de los «padres» en esa heliografía. Debido a que ellos 
			juegan el rol de padres es su responsabilidad guiar el crecimiento de la nueva conciencia que se acababa de crear. 
			Al 
			asumirlo, se convirtieron en la heliografía, comenzaron a 
			comprenderla y vivirla, sabiendo que esto iba a proporcionar 
			códigos para futuros fragmentos.
 
			Los Fundadores empezaron a comprender el patrón energético natural 
			de la realidad polarizada que se acababa de crear. Se dieron cuenta 
			claramente de que la conciencia colectiva recientemente fragmentada 
			interactúa con determinadas realidades (es decir, densidades) 
			dentro de un marco de tres aspectos principales:
 
				
					
					
					un punto de positividad pura
					
					un punto de negatividad pura
					
					el punto de integración de ambos 
			Toda interacción ocurre dentro de esa línea que conecta cada punto. 
			con muy pocos aspectos de conciencia dentro de cada punto de 
			pureza. Darse cuenta de ello, les inspiró a entender un paradigma 
			de realidad polarizada. Eso era algo nuevo en su mundo y amplió su 
			comprensión.  
			  
			El paradigma, tal como surgió para ellos, se muestra 
			abajo en forma de diagrama en dos dimensiones. 
			  
			 
			  
			Conforme estudiaron el paradigma, comprendieron la mecánica de cómo 
			las conciencias fragmentadas iban a fundirse nuevamente al volver a 
			pasar por el Prisma de Lira. El modelo lineal arriba mencionado 
			puede cambiarse para crear una relación dentro del patrón de un 
			triángulo.  
			  
			He aquí una ilustración: 
			  
			 
			  
			Este triángulo representa las probabilidades del proceso de 
			integración. Las civilizaciones se mueven naturalmente y al azar 
			(de acuerdo con las leyes del caos) dentro del patrón de ese 
			triángulo hasta llegar a un equilibrio energético. 
			Si una civilización o conciencia elige la integración (la 
			disposición de crecer desde ambas polaridades), naturalmente se 
			movería en la dirección hacia el punto de integración, empujada por 
			ambas polaridades. Esto se puede entender como una manera de 
			permitir la integración. Por otro lado, si una civilización o un 
			individuo niegan la integración, el patrón se expande para acomodar 
			su negación de las polaridades opuestas. En este lugar no se 
			describirá el patrón expandido.
 
			Cuando los Fundadores creyeron que estaban listos para ello, crearon 
			una nueva fragmentación. Al igual que cuando la parte del Todo tenía 
			curiosidad y creó ese reino a partir de sus pensamientos, los 
			Fundadores imitaron a sus «padres» utilizando energía del 
			pensamiento para crear una fragmentación de sí mismos. Esa 
			fragmentación sucedió a lo largo y a lo ancho; conciencias 
			individualizadas surgieron de la toma de conciencia del grupo de 
			Fundadores y comenzaron a explorar el universo. Gracias a esa 
			fragmentación, cada ser que existe dentro de la Familia Galáctica 
			aquí presentada es parte de los Fundadores.
 
 Existe un número infinito de fragmentos y viajes de exploración. 
			Algunos de estos fragmentos se convirtieron en civilizaciones que 
			han tomado parte activa del desarrollo de la Tierra. Algunos de los 
			que tienen un punto de referencia en la realidad conocida de la 
			Tierra serán investigados más a fondo en los próximos capítulos.
 
			Cuando los Fundadores se fragmentaron, algunos permitieron que se 
			densificara su energía lo suficiente para poder entrar en la 
			realidad física. Los Fundadores ya habían elegido planetas que 
			podían sostener vida humana. Suavemente guiaron a esos fragmentos 
			hacia una existencia física en la tercera o cuarta densidad. Al cabo 
			de un tiempo, los fragmentos se acostumbraban a una existencia física 
			y la ayuda (que todavía estaba presente, aunque en menor medida) de 
			los Fundadores cada vez era menos necesaria.
 
			La primera zona elegida para ser colonizada eventualmente después 
			de la fragmentación de los Fundadores se encontraba en la vecindad 
			de la constelación de Lira. La mayoría de los miembros de la Familia 
			Galáctica que tienen una conexión genética con la Tierra tiene sus 
			raíces en el sistema de Lira. Es aquí donde tuvo lugar el primer 
			intento de integración.
 
			  
			Los Fundadores creyeron que iba a ser fácil 
			y previsible; pero, en lugar de ello, las formas humanoides se 
			extendieron hasta crear el tejido de un tapiz muy complejo. Los 
			hilos del tapiz se enredaron de tal manera que se perdieron sus 
			orígenes en una maraña de colores en el diseño del cortinaje. 
			A continuación se describen, desde la perspectiva de la Tierra, los 
			principales caracteres implícitos en ese tapiz.
 
				
					
					
					Lira. La principal zona del «nacimiento» de la raza humanoide. 
			Todas las razas humanoides que forman parte de la Familia Galáctica 
			tienen raíces genéticas conectadas con Lira.
					
					Vega. Es una estrella dentro de la constelación de Lira. Siendo 
			descendientes de Lira, los seres de Vega dieron a luz a una raza de 
			seres que manifestaron, tanto en sus creencias como
			en sus actuaciones, la polaridad opuesta de Lira. Hubo frecuentes 
			conflictos entre las razas de Lira y las de Vega.
					
					El planeta Ápex. Es un planeta 
				perteneciente al sistema de Lira y fue el lugar donde hubo el 
				primer intento de crear una sociedad integrada.
					
