por Prez Muller Noviembre 2022 - Febrero 2023 del Sitio Web HumanidadAlfa
OPTOGENÉTICA O EL CONTROL REMOTO 25 Noviembre 2022
Optogenética y control remoto
El objetivo es diseñar tecnologías para controlar (provocando o inhibiendo) eventos bien definidos en células de tejidos animales vivos.
A diferencia de los métodos experimentales de control mediante la luz desarrollados anteriormente, la optogenética permite a los investigadores utilizar la luz para activar o desactivar células.
Pero ahora se consigue con una
precisión y resolución notables, hasta regiones celulares o incluso
células individuales, en animales vivos que se mueven libremente.
También se puede usar para reducir la
contribución de cada célula a esos comportamientos.
¿DÓNDE NACIÓ LA OPTOGENÉTICA?
Ésta es una tecnología de vanguardia que inició su desarrolló gracias al Doctor en neurociencias, Karl Deisseroth de la Stanford University (Universidad de Stanford) junto con los estudiantes de posgrado Edward Boyden y Feng Zhang.
En 2005 publicaron la primera demostración del uso de genes de opsinas (proteínas de origen microbiano sensibles a la luz) para lograr el control optogenético de las neuronas.
Con esto, se permitía un control, mediante luz, de los potenciales de acción, con una precisión de milisegundos.
En el 2010 la prestigiosa revista "Nature" publicó un artículo ("Illuminating the brain") en el que nombró a la optogenética el método más importante del año.
La revista "Science" la clasificó entre los diez avances científicos de 2014, gracias a los estudios del equipo liderado por el médico japonés Susumu Tonegawa, del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).
Posteriormente, investigadores de miles de laboratorios de todo el mundo empezaron a utilizar la optogenética. Se han publicado miles de hallazgos científicos con este método, principalmente en neurociencia, pero también en otros campos.
De hecho, la optogenética se ha utilizado para estudiar no sólo el cerebro, sino también el tejido cardíaco, las células madre y el desarrollo de los organismos.
¿EN QUÉ CONSISTE LA OPTOGENÉTICA?
La optogenética combina métodos ópticos (destellos de luz provenientes de un láser o un LED) con métodos genéticos, para transferir a un grupo específico de neuronas, el cDNA que codifica las opsinas.
TECNOLOGÍAS DE OPTOGENÉTICA
La tecnología optogenética funciona en varios pasos.
En primer lugar, se adaptan genes especiales de organismos unicelulares (como ciertas algas y bacterias) para utilizarlos como herramientas para estudiar comportamientos específicos en ratones (fundamentalmente).
Estos genes únicos, conocidos como opsinas microbianas, producen proteínas que funcionan como canales o bombas de iones sensibles a la luz.
Estas proteínas activan o inhiben la producción de corriente eléctrica en las células. Lo hacen al dirigir el movimiento de iones cargados (protones o iones de cloruro) a través de la membrana celular, en respuesta a la luz.
En segundo lugar, se utilizan herramientas genéticas avanzadas para dirigir los genes de opsina a determinadas células. La focalización garantiza que los productos de los genes (proteínas de opsina) sólo se produzcan en tipos específicos de células.
Por ejemplo, las células del cerebro a las que no se dirigen los genes de opsina no producirán proteínas de opsina, por lo que las células cerebrales no dirigidas no responderán a la luz directa.
En tercer lugar, se utiliza una óptica avanzada para dirigir los pulsos de luz, con un tiempo preciso, a regiones de tejido o células específicas. En el mejor de los casos, esto se lleva a cabo mientras el sujeto experimental realiza un comportamiento de interés.
Los pulsos de luz estimulan los genes de la opsina, lo que da lugar a la producción de corriente eléctrica en las células objetivo.
TIPOS DE OPSINAS
Dependiendo del tipo de opsina utilizada, la corriente eléctrica activa o inhibe las células objetivo.
