por Michael Friday 08 Julio 2016 del Sitio Web Michael-Hudson
traducción de
Tinoski
Conócete a ti mismo
La semana pasada asistí a una conferencia sensacional en la ciudad universitaria de Tübingen (Alemania) acerca del tema: "Deuda - Los primeros 3500 años" que reunió a historiadores del mundo clásico para discutir sobre el libro de David Graeber "Debt - The First 5000 Years".
Dos ponencias en concreto me impactaron profundamente:
El 99% de los habitantes eran "exprimidos", pero la economía crecía - de un modo en que la riqueza se concentraba en las manos del 1%.
A su debido tiempo el resentimiento del pueblo se cultivaba y extendía en forma de revueltas de los deudores, no sólo en el Imperio Romano sino también en el de Irán, desembocando en reformas religiosas para limitar los cobros por intereses y la avaricia auto indulgente en general.
La última vez que había estado en Tübingen fue en 1959, así que era la primera oportunidad que tenía de conocer a David Graeber desde que se mudó a Inglaterra para impartir docencia en el London School of Economics tras de haber sido acosado y desalojado de su casa de Nueva York por la policía y el FBI durante la represión que siguió al movimiento Ocuppy Wall Street.
Klet-Cotta, editor alemán que nos publica a los dos, envío a uno de sus mejores hombres des de la cercana Stuttgart para discutir su traducción al alemán de mi libro "Killing the Host" (Matando al anfitrión), destinada a editarse en Noviembre como "Der Sektor: Warum die Globale Finanzwirtschaft uns Zerstört.
La postura de Sócrates sobre si las deudas imposibles de cobrar deberían ser pagadas
En el libro primero de "La República" (380 a.C.) de Platón, 1 Sócrates discute acerca de la moralidad respecto a devolver las deudas.
Cephalo, un hombre de negocios del distrito comercial de Piraeus, declara que éticamente es justo y legítimo devolver sólo lo que a uno le han prestado.
Sócrates contesta que no sería justo devolverle las armas a un hombre que ha enloquecido. Debido a las consecuencias, devolver el dinero prestado sería un error.
La cuestión no es el principio moral micro-económico de la devolución de una deuda sino cómo ello afectará a la sociedad. Si un lunático está decidido a matar a alguien, devolverle sus armas le permitiría cometer ese acto injusto.
La moralidad en torno a la devolución de las deudas no tiene que ver necesariamente con la justicia. Necesitamos tener en cuenta las consecuencias de ello a todos los niveles.
Se podría aplicar una lógica similar al debate contemporáneo sobre si Grecia deber devolver al Fondo Monetario Internacional (FMI) y al Banco Central Europeo (BCE) el dinero que le han prestado desde 2010 para evitar la pérdidas de los préstamos a los tenedores de bonos (sobretodo bancos alemanes y franceses).
Los términos obligan al gobierno Griego a pagarlo todo en vez de poder anotar las deudas para reflejar la capacidad real de pago. 2
La comisión del FMI calculó varias veces que Grecia no podía devolver todas las deudas de ninguna manera, así que violó su propios acuerdos (y su regla "No más Argentinas") por los que no debería prestarse dinero a países que, en opinión de su propio equipo de investigación, no tuvieran al alcance medios para pagar.
Los propios miembros del consejo del FMI se pronunciaron en contra del rescate de los acreedores - sin resultados.
Sobre la mesa está la cuestión de qué debería ser salvado:
Han usado su influencia a través de la deuda para exigir que Grecia imponga medidas de austeridad, aumentar el desempleo (actualmente desbocado en torno al 25% para el período entre el último cuarto de 2015 y el primer cuarto de 2016), reducir las pensiones de los jubilados y privatizar la estructura pública para pagar a los acreedores - a la par que exigen un superávit presupuestario que retira aún más dinero de la economía del país.
Cuando el pueblo griego voto en 2015 en contra de esas demandas, el BCE y la Unión Europea (UE) insistieron en que los referéndum no importaban.
Trasladar la política económica de los votantes a los bancos ya había llevado a Frank Schirrmacher a escribir un artículo en el Frankfurter Allgemeine Zeitung titulado "Demokratie ist Ramsch" ("La democracia es basura").
Pero el eje de la cuestión realmente es la avaricia egoísta y el comportamiento abusivo de los acreedores.
Más adelante en "La República" (Libro VIII, 555d-556b) Sócrates habla con Glaucón, señalando,
Su avaricia, explica Sócrates, inserta el parasitario,
El efecto es ahogar a los atenienses en deuda, hacerles sufrir quitándoles sus tierras y desempoderándoles, favoreciendo,
Esto lleva al pueblo (-"demos") a,
La manera de evitar este desastre en ciernes, sugiere Sócrates es promulgar
La obligación de que los acreedores asuman el riesgo de impago es precisamente lo que los técnicos del FMI y otros críticos de la línea de financiación por créditos del BCE piden ahora con demasiado retraso.
Es el principio que reclamaban con urgencia los reformistas de los bancos americanos tras el crash de 2008:
La concentración de la riqueza en "el 1%" de Roma llevó a los deudores a la revuelta
Los emperadores romanos fomentaron una economía de mercado orientada a producir superávit fiscal, que era usado principalmente para pagar mercenarios.