					Sirio. Un grupo de tres estrellas, conocido en la mitología de la 
			Tierra como «el Can», 
					Sirio fue una de las primeras zonas colonizada 
			por seres procedentes del grupo de estrellas de Lira. Representó la 
			energía del patrón triangular y perpetuó el impulso hacia la 
			integración. Existe una gran variedad de diferentes tipos de 
			conciencias que encaman en este sistema.
					
					Orión. Es el principal «frente de batalla» para el reto de la 
			integración de la polaridad. 
					
					Orión fue sembrado desde Sirio, al 
			igual que Lira y Vega. Existe una conexión directa con la Tierra, 
			tal como se verá en otros capítulos.
					
					Las Pléyades. Fueron colonizadas por descendientes de Lira. 
					
					Este 
			grupo es la conexión genética principal de la Tierra con fuentes 
				extraterrestres,
					
					Arcturus. Es un arquetipo o futuro «sí mismo» ideal de la Tierra. Arcturus 
				ayuda a sanar las conciencias personales y planetarias. Su 
			vibración, perteneciente básicamente a la sexta densidad, ha sido 
			atribuida al reino angelical.
					
					Zeta Retículi. Esta civilización está íntimamente conectada con la 
			Tierra. 
					Los Retículi son el principal grupo que lleva a cabo las 
			abducciones (o dicho más correctamente, las «detenciones 
			temporales», ya que ese grupo siempre devuelve a 
					
					los abducidos). Se 
			hablará más detenidamente de este grupo en los próximos capítulos. 
			Aunque algunas de estas civilizaciones se solapan en el tiempo y 
			pueden parecer no lineales, más abajo se hace una traducción lineal 
			de la progresión de varias culturas comprándolas entre sí. 
			  
			  
			 
 
			  
			  
			Debate 
			Cuando uno se recupera del susto inicial que supone la noción de que 
			los extra terrestres tuvieron algo que ver con la herencia de la 
			Tierra, todo ello parece realmente una explicación muy lógica.  
			  
			¿Por 
			qué debería creer la raza humana egoístamente que ella es la única 
			responsable del pasado genético de la Tierra? En la Tierra, razas 
			han «descubierto» a nuevas razas y han comenzado a integrarlas.  
			  
			Tal 
			vez, y antes de que esto ocurriese, esas razas sencillamente nunca supieron que las otras existían. Ese modelo de pensamiento puede 
			ser plausible tanto para el universo como para el planeta Tierra. 
			 
			  
			¿Cuántos más dibujos de antiguos cohetes con sus correspondientes 
			pilotos se tienen que descubrir para que el ser humano rompa con sus 
			miedos respecto del descubrimiento del pasado de la Tierra? 
			La pregunta más obvia es: ¿Si los extraterrestres están allí fuera, 
			porqué no se dan a conocer?
 
			  
			Se puede encontrar una respuesta en esa 
			forma en que la humanidad se acerca a los estudios antropológicos con respecto a la 
			Tierra. 
			Los científicos no van caminando 
			directamente hacia una cultura «primitiva» enarbolando sus cámaras 
			y su equipamiento.  
			  
			Ese tipo de modificación cultural, a veces, les 
			lleva décadas. A sus ojos, puede que la humanidad ya les parezca lo 
			suficientemente «civilizada». No obstante, una raza que ha logrado 
			viajar por el espacio, incluso ha logrado una unidad global, puede 
			considerar que la humanidad es muy primitiva. Tal vez estén 
			esperando, escondiéndose entre los arbustos, permitiendo que tan 
			sólo unos pocos humanos les vean hasta que se dé la señal a toda la 
			sociedad de que ellos no suponen ninguna amenaza. 
			¿Qué pasaría si la señal de que ellos están aquí no se diera nunca? 
			¿Qué pasa si la humanidad sigue ignorando la evidencia, esperando 
			que todo esto desaparezca?
 
			  
			A muchos extraterrestres les parece que 
			éste seria el caso. Todos los métodos no amenazantes parecen no 
			haber logrado nada hasta el momento. El plan básico del juego de las 
			últimas décadas parece mucho más intenso en lo que se refiere a su 
			potencial para despenar a la humanidad. Algunos de los que visitan 
			la Tierra están utilizando ahora el miedo.  
			  
			A veces, la sociedad se 
			apresura en validar la negatividad, en lugar de reconocer la parte 
			positiva que supone que el marco propio de la humanidad pueda ser 
			utilizado para asimilar la realidad de la Tierra negada 
			anteriormente. El miedo hace que uno despierte, desafortunadamente, 
			de forma bastante brusca. Puede que esto explique la cada vez más 
			frecuente observación de 
			
			experiencias de abducción utilizadas como 
			método para despertar a la humanidad, para que ésta se dé cuenta de 
			una realidad más amplia. 
			A estas alturas del desarrollo de la humanidad, aún no se ha 
			formulado un modelo natural de evolución de un planeta. Parece 
			obvio que una civilización no estará preparada para alcanzar el 
			cosmos y doblar las dimensiones del tiempo/espacio si antes no es 
			capaz de resolver sus conflictos a nivel planetario. La expansión de 
			conciencia que necesita semejante salto puede que dependa de un Todo 
			unificado.
 
			  
			Si el Todo no está integrado y equilibrado, los
			intentos pueden ser en vano. Puede que la humanidad esté 
			experimentando ahora mismo esa limitación. Conviene tener en cuenta 
			los diversos lanzamientos fallidos al espacio y los recortes 
			económicos para los programas espaciales. Puede que la Tierra aún 
			no esté preparada. I-a humanidad pretende alcanzar las estrellas, 
			pero con frecuencia ni siquiera es capaz de alcanzar la mano de su 
			vecino. 
			La conexión extraterrestre es importante, pero lo que es todavía 
			más importante es el desarrollo de una perspectiva global. La 
			expansión tendrá lugar gracias a la acción, el reclamo de la propia 
			humanidad de asumir la responsabilidad que tiene para con la 
			Tierra. Los extra terrestres no intervendrán para limpiar los 
			escombros dejados atrás por los seres humanos.
 
