DISCRIMINANDO DESINFORMACIÓN ALIENÍGENA:
PARTE III

 


La naturaleza de la desinformación

La desinformación es la herramienta más potente para manipular la conciencia de las masas.

 

Si bien la información errónea inocente no escasea, derivada de falacias lógicas, ilusiones, falsos supuestos, evidencia selectiva, y absoluta ignorancia, la desinformación explota intencionadamente estas debilidades para dar forma a las creencias y acciones de determinados públicos.

La desinformación es especialmente efectiva cuando el núcleo de su agenda son las sinceras convicciones de quiénes la diseminan, que tienen sus propios intereses personales en creerla y defenderla. Una inteligencia fría y calculadora puede maquinar un paquete de desinformación para que sea divulgado a través de un individuo ingenuo que la encuentra tan atractiva para la identidad de su ego y para su seguridad emocional, que hará lo que sea para defenderla.

 

Esto permite a un pequeño y oculto grupo de desinformadores trabajar a través de un amplio cuerpo de insospechados vectores que creen sinceramente en lo que están haciendo.

La desinformación utiliza también evidencia selectiva para apoyar conclusiones falsas. Un buen razonamiento puede proceder de premisas falsas, se utilizan giros de lógica engañosos, o se desanima el razonamiento y se pide que la conclusión se tome sobre el interés emocional o sobre la autoridad de su pretendida fuente.

 

La desinformación no tiene problema en proyectar tácticas estratégicas y revelar verdades genuinas, pero convenientes para demostrar su punto de vista, si la recompensa es mayor que el sacrificio.

 

 


Discriminando desinformación

Discernir la desinformación es un tema complicado.

 

Se trata de realizar una biopsia mental de los soportes patológicos de una fuente sospechosa. Es útil poseer una intuición bien afilada que pueda detectar lo que se pretende, tras lo cual el pensamiento crítico converge sobre el problema exacto. El problema tiende a ser falsos supuestos, contra ejemplos que son ignorados, engaños lógicos y motivos posteriores.

Más concretamente, la desinformación alienígena juega con estas vulnerabilidades psicológicas comunes:

  • el pensamiento perezoso

  • las inseguridades del ego y el deseo de ser especial

  • el optimismo ingenuo que conduce a las buenas intenciones por un sendero peligroso

  • un mayor respeto hacia la credibilidad y autoridad que hacia la intuición y el discernimiento personal

  • las ilusiones

  • la desesperación por respuestas y el consecuente rebaje de estándares

  • el maravillarse por apariencias sorprendentes pero superficiales hasta el punto de credulidad

  • el deseo de escapar del aburrimiento absoluto

Dado que el objetivo es influir en la opinión, la mejor desinformación es concisa, elegante y persuasiva.

 

Maximiza su credibilidad tomando cualquier forma de autoridad que el objetivo respete más, y es cuidadosa en disipar las sospechas de que la fuente lo esté haciendo por obtener fama o beneficio económico. Es falso asumir que si alguien se arriesga a publicar información reveladora sin pedir nada a cambio, deba ser sincero, por el contrario, lo que la desinformación pide a cambio es que se crean sus medias verdades.

La mejor desinformación empaqueta tan ordenadamente sus engaños que la historia que contiene puede ser impresionantemente concisa, encantadora, entretenida y fácil de seguir. Va más allá de las simples falacias lógicas, y emplea técnicas hipnóticas para masajear la mente del objetivo para que acepte la carga explosiva.

 

Estas tácticas de manipulación no son nada exóticas. Los especialistas en guerra psicológica, magos callejeros, programadores neurolinguísticos y publicistas hacen un uso regular de ellas en sus profesiones.

Idealmente, la desinformación debe explotar los deseos más profundos, la inseguridad y los puntos ciegos del objetivo, que necesariamente varían según el tipo de público. Los creadores de desinformación utilizan por tanto métodos y fuentes diferentes para atraer a públicos diferentes. En el caso de individuos utilizados como involuntarios agentes del engaño, su selección depende de cuán fácilmente su debilidad les permite ser enganchados para que realicen esa función, y cuán bien sus fuerzas se adecuan a jugar con la debilidad de la audiencia.

 

De esta forma una cadena de influencia alcanza al público a través de un intermediario que tiene el atractivo añadido de ser hábil y respectado.

 

 


Vías de desinformación

Lo que sigue es una exploración de varias vías de desinformación alienígena, y del por qué son convenientes y efectivas. Esto indicaría sólo con qué facilidad la comunidad de investigación marginal, y el público en general, pueden ser llevados al huerto por fuentes en los que confían, si dejan de tener presentes las posibilidades comentadas antes.

