Querida lectora,
querido lector,
desde hace unas semanas, los medios tienen una
nueva fobia:
las mutaciones
del virus, particularmente la "variante inglesa"...
Sin embargo, ¡es
evidente que el virus no esperó un año antes de mutar!
En
efecto, un virus no deja de mutar al reproducirse, volviéndose
al mismo tiempo cada vez menos virulento (que es la misma
naturaleza de cualquier virus).
Entonces recordemos
la realidad de las cifras, si me lo permiten.
Con respecto a la
'pandemia', estas son las cifras de mortalidad:
-
Más bien escasas (1 personas de cada 2000)
-
Esencialmente
personas de edad bastante avanzada (una media de 84
años)
-
A veces padeciendo varias enfermedades graves
1
Es cierto que podrían presentarse consecuencias cardiovasculares
a medio plazo, pero sus incidencias son mortales en raras
ocasiones.
¿Sería un prerrequisito la imposición de la vacuna?
Sólo el "miedo al virus" convierte esta vacuna en algo
imprescindible, al igual que el chantaje al que nos están
sometiendo al quitarnos lo que constituye la sal de nuestra
vida:
la cultura y las excursiones/viajes.
Pero mi ruego es que presten atención a los portadores de
noticias:
nunca escucharán una verdadera promesa que garantice
la vuelta a una vida normal.
Desgraciadamente, no por estar vacunados les garantizarán que
podrán disfrutar de su familia y sus amigos, del museo, del
restaurante, del teatro, del cine, de los bares nocturnos...
El pánico
nunca ayudó a nadie
Hemos protagonizado la alarma en Inglaterra acompañada de la
vacunación masiva, el mismo despliegue en Israel (¡más de un
millón de vacunados!), y en Alemania.
Si el proceso de vacunación se retrasa, quizás sea porque los
médicos franceses se muestran más circunspectos en cuanto a la
terapia génica de PfizerBioNtech, sobre la cual ¡no disponemos
de ningún estudio en cuanto a sus efectos a largo plazo...!
Como lo subrayó mi amigo Xavier Bazin recientemente, las
consecuencias de esta vacuna con el ARN mensajero podrían
revelarse catastróficas.
Podría engendrar un nuevo virus, mediante una combinación
imprevista del virus vivo, que podría resultar igual de
contagioso.
Pero primero que nada, quisiera hablarles de un estudio muy
importante del 2012 que resurgió recientemente a la superficie.
Dicho estudio nos recuerda que la vacunación NO es la panacea
frente a los virus.
Peor aún si cabe,
podría ser contraindicada contra la 'pandemia'...
En una palabra,
la vacunación podría originar una explosión del
número de muertes.
¿Podría la
vacunación convertir el virus en algo aún más mortal?
En particular, dos personalidades eminentes y críticas de la
política sanitaria actual han tomado la palabra en este debate:
-
la genetista
Alexandra Henrio-Caude, investigadora en la Inserm
(Instituto nacional de la salud y de la Investigación médica)
-
la epidemióloga irlandesa
Dolores Cahill.
Este estudio del 2012, publicado en la revista
PlosOne, cuyo
mérito es la de ser la revista médica más leída del mundo,
declara que la vacunación sobre los coronavirus de los ratones
¡provocó efectos inversos a los deseados...!
En efecto, las cobayas se volvieron más sensibles a la
enfermedad, por lo que ¡corrían más riesgos de morir que las que
no habían sido vacunadas!
El estudio concluye que la vacunación no es el tratamiento
adecuado para este tipo de virus, y que no debería administrarse
en humanos.
Al menos habría que testarla tomando todas las
precauciones posibles. 2
Evidentemente, esta información no la comparten con nosotros,
pero promulgan la vacunación como si de un ábrete sésamo se
tratara para recuperar la libertad... lo que, hay que insistir,
¡no lo es!
30.000
cuidadores franceses contraatacan
Los médicos franceses reciben unos tres correos electrónicos a
diario por parte de su administración que les instan a vacunar
en lugar de tratar, de acuerdo al testimonio de Violaine Guérin:
3
Esta médica, feroz defensora del tratamiento contra la
'pandemia',
lanzó un importante manifiesto para la priorización del
tratamiento sobre la vacunación.
Les animo, suponiendo que disponen de tiempo, a firmar este
manifiesto que ya está molestando considerablemente al gobierno
francés.
Además, Violaine Guérin y los 30.000 cuidadores que la apoyan,
luchan para la creación de un comité científico independiente.
El ajetreo
de la vacunación
¿Por qué ciertos estados occidentales insisten tanto con la
vacunación ARN, cuando ni Asia ni África lo están haciendo?
Probablemente encontramos la respuesta en las relaciones muy
estrechas entre la administración y los laboratorios
farmacéuticos, como los tristemente célebres laboratorios
Servier, 4 productores del Mediator (medicamento para
diabéticos).
Por supuesto, ese no es el argumento que nos ofrecen.
Pero este experimento no tiene precedente, tanto desde el punto
de vista de las poblaciones aquejadas como de la peligrosidad
potencial de los productos inyectados.
El tratamiento ARN
no es una vacuna en el sentido de una
inoculación de un virus atenuado o "muerto" para permitir a sus
cuerpos que aprendan a defenderse ante sus ataques.
Es un tratamiento que consiste en tocar el teclado de tus genes,
los cuales podrían sufrir una modificación en función de las
evoluciones de las epidemias.
Como si ello implicara una mayor flexibilidad y eficacia que la
vacunación convencional...
En realidad, una vacuna tiene que conservarse a temperatura muy
baja (-70º C) para evitar cualquier alteración.