			  
			La Tierra está 
			entrando en la fase adulta y ha sido sacudida de su nido. Seria 
			bueno para la humanidad olvidarse de su victimismo, asumir su divino 
			derecho natal y crear el Cielo aquí en la Tierra. Lo único que 
			pueden hacer los extraterrestres es recordar a la humanidad su 
			ilimitado potencial. La comunicación con ellos (y nuestra toma de 
			conciencia de la herencia de la Tierra) puede compararse a la famosa 
			zanahoria colgada delante de la nariz.  
			  
			Si la raza humana quiere esta 
			zanahoria, quizá primero tenga que hacer lo necesario para 
			obtenerla: unificar e integrar.
 
			
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			3 -
			El útero de Lira
 
				
				«Cuando yo fui», dijo él, «comenzó el comienzo. Yo me he convertido 
			en el comienzo. Yo me veo a mi mismo, dividido. Yo soy dos y cuatro y 
				ocho. Yo soy el universo en su diversidad. Yo soy mi 
				transformación. Este es mi encuentro. Aquí mis mi mismos se convierten en uno 
			solo.»El libro egipcio de los muertos
 
				Traducción de Ellis 
			Desde el punto de vista de una realidad que puede ser percibida por 
			seres físicos, el cuerpo de los Fundadores tiene dos brazos, dos 
			piernas, una cabeza y un torso. Tienen grandes ojos inquisidores 
			que representan simbólicamente su deseo de adquirir conocimiento y 
			reflejan también las viejas memorias que contienen.  
			  
			Seres físicos 
			los percibirían como insectos, muy altos y con largas y elegantes 
			piernas. Los humanos de la tercera densidad pueden verles si entran 
			en una versión acelerada de la cuarta densidad. Las interactuaciones 
			con ellos normalmente suceden en un estado alterado de conciencia. 
			Desde esta perspectiva parecen etéreos y como salidos de un sueño.4 
			  
			4. En la simbología de los sueños, los Fundadores se pueden convenir 
			en figuras que parecen grandes insectos similares a las mantis. 
			zancos para caminar, incluso, saltamontes. 
			Una vez fragmentada su conciencia más allá, los Fundadores 
			comenzaron a convertir la energía en materia. Esto creó un 
			prototipo de raza física según el cual la mayoría de las 
			conciencias humanoides se encarnarían. A niveles meta-atómicos, 
			existen códigos de organización que crean un cuerpo humanoide consistente y 
			basado en el carbono como vehículo para la representación física de 
			la concienciad.5
 
			  
			Los Fundadores utilizaron esos códigos, que se dan de 
			forma natural para crear versiones de sí mismos, tanto en un estado 
			físico como en un estado no físico. Esa forma refleja simbólicamente 
			los aspectos del universo polarizado en el cual había entrado. De 
			nuevo podemos decir que los «padres» crean a los «hijos» según su 
			propia imagen. 
			  
			5. Esta idea es reflejada en el trabajo de 
			
			Rupert Sheldrake que 
			trata de las resonancias módicas, que indican la existencia de 
			campos energéticos que organizan a toda forma. lisos campos pueden 
			transferir características a aspectos «no relacionados» de la misma 
			especie y que no necesariamente tienen que existir en una proximidad 
			física. 
			Los Fundadores son los abuelos energéticos de la raza humana. Su 
			deseo fue manifestar diferentes aspectos dimensionales de ellos 
			mismos. Eso originó formas básicas de vida, que, a su vez, 
			facilitarían el proceso de crear diversidad dentro de una nueva 
			realidad que acababa de nacer Ellos son ambas cosas, son la Fuente
			y son el prototipo.
 
			Conforme surgieron con esta forma de luz debido a la densificación 
			de energía, se dieron cuenta de que toda vida evolucionará para 
			volver a convertirse en los Fundadores y, posteriormente, en la 
			Fuente. La conciencia se fragmentará y se dispersará, a veces más 
			allá de lo reconocible, pero siempre evolucionará de tal forma para 
			volver a ser la Fuente, tanto física como mental, emocional y 
			espiritual mente.
 
			De modo que los Fundadores acometieron el siguiente paso del proceso 
			de fragmentación. Su primer acto consistía en comenzar a elaborar 
			los planes necesarios para esparcir vida por todo el sistema de 
			Lira. Supieron que a lo largo del tiempo, las formas de vida 
			gravitarían de forma natural, convirtiéndose en civilizaciones 
			planetarias debido a la ley de atracción.
 
			Dentro del grupo de estrellas se eligieron planetas para que 
			acogiesen estas nuevas razas. A medida que estos planetas comenzaron a desarrollar de forma natural vida primaria, los 
			Fundadores 
			implantaron en aquellos primates en vía de desarrollo energía de 
			plasma6 a niveles meta-atómicos dentro de su estructura de 
			ADN. Esto 
			pasaba a lo largo de muchas generaciones hasta que los 
			primates/humanoides poseyeron la genética necesaria para sostener 
			una vibración tan alta como la de la conciencia de la tercera densidad. Con pequeñas alteraciones, el proceso de encarnación iba 
			a comenzar pronto en varios cuerpos planetarios.
 
			Los Fundadores se fragmentaron aún más para liberar la conciencia 
			necesaria para encarnar en esos planetas. Durante esa fragmentación, 
			cada conciencia fue trasladada a un planeta específico en el cual la 
			vibración era más compatible con el fragmento individual.
 