 

Estas vías pueden también ser distribuidores de la verdad, mi objetivo no es pues desacreditar universalmente estas fuentes, sino más bien señalar sus defectos potenciales.

 

El Canalizador
Resumen: La canalización incluye a uno o más individuos que permiten ser utilizados por inteligencias invisibles que comunican información a través de ellos. Esto incluye el uso de tableros Ouija, estados de trance mediumnísticos, escritura automática y verbalización consciente o impresiones intuitivas.

 

El péndulo, la kinesiología, la adivinación y mirar un cristal pueden también permitir tal comunicación. Las fuerzas canalizadas pueden declarar ser cualquiera, desde la gama de alienígenas a la de ángeles, personas que murieron, seres demoníacos, individuos famosos de la historia, viajeros del tiempo, entidades de otras dimensiones, el subconsciente y arquetipos impersonales.

Fuerza de la fuente: las entidades desencarnadas, los seres extraterrestres y facciones militares humanas muy avanzadas, pueden transmitir información verbal y visual a distancia, ya sea electromagnética o telepáticamente. Poseen también una habilidad limitada para inducir fenómenos paranormales, predecir el futuro y arreglar acontecimientos sincrónicos con los que demostrar su existencia y atemorizar abrumadoramente al objetivo hasta la sumisión.

 

Esto explota el engaño de lógica de que la verdad de existencia de alguna manera iguala a la existencia de verdad, e ignora la posibilidad de fuentes reales proporcionando información falsa allí donde consideren. Estas demostraciones de falsa omnisciencia, omnipotencia y precognición descartan que la fuente sea tan solo algo fabricado por el canalizador, pero no demuestran que la fuente canalizada sea necesariamente alguien veraz.

La canalización proporciona también a las fuentes de engaño el anonimato y la libertad para fabricar una identidad y unos antecedentes. La canalización es por tanto altamente hecha a medida de la debilidad de los objetivos.

 

La misma fuente puede cambiar repetidamente de identidad hacia cualquiera que suene con más autoridad.

Debilidad del Vector: Establecer y mantener una conexión requiere una disociación mental para que la fuente pueda llegar a través suyo de forma clara, sin restricciones por parte de la mente consciente del canalizador. Esto equivale a renunciar al libre albedrío, y una entidad manipuladora puede abusar de ello hundiendo raíces en la mente del canalizador, mucho más profundamente de lo que podría hacer de otra manera.

 

En el peor de los casos, esto puede conducir a la posesión, en la que el canalizador no sólo transmite desinformación durante sesiones específicas, sino que se convierte en una extensión andante de la entidad negativa, sirviendo una agenda en formas mucho más extensas.

 

El abandono consciente durante el proceso de canalización también puede conducir a un abandono habitual de discernimiento y pensamiento crítico, por lo que el canalizador simplemente acepta y emite lo que es transmitido, tras haber sido convencido con verdades bien colocadas pero triviales.

Fuerza del Vector: Ser sólo el mensajero libera al canalizador de tener que defender personalmente la información recibida. De forma parecida, la fuente es liberada de tener siempre que regresar a sus declaraciones, dependiendo en vez de eso de su autoproclamada autoridad y de varias aparentes justificaciones.

 

A través de la canalización, la desinformación recibe una amplitud creativa ilimitada, lanzando expresiones audaces y directas, ya que las declaraciones de que son demasiado inverosímiles para otros públicos serán rápidamente aceptadas por los entusiastas de la canalización.

Si resultan especialmente entretenidos y fascinantes, la fuente y el canalizador se elevan a nivel de culto o con estatus de celebridad, lo que se suma al factor autoridad que deja a un lado el pensamiento crítico.

Debilidad de la audiencia: Dado que los racionalistas perciben la canalización como un medio dudoso de investigación, atrae más a personas que se enorgullecen de ser abiertas de mente y que no están encadenadas por las limitaciones del frío intelecto.

Sin embargo, hay una sutil línea entre la mentalidad abierta y la credulidad, y aquellos que reemplazan en lugar de complementar la razón con la intuición, se dejan a sí mismos en un estado de vulnerabilidad ante los juegos de manos, la manipulación emocional, las ilusiones y otras formas de subjetividad.

 

La desinformación canalizada actuaría sobre estas debilidades.

 


Visión remota
Resumen: la visión remota utiliza rígidos protocolos para recoger psíquicamente información sobre un objetivo, con una desviación subjetiva mínima. Varios practicantes de visión remota pueden sintonizar un mismo objetivo y recibir impresiones similares, que son después analizadas para elaborar una cuidadosa evaluación del objetivo.

