NEGOCIOS TURBIOS
No hay rubro en el que los derechos humanos se pisoteen tanto como
en el del petróleo.
Para obtener ganancias a partir del oro negro,
algunas multinacionales del petróleo financian guerras, pagan
comandos asesinos y tornan inhabitables regiones enteras.
Alguna vez esta región debió de haber sido hermosísima: playas de
arenas blancas y esteros con palmeras y manglares. Tierra adentro,
un sistema de ríos ramificados en
medio de la espesura del bosque. Aguas ricas en peces, que ofrecían
a los lugareños alimento y agua potable y alimentaban la tierra
fértil. Gente amistosa, ciudades llenas de vida, naturaleza virgen y
especies animales exóticas como el cocodrilo enano, el hipopótamo
enano y el leopardo. Un paraíso turístico.
Pero por el delta del Níger, en el sur de Nigeria, no se ve ningún
turista. La austríaca Susanne Geissler, quien visitó la región en
enero de 2001 en el marco de un proyecto de la UE, describe la
situación como la de una película de terror:
"Apenas se puede
respirar. El paisaje se ve sólo a través de una capa de niebla gris.
El aire está apestado por las plantas industriales y el tránsito. Y
a través de ese velo gris resplandecen por todas partes unas
llamaradas de gas ardiente de varios metros de altura". 1
Al principal
culpable de este escenario fantasmagórico, que transformó una
próspera región de unos 35.000 kilómetros cuadrados en un desierto
industrial, aquí lo conocen todos:
se llama Shell.
Shell en Nigeria
La multinacional angloholandesa Royal Dutch Shell extrae y produce
petróleo en el delta del Níger desde 1958, cuando este país aún era
una colonia perteneciente a la corona británica.
Shell Petroleum
Development Corporation (SPDC), la compañía subsidiaria local, es la
principal extractora de petróleo en Nigeria. Casi la mitad de la
producción nigeriana, de más de dos millones de barriles diarios2,
va a parar a su cuenta.
Shell trabaja en estrecha colaboración con
la compañía nigeriana nacional, Petroleum Corporation (NNPC), con la
compañía petrolera francesa Elf y con la italiana Agip. Todas ellas
conforman un holding.3
Pero desde el 10 de noviembre de 1995 se ha interrumpido la paz
familiar. Ese día, el dictador nigeriano Sani Abacha mandó a matar a
Ken Saro Wiwa, escritor y activista por los derechos humanos que
había protestado durante años contra Shell.
Sus familiares afirman que por ese
motivo había que apartarlo del camino.
Su asesinato colocó tanto al régimen
como a la compañía bajo una fuerte presión internacional.
1 -
Entrevista realizada por Klaus Werner el 19.3.2001
2 -
En un barril caben casi 159 litros. En el año 2000, el precio por
barril en el mercado mundial rondaba los 28,5 dólares. En una
entrevista con el semanario alemán Die Zeit, Jeroen van der Veer,
director
ejecutivo de Shell, declaró: "Nuestras ventas mundiales superan los
cinco millones de barriles de 159 litros por día, de los cuales
nosotros solamente extraemos alrededor de 2,3 millones. Esto
significa que más de la mitad del petróleo que vendemos tenemos que
comprarlo al precio del mercado mundial." (Extraído del artículo "Wir
machen gute Gewinne", publicado en Die Zeit, 39/2000)
3 -
La SPDC se encuentra a la cabeza de una joint venture con la
compañía estatal "Nigerian National
Petroleum Corporation" (NNPC), que tiene una participación del 55
por ciento. Shell se queda con el 30%, y el resto se lo llevan la
petrolera francesa Elf (10%) y la italiana Agip (5%)
Cómplices de la dictadura militar
Entre 1966 y 1999, Nigeria fue gobernada en forma casi
ininterrumpida por dictaduras militares que, en su mayoría,
cooperaron estrechamente con la compañía europea.
El más brutal de
estos regímenes fue sin duda el del general Abacha, que comenzó el
12 de junio de 1993 y se extendió hasta su muerte en junio de 1998.
Su mandato se caracterizó por la persecución de miles de opositores,
por detenciones masivas y por ejecuciones, violaciones y saqueos
llevados a cabo por altos jefes militares, pero sobre todo por un
aumento generalizado de la corrupción y el enriquecimiento personal
de las cúpulas políticas.
Abacha y su familia habrían depositado
tres mil millones de dólares estadounidenses en 19 cuentas de bancos
suizos y franceses,4 mientras que la mayor parte de los 120 millones
de nigerianos ni siquiera tiene acceso al alimento, la educación y
la atención médica. En 1960, año de la independencia de Nigeria, el
30% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza.
Ese
porcentaje fue creciendo hasta llegar al 70% en 1999.
Otros grandes beneficiarios de la corrupción y la explotación del
país fueron las multinacionales petroleras, a quienes incluso se
acusa de haber propiciado el ascenso de los militares al poder.
Como
contrapartida, las empresas pudieron explotar a discreción las
riquezas regionales del subsuelo.
De ese modo, no sólo se despojó al
país de sus riquezas y se le quitó a la población sus posibilidades
de desarrollo: la industrialización del delta del Níger, así como
las instalaciones y los métodos antediluvianos de extracción
utilizados por una de las principales petroleras del planeta,
dejaron la tierra estéril por décadas, destruyeron la agricultura y
la pesca, contaminaron el agua potable y el aire y redujeron la
potencial explotación turística de la zona al nivel de una
ocurrencia absurda.
En octubre de 1990, cuando los habitantes de la localidad de
Umuechem convocaron a
una protesta contra Shell, se desató una masacre. Amenazada por
estas manifestaciones, la compañía recurrió a la tristemente célebre
Unidad Móvil de Policía.
Unas 80 personas fueron asesinadas y 495
viviendas destruidas.5
La lucha de los ogoni
En 1993, el Movement for the Survival of the Ogoni People
(Movimiento para la Supervivencia del Pueblo Ogoni, MOSOP), bajo la
conducción de Ken Saro Wiwa, logró movilizar a decenas de miles de
personas en contra de la compañía Shell.
Esta resistencia finalmente
logró atraer la atención de la opinión pública mundial, cuya presión
obligó a uno de los más poderosos productores de petróleo del
planeta a suspender por un tiempo sus extracciones en Nigeria.
Para
reanudarlas, el gobierno de Abacha decidió adoptar brutales medidas
de represión. Cabe recordar que en Nigeria la industria petrolera
representa casi el noventa por ciento de los ingresos provenientes
de la exportación. Cientos de ogoni fueron arrestados y ejecutados
en forma arbitraria.
En total fueron asesinadas 2.000 personas, y se
estima que unas 80.000 perdieron sus casas en los años posteriores.6
4 -
"Des banques suisses accusées d'avoir accepté des fonds détournés au
Nigeria", Le Monde,
6.9.2000
5 -
"Some things never change", Tlie Guardian, 8.11.2000
6 -
Ibidem
Dos años más tarde, Ken Saro Wiwa, de 53 años, fue ahorcado junto
con ocho de sus compañeros, a pesar de las
protestas internacionales.
El régimen alegó que los ogoni eran
responsables de asesinar a varios jefes de tribus rivales y condenó
a los nueve hombres a la horca.
La sentencia, dictada tras un juicio irregular, se ejecutó en Port
Harcourt, la capital del
estado nigeriano de River State.
"Mi energía intelectual y todos los
medios de los que dispuse, mi vida misma la dediqué a una causa en
la que creo firmemente y que no abandonaré ni con chantajes ni con
amenazas", declaró ante el tribunal militar este hombre de prestigio
internacional, quien se hizo acreedor al Premio Nobel alternativo.7
Como en todo el delta del Níger no se encontró a nadie que accediera
a llevar a cabo la ejecución, hubo que traer al verdugo
especialmente desde la ciudad desértica de Sokoto, situada a unos
1.000 kilómetros de distancia.
"La horca sigue estando allí. Cada vez que se cuela una corriente de
aire por las sofocantes instalaciones carcelarias de Port Harcourt,
la soga con el nudo corredizo todavía se balancea", escribió un
periodista africano.8
Tampoco se revisó hasta el día de hoy esa
injusta sentencia, ni siquiera se entregaron los restos mortales de
Ken Saro Wiwa para que recibieran sepultura, a pesar de que hasta
las Naciones Unidas pusieron en duda la legalidad de la sentencia.9
Proceso contra Shell
Lograr un tratamiento jurídico correcto en Nigeria era algo
impensable.
Pero en los Estados Unidos existe una ley que permite
efectuar demandas por violaciones a los derechos humanos aun cuando
éstas se hayan perpetrado en otro lugar del mundo.
Por eso, algunos
miembros de la familia de Saro Wiwa residentes en los Estados Unidos
(entre ellos su hijo, Ken Wiwa, y el hermano, el doctor Owens Wiwa)
acudieron en 1996 a un tribunal neoyorquino para obtener una
indemnización por parte de Shell y su filial nigeriana.
Sus acusaciones:
Shell,
habría instigado al gobierno militar nigeriano a torturar y asesinar
a Ken Saro Wiwa y a otros miembros del pueblo ogoni;
habría ayudado a lanzar las acusaciones de asesinato contra ellos,
sobornando a tal fin a los testigos;
se habría apropiado de tierras para la extracción de petróleo sin
pagar a cambio las compensaciones adecuadas;
habría contaminado el agua y el aire del lugar, quitándole a los
ogoni su sustento vital;
habría reclutado policías y militares para atacar poblaciones
locales. Esos ataques habrían causado muertos y heridos;
habría puesto dinero, armas y apoyo logístico a disposición de los
militares, con el objeto
de combatir a aquellos miembros de la población que se manifestaran
contra la contaminación causada por la empresa.10
7 -
"Mutiger Kámpfer für Menschenrechte", RheinZeitung, 13.11.1995
8 -
Hakeem Jimo: "Am Schauplatz des Verbrechens", die tageszeitung,
14.3.2001
9 -
"Some things never change", Tlie Guardian, 8.11.2000
10 -
"Supreme Court Rejects Shell Appeal in Right Case", Reuters,
23.3.2001
Entretanto, la compañía admitió que en 1993, por lo menos en una
oportunidad, "se había
visto obligada" a contratar en forma directa a fuerzas de seguridad
nigerianas.11
Sin embargo, Shell rechazó las acusaciones e intentó
impedir la demanda durante años alegando que las víctimas no eran
ciudadanos americanos.
Por esa razón, en 1998 un juez federal norteamericano rechazó la
demanda, pero el tribunal de apelaciones retomó el caso en
septiembre de 2000 (dos meses antes del quinto aniversario de la
ejecución) y lo derivó a la Corte Suprema en Nueva York.12
El
abogado de la empresa envió una carta de protesta:
"Con esta
decisión, prácticamente todas las multinacionales que cotizan en
Bolsa en los Estados Unidos corren el riesgo de ser citadas por la
Corte Suprema de Nueva York para enfrentar demandas que no tienen
relación con los Estados Unidos ni violan ninguna ley federal."13
11 -
"Erdól, Menschenrechte und Gescháftsmoral", Le Monde Diplomatique
12/2000
12 -
The Guardian, noticia del 27.9.2000
13 -
"US Supreme Court Clears Way for Relatives to Sue Shell over
SaroWiwa's Death", The Itidependent, 27.3.2001
14 -
Ibidem
Sin embargo, el 26 de marzo de 2001 la Corte Suprema de Nueva York
anunció que daría curso a la demanda de la familia de Ken Saro Wiwa
contra Shell. De este modo, surge la posibilidad concreta de que una
empresa que opera internacionalmente deba rendir cuentas por su
actuación en un Estado represivo.
Deeka Menegbon, secretario general
del movimiento ogoni MOSOP, celebró la decisión neoyorquina:
"Fuera
de Nigeria tenemos muchas más chances de que se haga justicia."14
El
proceso comenzará después de finalizadas las investigaciones para
este libro.
La familia, que responsabiliza a la empresa de "favorecer la
ejecución de Saro Wiwa", exige varios millones de dólares en
concepto de indemnización. Pero para Shell hay mucho más en juego
que esos millones. Shell se está jugando su buena reputación.
Y en
ese sentido, un proceso llevado adelante por un tribunal
norteamericano no le hace nada bien a su imagen.
Ken Sato Wiwa y Brent Spar: imagen dañada
La imagen de la compañía no sólo se vio perjudicada por el asesinato
del nigeriano Ken Saro Wiwa, sino también por los incidentes
relacionados con la plataforma petrolífera Brent Spar.
La plataforma
de perforación, anclada en el mar, 190 kilómetros al nordeste de las
islas Shetland, sirvió como depósito transitorio de petróleo crudo
entre 1976 y 1991. Para ahorrarse el costoso y complicado proceso de
desguace, Shell pretendía hundir en el Mar del Norte el coloso de
acero, con alrededor de 130 toneladas de lodo, metales pesados y
desechos radiactivos.
La organización ecologista Greenpeace destapó e hizo pública la
catástrofe ambiental en cierne. En una campaña sin precedentes, los
Guerreros del Arco Iris consiguieron dañar la imagen de la compañía
petrolera, a tal punto que ésta terminó abandonando la idea por
propia voluntad.
Previamente, Shell había agudizado aún más la
confrontación a través de peligrosos ataques tales como la
utilización de camiones hidrantes contra los activistas, cosechando
en respuesta una condena masiva de los medios. Los defensores del
medio ambiente también cometieron un desliz por el que más tarde
tuvieron que disculparse: por un error de medición, Greenpeace
sobredimensionó la cantidad de petróleo que quedaba en la Brent Spar.
Pero la presión de la opinión pública era ya tan grande que en junio
de 1995 Shell se declaró dispuesta a desguazar Brent Spar conforme a
las normas.
En 1998, los ministros
de Medio Ambiente de los quince países ribereños del Atlántico
nordoriental prohibieron el hundimiento de plataformas petrolíferas
en el mar.15
Boicot a Shell
Según una encuesta realizada en 1995, el 74% de los ciudadanos
alemanes estaba dispuesto a boicotear a las gasolineras de Shell
como medida de protesta frente al hundimiento pergeñado por la
empresa.
El boicot de los consumidores provocó una caída de hasta un
80 por ciento en las ventas de la compañía.16 El entonces vocero de
la Shell de Austria lamentaba que, incluso meses después, numerosos
automovilistas seguían evitando los surtidores con el logo del
molusco.17
Una agencia británica de información económica, que había sido
creada por ex colaboradores del M16 (servicio secreto de ese país) y
que mantenía relaciones con altos ejecutivos de Shell y BP, llegó
incluso a introducir un espía entre los ecologistas.
Su misión era
conocer de antemano las estrategias de aquéllos contra las
petroleras multinacionales para que las empresas pudiesen reaccionar
a tiempo.
Por ejemplo, cuando en 1997 Greenpeace planeaba
manifestaciones contra las perforaciones de petróleo en el
Atlántico, BP cubrió de demandas a los activistas ambientales antes
de que la campaña terminara de ponerse en marcha.18
15 -
Más detalles en http://www.greenpeace.de/GPDOK3P/BROSCHUE/AKTION/C12IAO2.HTM
16 -
"Das Auge der Multis", BerUner Tagesspiege!, 10.12.2000
17 -
Entrevista con Klaus Werner hacia fines de 1996
18 -
"Das Auge der Multis", BerUner Tagesspiegel, 10.12.2000
19 -
Extraído de un aviso publicitario aparecido en la revista Nezosweek
20 - "Some things never change",
The Guardian, 8.11.2000
¿Precursores en temas de derechos humanos?
A todo esto, las empresas intentan presentarse como precursoras en
la protección del medio ambiente y los derechos humanos.
Shell
promociona su política empresarial "verde" mediante grandes avisos y
fotos de selvas florecientes:
"Cuando buscamos reservas de petróleo
y de gas en regiones delicadas, consultamos ampliamente a los
diferentes grupos de interés locales o globales para asegurar que se
preserve la biodiversidad en cada lugar.
(...)
Lo consideramos como
una inversión importante para lograr nuestra meta: un desarrollo
sustentable y un equilibrio entre progreso económico, protección
ambiental y responsabilidad social."19
Otro tópico muestra el bello rostro de una mujer africana acompañado
del texto:
"¿No es
asunto nuestro? O es la médula de nuestros asuntos: los derechos
humanos. Generalmente, no son una prioridad en los asuntos
comerciales. Pero en Shell nos sentimos llamados a apoyar los
derechos humanos fundamentales."
"Cuando Shell dice que respeta los derechos humanos, yo no les
creo", responde Ike
Okonta, de la agrupación ecologista Environmental Rights Action.
"Shell sigue trabajando en forma conjunta con el gobierno nigeriano.
El objetivo es evitar el levantamiento y las protestas de la
población local, que quiere que sus tierras vuelvan a ser
fértiles."20
La empresa niega sus culpas
En la página de Internet de la SPDC (filial de Shell en Nigeria21),
uno puede conocer la versión de la compañía acerca del conflicto con
los ogoni.
Allí se señala:
"Las noticias sobre la muerte de los
famosos ogoni, la ejecución de Ken Saro Wiwa y otros ocho generaron
estupor y tristeza en la compañía SPDC"; pero "negamos rotundamente
todas las acusaciones de violaciones a los derechos humanos".
La compañía se muestra abierta al diálogo con la población.
Sin
embargo, considera que hasta ahora sus intentos han sido bastante
infructuosos,
"probablemente a causa de la diversidad de opiniones
entre los mismos ogoni".
En general, Shell no es muy capaz de reconocer las culpas por su
comportamiento.
Por
ejemplo, la empresa atribuye la mayor parte de los "aparentes daños
ambientales" en el delta del Níger a sabotajes y actos de
vandalismo:
"A nuestro entender, esos hechos han causado más
derrames de petróleo que los habituales.
Por eso la acusación de
destrucción ambiental aparece como exagerada y evidentemente para lo
único que sirve es para desviar la atención hacia otros temas
referidos a la lucha de los ogoni y al delta del Níger."
Acusaciones de sabotaje
Susanne Geissler, del Instituto Austríaco de Ecología, también oyó
algo acerca de las acusaciones de sabotaje.
"Sólo que,
independientemente de con quién uno hable, nadie cree en esas
acusaciones. Con las destrucciones, Shell provocó una altísima
desocupación juvenil. Y ahora se usa a los jóvenes desocupados como
chivos expiatorios, imputándoles la destrucción de los oleoductos y
echándoles así la culpa de la destrucción ambiental."22
"Vivo junto a este oleoducto desde que tengo uso de razón. En los
últimos cuarenta años, jamás lo cambiaron ni le hicieron
mantenimiento. Y ahora sencillamente se rompió. Yo lo vi: no fue un
acto de vandalismo juvenil, sencillamente era demasiado viejo"23,
cuenta un habitante de la región de Warri.
Ya en diciembre de 1998,
activistas del pueblo ijaw protestaban contra esta historia del
sabotaje:
"Estamos hartos de las antorchas de gas, de los derrames
de petróleo y de las explosiones. Y también estamos hartos de que
nos tilden de saboteadores y terroristas."
Lógicamente, la respuesta
a esta declaración fue un golpe de los militares, en el que más de
doscientas personas murieron asesinadas y muchas más fueron
torturadas y encarceladas.
Los militares torturaron y violaron
incluso a niñas de 12 años, según informa la agrupación de derechos
humanos Human Rights Watch.24
21 -
http://www.shellnigeria.com
22 -
Entrevista con Klaus Werner, 19.3.2001
23 -
Susanne Geissler: "Shell in Nigeria", Energiewende 1/2001
(en http:// www.ecology.at/magazin/energiewende.php)
24 - "Some things never change",
The Guardian, 8.11.2000
Destrucción total del medio ambiente
Durante los últimos 35 años, la industria petrolera generó en
Nigeria siete millones de metros cúbicos de residuos por
perforaciones.
Esos residuos se arrojaron en lugares aledaños a los
centros de producción. Según cifras oficiales, se producen alrededor
de trescientas manchas de petróleo por año, derramándose en ellas
2.300 metros cúbicos.
El Banco Mundial calcula que la cifra es diez
veces mayor.
"La causa de la mayoría de los accidentes fue el mal mantenimiento.
Después de estar
veinte años en terrenos pantanosos y húmedos, muchos oleoductos
están totalmente oxidados", concluye un estudio realizado a pedido
de Greenpeace.25
Como consecuencia aparecen los denominados oil spills (derrames de
petróleo), que se producen con frecuencia en las inmediaciones de
los pueblos.
La tierra escupe petróleo
Un video casero 26 muestra un hecho que ya casi ha pasado a ser parte
de la vida cotidiana en esta región: julio de 2000, aldea de Ugbomron, estado nigeriano de Delta State.
Por encima de los
manglares, inmediatamente detrás de las casas, se eleva una inmensa
nube de humo negra que oscurece el cielo. Un oleoducto subterráneo
se averió, el petróleo alcanzó la superficie y se transformó en
llamas. Mujeres y niños recogen lo indispensable y se marchan de la
aldea por la calle angosta que atraviesa la sabana.
Los hombres se
reúnen a una distancia prudencial del foco de incendio y sólo atinan
a observar cómo el bosque entero es alcanzado por el fuego.
Llega
una autobomba con el logo amarillo de Shell. Los bomberos aplican
extintores durante horas para apagar el incendio. Lo que queda es
una alfombra de petróleo, negra y pegajosa, que cubre tierras y
bosques. Y una pequeña laguna de agua, sustancias extintoras y
petróleo, cuyo centro borbotea en forma ininterrumpida como el
cráter de un volcán.
Cuando el primer rayo de sol atraviesa la nube
de humo en retirada, estalla el júbilo.
Pero la alegría cede
rápidamente el paso a la furia. La gente va desfilando delante de la
cámara quejándose de que eso sucede continuamente, de que se repite
una y otra vez:
"Shell deja que las cañerías se deterioren, el
petróleo se filtra hacia la superficie y destruye todo lo que
tenemos."
Muchos de los oleoductos datan de fines de los años cincuenta.
"Shell fue informada sobre
las averías, pero no hace nada", dice Susanne Geissler.
Según la
ecologista, los centros de producción también son completamente
obsoletos:
"El gas que se origina en las refinerías como desecho
industrial simplemente se quema. Antes nosotros también lo hacíamos,
pero ahora ya existen tecnologías que permiten utilizar ese gas.
Por
supuesto que tienen su costo, pero ¿cómo es posible que una
multinacional en África pueda extraer todo lo que quiera sin
invertir nada a cambio?"
Según el estudio de Greenpeace,
"el venteo de los gases residuales
se realiza en aproximadamente sesenta centros, casi siempre al nivel
del suelo, con un simple terraplén como única protección.
Algunas de
esas plantas vienen quemando gas natural justo al lado de las casas
desde hace treinta años, todos los días y durante las 24 horas."
En Nigeria se queman veinte mil millones de metros cúbicos de esos
gases residuales por año.
Esto constituye una de las principales
fuentes de emisión de los gases de efecto invernadero, que promueven
en modo sustancial el recalentamiento del planeta.
"Como
consecuencia de la defectuosa quema del gas natural, cada año llegan
a la atmósfera 12 millones de toneladas de metano. Esto representa
once veces la emisión total de metano en los Países Bajos", indica
el estudio de Greenpeace.
25 -
Jan Rispens: "Das Nigerdelta: Ein zerrüttetes Ókosystem. Die Rolle
von Shell und anderen Ólkonzernen", estudio realizado a pedido de
Greenpeace, 11/1996 26 - Oil Spillage in Ugbomron Village", video casero del 10.7.2000
La enfermedad breve y la muerte
La lluvia acida, generada por las llamaradas de gas y la quema de
petróleo, no sólo dejó yerma la tierra.
También podría ser
responsable de una enfermedad ampliamente extendida en la zona: la
denominada "Brief Illness" o "Enfermedad Breve".
"Casi todo el mundo
aquí tiene algún familiar que ha muerto a causa de esta enfermedad",
relata Geissler. "Todo comienza con dolores de cabeza y dificultades
respiratorias, seguidas por fiebre alta. La mayoría se muere dentro
de los tres días."
Las víctimas se cuentan por miles.
Debido a la
ausencia de investigaciones oficiales, la relación con la quema de
petróleo y de gas no está comprobada. Médicos ambientalistas
detectaron en los cabellos de las víctimas cantidades considerables
de plomo, que provienen con seguridad de la contaminación. Incluso
los peces (que alguna vez fueron un importante recurso alimenticio y
fuente de ingresos) estarían altamente contaminados.
Shell, en cambio, se ve a sí misma como una bendición para la
región. Según datos propios, la compañía destina alrededor de 60
millones de euros por año a proyectos sociales, lo cual la convierte
en uno de los inversores más importantes de esa zona.
"Con quien
tenemos que vérnoslas aquí es con una población perseguida por la
pobreza que ha encontrado un camino para sacar provecho del negocio
del petróleo", dice Dierdre Lapin, de SPDC, la subsidiaria de
Shell.27
Cifras ridículas para proyectos solidarios
"¿60 millones? ¡Qué ridiculez! ¿Cuál es el costo de tener los ríos y
las tierras así, tan contaminados que el sustento vital de la
población ha quedado aniquilado por décadas?", replica Geissler.
