por Brandon Smith
27 Julio
2016
del
Sitio Web
Alt-Market
traducción de Julius
27
Agosto 2019
del
Sitio Web
Editorial-Streicher
Versión original en ingles
Desde su sitio (alt-market.com) hemos traducido el
siguiente ensayo de Brandon Smith publicado hace
tres años, donde realiza un paralelo o contrapunto
entre una vida sin restricciones y que lucha por sí
misma, y la ideología del globalismo, a la que
conviene una sociedad, como dice, de ovejas
desarmadas sobre las cuales poder depredar con toda
tranquilidad, más si se está avalado por la
estructura gubernamental.
La Ley de la
Selva
...es
Muy Superior a la Ideología del Globalismo
En 1991
George Bush I, en al menos dos
discursos separados, anunció una activa fase final geopolítica para
la estabilidad global, algo que él llamó el "Nuevo
Orden Mundial - NOM".
Aquélla no fue la primera
vez que el concepto del NOM había sido pronunciado por una figura
prominente.
El socialista fabiano
Herbert G. Wells décadas antes, en 1940, escribió un libro
entero sobre esa ideología titulado "The New
World Order",
e incluso escribió el guión de una escasamente velada
película de propaganda acerca del
ascenso del globalismo titulada "The Shape of Things to Come".
El núcleo de esa
ideología es la institución de la forma de gobierno global y la
borradura de los Estados-naciones soberanos, aparentemente a fin de
acabar con la persistente amenaza de la guerra mundial.
Parece muy noble en la superficie, pero hay mucho más en la
globalización total de lo cual las élites no hablan muy abiertamente
o muy a menudo.
Una cita clave del discurso de Bush a la nación en la Casa Blanca en
vísperas de la
Operación Tormenta del Desierto
en Irak explica mucho de lo que está detrás del concepto de NOM:
"Tenemos ante
nosotros la oportunidad de forjar para nosotros y para futuras
generaciones un nuevo orden mundial, un mundo donde el imperio
de la ley, no la ley de la selva, gobierna la conducta de las
naciones.
Cuando seamos
exitosos - y lo seremos - tendremos una posibilidad real en este
nuevo orden mundial, un orden en el cual unas Naciones Unidas
creíbles pueden cumplir su papel pacificador para realizar la
promesa y la visión de los fundadores de
las Naciones Unidas".
Las preguntas son:
¿qué quiso decir él
con "el imperio de la ley"?
¿qué quiso decir él
con "la ley de la selva"?
Como Bush clarifica más
adelante, el "imperio de la ley" en su mente, es la ley como hecha
cumplir por un organismo rector globalista (es decir,
las Naciones Unidas).
La "ley de la selva"
sería invariablemente todo lo que representa lo opuesto del
globalismo (es decir, la soberanía salvaje y no encadenada).
La "ley de la selva" parece ruda e implacable, y lo es, para la
gente que no persigue mayores imperativos y que no trabaja mucho
para alcanzar su potencial último. Esta idea a menudo es mal
interpretada como "fascista" en sus orígenes.
Es decir, la gente
comúnmente supone que la ley de la selva es simplemente la
subyugación del débil por el fuerte.
Así es cómo los
globalistas QUIEREN que usted vea la soberanía, la identidad
nacional o tribal, el individualismo, etcétera; ellos quieren que
usted vea esos principios como parecidos al salvajismo.
En verdad, son
las élites las que promueven el salvajismo como el
núcleo del globalismo, aunque, sin duda, se trata de una forma muy
esterilizada y científica de salvajismo.
El "imperio de la ley" de
ellos es completamente arbitrario, y no está basado en la luz de la
conciencia sino en deseos más oscuros de una ventaja artificial para
la clase dirigente y la opresión de todos los demás.
Una mejor
interpretación de la ley de la selva sería que ella es una
descripción más vistosa de la "ley natural", el derecho innato a la
auto-determinación guiada por la conciencia inherente.
Bajo la
ley natural, la
forma de gobierno burocrática sirve para poco propósito. Se hace
obsoleta...
Si bien la ley de la selva no es fácil o despreocupada o eternamente
"segura", pienso que hay muchas virtudes en un estilo de vida
"natural", sin trabas y descentralizado, lejos por encima de la
monótona homogeneización y colectivismo del ideal globalista.
En seguida hay sólo unos ejemplos de por qué la Humanidad estaría
mucho mejor viviendo salvaje y libre, más bien que viviendo una
existencia inhibida y micro-manejada bajo una autoridad global.
Sobrevivir en la Selva Requiere Fuerza e Inteligencia
Una interpretación superficial de la ley de la selva sostendría que
"sólo los fuertes sobreviven".
Los colectivistas
afirmarían que eso es injusto para el débil y, en último término,
bárbaro por principio.
No estoy de acuerdo con eso.
La suposición
que esa gente hace es que el "débil" no puede mejorar sus
circunstancias y por lo tanto requiere una constante protección por
parte de una autoridad central.
Sin embargo, si usted
realmente permite que la gente sea desafiada más bien que mimada,
puede ser sorprendente cuán fuertes ellos llegan a ser.