 

Los militares estadounidense son públicamente conocidos por haber explorado la visión remota como un método de reunir información secreta. Más recientemente, varios investigadores han utilizado la visión remota para demostrar la naturaleza de la presencia alienígena.

Fuerza de la fuente: Al igual que en la canalización, los extraterrestres y los desinformadores humanos avanzados pueden transmitir información a distancia a través de telepatía natural o artificial.

 

Quienes trabajan con visión remota, incluso equipos enteros, están así abiertos a tener su línea psíquica unida con tales desinformadores y alimentar impresiones erróneas.

Debilidad del Vector: La mayor debilidad es asumir que el éxito de la visión remota se mide por su señal de proporción de sensaciones, que ignora la posibilidad de una señal más fuerte pero falsificada.

 

Incluso habiendo eliminado la subjetividad, lo que queda no tiene garantías de ser verdadero.

Fuerza del Vector: La visión remota tiene fama de ser rígida, objetiva e incluso científica. Algunos de sus practicantes han trabajado para el ejército, otros tienen respetables currículums académicos. Todo esto aporta un aire de credibilidad y autoridad que puede aumentar cualquier desinformación que se distribuya través suyo.

Debilidad de la audiencia: La visión remota atrae a individuos de mentalidad abierta que valoran la objetividad y el procedimiento científico. A pesar de ser más rigurosamente perfilada que la canalización, cuando es utilizada para la desinformación la aparente objetividad es precisamente la mejor fachada para el mismo engaño.

 

Que el cuerpo militar haya experimentado con la visión remota, y haya obtenido información secreta de forma eficiente sobre objetivos de naciones sin defensas psíquicas no significa que la visión remota sobre objetivos alienígenas sea igualmente confiable.

 

La desinformación transmitida a través de los practicantes de visión remota difunde ideas engañosas bajo el disfraz de estricta objetividad.
 

 

Los informantes/Los soplones
Resumen: Los informantes son personas miembros de sociedades secretas, proyectos militares o agencias gubernamentales que están al tanto de información no pública.

 

Por varias razones, los informantes pueden filtrar algo de esta información al público. A menudo lo hacen anónimamente, quizás a través de contactos con terceros del exterior que pueden confirmar su identidad, pero mantenerla confidencial mientras difunden la información.

También pueden hablar abiertamente sin esconder su identidad, pero tienden entonces a ser cuidadosos para no revelar más de lo que se les ha permitido. Algunos que se auto-proclaman informantes son informalmente honestos y detallados, aparentemente sin ocultar nada.

Fuerza de la fuente: Los informantes trabajan en ambientes altamente controlados, compartimentados y monitoreados, tal como lo requiere la naturaleza secreta de sus trabajos.

 

Están por tanto muy cercanos a fuentes de alto nivel de desinformación que tienen acceso inmediato a ellos, particularmente fuentes posicionadas jerárquicamente por encima de ellos. Si la fuente es una facción militar avanzada, la natural cobertura de la red militar permite al personal ser abducido y programado mentalmente como sea necesario para crear vectores involuntarios de desinformación.

El personal también puede ser probado, monitoreado y reclutado para operativas de desinformación que sean más habilidosas, ya sea que estén totalmente conscientes de su misión de engañar, o que se les dé una historia de tapadera convincente y alguna razón falsa que suene como noble para filtrar “importante” desinformación al público.

 

Incluso puede que a algunos se les hayan mostrado documentos y evidencias erróneas, y sutilmente se les haya empujado para que se conviertan en soplones, diseminando así el engaño con plena convicción de que están de alguna manera socavando a sus superiores, cuando en realidad están haciendo lo contrario.

Debilidad del Vector: Los informantes van subiendo niveles más altos de acreditación en seguridad demostrando su necesidad de saber, superando pruebas de lealtad y utilidad, firmando juramentos de secreto, renunciando a derechos personales, y aceptando por anticipado los castigos por romper estos juramentos.

 

Las redes secretas tienen numerosos métodos para asegurar que la seguridad se mantenga intacta, incluyendo incentivos monetarios, chantaje, amenazas sobre el ganarse la vida, control mental hipnótico, y seleccionando únicamente candidatos altamente manejables y obedientes para ser reclutados.

