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por F. William Engdahl 12-Diciembre-2007 traducción de Germán Leyens del Sitio Web Rebelion
Al fundador de Microsoft, Bill Gates, se le puede acusar de todo, pero no de ser haragán.
Comenzó a programar a los 14, fundó Microsoft a los 20, mientras todavía estudiaba en Harvard.
En 1995 Forbes lo catalogó como el hombre más rico del mundo por ser el mayor accionista de su Microsoft, una compañía que su ímpetu incansable convirtió en un monopolio de facto de sistemas de software para ordenadores personales.
En 2006, cuando la mayoría de las personas en una situación semejante podrían pensar en retirarse a una tranquila isla en el Pacífico, Bill Gates decidió dedicar sus energías a su Fundación Bill y Melinda Gates, la mayor fundación privada 'transparente' del mundo, como dice, con una dotación impresionante de 34.600 millones de dólares, y la necesidad legal de gastar 1.500 millones de dólares al año en proyectos benéficos en todo el mundo para mantener su condición benéfica libre de impuestos.
En 2006, un regalo de unos
30.000 millones de dólares en acciones de Berkshire Hathaway de su
amigo y asociado empresarial, el mega inversionista, Warren Buffett,
colocó a la fundación de Gates en la liga en la que gasta casi el
monto total del presupuesto anual de la Organización Mundial de la
Salud (OMS) de Naciones Unidas.
Ninguna empresa es más interesante en la actualidad que un curioso proyecto en uno de los sitios más remotos del mundo, Svalbard.
Bill
Gates invierte millones en un banco de semillas en el Mar de Barents
cerca del Océano Ártico, a unos 1.100 kilómetros del Polo Norte.
Svalbard es un árido trozo de roca reivindicado por Noruega y cedido
en 1925 por un tratado internacional.
...entre otros, en lo que llaman 'el Banco Semillero del Día del Juicio Final.'
Oficialmente, el proyecto se llama la Cámara Semillera
Global Svalbard en la isla noruega de Spitsbergen, parte del grupo
de islas Svalbard.
Está casi listo para entrar en acción, según sus comunicados de prensa. El banco tendrá puertas dobles a prueba de explosiones con sensores de movimiento, dos esclusas de aire, y paredes de hormigón reforzado con acero, de un metro de grosor.
Contendrá hasta tres millones de variedades diferentes de semillas de todo el mundo, 'para que la diversidad de cultivos pueda ser conservada para el futuro,' según el gobierno noruego. Las semillas serán especialmente envueltas para excluir la humedad.
No habrá personal a tiempo completo, la relativa inaccesibilidad de la bóveda facilitará el control de toda actividad humana posible.
¿Pasamos algo por alto?
Su comunicado de prensa declaró:
¿Qué
futuro prevén los patrocinadores del banco de semillas, que
amenazaría la disponibilidad global de las actuales semillas, casi
todas las cuales ya están bien protegidas por bancos de semillas en
todo el mundo?
A los noruegos se suman, como hemos señalado,
En
1971, el IRRI de la Fundación Rockefeller, junto con su Centro
Internacional de Mejora del Maíz y del Trigo basado en México, y
otros dos centros internacionales de investigación creados por
Rockefeller y la Fundación Ford, la IITA para la agricultura
tropical, en Nigeria, y el IRRI para el arroz, en las Filipinas, se
combinaron para formar un Grupo Consultivo global sobre la
Investigación Internacional de la Agricultura (CGIAR).
Los principales participantes en las conversaciones de Bellagio fueron,
Formó
parte del enfoque durante decenios de la fundación por convertir a
la ciencia al servicio de la eugenesia, una versión execrable de la
pureza racial, que ha sido llamada 'El Proyecto.'
Al hacerlo
crearon una invaluable red de influencia para la promoción del agro-negocio de EE.UU. en esos países, especialmente la promoción de
la "Revolución genética" OGM en los países en desarrollo, todo en
nombre de la ciencia y de la agricultura eficiente de libre mercado.
'El Proyecto' al que me refería es el proyecto de la
Fundación Rockefeller y de poderosos intereses financieros desde los
años veinte para el uso de la eugenesia, rebautizada posteriormente
como genética, para justificar la creación de una Raza Superior
genéticamente modificada. Hitler y los nazis la llamaron la
Raza
Superior Aria.
Ahora la cosa se vuelve verdaderamente fascinante.
La misma Fundación Rockefeller creó la disciplina pseudo-científica de la biología molecular en su inexorable búsqueda de la reducción de la vida humana a "secuencias de genes definidoras" que esperaban, podrían luego ser modificadas para cambiar a voluntad las características humanas.