			Como ya se ha expresado en capítulos anteriores, el patrón base de 
			la conciencia que se fragmentó a través del Prisma de Lira se puede 
			considerar como una tríada, es decir una polaridad, su opuesto y el 
			punto de integración. Los Fundadores observaron cómo surgió este 
			flujo natural de la energía de la base de las especies en vías de 
			desarrollo. Esos diferentes grupos planetarios fueron, al 
			principio, homogéneos; todavía no manifestaron claramente ningún 
			aspecto especial del patrón.
 
			Conforme el tiempo pasaba y la interacción entre los individuos y 
			grupos aumentaba, muchos grupos se polarizaron en su orientación 
			negativa o positiva.7 Algunos de ellos empezaron a mostrar diferentes 
			grados de integración. Era un escenario esperado por los 
			Fundadores. No obstante, esta fase comenzó a tener vida propia. 
			Cuando el proceso creció exponencialmente los Fundadores comenzaron 
			a ver los infinitos reflejos del Todo y algo que, hasta cierto 
			punto, les inquietó.
 
			6. Energía altamente condensada que se manifiesta como luz.
 
			7. Esas 
			orientaciones negativas/positivas no suponen un inicio. Es la representación de polos, siendo éstos igualen pero de signo opuesto.
 Mientras esos grupos evolucionaron, logrando viajar por el espacio, 
			se expusieron al desarrollo de otros grupos planetarios de la zona. 
			Las culturas comenzaron a mezclarse y a crecer. Nacieron nuevas 
			filosofías. Durante una época, las razas liranas desarrollaron 
			rápidamente una tecnología avanzada, una filosofía de expansión y 
			un fuerte desarrollo social debido a la interacción entre esas 
			culturas planetarias. Fue entonces cuando se podían apreciar 
			claramente las dinámicas de los patrones.
 
			La polaridad comenzó a solidificarse generando su propia 
			polarización, que a su vez continuó polarizando exponencialmente. 
			Las polaridades negativas se astillaron y manifestaron sus propios 
			polos negativos/positivos. Los polos positivos hicieron lo mismo. Lo 
			femenino expresó su parte masculina y lo masculino su parte femenina. 
			Las polaridades estallaron, como si fuesen un virus, en las 
			civilizaciones anteriormente florecientes.
 
			El sencillo juego de espejos que habían creado los Fundadores se 
			hizo añicos y dio lugar a un número infinito de fragmentos. Habían 
			perdido el contacto directo con muchas «ventanas» genéticas (seres 
			físicos) que ellos mismos habían creado. Esos seres físicos habían 
			adquirido vida propia, aunque los programas originales seguían 
			siendo un factor soterrado que influenciaba su desarrollo.
 
			  
			El primer 
			grupo en desarrollarse específicamente como especie no lirana fue 
			la civilización de Vega.8 Esta creó una filosofía altamente 
			distintiva y también una orientación espiritual diferente y, 
			además, comenzó a aislarse de las razas liranas. Inicialmente fue 
			una civilización de orientación negativa, expresándose como polo 
			negativo de Lira, ya que había adoptado una 
			filosofía de servirse a 
			sí misma (contracción). La propia Lira puede ser considerada como el 
			polo positivo, puesto que todas las demás civilizaciones «nacieron» 
			de ella (expansión).
 
			8. Vega es 
			la estrella alfa (la más brillante) de la constelación de 
			Lira.
 Pasado el tiempo, la fricción entre la gente de raza lirana y la 
			civilización de Vega aumentó. Ningún grupo estaba progresando en su 
			camino de integración. Ambos albergaron dentro de sí el conflicto de 
			la polaridad. Ningún grupo estaba en lo correcto o en lo equivocado; 
			todos representaban las mismas ideas, sólo que las veían desde 
			perspectivas diferentes. Sencillamente no fueron capaces de 
			interpretar cómo equilibrar sus energías. La polaridad seguía 
			creciendo exponencialmente mientras rivalizaban con sus 
			civilizaciones y con ellos mismos.
 
			Una tercera civilización comenzó a surgir de las razas de Lira. 
			Debido a que ese planeta era el ápice de un triángulo simbólico de 
			integración (representando ambas polaridades, la negativa y la 
			positiva), ese planeta podría denominarse «Apex» en esa fase de 
			desarrollo. Más tarde, todo esto se convertirá en una pieza mucho 
			más compleja dentro del puzzle galáctico,
 
			El planeta Apex comenzó su civilización atrayendo características 
			de las polaridades tanto de Lira como de Vega. Genéticamente, 
			fueron una mezcla. En sus razas, la diversidad fue aún mayor que en 
			nuestra Tierra actual. Hubo gente de piel oscura y clara, pacifistas 
			y conquistadores, artistas, músicos y soldados. Incluso, en 
			comparación con nuestra raza terrestre, ellos no coexistieron para 
			nada pacíficamente. En el seno de esa cultura empezaron a darse 
			separaciones hasta que el planeta entero estuvo envuelto en la 
			fricción de las polaridades. No se veía solución alguna. El futuro 
			de ese planeta Apex parecía no albergar ninguna posibilidad de 
			esperanza - eventualmente permitieron que la polución y las armas 
			casi destruyeran su mundo.
 
			Cuando se fuerzan las polaridades opuestas- no se integran sino que 
			causan una fusión. Esa fusión se manifestó en el planeta Apex como 
			una guerra nuclear Un pequeño grupo de habitantes se salvaron bajo 
			tierra, pero los demás murieron debido a su propia incapacidad de 
			integración. Lo que sucedió a nivel planetario es bastante 
			interesante. Desde un punto de observación en el espacio, parecía que 
			el propio planeta se estaba autodestruyendo.
 