Al personal se le dice sólo lo que necesitan saber para hacer sus trabajos, que a menudo incluyen historias falsas pero plausibles para obligar su cooperación. La compartimentación dificulta que un informante compare notas con otros para detectar la desinformación que les proporcionan sus superiores. A pesar de tener conocimiento secreto, los informates están todavía deplorablemente a oscuras en lo relativo a niveles de acreditación de seguridad más altos.

 

La compartimentación mantiene la imagen general fuera de vista, y sin este contexto los informantes no siempre pueden detectar la desinformación en lo que a ellos les han dicho ya.

Fuerza del Vector: Cualquiera de quien se pueda verificar que está “dentro” es venerado por estar en una posición tan privilegiada y cualificada, y por tener el valor y la generosidad suficiente para arriesgarse a filtrar información tan preciada al público. Esto otorga a sus palabras una mayor credibilidad porque lo que dicen se suma al testimonio de testigos expertos, palabras de aquellos que tienen la posición para saber.

 

Desde luego, esta apariencia de autoridad crea el vehículo perfecto para sembrar desinformación. Los juramentos secretos y las leyes de seguridad nacional son también buenas excusas para zafarse de cientos de preguntas inconvenientes y añadir una atmósfera de intriga.

Debilidad de la audiencia: La compartimentación y las leyes sobre el secreto impiden al público que investigue más profundamente las declaraciones del informante, ya que impiden el acceso a la evidencia por tratarse de secretos, documentos todavía clasificados y testigos que no desean arriesgar sus vidas.

 

La mayoría de lo que los informantes dicen debe ser aceptado sólo por su credibilidad. Si pueden demostrar sus credenciales, esto impresiona a muchos, pero los informantes son una voz segura e influyente si su historia también está convenientemente corroborada por documentos filtrados e intrigantes fotos que contenten las suposiciones de la audiencia, las preguntas y su desesperación por confirmación.

Los públicos tienen la garantía de ser embaucados si descartan la posibilidad de que el informante sea un desinformador, no importa las credenciales que tenga, especialmente si sus declaraciones se apoyan en fotografías falsificadas y documentos aportados por la bien equipada y conectada red que le patrocina.

 

Lo mejor que puede hacer la audiencia es buscar los errores y contradicciones de sus declaraciones y, lo más importante, hacer una evaluación probabilística de su integridad, basada en el enfoque tras sus declaraciones y a quien beneficiaría más.

 


Funcionarios públicos
Resumen: Los funcionarios públicos incluyen a los miembros elegidos o designados de instituciones políticas y religiosas, aquellos con titulación y credenciales especiales que ocupan respetadas posiciones de liderazgo.

Fuerza de la fuente: Los desinformadores tienen la gran ventaja de influir a través de una cabeza altamente visible sin ser ellos mismos vistos. Pueden estar entre su personal consejero, entre socios programados o reclutados a los que se ha colocado en su proximidad para hacer decantar sus creencias y decisiones, organizaciones secretas desde las cuales recibe periódicamente instrucciones, o facciones alienígenas aduciéndole y programándole para que adopte sus objetivos.

 

Estas fuentes pueden fácilmente chantajear al funcionario, explotar su ingenuidad, ofrecer incentivos en dinero y poder a cambio de obediencia, y decir o mostrarle cualquier “verdad” que le empuje a cooperar.

Debilidad del Vector: El funcionario es ante todo una figura pública cuya pérdida de reputación y soporte popular significa el final de su carrera. Por tal motivo puede ser amenazado con la pérdida de su papel, con el asesinato, o sobornado con promesas de promoción personal e institucional y de protección.

 

Ser un funcionario puede ser algo tan consumidor de tiempo que no quede tiempo para una investigación independiente personal y la visión total queda limitada, lo que puede volverle dependiente de sus consejeros para que le den resúmenes condensados y recomendaciones.

Esto contribuye a su dependencia de fuentes potenciales de desinformación y por encima de todo, a una falta de discernimiento relativa a materias más allá de su competencia. Su relevancia como figura pública también puede ser un estorbo para que le digan la verdad real, por lo que puede estar excluido de acreditaciones de seguridad más elevadas a menos que tenga una necesidad absoluta de saber algo.

 

Si no tiene inteligencia, fidelidad y un poder que sobrepasen su papel como funcionario, es alguien prescindible.

Fuerza del Vector: Los funcionarios son gente que toma decisiones, líderes de opinión. Si su reputación está intacta, sus palabras ejercen influencia por encima de la opinión pública. Pueden influir en la opinión pública para secuestrar la democracia, ayudando a agendas privadas bajo la protección de la mayoría de voto.