"Tal vez estén especulando con que algún día la población de aquí se
extinga de una vez por todas, así pueden extraer petróleo
tranquilos."
En 1992, el movimiento ogoni MOSOP exigió a la compañía
Shell el equivalente a unos once mil millones de euros como
indemnización (sólo por los daños causados en su territorio desde
1958): siete mil millones en concepto de participación en las
exportaciones de petróleo, cuatro mil millones por la destrucción
ambiental causada en el país.
El MOSOP calcula que, contando desde el comienzo de la explotación
petrolera, Shell realizó extracciones por un valor total de
aproximadamente 35 mil millones de euros.28
Según Geissler, en las regiones que carecen de movimientos étnicos
tan fuertes como el de los ogoni, no hay ni rastros de
contribuciones para el desarrollo social.
Allí no se eliminan los
desechos ni las aguas residuales, y la cuota anual de un colegio
privado equivale al triple del salario mensual, tomando como base el
ingreso mínimo.
"Así y todo, el cálculo es optimista, ya que la
mayoría está desocupada."
Y agrega que la industria petrolera genera
en toda Nigeria menos de 10.000 empleos, que para colmo están
ocupados en gran parte por extranjeros.
Superación del pasado
Sin embargo, desde 1999 - es decir, desde que Nigeria es gobernada
por un presidente electo, Olusegun Obasanjo, ex dictador militar
devenido demócrata - ha habido muchos cambios.
El Estado intenta
tímidamente investigar las consecuencias de la dictadura. Esto
incluye los negociados de Shell.
27 -
"Nigeria protests prompt development moves", Financial Times,
22.2.2001
28 -
"Ogoni Wars: Arms Were Sponsored By Shell", This Day, Lagos,
25.1.2001
En junio de 2000, por ejemplo, un tribunal de Port Harcourt condenó
a la SPDC a abonar una multa de 4 mil millones de nairas (41
millones de euros) por las consecuencias derivadas de un derrame de
petróleo ocurrido en 1970.
Aún no hay una sentencia firme porque
Shell apeló.
"La estrategia de Shell es dilatar el juicio", dice el
abogado Ledum Mitee, líder electo del movimiento ogoni MOSOP. "Esto
puede llegar a extenderse unos diez o veinte años más. Cuando
paguen, los afectados ya van a estar muertos."29
Shell esgrime que entre 1967 y 1970 la compañía ni siquiera estaba
en el país, ya que en esos años tuvo lugar la guerra de Biafra.
Pero, según cuentan los pescadores y agricultores afectados, el
derrame de miles de litros de petróleo, que penetraron a varios
metros de profundidad inutilizando la tierra y los ríos hasta el día
de hoy, se debe a un oleoducto oxidado que ya en 1967 pertenecía a
Shell y al que nunca le realizaron trabajos de mantenimiento.
En octubre de 2000, otras dos víctimas de los derrames de petróleo
exigieron una indemnización por parte de Shell. Sostienen que desde
hace 38 años sus tierras están expuestas a una continua
contaminación producida por plantas de extracción mal mantenidas. Y
que dos explosiones de petróleo, la última el 8 de agosto de 2000,
contaminaron el agua potable y aniquilaron por completo la pesca y
las cosechas.
Una de las víctimas, el agricultor Bariseru Nsenu, se
quejó también por los problemas de salud que desde la explosión
aquejan a él y a su hijo, en aquel entonces de dos meses de edad.
Dijo que la empresa había rechazado con desprecio su demanda de
indemnización. Y que, no conforme con eso, también había enviado a
sus agentes para amedrentarlo.30
En la actualidad, los medios nigerianos presentan ese tipo de
noticias casi a diario.31 La
que puede arrojar más luz sobre los hechos es una comisión especial,
que está investigando el trasfondo y los motivos de las múltiples
violaciones a los derechos humanos cometidas durante las distintas
dictaduras militares desde 1966.
La Human Rights Violations
Investigation Commission, presidida por el juez retirado Chukwudifu
Oputa, fue creada el 14 de junio de 1999 con el principal objetivo
de que las víctimas pudieran expresarse.
Pero la comisión de Oputa
no posee facultades jurídicas, sólo tiene funciones consultivas.
De todos modos, la comisión, que en enero de 2001 sesionó con
relación al tema de la extracción petrolera, constituye una amenaza
para la Shell, ya que crea un foro para que todos puedan preparar
demandas contra la compañía.
Fue a causa de esas demandas que la
empresa se vio obligada a reconocer que en el año 1983 había
comprado armas portátiles para las patrullas policiales del régimen.
Shell admite la compra de armas
El vicedirector de la subsidiaria SPDC, Egbert Imomoh, admitió ante
el tribunal que las pistolas y municiones habían servido para
proteger a la compañía de los "frecuentes atentados" contra sus
instalaciones y contra el personal, pero dijo que, por lo que él
sabía, las armas compradas por Shell no habían tenido otro uso que
el de "disparar al aire".32
29 -
"Nigeria fines Shell £ 26 m for 1970 spill", The Guardián, 27.6.2000
30 -
"Shell's Oil Spillage Victims Demand N 700 m", P.M. News, Lagos,
30.10.2000
31 -
En estas direcciones se pueden encontrar periódicos nigerianos:
http:// www.postexpresswired.com, http://www.ngrguardiannews.com,
http://www.this dayonline.com, http://www.cometnews.com.ng y http://www.vanguardngr.
com.vag.htm
32 -
"Shell Acknowledges Arms Purchases", Associated Press, 2 2.2001
En respuesta a ello, el presidente del MOSOP, Ledum Mitee, trajo a
colación el caso de un
joven discapacitado que fue fusilado por policías contratados para
custodiar las instalaciones de Shell cuando pasaba casualmente por
esa zona.
"En Gran Bretaña o en los Países Bajos, donde Shell
también posee instalaciones, no se toleraría un hecho semejante",
opinó el abogado, refiriéndose a la relación entre la compañía y los
militares.33
A principios de 2000, Mitee exigió a la Shell International el pago
de una indemnización a los ogoni. Al poco tiempo le incendiaron la
casa y sufrió dos atentados.
La violencia continúa
Los ogoni exigen una disminución en los niveles de extracción
petrolera.
En cambio, el ex presidente de los Estados Unidos, Bill
Clinton, presionó a Nigeria durante su visita en agosto de 2000 para
que impulsara aún más la producción de petróleo.34
En octubre de 2000 fueron asesinados diez activistas nigerianos de
la etnia de los ijaw que habían realizado una protesta contra la
compañía petrolera italiana Agip.35 En enero de 2001 murieron al
menos veinte personas en enfrentamientos entre milicias locales que
se disputaban el control de dos estaciones de bombeo de Shell.
Al
mismo tiempo, en otra región del país, cuatro kilómetros cuadrados
de tierra quedaban inundados de petróleo tras la explosión de un
oleoducto.36
Si hay algo que quedó claro ante la comisión de derechos humanos de
Oputa en Port Harcourt es que no hay reconciliación posible. Porque
ni los representantes de la anterior dictadura militar ni los dueños
de las empresas mostraron el menor signo de arrepentimiento.
Al padre de Ken Saro Wiwa, un anciano al que los integrantes de la
comisión visitaron en
su casa en Ogoniland, todo esto dejó de importarle:
"¿Qué es lo que
quieren de mí?", dijo Jim Wiwa a los jueces. "Mi hijo está muerto y
yo estoy triste."37
33 -
"Ogoni Wars: Arms Were Sponsored By Shell", This Day, Lagos,
25.1.2001
34 - "Clinton puts pressure cm Nigeria over drugs and oil",
Observer, 27.8.2000
35 - "Some things never change", The Guardian,
8.11.2000
36 -
"ShellPipeline explodiert", die tageszeitung, 11.1.2000
37 -
"Am Schauplatz des Verbrechens", die tageszeitung, 14.3.2001
ANGOLA Y LA GUERRA POR EL PETRÓLEO
Nigeria sigue siendo el principal abastecedor de petróleo en África.
Pero en poco tiempo será superada por Angola, en cuya costa acaban
de descubrirse inmensos yacimientos off shore, es decir, yacimientos
petrolíferos situados en las profundidades marinas. En la
actualidad, Angola ya está produciendo un millón de barriles de
petróleo crudo por día.
Durante los últimos diez años, el gobierno
angoleño obtuvo un ingreso de entre dos y tres mil millones de
dólares anuales proveniente de las exportaciones de petróleo. Esto
representa aproximadamente el 90% de su presupuesto nacional.
A través de estos ingresos, el gobierno del presidente angoleño José
Eduardo Dos Santos financia una guerra civil que está devastando el
país desde hace más de 25 años.
Angola era una de las últimas colonias africanas, pero el 11 de
noviembre de 1975 logró independizarse de Portugal. Desde entonces,
en la capital angoleña, Luanda, gobierna el Movimento Popular de
Libertaqáo de Angola (MPLA), que antes era comunista pero cuyo
líder, Dos Santos, abjuró en 1991 del marxismoleninismo para
adherir al capitalismo.
El MPLA tuvo el apoyo de la Unión Soviética y de Cuba hasta el fin
de la Guerra Fría. El partido gobernante fue combatido por los
rebeldes de la UNITA, cuyo líder, Joñas Savimbi, contó a partir de
1985 con el apoyo de los Estados Unidos.
Al principio ese sustento
se concretó en forma secreta, pero ya al año siguiente Savimbi
recibió oficialmente 15 millones de dólares del gobierno de Ronald
Reagan por su "lucha contra el comunismo".
En lugar de riqueza, miseria
La historia oficial del país habla de cuatro guerras: 197476,
198588, 199294 y 1998 hasta hoy.
Pero en realidad, los
enfrentamientos en Angola prácticamente no han cesado desde su
independencia, con métodos de lucha de lo más cruentos. En este país
- ubicado en el sudoeste africano, con una superficie de 1.250.000
kilómetros cuadrados - grandes extensiones se han vuelto
inhabitables a causa de las minas terrestres.
Y uno se topa por
todas partes con las víctimas, en su mayoría civiles:
"La gente
pulula por la región arrastrándose como cangrejos despatarrados, con
las piernas tullidas o amputadas, apoyándose sobre sus puños
envueltos en harapos", así describe la situación el periodista
norteamericano Jon Lee Anderson.38
Más de 100.000 personas viven con
amputaciones por haber pisado una mina o porque alguna les explotó
cerca.
A todo esto, Angola es un país rico. Además de petróleo, posee
grandes reservas de cobre, diamantes, oro, hierro, algodón, azúcar,
arroz, tabaco y peces. Tiempo atrás supo ser el tercer productor
mundial de café. Sin embargo, "exceptuando las fábricas de prótesis"
(Anderson), hoy ya no queda ninguna industria productiva.
Más del
80% de los 12 millones de angoleños viven en la pobreza. Tres de
cada diez niños mueren antes de alcanzar la edad de cinco años. El
número de muertos por causa de la guerra civil trepa a más de cien
mil. Hay dos millones y medio de refugiados.
La culpa es de la guerra, que gira básicamente en torno al
enriquecimiento personal de las élites locales.
La explotación del petróleo al servicio del tráfico de armas
Esta guerra se lleva a cabo con armas que fueron compradas con
dinero occidental.
El líder de los rebeldes, Joñas Savimbi, controla
las grandes minas de diamantes del país. Desde que la ONU prohibió
las importaciones en junio de 1998, las piedras preciosas llegan a
las joyerías de Occidente sólo a través de grandes rodeos (ver
"Industria electrónica").
El gobierno, por su parte, financia la guerra con los ingresos
provenientes de la
explotación petrolera. El régimen, resistido largamente por los
Estados Unidos, probó suerte sobre todo con Francia. A comienzos de
los años noventa, el ministro del Interior de ese país, el
ultraconservador Charles Pasqua, se puso del lado del presidente Dos
Santos. Y junto con él, la compañía petrolera francesa Elf.
Angolagate
JeanChristophe Mitterrand, hijo del ya fallecido presidente francés Franqois Mitterrand, ofició como mediador.
Los sucesos que salieron
a la luz tras su arresto en diciembre de 2000 se conocen en Francia
como "Angolagate": Francia luchó por conseguir una influencia mayor
en África.
Para ello contó con la ayuda de traficantes de armas que
enviaron armamento por un valor de más de 500 millones de dólares al
presidente angoleño Dos Santos, mientras que los Estados Unidos
seguían apoyando al líder de los rebeldes, Savimbi.
Por su desempeño como mediador, Mitterrand júnior recibió 1,8
millones de dólares... en una cuenta en Suiza.
"Entretanto, las
Naciones Unidas fueron expulsadas de Angola, ¿pero a quién le
importa?", escribió el periodista Ulrich Wickert en el semanario Die
Woche.39
"Gracias a la ayuda de Francia, Dos Santos tiene las
mejores cartas. Ahora, de golpe y porrazo, todos los países
occidentales acosan al jefe de la dictadura del petróleo.
Y es que
los yacimientos petrolíferos que las compañías americanas
descubrieron frente a las costas de Angola prometen generar
ganancias incalculables, de modo que la lucha entre Francia y
Norteamérica es, en realidad, la lucha entre dos compañías
petroleras: la francesa Elf y la norteamericana Chevron. Hay miles
de millones en juego."
38 -
"Eine Geschichte von Blut und Ól", Die Zeit, 11 /2001
39 -
"Schmutzige Saubermanner", Die Woche., 4/2001
Esta lucha se desarrolla a costa de la población angoleña.
Incluso
los Estados Unidos, cuyas importaciones de petróleo provienen en más
del 8% de Angola, se han puesto del lado del gobierno angoleño. Unas
veinte compañías petroleras retozan en este país devastado por la
guerra civil y planean inversiones multimillonarias para los
próximos años.
Además de Chevron y del consorcio TotalFinaElf,
están, entre otras, BP/Amoco, Texaco, Shell, Agip y Exxon Mobil, la
empresa matriz que agrupa a Esso y a Mobil.
Corrupción
Todas ellas contribuyen a financiar la guerra.
De los cientos de
millones de dólares que pagan las multinacionales del petróleo para
obtener sus derechos de explotación, más de la mitad habría sido
utilizada para las ofensivas militares contra la UN1TA. Una parte se
destina oficialmente a la compra de armas y el resto se escurre por
los oscuros canales de la corrupción y se destina a las
"provisiones" y al tráfico ilegal de armas.
La agrupación inglesa Global Witness, defensora de la ecología y los
derechos humanos, acusa a militares angoleños de alto rango de
utilizar su participación en las ganancias del petróleo para comprar armas a
la mafia rusa y revenderlas al gobierno por medio de testaferros.
"Una parte importante de los petrodólares de Angola contribuye al
enriquecimiento personal y a satisfacer las necesidades de la élite
gobernante".
Según esta agrupación, las multinacionales petroleras
se han transformado en cómplices de una catástrofe humanitaria.
Por
eso se les exige transparencia en sus datos de producción y en los
pagos a las autoridades angoleñas, así como también que rompan
relaciones comerciales con todo grupo que esté sospechado de
traficar armas.
Según Global Witness, la única empresa que hasta
ahora entregó una declaración de transparencia de este tipo es BP/Amoco.40
40 -
Informe y comunicados de prensa de Global Witness en
http://www.oneworld.org/globalwitness
SUDÁN - EL PETRÓLEO CUESTA SANGRE
Desde su independencia en 1956, el régimen militar de Sudán ha
venido realizando un genocidio sistemático contra la población del
África Negra que habita el sur del país.
Casi 2 millones y medio de
personas murieron a causa de las masacres, la guerra, el hambre y
los destierros masivos. Pueblos enteros borrados del mapa, miembros
de comunidades cristianas encerrados y quemados vivos en sus
iglesias, innumerables personas esclavizadas o torturadas hasta
morir.
En 1992, desde la capital y sede gubernamental Jartum, la junta
militar (de carácter
fundamentalista islámico) declaró que el genocidio contra los
sudaneses del sur era una "guerra santa". Esa guerra se lleva
adelante, en parte, con niños soldados que el ejército del gobierno
recluta en las calles de Jartum y arrastra al frente sin que sus
padres lo sepan.
En el sur de Sudán existen pozos de petróleo que atesoran hasta tres
mil millones de
barriles de crudo. En esa región se extrae petróleo desde agosto de
1999.
Allí se enfrentan las tropas del régimen militar, células del
Ejército de Liberación Popular de Sudán (SPLA) y diversas milicias
de menor envergadura.
"Al mismo tiempo, todos llevan adelante una
guerra contra la población civil", escribe Sarah Reinke, miembro de
la Asociación para Personas Amenazadas.41
"En realidad, los pueblos
dinka y nuer, en cuyas tierras se halló el petróleo, podrían ser
ricos. Pero allí reinan el hambre y la muerte."
Los ingresos provenientes de la exportación del petróleo brindan
estabilidad al régimen militar, que financia su guerra con ese
dinero.
Hassan Al Turabi, líder del Frente Islámico Na cional
(NIF), actualmente en el gobierno, declaró públicamente en abril de
1999 que las ganancias provenientes del petróleo se utilizan para
comprar armas.42
El gobierno destina aproximadamente la mitad de su
presupuesto nacional, un millón de dólares por día, a la guerra
contra el sur de Sudán. Los ingresos provenientes de las
exportaciones de petróleo se calculan en alrededor de 400 millones
de dólares por año.
41 -
"Vólkermord im Südsudan", Asociación para Personas Amenazadas,
http://www.gfbv.de/dokus/memo/sudoel.htm 42 - AFP, 30.4.1999
Las que llevan a cabo la explotación son las compañías petroleras
canadienses, suecas, chinas, francesas y austríacas.
La organización
de ayuda británica Christian Aid asegura que estas empresas son,
"cómplices del despoblamiento sistemático de amplias regiones del
país, así como de los crímenes contra civiles, de los cuales decenas
de miles fueron asesinados o expulsados de las regiones que
circundan a los campos de petróleo", y exige que dichas compañías se
retiren de Sudán.43
Según este informe, dado a conocer el 15 de marzo de 2001, las
compañías petroleras
están seriamente involucradas en la guerra que el gobierno lleva
adelante contra los sudaneses del sur y colaboran con el régimen
militar, y a cambio los militares protegen sus instalaciones y
continúan con las violaciones a los derechos humanos.
"La guerra comenzó con la explotación petrolera", afirma un líder
nuer citado en dicho
informe. "Destruyeron todas nuestras haciendas, todo lo que está en
los alrededores de los campos de petróleo."
"Quemaron todos los pueblos a lo largo de la ruta", cuenta otro. "El
gobierno no quiere gente cerca del petróleo."
Un informe de Amnistía Internacional también denuncia la complicidad
de las petroleras
occidentales en los crímenes cometidos en Sudán:
"Cuando las tropas
del gobierno, en nombre de la seguridad, violan derechos humanos
en las zonas de extracción petrolera, las empresas extranjeras hacen
la vista gorda."44
"La población civil que vive en los alrededores de los campos de
petróleo se convirtió en blanco premeditado de maltratos", dice
Maina Kiai, director de Amnistía Internacional en África.
Su lista
de ataques documentados parece un informe desde el infierno.
Así, las tropas del gobierno "limpiaron" los alrededores de la
ciudad de Bentiu, ubicada en
medio de la zona petrolífera, con ráfagas de ametralladoras
disparadas desde un helicóptero y bombardeos efectuados desde los
Antonov rusos.
A esto se agregaron tropas de tierra que echaban a la
gente de sus casas. Hubo fusilamientos masivos de hombres, hubo
mujeres y niños clavados a los árboles con clavos de hierro.
En
otros pueblos, los soldados degollaron a los niños y asesinaron
civiles de sexo masculino incrustándoles clavos en la frente.
Las tropas rebeldes, que luchan por la independencia del sur de
Sudán, también intentan
lograr el dominio sobre las regiones ricas en petróleo. Un ex líder
rebelde confesó que sus soldados habían ejecutado a un gran número
de civiles, violado y secuestrado mujeres e incendiado aldeas
enteras.
Para proteger al personal y a las instalaciones de las compañías que
construyen los
oleoductos, incluso se llegó a reclutar soldados afganos y malayos
pertenecientes a la agrupación extremista islámica de los muyahidín.
También a ellos se los acusa de haber cometido crímenes aberrantes
contra civiles.
Una de esas compañías, que suministró más de 500
kilómetros de tuberías a Sudán, es la alemana Mannesmann AG.
Según Amnistía Internacional, la relación entre la compra de armas y
las exportaciones de petróleo también es evidente: se afirma que,
por ejemplo, el mismo día que los primeros barriles de petróleo
abandonaron Sudán, desembarcó allí un cargamento de armas polacas.
También hay documentos que prueban otros envíos de armas procedentes
de China y Bulgaria.
El informe de Amnesty detalla también cuáles son las compañías
involucradas en la
explotación de petróleo en el sur de Sudán.
Entre ellas se
encuentran el consorcio francés TotalFinaElf, al igual que la
italiana Agip y la petrolera austríaca OMV, de cuya denominación
anterior, ÓMV, se decía en otros tiempos, a modo de elogio, que era
la abreviatura dé Ósterreicher mit Verantwortung, es decir,
Austríacos con Responsabilidad (ver postura de OMV en la ficha
correspondiente).
Las empresas BP/Amoco y Shell, acusadas por la agrupación Christian
Aid de tener participación en compañías petroleras que operan en
Sudán, niegan dicha imputación.
En cambio, la firma británica Rolls
Royce admitió haber enviado motores diesel a Sudán con los cuales el
petróleo se bombea hacia las terminales de exportación en el mar
Rojo.
Sin embargo, el vocero de Rolls Royce, Martin Brody, dio a
entender en declaraciones al periódico británico The Guardian que, a
raíz de las críticas recibidas por parte de los grupos de derechos
humanos, se replantearían las relaciones comerciales con Sudán.45
44 - "The human price of oil", Amnistía Internacional, 3.5.2000
45 - "Sudan: Oil Firms
Accused of Fueling Mass Displacement and Killing", The Guardian,
15.3.2001
OTROS PROYECTOS CONTROVERTIDOS RELACIONADOS CON EL PETRÓLEO
Chad y Camerún
Amnistía Internacional teme que un proyecto petrolero diseñado para
otros países africanos, Chad y Camerún, pueda "desencadenar una
enorme tragedia humana".46
Las empresas Esso, Chevron y Petronas se
disponen a explotar un gran yacimiento situado en el sur de Chad. A
partir de 2003 se excavarían allí unos 300 pozos de sondeo. El
petróleo cruzaría Camerún a través de un oleoducto subterráneo de
1.050 kilómetros de longitud y llegaría hasta la ciudad portuaria de Kribi.
"Tememos que este proyecto lleve a un empobrecimiento de la
población, a una destrucción de las estructuras sociales generada
por el desplazamiento de los habitantes y a una destrucción
ambiental masiva en la zona de explotación y a lo largo del
oleoducto", dice Günter Schónegg refiriéndose al proyecto petrolero
Chad/ Camerún que encara la empresa alemana AG.
"La zona de explotación petrolífera viene funcionando desde hace
años como escenario de un conflicto armado entre los militares de
Chad y distintos grupos armados de la oposición", agrega Barbara
Lochbichler, secretaria general de Amnistía Internacional en
Alemania.
"Con este proyecto de explotación petrolera, el conflicto
podría recrudecerse. Además, los defensores de derechos humanos, los
políticos y los periodistas que critican el proyecto ya están siendo
perseguidos, y sus vidas corren peligro."
Tendrían que ser evacuadas por la fuerza ciento cincuenta familias
que viven en los
campos de petróleo y miles de familias en los alrededores del futuro
oleoducto. Los campos de cultivo y el agua potable quedarían
contaminados.
En la región costera, que alberga un parque nacional y
una de las playas más hermosas de Camerún y donde los hombres viven
de la pesca y del turismo, se destruirían esas fuentes de ingresos.
El pago de indemnizaciones no estaría previsto, o el monto previsto
sería escandalosamente bajo.
De ese modo, esta gran región se
encuentra bajo la amenaza de sufrir una situación similar a la
vivida en Nigeria.
Rusia
El país más grande del mundo dispone de inmensas reservas de
petróleo y gas.
La mayor parte de ellas se encuentra en Siberia.
Según cálculos de la agrupación ecologista Greenpeace, allí se
derraman año tras año 15 millones de toneladas de petróleo a través
de los oleoductos averiados.47
46 -
"Ól macht arm", comunicado de prensa de Amnistía Internacional y de
la AG Erdólprojekt Tschad/Kamemn, Hannover, 29.9.2000 47 -
"Russland versinkt im Ól Ólmultis schauen zu", comunicado de
Greenpeace del 22.6.2000
El suelo y el agua están altamente contaminados. Inmensas lagunas de
petróleo destruyen el habitat de hombres, animales y plantas.
El
profesor Veniamin Khudoley, médico y especialista en oncología
oriundo de San Petersburgo, informa sobre Komi, la región de
explotación petrolera situada en el nordeste de la Rusia europea:
"Entre 1995 y 1997, el noventa por ciento de los habitantes de Komi
estaban enfermos. La permanente contaminación de petróleo en el agua
potable y en los alimentos compromete la salud de la
población.
Mucha gente sufre de cáncer, de
afecciones pulmonares y en la sangre y de daños
en los sistemas inmunológico y nervioso."
