Tiahuanaco - 1
- Los Anunnaki - La Conexión Perú I
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06 Diciembre 2011
"Puerta del
Sol" en Tiahuanaco
con el supuesto dios
Wiracocha en el centro, ¿podría ser un Anunnaki?
¿Podría haber existido una relación entre
los
Anunnaki de
Zecharia Sitchin y los
habitantes
de Tiahuanaco?
En la historia del Perú existen extraños
relatos y misteriosos restos arqueológicos, que no tienen
explicación coherente si los vemos desde el punto de vista de la
historia tradicional de la cultura en el Perú. Quizás las líneas de
Nazca sean el mejor ejemplo.
Pero, existen otros casos menos
conocidos y más sorprendentes, como el enigmático sitio arqueológico
de Tiahuanako.
Según la historia tradicional, la cultura Tiahuanako se desarrolló
en Bolivia, 1,500 años a.C., cerca de la actual ciudad de La Paz. Se
expandió hasta el sur del Perú y el Norte de Chile y su apogeo tuvo
lugar entre los siglos IV y X de nuestra era. Tiahuanaco se
extinguió, misteriosamente, alrededor del siglo XII.
Tiahuanaco duró, desde sus albores, poco más de 2,500 años. Sin
embargo, sabemos muy poco de su historia, de sus costumbres y de sus
creencias religiosas. Sólo han llegado hasta nosotros algunos restos
arqueológicos que nos hablan de una extraordinaria civilización con
sorprendentes técnicas arquitectónicas y desarrollados conocimientos
en astronomía e hidráulica.
La historia tradicional no llega aún a explicar como pudieron
cortarse tan perfectamente los bloques de piedra de Puma Punku (que
presentan diseños geométricos nunca antes vistos en la región), no
sabemos con exactitud donde estuvieron situadas las extrañas
estatuas que hoy en día arqueólogos y aficionados han repartido, sin
mayor criterio, por la zona.
Tampoco sabemos, a ciencia cierta, la
antigüedad y el significado de la llamada "Puerta del Sol" y nos
seguimos preguntando cuál fue la función del enorme complejo
arquitectónico de Kalasasaya.
El enigma cobra mayor importancia si tenemos en cuenta que, según
los historiadores, fueron los habitantes de Tiahuanaco quienes
originaron la cultura Inca. La que se convertiría en el mayor
imperio conocido en el hemisferio sur.
El padre Cristóbal de Molina nos relata en su crónica:
"Ellos dicen que el Creador estaba
en Tia-huanacu y que allí estaba su morada principal. De ahí,
los magníficos edificios, dignos de admiración, de aquel lugar"
Motivos geométricos
tallados con precisión milimétrica
en uno de los bloques
de piedra de Puma Punku.
El arqueólogo Arthur Posnansky investigó Tiahuanaco por casi
30 años e hizo sorprendentes descubrimientos.
En muchos bloques de piedra pulidos,
encontró hileras de pequeños agujeros redondos que podrían haber
servido para sujetar algo. En 1943, durante una conferencia,
Posnansky presentó un bloque de piedra de Tiahuanaco con cinco clavos
de oro incrustados en el mismo. Su investigación concluyó que los
muros, las cornisas y los pórticos de Tiahuanaco, incluyendo la
Puerta del Sol, estuvieron revestidos de oro.
Estos datos son relevantes en cuanto que describen, en detalle, la
fisonomía del lugar. Sin embargo, aún seguimos sin saber el objeto
de su construcción y su función.
Estas interrogantes encuentran respuesta en la teoría de los
extraterrestres que visitaron la Tierra en el pasado.
Zecharia Sitchin, el defensor de los
dioses extraterrestres Anunnaki, nos presenta una historia
alternativa y audaz que hace encajar, sospechosamente, todas las
piezas de este rompecabezas. Según sus investigaciones, la antigua
Tiahuanaco habría sido erigida a semejanza de la Uruk sumeria, que
tuvo muchas de sus construcciones revestidas en oro.
Según Sitchin, estas dos ciudades son obra de los dioses Anunnaki
quienes habrían llegado a la Tierra, hace miles de años, en búsqueda
de oro.
Alrededor del 6,000 a.C., un grupo de
estos extraterrestres se estableció en las orillas del lago Titicaca
para explotar el oro de la región.
Allí, los Anunnaki habrían
desarrollado una increíble civilización basada en la extracción y el
procesamiento no sólo de oro sino también de otros metales.
Sitchin afirma que el ornato aurífero con el que se vistió a
Tiahuanaco tenía un motivo muy simple:
engalanar el lugar para la visita de
Anu, el gran jefe Anunnaki. Anu venía a inspeccionar los lugares
de donde se extraía el oro necesario para salvar la atmosfera de
su
planeta Nibiru.
Es más, el Kalasasaya habría servido,
entre otras cosas, de observatorio astronómico para determinar el
regreso a la Tierra del líder de los Anunnaki.
El Monolito "Bennet"
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