 

Los funcionarios también pueden invocar el poder y la reverencia de las instituciones que ellos representan, como un funcionario eclesiástico declarando que alguna agenda política es la voluntad de Dios.

Debilidad de la audiencia: En este caso la audiencia es el público en general, la menos discriminadora de las audiencias. Hablando típicamente, el público tiene un respeto ciego por la autoridad, es fácilmente impresionado por las credenciales, y carece del conocimiento y del contexto para evaluar adecuadamente lo que le han dicho, especialmente si se le da desinformación relativa a temas marginales como los extraterrestres.

 

Esto es simplemente el hecho de promedios estadísticos. La corriente principal pública necesita seguridad, estabilidad y certeza, que las autoridades están obligadas a proporcionar, aunque no sin motivación política.

 

Si los funcionarios públicos revelasen la existencia de alienígenas con plena aprobación por parte de las instituciones a las que pertenecen, el choque para la conciencia de masas y el consiguiente clamor por respuestas permitiría a estos funcionarios descargar un torrente de bien recibida desinformación relativa a las motivaciones e identidades extraterrestres.

 


Académicos
Resumen: Los académicos incluyen acreditados doctores, científicos, profesores, teólogos, analistas y otros especialistas altamente educados, cuya investigación y métodos de presentación son formales, sistemáticos y sofisticados. Aquellos involucrados en la investigación de varias facetas del fenómeno alienígena pueden tener grados útiles para su faceta de estudio.

 

Típicamente citan a otros académicos para promover su propia credibilidad, sacando sus conclusiones de la inspección de la literatura relevante, y ordenando los puntos de vista de las autoridades en una observación generalizada de alguna manera, realzada por su propia investigación original.

Fuerza de la fuente: Dado que las capacidades intelectuales y el valor estratégico de un académico pueden ser inferidos sin dificultad a través de sus credenciales, reputación y publicaciones, un amplio banco de candidatos puede ser monitoreado para seleccionar quién está más cualificado para ser aderezado como vector de desinformación.

 

Los académicos que rehúsan cooperar y se convierten en inconvenientes, pueden ser eliminados, ya sea a través del asesinato o difamando su personaje.

Las facciones extraterrestres y militares pueden también corromper el banco de datos confiable insertando datos señuelo, digamos a través de abducidos programados con recuerdos pantalla que retratan una falsa imagen de las motivaciones alienígenas. En este caso, sin sospechar la posibilidad de engaño, un académico aceptará el señuelo como oro en paño e inyectará su contenido en sus trabajos.

 

Incluso si sospecha, sus sospechas no pueden ser expresadas sin arriesgar su credibilidad apareciendo como un paranoico.

Debilidad del Vector: La necesidad de preservar la reputación y parecer sensato, cauteloso y formal pueden conducir a una timidez agnóstica que impide que el académico haga esos saltos creativos de pensamiento, necesarios para penetrar en las profundidades de un misterio. También le desanima para reconocer fuentes de información que no cumplen el estándar de sus iguales, a pesar de contener piezas críticas del puzzle.

 

Adicionalmente, no es ningún secreto que las universidades son instrumentos de adoctrinamiento y filtración, a la par que instituciones educativas, y que aquéllos que más exitosamente pasan a través de ese filtro han demostrado una programabilidad y una voluntad a obedecer las reglas y a contentar el consenso del grupo.

 

A pesar de disponer de un agudo intelecto, la falta potencial de individualismo y de astuta intuición puede convertir a un renombrado académico en un crédulo para los mayores engaños, especialmente aquellos refrendados por sus respetados colegas y superiores académicos.

Fuerza del Vector: La fuerza principal de un académico está en su nivel de sofisticación, en el sentido de ser cultivado y refinado. Sin embargo la sofisticación no significa necesariamente discernimiento ya que de igual manera puede significar ser un racionalizador sofisticado y un desinformador, por lo tanto un maestro sofista.

 

Además, los académicos son automáticamente adornados de credibilidad debido a sus credenciales, y a menudo trabajan en posiciones de influencia y consejo. La credibilidad y la sofisticación, juntas, conducen a un efectivo desprestigio de verdades y verificación de mentiras.

 

También pueden funcionar como modelos del papel en la comunidad marginal, extendiendo una actitud contagiosa o un agnosticismo miope a aquellos que más necesitados están de lo contrario.

Debilidad de la audiencia: Para algunas audiencias, los académicos son compendios de objetividad y respetabilidad que se hallan más allá de toda crítica, especialmente grupos de académicos en acuerdo unos con otros.

