Wendy Sherman y Sergey Ryabkov. que Estados Unidos no quiere
conversar seriamente con Rusia. esperando por una respuesta de Washington a su proposición de tratado bilateral sobre garantías de paz.
Pero Washington nunca mencionó la propuesta rusa.
Por el contrario, Estados Unidos acusó a Rusia de estar preparándose para atacar Ucrania y de montar una provocación destinada a justificar una invasión.
Rusia no puede retroceder pero cualquier acción de su parte puede degenerar en un tercer conflicto bélico mundial.
Lo más importante es que
la prensa occidental ignora la diferencia entre el derecho
anglosajón y el de las Naciones Unidas, lo cual la lleva a cometer
numerosos errores de interpretación.
Estados Unidos reiteró sus advertencias sobre el estacionamiento de 100 000 soldados rusos... en suelo ruso.
Por su parte, Rusia expresó su indignación
ante la negativa de Estados Unidos a abordar su proposición de paz.
Es
importante recordar que Estados Unidos anuló el anterior tratado
sobre ese armamento.
Pero al día siguiente, al
iniciar las conversaciones, los estadounidenses informaron a sus
interlocutores rusos que su mandato se limitaba a conversar sobre
el despliegue de tropas de Estados Unidos y Rusia
en Ucrania.
Así que los rusos
respondieron que el mandato de la delegación estadounidense no
respondía al tema inicial del encuentro, que eran las garantías
tendientes a garantizar la paz mundial.
Al día siguiente, Wendy Sherman participaba en la reunión de la Comisión OTAN-Rusia, en Bruselas.
Después de la retirada de Estados Unidos ante los talibanes en Afganistán y de la traición anglosajona hacia Francia, relacionada con el acuerdo AUKUS, los embajadores de los demás países de la OTAN no tenían la menor idea sobre las intenciones de Washington.
La señora Sherman los dejó hablar primero y después dijo, dirigiéndose a la delegación rusa:
Después de haber dicho
eso, Wendy Sherman esbozó un panorama de lo que, según ella, sería
Europa si Washington cediese ante Moscú, un continente divido otra
vez en dos zonas de influencia - una atlantista y la otra rusa -
como en tiempos de la guerra fría.
La observación de la delegación rusa, recordando que Rusia ya no es soviética y que no quiere dividir el continente quedó como un ruido de fondo.
Es posible que los rusos
hayan presentado nuevamente su exigencia de estricto respeto de la
Carta de la ONU y de la palabra dada, pero nadie se acuerda de eso.
¿Y cuál sería esa "razón de existir"?
En esas condiciones, la tercera reunión, la de la OSCE, en Viena, fue únicamente - según el término utilizado por el ministro ruso de Exteriores Serguei Lavrov - "dilatoria".
La OSCE no tiene absolutamente ningún poder de decisión, es sólo un foro creado durante la guerra fría como medio de evaluar las posiciones.
La presidencia sueca del Consejo Permanente de la OSCE fue el fiel reflejo de la actitud general de Suecia, país oficialmente neutral pero muy ocupado en debatir internamente su próxima incorporación a la OTAN.
Los miembros de la OTAN se mantuvieron a la defensiva mientras que Estados Unidos, por su parte, sólo trataba de ganar tiempo.
Ni siquiera hubo un
comunicado final al término de esa reunión.
Ya en 2007, Putin creyó que los países de Europa occidental se atreverían a alejarse de su amo estadounidense para ir a la Conferencia de Munich sobre la seguridad y los exhortó a preguntarse cuáles eran sus propios intereses. 2
Putin creyó entonces, erróneamente, que lograría despertar la atención de los europeos, sobre todo la de los alemanes.
Eso tiene una sola explicación.
Pero la clase dirigente estadounidense no lo sabe. En el Congreso se vieron tomas de posiciones grandilocuentes de políticos que denunciaban el cinismo ruso, sobre todo el del presidente Vladimir Putin.
Los congresistas estadounidenses llegaran incluso a hablar de "sancionarlo" directamente a él, lo cual implicaría romper las relaciones diplomáticas con su país.
Ninguno parece haberse
dado cuenta de que Estados Unidos ya no es la primera potencia
militar del mundo y de que su país se ha visto reemplazado por Rusia
y China.
El senador republicano Marco Rubio defendió la idea de que hay imponer sanciones a los alemanes que pactan con "el diablo", incluyendo al ex-canciller socialdemócrata Gerhard Schroder, para que tengan que someterse. 3
Los demócratas, al contrario, siguiendo directivas de la Casa Blanca, sostienen que sería más sensato propiciar que los alemanes decidan por sí mismos sumarse al "bando correcto" en vez de obligarlos.
El gobierno ucraniano se
ha sumado a esta última tendencia, recordando que los alemanes
habían negociado con Rusia garantías en cuanto al no uso de las
entregas de gas ruso como arma. 4
Lo que hizo Biden fue aceptar que los europeos pagaran por el gas ruso, a precios más asequibles... pero menos ventajosos que lo previsto.
Ya nadie parece recordar
que Estados Unidos perdió
la guerra contra Siria.
Según la diplomacia
estadounidense, ahora no sólo Rusia querría invadir Ucrania e
imponer su ley a todo el este de Europa, sino que China también
pretende conquistar todo el mar de China.
Pero una corte de arbitraje no es un tribunal y, como la República Popular China no reconoce la CPA, esta última aceptó la versión filipina del litigio.
Lejos de demostrar algo,
este asunto sólo es una muestra más de la particular interpretación
estadounidense del derecho internacional en general y de la Carta
de la ONU en particular.
La mayoría de esas islas quedaron inhabitadas hasta hace una treintena de años, o sea hasta la disolución de la URSS.
Con su pretensión de
atribuir esas islas a sus aliados regionales, Estados Unidos da
muestras de las mismas ínfulas imperialistas que muestra en Europa
al pretender poner el centro y el este de Europa bajo el mando de la
OTAN.
Y finalmente empujó la Unión Europea a instaurar un bloqueo económico contra Transnistria, pequeño Estado no reconocido situado en una franja de territorio entre Ucrania y Moldavia. 7
Si bien parece haber
perdido la partida en Kazajastán, Estados Unidos ya está preparando
el siguiente episodio en Transnistria.
Estados Unidos no
retrocederá por voluntad propia y sus proposiciones no buscan otra
cosa que perennizar la situación actual.
Es la "teoría del loco" ("the madman theory") que el presidente Richard Nixon ya utilizó hace años contra la Unión Soviética, la teoría de quien actúa según el siguiente esquema:
Los políticos de Washington deberían recordar que,
Es evidente que Rusia tenía prevista la jugada siguiente cuando publicó su proyecto de tratado bilateral con garantías para asegurar la paz. Pero tendrá que adaptarla porque Washington ha logrado unir a sus medrosos vasallos.
Si se llega al
enfrentamiento, este será nuclear y las víctimas se contarán por
cientos de millones.
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