			  
			Desde el punto de vista 
			de los supervivientes que se habían escondido bajo tierra, ellos se 
			sintieron muy vivos. Como resultado de las explosiones nucleares su 
			planeta fue catapultado eventualmente a otra dimensión. 
			Después del cataclismo, la radiación se mantuvo bastante alta en su 
			mundo, obligando a los supervivientes a seguir viviendo bajo 
			tierra. Cuando se recuperaron de su trauma emocional, llegó el 
			momento de recoger las piezas rotas de sus vidas. Su desarrollo y 
			su increíble transformación serán descritas en futuros capítulos, ya 
			que juegan una parte importante no sólo en la transformación del 
			planeta Tierra, sino en la de toda la Familia Galáctica, inclusive 
			los Fundadores.
 
 
			Entretanto, las razas de Lira y Vega siguieron su desarrollo. Grupos 
			de liranos desearon desaparecer ante la fricción con Vega, de modo 
			que buscaron otras áreas para colonizarlas. También grupos de 
			habitantes de Vega escaparon de los conflictos de su planeta y 
			fundaron unas cuantas civilizaciones, incluidas la civilización de 
			Altaír y la de Centauri (de la ultima no se hablará en este libro). 
			 
			  
			De modo que desaparecieron las líneas claras de una filosofía 
			determinada y de una historia genética. La humanidad fue rápidamente esparcida, llevando consigo las semillas de experiencia 
			y polaridad. La meta siempre estuvo presente, aunque muy enterrada, 
			en las almas de cada ser, y esa meta les empujaba suavemente hacia 
			delante.  
			  
			La meta era y sigue siendo la integración. 
			Queda claro que los comienzos de la entrada en la polaridad no 
			fueron nada fáciles para los Fundadores. Ellos habían creado una 
			ecuación que esperaban que diese unos resultados según sus 
			cálculos. Al igual que sucede con la nueva ciencia del caos, el 
			movimiento de energía entre esas tres civilizaciones, (Lira, Vega y Apex) se volvió impredecible para los 
			Fundadores, y toda la 
			
			Familia 
			Galáctica no pudo hacer otra cosa que quedarse quieta y observar, 
			sabiendo que aun dentro del caos existe un orden, un orden divino.
 
			Estas tempranas lecciones han sido impresas en la memoria etérea de 
			la humanidad para servir de recordatorio de todo lo que
			ha sido y todo lo que puede ser en el futuro. La humanidad jamás está 
			sola en su lucha. Los Fundadores aún están esperando 
			silenciosamente. No sólo existen «ahí fuera» sino también dentro 
			del alma de la humanidad como arquetipo más básico.
 
			  
			El ciclo de la 
			vida y existencia es meramente un círculo; el principio y el final 
			son lo mismo. Cuando la humanidad siente la llamada de la evolución, lo que siente es el susurro de los 
			Fundadores a través 
			de la expansión del tiempo y de la dimensión. Ellos son una parte 
			de la humanidad que se habla a sí misma.  
			  
			Tal vez haya llegado el 
			momento de escuchar.
 
			
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			4 -
			El factor sirio
 
				
				«Radiante como el astro que aparece a la hora de la recolecta, 
			brillando entre el cúmulo de estrellas en lo más oscuro de la noche, 
			la estrella a la que los hombres llaman el Can de Orión. La más 
			luminosa, pero interpretada como una señal malévola, trayendo mucha 
			fiebre para el hombre imposibilitado...»La Ilíada
 
				«Él viene vestido exquisitamente, en muchos colores,. .>
 M. MARTIN, 1907
 
			El reino de 
			Sirio fue el primero en ser explorado por las 
			conciencias curiosas que habían pasado por el Prisma de Lira y se 
			habían separado de los Fundadores. Sirio representa un símbolo muy 
			importante para toda la Familia Galáctica, el símbolo de la tríada. 
			Aunque aún no ha sido confirmado científicamente por la mayoría de 
			los astrónomos, Sirio es un grupo trinario de estrellas.9  
			  
			Ese 
			grupo representa simbólicamente el patrón - dos polaridades en la 
			base del triángulo, uniendo o integrando esas polaridades en el 
			ápice. De ese modo, se refleja el fundamento básico del deseo de la 
			Familia Galáctica, fundirse nuevamente gracias a la unión de las 
			polaridades. 
			9. Algunos astrónomos como 
			Van Der Bos y Finsen del Union Observatory 
			especularon ya en 1920 que Sirio verdaderamente era un grupo 
			trinario de estrellas. También lo hizo más recientemente, D. Lauterborn. No obstante aún no ha aportado ningún dato apto para 
			confirmar dicha especulación.
 
 Después del comienzo, muchas conciencias que eligieron quedarse en 
			un estado no físico se sintieron atraídas hacía el reino de Sirio. 
			Fue aquí donde realizaron el trabajo de base, tanto físico corno no 
			físico, para el papel vital que Sirio iba a jugar en el drama que se 
			estaba desplegando. Ellos se convirtieron en los primeros ingenieros 
			genéticos y etéricos que siguieron los pasos de los Fundadores.
 
			Anticipándose a lo que iba a suceder, estos Sirios no físicos 
			comenzaron a crear (mediante la transmutación de energía en materia) 
			un mundo de tercera densidad que eventualmente seria capaz de 
			albergar vida física. También crearon otros dominios con una 
			vibración enfocada para las conciencias que iban a elegir existir 
			ahí en estados no físicos. Debido a esto, gracias a su habilidad de 
			crear feudos adecuados para todas las manifestaciones de 
			conciencias, se les conoce como los Ancianos de Sirio.
 