Los investigadores pueden entonces determinar si determinados tipos de actividad eléctrica en las células producen el comportamiento que les interesa y, si es así, cómo.
Se han descubierto muchas opsinas microbianas en la naturaleza y algunas de ellas se han modificado genéticamente en el laboratorio. Los científicos también han logrado sintetizar nuevas opsinas.
Las opsinas diseñadas y sintetizadas pueden ser más rápidas o más lentas que sus homólogas naturales. Pueden tener diferentes propiedades de conductancia iónica o diferente respuesta de color (longitud de onda de la luz).
Las bacteriorhodopsinas naturales (que mueven protones fuera de la célula) y las halorhodopsinas naturales (que mueven iones de cloruro dentro de la célula) son inhibidoras en los sistemas neuronales.
Ambas opsinas son bombas (requieren energía para mover los iones contra los gradientes químicos o eléctricos), y las corrientes eléctricas que producen dificultan el disparo de las neuronas.
Por el contrario, las rodopsinas canalizadoras naturales, que, como su nombre indica, son canales (permiten que los iones cargados positivamente fluyan libremente a través del poro de la opsina), suelen ser excitadoras.
Dado que los canales de opsina inhibitorios son el medio más rápido y sensible para controlar la luz, se han realizado intensos esfuerzos para encontrar o crear una canalrodopsina inhibitoria.
SE ABRE LA PUERTA HACIA EL CONTROL DE CUALQUIER TIPO CELULAR
A partir de 2009, la optogenética se extendió al control de eventos bioquímicos específicos, abriendo así la puerta al control optogenético de cualquier tipo de célula.
Un avance clave se produjo en 2012,
El conocimiento de esta estructura permitió a los científicos diseñar el poro del canal de opsina para crear un canal inhibidor conductor de cloruro.
También es posible el control bioquímico en lugar del eléctrico.
Mediante la optogenética se pueden encender y apagar neuronas.
ESTRATEGIAS DE ILUMINACIÓN
El suministro de luz suele realizarse con una interfaz de fibra óptica, que puede dirigirse a tipos de células versátiles (en lugar de a células individuales) dentro de las estructuras cerebrales profundas.
Otras estrategias de guiado de la luz permiten dirigirse a células individuales en el cerebro de mamífero vivo e intacto. Estos métodos se basan en la óptica avanzada, como el uso de técnicas holográficas y láseres potentes.
Sin embargo, los requisitos de potencia lumínica asociados a la selección de un gran número de células individuales pueden ser una desventaja.
Los métodos más comunes para el control optogenético de los tipos de células (por ejemplo, las interfaces de fibra óptica) son, en comparación, relativamente sencillos y baratos.
Se utilizan ampliamente junto con los métodos genéticos de focalización de opsinas, que utilizan materiales biológicos (bacterias) para permitir la producción de opsinas en las poblaciones objetivo.
LO QUE TRATAN DE VENDERNOS
Joshua Jennings y Garret Stuber, de la UNC (Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill), desarrollaron un experimento para, literalmente desconectar la sensación de hambre en un ratón modificado genéticamente.
El proceso utilizaba la optogenética y mediante un láser podía controlar ciertas células del cerebro. Posteriormente, observaron lo que ocurría con el comportamiento del animal.
En este caso, los investigadores manipularon con éxito las neuronas del BNST (Núcleo del Lecho de la Estría Terminal), que se sabe que regulan el hambre a través de sus acciones en el hipotálamo lateral.
Cuando el láser se activaba, el ratón empezaba a comer inmediatamente, y cuando el láser se desactivaba, el ratón dejaba de comer. Es realmente sorprendente.
Por supuesto, la ciencia vende que debería pasar mucho tiempo antes de que algo así pudiera funcionar en Humanos, pero como siempre, mienten...
Un factor clave en este tipo de experimento es que el ratón tenía células modificadas genéticamente que respondían a la luz.