 

Las audiencias más escépticas escucharán a los académicos más que a otros tipos de vectores de desinformación. Pueden encontrar que la desinformación es más plausible que la verdad porque, por lo menos, encaja con sus supuestos irreales y procede de una fuente supuestamente incorruptible.

 

El trabajo de un desinformador académico sería fabricar un caso complejo para una agenda de engaño, mientras se marginalizan las verdades contrarias ya que no cumplen los estándares de plausibilidad y credibilidad.
 

 

Abducidos/Contactados
Resumen: Los abducidos y contactados son personas que han tenido contacto directo con seres alienígenas. Los abducidos son extraídos de su entorno familiar y trasladados en un entorno abductor donde son sometidos a varios procedimientos.

 

Los contactados tienen participación consciente en la interacción y se convierten en portavoces de sus contactos alienígenas.

 

No todos los contactados son necesariamente abducidos, ni todos los abducidos necesariamente contactados, pero las dos categorías se solapan, ya que los contactados son abducidos, y los abducidos pueden ser aderezados para que faciliten conscientemente el mensaje alien.

Fuerza de la fuente: Los abductores tienen acceso directo al abducido en un ambiente que ellos controlan. Varias facciones alienígenas y militares pueden:

  • crear falsos recuerdos

  • escanear la mente y la firma vibracional del cuerpo etérico para analizar las debilidades y desviaciones

  • utilizar técnicas posthipnóticas de programación mental para instalar órdenes subconscientes

  • emplear la persuasión telepática o generada por implantes

  • monitorear a sus sujetos desde lejos

  • poner en escena falsas confirmación a través de llamativas coincidencias

  • construir exquisitas mentiras y racionalizaciones

También pueden escanear a la población para seleccionar aquellos que son más adecuados para sus objetivos, empleando ventajas logísticas e hiperdimensionales para dar una atención a medida.

Debilidad del Vector: La mayor debilidad de un abducido o contactado es saber menos de sí mismo de lo que saben sus contactadores o abductores. Ellos poseen puertas traseras de entrada a su mente, y pueden llevar a cabo manipulaciones que influyen firmemente en sus pensamientos e impulsos. A menos de que sea consciente de esta posibilidad, y se ponga en guardia en contra de ella, es más bien inevitable.

Los abducidos y contactados pueden sentirse alienados de la sociedad debido a tener experiencias poco comunes e increíbles, viéndose por ello a sí mismos como diferentes de los demás. Si están enganchados al ego, esto puede degenerar en sentimientos de privilegio, superioridad o de ser especial, que sirven como puntos de agarre para que los abductores impongan lealtad.

Su identidad puede también estar tan fuertemente envuelta en ser el contactado de un grupo particular alienígena, que cualquier sugerencia de motivaciones deshonestas por parte de sus contactos alienígenas es subconscientemente interpretada como un ataque a su propia identidad, lo que naturalmente provoca un irracional mecanismo de defensa.

 

Algunos simplemente pueden rendirse, sintiéndose sobrepasados por inteligencias superiores, con tecnología superior, y en un psicótico intento de salvar la situación, se convierten en voluntarios y celosos cooperadores a causa del síndrome de Estocolmo.

Fuerza del Vector: Los verdaderos abducidos y contactados exudan totalmente sinceridad y convicción al contar sus experiencias de primera mano con los alienígenas.

 

Su candor puede resultar desarmante para las audiencias no discriminadoras. Los abducidos que documentan sus experiencias pueden tener evidencias audiovisuales, médicas o testimoniales de que ellos fueron de verdad abducidos, y sólo esto ya pica la curiosidad de la gente sobre lo que aprendieron en presencia de extraterrestres reales.

Debilidad de la audiencia: Como en el caso de los canalizadores, los contactados pueden convertirse en el centro de un culto a la personalidad, interpretando el papel de intermediarios entre la audiencia y sus ídolos alienígenas como un profeta o pontífice es intermediario entre sus devotos y lo divino. Es la proximidad del abducido y del contactado, y la interacción directa con misteriosos extraterrestres, lo que aumenta la credibilidad de cualquier desinformación que se dirija a través de ellos.

La audiencia a la que apunta consiste en: abducidos en busca de respuestas, investigadores del fenómeno de la abducción, en busca de información de las motivaciones alienígenas desde dentro, y personas que desearían ellos mismos ser contactados por alienígenas.

 

La desinformación atrae sus anhelos privados y sus puntos ciegos, conduciendo lo poco que saben hacia falsas conclusiones y satisfaciendo su ego por el camino.
 