Greenpeace tuvo acceso a
informes rusos oficiales, según los cuales sólo en la región de Komi
habría alrededor de 220.000 toneladas de petróleo contaminando las
zonas de explotación.
Un tercio de los oleoductos tiene más de 30 años y no recibe
mantenimiento alguno.
Por cada tanque de cincuenta litros que se
llena de gasolina o de gasoil, los oleoductos averiados de Rusia
derraman diez litros de crudo. Greenpeace responsabiliza de ello no
sólo al gobierno ruso, sino también a las compañías petroleras
occidentales.
Alemania le adquiere a Rusia alrededor del treinta por
ciento de su petróleo crudo, del cual la mayor parte fluye a través
del Drushba, el oleoducto más largo del mundo. Este conducto, de
4.000 km de longitud, transporta el crudo hacia las refinerías de
Schwedt y Leuna, en la región oriental de Alemania.
Schwedt pertenece a Ruhroel (filial de Veba), a RWEDEA, así como a
Agip, Elf y Total. La refinería Leuna pertenece a la compañía Elf.
Greenpeace señala que las compañías occidentales que adquieren
petróleo y gas a Rusia se limitan a sacar los dividendos obtenidos
gracias a su explotación y exige que al menos participen en el
mantenimiento del oleoducto Drushba.
A propósito, el término ruso "drushba"
significa "amistad".
Indonesia
En 1998, la revista de actualidad económica Business Week acusó a la
compañía petrolera Mobil Oil de "complicidad" con las fuerzas
armadas bajo el mando del general Suharto, por entonces dictador de
Indonesia.48
En 1980, separatistas indonesios comenzaron a atacar
centros de producción de Mobil. Ese mismo año se proclamó la ley
marcial. Como consecuencia, hubo ejecuciones masivas y desapareció
mucha gente.
48 -
"Indonesia: What did Mobil know?", Business Week, 28.12.1998
Algunas de esas masacres se cometieron en las inmediaciones de la
planta de producción de Mobil, en la provincia de Aceh.
Tras la
caída del general Suharto, un comité de derechos humanos indonesio
informó a la opinión pública en 1999 sobre la existencia de
numerosas fosas comunes con cadáveres de cientos de personas, muchas
de las cuales habían sido torturadas.
Mobil negó cualquier tipo de vinculación con los asesinatos. Sin
embargo, la empresa admitió haber enviado víveres, combustible y
equipamiento a los soldados encargados de custodiar las
instalaciones de Mobil.
De acuerdo con la información suministrada
por agrupaciones de derechos humanos indonesias, parte de ese
equipamiento habría sido utilizado para cavar las fosas.
Myanmar
La petrolera francesa Total y su socia americana Unocal,
mancomunadas con la empresa estatal Myanmar Oil & Gas Enterprise (MOGE),
vienen explotando yacimientos de gas natural en Myanmar (la ex
Birmania), desde 1996.
La Liga Internacional por los Derechos
Humanos (FIDH) acusa a ambas compañías de haber sacado provecho de
las violaciones a los derechos humanos perpetradas por los militares
birmanos en varias aldeas durante la instalación de un oleoducto.
Asegura que la gente fue expulsada de la zona de explotación con la
fuerza de las armas.
También habla de trabajos forzados y
ejecuciones arbitrarias. Ambas compañías niegan cualquier vinculación directa con los
crímenes.
Tanto Total como Unocal ven su presencia en Myanmar como
una bendición para la población.
"En vista de la situación real del país, esa pretendida protección
no suena muy
convincente", escribe el periodista francés RolandPierre Paringaux.49
La junta militar que gobierna desde 1998 fue criticada en reiteradas
ocasiones por los Estados Unidos, la UE y las Naciones Unidas.
En
este país del sudeste asiático, la tortura y la esclavitud están a
la orden del día. Por eso muchas empresas internacionales decidieron
retirarse del país, señalando lo insostenible de la situación; entre
ellas, firmas muy conocidas, como Heineken, Pepsi Cola, Levi
Strauss, Motorola y la petrolera Texaco.
Según declaraciones formuladas por la líder opositora Aung San Suu
Kyi, galardonada con el Premio Nobel de la Paz, Total se ha
convertido entretanto en el "mejor sostén" del régimen militar.
49 - "Erdol, Menschenrechte und Gescháftsmoral", Le Monde Diplomatique
12/2000
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LA CADENA ALIMENTARIA
Para que en Europa puedan consumirse alimentos baratos, muchas
empresas recurren al trabajo infantil, la esclavitud, la
explotación, el maltrato a los animales y la destrucción del medio
ambiente.
Con sus campañas publicitarias, compañías como Nestlé
ponen incluso en riesgo la vida de los lactantes. Sin embargo,
existe una alternativa: el Comercio Justo.
Su precio era de unos 25 euros por unidad. No mucho. Por eso Amadou
Bamba, el dueño de la plantación de cacao, se apuró a llevar dos. La
primera de las mercancías compradas lleva el nombre de Abou, la
segunda, dice llamarse Adama. Abou y Adama tienen diez años.
Desde
que fueron adquiridos por su actual dueño tres años atrás, ambos se
desloman trabajando en sus plantaciones junto con veinte niños más
de entre ocho y catorce años de edad. Trabajan siete días a la
semana, desde las seis de la mañana hasta las nueve
de la noche, sin descanso.
Tres años atrás, un desconocido había encarado a los dos niños en la
estación de ómnibus de Sikasso, al sur de Malí, cerca de su pueblo
natal.
"Nos ofreció trabajo y dinero", contaban Abou y Adama al
periodista francés Sónke Giard.1
Y como los niños, que por entonces
tenían siete años, eran pobres, inexpertos y pasaban hambre,
aceptaron la propuesta.
El tratante los llevó 800 km hasta una aldea
llamada Toulé, en el centro de Costa de Marfil, al oeste de África,
y allí los vendió a Amadou Bamba, quien los envió a su plantación de
cacao sin pagarles un centavo.
Custodiados y asediados por perros, amenazados con látigos y
machetes, los niños sudan bajo un calor abrasador. Descalzos, hunden
el arado en la tierra; al que se lastima le escupen un poco sobre la
herida.
Después, vuelta al trabajo.
"Jadean como si fueran viejos
asmáticos, con los ojos sin vida, con la cabeza gacha colgando entre
los hombros caídos", cuenta Giard.
Cuando Abou intenta huir, lo
castigan obligándolo a pasar el día entero al rayo del sol, desnudo
y con las manos atadas en la espalda.
Después de la jornada de
trabajo, obligan a los otros niños a observar cómo Bamba lo azota
con el "chicote".
Niños esclavos en las plantaciones de cacao
La agrupación de derechos humanos Terre des Hommes informó que hasta
la fecha unos
20.000 niños provenientes de Malí fueron secuestrados y llevados a
las plantaciones de cacao de Costa de Marfil.2
Estos niños son
golpeados, maltratados y explotados.
"Lo que ocurre allí se llama
lisa y llanamente esclavitud", dice Pierre Poupard, quien está al
frente de UNICEF (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia) en
Malí.
"La mayoría ni siquiera sabe de dónde proviene, menos que
menos dónde está. Los que intentan escapar del horror corren peligro
de ser azotados o incluso asesinados por sus dueños."3
Entre 1441 y 1880, los distintos terratenientes coloniales europeos
embarcaron como esclavos a 60 millones de africanos, muchos de ellos
a través de Costa de Marfil.
1 -
Sónke Giard: "Alies hórt auf 'de Gaulles' Kommando", artículo
publicado en el periódico austríaco Der Standard el 7.10.2000
2 -
"Schutz vor Schleppern", Terre des Hommes, 9/2000
3 -
Cita extraída del artículo "Alles hórt auf 'de Gaulles' Kommando",
Der Standard, 7.10.2000
La ex colonia francesa se independizó en 1960.
Sin
embargo, con el tráfico de niños - se calcula que en África
Occidental hay un total de 200.000 niños usados como mano de obra
barata - se ha desarrollado una nueva forma de esclavitud.
Por
paradójico que suene, la culpa la tiene la riqueza del país: Costa
de Marfil es el primer productor mundial de cacao.
Hambre de chocolate
Desde que Cristóbal Colón descargó en 1502 un saco lleno de granos
de cacao en la corte española, el chocolate se convirtió en el dulce
más popular de Europa.
Casi la mitad de los dulces y las golosinas
contienen chocolate. En Europa Central, cada año se consumen entre
nueve y diez kilos de chocolate puro por cabeza. Esto equivale a
casi dos barras de 100 gramos por semana por persona.4 Y eso sin
contar las pastas untables y las bebidas hechas con cacao.
El producto final se elabora en su mayor parte en los Estados Unidos
y en Europa. Con
260.000 toneladas de cacao procesado, Alemania se ubica en tercer
lugar, detrás de Holanda y de EE.UU.
En 1998 hubo una producción de
más de 700.000 toneladas de alimentos a base de chocolate, por un
valor de casi 3.500 millones de euros.
El ochenta por ciento del cacao que importa Alemania proviene del
oeste de África. En el mundo se procesan casi tres millones de
toneladas de cacao, de los cuales Costa de Marfil, Ghana, Camerún y
Nigeria exportan más de la mitad.5
Para explotar las tierras se traen trabajadores golondrina de los
países limítrofes del norte. En Costa de Marfil trabajan alrededor
de 2 millones de malienses. En el oeste de África hay alrededor de
un millón doscientas mil familias de pequeños agricultores y un
total de 11 millones de aparceros que viven de la producción de
cacao.
Sin embargo, el margen de ganancias para los pequeños agricultores
es extremadamente
pequeño.
Por ejemplo, una productora mediana de cacao gana con su
cosecha anual alrededor de 340 euros.6 La principal causa de ello
son los bajos precios en el mercado mundial: en los últimos veinte
años fluctuaron entre los 870 y los 4.000 euros por tonelada, con
una fuerte tendencia a la baja.
Esto obliga a los agricultores a
reducir al mínimo sus costos de producción, para lo cual los niños
esclavos, que no cuestan más que un plato de polenta diario, vienen
como anillo al dedo.
Las empresas alimenticias hacen bajar los precios
Los precios bajos van a parar a la cuenta de un puñado de empresas
alimenticias, europeas y norteamericanas, que transforman el cacao
en chocolate.
"La producción mundial de cacao está en manos de unas
pocas firmas que poseen una red mundial de establecimientos
agrícolas, plantaciones, fábricas y organizaciones comerciales", nos
informa Gerhard Riess, del sindicato austríaco Agrar/Nahrung/Genufí.
"Esas compañías están en condiciones de imponer su voluntad a la
totalidad del sector."7
4 -
Boletín del sindicato austríaco Agrar/Nahrung/Genuss sobre el cacao,
Viena, 9/ 1999 5 -
Verein Partnerschaft 3. Welt (editor): Einkaufen veriindert die Welf.
Die Auswirkungen unserer Ernihrung auf Ibmoelt und Entwicklung.
Editorial Schmetterling, Stuttgart 2000, pág. 44 6 -
Esto sucede en Ghana, según datos aparecidos en "Hinlergrundinformationen
Schokoladenindustrie", sindicato Agrar/Nahrung/Genuss, Viena 2000
7 -
Gerhard Riess: "Ein internationales Programm für Arbeitnehmer im
Kakaosektor", sindicato austríaco Agrar/Nahrung/Genuss
Estas empresas dominantes a las que Riess se refiere son marcas muy
conocidas (ordenadas según sus cifras de venta en el rubro
golosinas):
-
Nestlé (Suiza), con sus marcas After Eight, Baci, KitKat, Lion,
Nesquik, Nuts, Smarties,
etc.
-
Mars (EE.UU.), con Balisto, Banjo, Bounty, M&M, Mars, Milky Way,
Snickers, Twix, etc.
-
Philip Morris/Kraft Jacobs Suchard (EE.UU.), con Bensdorp, Daim,
Finessa, Kaba, Milka, Mirabell Mozartkugeln, Suchard, Toblerone,
etc.
-
Ferrero (Italia), con Duplo, FerreroRoché, Hanuta, productos
"Kinder", Mon Chérie, Nutella, etc.8
La situación empeora a causa de una reglamentación de la Unión
Europea, que (otra vez, presionada por las empresas) ha permitido
que desde marzo de 2000 el chocolate contenga una menor proporción
de manteca de cacao, del orden de un 5% sobre el peso total.
Nestlé
y compañía quieren sustituir la manteca de cacao por aceite de palma
y otras grasas que serían más baratas que el cacao. Pero para los
países productores esta reglamentación representa una pérdida anual
de 580 millones de euros.
Los principales afectados son los pequeños
agricultores, que cubren casi el 85% del mercado: esta
reglamentación los ha privado de su única fuente de ingresos.9
Mercenarios contra los agricultores
Brasil es el cuarto productor mundial de cacao, después de Costa de
Marfil, Ghana e Indonesia.
La mayor parte de las extensas
plantaciones de cacao de la zona de Bahía pertenece a grandes
latifundistas millonarios, los fazendeiros. Muchos de ellos ni
siquiera viven allí mismo, sino en Río de Janeiro, Nueva York o
París. En los campos de cacao trabajan más de 150.000 personas,
muchas de ellas contratadas en forma temporaria.
El salario promedio
ronda los 43 euros por mes.10
Y como con esa cantidad no se puede
alimentar a una familia, es necesario que ayuden todos, incluso los
niños y los ancianos, que por unos 30 euros hacen el trabajo, a
veces hasta en la "estufa", el horno de secado, moliendo granos de
cacao y pulpa a 60 grados para que la pasta quede sin grumos.
En los últimos años los agricultores han intentado ocupar tierras
para trabajarlas ellos mismos. Pero los latifundistas los expulsan,
ayudados por la policía y por sus propios mercenarios, los
pistoleiros. Desde 1986 ya hubo 120 personas asesinadas o heridas.
Las plantas de cacao, desarrolladas en extensos monocultivos, son
especialmente propensas a las plagas. Para combatirlas se utilizan
grandes cantidades de insecticidas altamente tóxicos, que pueden
provocar cáncer, enfermedades cutáneas, esterilidad y trastornos en
los sistemas nervioso, respiratorio e inmunológico.
La mayoría de
los campesinos que utilizan los rociadores son analfabetos y no
entienden las instrucciones de uso de esos productos agroquímicos.
Según Gerhard Riess, experto en alimentos, las compañías fabricantes
(entre ellas BASF, Bayer, Hoechst, Shell y Monsanto) no toman
suficientes medidas para prevenir los graves daños de salud que
ocasionan sus productos.
8 -
"Hintergrundinformationen Schokoladenindustrie", sindicato Agrar/Nahrung/
Genuss, Viena 2000
9 -
'Henriette Gupfinger, Gabi Mraz, Klaus Werner: Prost Mahlzeit! Essen
und Trinken mit gutew Gewissen. Viena, Editorial Deuticke 2000, pág.
157
10 -
Gerhard Riess: "Ein internationales Programm fur Arbeitnehmer im
Kakaosektor", sindicato austríaco Agrar/Nahrung/Genuss
Bananas venenosas
Existe otro alimento afectado por un problema similar: la banana.
En
enero de 2001, el periódico berlinés die tageszeitung publicó el
caso de Lucas Barahona, un trabajador bananero de Nicaragua:
"Los
médicos me dijeron que me fuera a mi casa a esperar la muerte. La
mía, la de mis hijos, la de toda mi familia."11
Barahona, de 44 años
de edad, tiene cáncer de huesos.
Su hijita de 10 años es tan menuda
que parece que tuviera cuatro. Y su hijito de cuatro todavía parece
un bebé. Ni siquiera puede pararse solo. Ellos son parte de las
22.000 víctimas nicaragüenses del Nemagón, un producto fabricado en
los Estados Unidos y
utilizado por lo menos hasta fines de los años setenta para evitar
que las bananas se agusanaran.
El producto se utilizó sin tomar
suficientes medidas de precaución e incluso fue aplicado desde
aviones. En Olanchito, una ciudad de provincia en el norte de
Honduras, el médico Ornar González dio la voz de alerta en febrero
de 1998: en su hospital, casi el 1% de los niños nacía sin cerebro.
González atribuyó esto al uso de Nemagón.
Nemagón es la marca comercial del dibromocloropropano (DBCP), un
producto
agroquímico catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)
como de alta toxicidad. En los años cincuenta, las compañías Dow
Chemical y Shell Oil lanzaron al mercado el DBCP como un económico
pesticida. Los experimentos con animales realizados por ellas mismas
determinaron ya en 1958 que pequeñas dosis de DBCP causaban esterilidad, atrofia testicular y lesiones mayores en pulmones, hígado y
riñones.
Sin embargo, ambas compañías ocultaron en un principio
estos resultados, minimizándolos al presentarlos ante las
autoridades norteamericanas como "no trasladables a los seres
humanos".12
En 1977 se prohibió el DBCP en los Estados Unidos. Sin embargo, las
empresas
bananeras norteamericanas habrían seguido usándolo en Latinoamérica
durante varios años más. En 1998, en Honduras se descubrieron
depósitos subterráneos con barriles de DBCP pertenecientes a la
compañía Standard Fruti (Dole).13
Alrededor de 25.000 ex trabajadores bananeros de Latinoamérica y
Asia iniciaron demandas de indemnización contra las transnacionales
Chiquita, Dole y Del Monte, y también contra Shell y Dow Chemical.
Chiquita, por ejemplo, se negó a pagar un resarcimiento a los
trabajadores afectados, mientras que las compañías fabricantes del
producto buscaron lograr acuerdos extrajudiciales, reacción que los
demandantes interpretan como una confesión de culpa.14
Los plaguicidas causan dos millones de muertos
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que son más de dos
millones las personas que mueren cada año a causa de los pesticidas.
Según la Coordinación contra los Peligros de Bayer, en la isla
filipina de Mindanao los bananales se rocían entre dos y tres veces
al mes desde el aire con Nemacur, un pesticida desarrollado por
dicho laboratorio alemán.
Este principio activo también está
catalogado por la OMS como "sumamente peligroso" (tipo 1a).
11 -
"Die Bananenseuche", die tageszeitung, 11.1.200
12 -
J. Knirsch: "Exportierte Unfruchtbarkeit", dossier 22 de BUKO Agrar:
Bananen, febrero de 2000, se puede solicitar en
http://www.bukoagrar.de/banane.htm
(ver también
http://es.epa.gov/techinfo/research/ttirapest.html y "Economic,
social and cultural rights. Adverse effects
of the illicit movement and dumping of toxic and dangerous producís
and wastes on the enjoyment of human rights", Economic and Social
Council of the United Nations, 11.1.1999)
13 -
"Mil barriles que contenían pesticida Nemagón fueron enterrados sin
protección por bananera", hi
Prensa, 18.4.1998,
http://laprensahn.com/natarc/9804/nl8001.htm
14 -
"Die Bananenseuche", die tageszeitung, 11.1.2001
Los habitantes de los alrededores no quedan a
salvo del veneno ni siquiera dentro de sus chozas.
La exposición
prolongada puede causar fiebre, irritación en los ojos, náuseas,
sensación de mareo, diarrea crónica, erupciones cutáneas, asma e
incluso cáncer.15
"Los niños que han estado jugando en la calle regresan a sus casas
tosiendo y quejándose de que les duelen los ojos", relata Alona
Tabarlong, del pueblo de Kamukhaan, donde este pesticida de Bayer se
aplica en los bananales de Del Monte y de Chiquita.16
En Kamukhaan
los bebés suelen nacer enfermos o con malformaciones.
Muchos padecen
graves afecciones cutáneas de origen congénito. Es común que los
lactantes mueran en el momento del parto o poco después.
En un informe reciente, la Comisión de Derechos Humanos de la ONU
denuncia las graves enfermedades que provocan los pesticidas de
Bayer en Mindanao. Allí se menciona, además del Nemacur, otro
producto de Bayer: Baycor.
El informe habla de una,
"situación
alarmante que involucra el tráfico ilegal de pesticidas" y de "daños
a la vida y a la salud generados por el uso indebido de estos
productos en algunos países en vías de desarrollo".
Señala también
que en Camboya, por ejemplo, circulan más de cincuenta tipos de
plaguicidas peligrosos.
"Uno de ellos, el Folidol, es un producto
sumamente peligroso fabricado por Bayer AG."17
En las distintas páginas Web de Bayer se siguen ofreciendo tanto el
Folidol como el Nemacur y el Baycor.18
La banana - un símbolo político
Cada año se exportan más de once millones de toneladas de bananas,
en su mayor parte a los Estados Unidos y a Europa.
Los países de la
UE otorgan al Tercer Mundo ciertos beneficios arancelarios que, sin
embargo, deberán eliminarse (tras una disputa de nueve años con los
Estados Unidos y ante la amenaza de sanciones comerciales):
compañías norteamericanas como Chiquita se sentían perjudicadas, y
ahora quieren volver a exportar más bananas a Europa.19
Las
organizaciones gremiales temen que los precios "sigan en caída
libre", lo cual empeoraría aún más la situación social de los
trabajadores bananeros.20
Hace mucho tiempo que el fruto sin carozo ocupa el centro de los
intereses políticos. Fue el canciller alemán Konrad Adenauer quien,
poco después de que finalizara la Segunda Guerra Mundial, sentó las
bases para su difusión en Europa Central quitando a las
importaciones de bananas las restricciones arancelarias.
A partir de
entonces, el símbolo de crecimiento económico pasó a ser: a cada
ciudadano su banana.
15 -
"Tódliche BAYERPestizide im Bananenanbau", Coordinación contra los
Peligros de BAYER 7/2000
16 -
Ibidem
17 - "Economic, social and cultural rights. Adverse effects of the
illicit movement and dvimping of toxic and dangerous products and
wastes on the enjoyment of human rights", Economic and Social
Council of the United Nations, 21.12.2000
18 -
Folidol: http://www.bayeragro.com/index.cfm7PAGE ID=132,
Nemacur: http:// uscrop.bayer.com/nemacur.html, Baycor: http://www.bayer
agro.com/index.cfm?PAGE ID=138
19 -
"Endlich alies Banane", die tageszeitung, 12.4.2001
20 -
"Neue Bananenordnung der EU, eine Bedrohung fur die Bananenarbeiter
in aller Welt", Unión Internacional de los Trabajadores de la
Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines
(UITA), Ginebra, 28.2.2001
La cosa continuó cuando en 1989 cayeron el Muro de Berlín y la
Cortina de Hierro.
Los ciudadanos de la RDA se abalanzaron sobre las
góndolas de los supermercados de Berlín
Occidental, llevándose a sus casas el "fruto de la reunificación" en
grandes cantidades.
Y algunos políticos austríacos se apostaron en
la plaza principal de Bratislava para repartir bananas en persona
entre la población eslovaca: vean qué gusto tan dulce tiene el libre
mercado.
Explotación de las "repúblicas bananeras"
Pero lo que para unos significa progreso y bienestar económico, para
otros es lisa y llanamente una explotación neocolonial.
Las
estructuras del mercado mundial, que condenan a los trabajadores
bananeros a condiciones de trabajo infrahumanas y una paga injusta,
contribuyeron a perjudicar la reputación que tiene la fruta
amarilla:
"Las técnicas actuales de producción impulsan a las
transnacionales a una perpetua consecución de nuevas tierras (y
menores costos laborales), dejando atrás ecosistemas devastados y
vidas destruidas", critica la Unión Internacional de los
Trabajadores de la Alimentación.21
Las tres grandes empresas frutícolas,
-
Chiquita (United Brands)
-
Dole
(Standard Fruit)
-
Del Monte,
...controlan el comercio de bananas desde
hace alrededor de cien años.
Ellas producen, compran y distribuyen
entre el 65 y el 70% de las exportaciones en todo el mundo. La
construcción de su posición hegemónica degradó a muchos países
latinoamericanos hace ya varias décadas a la categoría de
"repúblicas bananeras", en las cuales las empresas con poderío
económico a menudo tenían más peso político que los representantes
oficiales del pueblo.
Estas empresas norteamericanas se apropiaron
de grandes extensiones de tierra y se aseguraron el control sobre
los medios de transporte y comunicación. Dentro de este contexto,
sobornaron a funcionarios y derrocaron a los gobiernos
latinoamericanos que, a través de reformas agrarias, intentaban
asegurarle un ingreso mínimo a la población rural.
Hasta el momento, las huelgas de los trabajadores fueron brutalmente
reprimidas.
En 1999 se produjeron despidos masivos en tres
plantaciones pertenecientes a una subsidiaria guatemalteca de Del
Monte; acto seguido, doscientos hombres armados hasta los dientes
atacaron a la dirigencia gremial, que había organizado una protesta
masiva contra los despidos.
Presionada por la opinión pública, Del
Monte se vio obligada a tomar distancia de los hechos de
violencia.22
Desde entonces, los dirigentes sindicales están apostando cada vez
más a informar a los consumidores:
"Hoy en día, las campañas
públicas tendientes a imponer normas laborales y ambientales mínimas
en la industria bananera tienen mucho eco entre los consumidores y
son cada vez más eficaces."
Naranjas amargas
Gracias a una de esas campañas, otro alimento pasó a ocupar hace
algunos años el centro de la atención pública: la naranja.
