del Sitio Web VoltaireNet
"generalmente llega al clímax de sus muy lucrativos films hallándose frente a un artefacto apocalíptico y tratando desesperadamente de saber cuál cable tiene que cortar para desactivarlo, mientras que un reloj numérico en rojo anuncia implacablemente una detonación que, como sabemos, pondrá fin a la vida humana (…) Hoy estamos, mis colegas dirigentes mundiales, casi en la misma situación que James Bond, pero la tragedia es que esto no es una película y que el dispositivo apocalíptico es real". Eso dijo, con la mayor seriedad del mundo, el primer ministro británico Boris Johnson al abrir la COP26.
La "Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático" viene siempre acompañada de discursos apocalípticos pero nunca arroja compromisos cuantificables ni verificables.
Sólo da lugar a
promesas, que siempre se firman en medios de grandes despliegues
mediáticos pero también siempre redactadas en condicional.
Comenzó con un espectacular video, donde un dinosaurio subía a la tribuna de la Asamblea General de la ONU para lanzar una llamada de alerta sobre la posible extinción de la especie humana, y prosiguió con el discurso de apertura del primer ministro británico, Boris Johnson, sobre,
El show prosiguió en la
calle con una manifestación encabezada por
Greta Thunberg,
quien declaró ilegítimos todos los gobiernos del mundo y denunció
el "fracaso" de la conferencia, que sólo estaba comenzando.
relacionó las variaciones climáticas con las modificaciones de la órbita terrestre y la inclinación del planeta. Inicialmente ridiculizada, la teoría de Milankivic se convirtió en un análisis de referencia para explicar las variaciones del paleoclima... y también podría explicar las modificaciones, a menor escala, registradas en los últimos años.
El clima siempre ha sufrido cambios, no de manera linear sino por ciclos. Hace 7 siglos, la Tierra era un planeta más caluroso que hoy en día.
Por ejemplo, en Francia
los glaciares de los Alpes eran menos extensos que hoy - incluso
había camellos silvestres en lo que hoy conocemos como la región
francesa de Provenza - y ciertas partes del litoral de lo que hoy es
la Francia continental se adentraban en el mar más profundamente
que en la actualidad mientras que otros tramos de litoral, más
"retirados", avanzaron con el tiempo.
Por eso "creemos" que las evoluciones climáticas que hoy vemos se aceleraron como consecuencia de las emisiones de gases de efecto invernadero provenientes de la actividad industrial, durante los dos últimos siglos.
Es posible, pero la
simultaneidad de dos hechos no indica necesariamente que uno sea la
causa del otro.
Al impulsar la creación del GIEC (en 1988), la entonces jefa del gobierno británico, Margaret Thatcher, aspiraba a encabezar una nueva revolución industrial basada en el uso del petróleo y de la energía nuclear. En la práctica, la política de Margaret Thatcher consistió en cerrar gran parte de la industria británica y financierizar la economía del Reino Unido, lo cual nos ha llevado a la COP26 y a la actual retórica sobre el "calentamiento climático" como medio de justificar el endeudamiento del Tercer Mundo ante las grandes entidades financieras de la City.
...para financiar un "Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático" (GIEC, también designado como IPCC debido a sus siglas en inglés), bajo los auspicios,
Poco después, Margaret
Thatcher declaró que los gases de efecto invernadero, el hueco
de la capa de ozono y las lluvias ácidas exigían respuestas
intergubernamentales. 3
La señora Thatcher estaba
empeñada - así lo confirmaron después sus consejeros - en acabar con
los sindicatos de los mineros de los yacimientos de carbón y en
promover una nueva revolución industrial, basada en el uso del
petróleo del Mar del Norte y en la energía nuclear. 4
En el GIEC no se habla de climatología sino de política climática. La gran mayoría de sus miembros no son científicos sino diplomáticos. En cuanto a los expertos en climatología que pertenecen al GIEC, no están ahí como científicos sino como expertos en el seno de su delegación gubernamental, o sea como funcionarios.
Todas sus intervenciones públicas se hacen bajo el control de sus gobiernos.
Es por consiguiente
grotesco hablar de consenso "científico" para designar lo que en
realidad es el consenso político que reina en el seno del GIEC. Eso
demuestra un desconocimiento total del funcionamiento de las
instituciones intergubernamentales.
En realidad obedece
fielmente a esos gobiernos y elabora, con sus climatólogos, una
retórica destinada a justificar una serie de cambios políticos que
la gente normal rechazaría sin los argumentos del GIEC.
