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			 traducción de Adela Kaufmann Mayo 16, 2001 del Sitio Web DarkStar1 
			
			 
 
			La ‘estrella’ roja Horus, nació de 
			Sirio (Isis 
			Blanca), un acontecimiento celestial que capturó el significado de 
			la mitología egipcia muy lindamente. Es menos fácil señalar una 
			fecha específica, sin embargo, ya que muchas de las cuentas antiguas 
			del Sirio rojo eran tradicionales, y estaba basadas en textos más 
			tempranos. 
 Los modernos eruditos tienden a fechar este acontecimiento aproximadamente como el año 6 AC, un poco más atrás en el tiempo de lo que previamente se pensó. (1) 
				 
			Si Nibiru apareció durante la década que precedió el comienzo del 
			calendario cristiano, entonces podemos calcular la periodicidad 
			actual de Nibiru como siendo aproximadamente 3,750 -60 años (dado 
			que 
				
				
				Zecharia Sitchin
			 
			ha fechado el previo pasaje del perihelio de Nibiru a 3760 BC, el primero año del calendario Nipuriano y el 
			comienzo de la Cuenta de Años judía.) 
 Estos dos increíbles cataclismos están registrados en diversas mitologías alrededor del globo terrestre. 
 
			Marte pudiera también haber sido afectado por un catastrófico cambio 
			de clima, de la misma forma, conduciendo a un lanzamiento de agua a 
			la superficie del planeta rojo. 
 
			
			 
			 
 Esto llamó mi atención al decirme Gary Gilligan, quien notó que Cotterell calculó una inversión de todo el campo magnético del sol cada 3750 años. Esta cifra está basada sobre análisis del ciclo estándar de manchas solares, combinado con dinámicas orbitales dentro del sistema solar, y los períodos rotacionales variantes de la atmósfera del Sol (2). 
 
			El resultado es una inversión de la ‘capa neutral’ o 
			espacio local alrededor del Sol. Cotterell no fue capaz de ofrecer 
			una explicación para este comportamiento, más allá de citar 
			influencia externa sobre el Sol. 
 
			Este número 
			corresponde a 3,741 años. 
 Esto parece reflejar un antiguo conocimiento, según lo ejemplificado por el ‘Constante Niniveh’, un notable número registrado en una tablilla de arcilla en la Biblioteca del Rey Asirio Assurbanipal. Maurice Chatalain, que fue científico de la NASA, calculó que este equivalente-sexagesimal de 15 dígitos era un Gran Constante del sistema solar, incorporando los períodos orbitales de planetas conocidos (y desconocidos!) a los Asirios (4). 
 
			Por supuesto, si Zecharia Sitchin está en lo correcto, entonces los asirios nos lo 
			habrían heredado a nosotros. 
 
			Peor muchos en el 
			mundo en ese tiempo estaban bajo el control militar de los romanos, 
			o bajo la influencia cultural de los griegos. Las religiones del 
			Disco Alado, y los antiguos dioses de Mesopotamia y Egipto estaban 
			tocando el segundo violín en las importaciones europeas, algo como 
			la americanización ha alineado muchas diversas tradiciones de 
			nuestro mundo moderno. A pesar de estas dificultades, una 
			expectativa sobre y más allá de anhelar la venida del Mesías eran 
			evidentes. 
 Contiene relieves de faraones abrazando a dioses y, 
 
				 El Egiptólogo David Rohl hace comparaciones entre los rituales decretados en Edfu y el Templo de Dendera, y las ceremonias religiosas de Sumer. 
 Más importante es este punto que, 
 
			Es mi controversia que el Disco Alado no era para nada el Sol, sino 
			que la estrella oscura Nibiru, la Estrella del Este. Yo creo que el 
			Templo de Horus en Adfu fue construido en anticipación del retorno 
			del Señor Celestial. 
 
			Sitchin considera que esto indica la Edad de 
			la representación como siendo entre 654 AC y 4380 AC (7). Dudo 
			fuertemente que este sea el significado de la representación en el 
			techo. 
				 Esto coincide un poco con el paso anterior de Nibiru en 376 AC. 
 
			Yo 
			creo que la distorsión del zodíaco está diseñada a impartir 
			conocimiento del visible movimiento parabólico de
			
			Nibiru a través 
			del Duat, y que el Ptolemaico Templo de Dendera fue construido con 
			las antiguas enseñanzas de los ‘Seguidores de Horus’ firmemente en 
			mente. En el zodíaco, el halcón es Horus, igualado con el Disco 
			Alado, y el palo significa un marcador celestial, similar a las 
			muchas piedras megalíticas de tipo obelisco usadas por los antiguos 
			para marcar posiciones en los cielos. No obstante está posicionado 
			lejos del zodíaco, dentro del Duat sureño. 
 Si Horus es, de hecho, simbólico de la Estrella Oscura Nibiru (y observe el disco rojo sobre la cabeza de Horus), entonces los asistentes podrían ser lunas, y podríamos especular que el Pájaro Bennu es simbólico del planeta-hogar/luna de los Anunnaki (representando el ¿Campo de Cañas’). 
				 Si este fuera el caso, entonces este motivo registra un total de seis lunas. Otras piezas de evidencia apuntan a siete, como he mostrado, y todavía no está claro cual es correcto. 
 