Más
precisamente, el jugo de naranja. Los alemanes toman casi diez
litros de jugo de naranja por año. Y en Austria el consumo per
cápita es de aproximadamente veinte litros.
Más del 90% del volumen consumido en Europa proviene de Brasil. Con
alrededor de
650.000 toneladas anuales, la Unión Europea es el principal
comprador del jugo concentrado brasileño, cuya producción total
ronda el millón de toneladas.
21 -
"Kommt es zur Einhaltung globaler Gewerkschaftsrechte?", Unión
Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas,
Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA), 4.12.2000
22 -
Ibidem
A
todo esto, la Unión Europea tiene dificultades para hacer llegar a
los consumidores su propio excedente de naranjas (que provienen en
su mayor parte de España)
La razón es muy simple: el jugo de naranja
brasileño es mucho más barato.
El porqué es evidente: mientras los europeos pagan alrededor de 1
euro por cada litro de
jugo, los cosecheros brasileños reciben en promedio cuatrocientas
veces menos: sólo un cuarto de centavo.
Un pequeño porcentaje se va
en transporte y almacenaje; la parte del león se la llevan las
grandes compañías, que producen y comercializan el jugo de fruta y
tienen enormes márgenes de ganancia.
En Europa, siete de las diez compañías más grandes son alemanas. Las
marcas más conocidas las producen la Eckes AG (Granini, Hohes C, Dr.
Koch, Fruchttiger, entre otras), Procter & Gamble (Púnica) y Coca
Cola (Minute Maid y Cappy).
Una buena parte de las naranjas se cosecha al noroeste de San Pablo,
la gran metrópoli
industrial de Brasil. Allí, el inmigrante alemán Cari Fischer
comenzó a industrializar el cultivo a mediados de los años sesenta.
Al día de hoy, cinco familias ejercen su dominio sobre más de 150
millones de naranjos y alrededor de 70.000 cosecheros.
La cosecha se controla con tecnología ultramoderna: un simple clic
en el mouse, y en las
pantallas de las computadoras de la planta procesadora Paraná
Citrus, por ejemplo, aparecen todas las hileras de árboles que ya
están listos para la recolección en un radio de cincuenta
kilómetros.
Desde allí se indica cada día a los cosecheros dónde
tienen que trabajar.
Según Helmut Adam, de TransFair Austria, una organización que compra
productos del
Comercio Justo a los países del sur, el salario de estos
trabajadores se encuentra alrededor de un tercio por debajo del
mínimo necesario para la subsistencia.23
Y desde la reforma legal de
1995, los cosecheros, que ahora pasaron a tener el estatus de
"empresarios independientes", ni siquiera cuentan con un seguro
social.
Por cada cajón de naranjas, los asalariados reciben el equivalente a
unos 0,15 euro. Si llegan al máximo rendimiento y llenan 80 cajones
en un día, reciben un jornal inferior a los 12 euros. El monto
necesario para cubrir sus necesidades básicas se asemeja al de
Europa Occidental.
La época de cosecha se extiende como máximo seis
meses; durante lo que resta del año, los trabajadores carecen de
ingresos, ya que prácticamente no existen otras fuentes laborales en
la región.
Los bajos salarios conducen al trabajo infantil
Como casi ningún cosechero está en condiciones de mantener a su
familia, también hay muchos niños que trabajan en las plantaciones.
Niños de entre diez y catorce años de edad tienen que cargar bolsas
de naranjas de 25 kilos durante catorce horas al día. Según cálculos
de la central obrera CUT, en 1994 el 15% de los cosecheros de
naranja de San Pablo tenían menos de 14 años. En 1996, en la región
de Itápolis, uno de cada tres niños de origen pobre seguía
trabajando de cosechero.24
Desde que las asociaciones de derechos humanos y los sindicatos
denunciaron esta situación, la mayoría de las compañías occidentales
que producen jugos de fruta prohibieron el trabajo infantil entre
sus proveedores.
23 -
"Fünf Familienclans dominieren", Der Standard, 26.11.1999
24 -
"Bittere Orangen", folleto publicado por el Instituto Südwind, Viena
1997
La Asociación Brasileña de Exportadores de Cítricos (Abecitrus) también asumió en 1999 el compromiso de respetar en
forma consecuente la prohibición de trabajo infantil y, al mismo
tiempo, prometió generar proyectos de ayuda a los
niños con fondos creados especialmente a tal fin.
Daniela Kapellari,
gerente de Ventas de Rauch, la marca de jugos de fruta líder en el
mercado austríaco, declaró en una entrevista para el libro Prost Mahlzeit! Essen und Trinken mit gutem Gewissen (¡Buen provecho!
Comer y beber con conciencia):
"El trabajo infantil realmente era un
tema hace cinco, seis años. Pero ahora estamos en condiciones de
probar que ya no se contratan más niños como cosecheros."25
Algunas agrupaciones de derechos humanos, como la Agencia Südwind,
consideran que esta afirmación es un poco aventurada.
Aun cuando se
está comprobando en todas partes una disminución del trabajo
infantil motivada por la presión de la opinión pública, cada tanto
aparecen nuevos estudios e informes de testigos oculares, de acuerdo
con los cuales todavía hay menores de 14 años deslomándose en los
naranjales.26
Lo que pasa es que la prohibición de las empresas no solucionó el
problema central: los salarios bajos. Y es probable que sigan sin
solucionarlo si no existe presión por parte de los consumidores.
Consultada sobre la posibilidad de importar jugo de naranja a través
del Comercio Justo, la
gerente de Ventas de Rauch dijo que no rechazaba ideas de ese tipo,
pero que "en definitiva, los números tienen que cerrar."
McDonald's y los pecados de la carne
Una empresa que hace tiempo está en la mira de muchas organizaciones
de consumidores es
la cadena de comida rápida McDonald's.
Cada
cuatro horas se inaugura un nuevo McDonald's en algún lugar del
planeta. Las sucursales del imperio de la hamburguesa, unas 30.000,
ya están diseminadas por 118 países. El 36% de los ingresos de la
empresa proviene de Europa.27
La cadena de restaurantes más grande del planeta es, al mismo
tiempo, el principal
comprador mundial de carne vacuna y, en los Estados Unidos, el
primer comprador de carne en general.
McDonald's ya era criticada en los años ochenta porque la mayor
parte de la carne que iba a parar al estómago de los estadounidenses
- en forma de rodaja, entre dos rebanadas de pan blanco - provenía
de Sudamérica. Enormes superficies de selvas tropicales sucumbieron
allí ante la necesidad de obtener tierras de pastoreo para el ganado
de esta multinacional norteamericana.
En 1997, durante un sonado juicio de la multinacional contra dos de
sus críticos en
Londres, trascendió que a lo largo de esa década McDonald's había
seguido exportando carne vacuna brasileña hacia Suiza y Gran
Bretaña. Los testigos confirmaron ante el tribunal que estancias
brasileñas y costarricenses continuaban proveyendo carne vacuna a la
empresa norteamericana.
Según sus declaraciones, las estancias
estaban ubicadas en terrenos pertenecientes a la selva, cuyo
desmonte obligó a expulsar a parte de la población nativa.28
25 -
Gupfinger/Mraz/Werner: Prost Mlhlzeit!, Viena 2000, pág. 100
26 -
En Einknufen verandert die Welt, Editorial Schmetterling (Stuttgart
2000, pág. 44), la Asociación Amigos del Tercer Mundo señala
inclviso qvie más de la cuarta parte de los trabajadores de los
naranjales son niños
27 -
Siegfried Pater, Zwn Beispiel McDonald's. Editorial Lamuv, Gottingen
2000
28 -
Ver en http://www.mcspotlight.org
En la actualidad, la carne que se sirve en las 5.200 sucursales
europeas de la cadena proviene del ganado europeo.
Más de 30.000
toneladas anuales de carne vacuna pasan por
la picadora sólo para los McDonald's alemanes. Esto equivale al 40%
de la producción total de carne bovina en Baviera. Sin embargo, en
la Unión Europea, alrededor de un tercio del forraje necesario para
alimentar el ganado es importado. La mitad de esas importaciones
procede de países del llamado Tercer Mundo.
Allí se destinan enormes
extensiones de terrenos a la siembra del forraje, terrenos que por
lo general son los más fértiles y favorecidos por el clima y que
quedan de ese modo inutilizables para la producción local de
alimentos.
Para obtener carne, en el mundo se destinan al engorde 1.300
millones de cabezas de
ganado bovino.
Aproximadamente la mitad de la cosecha mundial de
cereales, es decir, 600 millones de toneladas anuales, se utiliza
como forraje. En Brasil, la quinta parte de los terrenos cultivables
ya está ocupada con forrajes para los países de la UE.29
Al mismo
tiempo, crece el hambre: las vacas de los ricos se comen el pan de
los pobres.
Los gases expelidos por los bovinos recalientan el planeta
Más allá de lo dicho, el consumo masivo de carne también es
cuestionable desde el punto de vista ecológico.
La cría de bovinos,
por caso, contribuye en gran medida al recalentamiento terrestre.
Alrededor del 85% de los cambios climáticos originados por la
agricultura son atribuibles a la producción de forrajes.
La culpa es
(fuera de broma) del gas metano que expele cada tanto el estómago de
los rumiantes (ver el film "Cowspiracy").
"Por lo tanto - tal como concluyó acertadamente una
comisión de expertos del Parlamento alemán - una vaca promedio puede
generar el mismo efecto invernadero que un automóvil promedio."30
Animales torturados por la industria del fastfood
Las entidades protectoras de animales también critican los métodos
utilizados por las empresas de fastfood.
En los establecimientos
industrializados, los animales viven en un espacio muy reducido y
son tratados como máquinas. A los toros se los castra sin anestesia.
Por lo general, no hay ventilación ni espacio para pastar.
La
alimentación sé realiza sobre la base de pienso concentrado, el cual
suele ser enriquecido con hormonas y antibióticos para que los
animales crezcan y se desarrollen con mayor rapidez... y lleguen
antes al matadero.
Sin embargo, muchas de estas criaturas sobre-engordadas mueren mientras son transportadas al matadero o
incluso antes.
Por esa razón, la organización People for the Ethical Treatment of
Animáis (PETA) recurrió a métodos drásticos para protestar contra
las prácticas aberrantes instrumentadas en los establecimientos
proveedores de las cadenas de fastfood. Frente a los restaurantes
de la cadena McDonald's de 23 países, los activistas repartieron
unas cajitas similares a las que la empresa prepara para los niños.
Pero estas cajitas contenían fotos y muñequitos que imitaban a
animales cruelmente sacrificados.
La reacción no se hizo esperar: En
agosto de 2000, McDonald's anunció que se ocuparía de implementar
condiciones de producción menos crueles hacia los animales.31
29 -
Cifras extraídas de Siegfried Pater, McDonald's, Gottingen 2000 y de
Gupfinger/ Mraz/Werner: Prost Miihlzeit!, Viena 2000
30 -
Informe final de la Comisión Enqviete "Protección de la Atmósfera
Terrestre" del Parlamento alemán, Económica Verlag, Bonn 1995
31 -
"Happy hen, happy meal McDonald's chicks fix", U.S. News & World
Report, Business &
Technology, 4.9.2000 (véase también
http://www.meatstinks.com/mcd/index.html)
En
abril de 2001, Burger King, la segunda cadena norteamericana de fastfood, cedió también a la presión de la calle y prometió
realizar
mejoras.32 Eso sí, entre efectuar esos anuncios y lograr un
tratamiento más ecológico o justo hacia los animales todavía hay un
largo trecho.
La crisis de la vaca loca pone bajo presión a las empresas de
hamburguesas
A todo esto, las hamburgueserías se encuentran bajo una inmensa
presión, sobre todo desde que se desató la crisis de la vaca loca en
Europa y desde que la fiebre aftosa se propagó rápidamente a
principios del año 2001.
La encefalopatía espongiforme bovina (EEB)
condujo a la matanza de millones de cabezas y a una crisis agrícola
generalizada, primero en Gran Bretaña y a partir de la segunda mitad
del año 2000 también en el continente europeo.
Al día de hoy, el
número de muertos a causa de
la enfermedad de
Creutzfeldt-Jakob (a la
cual se la relaciona con la EEB) ya asciende a unas cien personas.
Esta coyuntura estuvo a punto de provocar el colapso del mercado de
la carne bovina. Una de las empresas más afectadas por la crisis fue
el líder mundial, McDonald's.
A principios de 2001, la gerencia de la multinacional informó que
sus ventas en Europa habían caído un diez por ciento en el trimestre
anterior. La caída fue atribuida, por lo menos en parte, al miedo de
los consumidores frente al mal de la vaca loca.33
En tan sólo tres
meses (desde enero hasta comienzos de abril) la cotización de las
acciones de McDonald's descendió bruscamente un 22 por ciento.34
Para colmo de males, el 13 de enero se notificó un presunto caso de
EEB en la fábrica de carne italiana Cremonini, proveedora exclusiva
de la empresa de las hamburguesas.35
"Las vacas locas... ¿aniquilarán al BigMac?", planteaba con
preocupación una revista norteamericana a propósito de estas
cuestiones.36
Si así fuese, pagarían por una vez los pecadores.
Porque los bovinos, que en realidad son herbívoros, fueron
alimentados con harina de origen animal, y fue eso lo que llevó a la
propagación de la epidemia en Europa.
El crecimiento perverso de la
cría industrializada no es nada más ni nada menos que la
consecuencia lógica de la filosofía de McDonald's: una filosofía que
busca aumentar las ganancias a cualquier precio.
"El mal de la vaca
loca se está convirtiendo en la peste del comercio globalizado",
afirma James L. Watson, un profesor de Harvard que conoce a fondo el
consorcio de las hamburguesas.
Según él, McDonald's y la EEB son
engranajes de un mismo sistema.37 Dentro de ese sistema Watson
incluye también a la tecnología genética.
Desde 1996, los envíos hechos por las empresas norteamericanas a
Europa también
contienen forrajes modificados genéticamente. En julio de 2000, la
organización ecologista Greenpeace comprobó que McDonald's
alimentaba con soja transgénica a los pollos, a los mismos que luego
vendía como McNuggets y hamburguesas McPollo.
Fueron necesarias las
protestas de los consumidores para que la empresa declarara que, a
partir de abril de 2001, dejaría de utilizar productos modificados
genéticamente.38
32 -
"Burger King to audit animal treatment", Reuters, 2.4.2001
33 -
A 2.400 millones de euros en el último trimestre de 2000; fuente:
BBC News del 31.1.2001
34 -
"Appetites Waning for McDonald's", CNBC.com, 3.4.2001
35 -
"BSEVerdacht bei Zulieferbetrieb von McDonald's", Netzeitung
(http:// www, netzeihing .de), 16.1.2001
36 -
"Will Mad Cows kill the BigMac?", Salón News, 26.3.2001
37 -
Ibidem
38 -
Comunicado de prensa de Greenpeace del 14.11.2000
La tecnología genética: un arma maravillosa
Uno de los argumentos que se esgrimen recurrentemente para apoyar el
uso de la tecnología genética en la agricultura es su posible
utilización para combatir el hambre en el mundo.
Según datos
aportados por la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación), más de 800 millones de personas, es
decir, casi el 15 por ciento de la población mundial, están
afectadas directamente por el hambre. Mientras tanto, la población
mundial va creciendo año tras año: Se estima que para el año 2050 la
cifra alcanzará los 10.000 millones.
En la actualidad (2003), somos poco
más de 6.000 millones.
A través de la manipulación de la información genética de las
plantas, las empresas agrícolas pretenden aumentar la producción de
alimentos de tal manera que "nadie más tenga que pasar hambre". Así
de sencillo. Gracias a la manipulación, las plantas podrían
"aprender" a crecer rápidamente y en gran número, incluso en
condiciones adversas, y, además, se volverían inmunes a las plagas y
las enfermedades.
Demasiado bello para ser cierto. En realidad, el hambre en el mundo
no se debe tanto a
una producción agrícola insuficiente sino más bien al reparto
injusto de esas riquezas.
Bastan como ejemplo los casos de
explotación agrícola mencionados en este capítulo.
"Contratos esclavistas"
Para la naturalista india Vandana Shiva, la tecnología genética
acentúa aún más la explotación de los países pobres.
Las empresas
patentan las semillas que desarrollan, argumentando que tienen
derecho a recibir una compensación por sus inversiones en
investigación.
De modo que si un agricultor utiliza porotos de soja
de la firma Monsanto, no puede seguir cultivándolos como hizo desde
siempre, sino que debe volver a comprar las semillas tras cada
cosecha.
"Es una suerte de contrato esclavizante, a los granjeros se les
prohibe reutilizar sus semillas, un derecho que les había
pertenecido desde siempre", dice la ganadora del Premio Nobel
alternativo.
"El cultivo propio se considera delito. Las
actividades normales del campo se califican como un delito por el
cual uno puede ser perseguido, multado y encarcelado. De ese modo
corremos peligro de caer en una nueva forma de colonialismo
industrial en el que no sólo los campesinos, sino también países
enteros pierden sus derechos."39
Por lo tanto, el interés principal de las multinacionales que
disponen de tecnología agrícola
es comercializar su producción agropecuaria.
Quienes tienen una
visión crítica como Vandana Shiva temen que un puñado de empresas
controle gran parte de las reservas alimentarias mundiales y llegue
a tener un poder insospechado.
A la cabeza de ese grupo se encuentra
la compañía suiza Syngenta (la fusión de Novartis y AstraZeneca)
Le
siguen,
-
Monsanto (EE.UU.)
-
Aventis (Francia)
-
BASF (Alemania)
-
DuPont (EE.UU.)
La tecnología "Terminator" - Hasta la vista, granjero
Algunas de estas compañías acaban de desarrollar un nuevo método
genético que torna innecesarios los contratos mordaza anteriormente
mencionados: se trata de la tecnología "Terminator".
39 -
Entrevista con Klaus Werner realizada el 26.3.1997 (publicada en
Politische Okologie, número 53, 1997)
Este método permite desactivar la capacidad
germinativa de todas las semillas producidas por una planta,
obligando a los campesinos a realizar la compra año tras año.
En
enero de 2000, la compañía norteamericana Delta Pine and Land Seed
Company, la mayor productora mundial de semillas de algodón, anunció
su primera aplicación comercial.40
Sobre todo en los países pobres, esto está fuera del alcance de la
gente. En la mayoría de las regiones hay variedades adaptadas
localmente que se cultivan desde hace varias generaciones y que
crecen incluso en condiciones climáticas adversas. Sin embargo,
justamente en esos países existen muchos pedidos de patentamiento.
La sospecha es inevitable: primero las empresas intentan acaparar el
mercado con ofertas económicas o directamente regalando semillas,
para que luego, tras haberse adaptado a los nuevos cultivos, los
agricultores terminen dependiendo de otros obsequios.
Los pequeños regalos conservan la dependencia
La sospecha no es infundada, tal como demuestra otro ejemplo
extraído de la industria alimenticia.
En los años setenta, Nestlé y
otras compañías del ramo se convirtieron en el blanco de las
críticas lanzadas por las organizaciones de ayuda. A través de
campañas publicitarias millonarias, inducían a las madres jóvenes a
que alimentaran a sus bebés con productos artificiales.
Para ello
utilizaron recursos perversos: tras señalar las aparentes
desventajas de la leche materna, las empresas donaron leche en polvo
a maternidades, mujeres embarazadas y madres.41
En general, las consecuencias fueron nefastas, sobre todo en los
países en vías de
desarrollo.
Las mujeres aceptaban agradecidas los regalos de sus
benefactores occidentales y dejaban de darles el pecho a sus hijos.
A pesar de que en los lugares sin acceso al agua potable la
alimentación con leche en polvo es peligrosísima para los lactantes,
las compañías insistieron en que la leche en polvo era más sana que
la leche materna.
Cuando se acabaron los regalos generosos, muchas
madres ya se habían quedado sin leche en los pechos, de modo que
dependían por completo de la alimentación artificial. Sólo que ahora
debían pagarla muy cara.42
40 -
Bernhard Huber: "Jáger der verloneren Akzeptanz", Kontexte 3/2000
41 -
Información más detallada en http://tvww.ibfan.org y también en
http://babynahrving.org y en http: / /www.babymilkaction.org
42 -
Ver también "Formula for Disaster", Wall Street Journal, 6.12.2000
En marzo de 1981, la Organización Mundial de la Salud promulgó un
Código Internacional
de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna.
Este
documento impuso restricciones a la publicidad de alimentos para
bebés y prohibió terminantemente que se distribuyeran en forma
gratuita o más barata. En 1982, Nestlé publicó directivas de
marketing propias, basadas aparentemente en el código internacional
de la OMS, pero consideradas absolutamente insuficientes por UNICEF
y otras organizaciones.
Sólo tras la presión intensa y los boicots
llevados a cabo en numerosos países con la consigna "Nestlé mata a
los bebés", la empresa decidió suscribir en 1984 el código de la
OMS.
Las empresas violan el código
Se suponía que con esa firma todo estaría en orden. Se suponía...
Porque las empresas siempre encuentran la forma de burlar las
prohibiciones. La página web de la International Baby Food Action
Network (IBFAN) registra numerosos casos en que se transgreden las
restricciones publicitarias de la OMS.43
Además de Nestlé (lista de
productos en la ficha correspondiente), también reciben críticas
Hipp, Milupa, Danone, Abott, Humana, Heinz, Gerber (Novartis), Mead
Johnson (BristolMyers Squibb), entre otros.
En diciembre de 1999, un ex colaborador de Nestlé en Pakistán acusó
a la compañía de haber cometido graves violaciones al código de la
OMS y de haber sobornado sistemáticamente a funcionarios del área de
salud paquistaní, a pesar de que en ese país mueren miles de niños a
consecuencia de la alimentación con leche en polvo.
"Para aumentar
las ventas, sobornábamos a los pediatras y engatusábamos a las
madres de los lactantes", le confió el arrepentido a la revista
alemana Stern.44
Un informe televisivo sobre este escándalo había
sido anunciado por la emisora alemana ZDF, pero fue retirado de un
día para el otro tras una intervención de la compañía suiza.45
Según UNICEF, el 84 por ciento de los bebés en Paquistán se
alimentaba por entonces con productos sustitutos de la leche
materna. Un negocio muy lucrativo, teniendo en cuenta sus 130
millones de habitantes.
Nestlé informa tanto en Internet como en los
envases de sus productos que la leche materna,
"es el mejor alimento
para su bebé y el más sano", pero el problema es que de cada cuatro
mujeres paquistaníes sólo una sabe leer y escribir.46
A raíz de sus constantes violaciones al código de la OMS, las
empresas de alimentos para
bebés no sólo están enfrentadas al Fondo de las Naciones Unidas para
la Infancia (UNICEF) y a la IBFAN, sino también a la Organización
Internacional del Trabajo (OIT), a la World Alliance for
Breastfeeding Action (WABA) y a otros organismos.47
El sida como recurso de marketing
Las empresas han iniciado ahora una nueva arremetida para acercar de
todos modos sus productos a la mujer: Nestlé y compañía sostienen
que sólo la distribución gratuita de alimentación para lactantes
puede impedir el contagio del virus VIH a través de la leche
materna.
La propagación del virus ha tomado dimensiones de epidemia, sobre
todo en África.
Según datos aportados por el Programa Conjunto de las Naciones
Unidas sobre el VIH/sida, los países al sur del Sahara tienen, en
promedio, un 9% de mujeres embarazadas infectadas con el VIH. A
nivel mundial, ya han muerto de sida 3,8 millones de niños, y se
calcula que 3,4 millones de ellos fueron contagiados por madres VIH
positivas.
Si a esas madres se les suministrase alimento para bebés, muchos de
esos niños podrían sobrevivir, afirman las empresas alimenticias. El
prestigioso periódico económico Wall Street Journal incluso acusa a
UNICEF de consentir "la muerte de millones de niños" al negarse a
que las compañías distribuyan sus productos en forma gratuita.48
En principio, UNICEF no está en contra de que se entreguen productos
sustitutos de la leche a las madres VIH positivas.49 Lo que ocurre
es que, en realidad, la proporción de contagios a través de la leche
materna es relativamente baja (alrededor del 15 por ciento)
43 -
"Breaking the Rules, Stretching the Rules 2001" en http://www.ibfan.org/english/
codewatch/btrOl/indexen.htm
44 - "Todbringende Rezeptschlacht", Stern
50/1999
45 -
"Angekündigt, aber nie gesendet. Warum das ZDF einen Beitrag über
Nestlé kippte", Berliner Zeitung, 10.12.1999
46 -
"Riskante Mischung", Facts 51/1999
47 -
Lista de los qvie apoyan la campaña pro lactancia materna en http://www.
waba.org.br/ilopage.htm
48 -
"Formula for Disaster", Wall Street Journal, 6.12.2000
49 -
Ver http://www.vinicef.org/programme/hiv/mtct/mtct int.htm
Desde que estalló la epidemia del sida hace unos veinte años, un
total de entre 1,1 y 1,7
millones de niños contrajeron el virus por esta vía, calcula UNICEF.
