
	
	
	
	
	 
	
	por Michael E. Salla, Ph.D
	
	16 Julio 2007
	
	del Sitio Web
	
	Editorial-Streicher
	
	
	
	Versión original
	
	 
	
	Recientemente, 
			
			Benjamin Fulford, un antiguo jefe de oficina de la revista 
	Forbes en Japón, se ha adelantado a revelar profundas hendiduras dentro de 
	las estructuras de poder globales que controlan las finanzas internacionales, 
	las instituciones religiosas y la geopolítica. 
	
	 
	
	Fulford sostiene que estas 
	hendiduras se han hecho tan graves que, a menos que la política encubierta 
	para una significativa despoblación global por medios artificiales sea 
	inmediatamente abandonada, habrá consecuencias severas para aquellos que 
	procuran poner en práctica tal política.
	
	Fulford ha tomado públicamente el papel de portavoz de lo que él afirma son 
	sociedades secretas chinas opuestas a las 
	políticas de despoblación global 
	que expresamente apuntan a la población asiática. Él ha emergido 
	recientemente con advertencias públicas de parte de estas sociedades 
	secretas en un conocido programa de radio donde fue
	
	entrevistado el 5 de 
	Julio (de 2007). 
	
	Las aseveraciones de Fulford y sus advertencias a los partidarios de un 
	programa secreto de despoblamiento global son tan alarmantes, que podrían 
	ser fácilmente desechadas como conjeturas descabelladas y como una neurótica 
	teoría de conspiración. 
	
	 
	
	Hay sin embargo varios motivos por los cuales sus 
	afirmaciones no deberían ser simplemente descartadas sino que deben ser 
	consideradas por sus méritos.
	
		
			- 
			
			Primero, la calidad de las investigaciones periodísticas de Fulford y su 
	trayectoria profesional no indican que él sea alguien propenso a la 
	exageración y fabricación de afirmaciones no confirmadas. Muchos de sus 
	artículos en Forbes Magazine eran y siguen siendo lectura esencial para 
	hombres de negocios occidentales que desean invertir o manejar negocios en 
	Japón.
 
 
- 
			
			Segundo, él ha entrevistado a gente en posiciones muy influyentes en 
	Japón durante la década pasada, incluyendo a siete Primeros Ministros, 
	capitanes de industria, policías de seguridad y figuras principales en el 
	hampa japonesa. Entonces él tiene realmente acceso a las sombrías figuras 
	del submundo, que él afirma que se le han acercado para hacerse cargo de un 
	programa encubierto de despoblación global.
 
 
- 
			
			Finalmente, siendo canadiense por nacionalidad, Fulford ha pasado 20 años 
	estudiando y trabajando en Japón, habla la lengua japonesa con soltura, y 
	entiende la cultura japonesa y su proceso político público muy bien. Él por 
	lo tanto se caracteriza como un occidental muy comprensivo hacia los valores 
	asiáticos y podría actuar como portavoz de una organización poderosa con 
	redes profundamente incrustadas en la sociedad japonesa. 
	
	Todo esto sugiere que las afirmaciones de Fulford deben ser consideradas por 
	sus méritos.
	
	Fulford remonta los orígenes de las poderosas élites responsables del 
	supuesto programa encubierto de despoblamiento global a las principales 
	familias bancarias de Europa y Norteamérica. Debido a la histórica 
	asociación de éstas con la Francmasonería, él se refiere a estas familias 
	bancarias de la élite como los modernos "Illuminati", cuya historia se 
	remonta hasta tan atrás como a la antigua Babilonia (veáse "La Historia de 
	los Illuminati. Cómo los Pueblos Celtas Fueron Esclavizados por Tiranos 
	Babilonicos").
	
	Fulford argumenta que una facción de 
	los Illuminati centrada alrededor de la 
	familia Rockefeller está absorta en un plan radical de despoblamiento global 
	mediante una guerra artificial contra el terrorismo, creando pandemias 
	artificialmente, y desastres ambientales producidos por avanzadas eco-armas. 
	
