por Kingsley Dennis 10 Diciembre 2020 del Sitio Web KingsleyDennis
Esta intervención perceptiva proporcionó el estímulo final necesario para inclinar el siglo veintiuno hacia,
Un nuevo panorama en el cual, por primera vez la mente humana se encuentra fuera-de-lugar dentro de su propio territorio, está emergiendo.
Los que ahora se designan como paisajes "post-pandémicos" emergentes probablemente sean un territorio peligroso para nuestros estados mentales, emocionales y físicos.
La condición humana se está modificando...
Hasta ahora, la tela de araña de control social operaba principalmente bajo la línea de flotación, en un espacio donde existía un mundo casi intangible más allá de la gobernanza y la rendición de cuentas.
La bestia de la modificación del comportamiento extiende sus tentáculos [1] sin vergüenza a través de nuestras instituciones sociales y culturales más establecidas, todo en nombre de la 'seguridad sanitaria' (el nuevo seudónimo de la gestión social).
Estas instituciones incluyen,
...y - quizá sobre todo - el mundo digital online...
La modificación de estos espacios se configura para,
...más a fondo.
Es como si la mente
colectiva humana se estuviese aseando y preparando para una nueva
realidad consensuada de "disonancia
normalizada".
El filósofo italiano Franco Berardi ha señalado que nuestro "mediascape [2] electrónico" pone,
El cuerpo social está siendo deliberadamente fijado como objetivo de estrategias que causan,
Podemos visualizarlo a través de,
...y más.
A principios de Julio, el profesor Sir Venki Ramakrishnan, presidente de la Royal Society (la academia de la ciencia del Reino Unido) declaró públicamente que las mascarillas debían usarse en todos los espacios públicos (como ya sucede en muchos lugares de Europa y por todo el mundo).
No usarlas, añadía,
Esto no es ni más ni menos que alentar un régimen de vergüenza pública.
La condición humana está
siendo sometida a un nuevo ritmo de la moderna máquina de poder que
está destruyendo nuestras alianzas sociales.
Algo insidioso se acerca sigilosamente al colectivo global tratando de crear un mundo de sonámbulos, atiborrados de pastillas para el miedo, puestos al día de vacunas, programados con sandeces y displicentes con el pensamiento alternativo.
Como organismo biológico consciente,
Yo me refiero a este mecanismo creciente de ingeniería social como la moderna máquina de poder que ejerce control sobre la expresión y la autonomía de la conducta humana.
Este es el panorama
post-pandémico que en la actualidad está surgiendo
rápidamente y en el cual nacerán todas las generaciones futuras.
La vida en este planeta se está convirtiendo en una infraestructura que favorece la inteligencia maquinizada y los organismos artificiales, y de este modo des-territorializa la experiencia humana.
Las generaciones que llegan no reconocerán las diferencias fundamentales entre la esfera digital y el mundo físico ya que esta fusión formará parte de la 'realidad' en la que nacerán.
En palabras de Luciano Floridi,
Con la modalidad "vida conectada" comienza una nueva era histórica.
La infancia llega a su fin cuando dejan de ser niños y se convierten en usuarios:
La conectividad y el acceso formarán parte del régimen de la nueva máquina de poder, y los derechos de acceso van a ser un asunto del consenso de 'seguridad sanitaria'.
Cuando la vida humana
llegue a estar regulada automáticamente, vivir "manualmente" llegará
a ser uno de los pocos lugares de resistencia residuales.
Naomi Klein ha señalado cómo está surgiendo un tipo de "doctrina del shock pandémico" en la cual las ciudades metropolitanas están estableciendo alianzas sospechosas con grandes conglomerados tecnológicos para rediseñar la vida en las ciudades.
Klein ha afirmado que los confinamientos por cuarentena no eran tanto para salvar vidas,
Un director ejecutivo tecnológico a quien entrevistó Klein comentaba que:
Varios gobiernos municipales locales están negociando con grandes compañías tecnológicas privadas para crear una "integración perfecta" entre gobiernos municipales y operaciones educativas, sanitarias y policiales.
Más aún, el hogar individual se convertirá en un centro smart-enclosed (encerrado inteligente) para el residente urbano.