 

Hipnotizadores
Resumen: El hipnotizador está entrenado en conducir al cliente a estados alterados de conciencia suficientemente profundos como para acceder al subconsciente.

 

El trance hipnótico posee sugestibilidad y disociación. Los investigadores de la abducción frecuentemente aceptan la hipnosis como herramienta de investigación para ayudar a sus sujetos a recuperarse de los recuerdos de abducción que han quedado inaccesibles por haber estado en un estado alterado de conciencia durante la abducción, o porque los abductores han instalado recuerdos pantalla y órdenes posthipnóticas para hacerle olvidar.

 

Los sujetos hipnotizados pueden también ser utilizados para visión remota, explorando probables vidas pasadas y futuras, y como instrumentos pasivos para la canalización de otros seres.

Fuerza de la fuente: Las facciones alienígenas y militares pueden instalar recuerdos pantalla con múltiples capas a salvo-de-fallos en abducidos, poner en escena erróneos escenarios de abducción, y conectarse a la mente de los sujetos hipnotizados para hablar a través suyo mientras están inconscientes.

Debilidad del Vector: Los hipnotizadores pueden quedar sobrepasados cuando tratan con fuentes de desinformación que proceden a través de sus clientes. Si no son conscientes de que los recuerdos pantalla pueden esconderse tras recuerdos pantalla más profundos, puede ser que sólo penetren la pantalla señuelo, y acepten la siguiente como probablemente verdadera.

 

Lo mismo ocurre con las abducciones escenificadas, donde lo que se recuerda es efectivamente lo que se experimentó, pero la propia experiencia fue escenificada para el abducido como una distracción.

 

Además, si la persona hipnotizada se convierte en un instrumento a través del cual puede hablar directamente un desinformador, entonces el hipnotizador está en contacto directo con alguien o algo que puede jugar con sus debilidades.

Fuerza del Vector: La información que se rescata a través de la hipnosis es fascinante, entretenida, y en ocasiones verificable. Esto aporta un amplio atractivo y respeto en el campo de la investigación marginal. Puede también ser utilizada por académicos como complemento de investigación para expandir su base de datos.

 

Como en el caso de la canalización, a causa de que lo que se dice no siempre puede ser verificado, la desinformación puede ser tan creativa y fantástica como se desee.

Debilidad de la audiencia: La desinformación cabalga en el supuesto de que lo que se rescata a través de la hipnosis, si no está fabricado por el sujeto, o inducido por el hipnotizador a través de preguntas directivas, probablemente sea la verdad. De nuevo se trata de la falacia “si no es subjetivo y falso, entonces es objetivo y verdadero”, que ignora la posibilidad de un engaño objetivo.

 

En los casos ordinarios donde no existen intenciones de engaño, la hipnosis puede ser evidentemente confiable, pero la confianza y el respeto que la hipnosis gana a través de los casos confiables no deberían transferirse ciegamente a los casos potencialmente desinformativos.

 


Mensajes directos
Resumen: Los mensajes al público pueden aparecer viniendo directamente de los alienígenas sin un intermediario.

 

Esto incluye,

  • señales de radio desde el espacio

  • transmisiones secuestradas de televisión

  • círculos en las cosechas

  • textos diseminados anónimamente, escritos desde su punto de vista 16

Fuerza de la fuente: Cualquier grupo alienígena o militar con tecnología suficientemente avanzada puede crear círculos en las cosechas, sustituir señales de televisión, emitir señales de radio desde el espacio, y utilizar representantes humanos anónimos para distribuir mensajes cuidadosamente escritos para el mundo.

 

Sus habilidades exceden en mucho lo que el creador de bulos fortuito puede lanzar, y las utilizan en su provecho para emitir mensajes más allá de los bulos, y por tanto auténticos.

Debilidad de la audiencia: Si las audiencias creen que el mensaje procede realmente de los extraterrestres, estarán intrigados y se tomarán el mensaje como una declaración sincera de las intenciones alienígenas.

 

El mensaje puede tomar un tono autoritario, tomar la forma de respuestas a mensajes que nosotros mismos enviamos al espacio, apelar a tópicos éticos como el relativo al calentamiento global, a la sobrepoblación o a la corrupción gubernamental, seducir al intelecto con un fingido cripticismo, o preparar a la audiencia para futuros engaños, dándoles futuras fechas clave y profecías.

La audiencia debe ser convencida de que los alienígenas están enviando mensajes urgentes al mundo para que el contenido del mensaje influya en su opinión acerca de la naturaleza de estos extraterrestres y de lo que debe ser hecho.