	
	 
	
	En contraste, otra rama de los Illuminati, centrada alrededor de 
	
	la familia Rothschild operante en Europa, se ha distanciado de tal plan como se 
	evidenció en la amplia oposición europea a la guerra de Iraq (véase 
	
	La 
	Carrera Secreta para Controlar la Herencia Extraterrestre de Iraq).
	
	Más significativamente desde una perspectiva exopolítica, Fulford afirma que 
	hay una tentativa de producir un Armagedón global con un enemigo 
	extraterrestre artificial que borrará una proporción significativa de la 
	humanidad. Según Fulford, esto dejaría a los sobrevivientes tan 
	traumatizados que ellos serían fácilmente manipulados por los Illuminati. 
	
	
	 
	
	Varios denunciantes, incluyendo al fallecido Werner Von Braun, han sostenido 
	que existe 
	un plan encubierto para fabricar un enemigo extraterrestre que 
	justifique una nueva guerra global. 
	
	Fulford afirma que fue su investigación sobre pandemias artificialmente 
	creadas que apuntaban a los asiáticos, en un esfuerzo solapado para reducir 
	su población total a 500 millones, lo que llamó la atención de las 
	sociedades secretas chinas. Él afirma que el virus SARS y el virus de la 
	gripe aviar (H5N1) son los primeros de una serie de virus artificialmente 
	creados que expresamente apuntan al genoma asiático. 
	
	 
	
	Perturbadas por la 
	posibilidad de que una política encubierta de despoblamiento global que 
	apuntaba a los asiáticos estaba en marcha, las sociedades chinas secretas 
	basadas en Taiwán se pusieron en contacto con Fulford para ofrecerle su 
	protección y lo reclutaron para ser su portavoz.
	
	Fulford asevera que el esfuerzo para reducir la población asiática es 
	resultado de un racismo profundamente enraizado y un chovinismo cultural 
	entre los miembros Illuminati que históricamente están centrados en Europa y 
	Norteamérica. 
	
	 
	
	Asumiendo que Fulford está en lo correcto en cuanto a que un 
	programa de despoblamiento que apunta a los asiáticos está en marcha, vale 
	la pena explorar varios factores exopolíticos por los cuales tal política 
	podría haber sido puesta en práctica por miembros Illuminati, y el papel de 
	
	la familia Rockefeller en tal política.
	
		
			- 
			
			Primero, la política encubierta supuestamente pretende reducir la 
	población actual de Asia de aproximadamente 3.700 millones (más del 56% de 
	la población global) a 500 millones de personas. Uno de los motivos 
	principales de por qué las nuevas tecnologías de energía y la revelación 
	extraterrestre no han tenido lugar, es que esto nivelaría el campo de juego 
	geopolítico muy rápidamente. La energía poco costosa y de bajo precio que 
	podría ser producida en casa transformaría rápidamente los centros 
	demográficos principales como China (1.300 millones) e India (1.100 millones).
 
 Éstas y otras naciones asiáticas que actualmente luchan para alimentar y 
	proporcionar empleos a todos sus ciudadanos, serían transformadas en 
	florecientes centros financieros donde todas las capacidades productivas de 
	su ciudadanía podrían ser utilizadas. Tal desarrollo transformaría el modo 
	en que las estructuras financieras globales son dominadas, centrándose desde 
	las industrias que demandan mucho capital de Norteamérica y Europa a las 
	industrias que demandan mucha información en China, India, etc.
 
 
 
- 
			
			Segundo, no sólo habría una erosión del poder y el prestigio Illuminati 
	debido a su pérdida de control sobre las instituciones financieras globales, 
	sino que también habría una amplia difusión de capacidades tecnológicas. 
	Este erosionaría considerablemente la hegemonía estadounidense en la 
	investigación y desarrollo de tecnologías avanzadas. Esto es especialmente 
	importante cuando se llegue a la secreta 
			
			ingeniería inversa de tecnologías 
	extraterrestres, que es dominada por el complejo industrial-militar 
	estadounidense.
 