El globalismo destruye las condiciones ambientales que inspiran la
excelencia y en cambio recompensa y protege la mediocridad.
Tome por ejemplo los
problemas de
los bancos "demasiado grandes para fracasar":
esas instituciones
son realmente fracasos en todos los sentidos y, como gacelas
heridas, debería serles dada una muerte rápida.
Pero conforme a la
teoría de la globalización, la estrategia ha sido mantener
(hasta ahora) a esos fracasos cojeando. En otras palabras, el
incentivo para el éxito ha sido socavado y la debilidad ha sido
recompensada.
De esta manera, no sólo
en el mundo de los negocios sino también en el mundo social, el globalismo anima a la gente a llevar a cabo tan poco como sea
posible, y los consuela con promesas de ser para siempre alimentados
por el Estado-niñera global.
Si esa clase de mundo se
hace un absoluto, la sociedad decaerá y revertirá a algo
infrahumano.
Todo el progreso
evolutivo se habrá perdido...
Sobrevivir en
la Selva Requiere Mérito
Usted tiene que
ser útil en la selva
Usted tiene que
producir, reparar o enseñar algo realmente valioso
Usted tiene que
construir
Usted tiene que
innovar
Usted tiene que
inventar
Usted está
dedicado al esfuerzo para tomar el control de su destino
Usted tiene que
demostrar su mérito si quiere prosperar...
Bajo el globalismo, nada
de ese comportamiento es realmente necesario o recompensado.
Una de las tempranas fases del
colectivismo, cuando establece su
base de control, consiste en "igualar" forzosamente todos los
elementos existentes.
Eso significa que las
sociedades colectivistas a menudo oprimen a los naturalmente
exitosos y degradan a una población hasta que todos ellos reúnen los
mismos estándares del denominador común más bajo.
El pequeño pero vociferante movimiento de los sectarios de la
justicia social en Occidente es un ejemplo perfecto de la narrativa
colectivista inherente en el globalismo.
Si algún movimiento encarna
el anti-mérito, ése es el de los "guerreros de la justicia social".
La presunción de la justicia social en cuanto a la vida es que todos
los seres humanos deben ser tratados como si ellos tuvieran mérito,
y eso a menudo está basado en su status de víctima más bien que en
sus logros.
Por ejemplo, en el
artículo "Why
Conscripting Women into Combat will Result in Cultural Disaster"
hablé del absoluto y progresivo desmantelamiento de los estándares
de formación de los militares estadounidenses a fin de abrir la
puerta a mujeres mucho más débiles para que entren en unidades de
combate activo.
El mérito superior está
siendo sistemáticamente removido del ejército a fin de abrir camino
para la homogeneización en base a la mediocridad. Y si bien la ley
de la selva no pide un ejército permanente, persiste el hecho de que
la pérdida de mérito llevará invariablemente a un ejército más débil
en general.
He visto incluso hombres "luchadores por la justicia social"
sostener que ellos deben promover el denominador común más bajo en
movimientos como el feminismo porque en una cultura basada en el
mérito ellos personalmente no tendrían ninguna posibilidad de
sobrevivir.
Ellos afirman que son
demasiado débiles para asumir papeles masculinos tradicionales de
producción y protección y por eso optan por la pereza y la seguridad
del colectivo más bien que mejorarse a sí mismos.
En la selva, el
voluntariosamente inútil sería rápidamente comido, o moriría
simplemente debido a su propia estupidez y pereza; y tengo que
decir, no estoy tan seguro de que eso sea una mala cosa.
Cuando usted da a la gente menos exitosa las llaves para el
fundamento de la sociedad, usted desalienta a los realmente
exitosos de perseguir una excelencia adicional.
El objetivo para una
persona que realmente quiere hacer su camino en tal mundo sería
entonces conseguir tanto status de víctima como le sea posible a fin
de obtener las mayores recompensas.
El mérito se hace
superfluo.
Bajo el globalismo, esta pesadilla de los "guerreros de la justicia
social" conseguiría un reconocimiento mundial y promoción política.
La
Supervivencia en la Selva Requiere Voluntad para la Auto-Defensa
El ideal globalista está arraigado en el pacifismo.
Es decir, la defensa
agresiva por parte del individuo promedio es tratada como poco
escrupulosa o inútil.
¿Por qué aprender
cómo proteger su propia vida y las vidas de otros cuando usted
puede conservar sus manos limpias y hacer que
el establishment
lo haga por usted?
¿Por qué no apoyar la
forma de gobierno global, acabar con la ley de la selva y poner
un centinela armado y cámaras de vigilancia en cada esquina de
la calle para rechazar a los potenciales depredadores?
¿Por qué no cambiar
toda auto-determinación por la promesa de una comodidad
interminable y una existencia despreocupada?
El problema es que, como
hemos visto en numerosos casos en ambientes en Europa donde la
auto-defensa está altamente restringida, el Estado no puede ser y
nunca será capaz de cumplir sus vacías promesas de protección
constante.