La mayor parte de los contagios se producen ya en el seno materno,
durante el embarazo. Además, el acceso al análisis de sida en África
es un lujo que muy pocos pueden darse:
sólo el 5 por ciento de los
infectados sabe que es VIH positivo.50
Un millón y medio de niños mueren a causa de la alimentación
artificial
De todos modos, si la leche en polvo se suministra a la buena de
Dios, sin que las madres se hayan hecho el análisis de sida, es
probable que haya que lamentar muchas más víctimas fatales que las
que pueden producirse con el amamantamiento, dado que la lactancia
materna ofrece un riesgo de contagio relativamente bajo.
Según la
OMS, más de un millón y medio de niños mueren cada año precisamente
por no haber sido amamantados. La principal causa de mortalidad son
las infecciones diarreicas y otras enfermedades similares.
Como el
acceso al agua potable en las regiones subdesarrolladas constituye
una excepción, la leche en polvo por lo general tiene que diluirse
en aguas contaminadas con bacterias.
De ahí que la leche de biberón
sea la principal causa de contagio y muerte.
"Un niño alimentado a mamadera tiene una probabilidad seis veces
mayor de morir de diarrea que un niño amamantado naturalmente", dice
Urban Jonsson, director regional de UNICEF para el Este y el Sur de
África.
"Nestlé lo sabe y, sin embargo, sigue publicitando sus
sustitutos de la leche materna."51
50 -
Ver http://www.vinicef.org/newsline/OObreastfeeding.htm
51 - Entrevista con Klaus
Werner, 12.12.2000
Por esa razón, UNICEF exige que la alimentación artificial se
entregue bajo ciertos requisitos: únicamente a madres infectadas y
sólo bajo estrictas condiciones de higiene.
Básicamente, lo que
busca este organismo es que exista un mayor acceso al test de VIH y
a los medicamentos para el sida.
Además, la directora de UNICEF, Carol Bellamy, se puso en contacto
con las empresas alimenticias para poder ofrecer - en los casos
probados de VIH positivo - leche en polvo como sustituto de la leche
materna.
Pero las conversaciones fracasaron, según UNICEF por las
constantes violaciones al código de la OMS y porque los fabricantes
querían manipular nuevamente las donaciones con fines publicitarios,
con lo cual se corría el riesgo de que también comenzaran a usar
leche en polvo las madres sanas.
Porque si estos productos penetran en el inconsciente de las masas
como panacea para evitar el sida infantil, las compañías podrán
obtener pingües ganancias, incluso en los países más pobres.
La
presencia internacional de Nestlé, junto con
la de Coca Cola, ya es
temible: quien haya estado en África habrá podido observar que en
muchos países los negocios están abarrotados de productos importados
Nestlé, cuya gran popularidad evidentemente está ligada a su imagen
"moderna".
Mientras tanto, la población rural, que carece de
oportunidades para promocionar sus productos, suele tener grandes
dificultades a la hora de vender la propia cosecha.
Explotación en Europa
En Europa Occidental, la industria alimentaria globalizada también
es responsable de graves violaciones a los derechos humanos y
laborales.
La compañía alemana Aldi, la cadena comercial austríaca
Billa (perteneciente al grupo Rewe), además de McDonald's, Unilever
y otras empresas, están acusadas de ofrecer condiciones laborales
precarias y
salarios bajos y de avasallar los derechos gremiales.
En el año
2000, los sindicatos franceses organizaron un levantamiento contra
la empresa Aldi, que hacía trabajar a sus empleados hasta 60 horas
sin pagarles las horas extras.52
Walter Sauer, de la central sindical austríaca OGB, afirma que la
compañía Billa, la cual tras la caída de la Cortina de Hierro
estableció varias sucursales en Europa del Este, impide de modo muy
sutil la organización gremial de sus empleados:
"Hace dos años, en Billa Hungría se echó a rodar el rumor de que todo el que iba a los
sindicatos ocuparía el primer lugar en la lista de despidos y no
sería contemplado para los aumentos salariales.
Como consecuencia de
ese rumor, de un día para el otro casi todos los empleados se
retiraron del sindicato", afirma el referente de ÓGB para el
exterior. 53
Si bien el gerente general de la filial húngara de Billa
(al igual que su casa central austríaca) negó haber ejercido ese
tipo de presión, no cabe duda de que muchos trabajadores se
sintieron fuertemente intimidados.
Ayudantes de cosecha extranjeros como máquinas de bajo costo
Los más afectados por el abuso y la explotación son los inmigrantes
que llegan a Europa y los trabajadores golondrina.
Por ejemplo, los
ayudantes de cosecha extranjeros que trabajan en Alemania, Austria y
Suiza a cambio de salarios míseros. En Austria, esos hombres,
degradados al rango de máquinas cosechadoras, ni siquiera tienen
derecho a una jubilación o a un seguro social.
Cuando la temporada
llega a su fin, corren el riesgo de ser deportados.
Pogrom contra los africanos del norte
Pero en el sur de España la situación es peor aún.
En febrero de
2000, una pequeña ciudad andaluza a orillas del Mediterráneo, en la
provincia de Almería, se hizo tristemente célebre: durante varios
días, numerosos habitantes de El Ejido salieron a la calle a
perseguir ayudantes de cosecha marroquíes con bates de béisbol y
destruyeron sus precarias viviendas junto con los pocos bienes que
poseían los africanos.
El 5 de febrero, un marroquí con trastornos mentales había asesinado
a una española de
26 años.
Ese hecho fue la mecha que encendió la locura colectiva.
Una multitud azuzada por consignas racistas se movilizó en toda la
región clamando por una venganza mortal. Los locales pertenecientes
a marroquíes y a agrupaciones de derechos humanos fueron destruidos;
las personas de tez oscura fueron amenazadas.
La policía permaneció
inmóvil, observando los actos vandálicos sin intervenir.
Algunas
pandillas de jóvenes marcharon con bates de béisbol y barras de
hierro hacia el barrio de los inmigrantes, destruyendo negocios y
mezquitas y atacando a todo africano que caía en sus garras.
Acompañada por gritos de júbilo de la muchedumbre, la turba racista
incendió las barracas de los inmigrantes, hechas de madera, piedra y
toldos, y persiguió hombres, mujeres y niños hasta los invernaderos,
en los cuales miles de ellos habían buscado refugio. Entretanto, un
comando de trescientos policías reprimía una manifestación pacífica
de algunos cientos de marroquíes que convocaban con los brazos en
alto a un cese de la violencia.
Sacudidas por los informes de la prensa internacional, las
autoridades intervinieron con decisión, aunque para ello debieron
pasar tres días. Más de sesenta personas resultaron heridas.
Que no
haya habido muertos es, según opinan testigos oculares, algo rayano
en el
milagro.54
52 - "Eiserne Sparer — Wegen seiner Arbeitsbedingungen gerat Aldi in
Frankreich vinter Beschuss", Die Zeit, 2.11.2000
53 - Entrevista con Klaus
Werner, 18.10.2000
La provincia de Almería se especializa en el cultivo intensivo de
frutas y hortalizas.
Los invernaderos ocupan aquí una superficie de
30.000 hectáreas. Miles de pequeñas empresas familiares emplean
(generalmente en forma ilegal) a miles de extranjeros, en su mayoría
marroquíes.
Las estimaciones oficiales hablan de entre 15.000 y
25.000 "ilegales", que, al no tener permiso de residencia ni
contrato laboral, están absolutamente librados al arbitrio de sus
empleadores.
Las autoridades lo saben, pero se quedan mirando sin
hacer nada, porque sin los trabajadores extranjeros la abundante
cosecha probablemente se echaría a perder. Y, al fin y al cabo, de
esa cosecha depende el bienestar de toda la región.
Desde que Juan Enciso es el alcalde de El Ejido, las intimidaciones
a los inmigrantes están a la orden del día.55
Ya en 1998,
extremistas de derecha habían ejecutado cruelmente a un agricultor y
quemado vivos a otros dos marroquíes. Estos ataques y otros
similares jamás fueron esclarecidos. Muchos sospechan que detrás de
todo esto hay mercenarios de los empresarios agrícolas, que buscan
amedrentar a los trabajadores.
El alcalde Enciso proviene de una
familia que administra la Agroejido, una de las principales
compañías del sector.
Las empresas de Europa Central se quedan con las ganancias
El ochenta por ciento de las hortalizas que se exportan desde España
proviene de la provincia de Almería.
En sus 32.000 invernaderos, la
región produce anualmente alrededor de 2,8 millones de toneladas de
frutas y verduras, que en su mayor parte se exportan a Alemania.
Pero en febrero de 2001, por ejemplo, la cadena de supermercados
austríaca Billa (perteneciente a la compañía alemana Rewe) también
promocionaba fresas, tomates y ajíes "frescos de España":
"Los
aromáticos tomates de la provincia de Almería" están allí a sólo
1,45 euro.
Y dos "ajíes frescos y sabrosos", también de la zona de
El Ejido, ya se consiguen por 0,73 euro.56
Por sembrar y cosechar estos productos, un trabajador marroquí
recibe apenas 20 euros al día, mientras que un español gana por lo
menos el doble.57 Para ello, tiene que deslomarse en su trabajo,
soportando el abrasador calor andaluz bajo la cobertura plástica de
los invernaderos, donde la temperatura suele superar los 50 grados.
Además, está expuesto a las emanaciones que se desprenden de los
fertilizantes y los pesticidas, cuyo uso es imprescindible en la
agricultura intensiva.
Un estudio especial realizado en 1996
investigó 506 casos graves de intoxicación con esos pesticidas, de
los cuales un 5% derivó en la muerte de los pacientes.58
"Trabajamos y vivimos debajo del plástico"
La mayoría de los inmigrantes vegeta en casillas de emergencia, en
casas o depósitos abandonados.
El 55 por ciento no tiene agua
potable ni instalaciones sanitarias ni letrinas.59 "Trabajamos
debajo del plástico y vivimos debajo del plástico", precisa uno de
ellos.60
Estas condiciones han llevado a las tensiones sociales que, hasta
ahora, alcanzaron su
pico máximo en
el pogrom de febrero de 2000.
54 -
Foro Cívico Europeo: z. B. El Ejido Anatomie eines Pogroms,
Basilea 2000, pág. 35
55 -
Ibidem, pág. 29
56 -
Folleto de la compañía Billa, febrero de 2001
57 -
z. B. El Ejido, pág. 49
58 -
Ibidem, pág. 123
59 -
Ibidem, pág. 62
60 -
"Jagdszenen aus Südspanien", die tageszeitung, 10.2.2000
Pero siempre se puede rescatar algo: finalmente una empresa
reaccionó ante un pedido firmado por 4.000 clientes.
La cadena de
supermercados suiza Migros va a investigar más de cerca las
condiciones de vida y de trabajo de los peones rurales africanos en
Almería. De comprobarse las acusaciones, Migros encargará su
mercadería a algún otro proveedor, anunció la gerencia comercial en
enero de 2001.61
Pero un mero cambio de proveedor no ayudará a
cambiar la situación. Sería más atinado que utilizaran el poder que
tienen como compradores mayoristas para lograr mejores condiciones
laborales para los peones rurales y controlar su cumplimiento. Lo
que sucede es que esto redundaría en mejores sueldos y, en
consecuencia, en precios más elevados para los alimentos importados.
Dado que, hasta el momento, ninguna compañía importante quiere
dignarse a ello, Tobías Müller (integrante de una delegación enviada
por el Foro Cívico Europeo para investigar los hechos acaecidos en
El Ejido) llega a una conclusión clara:
"En realidad, no deberíamos
comer más tomates ni fresas de España. Se producen en condiciones
éticamente injustificables."62
Pero entonces, ¿qué se puede comer?
Desde este punto de vista, no podríamos comer nada más, pensarán
algunos.
No es así. Porque en ningún otro rubro existen tantas
alternativas como en el sector alimenticio. Sobre todo desde la
crisis de la vaca loca, parece haber comenzado un cambio de
mentalidad que ya se refleja en las góndolas de los supermercados en
forma lenta pero ininterrumpida.
En este contexto, el mercado más importante del futuro es la
agricultura orgánica. La resolución Nº 2092/9163 de la UE determina
claramente qué es lo que debe contener un producto con la etiqueta "Bio".
Esto incluye disposiciones muy precisas sobre el cultivo orgánico de
las materias primas, el trato digno a los animales y el
procesamiento ecológico. La utilización de tecnología genética y de
aditivos nocivos para la salud está prohibida.
Las tiendas naturistas no siempre están a la vuelta de la esquina y,
además, suelen ser relativamente caras. Pero cada vez hay más
supermercados que ofrecen productos orgánicos.64 Vale la pena
averiguar.
El hecho de que un producto lleve el rótulo "Bio" no es sinónimo de
que haya sido fabricado en forma socialmente aceptable. En los
cultivos orgánicos alemanes, por ejemplo, es posible encontrar
ayudantes de cosecha polacos que trabajan sin seguro social y por 3
euros la hora.65
Pero, en la mayoría de los casos, con sus
estructuras más pequeñas y diseñadas a largo plazo, la agricultura
ecológica al menos crea puestos de trabajo de mejor calidad que los
de la producción industrial.
Además, numerosos establecimientos se
han impuesto a sí mismos estándares sociales elevados, y los hacen
controlar porque saben que sus clientes son sumamente exigentes en
cuanto a las condiciones de producción.
61 -
"Migros droht Südspanien", die tageszeitung, 29.1.2001
62 -
z. B. El Ejido, pág. 100
63 -
Reglamento (CEE) Nº 2092/91 del Consejo del 24 de junio de 1991
sobre la producción agrícola ecológica y su identificación en los
productos agrarios y alimentarios, ver
http://europa.eu.int/eurlex/de/lif/dat/1991/de391R2092.html
64 -
Direcciones de centros de información y tiendas de productos
orgánicos en Alemania, Austria y Suiza en
http://www.ecologv.at/proiekt/detail/buchserviceteil.html
65 -
"Sauber ausgebeutet", Die Zeit, 22.4.1999
Generalmente conviene privilegiar los productos de la región por
sobre aquellos que tuvieron que ser transportados durante largos
trayectos.
Desde el punto de vista europeo, por
ejemplo, la fruta de Europa Central no sólo causa menos daños
ambientales que la sudamericana (debido a que el transporte requiere
trayectos más cortos); por lo general, tampoco fue recolectada por
niños explotados en las plantaciones casi hasta la muerte.
Comercio Justo
Sin embargo, a causa de las condiciones climáticas, muchos productos
alimenticios como el café, el té, el cacao y las frutas tropicales
no pueden cultivarse en Europa.
Por eso existen organizaciones
comerciales como TransFair y Max Havelaar66, que no sólo garantizan
salarios y condiciones de trabajo decentes, sino también un cultivo
y un procesamiento ecológicos.
Comprando sus productos, uno asegura
la creación de estructuras sustentables y, con ello, la
supervivencia de muchos pequeños agricultores.
Estos productos están identificados con logos especiales del
Comercio Justo y no sólo se ofrecen en las denominadas "tiendas
globales", sino también, cada vez más, en los supermercados.67
Como
siempre, también aquí, la demanda, la averiguación y la presión de
los consumidores obligan incluso a las grandes empresas a recurrir
al Comercio Justo.
66 -
Más información en http://www.transfair.org o bien en TransFair,
Verein zur Fórderung des Fairen Handels mit der "Dritten Welt" e.V.,
Remigivisstr. 21, D50937, Colonia (Alemania); en Austria: http://www.transfair.or.at,
Wipplingerstrabe 32, A1010 Viena, tel. +43/1/533 09 56
67 -
En estas cadenas comerciales se ofrece por lo menos un producto con
el sello de TransFair:
Allfrisch, Bolle, Budnikowsky, Citti, Comet,
CoopMarkte, Deutscher Supermarkt, Die 2, Dixi, Edeka aktiv, Edeka
Neukauf, Edeka/Super 2000, EdekaMarkte, Eurospar, Extra, Famila,
Famka, Globus/Maxvis, Grosso, Gubi. HawegeCenter, Hertie/
Alsterhaus, Hill, Hit, HL, Horten, Jumbo,
KaDeWe, Kafu, Kaiser's, Karstadt, Kaufhalle/iniMultistore, Kaufhof,
Katifland, Kaufmarkt, Kaufpark,
Kontra, Magnet, Markant, Marktfrisch, Marklkauf, Metro, Minimal,
Otto Mess, Pro, real, Reichelt, Rewe Márkte, Safeway, filiales de
Schátzlein, supermercados Sky, supermercados Spar, Spinnrad, die
sanfte Drogerie, Stüssgen, Tengelmann, toom, WalMart, Wandmaker,
Wertheim, Wertkauf; la lista de Austria se encuentra en
http://wvvw.transfair.or.at/produkte.htm
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PAN Y CIRCO
Muñecas Barbie, monstruos de Pokémon, autitos de colección,
Teletubbies, el ratón Mickey... Nuestros hijos están todo el día
rodeados de juguetes. Algunos son fabricados por personas que, a su
vez, también son niños.
Esto ocurre en los países de mano de obra
barata, en Asia, entre sangre, sudor y lágrimas.
Erase una vez una niña pobre, llamada Xiao Shen, que vivía en la
pequeña aldea rural de Zhongyuan, en el centro de China.
Su vida no
era sencilla. Tenía que comer arroz
todos los días, carne había sólo en algunas fiestas. Xiao Shen tenía
que estar todos los días con el agua a la altura de las rodillas
ayudándole a su padre en la cosecha del arroz.
Cada vez que cerraba
los ojos, soñaba con una vida mejor, con salidas al cine en una
ciudad desconocida, con ropa linda, hasta con un auto... y con el
príncipe que algún día llegaría. Todas las noches ponía una vela en
la ventana para que el príncipe pudiera encontrar el camino hacia
ella.
Pero el príncipe nunca llegó. A Zhongyuan no llegó.
Por eso, un día, Xiao Shen decidió marcharse. Decenas de veces había
oído historias acerca de un país mejor detrás de las montañas. Se
puso de acuerdo con sus mejores amigas, que compartían su mismo
destino y soñaban sus mismos sueños.
Antes del amanecer se marcharon sigilosamente de sus casas. Un
camionero las llevó
hasta la ciudad más próxima. Y así siguieron viajando y viajando,
dejando atrás muchas ciudades, siempre en dirección al sur.
Recorrieron dos mil kilómetros. Como el viaje era largo y el dinero
muy poco, dependían de la buena voluntad de los automovilistas que
accedieran a llevarlas.
Por las noches, Xiao Shen lloraba, se
preocupaba por sus padres. En su habitación había dejado una nota en
la que les decía a su padre y a su madre que no se preocuparan, que
pronto se comunicaría con ellos y les enviaría dinero.
Por fin, Xiao Shen y sus amigas llegaron a destino: a la ciudad de
Shenzhen, una zona de libre comercio en el sur de China, en la
frontera con Hong Kong. Allí había trabajo, allí había dinero, y tal
vez allí sus sueños se harían realidad.
Explotadas para fabricar juguetes Chicco
Esto sucedió a comienzos de 1993 y no fue ningún cuento de hadas.1
Xiao Shen conoció a dos empresarios llamados Huang Guoguang y Lao
Zhaoquan, quienes buscaban empleadas para su Zhili Handicraft
Factory. Allí se fabricaban juguetes que luego distribuía la empresa
italiana Artsana S.p.A./Chicco.
Xiao Shen se convirtió en una de las 472 empleadas de la factoría.
Tenía la impresión de
que allí las cosas le iban incluso peor que en su casa, en la
pequeña aldea, junto a los búfalos acuáticos.
1 -
Los datos fundamentales de esta historia fueron extraídos de:
http://www.essential.org/monitor/hyper/issues/I994/09/mmO994_10.html
http://www.hrichina.org/crf/english/00winter/00W14Zhili%20Fire.html.
Sarah Cox: "The Secret Life of Toys", Tlie Georgia Stmight, nov.
512,1998, disponible en
http://www.maqtiilasolidarity.org/campaigns/toy/scox.htm.
El nombre de la niña fue cambiado, los demás nombres son reales.
Trabajaba en la fábrica Zhili sin descanso, de
sol a sol, pero, al igual que las demás, recibía a cambio un salario
que sólo le alcanzaba para sobrevivir. A veces eran unos 26 euros
mensuales, otras veces eran 40.
Como los dos gerentes comerciales vivían acosados por el temor de
que sus empleadas les robaran la mercadería, transformaron la
fábrica en una suerte de cárcel. Pusieron rejas a todas las ventanas
y clausuraron todas las salidas de emergencia.
Los inspectores
estatales fueron sobornados para que hicieran la vista gorda.
Un incendio
Ahora Xiao Shen vivía día y noche tras las rejas, ya que, al igual
que las demás empleadas, también dormía en la fábrica. Uno de los
tres pisos servía como alojamiento, otro como depósito de
mercaderías.
Y entonces, la tarde del 19 de noviembre de 1993, se produjo un
incendio que se extendió
rápidamente por todo el edificio. En todas partes había productos
químicos altamente inflama bles. Xiao Shen y las demás intentaron
huir. Pero ¿hacia dónde?
Todas las ventanas tenían rejas, todas las puertas estaban
clausuradas.
Doscientas personas, en su mayoría mujeres jóvenes, algunas de no
más de 16 años, fueron alcanzadas por el fuego y gritaron pidiendo
auxilio. Xiao Shen consiguió forzar una ventana enrejada en el
segundo piso. Tuvo que tomar una decisión: o moría quemada, o
saltaba.
Decidió saltar y se quebró los dos tobillos. Algunas de sus
amigas de la aldea de Zhongyuan no lograron escapar de las llamas.
En total murieron 87 personas calcinadas, y otras 47 sufrieron
heridas graves.
Xiao Shen pasó cuatro meses en el hospital hasta que sus pies
estuvieron medianamente
recuperados.
Condenas muy leves para los culpables
Una semana antes de que se produjera la catástrofe, el cuerpo de
bomberos de la ciudad de Shenzhen le había hecho notar al dueño de
la fábrica, el empresario de Hong Kong Lo ChiuChuen, que sus
medidas de seguridad contra incendios eran insuficientes.
Después de
la tragedia, tanto él como sus dos gerentes comerciales, Huang Guoguang y Lao Zhaoquan, fueron juzgados. El dueño de la factoría
fue condenado a dos años de prisión y a pagar al gobierno chino una
indemnización por el equivalente a unos 960.000 euros.2
Estos dos empresarios, que habían puesto tras las rejas a sus
empleados, estuvieron en la
cárcel tan sólo un par de meses. Ahora administran una fábrica nueva
en la localidad de Dongguan, apenas cincuenta kilómetros al norte
del lugar del siniestro.
Al parecer, siguen trabajando para la empresa italiana de juguetes
Artsana S.p.A./Chicco.3
2 -
Sout China Morning Post, 15.12.1999, el artículo está disponible en
http:// members.hknet.com/~hkcic/histback.htm
3 -
El 7 de junio de 2001, Hans Weiss envió un mail a la empresa
preguntándole sobre este tema, pero no recibió respuesta alguna
Una lista
Como consecuencia del incendio en Zhili, en 1994 se unieron en Hong
Kong numerosas
agrupaciones sindicales y de derechos humanos para formar la Toy
Coalition, y así luchar contra las terribles condiciones imperantes
en las fábricas chinas.
Se lanzó una campaña internacional.
Pasaron tres años hasta que el gerente responsable de Artsana S.p.A./Chicco,
Michele Catelli, finalmente se mostró dispuesto a pagar a los 130
damnificados (heridos graves y familiares de los fallecidos) un
total de aproximadamente 155.000 euros, lo cual representaba
1.190 euros por persona.
La suma total se depositó en 1997 en una cuenta de Caritas Hong Kong
para ser abonada en cuanto se presentara una lista oficial de todas
las víctimas. La Toy Coalition logró reunir el nombre y la dirección
de cincuenta damnificados.
Sin embargo, Artsana S.p.A./Chicco se
negó a efectivizar el pago, aduciendo que las autoridades chinas
debían presentar una lista completa y autorizada.
Pero eso era
imposible, ya que éstas habían rechazado de plano cualquier
colaboración en el asunto por temor a aparecer como co-responsables
de la catástrofe y así "perder la cara", como se dice en China.
Sin comentarios
Desde entonces han transcurrido ocho años, y hasta el momento
ninguna de las víctimas recibió un solo centavo de manos de la
compañía italiana.
En octubre de 1999, los abogados de Artsana S.p.A./Chicco declararon
que el dinero ya
había sido distribuido hacía rato a tres talleres chinos para
fabricar prótesis y construir tres escuelas. Pero esos proyectos
sociales no tienen ninguna relación con la catástrofe.
Dado que esto
constituye claramente una malversación de los fondos destinados a
las víctimas, la Toy Coalition de Hong Kong inició una campaña
internacional de boicot a los juguetes Chicco para recordarle a la
empresa italiana su responsabilidad para con las víctimas.
Consultado por el periódico South China Morning Post de Hong Kong,
Fabrizio Goldoni,
gerente de las oficinas de Chicco en ese país, se negó rotundamente
a hacer declaraciones sobre los fondos malversados.4
Kader Toy Factory en Bangkok
La tragedia ocurrida en la Zhili Toy Factory no es un hecho aislado.