			Durante los conflictos entre los liranos y los habitantes de Vega 
			representantes de ambas polaridades moraron en los campos de Sirio 
			con el deseo de lograr una integración allí. Los Ancianos de Sirio 
			se prepararon para una fuerte afluencia, tanto de energía positiva 
			como negativa. Tenían bastante claro qué tipo de situaciones iban a 
			presentarse.
 
			Los habitantes de Vega que eligieron vivir en los dominios sirios 
			decidieron encarnarse físicamente en un marco de realidad de la tercera densidad. Culturalmente estaban muy anclados en la 
			polaridad masculina y su filosofía era dominante, lo cual en la 
			cuarta densidad era cada vez más difícil de sostener Ellos sentían 
			que tenían que dominar a su entorno y controlar la evolución. Según 
			ellos, eso les permitiría obtener una maestría sobre su terreno y 
			desde ese punto de vista, su evolución progresaría a ritmo 
			acelerado.
 
			Debido a ese deseo, los habitantes de Vega comenzaron sus planes 
			para colonizar un planeta que órbita uno de los soles de Sirio. Si 
			querían mantener su filosofía dominante, la polarización natural 
			inherente a ésta, sólo podía perpetuarse en una existencia de la 
			tercera densidad. Iban a estar estrechamente ligados a lo físico, 
			creando un velo de ilusión y de olvido más denso aun que el que existe 
			actualmente en la Tierra.
 
			  
			Estaban tan seguros de sus propias 
			habilidades (y tan poco conscientes de la trampa de la separación 
			existente en la tercera densidad) que comenzaron a acelerar apresuradamente el proceso evolutivo de la especie parecida a los 
			primates que se desarrollaba en el mundo que ellos habían elegido. 
			En el momento que el ADN de la especie indígena era compatible con 
			sus deseos, ellos empezaron a encarnarse. 
			Casi inmediatamente, estos nuevos sirios perdieron su memoria con 
			respecto de la conexión con Vega. El velo era demasiado tupido. Sus 
			deseos de crear el olvido fueron tan fuertes que no recordaron nada 
			de sus orígenes. Ellos no estaban interesados en perseguir 
			actividades creativas, sólo querían mantener su estructura de 
			autoridad. Cuando su afán se tradujo en una realidad física, éste 
			creó una cultura aguijoneada por el deseo de dominar, sobre los 
			otros y sobre todo el universo que les rodeaba.
 
			Cuando el planeta negativo Sirio estaba en pleno desarrollo, un 
			grupo de Lira decidió aventurarse al sistema de Sirio. Estos seres 
			eligieron quedarse en ámbitos no físicos. Su orientación estaba 
			polarizada hacia la idea del 
			servicio a los demás. Estaban 
			particularmente interesados en la sanación física de aquellos que 
			sufrían. La combinación de sirios negativos (que negaron su sí mismo 
			espiritual) y los sirios positivos, no físicos, de origen lirano 
			(que entendieron que era su deber sanar a los que sufrían) creó una 
			dinámica de tensión que resonó en todo el sistema Sirio e incluso 
			más allá.
 
			  
			Así comenzó la saga.  
			  
			Los positivos comenzaron a bombardear 
			a los negativos a niveles inconscientes y subconscientes con energía 
			amorosa y sanadora. Debido a que los negativos estaban tan estrechamente dirigidos, esto les creó un malestar psicológico. 
			Cuanto más se resistían los negativos, más energía sanadora mandaban 
			los positivos. La fricción que se produjo debido a esta interacción 
			fue muy incómoda para todas las conciencias arraigadas dentro del 
			sistema de Sirio.  
			  
			Finalmente intervinieron los Ancianos de Sirio.
 Se decidió trasladar de nuevo el conflicto a otro lugar. Esta vez se 
			iba a intentar lograr la integración desde una perspectiva un poco 
			menos polarizada. Los Ancianos buscaron un hogar para este conflicto. No les llevó mucho tiempo descubrir las propiedades 
			electromagnéticas del entorno llamado Orión. Es así como 
			empezó el 
			mito de cómo Sirio, el astro Can, muestra el camino al Cazador 
			- Orión.
 
			Una vez eliminado el conflicto inicial del sistema de Sirio, la 
			civilización física se quedó. Ellos se habían alejado tanto del 
			espíritu, incluso hasta la muerte, después de la cual ocurría una 
			reencarnación inmediata en el sistema, alejándoles de cualquier 
			forma de existencia no física. Por ello, la mayoría de la sociedad 
			negativa ni siquiera se percató de la existencia de un conflicto y, 
			por tanto, no se dio cuenta de su acercamiento al sistema de Orión. 
			Su sociedad seguía envuelta en la bruma del olvido. Aquellos que 
			desearon una integración de los opuestos negativo/positivo, se iban 
			ahora desde Lira/Vega a Orión en lugar de ir a Sirio. Algunas veces, 
			poco frecuentes, un alma del mundo negativo de Sirio despertaba y 
			avanzaba hacia la arena de Orión.
 
			Desde la perspectiva positiva (no física) de Sirio, ahora se estaba 
			en condiciones de influenciar directamente a los negativos que 
			sufrían. Hubo muchos que alegremente se aventuraron a visitar Orión 
			para llevar a cabo esa tarea. Otros prefirieron quedarse en el 
			dominio de Sirio, concentrando sus habilidades sanadoras en otros 
			objetivos. Otros seres positivos de Lira se unieron a la lucha de 
			Orión.
 
			  
			Así nació la Historia Galáctica. 
			Debido al deseo de los sirios positivos de facilitar una sanación 
			física (su deseo de servir a lo físico en lugar de elegir una 
			encamación) se aliaron con las energías de Arcturus. Arcturus está 
			encaminado hacia la idea de la sanación emocional. Juntos forman la 
			matriz Sirio/Arcturus. Esa matriz ha ido encontrando su camino hacia 
			casi cada planeta físico dentro de la Familia Galáctica en forma de 
			energía holística, que representa la sanación del cuerpo, de la 
			mente y del espíritu.
 