Ahora, la educación online, la oficina en casa, la telemedicina y el comercio online forman parte de un panorama de inversión emergente para convertir las infraestructuras físicas-digitales en otras "basadas en la nube" que se incorporarán a la red 5G plenamente lograda que se avecina.
Erich Schmidt, ex-director ejecutivo de Google/Alphabet y actualmente presidente del consejo de innovación de la defensa (Defense Innovation Board) que asesora al departamento de defensa sobre IA (inteligencia artificial) militar, anunció públicamente con rostro impasible:
Ahora Schmidt ha sido contratado para encabezar el grupo de trabajo encargado de re-imaginar la realidad post-Covid en Nueva York. Y no estará solo...
Actualmente, la tecnología punta está actuando agresivamente para asociarse con los gobiernos municipales para ofrecer a la sociedad civil un paisaje más seguro, "titulizado":
El panorama de las oficinas de negocios también se está reorganizando para regular y aislar aún más las interacciones sociales entre colegas de trabajo.
Puede decirse que una nueva forma de modificación de la conducta en los negocios está en proceso.
Un análisis reciente de los negocios publicado en Bloomberg por Jeff Green y Michelle F. Davis, sugería que:
Los autores del informe también prevén que los trabajadores que vuelvan a sus oficinas probablemente se encerrarán en cubículos improvisados hechos de láminas de plexiglás.
Cientos de grandes compañías, al menos, planean lo que llaman "programas de reorientación de los empleados" y ya han alquilado, según las fuentes del artículo, "escáneres térmicos" para monitorizar la presencia de fiebre en los empleados.
Los autores también destacan que ha habido un pico en los puestos de trabajo para "rastreadores" que localizarían los contactos de cualquiera que diese positivo en las pruebas para el virus Covid-19.
En resumen,
IBM, por ejemplo, está considerando usar sensores o encontrar nuevas tecnologías para detectar cuándo la gente está demasiado junta o "tiene tendencia" a ir en esa dirección.
Otro informe del Reino Unido [9] destacaba cómo las compañías estaban evaluando el desarrollo de sus propias apps especializadas para los smartphones de los empleados que harían funcionar los ascensores sin usar las manos.
El lenguaje que las empresas están utilizando incluye "burbujas seguras" que rodeen a los empleados y los monitoricen para que dichas burbujas no se solapen.
¿Cómo gestionarían
semejante vigilancia...?
El director de tecnología de Soluciones Motorola (radicada en Boston), Dr Mahesh Saptharishi, explicaba que los algoritmos IA pueden ofrecer feedback de los "pinch points" (puntos de estrechamiento) donde la gente esté demasiado junta.
En lugar de que los jefes (léase "humanos") tengan que dedicar el tiempo (léase "perder el tiempo") observando el vídeo real, pueden "preguntar" a la IA,
Así se resuelve el asunto...
Simplemente dependeremos de los algoritmos de IA para que nos digan cómo mantener la "distancia social" en nuestras burbujas sin interacción, y así poder modificar nuestra conducta de acuerdo con ello.
¡Trabajo terminado...!
Es decir, las "ciudades inteligentes" y las "oficinas seguras" equivalen a vigilancia incrementada la cual a su vez equivale a series de datos ampliadas.
Ahora la "Black
Iron Prison" que Philip K. Dick vio venir nos
alcanza de lleno en forma del capitalismo de vigilancia.
Con el rápido aumento de la recopilación de datos para el beneficio comercial, Zuboff dice que:
La gente se restringe a ser menos que productos porque se reducen a ser un mero "input" para la creación del producto real que son los datos.
Las predicciones sobre el futuro de las personas se venden al mejor postor de manera que pueden aprovecharse o alterarse para favorecer la obtención de mayores ganancias comerciales.
Zuboff considera que el capitalismo de vigilancia es, en su núcleo, parasitario y auto-referencial:
Se considera que la experiencia humana se puede tomar como materia prima gratuita y eso es lo que se convierte en el producto de valor.
A partir de este material, las organizaciones deciden intervenir en nuestras vidas para dar forma y modificar la conducta humana a fin de favorecer los resultados más deseables para el beneficio comercial.