 Los Illuminati proporcionan recursos financieros significativos y redes 
	globales para asegurar que EE.UU. consiga la parte del león en las 
	tecnologías extraterrestres recuperadas por todo el mundo y trasladadas en 
	secreto a EE.UU. La mayor parte de esto se consigue manteniendo la actual 
	dependencia global del consumo de combustible fósil, y previniendo que 
	fuentes de energía alternativas sean desarrolladas.
 
 
 
- 
			
			Tercero, existe la posibilidad de que una ficticia invasión 
	extraterrestre puede ser montada en escena para engañar a la población 
	global y lograr que renuncie a sus libertades civiles y derechos políticos. 
	Esto permitiría aprobar draconianas leyes de seguridad nacional que 
	supervisarían y controlarían el comportamiento y los pensamientos de la 
	ciudadanía global. El desarrollo de un sistema de seguridad nacional global 
	aseguraría el control de las élites, que podrían temer que la revelación 
	oficial de vida extraterrestre condujera a una pérdida para los Illuminati 
	del control gubernamental y encubierto sobre la población global. El colapso 
	de la autoridad gubernamental era un factor importante citado en el 
			
			Informe 
	del Instituto Brookings en 1960 como consecuencia del conocimiento por parte 
	del gran público de la existencia de vida extraterrestre.
 
 
 
- 
			
			Cuarto, el papel desempeñado por la familia Rockefeller en el desarrollo 
	de políticas estadounidenses acerca de tecnologías y vida extraterrestres no 
	puede ser subestimado. La intervención tanto de Nelson como de David 
	Rockefeller fue crucial para persuadir al Presidente Dwight Eisenhower de 
	que abandonara el control presidencial ejecutivo directo de los proyectos 
	relacionados con extraterrestres.    
			Una estructura militar corporativa que fue 
	dirigida por un comité designado, el
			
			Grupo de Estudios Especiales 
	Majestic-12, que estaba fuera de la supervisión gubernamental normal, fue 
	creada a cambio. 
			
			Los Rockefeller eran capaces de asegurar que mediante su control de 
	organizaciones como el Consejo de Relaciones Extranjeras (CFR) y personal 
	clave como 
					
					Henry Kissinger, ellos desempeñarían un papel sustancial en la 
	dirección de políticas encubiertas sobre asuntos extraterrestres (ver
					
					Failure of Power Politics as a Strategic 
			Response to the Extraterrestrial Presence).
			 
			
			Más 
	importante aún, los Rockefeller han sido los principales defensores de un 
	programa secreto global acerca de la vida extraterrestre, a excepción de 
	unos pocos miembros de su familia, como Laurence Rockefeller (ver
					
					E.T. Politics in the Clinton White House).
		
	
	
	¿Cuánto crédito se le debería otorgar a las afirmaciones radicales de 
	Fulford?
	
	 
	
	Ciertamente su trayectoria profesional y su acceso a importantes 
	figuras políticas, financieras y culturales en Japón pueden ser verificados. 
	
	
	 
	
	Él también ha publicado un reciente libro donde detalla en extenso sus 
	afirmaciones y proporciona evidencia para justificar la existencia de un 
	programa encubierto de despoblación que específicamente apunta a los 
	asiáticos. Pero que él sea un portavoz de sociedades secretas chinas 
	vehementemente opuestas a tal programa de despoblación, es más difícil de 
	verificar.
	
	Sin embargo, su trabajo para Forbes Magazine le dio acceso privilegiado a 
	figuras y fuerzas claves en la economía japonesa, lo que casi seguramente 
	incluyó al submundo criminal japonés. Esto hace muy plausible que él esté 
	familiarizado con todo ello, y podría haber sido fácilmente contactado por 
	sociedades secretas chinas como él sostiene. 
	
	 
	
	Significativamente un experto 
	australiano en análisis de discurso inverso examinó los patrones de discurso 
	de Fulford durante su entrevista radial del 5 de Julio, y concluyó que él no 
	estaba mintiendo y que los patrones de discurso inverso son congruentes con 
	sus declaraciones (ver
			
			The Warnings of Benjamin Fulford).
	