 El planeta Tierra ha conocido la matriz Sirio/Arcturus de muchas 
			maneras. Es una energía arquetípica que utiliza un individuo o una 
			sociedad para muchos propósitos. Esta energía arquetípica es 
			maleable y puede ser plasmada en cualquier definición. Sea cual sea 
			la forma, siempre estará al servicio de lo físico. La matriz 
			Sirio/Arcturus recuerda a los fragmentos su conexión con el Todo y 
			sus habilidades naturales de autosanación.
 
			Aunque sólo se trata de un pequeño porcentaje, un grupo de sirios 
			positivos decidió también encarnarse en lo físico. No obstante ellos 
			rechazaron la forma humanoide por otra más representativa de su 
			propia naturaleza. Esa forma es la forma de los cetáceos. Delfines y 
			ballenas representan una traducción de la energía Siria a un mundo 
			físico y polarizado. En la simbología arquetípica, el agua 
			representa el subconsciente. Los cetáceos están ahí, silenciosamente 
			- en los océanos de la Tierra y en el mar del subconsciente de la 
			humanidad.
 
			  
			Ellos permanecen ahí para recordamos el potencial que 
			tiene la humanidad para la integración. De todas las energías que 
			son parte de la Familia Galáctica inmediata, la energía de Sirio es 
			la más utilizada en la Tierra.  
			  
			La palabra 
			
			Sirio
			significa «el que 
			brilla» o «el que calienta», también llamada «Estrella Can» y 
			«Estrella del Nilo». Tal vez porque sea la estrella más brillante y 
			la segunda estrella más cercana visible desde la Tierra (su 
			distancia es de 8,7 años luz), muchas culturas antiguas, pero sobre 
			todo la egipcia, reconocieron la importancia de la energía de Sirio. 
			A veces, la conciencia de Sirio puede elegir densificar su 
			frecuencia para que ésta sea visible para los humanos de la tercera 
			densidad. Durante muchas dinastías egipcias era bastante común 
			recibir una visita de un sirio bajo el disfraz de uno de sus dioses 
			(como por ejemplo Isis, Osiris y Anubis). Estas «costumbres» 
			facilitaban a los egipcios honrar su presencia y, a menudo, estas 
			visitas evocaban memorias de tiempos muy antiguos, cuando los 
			«dioses» caminaban abiertamente sobre la Tierra.
 
			  
			Esos sirios proporcionaron a los egipcios (al igual que a muchas otras culturas 
			terrestres) información muy avanzada sobre astronomía y medicina. 
			Incluso hoy en día, los estudiosos de este tema se preguntan por el 
			origen de esta información. 
			Al otro lado del globo, la cultura maya tuvo su propia relación con 
			Sirio.
 
			  
			Avanzadas prácticas médicas e información astronómica 
			galáctica les fue impartida. Aun hoy en día los investigadores 
			modernos no han sido capaces de descifrar dicha información. Su 
			relación con Sirio era mucho más personal. Aquellos mayas fueron, 
			por decirlo de alguna manera, turistas procedentes de los dominios 
			de Sirio (encarnados aquí en la Tierra) que querían experimentar lo 
			físico desde un sitio más ventajoso.  
			  
			Su relación con los sirios fue 
			tan íntima que, de hecho, estos últimos compartieron con ellos la 
			tecnología de la transmutación - convertir materia en 
			energía/conciencia pura. Cuando hubieron aprendido sus lecciones, la 
			raza maya desapareció (se transmutó), dejando detrás de sí una senda 
			para que los humanos les pudieran seguir. 
			Esos sirios dejaron muchas cápsulas de tiempo y puzzles detrás de sí 
			para las futuras generaciones. Uno de estos puzzles es el 
			
			cráneo de 
			cristal.
 
			El cráneo de cristal podría representar la naturaleza 
			infinita del hombre y de la conciencia. Reparando en sus 
			profundidades, uno puede divisar el pasado y el futuro. Los humanos 
			aún no han aprendido a traducir los datos y emociones que se 
			disparan cuando uno observa fijamente su esfera. Puede que algún día 
			los códigos contenidos dentro de ese cráneo originen chispas de 
			memoria en la humanidad, tal como fue, probablemente, la intención 
			de los sirios. Ellos son 
			el principal grupo que, disfrazado de muchas formas, ha dejado 
			pistas sobre el pasado de la Tierra.
 
			Es importante darse cuenta de que uno no debe referirse a los sirios 
			como un grupo de extraterrestres, más bien se les debe entender 
			como un grupo de conciencias expresándose a sí mismas tanto 
			físicamente como en lo no físico. Ellos han sido una fuerza
			inspiradora para las civilizaciones en desarrollo en la Tierra.
 
			  
			Tal 
			como veremos más adelante, ellos son los caracteres principales en 
			la creación de la especie humana de la Tierra. 
			Volviendo ahora al planeta negativo de Sirio, la Tierra tiene una 
			traducción análoga de aquella filosofía. La práctica que se denomina 
			«magia negra» o «arte negro» tiene sus raíces en la filosofía de 
			los sirios negativos. En la cultura egipcia, la organizada devoción 
			de las fuerzas negativas tuvo lugar en los templos de Set, donde 
			existían también sacerdotes específicos dedicados a esas artes 
			negras.
 