Los científicos eugenistas de Hitler,
muchos de los cuales fueron
silenciosamente llevados a EE.UU.
después de la Guerra para continuar su investigación eugénica,
crearon gran parte del trabajo en la que se basó la ingeniería
genética de varias formas de vida, en gran parte apoyada
abiertamente hasta bien avanzado el Tercer Reich por generosos
subsidios de la Fundación Rockefeller. (2)
El agrónomo de la
Fundación Rockefeller, Norman Borlaug, obtuvo un Premio Nobel de la
Paz por su trabajo, aunque no es algo de lo que alguien se pueda
enorgullecer si gente como Henry Kissinger también lo comparten.
Como declarara Henry Kissinger en los años setenta:
El agro-negocio y la Revolución Verde de Rockefeller iban de la mano.
Formaban parte de una grandiosa estrategia que incluía el financiamiento por la Fundación Rockefeller de la investigación para el desarrollo de la ingeniería genética de plantas y animales unos pocos años más tarde.
Tenía una estrategia bien definida.
En 1956, Davis escribió un artículo en la Harvard Business Review en el que declaró que,
Sabía precisamente lo que se proponía, aunque pocos tenían la menor
idea en aquel entonces – una revolución en la producción agrícola
que concentrara el control de la cadena alimentaria en manos
corporativas multinacionales, lejos del agricultor familiar
tradicional. (3)
Un aspecto
vital de las semillas híbridas era su falta de capacidad
reproductiva. Las híbridas incorporaban una protección contra la
multiplicación. A diferencia de especies normales polinizadas
abiertamente, cuyas semillas permitían rendimientos similares a los
de sus progenitores, el rendimiento de las semillas dadas por
plantas híbridas era significativamente inferior al de la primera
generación.
Además, el reducido rendimiento de la segunda generación eliminó el comercio en semillas que es a menudo realizado por productores de semillas sin la autorización del cultivador. Impidió la redistribución de las semillas del cultivo comercial por intermediarios.
Si las grandes compañías semilleras multinacionales podían controlar las líneas paternales de semillas en casa, ningún competidor o agricultor podría producir la semilla híbrida.
La concentración global de
patentes de semillas híbridas en un puñado de gigantescas compañías semilleras, dirigidas por Pioneer Hi-Bred de
DuPont y
Dekalb de
Monsanto estableció la base para la ulterior revolución de la
semilla OGM. (4)
Fue un
primer paso en lo que se convertiría en un proceso cuidadosamente
planificado, que duró décadas.
En realidad se trataba de
agricultura controlada por el agro-negocio.
No
fue por accidente. Formaba parte de un plan para crear reservas de
mano de obra barata para futuras manufacturas multinacionales de
EE.UU., la 'globalización' de los últimos años.
Los primeros resultados fueron impresionantes; rendimientos dobles o
incluso triples de algunos cultivos tales como el trigo y después el
maíz en México. Pero eso pronto se desvaneció.
El
súper-trigo también produjo mayores rendimientos saturando el suelo
con inmensas cantidades de fertilizante por hectárea, y el
fertilizante era producto de nitratos y de petróleo, materias primas
controladas por las
Siete Hermanas, importantes compañías petroleras
controladas por los Rockefeller.
Obtendrían los créditos por
cortesía del Banco Mundial y préstamos especiales de Chase Bank y
otros grandes bancos de Nueva York, respaldados por garantías del
gobierno de EE.UU.
Los agricultores que no pudieron participar en este tipo de programa tuvieron que pedir prestado dinero del sector privado. Por las exorbitantes tasas de interés para préstamos informarles, numerosos agricultores pequeños ni siquiera obtuvieron los beneficios de los altos rendimientos iniciales. Después de la cosecha, tuvieron que vender la mayor parte, si no todos sus productos, para pagar préstamos e intereses.
Llegaron a depender de prestamistas y comerciantes y a menudo
perdieron sus tierras. Incluso con préstamos a condiciones
favorables de agencias gubernamentales, la plantación de cultivos de
subsistencia cedió ante la producción de cultivos comerciales. (5)
En su discurso de aceptación en un evento del Foro Económico Mundial en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en junio de 2007, Kofi Annan declaró:
El consejo de AGRA cuenta además con un sudafricano, Strive Masiyiwa, quien es un Fideicomisario de la Fundación Rockefeller.
Incluye a,
Además, la Alianza para AGRA incluye a
Gary Toenniessen, director
gerente de la Fundación Rockefeller y a Akinwumi Adesina, director
asociado, de la Fundación Rockefeller.