La 26ª edición de esa
conferencia es el encuentro de Glasgow (COP26).
En 2021, aquella verdad de 1990 se ha
convertido en una herejía...
Pero con el transcurso del tiempo comenzó a decirse que los cambios serían tan radicales que podrían amenazar la supervivencia de toda la especie humana.
Como no se ha producido
ningún descubrimiento científico inesperado que venga a cuestionar
abruptamente la verdad anterior, el cambio de retórica tiene como
única explicación la evolución de las necesidades de los gobiernos.
Para evitar eso, hay una
sola solución, que ya se utilizó en el pasado.
Así que se inventó la historia del "error del milenio", según la cual todos los sistemas informáticos del mundo iban a entrar en crisis a las 00:00 horas del 1º de enero del año 2000... y todo el mundo volvió a comprar nuevos ordenadores y programas informáticos concebidos para enfrentar el "Y2K".
Por supuesto, no se
cayeron los aviones en vuelo, tampoco se cayó ningún ascensor ni
hubo ordenadores con problemas. Pero se detuvo la caída de las
ventas y se salvó Silicon Valley.
O sea, en vez tratar de vender otro automóvil a alguien que ya tiene uno, habrá que venderle un vehículo eléctrico para reemplazar su automóvil que funciona con gasolina.
Por supuesto, la electricidad se genera utilizando petróleo y exige el uso de baterías que actualmente no son reciclables.
En definitiva, con la
"transición energética" el planeta se verá más contaminado que antes
pero... ¡ahora no hay que pensar en eso!
garantiza el enriquecimiento personal del ex-vicepresidente estadounidense Al Gore, quien es su principal promotor. A finales de los años 1990, fue precisamente Al Gore quien montó el cuento del "error del milenio", contribuyendo así a la fortuna de Bill Gates y preservando los intereses de Silicon Valley.
El vicepresidente Al Gore estaba entonces a cargo de la política energética de Estados Unidos y así aprobó la guerra en Kosovo para poder construir un oleoducto a través de los Balcanes.
Pero, como el Protocolo
apuntaba originalmente a limitar las emisiones de 5 gases de efecto
invernadero y de 3 sustitutos de los clorofluorocarbonos, Al Gore
promovió la creación de unos "derechos de emisión de CO2"
para las industrias y se olvidó de los demás gases.
Como Estados Unidos nunca firmó el Protocolo de Kioto esa entidad funcionó mal, así que Al Gore abrió en los otros cuatro continentes sucursales que se desarrollaron rápidamente.
Hoy Al Gore percibe una remuneración por cada intercambio de derechos de emisión de CO2.
Para desarrollar su negocio, Al Gore se convirtió en "militante" de la causa climática y produjo el film An Inconvenient Truth (Una Verdad Incomoda).
Le dieron entonces el
premio Nobel de la "Paz", aunque ese film, presentado como un
documental científico, es sobre todo un largo spot publicitario
para su "bolsa del clima". 5
Ya en la Casa Blanca, Barack Obama elaboró el proyecto de utilizar la histeria sobre el clima para reformar el sistema financiero global.
Ese fue el proyecto que
se adoptó en la COP21, en París, y que debería ponerse en marcha
con la COP26 de Glasgow.
Para aplicar las resoluciones de la COP26, los Estados tendrán que adaptar su industria y... endeudarse. Todavía no se sabe bien si el calentamiento global es causado por la actividad humana pero no hay dudas sobre el origen
del
saqueo de las economías.
Cuatro británicos están a cargo de ese encuentro:
Ninguno sabe absolutamente nada de climatología pero los cuatro defienden un proyecto de reforma de las instituciones de Bretton Woods,
Si los presidentes de
Rusia y
China, Vladimir Putin y Xi Jinping, no participan en la
COP26 no es porque estén en desacuerdo con la lucha contra la
contaminación del medioambiente sino porque se oponen a ese
proyecto financiero.
Lo que se firmaría al final de la COP26 es la creación de una instancia que, para movilizar esos fondos, agruparía,
...y 450 grandes
empresas.
Todos los gobiernos
saben ya que las "donaciones" y préstamos de las instituciones
internacionales vienen acompañados de condiciones leoninas que
hacen que sus países sean más vulnerables y que cuando llegue el
momento del reembolso el país ya no será dueño de nada.
Información Adicional
Referencias
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