Por consiguiente,
ignoramos cómo actúa sobre nuestros genes, ¡y especialmente a
sabiendas de que esta vacuna no ha sido adaptada a las recientes
mutaciones del virus!
¡Por consiguiente cabe la posibilidad de que esta vacuna sea
muy
peligrosa, y sin ninguna utilidad particular!
¿Qué
quedará de la medicina?
¡Se entiende perfectamente la falta de disposición de los
médicos y las autoridades sanitarias ante la prescripción de
esta "vacuna"!
Si los laboratorios quedan exentos de cualquier responsabilidad
jurídica, de cualquier daño e interés, la reputación de las
autoridades sanitarias y de los médicos peligra.
Incluso es la reputación de toda la medicina occidental la que
está en juego.
Sobre todo, y repito, cuando la totalidad de las vacunas
actualmente disponibles tienen un tiempo de fabricación tan
corto a sus espaldas:
¡6 a 8 meses - máximo un año...!
Cuando unos
diez años de media son indispensables para la consecución de
unos resultados más o menos probatorios.
La vacuna contra la gripe tardó 15 años en desarrollarse, y los
investigadores se esfuerzan cada año para adaptarla a las
mutaciones del virus... con éxitos al menos mitigados ya que
para la gripe, una de cada dos personas vacunadas no está
inmunizada.
Las vacunas contra la 'pandemia' llegan a los mercados con cierto
retraso de cara a la mutación natural de los virus, con
eficiencias inciertas... y con efectos secundarios, los cuales,
eso sí, son muy reales.
No podemos
confiar en los laboratorios
Las primeras vacunas en el Reino Unido fueron un desastre.
Tanto
fue así que el gobierno pidió a la gente alérgica que no se
vacunara. 5
Por todo el mundo, el personal sanitario se está oponiendo a
dicha práctica.
Un médico de 56 años muere en Florida, dos semanas después de
haber sido vacunado. 6 Sin embargo, ni su condición física, ni
su edad, explican un desenlace como este.
En Noruega, se confirmó que 13 personas residentes en asilos
habían muerto por causa directa de la inyección de dicha vacuna
ARN Pfizer BioNtech.
Se abrió una investigación 7 y Sigurd Hortemo, la directora
noruega de la salud, ha puesto en tela de juicio la necesidad de
vacunar a las personas especialmente frágiles - sobre todo las
que están aquejadas por otras enfermedades.
Además, hay videos circulando que denuncian efectos secundarios
particularmente desagradables a corto plazo, como los de esta
mujer presa de violentas convulsiones que ya no remiten, 8 o
de otros tantos enfermeros. 9
También es el caso de una enfermera canadiense certificada,
Shawn Skelton, 10 cuyo caso empieza a hacer ruido
11 pero
del que no se reporta en los medios tradicionales.
¡Prefieren contarte lo importante que es el servir de ejemplo
siendo una persona vacunada...!
Sin embargo, nadie ha establecido objetivamente la eficacia real
de la vacuna, a parte de algunos estudios internos.
Así, si el paciente vacunado enferma, además de sufrir los
efectos secundarios de la vacuna, supondrá una DOBLE CARGA para
él.
¿Qué es
esta vacuna "OGM?
Fui uno de los primeros en hablarles de la "vacuna" con el
ARN
mensajero, una tecnología utilizada tanto por Pfizer-BioNtech
como por ModeRNA.
El funcionamiento de esta tecnología es bastante simple.
Cuando se trata de una vacuna "clásica", les inoculan un virus
desactivado o atenuado para que sus cuerpos se acostumbren a
este elemento extraño.
Es así como ustedes fabrican las armas
(los anticuerpos) para destruir el virus en cuanto ha sido
"detectado" en sus cuerpos.
Por otro lado, en la vacuna ARN, se envía un material genético
para influenciar directamente el código de las células de manera
que estas lo eliminan nada más detectar el virus.
El Profesor Christian Perronne lo llama "terapia" génica, pero
no "vacunación". 12
La diferencia la encontramos entre aquel que está entrenado para
disparar con un fusil en caso de urgencia, y la de estar
condicionado a fusilar ante cualquier caso de urgencia - lo que
puede causar muchos accidentes (¡y de los graves...!)
En realidad, estos "mensajes" enviados al código de nuestras
células no se quedan en las células, al contrario de una vacuna
ADN. Sólo sirven para enseñarles a sus células a defenderse
contra un virus.
Lo que no quita que estos mensajes se impriman en nuestro código
genético, por lo que en realidad esta,
"vacuna nos cambia para
siempre"...
Estos cambios podrían provocar,
...pero también
enfermedades completamente nuevas.
Ellos
juegan, USTEDES PAGAN POR ELLO...
Esta nueva tecnología de vacunación supone dos retos enormes
para la investigación.
En primer lugar, cada vez que una nueva mutación del virus ha
sido identificada, tendremos la capacidad de ordenar a nuestras
defensas inmunitarias su destrucción.
Pero la otra cara de la moneda es considerable.
Ninguna compañía farmacéutica, y ningún seguro, se hacen
responsables de los efectos posiblemente desastrosos de la
vacuna (tanto de esta como de las demás).
Al final es la Unión Europea quien les indemnizará, es decir,
¡vuestros impuestos...! 13
Ya lo entendieron, en esta historia de vacuna, ustedes siempre
serán los perdedores, y
la industria farmacéutica, la eterna
ganadora.
No es de extrañar que quiera seguir con el jueguito del
"¡cueste lo que cueste!"...
Sin más, cuídense mucho,
Dr. Thierry Schmitz