Seis meses antes, en mayo de 1993, se había desencadenado un
incendio en la fábrica Kader Toy Factory, en las cercanías de
Bangkok. Allí se fabricaban juguetes de las empresas norteamericanas
Mattel ("Barbie") y Hasbro ("Monopoly", "Pokémon", "Teletubbies")
A
pesar de que anteriormente ya había habido dos incendios, en los
cuales un obrero había muerto y muchos habían resultado gravemente
heridos, las medidas de seguridad seguían siendo insuficientes.
El sistema de alarma para incendios estaba dañado, no había
extinguidores automáticos ni salidas de emergencia. El edificio
tenía cuatro pisos, todos repletos de materiales altamente
inflamables. Unas 1.110 personas intentaron escapar de las llamas.
Pero, al igual que en la fábrica Zhili, estaban como atrapadas en
una jaula: muchas de las ventanas tenían rejas, las puertas estaban
trancadas.
4 -
Linda Yang: "The tragic Chínese toy story", Soutli China Morning
Post, 15.12.1999, el artículo está disponible en
http://members.hknet.com/hkcic/histback.htm
¿Cuántos y cuánto?
Tras el incendio se contabilizaron 188 muertos y 469 heridos.
Una investigación realizada posteriormente comprobó que en la
fábrica incluso trabajaban niñas de 13 años. En ese entonces, el
salario mínimo establecido por ley en Bangkok era del equivalente a
5,10 euros por día.
Pero ni siquiera eso se respetaba en la Kader
Toy Factory: los dueños pagaban sólo 2,50 euros. A veces obligaban a
los empleados a trabajar 19 horas seguidas.
Por cada hora extra, los
trabajadores recibían un plus de 0,90 euro.
Economía global, moral regional
Los muertos y los inválidos de por vida, tantos los de la Kader Toy
Factory como los de la Zhili Toy Factory, son víctimas de un proceso
global.
Los dueños de las firmas mencionadas viven de los encargos
de las compañías internacionales, cuyo interés es producir
mercaderías de marca al menor costo posible. Esto aumenta sus
ganancias, ajusta los salarios y disminuye las medidas de seguridad
en las plantas de producción.
Los últimos orejones del tarro son las
personas que fabrican todas esas mercaderías deslumbrantes que
compramos en los negocios.
Las empresas invierten allí donde la producción es más barata. Esto
puede observarse con gran claridad en la industria del juguete. En
los últimos veinte años hubo un enorme flujo de inversiones desde un
continente hacia otro. Hace 35 años, Estados Unidos era el mayor
productor de juguetes.
Más tarde, en los años setenta, las compañías
norteamericanas radicaron su producción en los denominados "tigres
asiáticos": Hong Kong, Taiwan, Corea del Sur.
Un paraíso para las empresas
Cuando en esos países comenzaron a subir lentamente los salarios y
se formaron los sindicatos, la caravana inversionista se trasladó
hacia Tailandia, Indonesia, Malasia y Filipinas.
Y, sobre todo, hacia China. Porque, para las multinacionales, China
es un paraíso. Hay un
orden político estable, los sindicatos están prohibidos, las
imposiciones gubernamentales son mínimas, las autoridades se dejan
sobornar y el costo de vida es muy bajo. No es de extrañar que, en
la actualidad, alrededor de un tercio de los juguetes se fabrique en
China.
Desde hace algunos años, las empresas invierten también en Vietnam.
Allí las condiciones
reinantes son muy similares a las de China.
El mercado del juguete es gigantesco. Cuantos menos niños nacen en
los países industrializados, más dinero se gasta en sus juguetes. En
Alemania, por caso, el gasto anual en este rubro es de unos 178204
euros per cápita.5
5 -
Material de la Central Obrera Alemana DGB, número 53, "Toys",
Dusseldorf 1998
Walt Disney
Dentro del negocio de los juguetes y los sueños infantiles, la
Walt
Disney Company es un pez bien gordo.
A mediados de 1998, la compañía
terminó una película nueva, Mulan, que apuntaba al público chino.
Este film de dibujos animados trata de una leyenda china muy famosa
en la que una mujer de nombre Muían se disfraza de hombre, ingresa
en el ejército y
lucha hasta alcanzar una gran victoria para su país.6
La compañía Disney quería utilizar el film como un vehículo para
captar el mercado cinematográfico chino.
Pero al principio no todo salió como estaba planeado.
Como la Walt
Disney Company también había patrocinado la película Siete años en
el Tíbet, y el gobierno chino la había des aprobado por
considerarla una crítica a su política de ocupación en dicha región,
la exhibición de Muían en China fue desautorizada.
Sin embargo, la Walt Disney Company no se dio por vencida y, por
medio de negociaciones, consiguió que a partir de febrero de 1999
Muían llegara a los cines chinos.
El ratón Mickey en China
Con respecto a sus negocios en China, Walt Disney no sólo apunta a
los consumidores, sino que además fabrica allí los muñequitos de sus
famosos personajes:
el ratón Mickey, el pato Donald, Bambi,
Cenicienta y todos los demás.
Pero en China, el ratón Mickey tiene una segunda cara:
"¡Cuidado con
las fábricas de
Disney en los patios traseros del sudeste asiático!",
...advierte la
agrupación crítica de consumidores Hong Kong Christian Industrial Committee, y reparte carteles que muestran a Mickey con unos
colmillos filosos, dispuestos a morder.
A principios del año 2001,
esta agrupación publicó un informe donde se denunciaban
irregularidades en doce fábricas chinas que proveían productos a la
Walt Disney Company.7
El ratón Mickey es malo
¿Cuáles eran las imputaciones?: 8
que se obligó al personal a
trabajar hasta dieciocho horas por día, los siete días de la semana,
a menudo durante meses ininterrumpidos, en condiciones - al menos en
parte - peligrosas.
La mayoría de las jóvenes, algunas de no más de
dieciséis años, trabajaban por un salario de hambre de entre 38 y 63
euros mensuales.
Este monto se encuentra por debajo del salario
mínimo dispuesto por ley, si se tiene en cuenta la cantidad de horas
de trabajo. A modo de comparación: el director gerente de la Disney Company, Michael Eisner, gana 6,25 millones de euros. También
mensuales.9
Gran parte de las horas extras no se pagó. Las compañías solían
abonar los sueldos con un retraso de entre uno y dos meses.
Las operarias informaron sobre la mala calidad de la comida que les
servían y sobre lo repletos que estaban los pabellones para dormir:
tenían que compartir los cuartos hasta entre 24 personas. Además,
las sometían a castigos humillantes.
A pesar de lo dispuesto por las
leyes chinas, la mayoría de las operarias no recibía seguro social
ni de salud por parte de sus empleadores.
Los controles de los inspectores oficiales eran anunciados de
antemano a las compañías,
de modo que éstas siempre tenían tiempo suficiente para poner todo
en orden. Las operarias eran obligadas a firmar recibos de sueldo
falsos. Además, tenían que practicar las respuestas "correctas" a
eventuales preguntas que pudieran surgir.
Las menores de edad debían
abandonar la fábrica mientras durase la inspección.
6 -
http://www.cleanclothes.org/companies/disney000229.htm
7 -
http://www.cleanclothes.org/companies/disney010110.htm
8 -
"Beware of MickeyDisneys Sweatshops in South China" (2/2001),
disponible en http://menibers.hknet.com
9 -
Según el ranking Top CEO's de la revista Forbes: Corporate America's
Most Powerful People 2001
No es cuento
Un año antes, el Hong Kong Christian Industrial Committee había
publicado un informe similar sobre irregularidades en cuatro
fábricas chinas que también producían para Disney.10
¿Cómo reaccionó la compañía? Frenó inmediatamente sus pedidos a tres
de las cuatro firmas, logrando de ese modo mantener limpia su
imagen. Como ya no había trabajo, las operarias fueron despedidas.
Para impedir que la Walt Disney Company se limitara otra vez a un
mero cambio de
fabricante y dejara en la calle a las víctimas de las
irregularidades, la organización mencionada ocultó el nombre de las
empresas en su nuevo informe del año 2001.11
El informe exhorta a la empresa norteamericana a aplicar de una
buena vez las reglas de comportamiento social (codes of conduct) que
ella misma se impuso y a asegurar el cumplimiento de determinados
estándares mínimos por parte de los fabricantes. Asimismo exige que
Disney instruya a sus empleados acerca de sus derechos y que los
incluya en el control de las condiciones laborales.
¿Cuál fue la reacción de la Disney Company ante estas acusaciones?
Silencio, negación, ocultamiento. Una receta probada.
La conclusión amarga del Hong Kong Christian Industrial Committee:
"Disney no es un
caso aislado, sino un ejemplo emblemático de lo que hoy en día está
ocurriendo en todo el mundo."12
Y:
"Sin la participación de los
obreros en el control, los codes of conduct publicados por las
compañías terminan siendo solamente una propaganda."
No es un caso aislado
En la isla de Macao, que desde 1999 pertenece a China, y en la isla
caribeña de Haití también salieron a la luz irregularidades
cometidas en las fábricas que producen para Disney.13
10 -
http://www.cleanclothes.org/companies/disney000229.htm
11 -
http://www.cleanclothes.org/companies/disney010110.htm
12 -
http://www.cleanclothes.org/companies/disney000229.htm
13 - http://www.cleanclothes.org/urgent/99620disney.htm
http://www.cleanclothes.org/companies/disneyl5798.html
En la Megatex Factory, en Puerto Príncipe, la capital de Haití, los
obreros fueron amenazados por sus superiores en octubre de 1998: si
seguían intentando organizarse en forma gremial, serían despedidos y
sufrirían la violencia en carne propia.
En Haití, las alusiones al
uso de violencia se consideran amenazas de muerte encubiertas. Al
menos siete trabajadores fueron despedidos por sospechas de
actividades gremiales.
La "Cajita Feliz" de McDonald's
El Hong Kong Christian Industrial Committee no sólo investigó las
fábricas de la compañía Disney, sino también las de McDonald's. Esta
cadena de comida rápida trabaja en estrecha colaboración con la
empresa de dibujos animados.
Prueba de ello es que en sus
restaurantes no sólo se venden hamburguesas, sino también las
llamadas "Happy Meáis" (Cajitas Felices):
al pedir determinados menús, los niños reciben de regalo un
muñequito de Disney.
A mediados de 2000, el Committee publicó un informe sobre prácticas
irregulares en cinco fábricas del sur de China que pertenecían a la
empresa Pleasure Tech Holdings de Hong Kong.
Una de esas fábricas
lleva el nombre de City Toys.14
El informe habla de trabajo infantil
y de documentos falsificados en los cuales los operarios figuran con
una edad mayor que la real. Durante las inspecciones, a los niños
los encierran para que todo quede en orden.
La paga que reciben las obreras por una jornada de ocho horas es de
aproximadamente 1,50 euro. Generalmente tienen que trabajar quince
horas al día, desde las siete de la mañana hasta las diez de la
noche. Cuando hay muchos pedidos, no pueden tomarse ni un solo día
libre. Se trabaja sin descanso de lunes a domingo. No existe seguro
social ni seguro de salud.
Los trabajadores pernoctan en la fábrica, en unos pabellones que
tienen hasta dieciséis camas por habitación (y por las cuales se les
cobra unos cuatro euros mensuales).
Todas estas prácticas contravienen las disposiciones legales en
China.
Aladino y la lámpara maravillosa
Y a todo esto, ¿qué tiene para decir la empresa que realizó los
encargos?
McDonald's rechazó todas las acusaciones. Que no vio ni
oyó nada. Que no, que trabajo infantil no hay.15 De todos modos, el Committee pudo comprobar que en julio de 2000 unos 160 niños de doce
y trece años de edad trabajaron por un breve lapso en la fábrica
City Toys.
La versión oficial de la firma es que tenían por lo menos
15 años. Su trabajo consistía en vestir con trajes de colores a los
muñequitos plásticos de Aladino. Los niños tenían una jornada
laboral de doce horas.
A mediados de 2000, uno de los niños, nacido en 1988 y llamado Xiao
Fung, se lamentaba ante el Hong Kong Christian Industrial Committee:
"No me gusta este lugar. El trabajo es muy duro. Nos hacen trabajar
hasta las nueve de la noche."
El periódico South China Morning Post informó que alrededor de 400
de los 2.000
empleados de la fábrica City Toys eran niños y que debían pasar la
noche en unos catres sin colchón. El director de la fábrica declaró
que no tenía conocimiento de que hubiese trabajo infantil pero que
intentaría corroborarlo.16
Cuando el tema comenzó a cobrar interés más allá de la prensa local,
McDonald's envió de inmediato un equipo de investigación a las
fábricas.17 Tras controlarse los documentos de todos los presentes,
se procedió a despedir a varios cientos de los entre dos mil y tres
mil empleados.
La empresa publicó un comunicado de prensa en el que afirmaba que el
trabajo infantil estaba estrictamente prohibido y que se realizaban
asiduos controles.18
Pero finalmente McDonald's tuvo que admitir que había habido
"problemas con los salarios, la duración de la jornada laboral y los
registros". Todos los pedidos hechos a la fábrica City Toys fueron
cancelados y transferidos a otras empresas.
De este modo, quienes tuvieron que pagar por los negociados de la
compañía fueron nuevamente los trabajadores.
14 -
http://www.geocities.com/meshame/rel.htm
15 -
http://www.mcspotlight.org/campaigns/countries/chi/statemen.html
16 -
Child Labour News Service, le de septiembre de 2000. Artículo
extraído del South China Morning Post, disponible en
http://www.globalmarch.org/clns/clns0109.html
17 -
http://www.mcspotlight.org/campaigns/cotintries/chi/statemen.html
18 - http://www.globalmarch.org/clns/clns0109.html
Metano, benceno y Cajita Feliz
McDonald's también fabrica los muñequitos para su Cajita Feliz en
Vietnam. KeyHinge Toys es una empresa con más de mil empleados.
También aquí, la mayoría son mujeres jó venes.19
Dos agrupaciones sindicales, Asia Monitor Resource Center y Toy
Coalition, denuncian una intoxicación masiva con acetona ocurrida el
21 de febrero de 1997.
Unas 220 operarías se enfermaron por culpa de
las fuertes emanaciones de este solvente incoloro que, al inhalarse,
puede provocar náuseas, mareos y pérdida del conocimiento. 25
operarías se desmayaron, tres fueron llevadas al hospital.
La fábrica se negó a pagar el costo del tratamiento médico, pese a
que las trabajadoras
ganaban escasos 6 centavos de euro por hora (con una jornada
promedio de diez horas, los siete días de la semana) El sueldo de
algunas de las muchachas no superaba los 4,32 euros por 70 horas
semanales.20
El entonces vocero de McDonald's, Walt Riker, tomó las cosas con
calma:
"Esas denuncias son absolutamente exageradas. No hubo ninguna
intoxicación."21
Riker dijo que McDonald's había controlado la
calidad del aire de la fábrica:
"No encontramos nada. Verificamos
todo a fondo. Pusimos a la empresa bajo la lupa."
Riker negó rotundamente haber tenido conocimiento de otras denuncias
similares, referidas a casos graves de intoxicación ocurridos en
fábricas chinas que también producían muñequitos para la Cajita
Feliz.
A todo esto, en enero de 1992 hubo incluso tres víctimas
fatales a causa de intoxicaciones con benceno.22
Via libre a Die Cest
Comparadas con Vietnam o China, las condiciones laborales en
Tailandia han mejorado bastante.
Basta con repasar el conflicto de Maisto, empresa que fabrica los autos de colección de las marcas Die
Cast y Tonka. Dueña de la marca es la May Cheong Toy Products
Factory Ltd. de Hong Kong, que tiene sucursales en todo el mundo y
provee a cadenas de supermercados líderes de Norteamérica, como
WalMart, y a importantes empresas del sector, como Hasbro ("Pokémon",
etc.).
En febrero de 2000, la dirección de la empresa anunció que cerraría
una de sus fábricas
tailandesas, la Maisto Manufactoring, y que los trabajadores serían
reubicados en un nuevo establecimiento de la zona.23
Para ese entonces, la fábrica tenía más de 400 empleados, en su
mayoría mujeres, que recibían un jornal de 3,60 euros, lo cual
estaba por debajo del salario mínimo fijado por la ley. Además, en
la empresa había un perverso sistema de multas, por ejemplo por usar
"zapatos que no se ajustan al uniforme de trabajo".
Maisto les comunicó a los empleados que en la nueva planta ganarían
menos dinero.
El 28 de marzo de 2000, 174 empleados fueron trasladados a la nueva
fábrica.
Por cierto, ésta resultó ser un centro
de producción a medio terminar, en el que todavía no había máquinas
en funcionamiento, sino apenas unos baños desoladores.
19 -
http://www.uri.edu/artsci/wms/hughes/catw/mhvglo.htm
20 - http://corpwatch.org/trac/córner/alert
21 -
Sarah Cox: "The Secret Life of Toys", The Georgia Straight, nov.
512, 1998, disponible en
http://www.maqtiilasolidarity.org/campaigns/toy/scox.htm
22 -
Ibidem
23 - Thai Labour Campaign,
http://www.thailabour.org/campaigns/mastertoy
Tampoco había salidas
de emergencia ni indumentaria adecuada para protegerse de las
agresivas sustancias químicas. Los empleados se negaron a trabajar
en esas condiciones. ¿Cuál fue la reacción de Maisto? Despidió a
todos los obreros sin pagarles los salarios pendientes.
Pero Tailandia no es China. En Tailandia, los sindicatos están
permitidos. Se desarrolló una campaña internacional de solidaridad,
y a los cuatro meses la dirección de la empresa cedió. Así se dio
cumplimiento a todas las exigencias de los huelguistas.
Los
trabajadores fueron reincorporados e indemnizados.
¿Happy end?
La mayor empresa de juguetes del mundo, Mattel ("Barbie"), de origen
estadounidense, comenzó ya en 1995 con la elaboración de ciertos
estándares mínimos y normas obligatorias para sus fabricantes.24
A
partir de 1997, sus unidades de producción en todo el mundo tuvieron
que atenerse a esas reglas. Mattel incluso llegó a encargar los
controles a expertos independientes de prestigio internacional.
Estos expertos tienen acceso libre a todos los documentos de la
empresa y pueden interrogar a todos los empleados. En 1998 se
publicó un primer informe del grupo de control.
La agrupación sindical Asian Labour da su opinión al respecto:
"Según se pudo constatar, todas las plantas de fabricación se
atienen en mayor o menor medida a las reglas. Por su puesto que hay
cosas para mejorar.
Por ejemplo, las visitas de inspección a las
fábricas no deberían anunciarse con antelación. Pero estos problemas
no son tan significativos como para tener que convocar a los
consumidores a boicotear los productos de Mattel."
¡Atención!
Luego del cierre de la redacción (fines de mayo de 2001), nos
informaron que 120 víctimas y familiares de los muertos en el
incendio de la fábrica Zhili recibirían en julio de ese año una
donación de la firma italiana Chicco.
A cada uno de ellos le sería
destinada una suma de
1.250 dólares estadounidenses. (Correo electrónico de la Hong Kong
Christian Industrial
Committee, enviado el 12 de junio de 2001 a Hans Weiss.)
Este ejemplo muestra la eficacia de las campañas internacionales.
24 - Monitoring Mattel in China,
http://www.amrc.org.hk/alu/ALU37/013701.htm
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POR UN PUÑADO DE DÓLARES
La industria de la moda y de los artículos deportivos no está
dispuesta a invertir un centavo para lograr condiciones laborales
dignas en sus plantas proveedoras.
Para salvar su imagen, Nike & Co.
establecieron normas de conducta.
Pero a menudo esto no hace más que empeorar la situación.
Para realizar una costura, la joven tiene veintidós segundos y medio.
La máquina de coser traquetea sin descanso, hasta doce horas por
día. Siempre el mismo movimiento, siempre pasando los mismos dos
trozos de tela por debajo de la aguja. Junto a la máquina se
amontonan las placas.
Ochenta remeras por hora es la cuota que se
debe cumplir. El que no lo logra tiene que quedarse después de hora
sin que le paguen. Si no,
pierde todo su jornal.
Julia Esmeralda Pleites trabajaba en la fábrica Formosa, en El
Salvador. Allí cosía remeras para Nike y Adidas. Por 5 euros
diarios. La mitad de esa suma pagan las costureras por su vianda en
el comedor: en el desayuno, porotos y café; de almuerzo, una porción
de pollo con arroz.
A esto se suman los 35 euros que Julia Pleites
debe abonar mes a mes por el departamento de 12 metros cuadrados que
habita junto con su madre y su hijita de tres años.
El ómnibus ida y
vuelta hasta su lugar de trabajo cuesta 0,77 euro. Como un día llegó
tarde porque el dinero ya no le alcanzaba para el viaje en ómnibus,
la joven de 22 años fue despedida. En el acto. Y sin recibir el
resto de su salario.
"Debemos pedir dinero prestado para
sobrevivir"1, cuenta la joven, que ya no sabe cómo hacer para pagar
sus deudas.
Y ella que quería ahorrar algo para que su hija pudiese
ir a la escuela...
El destino de Julia Esmeralda Pleites es igual al de millones de
empleados, en su mayoría mujeres, que se desempeñan en la industria
textil en todo el mundo. Alrededor del noventa por ciento de las
prendas que recalan en los mostradores europeos se confeccionan en
zonas de libre comercio 2 ubicadas en China, en el sudeste asiático,
en Centroamérica y en Europa del Este.
Las grandes firmas europeas y
norteamericanas de ropa deportiva no tienen ni un solo centro de
producción propio, sino que compran toda su mercadería al mejor
postor en el mercado del hard discount. Los precios bajan y bajan y
bajan: las factorías de Tailandia compiten con las "maquilas"
mexicanas (tal el nombre de los talleres de costura de América
Central) por lograr el menor costo.
Suele suceder que en una misma
máquina se cosan, uno detrás del otro, los distintos modelos de
marcas que compiten entre sí.
Las grandes marcas limitan su accionar al diseño y a la publicidad.
Y allí sí que no escatiman en gastos. El precio de un modelo nuevo
de zapatillas Nike, Adidas o Reebok no baja de los 100 euros.
Pero de ese dinero los fabricantes
reciben apenas el 12%, y encima tienen que restarle los costos de
materiales y de producción.
1 -
"Testimony of Julia Esmeralda Pleites", puede leerse en
http://www.alcnet.org/nike/julia.htm
2 -
Las zonas de libre comercio son regiones industriales delimitadas en
las que sólo se produce para exportar y en las que se establece un
régimen especial con ventajas impositivas y económicas para las
empresas. En el mundo hay entre 500 y 7.000 zonas de este tipo,
sobre todo en los países en desarrollo y emergentes. Países como
Hong Kong, Singapur y la Isla Mauricio constituyen zonas de libre
comercio prácticamente en toda su extensión
Dentro de esos costos, los salarios representan una porción
insignificante:
de acuerdo con cálculos realizados
por la
campaña Clean Clothes (Ropa Limpia, movimiento internacional por
condiciones laborales dignas), una costurera recibe en promedio
apenas el 0,4% sobre el valor de venta de las zapatillas.
Considerando 100 euros, esto equivaldría a 40 centavos.
La tailandesa Suthasini Kaewlekai trabajó durante once años para la
firma Par Garment, cuya cartera de clientes estaba compuesta por
marcas tan conocidas como Nike, Adidas, Puma, Asics, Fila, Gap y
Timberland.
Esta pequeña y delicada mujer cuenta en thai (su lengua
materna) que, al igual que la mayoría de las costureras, ella sólo
recibía un salario mínimo de 162 baht al día, es decir, 4,80 euros.3
"Para vivir, eso no alcanza. Y tampoco tenemos seguro social. A todo
esto, la gerencia nos había asegurado 300 baht (8,90 euros) diarios
y once días de vacaciones al año. Pero durante meses no nos pagaron
ni siquiera el salario normal."
Por esa razón, algunas trabajadoras
acudieron a la Justicia; entre ellas, Suthasini Kaewlekai.
Partirles el cráneo y llevarlas a la tumba
Los jueces del tribunal laboral de Thanya Buri sugirieron a las
costureras que se dieran por satisfechas con el cuarenta por ciento
del salario acordado, alegando que la empresa estaba atravesando una
crisis financiera, recuerda la mujer.
Como las delegadas del
personal no quisieron aceptar esta propuesta, uno de los jueces
dijo:
"Ustedes son unas testarudas. Si yo fuera su empleador, no
sólo las despediría, sino que además me buscaría a alguien que les
partiera el cráneo."
Luego, los jueces volvieron a preguntarles qué
querían hacer.
Pero como ellas insistieron en su derecho a recibir
el salario pactado, los jueces cerraron la causa con las siguientes
palabras:
"Pronto irán a parar a la tumba."
En mayo de 1999, Suthasini Kaewlekai y sus compañeras de lucha fueron despedidas.
Las entidades de derechos humanos coinciden en que los derechos de
los empleados están siendo más pisoteados que nunca, sobre todo
desde la crisis económica que afectó a los "tigres" del sudeste
asiático.
Los empresarios aprovechan la inestabilidad política y
económica para negociar rebajas en los impuestos y ajustes en el
ámbito social. Para ello cuentan con el apoyo del Banco Mundial y
del Fondo Monetario Internacional, que operan en los países
altamente endeudados del Tercer Mundo defendiendo ante todo los
intereses de los acreedores occidentales.