Como la antigua
Revolución Verde fracasada en India y México, la nueva Revolución
Verde en África es evidentemente una importante prioridad de la
Fundación Rockefeller.
Hasta la fecha, Sudáfrica es el único país africano que permite la plantación legal de cultivos de OGM.
En 2003 Burkina Faso autorizó pruebas con OGM. En 2005
Ghana, de Kofi Annan, preparó legislación de bioseguridad y
responsables clave expresaron sus intenciones de continuar la
investigación de cultivos OGM.
Estos incluyen patrocinios
ofrecidos por el gobierno de EE.UU. para capacitar en EE.UU. a
científicos africanos en ingeniería genética, proyectos de
bioseguridad financiados por la Agencia de Desarrollo Internacional
de EE.UU. (USAID) y el
Banco Mundial; la investigación en OGM
involucrando cultivos alimentarios indígenas africanos.
Syngenta también forma parte de CGIAR.
(7)
Al mismo tiempo, invierten decenas de millones de
dólares para preservar toda variedad de semillas conocida en una
cámara del día del juicio final a prueba de bombas cerca del remoto
Círculo Ártico 'para que la diversidad de cultivos pueda ser
conservada para el futuro' para citar su comunicado oficial.
Los gigantes del agro-negocio están
metidos hasta el cuello en el proyecto Svalbard.
En Svalbard, el depósito más
seguro de semillas del mundo del futuro será guardado por los
policías de la Revolución Verde OGM – las fundaciones Rockefeller y
Gates, Syngenta, DuPont y CGIAR.
La GCDT fue fundada por la
FAO y Bioversity International (anteriormente el Instituto
Internacional de Investigación Genética de Plantas), un vástago de
la CGIAR.
Su consejo es presidido por Margaret Catley-Carlson, canadiense, quien también está en el consejo consultivo de Group Suez Lyonnaise des Eaux, una de las mayores compañías privadas de aguas del mundo.
Catley-Carlson también fue presidente hasta 1998
del Population Council, basado en Nueva York, la organización de
reducción de la población de
John D. Rockefeller, establecida en
1952, para hacer progresar el programa de eugenesia de la familia
Rockefeller bajo la cobertura de promover la "planificación
familiar," dispositivos de contracepción, esterilización y "control
de la población" en los países en desarrollo.
Coleman es también jefe del consejo
director de Northrup Grumman Corporation, uno de los principales
contratistas del Pentágono en la industria militar de EE.UU.
Dauster también ha servido como presidente del Instituto
Brasileño del Café y como coordinador del Proyecto por la
Modernización del sistema de patentes de Brasil, que involucra la
legalización de patentes sobre semillas genéticamente modificadas,
algo que hasta hace poco estaba prohibido por las leyes brasileñas.
Allí representó a los Future Harvest Centres del CGIAR en negociaciones sobre el Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura.
En los años noventa, dirigió el Instituto
Internacional de Recursos Fitogenéticos (IPGRI -
ahora la
Biodiversity International), en la FAO. Redactó
y supervisó las negociaciones del Plan de acción mundial para la
conservación y la utilización sostenible de los recursos fitogenéticos para la alimentación y la agricultura de la FAO,
adoptado por 150 países en 1996.
Rai ha servido como miembro del consejo de
CIMMYT (Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo), y
miembro del Consejo Ejecutivo del CGIAR.
Junto a las fundaciones Rockefeller y Gates, los donantes incluyen a los gigantes de los OGM,
Parece, por
cierto, que tenemos a los zorros de las OGM y de la reducción de la
población protegiendo al gallinero de la humanidad, el almacén de la
diversidad global de semillas en Svalbard. (8)
Los cultivadores e investigadores de plantas son los principales utilizadores de bancos de genes. Los principales cultivadores de plantas de la actualidad son Monsanto, DuPont, Syngenta y Dow Chemical, los gigantes globales de las patentes de plantas OGM. Desde comienzos de 2007 Monsanto tiene derechos de patentes mundiales junto con el gobierno de EE.UU. para la planta así llamada "Terminator" o GURT (acrónimo inglés de Grupo de Tecnologías de Restricción de Uso).
Terminator es una siniestra tecnología mediante
la cual una semilla comercial patentada se 'suicida' después de una
cosecha. El control por las compañías semilleras privadas es total.
Un tal control y poder sobre la cadena alimentaria nunca ha existido
previamente en la historia de la humanidad.
Si fuera ampliamente introducida en todo
el mundo, posiblemente podría convertir en una década o algo así a
la mayor parte de los productores de alimentos del mundo en nuevos
siervos feudales esclavizados por tres o cuatro compañías semilleras
gigantes como Monsanto, DuPont o Dow Chemical.