 

La desinformación enviada por vía de mensajes directos tiene por objeto distorsionar el conocimiento del público de las motivaciones de los alienígenas, e influir para que la audiencia apoye ciertas acciones y valores que son beneficiosos para una agenda.

 

Análisis
Como puede verse, la desinformación utiliza una variedad de métodos que apuntan a una variedad de audiencias:

  • Al público en general, que preferiría estabilidad y seguridad en vez de verdades inquietantes

  • A los tipos espirituales y de la Nueva Era, que sucumben a las ilusiones y a la emotividad

  • A los intelectuales cuyos limitados razonamientos proceden de premisas erróneas

  • A las contraculturas, cuya fascinación por lo extraño sobrepasa su interés por la verdad

  • A los objetivos, que sólo aceptan evidencias que encajen con sus modelos subjetivos de credibilidad

  • A los activistas políticos, que apoyarían soluciones falsas para combatir injusticias verdaderas

  • A los entusiastas de los OVNIS, que ávidamente se tragan empanadas de desinformación a causa de su naturaleza sensacionalista

  • A los abducidos, cuyas identidades están invertidas en crear relaciones entre humanos y alienígenas

Los métodos incluyen:

  • Apelar a un respeto ciego a la autoridad

  • Apelar a supuestos falsos y limitadores

  • Apelar a desviaciones emocionales

  • Apelar a la necesidad de seguridad, de sentirse a salvo y de certidumbre

  • Apelar al deseo del ego de identidad y de ser especial

  • Apelar al aburrimiento a través de historias atractivas y entretenidas

  • Apelar al escepticismo para ridiculizar la verdad

  • Apelar a la pereza mental, presentando una imagen innecesariamente simplista

  • Ofrecer una falsa salida de buenas intenciones

  • Utilizar giros de mano lógicos

  • Forzar una elección entre dos opuestos igualmente falsos

  • Proporcionar evidencia errónea

  • Escenificar una corroboración artificial a través de fuentes que parecen independientes

¿Cómo puede uno decir si una fuente está vendiendo desinformación, o tan sólo está inocentemente expresando una opinión diferente?

 

Es cierto que las personas podemos involuntariamente trasmitir medias verdades después de haberlas aceptado, pero la pregunta se refiere a la fuente última de estas ideas. La respuesta es que la intencionalidad tras la desinformación le otorga a su circulación una dirección determinada.

 

En otras palabras, las corrientes son demasiado inteligentes y direccionales para ser no intencionadas, llevando la firma de una inteligencia astuta tras su proyectado disfraz de inocencia.
 

 

 

Conspiración sin líderes

Al mismo tiempo debemos remarcar que una agenda puede ser llevada a cabo a través de elementos aparentemente opuestos, en los que la ilusión de una independencia y desunión externa encubre el orden subyacente.

Por eso, la conspiración no está tan organizada como uno podría pensar, porque aquellos bajo la cúspide de la pirámide de control aparentemente podrían actuar por sí mismos. Podrían estar a la greña unos con otros, sospechando o despreciándose mutuamente, llevando a cabo independientemente sus propias agendas y actuando como ideologías únicas.

 

Pero como nadadores que se deslizan juntos río abajo, a pesar de moverse de forma independiente unos de otros, estos vectores pueden oponerse y cancelarse unos a otros en un sentidos superficial mientras que siguen compartiendo una dirección común, que promociona una agenda invisible mucho más elevada.

No es necesaria la coordinación entre los elementos más bajos de una conspiración si un amplio rango de causas, cuidadosamente diseñadas, iniciadas con anterioridad, producen una cascada de efectos que convergen inteligentemente en el momento adecuado. Para conspiradores humanos esto requeriría una previsión increíble, pero la previsión y la percepción retrospectiva son intercambiables para fuerzas interdimensionales, operando fuera del tiempo lineal, que no tienen ningún problema en escanear la línea del tiempo para apuntar a los blancos correctos.

Así pues, mientras diferentes corrientes de desinformación, e información errónea, parecen contradecirse unas a otras en los detalles, es su dirección común y sinergia combinada lo que importa.

 

Debemos examinar las consecuencias finales para discernir los motivos finales.

 

Esto es algo que haré en el próximo apartado, proporcionando y analizando numerosos ejemplos de desinformación extraterrestre.

 

 

 

Notas

16 Por ejemplo, la emisión televisiva pirata de Vrillon en 1977, el mensaje Do You Wish That We Show Up? diseminado en Internet en 2003, y las formaciones de círculos en los campos de Crabwood (Agosto 2002) y Chilbolton (Agosto 2001).

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