En el fondo, la única
promesa que las autoridades pueden cumplir es en que ellas limpiarán
rápidamente el lío dejado por vuestro cadáver después de que un
ataque ya ha ocurrido.
Y, como hemos visto en
otros casos en Estados Unidos, las autoridades son a veces también
los atacantes.
En la selva no hay
pacifistas.
Ellos están todos
muertos, o se han convertido a una mentalidad de auto-defensa.
Los pacifistas por lo
tanto necesitan un rebaño colectivista para mezclarse en él de
modo que ellos puedan esconderse, o de modo que el tipo de al
lado pueda ser comido mientras ellos realizan su fuga.
El globalismo requiere la
dilución de una población activamente vigilante, porque la filosofía
de la auto-defensa conduce naturalmente a un aprecio por la acción
individual.
El gobierno centralizado
no puede tomar el control de una ciudadanía que tiene la voluntad de
devolver el golpe por sí misma contra los depredadores.
Cualquiera que promueva una respuesta pacifista está simplemente
ayudando a los depredadores, y eso incluye a la gente que promueve
una respuesta pacifista ante gobiernos predadores.
Si las personas promedio
vivieran según la ley de la selva más bien que esperando que una
autoridad "civilizada" las proteja o que administre las libertades
con que ellos nacieron como si fueran privilegios, los gobiernos
predadores ya no existirían.
La Ley de la
Selva Requiere Libertad en Todas las Cosas
Usted no puede actuar en la selva si está restringido por la
burocracia y las nimiedades colectivistas. Y si no puede actuar
libremente en la selva, entonces usted morirá allí.
Por lo tanto, la selva y
el sistema globalista son ambientes mutuamente exclusivos.
Eso no significa que en la selva no hay ninguna consecuencia por
tomar acciones indebidas que dañan a otros. Tal como en el concepto
libertario del principio de no-agresión, es mucho mejor dejar a
otros en paz para que persigan su propia prosperidad, primero,
porque eso es lo correcto de hacer, pero también porque ellos pueden
tener medios de auto-defensa tal como usted.
Tratar de controlar las
vidas de otros, los pensamientos de otros, el lenguaje de otros, sus
asociaciones personales y sus derechos a la propiedad, es provocar
un justificado contragolpe y la pérdida de vuestra propia vida.
Ser un depredador en la selva no carece de un gran riesgo, ya que la
mayor parte de los animales se defenderá cuando se vean
arrinconados, y un depredador herido podría terminar como un
depredador muerto.
Pero ser un depredador en
un mundo globalista
poblado por ovejas desarmadas significa que hay
poco riesgo, sobre todo cuando usted (globalista) está autorizado
por el establishment.
La selva es un lugar donde es esencial el progreso significativo que
sirve al individuo, ya que incluso una tribu de la selva es sólo tan
fuerte como los individuos que integran sus filas.
El mundo globalista
es un lugar donde el progreso significativo es sofocado y los
individuos fuertes son tratados como una amenaza.
El globalismo
requiere una máquina colectivista, una mente de colmena en la
cual el individuo es sólo una pieza del mecanismo.
El globalismo
desplaza el pensamiento creativo en nombre de la eficiencia, y
asesina la innovación.
Una sociedad globalista sería una sociedad estática, congelada
en un ciclo interminable de conformidad e igualdad.
Los únicos beneficiarios
serían
aquellos que están en lo alto de la pirámide, quienes, como
en todas las empresas colectivistas, cosechan la mayoría de las
recompensas porque ellos son la gente que redistribuye la riqueza de
la producción de cualquier modo que consideren conveniente.
En la selva, esos
redistribuidores serían vistos como,
-
intermediarios inútiles
-
porteros
parásitos que se interponen en el camino de la
producción y la prosperidad
-
que beben su
parte de la sangre de cada transacción y cada invención
-
que roban al
exitoso su riqueza ganada a fin de alimentar a otro
ejército de gente a los que ellos han animado a
convertirse también en parásitos por medio de la
ideología del anti-mérito....
En la selva, en un
mundo libre, la gente inmediatamente preguntaría por qué esos
intermediarios que se hacen pasar por figuras de autoridad y
financieros deberían existir en absoluto.
¿A qué objetivo
sirven ellos?
-
Ellos
ciertamente no tienen ningún mérito.
-
Ellos no son
exitosos porque sean mejores que otro en algo necesario.
-
Ellos no son
cazadores ni recolectores
-
Ellos no son
productores, no son defensores, no son profesores, y
tampoco son arregladores.
-
Ellos se
alimentan del resto de nosotros, pero no son
competidores activos y honestos.
-
Ellos no son
leones o tigres u osos.
-
Ellos son
viciosos carroñeros, o bien, ladrones.
-
Ellos son
hienas y chacales rabiosos que miran para mordisquear un
pedazo de nosotros mientras estamos distraídos.
En la selva, esas
alimañas están a menudo presentes, pero ciertamente no son
bienvenidas. En cualquier oportunidad ellas son aplastadas.
De esta manera, es
comprensible por qué los globalistas tienen tanto miedo de la
selva...
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