			Más 
			investigación es requerida en esta área. 
 
			
			 
			  
 
			A veces parecen 
			‘danzar’ lentamente en el cielo, y la posición de Nibiru en los 
			cielos podría similarmente variar, dependiendo de la posición 
			relativa de la Tierra en cualquier punto dado en su tránsito. Como 
			tal, Nibiru podría ser visto cruzando la eclíptica por primera vez 
			en Leo en vez de Cáncer. Los monumentos en el Monte Nimrod (Nimrud Dag) en Turquía parecen implicar esto. 
 Hay un ducto construido en el lado de la montaña que tiene 158 metros de longitud y está a 35 grados. 
 Su propósito es desconocido, pero dada la naturaleza piramidal del Hierothesion, uno pude imaginaras que este podría ser un ‘ducto estelar’ usado para señalizar una parte particularmente significativa del cielo. Gilbert cree que esta es la estrella Regulus en Leo. 
				 
			Otros monumentos 
			incluyen un segundo túmulo en el camino hacia Urfa desde Commagene, 
			esta de 35 m de altura. Está situada entre varias agrupaciones de 
			pilares erguidos, uno ofreciendo una percha para un águila, otro 
			para un león sin cabeza. Otras referencias astronómicas son asumidas 
			por este sitio. 
 Si esta era un horóscopo, entonces un ocultamiento de Regulus por la luna sería irrelevante. 
				 
			El Dr. Seymour afirma muy enfáticamente que una conjunción 
			astrológica de planetas es acerca de sus posiciones relativas a lo 
			largo de la elíptica, y no tiene mucho que ver con si ocurre o tiene 
			lugar una conjunción visible real (3). No solo eso, sino que la 
			posición relativa de la Luna en el campo de estrellas es bastante 
			difícil de calcular. Así, pues, ¿Por qué incluir a una conjunción 
			tan llanamente visible en el fresco? 
				 
			El único problema era que, haciendo esto, se volvía evidente que la 
			‘estrella ocultada’ no era Regulus. He representado aquí la 
			constelación, y he indicado la posición relativa de la eclíptica, 
			así como las posiciones de los otros planetas (que están etiquetados 
			en el Frieze). Este análisis, pues, pide la pregunta, si la estrella 
			no es Regulus, entonces, ¿Qué es? 
 Pero, ¿Cuándo? 
				 El arsenal de planetas en Leo sirve para verificar la fecha. Mientras los eruditos se han concentrado en la fecha de 62 BC, yo usé el programa de astronomía de computadora para chequear algunas otras pocas fechas durante de Era Mesiánica que consideraría a Mercurio, Marte y Júpiter, todos en Leo. 
 
			No tendría que haber 
			coincidencias alrededor de 25 DC. Pero, significativamente, los tres 
			planetas aparecieron en Leo en agosto del año 2 AC (específicamente 
			el 26).  
 
			
			 
			  
 
			El ‘rayo de 
			estrella’ en el lado de la montaña, entonces, había sido usada para 
			rastrear los cielos para la primera aparición de la Estrella 
			Mesiánica en ese tiempo. De hecho, toda la evidencia indica que el 
			paso de 
			Nibiru ocurrió en el invierno/primavera, no en el verano. 
			Las últimas etapas del tránsito del perihelio estaban, entonces, 
			escondidas por la fijación del Duat debajo del horizonte, así como 
			la posición relativa del Sol en ese tiempo del año. No obstante, 
			suficiente del tránsito fue observado de crear la anomalía del 
			‘Sirio rojo’, la cuenta de la Estrella de Belén y todos los 
			acompañantes del fervor religioso que iba con ella. 
 
			El fresco de Leo sobre el Monte Nimrod no 
			es un registro, más bien una predicción. Si hubiera sido un registro, 
			entonces, ¿porqué construir el supuesto rayo de estrella?  
 La fecha indicada por esta cuartilla es 3798 DC. ¿Esta metodología refleja aquella del creador del fresco de Nimrud Dag, especificando un período aproximado en el tiempo? 
 
			Esto, entonces, corroboraría mi 
			predicción para la próxima aparición de Nibiru, alrededor de 3750-60 
			AD. Si fuera así, y Nostradamus está correcto en sus imágenes 
			apocalípticas, entonces no habrá necesidad de un calendario después 
			de esta fecha, para nada… 
 
 Referencias 
 
 
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