Los que dicen, "No puede pasar aquí" harían bien en estudiar más de cerca lo que pasa actualmente en el mundo.
La simple existencia de esa
concentración de poder en tres o cuatro gigantes del agronegocio
privado basados en EE.UU. es motivo suficiente para prohibir
legalmente todos los cultivos OGM, incluso si sus ventajas en la
cosecha fueran reales, lo que manifiestamente no es el caso.
Desarrollaron y proliferaron invenciones como la dioxina, los PCB, el Agente Naranja. Encubrieron durante décadas evidencia obvia de consecuencias carcinogénicas u otras severas para la salud humana del uso de productos químicos tóxicos.
Han enterrado informes científicos serios de que el herbicida más generalizado del mundo, glifosato, el ingrediente esencial en el herbicida Roundup de Monsanto vinculado a la compra de la mayoría de las semillas genéticamente modificadas de Monsanto, es tóxico cuando se escurre al agua potable. (9)
Dinamarca prohibió el glifosato en 2003 cuando
confirmó que ha contaminado el agua subterránea del país. (10)
Varios cientos de miles de muestras son distribuidas cada año con esos propósitos. La FAO de la ONU enumera unos 1.400 bancos de semillas en todo el mundo, el mayor es el del gobierno de EE.UU.
Otros grandes bancos son mantenidos por,
...en orden de tamaño descendiente.
Además, CGIAR opera una cadena de
bancos de semillas en centros seleccionados en todo el mundo.
En total esos bancos de semillas actuales tienen más de seis millones y medio de variedades de semillas, casi dos millones de las cuales son 'diferentes.'
La cámara del día del juicio final de Svalbard tendrá capacidad para
albergar cuatro millones y medio semillas diferentes.
¿Puede el desarrollo de semillas patentadas para la
mayoría de los principales cultivos de subsistencia del mundo como
ser arroz, maíz, trigo, y granos alimenticios como la soya, ser
utilizado en última instancia en una forma horrible de guerra
biológica?
Margaret Sanger, una eugenicista diligente, fundadora de la Federación Internacional para la Planificación Familiar e íntima de la familia Rockefeller, creó en 1939 algo llamado el "Proyecto negro," basado en Harlem, que, como confió en una carta a un amigo, todo lo que se proponía era, como dijera,
Una pequeña compañía de biotecnología de California, Epicyte, anunció en 2001 el desarrollo de maíz genéticamente modificado que contenía un espermicida que esterilizaba el semen de los hombres que lo comían.
En esa época, Epicyte tenía un acuerdo de sociedad conjunta para propagar su tecnología con DuPont y Syngenta, dos de los patrocinadores de la cámara de Semillas del día del juicio final en Svalbard.
Posteriormente, Epicyte fue adquirida por una compañía
de biotecnología de Carolina del Norte. Fue sorprendente saber que
Epicyte había desarrollado su maíz OGM espermicida con fondos de
investigación del Departamento de Agricultura de EE.UU. [USDA], el
mismo que, a pesar de la oposición mundial, siguió financiando el
desarrollo de la tecnología Terminator, ahora en manos de
Monsanto.
La vacuna no fue suministrada a hombres
o muchachos, a pesar de que presumiblemente es tan probable que
pisen sobre clavos oxidados como las mujeres.
No se informó a ninguna de las
mujeres vacunadas.
Además, el gobierno de Noruega, anfitrión de la cámara de Semillas del día del juicio final de Svalbard, donó 41 millones de dólares para desarrollar la vacuna abortiva especial contra el tétano. (12)
Según el profesor Francis Boyle, quien redactó la Ley Antiterrorista de Armas Biológicas de 1989 promulgada por el Congreso de EE.UU.:
Boyle agrega que sólo en 2001-2004 el gobierno federal de
EE.UU. gastó 14.500 millones de dólares en trabajo civil relacionado
con la guerra biológica, una suma asombrosa.
Hay 497 subsidios de los NIH (Institutos Nacionales de la Salud) de EE.UU. sólo para investigación de enfermedades infecciosas con potencial para la guerra biológica.
Por
cierto esto es justificado bajo la rúbrica de la defensa contra
posibles ataques terroristas como tantas cosas en la actualidad.
El profesor de biología del MIT, Jonathan King, dice que:
El tiempo dirá si, Dios no lo quiera, el banco de semillas del día del juicio final de Svalvard de Bill Gates y la Fundación Rockefeller forma parte de otra Solución Final, involucrando la extinción del difunto, gran planeta Tierra.
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