Pero ya era un primer paso en la comprensión de cómo manipular las neuronas para controlar impulsos complejos como el hambre.
Ya podrá imaginar que,
De tal forma que, sin duda alguna, una de las cosas que se han modificado es precisamente el tejido cerebral para que responda a un determinado espectro de luz.
Con los primeros experimentos de optogenética, se consiguió que un ratón comiera o dejara de comer a voluntad.
APLICACIONES DE OPTOGENÉTICA
Evidentemente, nadie le va a contar por qué los oscuros (o los arcontes, una mente colmena, es decir un sistema nervioso social) y sus lacayos patrocinan estudios de control mental, porque la optogenética se trata precisamente de esto.
Se supone que los científicos piensan que permitirá identificar aquellas regiones implicadas en diversos padecimientos y apoyará la búsqueda de nuevos tratamientos.
Es decir, que se pueden realizar descubrimientos clínicos que ayuden a arrojar luz sobre las actividades celulares asociadas a ciertas patologías.
¿QUÉ TIPO DE ENFERMEDADES SE PUEDEN TRATAR?
Se han hallado avances en el tratamiento de:
NO ES ORO TODO LO QUE RELUCE
Pero la optogenética también se puede aplicar, como vimos desde un primer momento, a una amplia gama de cuestiones relacionadas con el comportamiento y la fisiología, proporcionando información sobre:
La aparición de la optogenética como herramienta de investigación también ha contribuido a impulsar proyectos de investigación cerebral a gran escala.
Ejemplo de éstos, es la iniciativa BRAIN (Brain Research Through Advancing Innovative Neurotechnologies o Investigación del Cerebro mediante el Avance de las Neurotecnologías Innovadoras), que se puso en marcha en USA en 2013.
MÉTODOS GENÉTICOS Y ÓPTICOS DE CONTROL 25 Febrero 2023
Ya se leen noticias sobre de bombillas de luz UVC (ultravioleta lejana) contra los virus, seguras para los humanos y que ofrecen una solución de bajo coste para erradicar ciertos patógenos, en el aire de espacios públicos interiores.
Incluso en algún MASS MIERDA han querido vender que el uso de luces azules prevendría suicidios y crímenes en lugares públicos.
Pero como vimos en el primer artículo, la combinación de
métodos genéticos y ópticos puede servir para diseñar formas de
control del comportamiento en seres vivos.
LOS MÉTODOS GENÉTICOS Y ÓPTICOS SE COMPRENDEN MEJOR DESDE LA PLANDEMIA
La gran estafa de la pandemia sólo fue un simple escalón de la pirámide del control del borrego, futuro Homo Roboticus...
Cumplía y cumple varios objetivos, como son, deshacerse de consumidores inútiles (residencias de ancianos), introducir un control férreo de movimiento y la destrucción de los DDHH y de las libertades conseguidas tras arduas luchas sociales, a lo largo de décadas y de siglos.
Pero también sirvió y sirve para imponer una brutal dictadura tecnosanitaria.
Ésta obligó y obliga a la
Humanidad
(mediante todo tipo de amenazas y coacciones) a dejarse envenenar
mediante inyecciones, con diferentes sustancias que modifica(ro)n
genéticamente al Homo Sapiens Sapiens
El objetivo es
transformarlo en el Homo Roboticus sin Alma que
anticipaba Rüdolf Steiner, para teledirigirlo a capricho.
Como dijimos en el capítulo inicial, la neurociencia se volcó en los
últimos años en tratar de comprender cómo el cerebro genera los
comportamientos.
Y se consiguió desarrollar inicialmente un método
para controlar grupos específicos de neuronas, asociados a
comportamientos animales complejos.
Este método llamado optogenética, usa la ingeniería genética para crear proteínas
magnetizadas que activan a distancia grupos específicos de células
nerviosas mediante pulsos de luz (láser).
Aunque es un método eficaz, presenta inconvenientes.