Actualmente,
En lo más básico, los humanos se han reducido a "baterías" que producen series de datos que son procesados por algoritmos y aprendizaje automático.
Lo que es más preocupante es que, en gran medida, la población general ignora lo que está pasando literalmente bajo sus narices.
Como dice Zuboff,
Mediante sus operaciones de "normalización" tecnocrática y la ruptura deliberada de las alianzas sociales, la era de la máquina de poder está manufacturando una nueva estandarización del cuerpo y la mente humana.
Con la intrusión en las intervenciones gestionadas socialmente, la gente se hace vulnerable a la creciente desestabilización del ser humano.
El sentido humano y la identidad del "yo" se han convertido en algo frágil:
Cuando estos paisajes
post-pandémicos lleguen a desplegarse cada vez más y en más entornos
sociales, probablemente veamos, como consecuencia, una fragmentación
cada vez mayor del ser humano.
En el momento actual, estamos siendo bombardeados con tal cantidad de información contradictoria que mucha gente es incapaz de encontrar coherencia o de formar una imagen completa a partir de los fragmentos.
Es decir, la mente humana está encontrando cada vez más difícil ver los patrones y conectar los puntos.
Mucha gente estará experimentando ahora formas de disonancia cognitiva.
El resultado de esto es que la mente desea desesperadamente reducir ese malestar y restaurar el equilibrio buscando - o siendo provisto de - una imagen coherente, o bien la aceptación del final.
Aquí el peligro es que esta "aceptación del final" o "imagen coherente" puede ser suministrada por una fuente, institución u organismo (una estructura de "autoridad" ortodoxa) y mucha gente se abalanzará sobre ella como una manera de conseguir concluir y así consolarse.
Cuando, en realidad, tenemos que encontrar esta coherencia y esta clausura dentro de nosotros mismos, a través de nuestros propios recursos.
Con la creciente ruptura de las relaciones sociales y del entorno humano interactivo la consciencia de la gente está siendo aún más empujada hacia la compartimentalización en la cual los eventos se ven como aleatorios en lugar de interrelacionados y significativos.
Esta carencia de significación se compensará con el aumento de las atracciones visuales mientras la esfera digital se convierte cada vez más en el hogar "seguro y protegido" hacia el cual se volverá la gente.
Como estamos viendo ahora en el espacio público, la auto-identidad (raza, sexualidad, etcétera) se está convirtiendo en un objetivo para dividir y crear más dudas, ansiedad y polarización social.
Psicológicamente, la gente se ve impulsada a consentir, someterse y aceptar las medidas que están siendo implementadas como los paisajes post-pandémicos de la "nueva normalidad".
Y cuanto más nos sometemos, más vulnerables nos hacemos a más sumisión e impotencia. Los regímenes burocráticos y las estructuras administrativas se deslizarán más en nuestra convivencia, nuestro trabajo y nuestras vidas de ocio hasta que una forma de lo que el filósofo francés Michel Foucault llama 'poder disciplinario' domine la condición humana.
Nuevas formas de disciplina social y obediencia colectiva están fomentando un estado de percepción artificial y diseñado.
Estamos justo en el centro de un tiempo de intensa "socialización forzada" o a lo que Edward Snowden se refería recientemente como una "arquitectura de opresión".
Para algunos la única respuesta a esta abrumadora arquitectura será encontrar sus zonas de confort, tal como sentarse en casa en sus sillones con sus sustitutos deambulando por su parte en el paisaje físico-digital. [13]
O como se describe en la película de ciencia ficción animada por computador Wall-E (2008), creciendo perezosos y obesos mientras los robots atienden todas sus necesidades, y ellos se entregan a entretenimientos infantiles.
Solo podemos esperar que
nunca ocurra esto... ***
Se diría que ahora se nos pide "dar un paso adelante" para aceptar nuestra responsabilidad en nuestro devenir humano, y por tanto llegar a ser plenamente humanos.
No haciendo nada, estamos permitiendo que nuestro comportamiento se modifique y nuestras auto-identidades se astillen.
En estos paisajes post-pandémicos,
Sugiero que ahora es el
momento de no aceptar el empuje de la máquina de poder sobre
individuos distanciados e impotentes, declarando nuestra unidad como
especie empoderada plenamente humana.
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