La riqueza y el poder político se concentraron en la burocracia imperial, los líderes del ejército y sus proveedores y suministradores.
El efecto fue la deflación monetaria
Aún con eso las granjas medianas consiguieron sobrevivir sin ser sometidas a la servidumbre, y seguía habiendo jornaleros a los que contratar durante las épocas de cosecha.
Se estima que la proporción de la población de Italia esclavizada durante esta época rondaba en torno al 15%.
No hubo revueltas de los esclavos, pero los deudores e rebelaron o rechazaron a los invasores, igual que habían hecho antes en la antigüedad.
El profesor John Weisweiler describió como, cuando el ejército godo derrotó al romano en Adrianópolis (hoy Edirne, al noroeste de Turquía) en el 378 d.C., los guías locales llevaron a los vencedores
Richard Payne de la Universidad de Chicago ofreció una ponencia donde explicó que las revueltas del campesinado contra los gobernantes persas sasánidos que acontecieron un siglo más tarde tenían como objetivo volver al orden igualitario Zoroastriano como reacción ante la extrema polarización que ensanchaba brecha entre la riqueza y la pobreza.
El nuevo principio moral del equilibrio económico rechazaba las prendas de seda, las vasijas de vino de plata y otros símbolos de status de las élites.
El interés estaba sentenciado, como lo había estado durante el cristianismo y lo estaría durante el Islam. Todas las religiones instaban al auxilio mutuo y alertaban contra la búsqueda abusiva de la riqueza por parte de las élites.
El hecho cultural que aconteció fue un revulsivo en contra del lujo y el hubris - una palabra griega que connota no sólo arrogancia sino una arrogancia que toma forma perjudicando a los demás.
Ideología y antigüedad
Los acreedores eran clase típicamente señalada como los opresores y destructores de la sociedad.
Su narcisista adicción a la riqueza era vista como el mal que desmantelaba a la sociedad para servir a sus compulsivos instintos. Fue por elogiar la moderación e incluso favorecer una igualdad en la pobreza en contra del lujo por lo que se afianzaron el cristianismo, el Islam y otros movimientos religiosos de principios del primer milenio después de cristo.
Ya en el siglo XIV el gran tunecino islámico Ibn Khaldun, filósofo de la historia, describió sociedades que prosperaban a través del "sentimiento de pertenencia" sólo para perderla 120 años después según la dinastía reinante sucumbía a la autocomplacencia y la codicia - preparándolo todo para que su territorio fuera conquistado desde fuera o su control arrebatado desde dentro.
Mi propia ponencia durante la conferencia describió
Para sobrevivir, la gente necesita cooperar dentro de un sistema basado en la ayuda mutua.
Antes la Economía era llamada Filosofía Moral, pero ha sucumbido ante el extremismo individualista.
El Homo Economicus reemplazó al Zoon Politikon. Se supone que las deudas se deben pagar sin importar como ello empobrece la economía.
Ha sido para resistir la búsqueda personal del beneficio a expensas del cuerpo político y la solidaridad grupal por lo que las principales religiones y corrientes filosóficas de los últimos 2000 años han elogiado,
… que se engendraba en las élites gobernantes.
Eliminar este legado intelectual de la educación ha allanado el camino para que la actitud moral de hoy en día se invierta favoreciendo las reclamaciones de los acreedores en contra del resto de la comunidad.
No debería sorprendernos que las élites financieras modernas luchen contra los movimientos democráticos a favor de poner límites a su riqueza, la adopción de impuestos progresivos, la reducción de la deuda mediante la declaración de una bancarrota y apartar del control del gobierno a los núcleos bancarios y las aristocracias propietarias de tierras.
Estos poderosos intereses se están comportando igual que Ibn Khaldun describió el comportamiento de las generaciones decadentes terminales de una dinastía: movidos por un anti-social interés personal.
Ferguson describió cómo la prosperidad sentaba las bases de la degradación en la época comercial:
La toma de control del gobierno por los poderes financieros no es algo nuevo.
Ibn Khaldun cómo lo que hoy en día llamamos "deep state" (estado profundo - a menudo dirigido por extranjeros u otros intermediarios) consigue el control de las dinastías.
Como carecen de la autoridad tradicional que otorga la nobleza deben trabajar desde fuera o detrás de la escena política, como los financieros hacen hoy día:
Hoy en día, los y las,
…sirven a la ideología de la metrópolis financiera de que el dinero y el crédito, la deuda y los impuestos son puramente tecnocráticos, y por tanto fuera de la esfera de influencia de los votantes o los políticos que ellos "eligen".
Volvemos al Thatcherismo financiero talibán (el término árabe para "estudiante"):
Es el mito protector que las élites han tejido alrededor de sí mismos y de sus privilegios desde tiempo inmemorial.
Para funcionar, debe borrar el conocimiento de la Historia y vivir en un "presente" altamente censurado en el que la clase financiera se apropia de la tierra, la infraestructura pública y el gobierno para sí misma.
Todo ha ocurrido antes - así como revueltas de los deudores y otras víctimas de la explotación de este "economismo".
Notas
|