La optogenética comenzó siendo invasiva, pues requiere la
inserción de fibras ópticas que emiten impulsos luminosos en el
cerebro.
Además, la extensión en la cual la luz penetra en el denso
tejido cerebral es muy limitada. Pero la
nueva técnica, no sólo no es invasiva, sino que de forma reversible
puede activar rápidamente las neuronas.
Este último método se
desarrolló en la UVA (University
of Virginia) en USA por
Ali Güler, que lo dio a conocer en una
publicación online previa
en la revista "Nature
Neuroscience".
Varios estudios anteriores demostraron que las proteínas neuronales,
que eran activadas mediante presión y/o calor, podían ser
modificadas genéticamente.
Así, serían sensibles a las ondas de
radio y a los
EMF, uniéndolas a
ferritina o a partículas paramagnéticas inorgánicas.
Estos métodos representaron avances importantes, porque se pudieron
conseguir hitos como regular la glucemia en ratones.
Basándose en trabajos anteriores, Güler se centró en una
proteína llamada
TRPV4, que es sensible tanto a la
temperatura como a las fuerzas de estiramiento.
Mediante estos
estímulos se abre su poro central, permitiendo a la corriente
eléctrica circular a través la membrana celular. De esta manera, se
evocan impulsos nerviosos que se propagan a través de la médula
espinal y después hasta el cerebro.
Güler y sus colegas estimaron que el magnetismo (o las
fuerzas de rotación) podrían activar el TRPV4. Así que
utilizaron la ingeniería genética para fusionar la proteína con la
región paramagnética de la ferritina.
Pero también se
fusionaban con secuencias cortas de DNA que dirigen a las
células para transportar proteínas a la membrana de las células
nerviosas y las inserten en ella.
Introdujeron in vitro estos genes en células renales
embrionarias Humanas
para sintetizar la
proteína Magneto y la insertaron en su
membrana.
Y se dieron cuenta de que la aplicación de un campo
magnético activaba la proteína TRPV1 modificada, como lo
demuestran los aumentos transitorios de la concentración de iones de Ca++ en las células.
A continuación, los investigadores insertaron esa secuencia de
DNA (Magneto) en la cadena genómica de un (virus)
exosoma, junto con el
gen que codifica la
proteína verde
fluorescente y las secuencias de DNA que regulaban la
creación de neuronas específicas.
Luego inyectaron el exosoma en el
cerebro de los ratones, apuntando a la corteza entorrinal.
La combinación de métodos genéticos y ópticos
para el control del ser Humano
puede ser nefasta para nuestras
libertades
Un equipo de neurocientíficos de la
UCL (University College London)
desarrollaron una nueva forma de registrar y manipular
simultáneamente la actividad de múltiples células del cerebro de
animales vivos mediante pulsos de luz.
Los investigadores inyectaron la Magneto en el
cuerpo estriado de ratones que se comportan libremente
y luego colocaron a los animales en un pasillo dividido en secciones
magnetizadas y no magnetizadas.
Los ratones que expresaban la
Magneto pasaban significativamente más por las secciones
magnetizadas que los que no.
Esto demuestra que la Magneto
puede controlar a distancia la activación de las neuronas en el
cerebro y controlar comportamientos complejos más tiempo en las
zonas magnetizadas que los ratones no sensibilizados.
Y todo porque
la activación de la proteína causaba la liberación de
dopamina por las neuronas del cuerpo estriado
que la expresaban, por lo que los ratones se encontraban en estas
zonas gratificantes.
La Magnetogenética se convierte por tanto en una nueva
herramienta para los neurocientíficos.
Sin duda seguirá
desarrollándose y proporcionará a los investigadores nuevos métodos
para estudiar el desarrollo y la función del cerebro.
Steve Ramírez, neurocientífico que trabajó para el
MIT (2010-2015), para la
Harvard University (2015-2017) y para
la
BU (2017-actualidad), utiliza la optogenética con
la finalidad de,
manipular los recuerdos en el cerebro del ratón.