La enorme presión que
ejerce la deuda obliga a muchos países de Asia, África y
Latinoamérica, pero también a buena parte del ex bloque comunista, a
mantener el salario mínimo debajo de la línea de pobreza, ya que, de
otro modo, el Estado ni siquiera estaría en condiciones de pagarles
a sus propios empleados.
Quienes sacan partido de esta situación son
las multinacionales, que se escudan cínicamente en el salario mínimo
estipulado por el Estado.
36 centavos más para un salario digno
"En sí, sería muy razonable crear puestos de trabajo en los países
pobres, radicando la producción fuera de los países ricos", opina
Christian Mücke, de la campaña Clean Clothes.4
3 -
Entrevista con Klaus Werner, 30.5.2000
4 -
Entrevista con Klaus Werner, 10.10.2000
Pero para poder
hablar de inversiones en esos países también habría que pagar
salarios que aseguren un nivel de vida adecuado y que además
permitan generar reservas.
Y Mücke sabe que,
"obviamente, un salario
digno en Bangladesh no es lo mismo que un salario digno en Alemania.
Además, sería contraproducente exigir eso. Sólo se crearían
tensiones sociales.
Hay que posibilitar una vida decente dentro de las condiciones
locales."
Aunque Mücke cree que aún se está muy lejos de eso.
Por ejemplo, si los 150.000 obreros textiles de Indonesia ganaran
apenas 11 euros más
por mes, no sólo podrían vivir dignamente sino que también podrían
enviar a sus hijos a la escuela. Y el precio de las zapatillas se
incrementaría nada más que en 0,36 euros.5
Pero en las condiciones
actuales, los niños se ven obligados a trabajar porque el ingreso
familiar no alcanza.
5 -
"Fiinf Schilling sichern die Ausbildung", Der Standard, 18.5.2000
Dumping en el mercado local
En la práctica, con sus políticas de precios, las empresas
disminuyen aún más los estándares en los países afectados.
"Obviamente las empresas producen allí donde es más barato. Para
ellas, un pequeño aumento en los salarios no tendría ninguna
incidencia", dice Mücke, "pero eso sencillamente iría en contra de
su filosofía de mercado.
Si una plaza se torna siquiera una pizca
más cara a causa de las mejoras sociales, inmediatamente se
trasladan a otra. Por lo tanto, si un país eleva los estándares
sociales, corre el riesgo de que los inversores se vayan a algún
país vecino. Lo único que necesita la industria textil es alquilar
cualquier taller e instalar las máquinas de coser.
Y antes de que
uno pueda darse cuenta, ya volvieron a desmontarlas."
A su paso
suelen dejar decenas de miles de desocupados.
Condiciones laborales infrahumanas
La tremenda presión competitiva impuesta por las empresas repercute
no solamente en los salarios, sino también en las condiciones
laborales.
"En la fábrica hace muchísimo calor", dice Julia
Esmeralda Pleites, refiriéndose a la situación en la planta Formosa,
proveedora de Adidas y Nike.
"La fábrica tiene muy mala ventilación.
Una transpira y el cuerpo se reseca. El polvo te tapa la nariz. Para
ir al baño o a tomar agua hay que pedir permiso. El personal de
seguridad te controla el pase, ya que no se puede ir más de una o
dos veces al día. Los sanitarios están sucios, no hay papel
higiénico. Tampoco hay agua potable.
Cuando nos íbamos de la
fábrica, teníamos que soportar unos controles humillantes. El
personal de seguridad femenino que nos revisaba a las mujeres nos
manoseaba por todos lados."
Julia Pleites dice que cuando contratan a una mujer tras el período
de prueba, le hacen
pagar un test de embarazo.
"Si está embarazada, vuela enseguida.
También nos pagamos el seguro social, pero para ir a la clínica no
te dan el día."
Según Pleites, en la fábrica Formosa los sindicatos están
prohibidos.
"Si se enteraran de que alguien pertenece a un
sindicato, lo echarían inmediatamente. Todos tienen miedo."
Acoso sexual
Según la Campaña Ropa Limpia, alrededor de la mitad de las operarías
que trabajan en la fábrica Kormosa son menores de dieciocho años.
Tal es el caso de María, una joven de quince años que desde 1997 se
pasa doce horas por día detrás de la máquina de coser.
María dice
haber sido acosada una vez por un capataz:
"Me agarró del brazo y me
dijo que yo le gustaba mucho y que si no tenía ganas de encontrarme
con él. Yo me negué y le dije
que me dejara en paz, a lo que él me respondió que yo no tenía
noción del error que estaba cometiendo."6
Por supuesto que en el
Primer Mundo este tipo de cosas también ocurren; pero en los
talleres de costura de la industria textil, el abuso sistemático de
mujeres (y a veces incluso de niños) no parece ser la excepción,
sino la regla.
La costurera Marlene Vega le contó al semanario alemán Stern7 la
siguiente historia:
"Dos
hombres me agarraron y me arrastraron hacia el auto de Mr. Sharp",
el hijo del director de la fábrica. "Jimmy te quiere a ti. No es un
pedido, es una orden", dijeron los hombres.
La muchacha consiguió
zafarse.
A la mañana siguiente fue despedida.
Adidas prometió investigar estas acusaciones y mejorar las
condiciones de trabajo en la
fábrica Formosa. Pero a los imputados no se les pudo probar nada.
Las víctimas aseguran que ni siquiera fueron interrogadas.
Ropa oscura para que no se vean las manchas de sangre
Las obreras textiles no sólo están expuestas al acoso sexual
directo.
En Indonesia, por ejemplo, la ley autoriza a las mujeres a
tomarse dos días sin goce de sueldo durante la menstruación, ya que
el acceso a los baños de la fábrica es limitado y la mayoría de las
indonesias no pueden pagarse toallas femeninas ni analgésicos.
Sin
embargo, son muy pocas las mujeres que hacen uso de ese derecho,
dado que en tal caso deberían atenerse a las sanciones.
"Durante su
período, decenas de miles de mujeres visten ropa interior oscura y
blusas largas para que no se noten las manchas de sangre", señala un
equipo de investigación en su informe sobre las plantas proveedoras
de Gap, Tommy Hilfiger, Polo, Nike, Adidas, Fila y Reebok.
Una
operaría dice que le pidieron que se sacara la ropa interior para
demostrar que estaba menstruando. Como se negó a hacerlo, fue
tildada de embustera.8
La revista Stern también se ocupa del destino
de Rong Wu, una mujer china que fue secuestrada por traficantes de
esclavos y llevada hasta Saipan, una isla del Pacífico, donde debía
coser camisas para Tommy Hilfiger, Polo/Ralph Lauren, Gap y Donna
Karan.
El informe habla de golpizas y de jornadas de trabajo de 14
horas por un salario mensual de 200 dólares estadounidenses, de los
cuales la mitad se va en el alquiler de una pieza de apenas veinte
metros cuadrados compartida por doce mujeres.
Pasado algún tiempo,
Rong Wu se ve
obligada a trabajar como prostituta para saldar sus deudas.
Las prendas que se producen anualmente en Saipan, valuadas en mil
millones de dólares, son "Made in USA". Y es que desde la Segunda
Guerra Mundial la isla está patrocinada por los Estados Unidos.
Además de que así se eliminan los aranceles a la importación, esto
da una buena imagen frente a los consumidores.
Pero también les
trajo problemas a las empresas: en un lugar donde se producen
artículos "Made in USA" también deberían regir las leyes de ese
país, argumenta el abogado norteamericano Albert Meyerhoff, quien en
1999 culpó (entre otras) a la empresa de indumentaria Tommy Hilfiger
señalando que,
"con la ayuda de los fabricantes locales (...) ha
implantado - ya sea en forma consciente, por negligencia o
indolencia - un sistema de esclavitud".
Actuando en nombre de miles
de trabajadoras, Meyerhoff reclamó los salarios retenidos. La
demanda colectiva hacía referencia a tests hormonales y abortos
forzados.
En vista de la presión de la opinión pública, algunas de
las empresas se declararon dispuestas a pagar indemnizaciones y a
dejar de
trabajar (en Saipan) con aquellos fabricantes que no respeten las
exigencias mínimas del derecho laboral.
6 -
"1:0 für saubere Kleidung", Aktuell, Campaña Ropa Limpia, Dusseldorf
2000
7 -
"Die Sklaven der Mode", Stern 43/1999
8 -
"Labotir Rights in Indonesia: What is Menstruation Leave?", Campaña
Ropa Limpia, Boletín 13, noviembre de 2000
Todo es cuestión de imagen
En junio de 1996, la revista norteamericana Life publicó fotos de
niños paquistaníes cosiendo pelotas de fútbol con el logo de Nike:
la "pipa".
A partir de ese momento o incluso desde antes - al rubro
textil le ha llegado el agua al cuello. Decenas de miles de niños
fabricaban pelotas para Nike, Adidas, Reebok y otras marcas muy
conocidas.
Muchos de ellos habían sido vendidos a sus empleadores
como esclavos y marcados con un hierro candente como si fuesen
ganado.9 Informes sobre trabajo infantil, explotación, trabajos
forzados, violencia y ataques sexuales a jóvenes operarías amenazan
desde entonces la ima gen de aquellas empresas que gustan de
presentarse, sobre todo ante el público joven, como modernas y
abiertas al mundo.
Esa imagen se ve cada vez más empañada,
especialmente desde que se publicaron notas sobre las condiciones de
producción existentes en los sweatshops, es decir, los "sudaderos"
utilizados por las empresas para fabricar sus artículos de marca.
En
estas factorías, ubicadas en los patios traseros del mundo, trabajan ma yormente mujeres, que se desloman haciendo incontables horas
extras detrás de las máquinas de coser a cambio de salarios
miserables.
"Allí trabajan chicas de 15 años, que al cabo de un par
de temporadas terminan destruidas", asegura el austríaco Christian Mücke, quien visitó en persona algunos sweatshops centroamericanos.
Para pulir su imagen, la mayoría de las grandes empresas
establecieron normas de
conducta (cades of canduct) similares a las que exigen las campañas
anüsweatshops y los sindicatos (véase la Carta Social al final del
capítulo)
Sin embargo, parece bastante improbable que esas normas
sean puestas efectivamente en práctica.
"De todas las empresas
occidentales acusadas de abusos, sólo un diez por ciento - siendo
generosos - hizo algo razonable para mejorar las condiciones
laborales", critica el profesor de Economía norteamericano Prakash
Sethi en un artículo publicado por el semanario Business Week.10
"Sin un monitoreo realizado por organizaciones independientes y
sindicatos, las supuestas mejoras son casi imposibles de constatar",
se queja Christian Mücke, de la campaña Clean Clothes.
"Pero las
empresas siguen negándose, como siempre."
O apelan a métodos de
control que más que para destapar irregularidades sirven para cuidar
su propia imagen.
Tal es el caso de una serie de informes
confeccionados por gente de la misma compañía o por instituciones
pagas, que, obviamente, investigan como le conviene a quien realizó
el encargo. O bien los resultados permanecen bajo llave, como aquel
informe evaluativo de la consultora Ernst & Young, que reveló en
1997 las condiciones desastrosas de un proveedor de Nike en Vietnam.
Mala suerte para Nike: el documento llegó a manos del New York Times
y causó un gran revuelo en la opinión pública.11
Además, Mücke denuncia que en casi todas las normas de conducta
autoimpuestas faltan dos criterios fundamentales:
"En primer lugar,
el derecho a un salario digno. Y en segundo, el derecho a formar
consejos de fábrica libres y sindicatos independientes."
9 -
"Six Cents an Hour", Life 6/1996
10 -
"A World of Sweatshops", Business Week 45/2000
11 -
"Nike Shoe Plant in Vietnam Is Called Unsafe for Workers", New York
Times, 8.11.1997
Un derecho básico - el de autoorganizarse
Mücke cree que este derecho es en realidad el eje de la cuestión,
que únicamente la autoorganización in situ de los trabajadores
ofrece una protección duradera y efectiva contra los maltratos.
"El
tema sindical es tan candente que rara vez lo que se dice termina
traduciéndose en los códigos."
No hay duda: si los empleados
pudiesen negociar sus sueldos en convenios colectivos y recurrir
eventualmente a una huelga, a las empresas les sería imposible
disponer a gusto y piacere de la enorme masa de asalariados.
Pero
las grandes marcas actúan con demasiada permisividad: incluso en
aquellos países donde los sindicatos y los consejos de fábrica están
dispuestos por la ley, consienten las amenazas a los trabajadores,
de tal modo que éstos se ven impedidos de defender libremente sus
intereses.
O directamente establecen su producción en países como
China, donde los sindicatos libres están prohibidos.
La coordinadora tailandesa de derechos humanos, Junya Yimprasert,
coincide en que si no se garantiza el derecho a la libre reunión y
organización, las demás concesiones tienen muy poco valor, ya que
nadie puede controlar su cumplimiento.
"Los empresarios se sirven
incluso de las mafias locales para actuar contra los sindicatos",
afirma esta licenciada en Ciencias Sociales.12
12 -
Entrevista con Klaus Werner, 30.5.2000
Yimprasert dirigió una investigación de dos años en plantas
tailandesas que proveen
artículos internacionales de marca.
Incluso fue invitada por Reebok
a monitorear todos sus centros de producción entre enero y mayo de
1999, pero en todo ese tiempo no se le permitió hablar a solas con
los obreros ni siquiera una vez.
La investigadora puso especial
atención en los efectos de los códigos de conducta, que las
multinacionales gustan tanto de mencionar cada vez que vuelven a
convertirse en el blanco de las críticas.
"En Tailandia, esos cades of conduct existen desde 1992. Contienen,
entre otras cosas,
lineamientos relacionados con la edad mínima, los derechos laborales
y los estándares de seguridad y ambientales."
Pero parece que, por
lo general, los empleados no tienen ni idea de la existencia de
tales códigos.
"A menudo ni siquiera se traducen a la lengua del
lugar, o bien están colgados solamente en las salas de recepción de
visitas, adonde los obreros no tienen acceso."
La activista percibe
ciertas mejoras, por ejemplo, en lo referente a la limpieza y la
seguridad de los lugares de trabajo. Pero dice que el trabajo a
destajo a cambio de un salario mínimo y con horas extras no
remuneradas sigue siendo moneda corriente.
Los códigos de conducta sólo empeoran las cosas
"En general, tengo la impresión de que los códigos de conducta sólo
sirven para tranquilizar la conciencia de los consumidores europeos
y estadounidenses", concluye, lapidaria, la socióloga.
Y agrega:
"En
lo que respecta a los propios trabajadores, los códigos sólo han
empeorado las cosas."
¿Cómo es eso?
"Porque las grandes marcas no se hacen cargo de los gastos que
demanda, por ejemplo, la instalación adicional de matafuegos o de
sanitarios."
La investigación consigna que, en una
firma, Nike desembolsó sumas exorbitantes para construir una cascada
artificial.
En cambio,
"la mayoría de las mejoras que se
exigen en los códigos tienen que costearlas las empresas
proveedoras. Ahora resulta que los empresarios quieren que los
obreros trabajen todavía más duro para recuperar esos gastos.
Las multinacionales saben que
los códigos incrementan el
costo, pero no quieren pagarlo.
Y si una planta eleva sus costos de
producción a causa de los códigos, ellos simplemente se trasladan a
otro lado, inclinándose por los lugares más baratos: de Tailandia a
China, de China a Vietnam y así sucesivamente."
Junya Yimprasert lo dice con todas las letras:
"En lugar de
intervenir y regular la relación de los fabricantes con los
trabajadores, las grandes empresas cierran los ojos. Las normas de
conducta sólo sirven a efectos de su propia propaganda. Los obreros
están peor que antes. Las compañías que exigen determinados
estándares, pero que no ponen el dinero para costearlos, están
metiendo la mano en el bolsillo de los trabajadores."
Carta Social para el comercio con indumentaria
La Carta Social para el comercio con indumentaria es la declaración
de compromiso que la Campaña Ropa Limpia presentó a todas las
grandes empresas textiles.
Su contenido se ajusta a los estándares
mínimos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) Sin
embargo, hasta hoy, estos requerimientos básicos sólo fueron
suscriptos por tres empresas: Migros, Switcher y Veillon.
Estas
firmas suizas también participan de un proyecto piloto tendiente a
lograr un control independiente de las relaciones laborales en sus
plantas proveedoras.
Las empresas se comprometen a cumplir con los siguientes requisitos
en lo referente a su propia producción, a sus subcontía listas y a
sus plantas proveedoras.
Asimismo, se comprometen a permitir
controles independientes en dichos ámbitos:
Libertad de organización
Los trabajadores tienen derecho a organizarse libremente. Pueden
afiliarse a sindicatos independientes y a otras entidades
sectoriales de su preferencia sin tener que pedir autorización
previa para hacerlo. También tienen derecho a ser representados en
las paritarias por las organizaciones que ellos elijan. Durante la
realización de las paritarias, los empleados no se verán sujetos a
ninguna traba improcedente.
Salarios adecuados
El salario de los empleados debe alcanzar para cubrir al menos sus
necesidades básicas (alimento, vestimenta, vivienda) y las de los
familiares a su cargo. El salario equivaldrá al menos al salario
mínimo fijado por la ley del respectivo país.
Jornada laboral
La cantidad de horas trabajadas por semana y la reglamentación
vigente en lo que respecta al pago de horas extras se corresponderán
con las normas fijadas por la OIT: 8 horas por día o bien 48 horas
por semana.
Seguridad Las condiciones laborales para las áreas de seguridad y salud
responderán a las normas fijadas por la OIT.
Edad mínima
Los empleadores deberán respetar la edad mínima de 15 años fijada
por la OIT para la mano de obra.
Protección frente a la discriminación
En lo que respecta al desempeño y a la retribución salarial de los
trabajadores, los empleadores deberán fomentar la igualdad en el
trato. Esto significa que los empleadores no podrán consentir
ninguna clase de discriminación motivada por la raza, el color de
piel, el sexo, las convicciones políticas o religiosas, el origen
social o el país de procedencia.
Eliminación del trabajo forzado
No se recurrirá al trabajo forzado.
Relaciones laborales estables
Las disposiciones de derecho social y laboral tendientes a lograr
relaciones de ocupación estables no deberán eludirse por medio de
contratos de trabajo u otros subterfugios.
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EXPORTACIÓN DE PROBLEMAS
Los bancos y las empresas europeas invierten miles de millones de
dólares en grandes proyectos en África, Asia y Latinoamérica, a
menudo en detrimento de la gente
y de su sustento vital.
Continentes enteros van hundiéndose en un
pantano de deudas, mientras las multinacionales tienen cada vez más
ganancias.
Hermut Kormann es el vivo retrato de un gran industrial. Traje
cruzado, anillo de sello, cigarros. Cuando alguien le habla, gira el
hombro, como si fuese un atrevimiento
mirarlo de frente a la cara.
Y después dice frases como:
"Somos
responsables frente a
nuestros inversores."
¿Y frente a la sociedad?
"Lo que la sociedad
quiere de nosotros es que construyamos centrales de energía."
¿Y si
las centrales que construyen provocan víctimas?
"Eso no nos
compete."1
Kormann es miembro del Consejo de Administración de Voith, una
subsidiaria de Siemens.
Esta empresa alemana produce turbinas y
otros elementos para grandes proyectos, tales como la
represa de
Tres Gargantas en China o el proyecto Maheshwar en la India. Allí
construirán una central hidroeléctrica con una potencia de 400
megavatios.
Pero en el futuro embalse también quedarán sumergidos
162 pueblos. Según la empresa abastecedora,
20.000 habitantes deberán ser expulsados de la próspera región a
orillas del río Narmada, con lo cual perderán su sustento vital sin
ser indemnizados como corresponde.
El proyecto Maheshwar es parte de un proyecto más amplio que prevé
la construcción de 30 centrales hidroeléctricas grandes, 135
medianas y alrededor de 3.000 más pequeñas.
Un dique de 36 metros de
altura y un kilómetro de longitud represará la reserva de agua a lo
largo de unos 40 kilómetros. En 1993, el gobierno indio otorgó la
concesión del proyecto a la compañía privada S. Kumar.
A Siemens se
le encargó el envío de turbinas y generadores para la central
hidroeléctrica a cambio de una participación del 17 por ciento en la
sociedad propietaria.
50.000 personas pierden su sustento vital
Hermann Warth, de la Comunidad de Expertos en Políticas de
Desarrollo, fue contratado por el gobierno alemán en el año 2000
para investigar el proyecto.
Según cálculos de Warth, el número de
personas que serían desplazadas por la fuerza y que, de ese modo,
perderían la base de su sustento, asciende por lo menos a 35.000.
Pero, al mismo tiempo, esta próspera región otorga empleo a unas
15.000 personas más.
El río es la fuente de trabajo e ingresos para
miles de agricultores, pescadores, lancheros y removedores de arena.
"Toda esa gente venera al Narmada como madre y sustentadora", cuenta
Warth.2
1 -
Entrevista con Klaus Werner, 16.1.2001 2 -
Entrevista con Klaus Werner, 16.1.2001
Esas estructuras sociales maduras no se destruyen sólo con las
migraciones.
A falta de tierras sustituías, se intenta indemnizar
con dinero a los propietarios (y, dentro de este grupo, sólo a los
hombres) Warth afirma que hasta el momento no hay una sola familia
que haya
recibido nuevas tierras como indemnización y que, con el dinero que
les dan, es imposible comprar tierras de la misma calidad en el
mercado libre.
Señala además que la compra de nuevas tierras se
dificulta debido a que las empresas involucradas hicieron intervenir
a abogados y martilieros que cobran comisiones de hasta un 30% por
conseguir los correspondientes terrenos compensatorios.
Por todas esas razones, la población del valle del Narmada se opuso
al proyecto y ejerció una resistencia basada en la no violencia. Con
todo, la policía reaccionó de manera brutal frente a las ocupaciones
pacíficas de las obras en construcción y las manifestaciones.
Un
anciano fue perseguido y asesinado por la policía montada. Miles de
personas fueron detenidas temporalmente, entre ellas 150
intendentes y concejales.
Muchos de los detenidos, incluso mujeres y
niños, fueron maltratados. En 1998, la National Commission for Women
del gobierno indio ratificó que existieron violaciones a los
derechos humanos rela cionadas con el proyecto de la central
hidroeléctrica.
Al menos siete potenciales inversores se retiraron del proyecto
debido a su escasa compatibilidad social, cuenta Warth. Voith
Siemens aún sigue estando en él.
Hermut Kormann, miembro del Consejo
de Administración, no ve dónde está el problema.
Niega impasible
cualquier responsabilidad empresarial:
"La sociedad ha elegido
empresas para motorizar la economía y gobiernos para organizaría."
Resistencia a lo Gandhi
Evidentemente, el gobierno indio lo hace muy bien. Allí, Voith
Siemens también está involucrada en el proyecto de la represa de
Tehri.
Con una altura planeada de más de 260 metros (la tercera de
Asia en magnitud), esta central servirá para represar uno de los
afluentes del Ganges. Esto provocaría inundaciones que afectarían a
107 aldeas ubicadas en la parte india del Himalaya y también a la
ciudad más próxima a la represa, Tehri, que posee numerosos templos
históricos y jardines palaciegos del siglo XVIII.
Para llevar a cabo
el proyecto, sería necesario desplazar a unas 100.000 personas.
En abril de 2001, miles de lugareños ocuparon la obra en
construcción para reclamar contra su desalojo. La protesta fue
brutalmente reprimida por la policía. Más de cincuenta manifestantes
quedaron detenidos, entre ellos el líder del movimiento de protesta,
Sunderlal Bahuguna, un hombre muy respetado en toda la India.
Bahuguna, de 75 años, es un ex discípulo y compañero de lucha de
Gandhi.
Ya en 1996 había obligado al gobierno a detener las obras en
la represa de Tehri y a reevaluar el proyecto tras una huelga de
hambre de 74 días. El 24 de abril de 2001, en la cárcel de Nueva
Tehri, el anciano volvió a iniciar una huelga de hambre por tiempo
indeterminado junto con otros presos.
Para impedir que se realizaran
más protestas, el gobierno indio dispuso que cualquier reunión de
más de cuatro personas sería disuelta por medio de la fuerza
policial.
La represa más grande del mundo
En China, Siemens dirige un consorcio empresarial cuyo objetivo es
suministrar turbinas (por un valor de alrededor de 348 millones de
euros) para la represa de Tres Gargantas.
Este proyecto, el más
grande de su tipo hasta el momento, incluye la construcción de un
embalse de alrededor de 650 kilómetros a lo largo del río Yangtsé y
prevé generar una potencia de
18.000 megavatios.
El costo total asciende a unos 46.700 millones de
euros. Otras estimaciones hablan incluso de 81.500 millones.
El proyecto ha recibido duras críticas internacionales, ya que entre
1,3 y 1,9 millones de personas tendrían que ser desplazadas
forzosamente de la zona.
La compañía de tecnología suiza ABB, que
también forma parte del proyecto, confirmó lo de los traslados
forzosos, pero argumentó que,
"el gobierno chino no considera los
traslados como un problema, sino como una posibilidad que se le
brinda a la gente pobre de mejorar sus condiciones de vida".3
En
cambio, los agricultores afectados se quejan de que los fondos
previstos para el pago de indemnizaciones fueron malversados por
funcionarios gubernamentales.
