12
Septiembre 2023
del
Sitio Web
SputnikMundo
© AP Photo
Marty
Lederhandler
Los eventos de conmemoración de este 11 de septiembre marcan el
vigésimo segundo aniversario de los ataques terroristas en Nueva
York.
El presidente
Joe Biden se dirigió a los socorristas y sus familias
en una base militar en Alaska, mientras que la vicepresidenta
Kamala Harris visitó el Memorial Nacional y el Museo del 11-S.
Mientras
Estados Unidos recuerda a las
víctimas de los mortíferos
ataques terroristas del 11 de septiembre de
2001 que sacudieron al país, vale la pena señalar que
Washington tomó una "decisión deliberada" para "ayudar a crear" a
los mismos extremistas que los planearon, dijo a Sputnik el
profesor de Historia de la Universidad Americana, Peter Kuznick.
"Sabíamos exactamente
quiénes eran estas personas y cómo eran sus organizaciones",
dijo el co-autor del libro
La Historia Silenciada de Estados Unidos.
"Los estadounidenses ayudaron a entrenar, reclutar, armar y
educar a los extremistas islámicos que luego atacarían a Estados
Unidos el 11 de septiembre", dijo Kuznick.
En la mañana del 11 de
septiembre de 2001, 19 terroristas de Al Qaeda* secuestraron cuatro
vuelos y embistieron la Torre Norte y luego la Torre Sur del World
Trade Center en Nueva York, provocando incendios y el colapso de los
edificios.
Más de 2.600 personas
murieron...
A más de 20 años
del atentado a las
Torres Gemelas,
un usuario de
YouTube compartió un video
de aquel fatídico 11
de septiembre de 2001
en Manhattan
(EE.UU.).
Un tercer avión intentó
atravesar el Pentágono, pero solo penetró los primeros tres anillos
exteriores de uno de los lados de la instalación, matando a 125
personas.
El cuarto avión no
alcanzó su objetivo, aún desconocido, pero su dirección sugería que
los terroristas planeaban atacar la Casa Blanca o el Capitolio.
Estados Unidos creía que los ataques del 11 de septiembre fueron
planeados por el líder de Al Qaeda,
Osama Bin Laden, quien en ese
momento se encontraba en Afganistán bajo la protección de los
talibanes, en el poder desde 1996.
Es un hecho bien
documentado que Washington financió a Maktab Jidamat, la
organización paramilitar precursora de Al Qaeda, fundada,
entre otros, por Osama Bin Laden y Ayman Zawahiri.
"A principios de
1979, Estados Unidos ya había estado trabajando con extremistas
islámicos...
De hecho, según
Zbigniew Brzezinski, asesor
de seguridad nacional del entonces presidente estadounidense
Jimmy Carter, el 3 de julio de 1979, el trigésimo noveno
presidente de Estados Unidos firmó la primera directiva para
ayuda secreta a los rebeldes", afirmó Kuznick.
Los insurgentes que
Estados Unidos comenzó a financiar se oponían al Gobierno
"modernista" de Afganistán, respaldado por la Unión Soviética, que
estaba,
"apoyando la
industrialización" y "educando a las mujeres", enfatizó el
profesor de historia.
Esos extremistas
trabajaban principalmente en Pakistán, con el Gobierno de Muhamad
Zia-ul-Haq, y,
"entraban en las
escuelas, aliados de Estados Unidos, y no solo amenazaban y
mataban a los profesores, sino que incluso desollaban viva a la
gente".
"Esos son a quienes
Estados Unidos apoyaba allí. Era el pueblo el que más se oponía
a la educación de las mujeres.
Comenzó en menor
escala con Brzezinski, pero la Administración de Ronald Reagan
aumentó esto", añadió.
Documentos
desclasificados de la Casa Blanca, dados a conocer en 2019,
mostraron que, en 1980, la CIA del entonces presidente Carter
derrochó cerca de 100 millones de dólares en armas enviadas a los
rebeldes en cuestión, y la Administración Reagan finalmente
aumentó la apuesta a 700 millones de dólares al año.
Ver "Imágenes
poco conocidas del atentado 11-S en Nueva York".
De acuerdo con los mismos documentos desclasificados, compartidos
por medios de comunicación estadounidenses hace tres años,
Brzezinski recibió una advertencia de un miembro del personal del
Consejo de Seguridad Nacional, Thomas Thornton, quien dijo
que los extremistas afganos a los que estaban armando eran,
"un grupo bastante
feo. Me estremezco al pensar en los problemas de derechos
humanos que enfrentaríamos si llegaran al poder".
La CIA también puso sus miras en
Gulbuddin Hekmatyar, quien recibiría más de 1.000 millones de
dólares en armamento de Estados Unidos durante la próxima década.
"La principal persona
a la que Estados Unidos enviaba ayuda era [Gulbuddin] Hekmatyar,
según el director de estudios sobre terrorismo en West Point,
James Sparks.
Dijo que Gulbuddin
Hekmatyar era,
'conocido por
patrullar los bazares de Kabul con frascos de ácido, que
arrojaba a la cara de cualquier mujer que se atreviera a
caminar al aire libre sin burka completo que cubriera su
rostro'," a decir de Peter Kuznick.