Ramírez, junto
a su compañero Xu
Liu (casualmente fallecido en 2015), decidieron estudiar el
comportamiento de la memoria y sus distintos elementos en su
laboratorio del MIT.
El objetivo era encontrar las
ubicaciones físicas de los recuerdos en el cerebro y dar con los
estímulos que los desencadenan.
Utilizando láseres, los científicos lograron modificar, editar,
mejorar la memoria de los ratones e implantarles recuerdos falsos.
A
este procedimiento le llamó "Project Inception"; y ya están
listos para comenzar a practicarlo como fase de prueba en
Humanos para
superar desórdenes por estrés post traumático.
Películas como
"Desafío total" ("Total Recall"),
"Blade runner" y
"Olvídate de mí" ("Eternal sunshine of the
spotless mind"), nos mostraron que, mediante tecnologías
futuristas, podría ser realidad el borrado de recuerdoas.
Ramírez y Liu pusieron un ratón dentro de una caja y le dieron una
descarga eléctrica en las patas. Trataron de identificar las
neuronas que guardaban ese recuerdo gracias a los métodos genéticos
y ópticos.
Al día siguiente, lo pusieron en otra caja diferente, donde no había
recibido ningún estímulo negativo.
El ratón se comportó normalmente, pero cuando dirigieron hacia él un
haz de láser (luz), quedó paralizado. Esto hizo que se activaran de
nuevo las neuronas previamente identificadas como reservorio del
recuerdo.
Habían averiguado cómo reactivar el recuerdo del miedo...
Probaron el experimento varias veces y notaron que entre los ratones
que tienen el recuerdo de la descarga, el miedo asociado a ese
recuerdo puede subir o bajar de intensidad al recordarlo mediante el
uso del láser en diferentes puntos del hipocampo.
Ramírez concluyó que el procedimiento no está tan lejos de la
terapia de exposición, en la que los pacientes
confrontan los objetos de sus fobias en circunstancias seguras hasta
que el miedo, después de un buen tiempo, se atenúa y desaparece.
Pero la diferencia es que, aplicando el láser, los resultados se
alcanzan de forma mucho más rápida, ya que se puede controlar la
actividad de una célula con luz.
Y así como se puede reactivar un trauma o un mal recuerdo, también
se pueden reactivar recuerdos placenteros a través de la iluminación
con láser.
Descubrieron entonces que una memoria se almacena
localmente y que puede ser activada en una sola neurona.
Ya existían procedimientos psiquiátricos similares como el
electroshock o Terapia ElectroConvulsiva.
Podemos borrar recuerdos de forma selectiva y eso es de importancia
suma cuando se quiere
manipular a un individuo o a las masas.
El
grafeno, puesto en boca de todos últimamente, se considera un
material milagroso.
No sólo por sus propiedades químicas y físicas,
sino porque es un material único para su uso en optoelectrónica.
Y quien dice optoelectrónica, habla de propiedades
optomagnéticas y también de optogenética.
Aunque en
electrónica tenga su uso limitado (de momento), según dicen los
expertos, veremos que todo se comprende mejor cuando unimos el grafeno introducido en el cuerpo
Humano por múltiples métodos, el RNAm
que ha modificado para siempre el DNA de los que se han
dejado inocular y las luces que pretenden normalizar en todos los
ámbitos.
Ningún otro material tiene propiedades similares al grafeno; sin
embargo, a diferencia de los semiconductores utilizados en
electrónica, carece de una
brecha de banda.
En electrónica, esta banda es un
espacio en el que no hay niveles de energía que pueden ser ocupados
por electrones.
No obstante, es fundamental para interactuar con la
luz.
Pero esta carencia limita al grafeno como útil en dispositivos
optoelectrónicos.
Es por ello que se ha procurado desarrollar
una amplia variedad de enfoques de funcionalización del grafeno.
