por Alfredo Jalife-Rahme
del Sitio Web
SputnikNews
...de Silicon Valley, y
en particular, Amazon, a quien
Trump le declaró la guerra
quizá debido a que su dueño, el polémico Jeff Bezos, controla
The Washington Post, feroz
crítico del presidente, sufren brutales desplomes en sus
cotizaciones, mientras China lanza su temerario esquema del
petroyuán doblemente resguardado con oro y, a mi juicio, con las
armas nucleares rusas. Los teóricos supremacistas de EE.UU. suelen pregonar la 'trampa de Tucídides', que hace inevitable la guerra entre EE.UU. y China.
El defecto del esquema de Tucídides, del siglo 5 a.C., es que sus actores bélicos carecían de aniquilantes armas nucleares y hoy omite la presencia ineludible de Rusia como actor primordial en su alianza estratégica con China frente a EE.UU., lo cual rebasa la unidimensionalidad del Peloponeso.
Más allá de la vulgar guerra comercial de EE.UU. contra China y del grotesco exorcismo de Rusia por la propaganda negra de la 'anglósfera', a mi juicio, China acaba de propinar un tremendo golpe, en la misma semana que recibía en visita oficial al mandatario de Corea del Norte, Kim Jong-un - quizá para afinar estrategias de cara a la próxima visita de Trump a Pyongyang - contra la supremacía del petrodólar que ejercía EE.UU. doblemente con el control de la cotización del petróleo y el apuntalamiento a su divisa.
Quien gana las guerras mundiales suele imponer su sistema financiero.
Quizá sea la primera vez en la historia moderna que una divisa, el yuan, se fortalezca sin todavía una guerra propiamente dicha, mientras se despliegan otro tipo de guerras:
Los análisis unidimensionales y/o ultrarreduccionistas pasan por alto consideraciones trascendentales como el paraguas nuclear ruso que Moscú le brinda a China:
El inicio del dominio británico y su libra esterlina se gestó hace 203 años en Waterloo, mientras que su aliado, EE.UU., impuso el dólar desde la Segunda Guerra Mundial y, con mayor preponderancia, durante su hegemonía unipolar de corta duración:
...con la parusía de Rusia con el zar Vlady Putin, y el ingreso de China - un año más tarde - a la OMC.
Hace 5 años anticipé la 'Desamericanización del mundo - Del petrodólar al petroyuán'.
Se trata de un desafiante triple golpe a la otrora unipolaridad de EE.UU.:
A propósito, hace también 5 años advertí de que 'China fustiga el bono hegemónico de EE.UU. de 9,36% del PIB global'.
Sería conveniente examinar el punto de vista chino, menos conocido, en la pluma de Li Hong, editor de Global Times, quien exhibe su júbilo por el primer día del lanzamiento del petroyuán, que alcanzó casi US$ 3.000 millones; el portal ZeroHedge asevera que fueron US$ 4.000 millones:
En forma modesta y precavida, Li aduce que,
El editor de Global Times no oculta que,
Li no canta victoria de forma prematura y comenta que,
El espectacular lanzamiento del petroyuán cubierto por el oro en la plaza de Shangai y, más que nada, bajo la protección del paraguas nuclear ruso, ha sido escamoteado en las plazas de Londres y Wall Street, con algunas excepciones puntuales de Reuters y Bloomberg y, a un nivel más elevado, por la revista Foreign Policy.
Kate Duguid, de la agencia británica Reuters, cita a un jerarca del banco suizo UBS, quien aduce que el lanzamiento de futuros de petróleo por parte de China,
Se trata de la primera apertura de China derivada de materias primas a los inversionistas foráneos.
Keith Johnson, de la revista Foreign Policy - curiosamente fundada por el tóxico 'mexicanófobo' Samuel Huntington y anteriormente publicación hermana de The Washington Post y Newsweek - arguye que después de cuatro años de falsos arranques,
Suena anómalo y aberrante que la región asiática - con el mayor crecimiento económico global y con el mayor importador de petróleo, China, que compra 8 millones de barriles al día - carezca de un punto de referencia para la cotización del petróleo.
Esto es algo de lo que han abusado las plazas financieras de Londres y Washington cuando el petróleo del mar del Norte, que apuntala la variedad Brent, se encuentra en franco declive mientras que la producción petrolera de EE.UU. se centra básicamente en la extracción de la controvertida fracturación hidráulica o 'fracking'.
Las geofinanzas del petróleo han regresado por la puerta principal de las tratativas globales cuando la empresa estatal saudita Aramco contempla lanzar su Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés), que ha sido retrasada debido al pleito de las plazas de Londres y Wall Street para su cotización, calculada en US$ 2 billones y a la que China también ha ofrecido comprar el 5%.
La marcha hacia la internalización inevitable del yuan será larga, al estilo maoísta, en un momento en el que muchos bancos centrales empiezan a tener yuanes en su portafolio de reservas, como es el caso del Banco Central Europeo, quien acaba de adquirir 500 millones de euros que cambió por yuanes.
Los chinos tienden a ser gradualistas: no corren prisa y asestan sus golpes estratégicos en los óptimos momentos.
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