"Así que Estados
Unidos estaba proporcionando ayuda, armas y entrenamiento en
estos campos en Pakistán, y luego ellos [los extremistas] serían
enviados a Afganistán.
Así que esto se
convirtió en un imán para los yihadistas de todo el mundo, que
querían luchar contra el Gobierno secular en Kabul.
Entre los que fueron
a Pakistán en estas circunstancias se encontraban Osama Bin
Laden y Ayman Zawahiri, los futuros líderes de Al Qaeda",
recordó el historiador.
Posteriormente, Ayman
Zawahiri murió en un ataque con aviones estadounidenses no
tripulados en Kabul, Afganistán, en 2022.
El experto citó a
Cheryl Benard, esposa de Zalmay Jalilzad, el embajador de
Estados Unidos en Afganistán, diciendo que Estados Unidos había
tomado en ese momento una "elección deliberada" de,
"lanzar a los peores
locos" contra el Gobierno secular de Afganistán,
independientemente de la "daños colaterales".
"Sabíamos exactamente
quiénes eran estas personas y cómo eran sus organizaciones. No
nos importó que les permitimos simplemente asesinar a todos los
líderes moderados".
En abril de 1992, grupos
rebeldes irrumpieron en la asediada capital de Kabul, derrocando al
entonces presidente Mohamad Najibulá, estalló la guerra civil
y los talibanes lograron tomar el poder.
Osama Bin Laden regresó a
Afganistán con las fuerzas de Al Qaeda en 1996, dijo Kuznick.
"Ahora, estas
personas habían sido capacitadas y educadas con libros dirigidos
por el Centro de Estudios de Afganistán de la Universidad de
Nebraska en Omaha, financiado por el Gobierno de Estados Unidos,
que enseñó a los jóvenes afganos a leer, con dibujos y libros, a
contar y hacer matemáticas por el número de soldados muertos que
asesinaron, por el número de rifles Kalashnikov que les habían
proporcionado...
Y estos fueron los
extremistas que Estados Unidos ayudó a crear",
explicó.
Tras los atentados del
11-S, Al Qaeda, con base en Afganistán, controlada en aquel momento
por los talibanes y liderada por Osama Bin Laden, asumió la
responsabilidad.
Calificó los descarados
ataques como una venganza por el apoyo de Estados Unidos a Israel y
su intromisión en los asuntos de los países musulmanes.
Cuando Kabul se negó a extraditar a Bin Laden, en noviembre de 2001,
Washington y sus aliados
invadieron Afganistán y luego se
vieron atrapados en una larga insurgencia contra los talibanes.
Estados Unidos capturó o
asesinó a las personas clave consideradas responsables de orquestar
los ataques del 11 de septiembre, como fue el caso del asesinato de
Bin Laden, el 2 de mayo de 2011.
La guerra de Estados
Unidos en Afganistán duró casi 20 años y se cobró la vida de,
-
más de 65.000
miembros del personal de las fuerzas de seguridad afganas
-
más de 3.500
soldados de la coalición
-
casi 4.000
mercenarios occidentales
-
entre 67.000 y
72.000 combatientes talibanes
-
más de 38.000
civiles...
Después de que los
talibanes tomaron el poder en Afganistán, en agosto de 2021,
desencadenaron el colapso del Gobierno liderado por el presidente
Ashraf Ghani, respaldado por Estados Unidos, y aceleraron la
retirada de las tropas estadounidenses.
El 31 de agosto de
2021, las fuerzas estadounidenses completaron su retirada del
país, poniendo fin a 20 años de presencia militar allí...
Si analizamos en
retrospectiva cómo
Estados Unidos apoyaba a los fanáticos islamistas
más extremistas en Afganistán y cómo les estalló en la cara, uno
invariablemente establece paralelismos con
el actual conflicto en Ucrania.
Con amplias pruebas de que,
el neo-nazismo
impregna a Kiev y el Ejército ucraniano, uno se pregunta si
Estados Unidos está "arando con el mismo rastrillo" al canalizar
miles de millones de dólares en apoyo militar para alimentar
allí el conflicto encabezado por
la OTAN contra Rusia.
El mes pasado, documentos
de la Embajada danesa en Kiev a los que Sputnik tuvo acceso,
revelaron que instructores militares de la OTAN habían entrenado a
soldados ucranianos en una base del batallón nacionalista Azov**, a
pesar de la exclusión de este último de la financiación militar
estadounidense por su radicalismo.
En agosto de 2022, el
Tribunal Supremo ruso designó a Azov** como organización
terrorista...
La Fiscalía General de
Rusia dijo que los militantes de dicho batallón utilizan medios y
métodos de guerra prohibidos y son cómplices de la tortura de
civiles y el asesinato de niños.
Washington ha prometido apoyar al Gobierno de Ucrania - que
abiertamente cuenta con batallones neonazis y ha asesinado a
periodistas rusos - hasta el último ucraniano.
"La política
estadounidense de prestar armas y hacer todo lo posible para
prolongar los combates allí [en Ucrania] no es una política
inteligente", y algunas de las repercusiones podrían tener
consecuencias "similares a la experiencia de Estados Unidos con
los muyahidines afganos", concluyó Peter Kuznick.
Referencias
* Al Qaeda es una
organización terrorista prohibida en Rusia.
* El Batallón Azov es
una organización terrorista prohibida en Rusia.
|