Ante una agrupación noruega de
derechos humanos, Goa Di y Guo Yufang, dos exiliados chinos,
criticaron duramente la intervención de las compañías occidentales:
"La relación entre el gobierno chino y la mafia de la central
hidroeléctrica puede definirse como la relación entre un tirano y su
asistente."4
Riesgo asegurado
Para proyectos de la magnitud de Tres Gargantas se necesita un
amplio acceso a los créditos.
Pero a la hora de exportar hacia
países política o económicamente inestables, estos créditos
representan un riesgo muy grande. Crisis monetarias, guerras, golpes
de Estado, expropiaciones, catástrofes ambientales: todo esto puede
transformar un proyecto lucrativo en un verdadero fiasco.
Sin
embargo, para impulsar las exportaciones y garantizar puestos de
trabajo en el país, muchos gobiernos otorgan seguros estatales a los
créditos, asumiendo de ese modo buena parte del riesgo. En buen
romance: si un proyecto en el exterior fracasa y fue aprobado por el
seguro estatal de créditos, el contribuyente cargará con la mayor
parte de las pérdidas empresariales.
Quien se hace cargo de este negocio en Alemania es la compañía de
seguros de crédito
Hermes AG; en Austria lo hace el Kontrollbank; en Suiza, la ERG
(Garantía de Riesgos de Exportación).
En noviembre de 1999 el gobierno de la República Federal de Alemania
aprobó el otorgamiento de una garantía Hermes por 50 millones de
euros al holding Siemens.
Así respaldó el suministro de quince
transformadores a China, a pesar de las protestas masivas realizadas
por organismos ambientales y de derechos humanos. A esto hay que
agregar los 248 millones de euros otorgados como garantía provisoria
a través de un holding bancario integrado por el Dresdner Bank, el
Deutsche Bank y otros.
Poco tiempo atrás, el Parlamento alemán había
sancionado una resolución que condenaba al gobierno chino por su
invasión al Tíbet.
"Es evidente que con la garantía Hermes lo que se
buscaba era reanudar las relaciones con China", opina un experto.5
"En definitiva, la participación de Siemens en este proyecto
demencial fue financiada por el
Commerzbank, el Dresdner Bank, el Instituto de Crédito para la
Reconstrucción y el Deutsche Genossenschaftsbank", afirma Heffa
Schücking, de Urgewald, una organización que aboga por los derechos
humanos y el medio ambiente.
No se sabe a ciencia cierta a cuánto
ascendería el monto.6
Michael Kruse, responsable del sector de
créditos a las exportaciones en el Ministerio de Economía alemán,
sólo señala que la participación de su país es tan pequeña que,
"prácticamente no tenemos ningún tipo de influencia sobre el
proyecto total".7
3 -
Cita extraída de "Dams incorporated The Record of Twelve European
Dam Building Companies", Swedish Society of Nature Conservation,
febrero de 2000
4 -
Ibidem
5 -
Ibidem
6 -
Entrevista con Klaus Werner, 27.4.2001
7 -
Entrevista de Klaus Werner con el Departamento de Prensa del
Ministerio Federal de Economía y Tecnología, 27.4.2001
Finalmente, una vocera de la aseguradora Hermes dice que el monto
por el cual los contribuyentes alemanes responden por los envíos a
China es de "casi 205 millones de euros".8
A comienzos de 2001 el sistema estatal Hermes tenía que ser
reformado. Durante una conferencia de la Comisión Mundial de
Represas9 realizada en Berlín, un representante del gobierno exigió
que los créditos a las exportaciones también fueran analizados en
función de su utilidad para las políticas de desarrollo.
Pero el
sector defiende sus intereses con uñas y dientes frente a la
supuesta ola de mandatos ecológicos y de derechos humanos.
"¡Nos
quedaríamos sin nada!", dijo Kormann, el representante de Siemens,
que evidentemente veía que la corriente arrasaría con sus ganancias.
"Sería una violación al sistema; después de todo, somos nosotros los
que pagamos."
Dos meses después, lo único que quedó en la nada fueron los
objetivos del gobierno.
En el futuro, las únicas que se quedarán sin
garantías estatales serán las centrales atómicas. Para el resto de
los casos, los criterios éticos no entrarán en consideración.10
Exportación de megaproyectos
La industria paga los créditos cubiertos por la aseguradora Hermes
sólo cuando todo sale bien.
Cuando las inversiones fracasan, el que
paga es el contribuyente. Pero sin lugar a dudas, los que se llevan
la peor parte son los habitantes de aquellos países elegidos por la megaindustria occidental para concretar proyectos que en casa no
están permitidos: construir represas gigantescas y centrales
atómicas y buscar riquezas en el subsuelo sin que molesten
obligaciones ecológicas ni charlatanes humanitarios.
Entre 40 y 80 millones de personas perdieron sus tierras debido a la
construcción de
grandes represas. Mientras que en Europa Central existen normas muy
estrictas en lo que atañe a la magnitud y la tolerancia ambiental de
los proyectos hidroeléctricos, en África, Asia y Latinoamérica se
construye sin ton ni son, con estándares claramente inferiores a los
europeos.
En lo que respecta al aprovechamiento de la energía atómica, la
industria alemana ya había posado su mirada lujuriosa en los países
del Este antes de que se tomara la decisión de abandonar la carrera
nuclear.
En esos países, Siemens participa junto con otras compañías
en proyectos de reactores que hoy en día ya no podrían construirse
en Europa Occidental debido a sus bajos estándares de seguridad.
En Eslovaquia, Siemens colaboró desde 1996 hasta 1998 en la
construcción del reactor
nuclear Mochovce. Ese tipo de reactores, de diseño soviético, es
considerado como uno de los más peligrosos de toda Europa. Hermes
otorgó una garantía de 75 millones de euros para cubrir el riesgo de
exportación.
Siemens opera también en Argentina, Brasil, China,
Hungría, la República Checa y otros países, donde participa en la
construcción o el equipamiento de reactores chatarra (ver ficha
correspondiente).
8-
Entrevista con Klaus Werner, 27.4.2001
9 -
La Comisión Mundial de Represas es una iniciativa del Banco Mundial
y de los representantes de distintos grupos de interés (desde
ecologistas hasta industriales) cuyo objetivo es sentar criterios
sociales y económicos para la utilización de la energía hidráulica
10 -
"Hermesreform wird zum Flop", die tageszeitung, 20.3.2001; "HermesReform
erneut diskutiert", Ibidem, 7.4.2001
Los grandes bancos occidentales también están involucrados en
controvertidos negocios
en los países más pobres.
En Indonesia, la Sociedad Nacional de
Minería está haciendo excavaciones desde 1994 al sudoeste de
Yakarta, la capital, para encontrar oro y plata. En 1997, el Hypo
Vereinsbank de Alemania financió el proyecto mediante un crédito de
alrededor de 15 millones de euros.
En 1998, un trabajador de una
mina de oro fue asesinado por las fuerzas de seguridad de dicha
sociedad indonesia.
Además, se realizaron voladuras sin las medidas
de seguridad necesarias, como consecuencia de las cuales, sólo en
1998, perdieron la vida por lo menos veinte mineros. En julio de
2000, cientos de trabajadores de las minas de oro realizaron una
protesta contra el trato violento que reciben de las fuerzas de
seguridad.
Algunos de ellos denunciaron haber sido golpeados y
maltratados.11
Desde comienzos de los años noventa, más de setenta países en vías
de desarrollo reformaron su marco legal para atraer inversiones
hacia el área de la minería. Se redujo la carga impositiva sobre el
sector, se otorgaron grandes subvenciones. Los costos ambientales y
sociales suelen ser muy altos: la explotación de combustibles y
metales trae aparejado un enorme consumo de energía y de agua;
además, suele generar desechos tóxicos que se deponen sin tomar
suficientes medidas de seguridad.
Las 2.400 toneladas de oro que se produjeron en 1997 en todo el
mundo dejaron un saldo de 725 millones de toneladas de escombros
entremezclados con ácidos tóxicos y solventes como el cianuro. Estas
sustancias tóxicas contaminan los ríos y los mares, privando a la
población de su sustento vital.
En 1996, una filial del Dresdner Bank concedió a la compañía minera
australiana Aurora Gold un crédito de alrededor de 35 millones de
euros para explotar minas de oro en Indonesia.
La empresa expulsó,
en algunos casos haciendo uso de la fuerza, a unos 20.000 miembros
de las etnias dayak siang, murung y bekumpai, las cuales buscan oro
allí desde hace mucho tiempo. Además, la firma sería responsable de
que los ríos de la zona estén contaminados con aguas residuales
provenientes de las minas. En el año 2000, los lugareños ocuparon
potenciales sitios de excavación de la Aurora Gold.
A raíz de ello,
fueron expulsados violentamente por cuerpos de élite de la policía indonesia.12
Exportación de deudas
El hecho de que el Estado atenúe el riesgo de las inversiones a
través de sus garantías alienta a las grandes industrias a
instrumentar proyectos que perjudican las políticas de desarrollo.
Muchos de los créditos otorgados tan alegremente sumen a los países
más pobres en deudas millonarias. Un ejemplo de esto son las
centrales nucleares Angra 2 y 3, que están ubicadas justo en una
zona sísmica de la costa brasileña.
Los dos reactores comenzaron a construirse hace ya más de veinte
años.
El proveedor de
las instalaciones: KWU, subsidiaria de Siemens. Pero Angra 2 sólo
empezó a suministrar energía a partir de julio de 2000. Se calcula
que esta puesta en marcha tardía le costó al país unos 5.100
millones de euros. Y aún no se sabe a ciencia cierta si Angra 3
podrá ponerse algún día en funcionamiento.
Allí también se
invirtieron miles de millones inútilmente. La construcción sufrió
una demora por motivos políticos, ya que a comienzos de los años
ochenta, los reactores también contemplaban la posibilidad de
producir armas nucleares para la dictadura militar brasileña de
aquel entonces.
Sin embargo, los gobiernos civiles que vinieron más
tarde ya no mostraron ningún interés en ellos.
11 -
Karin Astrid Siegmann: Deutsche Grojlbanken entwicklungspolitisch in
der Kreide?, Südwind e.V., Siegburg 2000, pág. 110
12 -
Ibidem, pág. 97
"Los alemanes nos vendieron una tecnología que ellos ya no usan, y
nosotros les pagamos con dinero que no tenemos", se quejaba el ex
ministro de Economía brasileño Delfim Netto.13
Y es que Brasil está
muy endeudado.
En 1998, su deuda ascendía a casi
250.000 millones de euros. El 31 de diciembre de 1999, bancos
alemanes otorgaron créditos a Brasil por un monto de 10.600 millones
de euros. Angra también fue financiada a través de créditos
otorgados por bancos alemanes que a su vez estaban cubiertos por
Hermes.
El Dresdner Bank, por caso, planeó durante mucho tiempo financiar la
finalización de
Angra 3, a pesar de que hacía rato se sabía que la central nuclear
no era rentable. Hasta la Comisión Nacional Brasileña de Energía
Atómica admitió que la energía proveniente de la central nuclear
costaba casi el doble que la generada por gas natural.14
Sin
embargo, después de que el gobierno alemán anunciara en el año 2000
que finalmente había resuelto revocar su decisión de otorgar una
garantía Hermes por la finalización de Angra 3, parece que al
Dresdner Bank se le calmó bastante la sed de aventuras financieras.
La que sí pudo recuperar su dinero gracias a la garantía Hermes fue
Siemens.15 La
compañía cobró un total de 2.900 millones de euros por Angra 2, y
por el reactor número 3 ya había recibido 1.400 millones.16
Siemens y los bancos alemanes, que cobraron intereses millonarios
por sus créditos, se convirtieron así en los únicos ganadores dentro
de este desastre. Entre los perdedores figuran, por un lado, los
contribuyentes alemanes: cuando los países importadores no pueden
pagar más a sus proveedores alemanes, es la República Federal de
Alemania quien se hace cargo de las pérdidas de las empresas, todo
gracias a Hermes.
Pero el que lleva la peor parte es Brasil, que ha
vuelto a transformarse en deudor de Alemania.
Éste es sólo un ejemplo entre muchos. En este caso, las empresas
alemanas
aprovecharon para sus propios fines la política nuclear de la
dictadura brasileña. En definitiva, esa clase de inversiones
contribuyó a que numerosos países fuertemente endeudados tuvieran
que recortar de manera drástica el presupuesto en las áreas de
educación y salud.
En julio de 2001, el periodista argentino Alejandro Olmos le ganó al
Estado un juicio
espectacular, que había iniciado hacía más de 17 años y cuyo final
no llegó a vivir. Olmos probó que buena parte de la deuda externa de
su país se había originado violando la Constitución Nacional.
Por esa razón, la deuda no debería
pagarse. Los militares que gobernaron al país desde 1976 hasta 1983
se enriquecieron gracias a los créditos del extranjero.
Y ahora la deuda recae sobre las espaldas
del pueblo argentino.17
El endeudamiento conduce a la miseria
La transferencia de capital de los países industrializados a los
países "en vías de desarrollo" ascendió en la última década a casi
un billón y medio de euros.
Un número de trece cifras. Las
inversiones extranjeras directas, mayormente financiadas por holdings de bancos internacionales, representaban más de un tercio
de esa inyección de capital; otro cuarto provenía de diferentes
créditos bancarios.
Para que no haya malentendidos: lo que todos esos países necesitan
son inversiones. Las más urgentes serían para las áreas de educación
y salud y para crear estructuras económicas sustentables.
Esto no
significa que los inversores no puedan obtener ganancias.
13 -
"Atomkraft aus der Mottenkiste", Die Zeit 6/2000
14 -
Siegmann, Grojibanken, pág. 95
15 -
"Hermes atif Abwegen", Die Zeit 50/1999
16 -
"Atomkraft trotz Erdbebengefahr", die tageszeitung, 18,7.2000
17 -
Siegmann, Grojibanken, pág. 134
Al contrario. Sin embargo, muchas de las inversiones extranjeras se
hacen a tan corto plazo que los únicos beneficiarios son los bancos
y las multinacionales, que suelen dejar tras de sí montañas de
deudas en los países receptores de las inversiones.
Exportación del déficit bursátil
Sobre todo en el caso de los grandes bancos y sus inversoras, existe
una tendencia cada vez más marcada a buscar ganancias rápidas con
inversiones a corto plazo en los llamados emerging markets, los
mercados emergentes de Latinoamérica y Asia.
En 1990, ese tipo de
inversiones que los países industrializados realizan en los países
en desarrollo (por ejemplo, a través de acciones y préstamos)
sobrepasaron el volumen de las inversiones directas (por ejemplo, la
creación de empresas).
En la última década, ese flujo fugaz de capitales condujo a varias
crisis monetarias: en 1994, al llamado efecto "tequila" de México;
en 1997, al derrumbe económico total de los tigres asiáticos; en
1998, a las crisis económicas en Rusia y en Brasil. En los países
afectados, quedó como saldo una sociedad devastada.
La crisis
asiática provocó un drástico aumento del índice de desocupación. La
inflación galopante deterioró el poder adquisitivo. Mucha gente ya
no puede comprar ni siquiera los alimentos de la canasta básica.
A
causa de la crisis de 1997, el número de habitantes que viven en la
pobreza en los países del sudeste asiático, denominados "países de
la esperanza" en la década del ochenta, trepó a los 90 millones de
personas.18
Cuando se trata de operaciones financieras a corto plazo, los
actores más importantes son
los bancos. En Londres, el principal centro mundial de operaciones
con moneda extranjera, el 83 por ciento de las compras y ventas
recae sobre los bancos.
Por un lado, ellos administran los fondos
correspondientes al patrimonio de sus clientes; por el otro, hacen
sus propios negocios especulando con títulos.19
Especular con la pobreza
Entre esos negocios hay, por ejemplo, transacciones realizadas con
moneda extranjera, que no sólo sirven para financiar y asegurar
operaciones internacionales, sino que también persiguen fines
especulativos.
En esas operaciones se compra una determinada
cantidad de una moneda a un precio bajo para volver a venderla luego
a un precio mayor.
Dentro de ese tipo de especulación entran las operaciones a plazo,
en las que el especulador apuesta (como en el casino) a que el valor
de determinada moneda "débil", por ejemplo el real, se modifique al
cabo de un plazo determinado en relación con una moneda "fuerte",
como puede ser el dólar. Si el saldo es positivo, la diferencia
queda como ganancia.
En 1999, una comisión parlamentaria del Senado
brasileño investigó ese tipo de operaciones a plazo y acusó al
Deutsche Bank y a otros grandes bancos de haber logrado ganancias
especulativas durante la crisis monetaria de Brasil valiéndose de
información confidencial obtenida ilegalmente.20
En Brasil, la mayoría de las operaciones especulativas se
desarrollan en la Bolsa de Valores y Comercio.
En 1999, 24 bancos se alzaron con
alrededor de 5.000 millones de euros en un lapso de apenas tres
semanas.
18 -
Ibidem, pág. 15
19 -
Ibidem
20 - Ibidem, pág. 84
La mayor parte de esas ganancias se las llevó el
Citibank, de Estados Unidos: 800 millones de euros. El Deutsche Bank,
con 200 millones, figuró entre los diez primeros.
Al mismo tiempo,
las especulaciones le costaron al Tesoro brasileño unos 3.500
millones de euros.21
La deuda de los bancos alemanes
Los principales países deudores del denominado Tercer Mundo destinan
gran parte de su presupuesto a pagar intereses y a devolver capital
a los países industrializados.
Con un total de 115 mil millones de
euros, los bancos alemanes son los principales acreedores privados
de los países en desarrollo.22
De hecho, los bancos han contribuido en gran medida al surgimiento
de esas deudas.
El instituto alemán Südwind investiga desde hace
años las condiciones del comercio internacional, y en el libro
Grandes bancos alemanes: ¿en deuda con las políticas de desarrollo?
(Deutsche Grojbanken entwicklungspolitisch in der Kreide?), 23
plantea que las causas de la crisis de endeudamiento actual deben
buscarse sobre todo en los comienzos de los años setenta.
Luego de la primera crisis del petróleo, en los años 1973 y 1974, el
mercado financiero se encontró con un enorme excedente de capital
que provenía de los países productores de petróleo y buscaba
posibilidades de inversión.
Los bancos, sobre todo los
norteamericanos, comenzaron a otorgar créditos a clientes de países
en desarrollo a tontas y a locas, sin evaluar previamente su
solvencia. En muchos casos, los beneficiarios de los créditos fueron
gobernantes corruptos que destinaron el dinero a bienes suntuarios,
proyectos de corte populista y a la compra de armas.
Como en ese
entonces los intereses eran muy bajos, se acumularon grandes
cantidades de "capital negativo".
Pero a comienzos de la década del ochenta las condiciones
macroeconómicas cambiaron. La carrera armamentista norteamericana y
la política de estabilización de los países industrializados
provocaron un aumento en los intereses. Cuando México, el gran
deudor latinoamericano, declaró la cesación de pagos en 1982, la
sangre ya había llegado al río.
Muy pronto hubo decenas de países
tan endeudados que la devolución del crédito se tornó imposible. Así
fue como surgieron los "programas de refinanciación de la deuda",
primero en 1989 y después en 1996.
Estos programas, diseñados sobre
todo para los países de África y también para algunos de
Latinoamérica y Asia, consistieron básicamente en el otorgamiento de
nuevos créditos para que esos países pudiesen afrontar los
vencimientos de las deudas contraídas. Pero los nuevos créditos
vinieron acompañados de una serie de condiciones impuestas por
el
Banco Mundial y el FMI: los países que los recibían debían suscribir
"programas de reestructuración", en los que se comprometían a
realizar un ajuste fiscal y a bajar el gasto público.
En la
práctica, esto significó el fin de la financiación para numerosas
escuelas, instituciones sanitarias y programas públicos de
infraestructura. Además, en muchos países se redujo el salario
mínimo para poder pagarles a los empleados del Estado.
Éste es uno
de los motivos por los cuales a las multinacionales les resulta tan
sencillo fabricar sus productos en países en desarrollo, donde los
gastos de personal están muy por debajo del mínimo vital (véase
también en los capítulos "Indumentaria" y "Alimentos").
21 -
Ibidem, pág. 85
22 -
Ibidem, pág. 19
23 - Siegburg 2000, puede
encargarse en
http://www.suedwindinstitut.de
Los grandes bancos occidentales, en cambio, no tienen mayores
inconvenientes con la refinanciación. Siguen lucrando con los
intereses, mientras que buena parte de sus créditos
están garantizados por seguros estatales como el Hermes.
El desastre natural del endeudamiento externo
El ejemplo de Mozambique ilustra lo disparatadas que pueden llegar a
ser las situaciones a las que lleva el endeudamiento en los países
afectados.
En febrero de 2000, el sur de ese país africano quedó
destruido y anegado tras ser arrasado por tornados y lluvias
intensas. Los primeros días del tifón ya habían arrojado un saldo de
entre setecientos y ochocientos muertos.
Y más de cuatro millones y
medio de personas terminaron perdiendo todo lo que tenían.24
Ya antes de que se produjera esta catástrofe, Mozambique estaba
entre los países más pobres del mundo. El setenta por ciento de su
población vive por debajo de la línea de pobreza, la expectativa de
vida promedio es de 43 años. Uno de cada siete niños muere antes de
cumplir los cinco años. Así es la cosa en África, son sólo
estadísticas que ya no conmueven a nadie.
Pero, al mismo tiempo, hay
índices de desarrollo que son sensacionales, incluso si se los
compara internacionalmente. El producto nacional bruto registró
durante los últimos años tasas de crecimiento de más del diez por
ciento anual. Desde la independencia en 1975, la tasa de
analfabetismo logró reducirse de más del 98 por ciento a menos del
60 por ciento.
Se calcula que las pérdidas económicas ocasionadas por la catástrofe
ascienden en total a
más de 600 millones de euros.
Desde febrero hasta agosto de 2000, 49
países y 30 organizaciones de ayuda realizaron diversas donaciones
por un valor de alrededor de 77 millones de euros. Además, la
comunidad internacional aprobó un crédito de casi 170 millones de
euros para la reconstrucción del país.
Por otra parte, hay una cifra que pende como una espada de Damocles
sobre los mozambiqueños más allá de cualquier catástrofe natural: el
país paga año tras año más de 67 millones de euros para hacer frente
a los servicios de una deuda externa del orden de los
5.200 millones.
"Es absurdo esperar que el gobierno pague una deuda
que sobrepasa
ampliamente el monto de la ayuda", opina Kate Horn, quien dirige la
organización internacional Oxfam en Mozambique.25
Se exige un derecho de quiebra internacional
En el año 2000, el "año de la condonación", numerosos organismos
internacionales exigieron que se reduzca la deuda de los países más
pobres del mundo.
Propusieron proceder como en el derecho de
insolvencia: primero, una asociación internacional determina cuál es
el monto necesario para cubrir las necesidades básicas de la
población de un país, es decir, salud, educación e infraestructura.
Una vez que ese monto está resguardado, se calcula cuánto está en
condiciones de pagar el país a la comunidad de acreedores.
"¿Ayuda el perdón de la deuda a los pobres del mundo?", tal el
título cuasireligioso de un documento en el que el Hypo Vereinsbank
fijó su posición respecto de este tema.
Lástima que el Münchner Bank
le quedó debiendo la respuesta a ese interrogante.
En cambio, lo que
sí se determinó fue que cualquier participación en una condonación
de la deuda a los países más pobres equivaldría a una grave
discriminación hacia los bancos que, a pesar del alto riesgo que eso
implicaba, habían financiado las inversiones.
24 -
Klaus Werner: "Der Blick in den Abgrund", Der Standard, 7.10.2000
25 -
Ibidem
Los créditos a largo plazo otorgados por el Hypo Vereinsbank a
países como Brasil o Indonesia están cubiertos en un 100% por los
seguros de crédito a la exportación.26
Tobin or not to be
Para "desacelerar" el mercado internacional de capitales y lograr
que las inversiones en el exterior sean más duraderas, numerosos
organismos exigen que, junto con una política que apunte a la
reducción de la deuda, se implemente la llamada
tasa Tobin.
Este
impuesto, bautizado así en honor al premio Nobel James Tobin,
consiste en gravar las transacciones de divisas con apenas el 0,05
por ciento.
Con su aporte sería posible disminuir el volumen de las
transacciones cortoplacistas en moneda extranjera, sobre cuya base
se asienta la mayor parte de las operaciones bursátiles que se
realizan a diario en el mundo.
Esta exigencia se dirige en primera instancia a los organismos
parlamentarios nacionales e internacionales. El rédito proveniente
de la tasa Tobin superaría en todo el mundo, según los cálculos, los
100 mil millones de euros anuales. Con ese dinero se podría, por
ejemplo, combatir la pobreza y el desempleo, o financiar a las
entidades sanitarias y educativas.27
Porque, ¿quién dijo que
la globalización no puede estar también al
'servicio del hombre'?
26 - Siegmann, Crojibanken,
pág. 112
27 - Más información sobre la tasa Tobin en la Red para el Control
Democrático de los Mercados FinancierosATTAC,
http://www.attacnetzwerk.de
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