	Quizás la mayor parte de crédito para las afirmaciones de Fulford viene de 
	las revelaciones del cineasta Aaron Russo, que asegura haber hecho amistad 
	con un miembro principal de la familia Rockefeller, Nick Rockefeller. 
	
	 
	
	Según Russo, Rockefeller confesó que el 11-S fue un trabajo interno, que la guerra 
	contra el terrorismo fue concebida para convencer a la población global de 
	rendirse a 
	leyes de seguridad nacional draconianas, como el microchipeo, que 
	aquellas principales familias bancarias tuvieron la intención de mantener 
	bajo estricto control, y que un programa de despoblación para reducir la 
	población global en al menos un 50% estaba en marcha.
	
	Mientras que las investigaciones recién comienzan a determinar la exactitud 
	de las radicales afirmaciones de Fulford, puede esperarse que las 
	implicaciones exopolíticas de una lucha entre sociedades secretas asiáticas 
	y europeo-norteamericanas sean muy significativas. 
	
	 
	
	Si Fulford está en lo 
	correcto en su afirmación principal relativa a la determinación y la 
	capacidad de las sociedades secretas chinas de poner en la mira a las élites 
	bancarias implicadas en una política de despoblación global, entonces se 
	hace claro que las sociedades secretas asiáticas pueden interrumpir 
	drásticamente cualquier programa de despoblación global artificial de la 
	rama norteamericana de los Illuminati. 
	
	 
	
	Esto aseguraría que en un mundo 
	posterior a estas revelaciones todas las capacidades productivas de China y 
	de otras naciones asiáticas no serían considerablemente disminuidas.
	
	La frustración de los proyectos para despoblar encubiertamente las regiones 
	estratégicas del planeta como Asia, conduciría inevitablemente a un 
	importante realineamiento del poder financiero y político en el planeta. 
	
	 
	
	Más 
	significativamente, el poder y la influencia de la familia Rockefeller en la 
	represión de la información concerniente a la vida y tecnología 
	extraterrestres se verían considerablemente disminuidos. 
	
	 
	
	Esto aceleraría de 
	manera considerable el momento de la revelación oficial acerca de la vida 
	extraterrestre. Más importante aún, esto influiría en la manera según la 
	cual la revelación sería hecha, y conduciría por lo tanto al fracaso de los 
	esfuerzos para presentar a los extraterrestres como una nueva amenaza a la 
	seguridad que justificaría avanzadas armas espaciales o la organización de 
	una fraudulenta invasión extraterrestre (ver
			
			Using Space Weapons Against Extraterrestrial 
			Civilizations).
	
	Esto conduciría por consiguiente a la liberación de tecnologías suprimidas y 
	fuentes de energía alternativas que son usadas por civilizaciones 
	extraterrestres. 
	
	 
	
	La revelación extraterrestre se demostraría muy beneficiosa 
	para las economías asiáticas que tienen el grueso de la población mundial y 
	perduraría para beneficiar a la mayoría con la distribución de fuentes de 
	energía alternativas.
	
	Como los militares estadounidenses regulares no están felices con la 
	supresión continuada de tecnologías extraterrestres avanzadas (lo que 
	explica por qué tanto personal militar ha sido capaz de presentar 
	información sin sufrir represalias - ver 
			The Disclosure Project), así también las sociedades secretas de 
	China y de otras naciones asiáticas no están felices con el actual programa 
	de no-divulgación. 
	
	 
	
	Además, parece haber una auténtica división entre las 
	ramas norteamericanas y europeas de los Illuminati (familias bancarias de la 
	élite) sobre las políticas de despoblación global.
	
	Esto favorece una poderosa alianza de intereses en pro de la revelación, que 
	debe preocupar enormemente a los miembros de los cada vez más aislados 
	Illuminati norteamericanos y el Grupo Majestic-12, que ha jugado 
	históricamente un papel principal en la represión de la información acerca 
	de la vida y tecnología extraterrestres.