Pero el objetivo siempre ha sido conseguir una funcionalidad
controlable y precisa. Control, ésta es la clave.
Un grupo de investigación formado por científicos de varios países
consiguieron modificar el grafeno para crear esa brecha de banda.
Lo consiguieron mediante una reacción de fotocicloadición
desencadenada por una irradiación UV en vacío. Los resultados
obtenidos pueden tener importantes repercusiones en el campo de la
optoelectrónica.
Los
resultados de la investigación mostraron cómo se podía proporcionar
una base sólida para el diseño e ingeniería de dispositivos
optoelectrónicos y microelectrónicos basados en el grafeno.
Cada vez son más frecuentes en nuestras ciudades esas luces azules
adquiridas para todo tipo de mobiliario urbano.
Empezaron por las
luces de los vehículos prioritarios, como los de los cuerpos
policiales, Bomberos y servicios contra incendios, servicios médicos
de urgencias y vehículos varios de emergencias (como Protección
Civil en Ex-paña).
Pero ya los puede ver en algún que otro
transporte público.
Pretenden cambiar el alumbrado por nuevo alumbrado LED, con
la excusa del ahorro energético.
Pero esas nuevas farolas tienen
capacidad de alumbrado azul en un ancho de banda específico, sobre
todo con proyección de luz UV:
¡qué casualidad!
Sume ahora, cuerpos modificados genéticamente, grafeno que atraviesa
la
BHE y que ocupa el cerebro y neuronas (modificadas
genéticamente) que se excitan por esa luz UV.
La ciencia al
servicio de la dictadura más satánica que haya imaginado
¿Comprende ahora por qué las cientos de películas de zombies desde
hace décadas?
¿Comprende el porqué de los juegos de rol de moda en
las ciudades entre los más jóvenes, simulando una
invasión zombie?
Incluso hay películas de la satánica
Hollywood y videos en múltiples plataformas online
explicando
cómo sobrevivir al Apocalipsis zombie.
El control a distancia del
Le dejamos algunos de los estudios publicados relacionados con este
apasionante pero preocupante tema:
"Activación selectiva de
canales iónicos mecanosensibles mediante partículas
magnéticas"
(2007) -
Steven Hughes, Stuart
McBain, Jon Dobson y Alicia J. El Haj.
"Control remoto de canales
iónicos y neuronas mediante el calentamiento de
nanopartículas con campos magnéticos"
(2010) - Heng Huang, Savas Delikanli, Hao Zeng, Denise M.
Ferkey y Arnd Pralle.
"Los canales TRPV4 de tipo
salvaje y mutantes causantes de braquiolmia responden
directamente a la fuerza de estiramiento"
(2010) - Stephen Loukin, Xinliang Zhou, Zhenwei Su,
Yoshiro Saimi y Ching Kung.
"Creación de un falso
recuerdo en el Hipocampo"
(2013) -
Steve
Ramirez, Xu Liu,
Pei-Ann Lin,
Junghyup Suh,
Michele Pignatelli,
Roger L.
Redondo, Tomas J. Ryan y Susumu Tonegawa.
"Regulación a distancia de la
homeostasis de la glucosa en ratones mediante nanopartículas
codificadas genéticamente"
(2015) -
Sarah A Stanley,
Jeremy Sauer, Ravi S Kane, Jonathan S. Dordick y
Jeffrey M Friedman.
"Control ordenado de largo
alcance a escala atómica de la hibridación del grafeno
mediante fotocicloadición"
(2020) - Miao
Yu, Chong Chen, Qi Liu, Cristina Mattioli, Hongqian Sang, Guoqiang
Shi, Wujun Huang, Kongchao Shen, Zhuo Li, Pengcheng Ding, Pengfei
Guan, Shaoshan Wang, Ye Sun, Jinping Hu, André Gourdon, Lev
Kantorovich, Flemming Besenbacher, Mingshu Chen, Fei Song
y Federico Rosei.
|