			  
			Esta filosofía rechaza la idea de una nueva inserción en el 
			tejido universal. Aquellos que practican esta filosofía se 
			consideran únicos, separados de los demás y egocéntricos. La 
			ilusión que han creado es la no aceptación de la responsabilidad de 
			sus actos. Con frecuencia, les cuesta muchas lecciones y, a veces, 
			muchas vidas para reconocer que sus actos y sus creencias crean la 
			propia realidad de la cual intentan escapar. 
			Otra manifestación de la influencia de Sirio aquí en la Tierra, 
			aunque desde una perspectiva ligeramente negativa, son 
			
			los Illuminati. Los Illuminati son un grupo de extraterrestres físicos y 
			no físicos encaminados negativamente (incluso hay algunos que están 
			orientados positivamente) que vinieron a la Tierra como seres 
			físicos durante la infusión de las dimensiones.10
 
			Estos seres sintieron en un momento dado que no recibían el 
			reconocimiento (o el poder) que pensaban merecer.11 Muchas de estas 
			tempranas conciencias, procedentes de fuera del planeta, que 
			interactuaron con la humanidad habían permitido que sus energías y 
			sus «historias» evolucionasen hasta convertirse en arquetipos,
			ayudando así a la Tierra.
 
			10. El 
			grupo los Illuminati no sólo se compone de sirios. Otros 
			colectivos, tales como los habitantes de Orión, forman parte de la 
			estructura del grupo de los Illuminati.
 11. Estos seres representan únicamente un 
			pequeño porcentaje de la 
			conciencia de Sirio. Desde los Comienzos de la Tierra, el planeta ha 
			desarrollado unas relaciones fuertes y positiva con los seres de 
			Sirio, siendo éstos uno de los soportes mas importantes de la 
			humanidad.
 
 Su identidad es el control. Si no pueden 
			controlar a otros, se sienten como si no existiesen... y les aterroriza la no existencia. Por este motivo han intentado 
			interferir en el desarrollo de la Tierra desde el principio. Al 
			igual que insectos molestos, son un estorbo, pero raramente causan 
			problemas serios. Sólo se encontrarán individuos que no tienen 
			ningún sentido de su propio poder en aquellas estructuras de poder 
			de la Tierra que se basan en el miedo o la impotencia. Ellos no 
			tienen ninguna influencia si uno no se lo permite. Al final, todo se 
			resume en reconocer el propio poder.
 
			La última representación concerniente a manifestaciones contemporáneas de la energía de Sirio tiene que ver con la 
			aparición de extraterrestres tal como se explica en la literatura 
			sobre ovnis. En la mayoría de los casos, las experiencias extra 
			terrestres severamente negativas como la mutilación de ganado y los 
			«Hombres de Negro», están conectadas con el grupo negativo de Sirio 
			(y Orión) y, en realidad, generan más miedo que daños.
 
			  
			Hay momentos 
			que los sirios físicos (y los de Orión) pueden traspasar las capas 
			de protección del sistema solar intentando provocar el caos.  
			  
			¿Cuál 
			es
			su motivación? 
			Al explorar 
			antiguos textos sumerios que hacen referencia a la 
			historia antigua y a la naturaleza de los conflictos entre los 
			dioses, uno percibe claramente que la Tierra (en conjunto o en 
			parte) estaba involucrada en las disputas territoriales con diversos 
			grupos en diferentes épocas. Con frecuencia se ha planteado la 
			pregunta de por qué los sirios estaban tan implicados en el 
			desarrollo de la Tierra.
 
			  
			Si realmente es cierto que Sirio es un 
			grupo trinario de estrellas (tal como sugiere la tradición 
			astronómica de 
			los Dogon) ¿es posible que Sol (el sol de la Tierra) 
			sea o fuese en algún momento la tercera estrella?  
			  
			Si fuera cierto, 
			la Tierra podría haber sido parte de la disputa territorial entre 
			los sirios desde el mismísimo comienzo. Esto explicaría por qué los 
			sirios negativos consideran que es su derecho hacer lo que les 
			plazca en la Tierra y por qué
			levantan un dedo acusador a otros extraterrestres que interfieren 
			erróneamente en los asuntos internos de Sirio, creando, de este 
			modo, muchas peleas históricas. Actualmente, el Sol sólo está unos 
			8,7 años luz del sistema Sirio y ha sido considerado por los 
			astrónomos parte de nuestra familia estelar local. 
			Muchos de los antiguos sirios eran bastante hábiles en el manejo de 
			la ingeniería genética. Durante la infusión de la Tierra, los sirios 
			físicos implantaron un código de ADN oculto en los primeros 
			humanos. Cuando los seres de la Tierra, como raza, llegan a una 
			determinada frecuencia vibratoria, este código se dispara.
 
			  
			Ese 
			código ayudará a aquellos que viven en la Tierra a recordar el 
			pasado galáctico de la humanidad. Los sirios negativos 
			contemporáneos han evitado estoicamente pasar a la cuarta densidad 
			debido al miedo de la no existencia. Temen que si la Tierra logra 
			esta transición, ellos también tendrán que pasar y dejarán de 
			existir.  
			  
			Creen que si mantienen a la sociedad encerrada en el miedo, 
			la Tierra no será capaz de conseguir este cambio. Como un todo, no 
			pueden determinar el destino de la humanidad, ya que los habitantes 
			terrestres tienen más poder de lo que sospechan los sirios 
			negativos. No obstante, continuarán en esta tesitura. No conocen 
			otra manera. 
			No importa si se trata de extraterrestres físicos o energías 
			arquetípicas, la identidad de los sirios está entrelazada con la de 
			la humanidad. Esta es rica en conocimiento y también en retos.
 
			  
			Uno 
			siempre debe recordar que Sirio es una tríada, y no hay que olvidar 
			lo que esto representa - la integración de las polaridades - y ése es 
			el destino de la Tierra.
 
			
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